La enseñanza musulmana, sin embargo, no consiste sólo en los preceptos contenidos en el Corán. También incluye las instrucciones y el ejemplo del Profeta(sa). Todo cuanto hizo y enseñó también forma parte esencial de la enseñanza islámica. A continuación referimos algunas instrucciones del Profeta(sa) referentes a la guerra y la paz:
- A los musulmanes se les prohíbe absolutamente la mutilación de los cadáveres (Muslim).
- Se les prohíbe recurrir al engaño (Muslim).
- No se les permite matar a niños ni a mujeres (Muslim).
- No se permite interferir en la labor de los sacerdotes, los funcionarios religiosos ni los líderes religiosos (Tahavi).
- No se permite matar a los ancianos, los débiles, las mujeres y los niños. Siempre se ha de tener en cuenta la posibilidad de intentar la paz (Abu Dawud).
- Cuando los musulmanes entren en territorio enemigo, no deben infundir terror a la población general. No deben consentir el maltrato a los ciudadanos (Muslim).
- Un ejército musulmán no debe acampar en un lugar que ocasione molestias al público. En las marchas debe evitar bloquear el camino o dificultar el paso a los demás viajeros.
- No se permite desfigurar los rostros (Bujari y Muslim).
- Se causarán las mínimas pérdidas posibles al enemigo (Abu Dawud).
- Cuando se coloquen a los prisioneros bajo custodia, se deben situar juntos a familiares y parientes (Abu Dawud).
- Los emisarios y delegados de otros países deben ser tratados con respeto. Hay que ignorar cualquier error o falta de respeto por su parte (Abu Dawud, Kitab al Yihad).
- Si un musulmán comete el pecado de maltratar a un prisionero de guerra, se le compensará con su puesta en libertad, sin excusa alguna.
- Cuando un musulmán se hace cargo de un prisionero de guerra, éste debe ser alimentado y vestido de igual manera que el musulmán (Bujari).
Tal era la insistencia del Profeta(sa) sobre el cumplimiento de estas normas, que declaró que quien no cumpliera con ellas, luchaba por sus propios propósitos y no por Dios (Abu Dawud).
Abu Bakr(ra), el primer Jalifa del Islam, añadió algunas normas a las ya existentes del Santo Profeta(sa). Una de estas normas, que también forma parte de la enseñanza islámica, es:
- Los edificios públicos, árboles frutales (y tierras), no han de ser dañados (Muatta).
De los dichos del Profeta(sa) y las normas del primer Jalifa del Islam, se deduce la clara evidencia de que el Islam ha establecido pautas para prevenir o detener las guerras, o disminuir su intensidad. Tal y como se ha dicho antes, los principios que el Islam enseña, no son solo principios morales, sino que su puesta en práctica está en el ejemplo del Profeta(sa) y en el de los primeros Jalifas del Islam. Como es sabido por todos, el Profeta(sa), no solo enseñó estos principios, sino que él mismo los llevó a la práctica.
Volviendo a nuestro tiempo, hemos de admitir que ninguna otra enseñanza parece dar solución al problema de la guerra y la paz. La enseñanza de Moisés(as) está lejos de nuestra percepción de la justicia y el juego limpio; y tampoco es posible actuar bajo su precepto en la actualidad. La enseñanza de Jesúsas no se puede llevar a la práctica, y así ha sido siempre; los cristianos jamás en su historia han intentado ponerla en práctica. La enseñanza islámica es la única capaz de ser llevada a la práctica; la única que ha sido tanto predicada como practicada, y cuya implementación puede crear y establecer la paz en el mundo.
En nuestros tiempos, Ghandi enseñó, aparentemente, a no participar en una guerra aún en el caso de que uno se vea forzado a ella. Pero esta enseñanza no ha sido puesta en práctica en ningún período de la historia del mundo. Por tanto, es imposible determinar su valor en cuanto a términos de guerra y paz. Ghandi vivió lo suficiente para ver al Congreso hindú conseguir la independencia política. Aun así, el gobierno no ha disuelto ni el ejército ni el resto de las fuerzas armadas del país. Es más, solo hacen planes para su indianización; y también tienen previsto readmitir a los oficiales hindúes alistados voluntariamente en el ejército nacional de La India (y que fueron despedidos por las autoridades británicas) durante los ataques de Japón a Birmania y a La India en los últimos días de la reciente Guerra Mundial. Gandhi mismo, en muchas ocasiones, alzó la voz para la absolución de crímenes de violencia, e instó a la liberación de quienes cometieron tales crímenes. Esto muestra que la enseñanza de Gandhi tampoco puede ser puesta en práctica, y tanto Gandhi como sus seguidores, son conscientes de ello.
No hay ejemplos prácticos que muestren al mundo cómo puede ser aplicada la no-violencia cuando se crean conflictos armados entre naciones y estados; o cómo la no-violencia puede prevenir o parar una guerra. Un método predicado que no puede llevarse a la práctica, demuestra su propio carácter impracticable. Así, parece ser que la experiencia y sabiduría humana señalan un único método preventivo contra la guerra: el que fue enseñado y practicado por el Santo Profeta(sa) del Islam.