Califas guiados – Hazrat Umar (ra)
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
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Califas guiados – Hazrat Umar (ra)

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Sermón del viernes, 10-09-21.

Pronunciado en la Mezquita Mubarak de Islamabad (Tilford, Surrey), Reino Unido.

Después de recitar el Tashahud, el Taawuz y el Surah Al-Fatiha,

Hazrat Jalifatul Masih V (aba) dijo las siguienes palabras:

He estado narrado relatos del jalifato de Hazrat Umar (ra) y también de las batallas que se libraron durante esa época.

Por los libros de historia, sabemos que en la época de Hazrat Abu Bakar (ra), Damasco fue asediada durante varios meses y que los musulmanes obtuvieron la victoria en esa batalla poco después de su fallecimiento. Sin embargo, como los detalles de la misma corresponden a la época de Hazrat Abu Bakar (ra), se presentarán cuando se narren sus relatos, si Dios quiere.

Ahora mencionaré los incidentes que tuvieron lugar tras la conquista de Damasco.

Tras conquistar Damasco, Hazrat Abu Ubaidah (ra) envió a Hazrat Jalid bin Walid (ra) a Beqa para otra expedición. Beqa es una amplia zona que comprende muchas ciudades y está situada entre Damasco, Baalbek y Homs. Tras conseguir la victoria allí, envió un contingente hacia delante. En ese momento, se produjo una discusión entre los bizantinos y los componentes de la expedición por una fuente llamada de “Maisanun”, lo que desembocó en un combate. Casualmente, un bizantino llamado Sinan logró atacar a los musulmanes desde el otro lado de Beirut y martirizó a un gran número de ellos. Beirut era una ciudad costera muy conocida en la región del Levant. Ante esto, Abu Ubaidah (ra) nombró a Yazid bin Abi Sufian como su representante en Damasco, quien posteriormente envió a Dihyah bin Jalifa con una expedición a Tadmur (Palmira) para allanar el camino de la victoria. Tadmur era una ciudad antigua muy conocida de Siria y situada a una distancia de cinco días de Alepo. Ahora bien, el “Yazid” que se menciona aquí es el hijo de Hazrat Abu Sufian (ra).

De la misma manera, Abu Zahra Qushairi fue enviado a Basnia y Hawwarin, pero la gente de allí aceptó firmar un tratado. Basnia es el nombre de una ciudad cercana a Damasco. Por otro lado, Paran era otra gran zona de Damasco, formada por muchas ciudades y tierras de cultivo. Aparte de Tiberias, la capital de Jordania (el nombre de una provincia de la época), Shurahbil bin Hasanah (ra) conquistó todo el país mediante batallas, ya que se le impuso la guerra, aunque finalmente los habitantes de Tiberias acordaron un tratado. Hazrat Jalid bin Walid (ra) también regresó victorioso de Beqa, ya que el pueblo de Baalbek aceptó el tratado y él les escribió un juramento. Según los libros de historia, Baalbek es una ciudad antigua situada a tres días de viaje de Damasco. Lo que se entiende aquí por “distancia de días” es lo que se cubría con los medios de transporte de la época, es decir, en camello o a caballo.

Luego está Fahal, que es el nombre de un lugar conquistado en el año 14 dH. En este contexto, Hazrat Abu Ubaidah (ra) escribió a Hazrat Umar (ra) lo siguiente:

“He sabido que Heraclio está en Homs enviando sus ejércitos hacia Damasco. No obstante, me resulta difícil decidir si debo atacar primero Damasco o Fahal”. En respuesta a esto, Hazrat Umar (ra) dijo: “Primero deberías atacar Damasco y conquistarla, ya que es la principal fortaleza de Siria y el cuartel general. Pero al mismo tiempo deberías enviar un contingente de caballería hacia Fahal, lo que impedirá a los bizantinos avanzar hacia ti. Si se conquista Fahal antes que Damasco, entonces que así sea, pero si no, primero conquista Damasco. Después, deja una pequeña parte de tu ejército allí,  y dirígete con todos tus comandantes hacia Fahal. Si Dios Altísimo te concede la victoria sobre Fahal, tú y Jalid debéis dirigiros hacia Homs y enviar a Shurahbil y Amar hacia Jordania y Palestina”.

Tan pronto como Hazrat Abu Ubaidah (ra) recibió la carta de Hazrat Umar (ra), envió a 10 comandantes, de los cuales el más destacado era Abu Al-Awar Salami, a Fahal y él mismo acompañó a Hazrat Jalid bin Walid (ra) a Damasco. Cuando los ejércitos bizantinos vieron acercarse a las fuerzas musulmanas, inundaron sus alrededores con agua del mar de Galilea y del río Jordán, haciendo que la tierra se convirtiera en un pantanal difícil de atravesar. Aunque debido a esto, las fuerzas que Heraclio había enviado como refuerzo a Damasco tampoco fueron capaces de llegar a su destino. Todos los caminos estaban bloqueados por la inundación, pero los musulmanes se mantuvieron firmes. Tras comprobar la determinación de los musulmanes, los cristianos aceptaron una tregua y enviaron un mensaje a Hazrat Abu Ubaidah (ra) para que enviara un representante, qiuen designó a Hazrat Muaz bin Yabal (ra) para este cometido y este presentó las enseñanzas islámicas al enemigo, pero no estaban dispuestos a aceptarlas. Luego, entre otras cosas, los bizantinos propusieron a Hazrat Muaz (ra) que si los musulmanes se retiraban del país y atacaban Persia en su lugar, podrían tomar la provincia de Balqa y otras tierras en Jordania adyacentes al territorio musulmán, pero debían irse de allí; o sea, ellos mismos habían preparado inicialmente un ejército, aunque tras percibir que iban a sufrir la derrota, ofrecieron esta propuesta.

Hazrat Muaz (ra) declinó su oferta y regresó, por lo que los bizantinos pidieron hablar con Hazrat Abu Ubaidah (ra) directamente. Entonces se envió un emisario especial al campamento musulmán y cuando llegó allí Hazrat Abu Ubaidah (ra) estaba sentado en el suelo examinando las flechas. El mensajero pensó que el comandante en jefe se distinguiría por su grandeza y opulencia, pero todos allí parecían iguales en rango. Finalmente, tras algunas dudas, preguntó quién era el comandante y la gente señaló hacia Hazrat Abu Ubaidah (ra), lo que lo dejó asombrado. Se dirigió hacia él conmocionado y le preguntó si en realidad era el comandante, y Hazrat Abu Ubaidah (ra) respondió afirmativamente. A continuación, el emisario dijo que ofrecerían a todos y cada uno de los soldados musulmanes dos monedas de oro si se retiraban. Sin embargo, Hazrat Abu Ubaidah (ra) rechazó la oferta, tras lo cual el mensajero se fue enfurecido.

Al ver la actitud hostil del mensajero, Hazrat Abu Ubaidah (ra) ordenó al ejército musulmán que se preparara y escribió a Hazrat Umar (ra) mencionando todo lo sucedido y dio permiso para avanzar mientras las fuerzas bizantinas seguían llegando y animó a los musulmanes a mantenerse firmes, puesto que Dios acudiría en su ayuda. En consecuenscia, Hazrat Abu Ubaidah (ra) dio la orden de preparar las fuerzas ese mismo día, aunque el ejército bizantino no se enfrentó a ellos. De nuevo, al día siguiente, Hazrat Jalid bin Walid (ra) salió al campo de batalla con un contingente de jinetes. Las fuerzas bizantinas también estaba preparadas y se produjo entonces la batalla. Tras comprobar la determinación de los musulmanes, los bizantinos pensaron que era inútil prolongar la lucha y quisieron retirarse. Hazrat Jalid bin Walid (ra) proclamó que los bizantinos habían agotado sus fuerzas y que ahora les tocaba a los musulmanes atacar. Por eso los musulmanes iniciaron un asalto repentino y los bizantinos fueron derrotados, ya que los cristianos estaban retrasando la batalla con la esperanza de recibir refuerzos  y Hazrat Jalid bin Walid (ra) comprendió su plan, por lo que informó a Hazrat Abu Ubaidah (ra) de que los bizantinos se habían visto abrumados y que era el mejor momento para comenzar un ataque.

Por lo tanto, se anunció inmediatamente que se iniciaría un ataque al día siguiente y que el ejército debía prepararse. En el último cuarto de la noche, Hazrat Abu Ubaidah (ra) reunió a sus fuerzas. En ese momento, el contingente bizantino comprendía aproximadamente 50.000 efectivos, aunque dos historiadores que han escrito sobre la vida de Hazrat Umar (ra), Haykaland y Salabi, afirman por su parte que este ejército tenía entre 80.000 y 100.000 hombres. Sea como fuere, tras una hora de intenso combate, los bizantinos perdieron el equilibrio y la esperanza, y se retiraron. A continuación, Hazrat Umar (ra) ordenó que todas las tierras incautadas permanecieran con sus propietarios, que no se le quitaran a nadie; aparte, que las vidas, la riqueza, las tierras, las propiedades y los lugares de culto de la gente permanecieran a salvo; y que solo se adquirieran parcelas para construir mezquitas. Si había que adueñarse de tierras, solo se haría para construir mezquitas, pero todas las demás seguirán siendo de sus propietarios.

La conquista de Beisan.

Después de que Hazrat Shurahbil (ra) saliera victorioso en la batalla de Fahal, él y sus fuerzas acompañaron a Hazrat Amar (ra), avanzaron hacia Beisan y la sitiaron. En ese momento, Abul Awar y algunos otros comandantes habían sitiado también Tiberias. Beisan estaba situada a unos 27 km al sur de Tiberias. Por entonces se había corrido la voz sobre las continuas derrotas de los bizantinos en las batallas ocurridas en  las regiones de Jordania y Damasco, y en otras conquistas. La gente se enteró de que Hazrat Shurahbil (ra), junto con Hazrat Amar bin Aas (ra), Hazrat Hariz bin Hisham (ra) y Hazrat Suhail bin Amar (ra) se dirigían con sus ejércitos hacia Beisan y entonces todos se encerraron en sus fortalezas. Hazrat Shurahbil (ra) sitió Beisan tras llegar allí. El asedio duró unos días, tras los cuales algunos combatientes salieron a luchar, pero los musulmanes se enfrentaron a ellos y los derrotaron. Mientras tanto, el resto de los residentes buscaban un tratado de paz y los musulmanes aceptaron las mismas condiciones que se habían acordado en la conquista de Damasco.

La conquista de Tiberias.

Cuando los residentes de Tiberias escucharon las noticias de la conquista de Beisan y el tratado resultante, solicitaron una tregua a Abul Awar, con la condición de que su petición fuera presentada ante Hazrat Shurahbil (ra). Abul Awar aceptó su petición y así los residentes de Beisan y Tiberias aceptaron los términos establecidos en Damasco. Aparte, se decidió que la mitad del total de las residencias de las ciudades y aldeas circundantes se vaciaran para los musulmanes, y que los bizantinos ocuparían la otra mitad restante. Además se decidió que todos pagarían un impuesto anual de un dinar y una parte específica de las cosechas obtenidas. Tras esto, los líderes y soldados musulmanes se convirtieron en  residentes del lugar y el establecimiento de la paz con Jordania llegó a establecerse. Todos los refuerzos se instalaron en Jordania y sus alrededores, y la buena noticia de la victoria se envió a Hazrat Umar (ra).

La conquista de Homs (Emessa), que tuvo lugar en el año 14 dH.

A raíz de estos acontecimientos, Hazrat Abu Ubaidah (ra) marchó hacia Homs, una conocida ciudad de Siria, que tenía mucha relevancia política y era además muy importante desde el punto de vista bélico. Homs estaba situada en Siria, entre Damasco y Alepo. En esta ciudad, había un gran templo que la gente visitaba desde lugares lejanos y muchos se enorgullecían de rendir culto allí. No obstante, los bizantinos deseaban luchar y con ese fin avanzaron. Por tanto, un gran ejército partió de Homs y se enfrentó a los musulmanes en Yosiah, pero fueron derrotados. Hazrat Abu Ubaidah (ra) y Hazrat Jalid bin Walid (ra) sitiaron Homs al llegar. El clima era muy frío y los bizantinos creían que los musulmanes no resistirían mucho en un campo de batalla tan abierto. Además, esperaban refuerzos de Heraclio. Por ello, envió refuerzos desde Yazira, pero estos fueron detenidos e interceptados por las tropas de Hazrat Sad bin Abi Waqas (ra), quien fue nombrado para conquistar Irak. En este contexto, los historiadores escriben que, a pesar de que los bizantinos tenían calzado de cuero, sus pies perdían la sensibilidad, mientras que los compañeros (ra) y los musulmanes tenían un calzado normal y nada más.

Heraclio había prometido ayudar al pueblo de Homs y, tras animarles a luchar, huyó a Rauha; o sea, se lo prometió, pero después se marchó de allí. Los habitantes de Homs permanecieron en su fortaleza y solo luchaban contra los musulmanes cuando se daba un día muy frío. Los bizantinos estaban a la espera de la ayuda de Heraclio y esperaban que los musulmanes, debido al intenso frío, se retirarían; aunque los musulmanes se mantuvieron firmes y la ayuda de Heraclio no vino, es decir, no llegó al pueblo. Con el tiemo, el frío pasó y los habitantes de Homs se convencieron de que era imposible retar a los musulmanes. En conclusión, quisieron firmar un tratado. Los musulmanes aceptaron y los habitantes se quedaron en sus casas. Al igual que los residentes de Damasco, aceptaron pagar el “jaraj” (impuesto sobre la tierra para los no-musulmanes que vivían bajo el dominio musulmán) y el “yizia” (impuesto sobre los ciudadanos no-musulmanes que vivían bajo el dominio musulmán para su protección y salvaguarda). Al final, Hazrat Abu Ubaidah (ra) escribió a Hazrat Umar (ra) informándole de la situación. En su respuesta, Hazrat Umar (ra) ordenó lo siguiente: “Permanece allí y reúne a todas las poderosas tribus árabes bajo tu bandera. Si Dios quiere, enviaré de vez en cuando refuerzos desde aquí”.

Maraj Al-Rum era otra localidad y el incidente relacionado con la misma  tuvo lugar en el mismo año.

Maraj al-Rum era un lugar cercano a Damasco y el incidente fue que Hazrat Abu Ubaidah (ra) viajó junto a Hazrat Jalid bin Walid (ra) de Fahal a Homs y se detuvieron en Zul Qila. Cuando Heraclio se enteró de sus movimientos, envió a Teodoro. Este fue a Maraj-Damasco y se quedó en el lado oeste. Por su parte, Abu Ubaidah partió de Maraj al-Rum con su ejército. La situación de los musulmanes en ese momento era tal que el invierno ya se había asentado y sus cuerpos estaban llenos de heridas. Cuando llegaron a Maraj al-Rum, el comandante bizantino Shans se desplazó allí y acampó con su caballería cerca de Teodoro. Shans habían venido a ayudar a Teodoro y a salvar al pueblo de Homs,  y acampó a un lado con su ejército. Al caer la noche, el comandante Teodoro partió de allí  y debido a su marcha la zona quedó vacía. Al final, Teodoro se enfrentó a Hazrat Jalid bin Walid (ra), mientras que Shans se enfrentó a Hazrat Abu Ubaidah (ra). Cuando Hazrat Jalid bin Walid (ra) supo que Teodoro había partido hacia Damasco, tanto él como Hazrat Abu Ubaidah (ra) acordaron por unánimidad que él mismo debía ir tras Teodoro. Por ello, Hazrat Jalid bin Walid (ra) persiguió a Teodoro con un contingente de caballería.

Por su parte, Yazid bin Abi Sufian se enteró de la acción de Teodoro y también se enfrentó contra él; ambos ejércitos lucharon y la batalla se intensificó. El combate aún continuaba cuando Hazrat Jalid bin Walid (ra) llegó al campo de batalla con su ejército. Combatió la retaguardia del ejército de Teodoro y, como resultado, el enemigo fue atacado desde ambos frentes y sus cadáveres comenzaron a amontonarse. Los musulmanes los mataron en todos los frentes y solo sobrevivieron los que huyeron. Entre el botín de guerra que se obtuvo en esta batalla se encontraban armas, monturas, armaduras, etc., que fueron distribuidas por Hazrat Yazid bin Abi Sufian (ra) entre sus soldados y los de de Hazrat Jalid bin Walid (ra). Después de esto Hazrat Yazid (ra) viajó a Damasco y Hazrat Jalid bin Walid (ra) regresó con Hazrat Abu Ubaidah (ra).

Aquí tengo que decir que el infame Yazid que se menciona en la historia del Islam era el hijo de Muawiah, aunque el anteriormente citado “Yazid” era el hijo de Abu Sufian (ra). Finalmente, el comandante bizantino Teodoro fue matado por Hazrat Jalid bin Walid (ra), después de ir tras él y Hazrat Abu Ubaidah (ra) persiguió a Shans. Ambos ejércitos lucharon en Maraj al-Rum. El contingente musulmán mató a muchos adversarios y Hazrat Abu Ubaidah (ra) hizo lo propio con Shans. Maraj al-Rum se llenó de cadáveres del enemigo y, debido a ello, la zona se llenó de un hedor insoportable. De entre las fuerzas bizantinas, solo sobrevivieron los que huyeron; todos los demás perecieron. Además, los musulmanes persiguieron a los que huyeron hasta Homs. Tras esto, Hazrat Abu Ubaidah (ra) partió con su ejército hacia Hamad, que era otra antigua ciudad de Siria, situada a una distancia de cinco días de viaje de Damasco. El pueblo de Hamad aceptó obedecer a su autoridad. Cuando la gente de Shehzar se enteró de esto, también accedió a obedecer a los musulmanes como la gente de Hamad. Shehzar era un asentamiento situado a una distancia de medio día de viaje desde Hamad. Hazrat Abu Ubaidah (ra) conquistó entonces Salmiyah, que era el nombre de un asentamiento que se encontraba a una distancia de dos días de viaje desde Hamad.

Más tarde se produjo la conquista de Laziqiyah, que tuvo lugar en el año 14 dH.

El ejército musulmán marchó bajo el mando de Hazrat Abu Ubaidah (ra) hacia Laziqiyyah, que era una ciudad de la costa siria y se consideraba parte de los suburbios de Homs. Cuando los habitantes de Laziqiyah vieron acercarse al ejército musulmán, se retiraron a sus fortalezas y se prepararon para hacerles frente. Se creían que si el ejército musulmán les asediaba, ellos tenían la fuerza para hacerles frente y mientras tanto recibirían refuerzos de Heraclio por vía marina. Por su parte, los musulmanes asediaron la ciudad, que contaba con un fuerte sistema de defensa y era conocida por sus puestos de control militar. Como Hazrat Abu Ubaidah (ra) tenía experiencia en tácticas y estrategias de guerra, ideó un nuevo plan para conquistar el enclave, pues se dio cuenta de que si acampaban allí, sería muy difícil conquistarla y el asedio se prolongaría. Asimismo, también era posible que si, durante el asedio, el enemigo enviaba refuerzos a los habitantes de la ciudad, tendrían que regresar sin éxito. Además, si el asedio se prolongaba, sería imposible llegar a Antakya. Así que una noche, ordenó que se cavaran muchas trincheras lo suficientemente profundas como para ocultar a una persona a caballo y las taparon con hierba.

Por la mañana, Hazrat Abu Ubaidah (ra) levantó el asedio y regresó a Homs. Cuando los habitantes de la ciudad vieron que se había levantado el asedio, se regocijaron y abrieron alegremente las puertas de la ciudad. Al mismo tiempo, Hazrat Abu Ubaidah (ra) regresó por la noche con su ejército y se escondió en las trincheras. De mañana, cuando se abrieron las puertas de la ciudad, los musulmanes lanzaron un ataque y algunos de ellos se hicieron con las puertas del recinto exterior del fuerte. Algunas gentes consideraron prudente huir y los que quedaron en la ciudad se sobrecogieron de miedo. Todos los habitantes de la misma empezaron a planear cómo iban a sobrevivir y no les quedó más remedio que aceptar la potestad de los musulmanes. Así, firmaron un acuerdo con los ellos y los que huyeron buscaron la protección de los musulmanes, que entraron victoriosos en la ciudad. Hazrat Abu Ubaidah bin Jarrah (ra) aceptó el tratado con la condición de que pagaran el “yizia” y dejaran su iglesia bajo su dominio. Más tarde, los musulmanes hicieron una mezquita cerca de la iglesia. Después de esta victoria, Hazrat Umar (ra) escribió diciendo que ese año no debería haber más acciones militares.

La conquista de Qinnasrin tuvo lugar en el año 15 dH.

Hazrat Abu Ubaidah (ra) envió a Hazrat Jalid bin Walid (ra) hacia esta localidad, que era una ciudad dinámica en la provincia de Alepo. El fuerte de Qinnasrin estaba situado en el camino hacia Alepo, entre las montañas. Hazrat Jalid bin Walid (ra) llegó a un lugar llamado Hadir, que estaba cercano a Alepo. Aquí, el comandante bizantino Menas llegó con su ejército para enfrentarse a los musulmanes. Después de Heraclio, Menas era el comandante en jefe más reconocido entre los bizantinos. En este contexto, los habitantes de Hadir y los árabes cristianos lucharon contra los musulmanes. Era costumbre de los árabes que, para proteger la ciudad, se dirigían a las afueras de la misma y montaban sus tiendas. Siguiendo esta costumbre, los árabes cristianos instalaron sus tiendas fuera de la ciudad. Tras una feroz batalla, Hazrat Jalid bin Walid (ra) acabó con gran parte de las fuerzas bizantinas, incluido su comandante Menas. Entonces, la gente de Hadir envió un mensaje a Hazrat Jalid bin Walid (ra) diciendo que eran árabes y que nunca desearon luchar; y que de hecho fueron obligados a combatir y por consiguiente pidieron ser perdonados. Hazrat Jalid bin Walid (ra) aceptó su petición y detuvo cualquier otro ataque.

Algunas de las fuerzas bizantinas corrieron a buscar refugio en el fuerte de Qinnasrin. Hazrat Jalid bin Walid (ra) los persiguió hasta Qinnasrin, pero cuando llegó allí, las puertas de la ciudad habían sido cerradas. Al ver esto, Hazrat Jalid bin Walid (ra) les envió un mensaje diciendo: “Incluso si buscáis refugio en las nubes, Dios Altísimo nos elevará hasta vosotros u os arrojará hasta nosotros”. Pasaron algunos días y permanecieron en el fuerte. Finalmente, los habitantes de Qinnasrin se dieron cuenta de que no les quedaba ninguna opción para escapar. Por tanto, expresaron su deseo de firmar un tratado de paz con las mismas condiciones que los habitantes de Homs. No obstante, Hazrat Jalid bin Walid (ra) ya había emitido el veredicto de castigo debido a la violación del tratado -ya habían roto el tratado anteriormente y Hazrat Jalid bin Walid (ra) tenía la intención de castigarlos- y por eso deseaba destruir la ciudad. Abandonando sus riquezas y familias a su suerte, los habitantes de Qinnasrin (es decir, los combatientes) huyeron a Antakya. Cuando Hazrat Abu Ubaidah bin al-Yarrah (ra) llegó a Qinnasrin, declaró que el juicio de Hazrat Jalid bin Walid (ra) había sido justo y equitativo. Así, la fortaleza de la ciudad y las murallas exteriores fueron destruidas. Después de esto, consideraron que tras a un acto de justicia, debía seguir un acto de benevolencia; o sea, los musulmanes habían impartido justicia al enemigo y ahora debían mostrar benevolencia. En consecuencia, dieron protección a los habitantes de la ciudad de acuerdo con su petición y se dice que la iglesia y otras casas fueron divididas, y que los musulmanes ocuparon la mitad de la zona y la otra mitad quedó para ellos.

Según una narración, se dice que los musulmanes tomaron una parte del territorio y construyeron allí una mezquita, y dejaron el resto a sus habitantes. La gente que partió hacia Antakya regresó con la condición de pagar el “yizia”. Al igual que los habitantes de las otras tierras conquistadas, también fueron tratados con compasión. La justicia se mantenía entre todos por igual y ninguna persona poderosa podía cometer ninguna injusticia contra una persona más débil.

Luego tuvo lugar la conquista de Cesárea en el año 15 dH.

Cesárea era una ciudad costera de Siria, que estaba situada a una distancia de tres días de viaje desde Tiberiades. Hay varias narraciones sobre cuándo tuvo lugar esta batalla, pues una narración afirma que tuvo lugar en el año 15 dH.; según una segunda narración tuvo lugar en el año 16 dH.; una tercera narración dice que tuvo lugar en el año 19 dH.; y según una cuarta narración tuvo lugar en el año 20 dH.

Cuando Hazrat Abu Ubaidah (ra) estaba haciendo grandes avances a través del Levant ocupado por los bizantinos, Hazrat Amar bin Al-Aas y Hazrat Shurahbil bin Hasanah (ra) estaban tratando de derrotar a las fuerzas bizantinas que se habían reunido en Palestina;  aunque no fue una tarea fácil. Estas fuerzas superaban en número a los musulmanes y estaban bien equipadas, y dirigidos por el comandante bizantino más experimentado, Atrabun, cuya visión y estrategia de guerra no tenían parangón en toda la tierra. Él consideraba que el ejército debía estar disperso en varios lugares para que el gobierno y la autoridad siguieran siendo exclusivamente suyos; también que si los árabes superaban algunos de estos contingentes, las otras partes del ejército no se verían afectadas. Así pues, dejó un gran ejército en Ramalah e Iliya y contingentes más pequeños para apoyarlos en Gaza, Sebastia, Nablus, Lod y Yafa.

A partir de entonces, permaneció al acecho del ejército árabe y estaba convencido de que tenía la fuerza para derrotar a los árabes y debilitar su poder. Hazrat Amar bin Al-Aas (ra) comprendió la delicada situación y pensó que si todo su ejército se enfrentaba a Atrabun, entonces las fuerzas bizantinas se unirían entre sí y posteriormente su ejército no podría derrotarlas. De hecho, los bizantinos podrían incluso superarlos. Así pues, escribió una carta para informar a Hazrat Umar (ra) y este instruyó a Yazid bin Abi Sufyan que enviara a su hermano, Muawiah para que tomara el control de Cesarea, a fin de que no fuera posible que Atrabun recibiera ningún apoyo por la ruta costera.

En la carta dirigida al Amir Muawiah, Hazrat Umar (ra) escribió:

“Te nombro Amir de Cesarea. Debes ir allí y buscar la ayuda de Al’lah contra ellos y recitar:

 ¡LA HAWLA WA LA QUWWATA IL’LAH BIL’LAH!

¡No hay poder ni fuerza sino a través de Al’lah!”.

Lo cual quiere decir que “solo a través de Al’lah se puede adquirir la fuerza para abstenerse de pecar y realizar acciones virtuosas, pues Él es el Altísimo, el Grande. Él es nuestro Señor y en Él ponemos toda nuestra confianza y esperanza. Él es nuestro Maestro y qué gran Maestro es en verdad; y Él es nuestro Ayudante.

Está escrito en Al-Faruq que Amar bin Al-Aas fue el primer musulmán que atacó Cesarea y, a pesar de un prolongado asedio, no pudieron obtener la victoria. Tras la muerte de Abu Ubaidah, Hazrat Umar (ra) nombró a Yazid bin Abi Sufian en su lugar y le ordenó que fuera a Cesarea. Acudió con 17.000 soldados y sitió la ciudad, pero en el año 18 dH., al caer enfermo, nombró a su hermano Amir Muawiah en su lugar y se dirigió a Damasco, donde falleció. Cesarea está situada en la costa del mar del  Levant y es una de las provincias de Palestina. Hoy en día, está completamente deshabitada, aunque, anteriormente era una ciudad enorme y, según Al-Balazuri, contaba con 300 bazares y un enorme ejército bizantino para salvaguardarla. Al borde de la costa, tenían un fuerte que suponía un gran peligro para los demás. Finalmente, Hazrat Muawiyah llegó a Cesárea y la sitió. Los bizantinos lanzaban ataques contra el ejército islámico, pero eran derrotados y se retiraban a sus trincheras. Al final, cuando el asedio se prolongó, el enemigo lanzó una batalla sin cuartel, pero sufrió una derrota tan devastadora que 80.000 soldados suyos murieron en el campo de batalla, e incluyendo a los que huyeron, esta cifra alcanzó los 100.000. Tras la conquista de Cesárea y la destrucción de su ejército, los musulmanes estaban tranquilos desde esa dirección y se sentían seguros porque los bizantinos ya no podían recibir refuerzos por esa vía.

Hazrat Muawiah (ra) envió la noticia de la victoria junto con una quinta parte del botín de guerra (“jums”) a Hazrat Umar (ra). Según otra narración, Hazrat Amir Muawiah (ra) asedió la ciudad con mucho equipo y armamento. En numerosas ocasiones, los habitantes de la ciudad salieron de su fortaleza para luchar, pero cada vez que lo hacían eran derrotados. Sin embargo, aún no podían tomar el control total de la ciudad. Un día, un judío llamado Yusuf se acercó a Amir Muawiah (ra) y le mostró un túnel que atravesaba la ciudad y que llegaba hasta la puerta del fuerte. Posteriormente, unos pocos valientes llegaron al mismo a través del túnel y abrieron su puerta, con lo que todo el ejército se lanzó al ataque y consiguió la victoria.

Hazrat Ubadah bin Samit (ra) fue uno de los Compañeros (ra) que participaron en la batalla de Badar y también participó en esta batalla. Sus valientes esfuerzos durante la Batalla de Cesarea han sido mencionados de la siguiente manera:

En el asedio de Cesarea, Hazrat Ubadah bin Samit (ra) era el comandante del flanco derecho del ejército musulmán y se levantó para aconsejar a sus hombres, ordenándoles que se abstuvieran de cometer pecados y que evaluaran constantemente sus condiciones. A continuación, procedió con un gran grupo de “muyahidines” (combatientes por la causa de Al’lah), los cuales mataron a muchos de los soldados bizantinos, pero aún así no pudieron cumplir adecuadamente su objetivo. Por ello, regresó a su puesto original y volvió a animar a sus compañeros a ir con todo a la batalla. Pero a pesar de haber lanzado un ataque con un gran ejército de hombres, se sorprendió enormemente al haber regresado sin cumplir su objetivo.

Luego dijo:

“¡Oh musulmanes! Entre los líderes designados con motivo del ‘Baiat al-Aqabah’ (Juramento de Aqabah), yo era el más joven. Soy el que más tiempo ha vivido de entre ellos y Dios Altísimo decretó que siguiera vivo hasta el punto de que ahora estoy luchando contra el enemigo junto a vosotros. Juro por Aquel en cuyas manos está mi vida, que cada vez que he llevado una partida de creyentes para lanzar un ataque contra los idólatras, ellos abandonan el campo de batalla, nosotros triunfamos y Al’lah nos concede la victoria sobre ellos. ¿Qué ha sucedido en esta ocasión para que no hayáis podido vencerlos a pesar de haber lanzado un ataque contra ellos?”.

A continuació expresó su temor en relación con este incidente con las siguientes palabras:

“Temo dos cosas en relación con vosotros: que alguien de entre vosotros haya sido deshonesto o que cuando atacasteis no estabais siendo sinceros”. O sea, bien estaban siendo deshonestos o no eran sinceros, o incluso que no fueron sinceros en el momento de lanzar el ataque. Después, les instruyó para que buscaran el rango del martirio con absoluta sinceridad y les dijo: “Permaneceré en la vanguardia y no retrocederé hasta que Dios Altísimo nos conceda la victoria o el rango del martirio”. Posteriormente, cuando los bizantinos y los musulmanes se enfrentaron en la batalla, Hazrat Ubadah bin Samit (ra) saltó de su caballo y comenzó a caminar a pie. Cuando Umair bin Sad Ansari lo vio caminando, difundió la noticia de que el líder del ejército musulmán estaba luchando a pie y declaró que todos deberían seguir su ejemplo. Tras ello, todos lucharon enérgicamente contra los bizantinos y los hicieron retroceder hasta el punto de que huyeron y se refugiaron en sus fortalezas.

De la misma manera que los árabes tomaron el control de Cesárea, también conquistaron Gaza. Los musulmanes ya tomaron el control de Gaza una vez en el pasado durante la era de Hazrat Abu Bakar Siddique (ra), pero más tarde tuvieron que salir de allí. Cuando estas dos regiones fronterizas estuvieron bajo el control de los musulmanes, Hazrat Amar bin Al-Aas (ra) se sintió tranquilo ante cualquier peligro que pudiera surgir del lado de la costa.

Estos relatos continuarán, pero en este momento mencionaré a algunos miembros fallecidos y dirigiré sus oraciones fúnebres en ausencia después de la oración del viernes.

La primera persona es la respetada Jadiya Sahiba, esposa del respetado Maulvi K. Muhammad Alvi Sahib, antiguo misionero de Kerala. Falleció recientemente a la edad de 80 años:

¡En verdad a Al’lah pertenecemos y hacia Él retornaremos!

Su padre, Kahni Muhayyu-ul-Din Sahib, fue uno de los primeros áhmadis de Kerala. La fallecida tuvo la oportunidad de entrar en la Comunidad Musulmana Ahmadía a una edad muy temprana. Demostró una gran paciencia y gratitud, y era muy regular en sus oraciones y ayunos y muy religiosa. Cuidaba de los pobres, era muy hospitalaria y siempre se contentaba con lo que tenía. Su marido era misionero y se ausentaba de casa durante muchos días mientras realizaba giras oficiales, pero la fallecida nunca se quejaba y siempre estaba llena de gratitud. Le sobreviven dos hijos y cinco hijas. La fallecida era “musia” (formaba parte del Wasiyat). Su hijo mayor, K. Mahmud Sahib, también era misionero y falleció a los 54 años por un fallo renal. Su hijo menor también es un “mual’lim” (maestro local) de la Yamat y sus cinco hijas están casadas con misioneros.

¡Que Dios Altísimo le conceda su perdón!

La siguiente persona es Malik Sultan Rashid Jan Sahib de Kot Fateh Jan, fue el antiguo emir del distrito de Attock. Malik Sultan Rashid Jan Sahib falleció en la noche del 22 al 23 de agosto:

¡En verdad a Dios pertenecemos y hacia Él será el retorno!

Por la gracia de Dios Altísimo era “musi”. Su padre, el Coronel Malik Sultan Muhammad Khan Sahib hizo el Baiat (juramento de iniciación en la Yamat) de la mano de Hazrat Musleh Maud (ra) en 1923, a la edad de 23 años. Su padre era el único áhmadi de su familia. Posteriormente se casó con Ayesha Siddiqa Sahiba, hija de Chaudhry Muhammad Fateh Ahmad Siyal Sahib. La propuesta de matrimonio fue recomendada por Hazrat Musleh Maud (ra) él mismo. El nombre del abuelo del Sultán Rashid Sahib era Malik Sultán Rashid Surakh Ruh Khan. En la corte real del Imperio Británico se le brindaba un gran respeto y le daban una silla para que se sentara en la corte real como señal de respeto. Aceptó el Ahmadíat cuatro años después de su hijo, Malik Sultan Muhammad Khan Sahib.

Los servicios que Malik Sultan Rashid Khan Sahib realizó para la Comunidad son los siguientes:

Tuvo la oportunidad de ser el Amir del distrito de Attock de 1996 a 1999 y de 2005 a 2014. En el momento de su fallecimiento, trabajaba como presidente de la Comunidad de Kot Fateh Khan. Era pariente del antiguo gobernador de Pakistán Occidental, Mir Muhammad Khan. Toda su familia estaba inmersa en diversas actividades mundanas, pero después de aceptar el Ahmadíat, su padre, aunque no abandonó completamente sus actividades mundanales, siempre dio prioridad a su fe sobre los asuntos de este mundo y esta misma cualidad estaba presente en Malik Sultan Rashid Khan Sahib también. Inicialmente, había hecho un “Wasiyat” de 1/10 y más tarde lo cambió a 1/7. Creo que pagó 1/10 sobre su propiedad y 1/7 sobre sus ingresos.

Su hermana, Rashida Siyal, dice:

“Jalifatul Masih IV (rh) declaró una vez que: Tu padre era como una espada desenvainada para el Ahmadíat y esta misma cualidad se encuentra también en sus hermanos”.

Además dice respecto a su hermano, Malik Rashid Sahib:

“Nuestro hermano tenía un vínculo muy fuerte con el Jalifato y cumplia inmediatamente con todas las instrucciones de Jalifatul Masih. Por la gracia y las bendiciones de Dios Altísimo, siempre fue un servidor de confianza del Jalifa y constantemente sirvió con total devoción. Era extremadamente espiritual y cada vez que alguien lo veía sentía que no tenía ningún apego a la vida materialista. Era extremadamente humilde y nunca hablaba mucho de su relación personal con Al’lah, aunque tenía un vínculo muy fuerte. Se pasaba el día y la noche rezando por los demás, ya fuera un amigo, un pariente o alguien a quien ni siquiera conocía. No hay una sola persona de entre sus amigos, familiares y demás que se haya ido con las manos vacías de su puerta. Muchas personas se aprovechaban de su generosidad, pero él nunca las rechazaba. Una señora se acercó a mi sobrina y le dijo ‘qué pasará ahora con esas personas cuyas cocinas se encendían solo gracias a la ayuda financiera recibida del Sultán Rashid Sahib’. En otras palabras, Sultán Rashid Khan Sahib se hacía cargo de todos sus alimentos y provisiones”.

Además escribe:

“Mostró un nivel de generosidad tan ejemplar que no lo podemos ni imaginar. Mi sobrina le preguntó un día que si la gente apreciaría y recordaría toda la ayuda que les prestó. A esto respondió que tal vez no lo recuerden, pero que su única intención era que Dios Altísimo estuviera satisfecho con él”.

Su hermana, Naeema Sahiba, afirma:

“Mi hermano tenía una gran pasión por el ‘tabligh’ (predicación) y se convirtió en un medio de guía para muchas almas afortunadas. Encontraba oportunidades para hacer ‘tabligh’ con cualquiera que se encontrara con él. Muchos amigos no-áhmadis nos visitaban por la noche y discutían el tema de la muerte de Jesús (as) durante horas y también había un elemento de peligro en ello. Su pasión por el culto era notable. A menudo cerraba la puerta de su habitación y adoraba a su Dios en soledad. Al’lah le concedió sueños y visiones reales. Una vez, fue a Abbottabad en la temporada de verano. De repente se encontró con algunas dificultades financieras y no pudo hacer otra cosa que rezar. En su paseo matutino, mientras pasaba por una zona llena de árboles, escuchó una voz fuerte y clara:

¡No desesperes de la misericordia de Al’lah!”.

La esposa de Zubairi Sahib, que es el antiguo Amir de Attock, afirma:

“Le había contado a su hermana que durante la época de Hazrat Jalifatul Masih IV (rh), se alojaba en su casa para asistir a una reunión con todos los distritos de su zona. Parecía bastante preocupado y cuando le preguntó cuál era el problema, dijo que tenía que pronunciar un discurso pero que no había podido prepararlo. No obstante, a la mañana siguiente estaba muy feliz y alegre, y cuando vino a desayunar dijo que por la noche Hazrat Jalifatul Masih III (rh) vino en su sueño y dictó todo el discurso en poco tiempo y ahora, gracias a Dios, su discurso estaba listo.

Tenía un inmenso nivel de confianza en Dios Altísimo, por lo que pasó muchos años viviendo en su pueblo sin ningún tipo de preocupación a pesar de estar rodeado de casas de opositores; nunca tuvo miedo ni ansiedad. Era extremadamente valiente. A menudo decía: ‘Ni una sola hoja puede moverse sin la orden de Dios’. Una vez, su asistente doméstico hizo regresar a alguien que había venido a buscar ayuda y entonces le aconsejó diciendo: ‘Si Dios Altísimo me ha convertido en un medio para ayudar a alguien, entonces quién soy yo para decirle que regrese’. Tenía la habilidad de poder participar en cualquier discusión intelectual. Había leído muchas veces los libros del Mesías Prometido (as). Masha Al’lah, poseía muchas cualidades y era regular en su ‘salat’ (oraciones) y ayuno; también era regular en su ‘tahayud’ (oración voluntaria ofrecida en la madrugada) y oraba con devoción. Hablaba con gran sabiduría y siempre concluía su charla con el tema del ‘tabligh’ (predicación)”.

¡Que Dios Altísimo le conceda Su perdón y misericordia!

La siguiente mención es para el respetado Abdul Quyum Sahib de Indonesia, que falleció el 25 de agosto a la edad de 82 años:

¡En verdad a Al’lah pertenecemos y hacia Él retornaremos!

Era hijo del difunto Abdul Wahid Sumatri Sahib, que fue el primer misionero no-indio y no-pakistaní de la Comunidad. Se licenció en Ingeniería Química en una reconocida escuela técnica de Indonesia. Después, con una beca del gobierno, cursó estudios superiores en Francia, donde obtuvo un máster en economía del petróleo. A continuación, fue contratado por el Ministerio de Energía y Recursos Minerales, donde trabajó en varios puestos. Incluso tras jubilarse, le llamaban para trabajar por ser un experto en la materia. Luego, a los 73 años, tras un gran esfuerzo, obtuvo su doctorado en Ingeniería Química en la Universidad de Indonesia. Además prestó servicios inestimables a su país y en 1973 propuso al gobierno una fórmula de gas natural licuado. De este modo, entre 1974 y 2000, el gobierno se benefició de 110.000 millones de dólares. De hecho, los ahmadíes de todo el mundo están siempre dispuestos a servir a su país y a su nación. Incluso en Indonesia, debido a la influencia de los clérigos, los áhmadis se enfrentan a una grave persecución en ciertas zonas, pero a pesar de ello, es nuestro deber permanecer fieles al país.

Abdul Quyum Sahib también recibió el máximo galardón posible para un funcionario del país. Luego, en 2005, recibió otro auspicioso premio que se concede a quienes no pertenecen al gobierno ni al ejército indonesio y prestan servicios notables en sus campos de conocimiento. Además, los héroes del país reciben una ceremonia militar en uno de los cementerios donde están enterrados. Pero como el fallecido no deseaba ser enterrado allí, la ceremonia militar tuvo lugar en el cementerio de Musian, en Parung, que es donde fue enterrado honorablemente. Era muy cariñoso y cuidaba mucho de sus hermanos. Su padre le había aconsejado que cuidara de sus hermanos y siempre actuó en consecuencia. Trataba a los misioneros y a las personas consagradas con gran respeto.

Su hermano menor, Basit Sahib, también es misionero y presidente nacional de la Comunidad de Indonesia. Era muy amable en el trato con los que trabajaban bajo su mando. En este sentido, una persona que trabajaba bajo su mando dijo que estaba a su cargo desde los nueve años y que le pagaba los gastos escolares, y varios otros. Luego, debido a su trato amable, esta persona pasó a leer los libros del Mesías Prometido (as), tras lo cual aceptó el Ahmadíat. La amabilidad y la generosidad del fallecido eran de un nivel muy alto. Siempre trató a todos por igual y nunca se comportó con arrogancia, ni se enorgulleció del rango que ostentaba.

Una de las empresas de gas para las que trabajaba dijo que era extremadamente inteligente, decidido y trabajador. Era bastante conocido y tenía un alto rango, a pesar de lo cual era muy humilde. Sentía un gran amor por el Jalifato y la Comunidad, y siempre que la Yamat requería un sacrificio o se enfrentaba a algún tipo de dificultad, él prestaba ayuda con gran sinceridad. Hazrat Jalifatul Masih IV (rh) se alojó en su casa cuando visitó Indonesia. Incluso mientras trabajaba en puestos gubernamentales, el fallecido nunca ocultó el hecho de que era áhmadi ni lo hizo después, y aunque la persecución aumentó más tarde, nunca ocultó el hecho de que era áhmadi. Siempre estaba dispuesto a propagar el mensaje a sus amigos y era una figura áhmadi reconocida. En una ocasión, el director general de una compañía eléctrica le dijo al ministro que el agua de la presa estaba disminuyendo y que, de seguir así, habría que cortar la electricidad. El ministro confiaba en sus oraciones, por lo que le dijo que visitara a Quyum Sahib y  fue hasta él y le pidió ayuda. Le contestó diciendo que si deseaba que le ayudara, que escribiera una carta a Jalifatul Masih, nuestro Imam. Por ello, escribió una carta en la que pedía oraciones para que se resolviera el asunto. Dice que se envió un martes y que al día siguiente cayó una lluvia torrencial que hizo que la presa se llenara.

En cuanto a sus servicios a la Comunidad, hubo varias complicaciones en la construcción del complejo de la sede en Parung debido a la escasez de fondos. El coordinador de ‘tabligh’ (predicación) de la época, Mahmud Cheema Sahib le mencionó esto, a lo que él dijo que no había necesidad de preocuparse, que ofrecería la cantidad completa, y así lo hizo;  y en un plazo de dos años, se construyó allí una gran mezquita. También aportó la mayor parte de los fondos para la construcción de la casa central de huéspedes y de los aposentos para los misioneros. El fallecido cubrió todos los gastos de construcción de cuatro habitaciones. En los primeros tiempos de la MTA Indonesia, casi todos los gastos fueron sufragados por el fallecido y su esposa. Su casa en el oeste de Yakarta se utilizaba como estudio y además se encargó de los pagos a los trabajadores.

En los primeros días de la clínica de homeopatía en Indonesia, su familia cubría todos los gastos, desde los propios medicamentos hasta la propia clínica. Los gastos de construcción de la única escuela secundaria superior fueron cubiertos por su familia, la mayor parte de la cual fue ofrecida por él. Además aportó un importante sacrificio económico para la casa de huéspedes de indonesia que se está construyendo en Qadián, conocida como “Sara-e-Ayub”. El fallecido compró un lote de propiedades en los alrededores del Centro y luego lo cedió a la Yamat para que lo utilizara como alojamiento.

Masum Ahmad Sahib, director de Yamia Ahmadía Indonesia, escribe: “A veces había largas discusiones entre el ‘Amila’ (cuerpo administrativo) durante las reuniones, pero si el Presidente Nacional -que también es su hermano menor- decía que la discusión debía terminar, entonces se callaba inmediatamente y no presentaba más ideas”.

¡Que Dios Altísimo trate al difunto con perdón y misericordia!

La siguiente mención es para el respetado Dauda Razaqi Yunus Sahib de Benin, que falleció el 27 de agosto a la edad de 74 años:

¡En verdad a Dios pertenecemos y hacia Él retornaremos!

Fue uno de los primeros áhmadis de Benin y el único áhmadi de su familia. Aceptó el Ahmadíat en 1967 a través de su hermano mayor Zikrul’lah Daud Sahib, que fue el primer áhmadi de Benin. La esposa e hijos del fallecido no son áhmadis. ¡Que Dios Altísimo les permita unirse también a la Comunidad!

Mian Qamar Ahmad, que es el Presidente Nacional de dicha Comunidad y misionero encargado de Benin escribe:

“Me contó la historia de su aceptación del Ahmadíat justo unos días antes de fallecer. Dijo que se enteró de que su hermano mayor Zikrul’lah Daud Sahib había aceptado la Yamat en Nigeria. Oyó a la gente decir varias cosas sobre el Ahmadíat, así que fue a ver a su hermano y lo vio llevando un anillo ‘Alaysal’laho bekafin abdohu’ (un anillo con la inscripción árabe de un versículo del Sagrado Corán que dice: ‘¿No es Al’lah suficiente para Su siervo?’) y entonces le preguntó a su hermano mayor qué tipo de anillo era y qué significado tenía en su fe. Explicó que tenía inscrita un versículo del Santo Corán que significa: ‘¿No es Dios suficiente para su siervo?’ y esto es lo que enseñó el fundador de la Comunidad, Hazrat Mirza Ghulam Ahmad de Qadián (as). Entonces le preguntó a su hermano si el Ahmadíat era diferente del Islam. Su hermano le explicó que el Imam que se esperaba ya había llegado y que creían que este era el verdadero Islam. Al escuchar esto, dice que comenzó a leer los libros del Mesías Prometido (as) y después de hacer lo propio con ‘La filosofía de las enseñanzas del Islam’ aceptó el Ahmadíat”.

Se encontraba entre los áhmadis eruditos de Benin; había estudiado en Francia, donde obtuvo un máster en gestión empresarial. Se retiró del cargo de Director Nacional de Electricidad e Hidroeléctrica en Benin. Era muy influyente, digno y honorable. Era regular en sus oraciones, incluyendo la oración voluntaria de ‘tahayud’ y era virtuoso, y sincero. Sentía un profundo amor por el Mesías Prometido (as) y los Jalifas, y tenía la costumbre de estudiar sus libros. Ocupó varios cargos en la Yamat y prestó muchos servicios a la Comunidad en Benin. Fue presidente de Humanity First desde el principio y organizaba campamentos médicos, y acompañaba a los médicos, pasando días enteros sin comer, mientras se ocupaba de servir a la humanidad.

El doctor Qamar Ahmad Ali Sahib dice: “Tuve el privilegio de servir como médico en Benin. Durante los campamentos médicos, no importaba que estuviera cansado o que se durmiera hasta tarde después de un viaje, siempre le veía ofrecer las oraciones de ‘tahayud’ durante mucho tiempo por la noche. Cada vez que me despertaba, lo encontraba ofreciendo las oraciones de ‘tahayud’.

Muzafar Ahmad Zafar Sahib, que es un misionero, dice que “cada vez que tenía que dar un discurso, hablaba desde el corazón sobre el cumplimiento de las condiciones del Baiat y me decía que hasta que uno no entendiera la revelación del Mesías Prometido (as) “¿No es Dios suficiente para Su siervo?”, se vería atraído por el materialismo”.

A continuación, el presidente nacional escribe que “en 2006, donó 30 acres de tierra a la Comunidad. En 2021, le expresé mi deseo de que se construyera un edificio para Madrasatul Hifz (Escuela para aprender el Corán) y que se lo regalara a la Yamat, a lo que él dijo con una sonrisa: “Si Dios quiere”, y ahora esta obra ya ha comenzado. Solía decir que si los niños de la Comunidad son capaces de obtener buena educación, entonces la Yamat de Benin se convertirá en una de las mayores Comunidades de África. Él daba a los niños valiosos libros de la Yamat como recompensa. Cuando fue a visitar el orfanato Baitul Ikram, le dijo al doctor Walid Sahib, que es el encargado allí, que debía velar por el bienestar y la seguridad de los niños “porque son los hijos de la Comunidad y de la nación, y todos nosotros somos sus padres, y también rezó por ellos”.

¡Que Dios Altísimo trate a los fallecidos con perdón y misericordia, y eleve el rango espiritual de todos ellos!

Como he dicho, después de la oración del viernes, ofreceré su oración fúnebre en ausencia.

Resumen

Después de recitar el Tashahhud, el Ta’awwuz y la Surah al-Fatihah, Su Santidad Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba) dijo que continuaría relatando incidentes de la vida de Hazrat Umar (ra).

La Conquista de Damasco

Su Santidad (aba) dijo que Damasco fue sitiada durante varios meses en la época de Hazrat Abu Bakr (ra), y finalmente poco después del fallecimiento de Hazrat Abu Bakr (ra), los musulmanes obtuvieron la victoria en Damasco. Su Santidad (aba) detalló algunos incidentes que tuvieron lugar después de la victoria de Damasco, pues tuvieron lugar durante la época de Hazrat Umar (ra).

La batalla de Fahl

Su Santidad (aba) dijo que un lugar llamado Fahl, en Siria, también fue conquistado durante la época de Hazrat Umar (ra). Hazrat Umar (ra) había ordenado que los musulmanes se centraran primero en la conquista de Damasco, y si tenían éxito en ello, entonces debían dirigirse a Fahl. Una vez conquistadas estas tierras y cuando los musulmanes resultaron victoriosos sobre los romanos, Hazrat Umar (ra) ordenó que las tierras quedaran bajo la custodia de sus propietarios. Sólo algunas tierras se utilizaran para la construcción de mezquitas, de lo contrario, los propietarios conservas en sus tierras.

Su Santidad (aba) dijo que Besan también fue conquistado durante la época de Hazrat Umar (ra). Tras la victoria de Fahl, los musulmanes acamparon en las afueras de Besan. En ese momento, las noticias de las pérdidas sufridas por los romanos a manos de los musulmanes se habían extendido. Los musulmanes asediaron Besan durante unos días, tras los cuales unos pocos salieron a luchar y fueron derrotados. El resto de los habitantes de Besan aceptaron los términos de un tratado.

La Conquista de Tabariyyah

Su Santidad (aba) dijo que Tabariyyah también fue conquistada durante la época de Hazrat Umar (ra). Cuando Tabariyyah fue conquistada, pidieron ser presentados ante Shurahbil, la misma persona que dirigió las conquistas de Fehl y Besan, para llegar a un acuerdo. Acordaron las mismas condiciones que se establecieron con la gente de Damasco, junto con la condición de que la mitad de las casas de las ciudades y pueblos se vaciaran para que los musulmanes las habitaran.

La conquista de Hims

Su Santidad (aba) dijo que Hims también fue conquistada durante la época de Hazrat Umar (ra). Este era un lugar de renombre en Siria y tenía una gran importancia. Los propios habitantes de Hims se presentaron para combatir a los musulmanes, lo que supuso su derrota. El clima era frío en ese momento, y los romanos creían que los musulmanes no podrían luchar durante mucho tiempo en una zona abierta. Consta que los romanos tenían zapatos de cuero, pero sus pies se congelaban, mientras que los musulmanes sólo tenían zapatos normales en el mejor de los casos. Sin embargo, a pesar del frío, los musulmanes se mantuvieron firmes, y cuando pasó el frío y los romanos se dieron cuenta de que los musulmanes no podían ser derrotados, el pueblo de Hims pidió que se hiciera un tratado.

La batalla de Mary-ur-Rum

Su Santidad (aba) dijo que Mary-ur-Rum también fue conquistada durante la época de Hazrat Umar (ra). Los musulmanes lucharon a pesar del frío y de que muchos de ellos estaban heridos. Se produjo una batalla en la que los musulmanes salieron victoriosos y los únicos que quedaron vivos fueron los que huyeron. Como botín, los musulmanes recibieron animales de monta, armaduras y ropa.

Su Santidad (aba) dijo que tras la victoria de Marj-ur-Rum, Hamat también fue conquistada por los musulmanes. Los habitantes de Hamat aceptaron los términos de un tratado. Entonces los musulmanes procedieron a conquistar Salamiya.

La conquista de Lazica

Su Santidad (aba) dijo que los musulmanes fueron a conquistar Lazica. Entonces los habitantes de Lazica vieron que los musulmanes se acercaban, cerraron cualquier entrada a su ciudad y comenzaron los preparativos para luchar. Los musulmanes sitiaron la ciudad. Hazrat Abu Ubaidah (ra) determinó que el asedio llevaría mucho tiempo, e incluso entonces la victoria no estaría garantizada. Por lo tanto, Hazrat Abu Ubaidah (ra) ideó un plan, por el cual se cavaron varias trincheras, que podían ocultar tanto a un caballo como a su jinete. A la mañana siguiente, cuando los habitantes de Lazica ya no podían ver a los musulmanes, se alegraron y salieron, momento en el que los musulmanes pudieron entrar en la ciudad y conquistarla. Así, los habitantes de Lazica firmaron un tratado con los musulmanes. Pudieron conservar la propiedad de su castillo, junto al cual los musulmanes construirían una mezquita.

La conquista de Qinnasrin

Su Santidad (aba) dijo que los musulmanes luego fueron a conquistar Qinnasrin. Los habitantes de Qinnasrin habían acampado fuera de su ciudad para luchar contra los musulmanes. Finalmente, los musulmanes salieron victoriosos sobre ellos y se acordó un tratado. Algunos entraron en la ciudad y se encerraron en ella. Hazrat Yalid bin Walid (ra) les dijo que Dios permitiría a los musulmanes llegar hasta ellos o que Dios los llevaría hasta los musulmanes y que sus estratagemas eran inútiles. Finalmente, se dieron cuenta de su error y se rindieron. Debido a lo ocurrido, se determinó que lo justo sería derribar sus castillos. Entonces, los habitantes de Qinnasrin recibieron la garantía de seguridad, pudieron conservar sus tierras y sólo algunas fueron utilizadas por los musulmanes para construir mezquitas.

La conquista en Cesarea

Su Santidad (aba) dijo que luego hubo la conquista en Cesarea. Hazrat Umar (ra) envió a Yazid bin Abi Sufyan con 17,000 musulmanes que sitiaron Cesarea, que en aquel momento era una gran ciudad y estaba custodiada por un gran ejército romano. Los romanos atacaron a los musulmanes pero no tuvieron éxito y el resultado fue que 80,000 de sus soldados murieron en la batalla, e incluyendo a los que huyeron, este número llegó a 100,000. Hazrat Ubadah bin Samit (ra), un compañero que participó en la batalla de Badr, también participó en esta batalla. Actuó con gran valentía y animó a los musulmanes y les dijo que siempre que dirigía a los musulmanes en la batalla, salían victoriosos. Dijo que permanecería en primera línea, dispuesto a dar su vida si era necesario. Como resultado, los musulmanes lucharon inspiradamente contra los romanos y salieron victoriosos.

Su Santidad (aba) dijo que seguiría relatando incidentes de la vida de Hazrat Umar (ra) en futuros sermones.

Oraciones fúnebres

Su Santidad (aba) dijo que dirigiría las oraciones fúnebres de los siguientes miembros fallecidos:

Khadiyah Sahiba

Khadiyah Sahiba, esposa de Molvi K. Muhammad Alvi Sahib, antiguo misionero de Kerala. Ha fallecido en los últimos días. Poseía muchas grandes cualidades. Le sobreviven dos hijos y cinco hijas. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah la trate con perdón y misericordia.

Malik Sultan Rashid Khan Sahib

Malik Sultan Rashid Khan Sahib falleció en la noche del 22 al 23 de agosto. Su padre aceptó el Ahmadíat de la mano del Segundo Califa (ra). Malik Sultan Rashid Khan Sahib sirvió como emir del distrito de Attak. Dio prioridad a su fe sobre el mundo. Siempre estuvo dispuesto y a la vanguardia del servicio a la Comunidad. Tenía un profundo amor por el Jilafat y estaba avanzado en la espiritualidad y su conexión con Dios, sin embargo nunca mencionó tales cosas a los demás. Malik Sultan Rashid Khan apoyaba económicamente a varios hogares. Tenía pasión por propagar el mensaje y muchas personas fueron guiadas a la verdad gracias a sus esfuerzos. Pasaba mucho tiempo en reclusión para rezar y suplicar ante su Señor. Poseía un gran conocimiento y había leído los libros del Mesías Prometido (as). Su Santidad (aba) dijo que poseía muchas cualidades grandes y virtuosas. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah lo trate con misericordia y perdón.

Abdul Quyyum Sahib

Abdul Quyyum Sahib de Indonesia falleció en días pasados. Era hijo de Abdul Wahid Samatri sahib, el primer misionero no indio y no pakistaní. Obtuvo un maestría en Economía del Petróleo y más tarde trabajó en varios puestos en su campo. Después, tras su jubilación, obtuvo un doctorado en Ingeniería Química. Sirvió a su país de muchas maneras. Propuso al gobierno una fórmula para el gas natural licuado que ayudó al gobierno a obtener un beneficio de 110,000 millones de dólares. Su Santidad (aba) dijo que de esta manera, incluso en los países donde los ahmadíes son perseguidos, los ahmadíes siguen sirviendo a su país al más alto nivel. Recibió varios premios del gobierno y recibió un funeral militar debido a sus grandes servicios. Era muy atento y respetuoso tanto con su familia como con los misioneros de la Comunidad. También era muy amable con los que trabajaban a sus órdenes. De hecho, fue debido a su trato amable que una persona fue llevada a leer los libros del Mesías Prometido (as) y más tarde pasó a aceptar el Ahmadíat. Amaba mucho a la Comunidad y al Jilafat. Estuvo al frente de la presentación de cualquier sacrificio o ayuda necesaria. Cuando el Cuarto Califa (r) viajó a Indonesia, se quedó en su casa. Nunca ocultó el hecho de que era un ahmadi y siempre se mantuvo orgulloso de ello. Prestó grandes servicios y sacrificios financieros en la construcción de mezquitas, casas de huéspedes y otros edificios de la Comunidad. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah lo trate con misericordia y perdón.

Daud Razzaq Yunus Sahib

Daud Razzaq Yunus Sahib, de Benín falleció el 27 de agosto. Fue uno de los primeros ahmadíes de Benín. Su familia aún no es ahmadi, Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah les permita aceptar el Ahmadíat. Era un miembro educado de la Comunidad y había obtenido una maestría en Francia. Era una persona piadosa que ofrecía regularmente sus oraciones. Amaba al Mesías Prometido (as) y a sus sucesores y estudiaba sus libros. También fue durante algún tiempo presidente de Humanity First en Benín. Presentó varios sacrificios financieros así como tierras a la Comunidad. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah lo trate con misericordia y perdón.

Resumen preparado por The Review of Religions

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