- قُلۡ تَعَالَوۡا اَتۡلُ مَا حَرَّمَ رَبُّکُمۡ عَلَیۡکُمۡ اَلَّا تُشۡرِکُوۡا بِہٖ شَیۡئًا وَّ بِالۡوَالِدَیۡنِ اِحۡسَانًا ۚ وَ لَا تَقۡتُلُوۡۤا اَوۡلَادَکُمۡ مِّنۡ اِمۡلَاقٍ ؕ نَحۡنُ نَرۡزُقُکُمۡ وَ اِیَّاہُمۡ ۚ وَ لَا تَقۡرَبُوا الۡفَوَاحِشَ مَا ظَہَرَ مِنۡہَا وَ مَا بَطَنَ ۚ وَ لَا تَقۡتُلُوا النَّفۡسَ الَّتِیۡ حَرَّمَ اللّٰہُ اِلَّا بِالۡحَقِّ ؕ ذٰلِکُمۡ وَصّٰکُمۡ بِہٖ لَعَلَّکُمۡ تَعۡقِلُوۡنَ ﴿۱۵۲﴾6 : 152 Diles: “Venid, os recitaré lo que Al-lah os ha hecho inviolable: que no asociéis a nada como partícipe con Él, que tratéis a vuestros padres con extrema bondad, que no matéis a vuestros hijos por temor a la pobreza. – Nosotros somos quienes proveemos para vosotros y para ellos–, que no os acerquéis a las malas acciones, ni manifiestas ni ocultas; y que no destruyáis la vida que Al-lah ha hecho sagrada, salvo por justicia. Esto es lo que os ha ordenado, para que entendáis.