54. El Tomador de Vida (Al-Mumīt)

كَيۡفَ تَكۡفُرُونَ بِٱللَّهِ وَكُنتُمۡ أَمۡوَٰتٗا فَأَحۡيَٰكُمۡۖ ثُمَّ يُمِيتُكُمۡ ثُمَّ يُحۡيِيكُمۡ ثُمَّ إِلَيۡهِ تُرۡجَعُونَ
”¿Cómo podéis no creer en Al’lah? Cuando no teníais vida Él os dio la vida, y después os hará morir y os devolverá de nuevo la vida, y más tarde a Él seréis restituidos.” [1]
Según el léxico árabe Al-Munjid, Al-Mumīt significa Aquel que pone fin a la vida.
El Santo Profeta (sa) dijo una vez:
“A quien recite la siguiente oración en el mercado, Dios el Altísimo le concederá una recompensa inconmensurable y le perdonará innumerables males suyos, y le construirá una casa en el paraíso: “No hay nadie digno de adoración excepto Dios, Él es uno y no tiene copartícipe, a Él pertenece la Soberanía y a Él pertenece toda alabanza. Él es Quien da la vida y causa la muerte, Él es el Viviente y está libre de la muerte. En Sus manos está todo bien y Él tiene poder para hacer todas las cosas. ” [2]
Todo vuelve a Dios en última instancia
En última instancia, todo vuelve al Creador, como el Mesías Prometido (as) declaró elocuentemente:
“El Sagrado Corán contiene enseñanzas que contribuyen a hacer querer a Dios. Exponen Sus bellezas y nos recuerdan Su beneficencia, ya que el amor se crea por la observación de la belleza o por el recuerdo de la beneficencia. El Corán enseña que, en virtud de Sus excelencias, Dios es Uno, sin socio. No tiene ningún defecto. Él comprende todas las buenas cualidades y manifiesta todos los poderes sagrados. Es el Originador de toda la creación y la fuente de toda gracia. Es el Dueño de toda recompensa y todo vuelve a Él. Él está cerca y a la vez lejos, y Él está lejos y a la vez cerca. Él está por encima de todo, pero no se puede decir que haya alguien por debajo de Él. Él está más oculto que todo lo demás, pero no se puede decir que haya algo más manifiesto que Él. Él es Auto-Existente en Su Ser y todo está vivo a través de Él. Él es Autosuficiente y todo es sostenido por Él. Él lo soporta todo y no hay nada que lo soporte a Él. No hay nada que haya llegado a existir por sí mismo, o que pueda vivir sin Él por sí mismo. Él lo comprende todo, pero no se puede decir cuál es la naturaleza de esa comprensión. Él es la Luz de todo en el cielo y en la tierra y toda luz ha brillado de Su Mano y es un reflejo de Su Ser. Él es la Providencia del universo. No hay alma que no esté sostenida por Él y que exista por sí misma. Ningún alma tiene poder alguno que no haya obtenido de Él y que exista por sí misma”. [3]
Notas de pie de página
- Sagrado Corán, 2:29.
- Jami’ At-Tirmidhi, Kitab ad-Da’wāt, Hadiz nº 3429.
- Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as), Lecture Lahore (Tilford, Surrey: Islam International Publication Ltd., 2008), 8-9.