-
وَّ قَوۡلِہِمۡ اِنَّا قَتَلۡنَا الۡمَسِیۡحَ عِیۡسَی ابۡنَ مَرۡیَمَ رَسُوۡلَ اللّٰہِ ۚ وَ مَا قَتَلُوۡہُ وَ مَا صَلَبُوۡہُ وَ لٰکِنۡ شُبِّہَ لَہُمۡ ؕ وَ اِنَّ الَّذِیۡنَ اخۡتَلَفُوۡا فِیۡہِ لَفِیۡ شَکٍّ مِّنۡہُ ؕ مَا لَہُمۡ بِہٖ مِنۡ عِلۡمٍ اِلَّا اتِّبَاعَ الظَّنِّ ۚ وَ مَا قَتَلُوۡہُ یَقِیۡنًۢا ﴿۱۵۸﴾ۙ4 : 158 Y por decir: “Hemos matado al Mesías, Jesús, hijo de María, el Mensajero de Al-lah”; cuando en realidad no lo asesinaron, ni lo mataron por crucifixión, sino que apareció ante ellos como crucificado; pero los que discrepan al respecto se encuentran, en verdad, en duda sobre esta cuestión; no tienen un conocimiento directo de ella, sino que sólo se apoyan en conjeturas; pero ciertamente ellos no lo mataron.