- قُلۡ لَّاۤ اَقُوۡلُ لَکُمۡ عِنۡدِیۡ خَزَآئِنُ اللّٰہِ وَ لَاۤ اَعۡلَمُ الۡغَیۡبَ وَ لَاۤ اَقُوۡلُ لَکُمۡ اِنِّیۡ مَلَکٌ ۚ اِنۡ اَتَّبِعُ اِلَّا مَا یُوۡحٰۤی اِلَیَّ ؕ قُلۡ ہَلۡ یَسۡتَوِی الۡاَعۡمٰی وَ الۡبَصِیۡرُ ؕ اَفَلَا تَتَفَکَّرُوۡنَ ﴿٪۵۱﴾6 : 51 Diles: “No os digo: “poseo los tesoros de Al-lah” ni tampoco conozco lo desconocido; ni os digo: “soy un ángel”; sigo únicamente lo que me ha sido revelado”. Diles: “¿pueden ser iguales el ciego y el que ve?” ¿No recapacitaréis entonces?