9. El Subyugador (Al-Jabbār)
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
Capítulos
  1. 1. El Clemente (Ar-Rahman)
  2. 2. El Misericordioso (Ar-Rahim)
  3. 3. El Dueño (Al-Malik)
  4. 4. El Santo (Al-Quddus)
  5. 5. La Fuente de Paz (As-Salām)
  6. 6. El Otorgador de Seguridad (Al-Mu’min)
  7. 7. El Protector (Al-Muhaymin)
  8. 8. El Poderoso (Al-Aziz)
  9. 9. El Subyugador (Al-Jabbār)
  10. 10. El Exaltado (Al-Mutakabbir)
  11. 11. El Creador (Al-Khaliq)
  12. 12. El Hacedor (Al-Bāri’)
  13. 13. El Formador (Al-Muṣawwir)
  14. 14. El Supremo (Al-Qahhār)
  15. 15. El Donador (Al-Wahhāb)
  16. 16. El Omnioyente (As-Sami’)
  17. 17. El Bondadoso (Al-Latif)
  18. 18. El Conocedor de Todo (Al-Khabir)
  19. 19. El Indulgente (Al-Halim)
  20. 20. El Perdonador (Al-Ghafūr)
  21. 21. El Omnisciente (Al-‘Alīm)
  22. 22. El que extiende (Al-Bāsiṭ)
  23. 23. El que da humildad (Al-Khāfiḍ)
  24. 24. El que concede el honor (Al-Mu’izz)
  25. 25. El Juez Sabio (Al-Hakam)
  26. 26. El Altísimo (Al-Aliyy)
  27. 27. El Justiciero (Al-Hasib)
  28. 28. El Controlador (Al-Qabid)
  29. 29. El humillador (Al-Mudhill)
  30. 30. El Omnividente (Al-Baṣīr)
  31. 31. El Guardián (Al-Ḥafīẓ)
  32. 32. El Poderoso (Al-Muqīt)
  33. 33. El Grande (Al-Aẓīm)
  34. 34. El Sumo Apreciador (Ash-Shakūr)
  35. 35. El Honrable (Al-Karim)
  36. 36. El Grande (Al-Kabir)
  37. 37. El que responde las oraciones (Al-Muyíb)
  38. 38. El Abundante (Al-Wāsi’)
  39. 39. El Señor de Honor (Al-Majīd)
  40. 40. El lleno de amor (Al-Wadud)
  41. 41. El Resucitador de Muertos (Al-Bais)
  42. 42. La Fuente de Verdad (Al-Haqq)
  43. 43. El Sabio (Al-Hakim)
  44. 44. El Guardián (Al-Wakil)
  45. 45. El Poderoso (Al-Qawiyy)
  46. 46. El Testigo (Ash-Shahīd)
  47. 47. El Fuerte (Al-Matīn)
  48. 48. El Digno de Alabanza (Al-Ḥamīd)
  49. 49. El Protector (Al-Waliyy)
  50. 50. El Calculador (Al-Muḥṣī)
  51. 51. El Originador (Al-Mubdi’)
  52. 53. El que da Vida (Al-Muhyi)
  53. 52. El Restaurador (de la vida) (Al-Mu‘īd)
  54. 54. El Tomador de Vida (Al-Mumīt)
  55. 55. El Viviente (Al-Hayy)
  56. 56. El que se basta por Sí Mismo (Al-Qayyūm)
  57. 57. El Fundador Sin Necesidades (Al-Wājid)
  58. 58. El Glorificado (Al-Mājid)
  59. 59. El Uno (Al-Wāḥid)
  60. 60. El Poseedor de Poder y Autoridad (Al-Qādir)
  61. 61. El Omnipotente (Al-Muqtadir)
  62. 62. El Benevolente (Al-Barr)
  63. 63. El Señor de la Unidad (Al-Aḥad)
  64. 64. El Independiente y el Solicitado por Todos (Aṣ-Ṣamad)
  65. 65. El Proveedor [de Medios para el Progreso y Avance] (Al-Muqaddim)
  66. 66. El Posponedor (Al-Mu´ajir)
  67. 67. El Gran Sostenedor (Ar-Razzaq)
  68. 68. El Primero (Al-Awwal)
  69. 69. El Último (Al-Ājir)
  70. 85. El que prohíbe; El que retiene (Al-Māni)
  71. 86. La luz (Al-Nur)
  72. 87. El Guía (Al-Hadi)
  73. 88. El que inflige el castigo (Al-Darr)
  74. 89. El Benefactor (Al-Nafi)
  75. 99. El Señor (Al-Rabb)
  76. 98. El Dueño de la Gloria y el Honor (Dhū al-Jalāl wa al-Ikrām)
  77. 97. El Señor de la Majestad (Al-Jalīl)
  78. 96. El Vigilante (Al-Raqīb)
  79. 95. El Exaltador (Al-Rāfi‘)
  80. 100. El Sanador (Al-Shāfī)
  81. 101. El Señor del Trono (Dhū al-‘Arsh)
  82. 102. El Señor de la Majestad (Dhū al-Waqār)
  83. 103. El Suficiente (Al-Kāfī)
  84. 104. El Otorgador de Favores (Al-Mun‘im)
  85. 105. El Otorgador de Favores (Al-Mun‘im)
  86. 106. El Hacedor u Originador (Al-Fāṭir)
  87. 107. El que Manifiesta (Al-Mubīn)
  88. 108. El Cercano (Al-Qarīb)
  89. 109. El Poseedor de la generosidad (Dhū al-Taul)
  90. 110. El Hermoso (Al-Jamīl)
  91. 111. El Severo (Al-Shadīd)
  92. 112. El Eterno (Al-Abad)
  93. 113. El Completo y Perfecto (Al-Tāmm)
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هُوَ اللَّهُ الَّذِي لَا إِلَهَ إِلَّا هُوَ الْمَلِكُ الْقُدُّوسُ السَّلَامُ الْمُؤْمِنُ الْمُهَيْمِنُ الْجَبَّارُ

Él es Dios, y no hay ningún otro dios además de Él, el Soberano, el Santo, la Fuente de Paz, el Protector, el Subyugador.[i]

Al-Jabbār (الْجَبَّارُ) es uno de los atributos de Dios Altísimo y se deriva de la raíz árabe Ja-Ba-Ra (جَبَرَ), que significa “reformar” o “restaurar aquello que está roto”. Según el léxico árabe Aqrab-ul-Mawarid, otro significado de Al-Jabbār es “Aquel que restaura lo que está quebrado”.

Ampliando sobre este significado, encontramos una tradición del Santo Profeta (sa) en la que afirmó:

عِنِ ابْنِ عُمَرَ اَنَّ رَسُوْلَ اللّٰہِ ﷺ قَرَئَ ھَذِہِ الْاٰیَۃَ ذَاتَ یَوْمٍ عَلَی الْمِنْبَرِ وَمَا قَدَرُوا اللّٰہَ حَقَّ قَدْرِہِ وَالْاَرْضُ جَمِیْعًا قَبْضَتُہٗ یَوْمَ الْقِیَامَۃِ وَالسَّمٰوَاتُ مَطْوِیَّاتٌ بِیَمِیْنِہِ سُبْحَانَہُ وَتَعَالٰی عَمَّا یُشْرِکُوْنَ وَرَسُوْلُ اللّٰہِ ﷺ یَقُوْلُ ھَکَذَا بِیَدِہِ وَیُحَرِّکُھَا یُقْبِلُ بِھَا وَ یُدْبِرُ یُمَجِّدُ الرَّبُّ نَفْسَہُ اَنَا الْجَبَّارُ اَنَا الْمُتَکَبِّرُ اَنَا الْمَلِکُ اَنَا الْعَزِیْزُ اَنَا الْکَرِیْمُ فَرَجَفَ بِرَسُوْلِ اللّٰہِ ﷺ الْمِنْبَرُ حَتّٰی قُلْنَا لَیَخِرَّنَّ بِہِ

Hazrat Ibn-e-Umar (ra) narra que el Santo Profeta (sa) recitó el siguiente verso mientras estaba de pie en el púlpito:

“Y no estimaron a Al’lah como se debe estimarlo. La tierra entera será un puñado en Su mano el Día de la Resurrección, y los cielos estarán enrollados en Su mano derecha. Glorificado y exaltado sea por encima de lo que ellos asocian con Él.” (El Sagrado Corán, 39:68)

Mientras sostenía firmemente el púlpito y movía sus manos de un lado a otro, el Santo Profeta (sa) explicó: “Dios Altísimo proclama Sus atributos y dice: ‘Yo soy el Subyugador, Yo soy el Exaltado, Yo soy el Soberano, Yo soy el Poderoso y el más Honorable.’”

El narrador declaró que las manos del Santo Profeta (sa) se movían de tal manera que temíamos que el púlpito, junto con el Santo Profeta (sa), cayera.[ii]

Liberación del Pecado

“El hombre solo puede encontrar refugio contra el pecado cuando llega a conocer con certeza el poder, el castigo y la recompensa de Dios. La raíz de toda insolencia es la ignorancia. Cualquiera que participe de una certeza clara no puede permanecer insolente. Si alguien en su hogar sabe que una terrible inundación se acerca o que su propiedad está rodeada por un incendio y solo queda una pequeña salida, esa persona nunca permanecería allí. Entonces, ¿cómo podéis afirmar que tenéis certeza en el castigo y la recompensa de Dios y aun así continuar en vuestro terrible estado? Abrid los ojos y observad la Ley de Dios que rige el mundo entero. No os comportáis como ratas que son atraídas a las profundidades de la oscuridad; en cambio, convertiros en palomas que se elevan hacia el cielo.” [iii]

Notas:

[i] El Sagrado Corán, al-Hashr: 24[ii] Musnad Ahmad bin Hanbal, Vol. 2, p. 392, Hadiz No. 5414[iii] Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as), Kashti-e-Nuh, Ruhani Khaza’in Vol. 19, p. 68

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