82. El Justo (Al-Adl)
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
Capítulos
  1. Al’lah
  2. 1. El Clemente (Ar-Rahman)
  3. 2. El Misericordioso (Ar-Rahim)
  4. 3. El Dueño (Al-Malik)
  5. 4. El Santo (Al-Quddus)
  6. 5. La Fuente de Paz (As-Salām)
  7. 6. El Otorgador de Seguridad (Al-Mu’min)
  8. 7. El Protector (Al-Muhaymin)
  9. 8. El Poderoso (Al-Aziz)
  10. 9. El Subyugador (Al-Jabbār)
  11. 10. El Exaltado (Al-Mutakabbir)
  12. 11. El Creador (Al-Khaliq)
  13. 12. El Hacedor (Al-Bāri’)
  14. 13. El Formador (Al-Muṣawwir)
  15. 14. El Supremo (Al-Qahhār)
  16. 15. El Donador (Al-Wahhāb)
  17. 16. El Omnioyente (As-Sami’)
  18. 17. El Bondadoso (Al-Latif)
  19. 18. El Conocedor de Todo (Al-Khabir)
  20. 19. El Indulgente (Al-Halim)
  21. 20. El Perdonador (Al-Ghafūr)
  22. 21. El Omnisciente (Al-‘Alīm)
  23. 22. El que extiende (Al-Bāsiṭ)
  24. 23. El que da humildad (Al-Khāfiḍ)
  25. 24. El que concede el honor (Al-Mu’izz)
  26. 25. El Juez Sabio (Al-Hakam)
  27. 26. El Altísimo (Al-Aliyy)
  28. 27. El Justiciero (Al-Hasib)
  29. 28. El Controlador (Al-Qabid)
  30. 29. El humillador (Al-Mudhill)
  31. 30. El Omnividente (Al-Baṣīr)
  32. 31. El Guardián (Al-Ḥafīẓ)
  33. 32. El Poderoso (Al-Muqīt)
  34. 33. El Grande (Al-Aẓīm)
  35. 34. El Sumo Apreciador (Ash-Shakūr)
  36. 35. El Honrable (Al-Karim)
  37. 36. El Grande (Al-Kabir)
  38. 37. El que responde las oraciones (Al-Muyíb)
  39. 38. El Abundante (Al-Wāsi’)
  40. 39. El Señor de Honor (Al-Majīd)
  41. 40. El lleno de amor (Al-Wadud)
  42. 41. El Resucitador de Muertos (Al-Bais)
  43. 42. La Fuente de Verdad (Al-Haqq)
  44. 43. El Sabio (Al-Hakim)
  45. 44. El Guardián (Al-Wakil)
  46. 45. El Poderoso (Al-Qawiyy)
  47. 46. El Testigo (Ash-Shahīd)
  48. 47. El Fuerte (Al-Matīn)
  49. 48. El Digno de Alabanza (Al-Ḥamīd)
  50. 49. El Protector (Al-Waliyy)
  51. 50. El Calculador (Al-Muḥṣī)
  52. 51. El Originador (Al-Mubdi’)
  53. 52. El Restaurador (de la vida) (Al-Mu‘īd)
  54. 53. El que da Vida (Al-Muhyi)
  55. 54. El Tomador de Vida (Al-Mumīt)
  56. 55. El Viviente (Al-Hayy)
  57. 56. El que se basta por Sí Mismo (Al-Qayyūm)
  58. 57. El Fundador Sin Necesidades (Al-Wājid)
  59. 58. El Glorificado (Al-Mājid)
  60. 59. El Uno (Al-Wāḥid)
  61. 60. El Poseedor de Poder y Autoridad (Al-Qādir)
  62. 61. El Omnipotente (Al-Muqtadir)
  63. 62. El Benevolente (Al-Barr)
  64. 63. El Señor de la Unidad (Al-Aḥad)
  65. 64. El Independiente y el Solicitado por Todos (Aṣ-Ṣamad)
  66. 65. El Proveedor [de Medios para el Progreso y Avance] (Al-Muqaddim)
  67. 66. El Posponedor (Al-Mu´ajir)
  68. 67. El Gran Sostenedor (Ar-Razzaq)
  69. 68. El Primero (Al-Awwal)
  70. 69. El Último (Al-Ājir)
  71. 70. El Manifesto (Aẓ-Ẓāhir)
  72. 71. El Oculto (Al-Bātin)
  73. 72. El Governador (Al-Wālī)
  74. 73. El Exaltado (Al-Muta‘ālī)
  75. 74. El Indulgente que acepta el arrepentimiento (At-Tawwāb)
  76. 75. El Señor de la Retribución (Al-Muntaqim)
  77. 76. El Perdonador de los Pecados (Al-Afuww)
  78. 77. El Justo (Al-Muqsiṭ)
  79. 78. El Señor de la Soberanía (Mālik-ul-Mulk)
  80. 79. El Compasivo (Ar-Ra‘ūf)
  81. 80. El Auto Suficiente (Al-Ghaniyy)
  82. 81. El que abre las puertas [al éxito]; El Juez (Al-Fattāḥ)
  83. 82. El Justo (Al-Adl)
  84. 83. El que reúne; El que congrega (Al-Jāmi)
  85. 84. El Proveedor de los medios de suficiencia; El que Enriquece (Al-Mughnī)
  86. 85. El que prohíbe; El que retiene (Al-Māni)
  87. 86. La luz (Al-Nur)
  88. 87. El Guía (Al-Hadi)
  89. 88. El que inflige el castigo (Al-Darr)
  90. 89. El Benefactor (Al-Nafi)
  91. 90. El Originador (Al-Badi)
  92. 91. El Eterno (Al-Baqi)
  93. 92. El Heredero (Al-Wārith)
  94. 93. El Guía al Camino de la Rectitud (Al-Rashīd)
  95. 94. El Paciente (Al-Sabur)
  96. 95. El Exaltador (Al-Rāfi‘)
  97. 96. El Vigilante (Al-Raqīb)
  98. 97. El Señor de la Majestad (Al-Jalīl)
  99. 98. El Dueño de la Gloria y el Honor (Dhū al-Jalāl wa al-Ikrām)
  100. 99. El Señor (Al-Rabb)
  101. 100. El Sanador (Al-Shāfī)
  102. 101. El Señor del Trono (Dhū al-‘Arsh)
  103. 102. El Señor de la Majestad (Dhū al-Waqār)
  104. 103. El Suficiente (Al-Kāfī)
  105. 104. El Otorgador de Favores (Al-Mun‘im)
  106. 105. El Otorgador de Favores (Al-Mun‘im)
  107. 106. El Hacedor u Originador (Al-Fāṭir)
  108. 107. El que Manifiesta (Al-Mubīn)
  109. 108. El Cercano (Al-Qarīb)
  110. 109. El Poseedor de la generosidad (Dhū al-Taul)
  111. 110. El Hermoso (Al-Jamīl)
  112. 111. El Severo (Al-Shadīd)
  113. 112. El Eterno (Al-Abad)
  114. 113. El Completo y Perfecto (Al-Tāmm)
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إِنَّ ٱللَّهَ يَأۡمُرُ بِٱلۡعَدۡلِ وَٱلۡإِحۡسَٰنِ وَإِيتَآيِٕ ذِي ٱلۡقُرۡبَىٰ وَيَنۡهَىٰ عَنِ ٱلۡفَحۡشَآءِ وَٱلۡمُنكَرِ وَٱلۡبَغۡيِۚ يَعِظُكُمۡ لَعَلَّكُمۡ تَذَكَّرُونَ

En verdad, A’-lah os ordena permanecer en la justicia y dispensar un trato amable, y dar como se da a los parientes; y prohíbe la obscenidad, la maldad manifiesta y la transgresión. Él os exhorta para que caigáis en la cuenta.” [1]

El atributo الْعَدْلُ (Al-Adl) proviene de la raíz árabe عَدَلَ (a-da-la). Según el léxico árabe ‘Aqrab al-Mawārid’, الْعَدْلُ (Al-Adl) significa justicia y es el antónimo de الْجَوْرُ (al-Ŷaur), que significa injusticia. La expresión عَدَلَ فُلانًا بِفُلانٍ (adala fulānan bi fulān) indica que alguien actuó con justicia entre dos personas.

Al-Adl también conlleva otros significados, como recompensa o compensación. Uno de sus sentidos es sacrificar algo a cambio de otra cosa. Además, puede referirse a un regalo o a una acción complementaria que no es obligatoria ni forzada.

Se relata que Hazrat Abdullah (ra) dijo:

“El día de Hunain, el Mensajero (sa) de Al’lah distribuyó el botín de guerra y otorgó más a algunos que a otros. Le dio a Iqra bin Habis cien camellos, y otorgó la misma cantidad a Uyainah. También dio parte a los jefes de Arabia y, ese día, repartió el botín de manera que algunos recibieron más que otros. Ante esto, una persona dijo: ‘¡Por Al’lah! Esta distribución no es justa ni está de acuerdo con la voluntad de Al-lah.’”

El narrador (es decir, Hazrat Abdullah (ra)) continúa diciendo:

“‘¡Por Al’lah! Informaré de esto al Mensajero (sa) de Al’lah. Fui al Santo Profeta (sa) y le transmití lo que se había dicho. Su rostro cambió de color y se tornó rojo. Entonces dijo: ‘Si Al’lah y Su Mensajero (sa) no hacen justicia, ¿quién más la hará?’ Luego añadió: ‘Que Al’lah tenga misericordia de Moisés (as); fue atormentado más que esto, pero mostró paciencia.’” [2]

Al’lah Impartirá Justicia

Al explicar la perfección de Al’lah como el Más Justo, el Mesías Prometido (as) afirma:

“En resumen, los malos pensamientos destruyen al ser humano. Tanto es así que cuando los condenados al infierno sean arrojados en él, Dios Altísimo dirá que su pecado fue pensar mal de Al’lah. Hay personas que creen que Dios Altísimo perdonará a los malhechores pero castigará a los justos. Esto también es pensar mal de Dios porque contradice Su atributo de justicia e implica que la virtud y sus consecuencias —establecidas por Dios en el Sagrado Corán— han sido desperdiciadas, como si fueran en vano.

Por lo tanto, tened presente que el destino final de los malos pensamientos es el infierno. No consideréis esto como un defecto menor, porque los malos pensamientos conducen a la desesperación, la desesperación lleva a la transgresión y la transgresión lleva al infierno. Es algo que corta de raíz la verdad y la sinceridad (ṣidq). Por ello, absteneos de este vicio y elevad vuestras oraciones para alcanzar las virtudes de quien es Veraz (ṣiddīq).” [3]

Notas:

[1] El Sagrado Corán, 16:91.

[2] Ṣaḥīḥ Muslim, Kitāb al-Zakāt, Hadiz Nº 2444.

[3] Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as), Malfuzat – Vol. 2 (Farnham, UK: Islam International Publications Ltd., 2019), pp. 86-87.

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