53. El que da Vida (Al-Muhyi)

فَٱنظُرۡ إِلَىٰٓ ءَاثَٰرِ رَحۡمَتِ ٱللَّهِ كَيۡفَ يُحۡيِ ٱلۡأَرۡضَ بَعۡدَ مَوۡتِهَآۚ إِنَّ ذَٰلِكَ لَمُحۡيِ ٱلۡمَوۡتَىٰۖ وَهُوَ عَلَىٰ كُلِّ شَيۡءٖ قَدِيرٞ
”Mira, pues, las señales de la misericordia de Al’lah.: cómo vivifica la tierra después de su muerte. En verdad, el mismo Dios resucitará a los muertos; pues Él tiene poder sobre todas las cosas.” [1]
Según el léxico árabe Al-Munjid, Al-Muḥyī tiene muchos significados como: el que resucita después de la muerte, el que reforma y revive algo y el que concede la vida. Al-Muḥyī es también un atributo de Dios Altísimo y significa el que da la vida.
Hazrat Abu Bakr (ra) relata que cuando el Santo Profeta (sa) terminaba su oración de la mañana y después de que el sol había salido, el Santo Profeta (sa) decía:
”Saludos al nuevo día, todos los que estáis presentes, dad testimonio: En el nombre de Al’lah, el Clemente, el Misericordioso. Testimonio que no hay nadie digno de adoración excepto Al’lah, y testifico que Muhammad (sa) es Su Mensajero, y testifico que la fe es lo que ha sido expuesto por Dios Altísimo, y el libro es lo que ha sido revelado por Dios Altísimo, y testifico que la Hora ciertamente vendrá, no hay duda de ello, y porque Dios levantará a aquellos que están en las tumbas. ” [2]
Dios Altísimo – Libre de todo defecto
Una forma de darnos cuenta de que Dios es el Dador de la vida es reflexionar sobre los sistemas de la naturaleza que nos sostienen. Como escribe el Mesías Prometido (as):
“Pues es contrario a la lógica que millones de cosas escapen al desorden y la perturbación y nunca sean víctimas de la calamidad. Por lo tanto, el hecho de que las cosas cuya existencia y sustento no son esenciales [por derecho propio], sino que su desorden en un momento u otro es más una posibilidad que su supervivencia, no hayan sufrido ningún declive y hayan llegado a existir y continúen existiendo ordenadamente con una estructura perfecta, y la continua disponibilidad de miles de millones de cosas esenciales en el universo, son una prueba clara de que para todas ellas existe un Dador de vida, Protector y Sustentador, Quien combina todos los atributos perfectos en Sí mismo. Es decir, Él es el Planificador, el Sabio, el Bondadoso, el Compasivo, Eterno y Siempre Viviente en Su Ser y libre de todo defecto. No está sujeto a la muerte ni a la destrucción y está libre incluso del dormitar y del dormir, que, esencialmente, se parecen a la muerte. Así, Él es el Ser que combina en Sí mismo todos los atributos perfectos, Quien trajo a la existencia el universo contingente con perfecta sabiduría y adecuación y eligió su existencia frente a su inexistencia. Sólo Él, por Su perfección, Su poder creador, Su rububiyyat [providencia] y Su auto existencia, es digno de adoración.” [3]
Notas de pie de página
- El Sagrado Corán, 30:51.
- Kanzul Ummāl, Kitabul Azkār, Hadiz nº 4947.
- Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as), Barahin-e-Ahmadiyya – Parte IV (Tilford, Surrey: Islam International Publications Ltd., 2016), 320-321 (Subnota nº 3).