19. El Indulgente (Al-Halim)
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
Capítulos
  1. 1. El Clemente (Ar-Rahman)
  2. 2. El Misericordioso (Ar-Rahim)
  3. 3. El Dueño (Al-Malik)
  4. 4. El Santo (Al-Quddus)
  5. 5. La Fuente de Paz (As-Salām)
  6. 6. El Otorgador de Seguridad (Al-Mu’min)
  7. 7. El Protector (Al-Muhaymin)
  8. 8. El Poderoso (Al-Aziz)
  9. 9. El Subyugador (Al-Jabbār)
  10. 10. El Exaltado (Al-Mutakabbir)
  11. 11. El Creador (Al-Khaliq)
  12. 12. El Hacedor (Al-Bāri’)
  13. 13. El Formador (Al-Muṣawwir)
  14. 14. El Supremo (Al-Qahhār)
  15. 15. El Donador (Al-Wahhāb)
  16. 16. El Omnioyente (As-Sami’)
  17. 17. El Bondadoso (Al-Latif)
  18. 18. El Conocedor de Todo (Al-Khabir)
  19. 19. El Indulgente (Al-Halim)
  20. 20. El Perdonador (Al-Ghafūr)
  21. 21. El Omnisciente (Al-‘Alīm)
  22. 22. El que extiende (Al-Bāsiṭ)
  23. 23. El que da humildad (Al-Khāfiḍ)
  24. 24. El que concede el honor (Al-Mu’izz)
  25. 25. El Juez Sabio (Al-Hakam)
  26. 26. El Altísimo (Al-Aliyy)
  27. 27. El Justiciero (Al-Hasib)
  28. 28. El Controlador (Al-Qabid)
  29. 29. El humillador (Al-Mudhill)
  30. 30. El Omnividente (Al-Baṣīr)
  31. 31. El Guardián (Al-Ḥafīẓ)
  32. 32. El Poderoso (Al-Muqīt)
  33. 33. El Grande (Al-Aẓīm)
  34. 34. El Sumo Apreciador (Ash-Shakūr)
  35. 35. El Honrable (Al-Karim)
  36. 36. El Grande (Al-Kabir)
  37. 37. El que responde las oraciones (Al-Muyíb)
  38. 38. El Abundante (Al-Wāsi’)
  39. 39. El Señor de Honor (Al-Majīd)
  40. 40. El lleno de amor (Al-Wadud)
  41. 41. El Resucitador de Muertos (Al-Bais)
  42. 42. La Fuente de Verdad (Al-Haqq)
  43. 43. El Sabio (Al-Hakim)
  44. 44. El Guardián (Al-Wakil)
  45. 45. El Poderoso (Al-Qawiyy)
  46. 46. El Testigo (Ash-Shahīd)
  47. 47. El Fuerte (Al-Matīn)
  48. 48. El Digno de Alabanza (Al-Ḥamīd)
  49. 49. El Protector (Al-Waliyy)
  50. 50. El Calculador (Al-Muḥṣī)
  51. 51. El Originador (Al-Mubdi’)
  52. 53. El que da Vida (Al-Muhyi)
  53. 52. El Restaurador (de la vida) (Al-Mu‘īd)
  54. 54. El Tomador de Vida (Al-Mumīt)
  55. 55. El Viviente (Al-Hayy)
  56. 56. El que se basta por Sí Mismo (Al-Qayyūm)
  57. 57. El Fundador Sin Necesidades (Al-Wājid)
  58. 58. El Glorificado (Al-Mājid)
  59. 59. El Uno (Al-Wāḥid)
  60. 60. El Poseedor de Poder y Autoridad (Al-Qādir)
  61. 61. El Omnipotente (Al-Muqtadir)
  62. 62. El Benevolente (Al-Barr)
  63. 63. El Señor de la Unidad (Al-Aḥad)
  64. 64. El Independiente y el Solicitado por Todos (Aṣ-Ṣamad)
  65. 65. El Proveedor [de Medios para el Progreso y Avance] (Al-Muqaddim)
  66. 66. El Posponedor (Al-Mu´ajir)
  67. 67. El Gran Sostenedor (Ar-Razzaq)
  68. 68. El Primero (Al-Awwal)
  69. 69. El Último (Al-Ājir)
  70. 85. El que prohíbe; El que retiene (Al-Māni)
  71. 86. La luz (Al-Nur)
  72. 87. El Guía (Al-Hadi)
  73. 88. El que inflige el castigo (Al-Darr)
  74. 89. El Benefactor (Al-Nafi)
  75. 99. El Señor (Al-Rabb)
  76. 98. El Dueño de la Gloria y el Honor (Dhū al-Jalāl wa al-Ikrām)
  77. 97. El Señor de la Majestad (Al-Jalīl)
  78. 96. El Vigilante (Al-Raqīb)
  79. 95. El Exaltador (Al-Rāfi‘)
  80. 100. El Sanador (Al-Shāfī)
  81. 101. El Señor del Trono (Dhū al-‘Arsh)
  82. 102. El Señor de la Majestad (Dhū al-Waqār)
  83. 103. El Suficiente (Al-Kāfī)
  84. 104. El Otorgador de Favores (Al-Mun‘im)
  85. 105. El Otorgador de Favores (Al-Mun‘im)
  86. 106. El Hacedor u Originador (Al-Fāṭir)
  87. 107. El que Manifiesta (Al-Mubīn)
  88. 108. El Cercano (Al-Qarīb)
  89. 109. El Poseedor de la generosidad (Dhū al-Taul)
  90. 110. El Hermoso (Al-Jamīl)
  91. 111. El Severo (Al-Shadīd)
  92. 112. El Eterno (Al-Abad)
  93. 113. El Completo y Perfecto (Al-Tāmm)
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لَا يُؤَاخِذُكُمُ اللّٰهُ بِاللَّغْوِ فِيْۤ اَيْمَانِكُمْ وَ لٰكِنْ يُّؤَاخِذُكُمْ بِمَا كَسَبَتْ قُلُوْبُكُمْ وَ اللّٰهُ غَفُوْرٌ حَلِيْمٌ

‘Al-lah no os pedirá cuentas de aquellos juramentos que son vanos, pero os pedirá cuentas de lo que vuestros corazones hayan adquirido. Y Al-lah es Quien más perdona, el Indulgente.’ [i]

El atributo الْحَلِیم – Al-Halim – se deriva de la palabra raíz árabeحَلُمَ. Según el léxico árabe Aqrab Al-Mawarid, حَلُمَ significa pasar por alto y ocultar la falta o la debilidad de uno y quien posee tal cualidad es conocido comoحلیم. El Santo Profeta (Paz y Bendiciones sean con él) ha mencionado este atributo en uno de sus dichos,

عَنْ اَبِی مُوْسٰی رَضِیَ اللّٰہُ عَنْہُ، عَنِ النَّبِیِّ ﷺ قَالَ: لَیْسَ أَحَدٌ۔ أَوْ لَیْسَ شَیْئٌ۔ أَصْبَرَ عَلَی أَذًی سَمِعَہُ مِنَ اللّٰہِ، اِنَّھُمْ لَیَدْعُوْنَ لَہُ وَلَدًا، وَاِنَّہُ لَیُعَافِیْھِمْ وَیَرْزُقُھُمْ۔

Hazrat Abu Musa relata que el Santo Profeta (Paz y Bendiciones sean con él) dijo: ‘Nadie es más paciente que Al’lah al escuchar algo hiriente y desagradable, pues la gente dice que Él tiene hijos y sin embargo los perdona y les concede provisiones'[ii].

La ocultación de las faltas

El Mesías Prometido (Paz sea con él) afirma:

La naturaleza de Dios Altísimo al ocultar las faltas del hombre es tal que, a pesar de que Él es testigo de los pecados y las faltas de los seres humanos, en vista de este atributo divino Suyo, continúa velando sus malas acciones mientras no sobrepasen los límites de la moderación. El hombre, en cambio, ni siquiera encuentra ninguna falta real en otro y comienza a levantar un clamor. El hecho es que el hombre tiene poca paciencia, mientras que el ser de Dios Todopoderoso es indulgente y misericordioso. Una persona que hace mal las cosas, incluso hará mal a su propia alma. A veces, perderá de vista la indulgencia de Dios Todopoderoso y, como resultado, se volverá descarado. Es entonces cuando el atributo divino de la retribución comienza a operar y se apodera de tal hombre. Los hindúes dicen que Parmeshwar siente aversión por el “att”, es decir, por lo que está más allá de los límites; es decir, a Dios le disgusta lo que transgrede los límites. Sin embargo, a pesar de todo esto, Dios es tan Misericordioso y Generoso que incluso si una persona está sumida en tal estado, si cae en el umbral divino con extrema humildad y bajeza, Él se dirige a tal persona con Su mirada de misericordia. En resumen, al igual que Al´lah el Exaltado no toma nota inmediatamente de nuestras faltas, y nos salva de la desgracia a través de la bendición de Su atributo de velar las faltas, nosotros tampoco debemos apresurarnos a abrir la boca si notamos una falta en otra persona, que si se revela, podría causarle deshonra y desgracia”[iii].

[i] El Sagrado Corán, 2:226.

[ii] Sahih Bukhari, Kitab-ul-Adab, Hadith No. 6099.

[iii] Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (Paz sea con él), Malfuzat Vol. 1 (Tilford, Surrey: Islam International Publication Ltd., 2019), 20-21.

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