- وَ قَالَ فِرۡعَوۡنُ یٰۤاَیُّہَا الۡمَلَاُ مَا عَلِمۡتُ لَکُمۡ مِّنۡ اِلٰہٍ غَیۡرِیۡ ۚ فَاَوۡقِدۡ لِیۡ یٰہَامٰنُ عَلَی الطِّیۡنِ فَاجۡعَلۡ لِّیۡ صَرۡحًا لَّعَلِّیۡۤ اَطَّلِعُ اِلٰۤی اِلٰہِ مُوۡسٰی ۙ وَ اِنِّیۡ لَاَظُنُّہٗ مِنَ الۡکٰذِبِیۡنَ ﴿۳۹﴾28 : 39 El Faraón dijo: “Oh, jefes, no conozco para vosotros otro dios distinto de mí; cuéceme pues ladrillos de arcilla, Oh, Hamán, y constrúyeme una torre, para que alcance a ver al Dios de Moisés, aunque creo que él es uno de los embusteros”.