10. El Exaltado (Al-Mutakabbir)
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
Capítulos
  1. 1. El Clemente (Ar-Rahman)
  2. 2. El Misericordioso (Ar-Rahim)
  3. 3. El Dueño (Al-Malik)
  4. 4. El Santo (Al-Quddus)
  5. 5. La Fuente de Paz (As-Salām)
  6. 6. El Otorgador de Seguridad (Al-Mu’min)
  7. 7. El Protector (Al-Muhaymin)
  8. 8. El Poderoso (Al-Aziz)
  9. 9. El Subyugador (Al-Jabbār)
  10. 10. El Exaltado (Al-Mutakabbir)
  11. 11. El Creador (Al-Khaliq)
  12. 12. El Hacedor (Al-Bāri’)
  13. 13. El Formador (Al-Muṣawwir)
  14. 14. El Supremo (Al-Qahhār)
  15. 15. El Donador (Al-Wahhāb)
  16. 16. El Omnioyente (As-Sami’)
  17. 17. El Bondadoso (Al-Latif)
  18. 18. El Conocedor de Todo (Al-Khabir)
  19. 19. El Indulgente (Al-Halim)
  20. 20. El Perdonador (Al-Ghafūr)
  21. 21. El Omnisciente (Al-‘Alīm)
  22. 22. El que extiende (Al-Bāsiṭ)
  23. 23. El que da humildad (Al-Khāfiḍ)
  24. 24. El que concede el honor (Al-Mu’izz)
  25. 25. El Juez Sabio (Al-Hakam)
  26. 26. El Altísimo (Al-Aliyy)
  27. 27. El Justiciero (Al-Hasib)
  28. 28. El Controlador (Al-Qabid)
  29. 29. El humillador (Al-Mudhill)
  30. 30. El Omnividente (Al-Baṣīr)
  31. 31. El Guardián (Al-Ḥafīẓ)
  32. 32. El Poderoso (Al-Muqīt)
  33. 33. El Grande (Al-Aẓīm)
  34. 34. El Sumo Apreciador (Ash-Shakūr)
  35. 35. El Honrable (Al-Karim)
  36. 36. El Grande (Al-Kabir)
  37. 37. El que responde las oraciones (Al-Muyíb)
  38. 38. El Abundante (Al-Wāsi’)
  39. 39. El Señor de Honor (Al-Majīd)
  40. 40. El lleno de amor (Al-Wadud)
  41. 41. El Resucitador de Muertos (Al-Bais)
  42. 42. La Fuente de Verdad (Al-Haqq)
  43. 43. El Sabio (Al-Hakim)
  44. 44. El Guardián (Al-Wakil)
  45. 45. El Poderoso (Al-Qawiyy)
  46. 46. El Testigo (Ash-Shahīd)
  47. 47. El Fuerte (Al-Matīn)
  48. 48. El Digno de Alabanza (Al-Ḥamīd)
  49. 49. El Protector (Al-Waliyy)
  50. 50. El Calculador (Al-Muḥṣī)
  51. 51. El Originador (Al-Mubdi’)
  52. 53. El que da Vida (Al-Muhyi)
  53. 52. El Restaurador (de la vida) (Al-Mu‘īd)
  54. 54. El Tomador de Vida (Al-Mumīt)
  55. 55. El Viviente (Al-Hayy)
  56. 56. El que se basta por Sí Mismo (Al-Qayyūm)
  57. 57. El Fundador Sin Necesidades (Al-Wājid)
  58. 58. El Glorificado (Al-Mājid)
  59. 59. El Uno (Al-Wāḥid)
  60. 60. El Poseedor de Poder y Autoridad (Al-Qādir)
  61. 61. El Omnipotente (Al-Muqtadir)
  62. 62. El Benevolente (Al-Barr)
  63. 63. El Señor de la Unidad (Al-Aḥad)
  64. 64. El Independiente y el Solicitado por Todos (Aṣ-Ṣamad)
  65. 65. El Proveedor [de Medios para el Progreso y Avance] (Al-Muqaddim)
  66. 66. El Posponedor (Al-Mu´ajir)
  67. 67. El Gran Sostenedor (Ar-Razzaq)
  68. 68. El Primero (Al-Awwal)
  69. 69. El Último (Al-Ājir)
  70. 85. El que prohíbe; El que retiene (Al-Māni)
  71. 86. La luz (Al-Nur)
  72. 87. El Guía (Al-Hadi)
  73. 88. El que inflige el castigo (Al-Darr)
  74. 89. El Benefactor (Al-Nafi)
  75. 99. El Señor (Al-Rabb)
  76. 98. El Dueño de la Gloria y el Honor (Dhū al-Jalāl wa al-Ikrām)
  77. 97. El Señor de la Majestad (Al-Jalīl)
  78. 96. El Vigilante (Al-Raqīb)
  79. 95. El Exaltador (Al-Rāfi‘)
  80. 100. El Sanador (Al-Shāfī)
  81. 101. El Señor del Trono (Dhū al-‘Arsh)
  82. 102. El Señor de la Majestad (Dhū al-Waqār)
  83. 103. El Suficiente (Al-Kāfī)
  84. 104. El Otorgador de Favores (Al-Mun‘im)
  85. 105. El Otorgador de Favores (Al-Mun‘im)
  86. 106. El Hacedor u Originador (Al-Fāṭir)
  87. 107. El que Manifiesta (Al-Mubīn)
  88. 108. El Cercano (Al-Qarīb)
  89. 109. El Poseedor de la generosidad (Dhū al-Taul)
  90. 110. El Hermoso (Al-Jamīl)
  91. 111. El Severo (Al-Shadīd)
  92. 112. El Eterno (Al-Abad)
  93. 113. El Completo y Perfecto (Al-Tāmm)
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هُوَ اللّٰهُ الَّذِيْ لَاۤ اِلٰهَ اِلَّا هُوَ١ۚ اَلْمَلِكُ الْقُدُّوْسُ السَّلٰمُ الْمُؤْمِنُ الْمُهَيْمِنُ الْعَزِيْزُ الْجَبَّارُ الْمُتَكَبِّر سُبْحٰنَ اللّٰهِ عَمَّا يُشْرِكُوْنَ

“Él es Al-lah, y no hay nadie digno de ser adorado sino Él, el Soberano, el Santo, la Fuente de Paz, el que concede Seguridad, el Protector, el Poderoso, el que Somete, el Altísimo. Santo es Al-lah, mucho más allá de lo que Le asocian.” [i]Según el léxico árabe Al-Mu’jam Al-Waseet, el atributo Al-Mutakabbir الْمُتَكَبِّر significa ‘Grandeza’. Otro significado de Al-Mutakabbir es que los atributos de Dios Altísimo son mucho más elevados y superiores que cualquiera de los que se encuentran en el hombre. Ampliando este significado encontramos el siguiente hadiz registrado en Sunan Ibn-e-Majah:

عَنِ ابْنِ عَبَّاسٍ قَالَ: قَالَ رَسُوْلُ اللّٰہِ ﷺ: یَقُوْلُ اللّٰہُ سُبْحَانَہٗ اَلْکِبْرِیَائُ رِدَائِیْ وَ الْعَظْمَۃُ اِزَارِیْ فَمَنْ نَّازَعَنِیْ وَاحِدًا مِنْھُمَا اَلْقَیْتُہُ فِی النَّارِ۔

Hazrat Ibn-e-Abbas narra que el Santo Profeta (Paz y Bendiciones sean con él) habría dicho: “Al’lah, el Señor de la Gloria, ha declarado: “El orgullo es Mi manto y la grandeza Mi túnica, y quien compita Conmigo con respecto a cualquiera de ellos, lo arrojaré al Infierno”[ii].

Manifestación de los atributos de Dios

Esta semilla se desarrolla en la perfección puramente por el bien de Al’lah sólo en aquellas personas que están completamente dedicadas a Dios y cuyas almas son llenadas por Dios Altísimo con Sus propias cualidades puras, ya que Él encuentra sus seres totalmente vacíos de la contaminación de cualquier cosa aparte de Dios. Él hace que esas elevadas cualidades sean tan queridas para sus corazones como lo son para Él. Así, debido a su aniquilación de sí mismos, adquieren un rango tan alto de adornarse con los atributos divinos de Al’lah que se convierten en un instrumento de Dios a través del cual Él manifiesta Sus propios atributos. Al encontrarlos hambrientos y sedientos, les da a beber agua pura de Su manantial especial en el que ninguna criatura, por derecho propio, es Su socio. Y una gran perfección entre las bondades que se otorgan a los seguidores perfectos del Sagrado Corán es el “ubudiyyat” [el estado de completa sumisión a Dios]. Esto significa que, a pesar de sus propias excelencias, siempre vigilan sus deficiencias personales y, teniendo en cuenta la grandeza de Dios, el Exaltado Hacedor, pasan su tiempo en humildad, abnegación y mansedumbre. Consideran que la humildad, la pobreza, la indigencia y el estar llenos de faltas y errores son su verdadera realidad, y consideran las excelencias que se les otorgan como la luz temporal que el sol proyecta sobre una pared, y que no tiene una conexión real con la pared, y está sujeta a la decadencia como una prenda prestada. Por lo tanto, confinan todo el bien y la excelencia sólo en Dios, y consideran sólo Su Ser Perfecto como la fuente de toda bondad”. [iii][i] El Santo Qur’an, 59:24.

[ii] Musnad Ahmad bin Hanbal, Vol. 2, p.392, Hadiz No.5414.

[iii] Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (Paz sea con él), Barahin-e-Ahmadiyya Part IV, Ruhani Khaza’in Vol. 1 (Islam International Publications Ltd., 2016), 343-344.

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