- مَا کَانَ لِبَشَرٍ اَنۡ یُّؤۡتِیَہُ اللّٰہُ الۡکِتٰبَ وَ الۡحُکۡمَ وَ النُّبُوَّۃَ ثُمَّ یَقُوۡلَ لِلنَّاسِ کُوۡنُوۡا عِبَادًا لِّیۡ مِنۡ دُوۡنِ اللّٰہِ وَ لٰکِنۡ کُوۡنُوۡا رَبّٰنِیّٖنَ بِمَا کُنۡتُمۡ تُعَلِّمُوۡنَ الۡکِتٰبَ وَ بِمَا کُنۡتُمۡ تَدۡرُسُوۡنَ ﴿ۙ۸۰﴾3 : 80 Es inadmisible que un hombre al que Al-lah le haya dado el Libro, la sabiduría y el Profetazgo, diga después a los hombres: “Sed siervos míos y no de Al-lah”; por el contrario debería decir: “Consagraos únicamente al Señor porque enseñáis el Libro y lo estudiáis.”