79. El Compasivo (Ar-Ra‘ūf)
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
Capítulos
  1. Al’lah
  2. 1. El Clemente (Ar-Rahman)
  3. 2. El Misericordioso (Ar-Rahim)
  4. 3. El Dueño (Al-Malik)
  5. 4. El Santo (Al-Quddus)
  6. 5. La Fuente de Paz (As-Salām)
  7. 6. El Otorgador de Seguridad (Al-Mu’min)
  8. 7. El Protector (Al-Muhaymin)
  9. 8. El Poderoso (Al-Aziz)
  10. 9. El Subyugador (Al-Jabbār)
  11. 10. El Exaltado (Al-Mutakabbir)
  12. 11. El Creador (Al-Khaliq)
  13. 12. El Hacedor (Al-Bāri’)
  14. 13. El Formador (Al-Muṣawwir)
  15. 14. El Supremo (Al-Qahhār)
  16. 15. El Donador (Al-Wahhāb)
  17. 16. El Omnioyente (As-Sami’)
  18. 17. El Bondadoso (Al-Latif)
  19. 18. El Conocedor de Todo (Al-Khabir)
  20. 19. El Indulgente (Al-Halim)
  21. 20. El Perdonador (Al-Ghafūr)
  22. 21. El Omnisciente (Al-‘Alīm)
  23. 22. El que extiende (Al-Bāsiṭ)
  24. 23. El que da humildad (Al-Khāfiḍ)
  25. 24. El que concede el honor (Al-Mu’izz)
  26. 25. El Juez Sabio (Al-Hakam)
  27. 26. El Altísimo (Al-Aliyy)
  28. 27. El Justiciero (Al-Hasib)
  29. 28. El Controlador (Al-Qabid)
  30. 29. El humillador (Al-Mudhill)
  31. 30. El Omnividente (Al-Baṣīr)
  32. 31. El Guardián (Al-Ḥafīẓ)
  33. 32. El Poderoso (Al-Muqīt)
  34. 33. El Grande (Al-Aẓīm)
  35. 34. El Sumo Apreciador (Ash-Shakūr)
  36. 35. El Honrable (Al-Karim)
  37. 36. El Grande (Al-Kabir)
  38. 37. El que responde las oraciones (Al-Muyíb)
  39. 38. El Abundante (Al-Wāsi’)
  40. 39. El Señor de Honor (Al-Majīd)
  41. 40. El lleno de amor (Al-Wadud)
  42. 41. El Resucitador de Muertos (Al-Bais)
  43. 42. La Fuente de Verdad (Al-Haqq)
  44. 43. El Sabio (Al-Hakim)
  45. 44. El Guardián (Al-Wakil)
  46. 45. El Poderoso (Al-Qawiyy)
  47. 46. El Testigo (Ash-Shahīd)
  48. 47. El Fuerte (Al-Matīn)
  49. 48. El Digno de Alabanza (Al-Ḥamīd)
  50. 49. El Protector (Al-Waliyy)
  51. 50. El Calculador (Al-Muḥṣī)
  52. 51. El Originador (Al-Mubdi’)
  53. 52. El Restaurador (de la vida) (Al-Mu‘īd)
  54. 53. El que da Vida (Al-Muhyi)
  55. 54. El Tomador de Vida (Al-Mumīt)
  56. 55. El Viviente (Al-Hayy)
  57. 56. El que se basta por Sí Mismo (Al-Qayyūm)
  58. 57. El Fundador Sin Necesidades (Al-Wājid)
  59. 58. El Glorificado (Al-Mājid)
  60. 59. El Uno (Al-Wāḥid)
  61. 60. El Poseedor de Poder y Autoridad (Al-Qādir)
  62. 61. El Omnipotente (Al-Muqtadir)
  63. 62. El Benevolente (Al-Barr)
  64. 63. El Señor de la Unidad (Al-Aḥad)
  65. 64. El Independiente y el Solicitado por Todos (Aṣ-Ṣamad)
  66. 65. El Proveedor [de Medios para el Progreso y Avance] (Al-Muqaddim)
  67. 66. El Posponedor (Al-Mu´ajir)
  68. 67. El Gran Sostenedor (Ar-Razzaq)
  69. 68. El Primero (Al-Awwal)
  70. 69. El Último (Al-Ājir)
  71. 70. El Manifesto (Aẓ-Ẓāhir)
  72. 71. El Oculto (Al-Bātin)
  73. 72. El Governador (Al-Wālī)
  74. 73. El Exaltado (Al-Muta‘ālī)
  75. 74. El Indulgente que acepta el arrepentimiento (At-Tawwāb)
  76. 75. El Señor de la Retribución (Al-Muntaqim)
  77. 76. El Perdonador de los Pecados (Al-Afuww)
  78. 77. El Justo (Al-Muqsiṭ)
  79. 78. El Señor de la Soberanía (Mālik-ul-Mulk)
  80. 79. El Compasivo (Ar-Ra‘ūf)
  81. 80. El Auto Suficiente (Al-Ghaniyy)
  82. 81. El que abre las puertas [al éxito]; El Juez (Al-Fattāḥ)
  83. 82. El Justo (Al-Adl)
  84. 83. El que reúne; El que congrega (Al-Jāmi)
  85. 84. El Proveedor de los medios de suficiencia; El que Enriquece (Al-Mughnī)
  86. 85. El que prohíbe; El que retiene (Al-Māni)
  87. 86. La luz (Al-Nur)
  88. 87. El Guía (Al-Hadi)
  89. 88. El que inflige el castigo (Al-Darr)
  90. 89. El Benefactor (Al-Nafi)
  91. 90. El Originador (Al-Badi)
  92. 91. El Eterno (Al-Baqi)
  93. 92. El Heredero (Al-Wārith)
  94. 93. El Guía al Camino de la Rectitud (Al-Rashīd)
  95. 94. El Paciente (Al-Sabur)
  96. 95. El Exaltador (Al-Rāfi‘)
  97. 96. El Vigilante (Al-Raqīb)
  98. 97. El Señor de la Majestad (Al-Jalīl)
  99. 98. El Dueño de la Gloria y el Honor (Dhū al-Jalāl wa al-Ikrām)
  100. 99. El Señor (Al-Rabb)
  101. 100. El Sanador (Al-Shāfī)
  102. 101. El Señor del Trono (Dhū al-‘Arsh)
  103. 102. El Señor de la Majestad (Dhū al-Waqār)
  104. 103. El Suficiente (Al-Kāfī)
  105. 104. El Otorgador de Favores (Al-Mun‘im)
  106. 105. El Otorgador de Favores (Al-Mun‘im)
  107. 106. El Hacedor u Originador (Al-Fāṭir)
  108. 107. El que Manifiesta (Al-Mubīn)
  109. 108. El Cercano (Al-Qarīb)
  110. 109. El Poseedor de la generosidad (Dhū al-Taul)
  111. 110. El Hermoso (Al-Jamīl)
  112. 111. El Severo (Al-Shadīd)
  113. 112. El Eterno (Al-Abad)
  114. 113. El Completo y Perfecto (Al-Tāmm)
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أَلَمۡ تَرَ أَنَّ ٱللَّهَ سَخَّرَ لَكُم مَّا فِي ٱلۡأَرۡضِ وَٱلۡفُلۡكَ تَجۡرِي فِي ٱلۡبَحۡرِ بِأَمۡرِهِۦ وَيُمۡسِكُ ٱلسَّمَآءَ أَن تَقَعَ عَلَى ٱلۡأَرۡضِ إِلَّا بِإِذۡنِهِۦٓۚ إِنَّ ٱللَّهَ بِٱلنَّاسِ لَرَءُوفٞ رَّحِيمٞ

“¿No has visto que Al’lah os ha sometido cuanto hay en la tierra y las naves que surcan los mares por Su Voluntad? Al’lah impide que los cuerpos celestes caigan sobre la tierra salvo por su Consentimiento. En verdad, Al’lah es Compasivo y Misericordioso para con los hombres.” [Sagrado Corán, 22:66]

Según Aqrab al-Mawarid, الرَّؤُوْفُ (Ar-Ra‘ūf) se deriva de la raíz árabe رَأَفَ (ra-a-fa), que significa que uno mostró misericordia. Otra explicación de Ar-Ra‘ūf es اَشَدَّ الرَّحْمَة (ashadda al-rahmah), que denota quien muestra misericordia y compasión extremas.

En una tradición, se menciona que el Santo Profeta (sa) aconsejaba que al finalizar el Salat, se recitara la siguiente oración:

‘¡Oh Al’lah! Tú eres el Más Santo y no hay nadie digno de adoración excepto Tú. Perdóname mis pecados, reforma mis acciones, Tú concedes perdón a quien Tú quieres porque Tú eres el Más Perdonador y Benevolente. ¡Oh Al’lah, el Sumo Perdonador, concédeme Tu perdón! ¡Oh Al’lah, el Siempre Retornador con Compasión, acepta mi arrepentimiento! ¡Oh Al’lah, el Misericordioso, concédeme Tu misericordia! ¡Oh A’llah, el Perdonador de Pecados, otórgame Tu absolución! ¡Oh Al’lah, el Compasivo, concédeme Tu bondad y compasión! ¡Oh mi Señor! Concédeme Tus bendiciones para que pueda agradecerlas y permíteme adorarte de la manera más excelente. ¡Oh mi Señor! Busco todo el bien de Ti y busco refugio contigo de todo mal. ¡Oh mi Señor! Muéstrame los caminos que conducen al bien y concédeme un buen final; infunde en mí el deseo de buscar Tu comunión, completamente libre de daño y maldad que me pueda desviar. A quien sea que concedas Tu protección contra el mal, estará bajo la sombra de Tu misericordia, y en verdad, esto es un triunfo supremo.’ [Al-Mu‘jam al-Kabir, Hadiz No. 9942]

El amor de Dios por Su creación

Explicando la filosofía de por qué algunas oraciones no son respondidas por Dios Altísimo, el Mesías Prometido (as) declaró:

‘Por lo tanto, ¿cómo puede Al’lah el Exaltado, quien es el Conocedor de lo oculto y de hecho el Conocedor de todas las cosas, y quien es más misericordioso y bondadoso que incluso una madre, y quien es el mismo Ser que infundió este amor en los corazones de las madres, soportar aceptar inmediatamente la oración de un querido siervo Suyo que, debido a su debilidad humana, error e ignorancia, ha pedido algo que le es perjudicial? En absoluto. Dios rechaza tales solicitudes y concede a Su siervo algo mejor a cambio.’ [Malfuzat – Volumen II, p. 133]

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