79. El Compasivo (Ar-Ra‘ūf)

أَلَمۡ تَرَ أَنَّ ٱللَّهَ سَخَّرَ لَكُم مَّا فِي ٱلۡأَرۡضِ وَٱلۡفُلۡكَ تَجۡرِي فِي ٱلۡبَحۡرِ بِأَمۡرِهِۦ وَيُمۡسِكُ ٱلسَّمَآءَ أَن تَقَعَ عَلَى ٱلۡأَرۡضِ إِلَّا بِإِذۡنِهِۦٓۚ إِنَّ ٱللَّهَ بِٱلنَّاسِ لَرَءُوفٞ رَّحِيمٞ
“¿No has visto que Al’lah os ha sometido cuanto hay en la tierra y las naves que surcan los mares por Su Voluntad? Al’lah impide que los cuerpos celestes caigan sobre la tierra salvo por su Consentimiento. En verdad, Al’lah es Compasivo y Misericordioso para con los hombres.” [Sagrado Corán, 22:66]
Según Aqrab al-Mawarid, الرَّؤُوْفُ (Ar-Ra‘ūf) se deriva de la raíz árabe رَأَفَ (ra-a-fa), que significa que uno mostró misericordia. Otra explicación de Ar-Ra‘ūf es اَشَدَّ الرَّحْمَة (ashadda al-rahmah), que denota quien muestra misericordia y compasión extremas.
En una tradición, se menciona que el Santo Profeta (sa) aconsejaba que al finalizar el Salat, se recitara la siguiente oración:
‘¡Oh Al’lah! Tú eres el Más Santo y no hay nadie digno de adoración excepto Tú. Perdóname mis pecados, reforma mis acciones, Tú concedes perdón a quien Tú quieres porque Tú eres el Más Perdonador y Benevolente. ¡Oh Al’lah, el Sumo Perdonador, concédeme Tu perdón! ¡Oh Al’lah, el Siempre Retornador con Compasión, acepta mi arrepentimiento! ¡Oh Al’lah, el Misericordioso, concédeme Tu misericordia! ¡Oh A’llah, el Perdonador de Pecados, otórgame Tu absolución! ¡Oh Al’lah, el Compasivo, concédeme Tu bondad y compasión! ¡Oh mi Señor! Concédeme Tus bendiciones para que pueda agradecerlas y permíteme adorarte de la manera más excelente. ¡Oh mi Señor! Busco todo el bien de Ti y busco refugio contigo de todo mal. ¡Oh mi Señor! Muéstrame los caminos que conducen al bien y concédeme un buen final; infunde en mí el deseo de buscar Tu comunión, completamente libre de daño y maldad que me pueda desviar. A quien sea que concedas Tu protección contra el mal, estará bajo la sombra de Tu misericordia, y en verdad, esto es un triunfo supremo.’ [Al-Mu‘jam al-Kabir, Hadiz No. 9942]
El amor de Dios por Su creación
Explicando la filosofía de por qué algunas oraciones no son respondidas por Dios Altísimo, el Mesías Prometido (as) declaró:
‘Por lo tanto, ¿cómo puede Al’lah el Exaltado, quien es el Conocedor de lo oculto y de hecho el Conocedor de todas las cosas, y quien es más misericordioso y bondadoso que incluso una madre, y quien es el mismo Ser que infundió este amor en los corazones de las madres, soportar aceptar inmediatamente la oración de un querido siervo Suyo que, debido a su debilidad humana, error e ignorancia, ha pedido algo que le es perjudicial? En absoluto. Dios rechaza tales solicitudes y concede a Su siervo algo mejor a cambio.’ [Malfuzat – Volumen II, p. 133]