Exhortaba constantemente a quienes poseían esclavos a tratarlos bien. Había establecido que si el amo de un esclavo le golpeaba o abusaba de él, la única forma de enmendarlo era liberar al esclavo (Muslim, Kitab al-Imam). Fomentó siempre la liberación de los esclavos y había previsto varios métodos para hacerlo. Dijo: “Si una persona que posee un esclavo, lo libera, Dios, como recompensa, salvará de los tormentos del Infierno a cada parte de su cuerpo, en correspondencia a cada parte del cuerpo del esclavo”.
Además enseñó que sólo se debía exigir de un esclavo el trabajo que pudiera hacer sin dificultad, y que al pedir a un esclavo que hiciera un determinado trabajo, el amo debía ayudarle en dicha tarea para que el esclavo no se sintiera humillado o degradado (Muslim). Si un amo salía de viaje acompañado de un esclavo, su deber era compartir la cabalgadura con éste, montando, o bien juntos, o bien por turnos. Hazrat Abu Huraira(ra), después de hacerse musulmán, pasaba todo su tiempo en compañía del Santo Profeta(sa), y oía constantemente sus órdenes respecto al trato de los esclavos. Relata Abu Huraira(ra): “Juro por Dios, en cuyas manos está mi vida, que si no fuera por las oportunidades que tengo de participar en la guerra santa, y si no fuera por la oportunidad que tengo de servir a mi vieja madre, me gustaría morir como esclavo, porque el Santo Profeta(sa) insistía constantemente en que los esclavos fueran tratados con bondad y justicia” (Muslim). Hazrat Ma’rur bin Suwaidra relata: “Vi a Abu Dhar Ghaffarira (un Compañero del Profeta(sa)) vestido con la misma ropa que llevaba su esclavo. Le pregunté la razón, y me dijo que “durante la vida del Santo Profeta(sa) me burlé en una ocasión de un hombre porque su madre había sido esclava. El Santo Profeta(sa) me reprendió, diciendo: “Parece que todavía tienes ideas anti-islámicas. ¿Quienes son los esclavos? Son tus hermanos y la fuente de tu poder. Dios con Su sabiduría te concede una autoridad temporal sobre ellos. El que detenta tal autoridad sobre su hermano debe darle de comer de los mismos alimentos que come, y debe vestirle con la misma ropa que viste, y no debe imponerle ninguna tarea por encima de su capacidad, y debe ayudarle a realizar lo que le pide hacer”. En otra ocasión, el Santo Profeta(sa) dijo: “Si vuestro siervo os prepara comida, y os la sirve, debéis invitarle a sentarse con vosotros a comer, o por lo menos a comer una parte de la comida en vuestra compañía; tiene derecho a hacerlo porque es el fruto de su trabajo” (Muslim).