- وَ اِنۡ طَلَّقۡتُمُوۡہُنَّ مِنۡ قَبۡلِ اَنۡ تَمَسُّوۡہُنَّ وَ قَدۡ فَرَضۡتُمۡ لَہُنَّ فَرِیۡضَۃً فَنِصۡفُ مَا فَرَضۡتُمۡ اِلَّاۤ اَنۡ یَّعۡفُوۡنَ اَوۡ یَعۡفُوَا الَّذِیۡ بِیَدِہٖ عُقۡدَۃُ النِّکَاحِ ؕ وَ اَنۡ تَعۡفُوۡۤا اَقۡرَبُ لِلتَّقۡوٰی ؕ وَ لَا تَنۡسَوُا الۡفَضۡلَ بَیۡنَکُمۡ ؕ اِنَّ اللّٰہَ بِمَا تَعۡمَلُوۡنَ بَصِیۡرٌ ﴿۲۳۸﴾2 : 238 Y si os divorciáis de ellas antes de haberlas tocado, pero habiéndoles fijado una dote, entonces debéis entregar la mitad de lo que habéis fijado, a menos que ellas renuncien, o que renuncie quien tenga en sus manos los lazos del matrimonio. Y la renuncia por vuestra parte está más cercana a la santidad. Y no olvidéis haceros mutuamente el bien. En verdad, Al-lah ve lo que hacéis.