El azan
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Descripción

Durante la primera etapa del islam no existía ningún método establecido para transmitir al público el comienzo de la hora de la oración, ni medio alguno para convocar a los musulmanes a la mezquita para las oraciones en congregación. El Santo Profeta (p.b.D.) aunque estaba informado de la práctica judía, cristiana y pagana al respecto, pidió consejo a sus Compañeros sobre el modo de llamar a los musulmanes a la mezquita para las oraciones en congregación. Una mañana, Hazrat Abdullah Bin Aziz, que Dios le tenga en Su gloria, se dirigió al Santo Profeta (p.b.D.) y le relató un sueño que había visto la noche anterior. Vio que alguien anunciaba la hora de la oración y llamaba en voz alta a la gente para la oración en congregación en la mezquita. Hazrat Abdul-lah repitió las palabras del Azan que oyó en su sueño. Éstas eran:

Al-lahu Akbar

Traducción:
Dios es Grandísimo (recitado cuatro veces)

Ash-hadu al-laa Ilaha il-lal-lah

Traducción:
Atestiguo que nadie es digno de ser adorado salvo Dios (recitado dos veces)

Ash-hadu anna Muhammadar Rasulul-lah

Traducción:
Atestiguo que Mohammad es el Mensajero de Al-lah (recitado dos veces)

Hayya alassalah

Traducción:
Venid a la oración (recitado dos veces)


Hayya alal- falah

Traducción:
Venid al éxito (recitado dos veces)

Al-lahu Akbar

Traducción:
Dios es Grandísimo (recitado dos veces)

La ilaha il-lal-lah

Traducción:
Nadie es digno de ser adorado sino Dios.

Hazrat Omar, que posteriormente sería elegido segundo Jalifa, también se hallaba sentado en compañía del Santo Profeta (p.b.D.). Dijo que que él también había visto un sueño y que había escuchado las mismas palabras. El Santo Profeta (p.b.D.) quedó plenamente convencido de que se trataba de un mensaje de Al-lah, por lo que adoptó el método del Azan para convocar a los orantes a la mezquita. El Azan, es, pues, reconocido ampliamente como la llamada a la oración.

El método de recitar el azan

El Muecín, la persona que recita el Azan, debe colocarse de pie en un lugar prominente con el rostro en dirección a la Qibla. En la actualidad también se usa el sistema de altavoces para decir el Azan. El Muecín debe tocarse los oídos con los dedos índices, el dedo derecho sobre el oído derecho y el izquierdo, sobre el oído izquierdo, y recitar el Azan en alta voz. Debe entornar su rostro hacia la derecha al recitar las palabras Hayya alal salah, y hacia la izquierda, al recitar las palabras Hayya alal falah.

Durante el Azan para la oración de Fallar, el Muecín también debe recitar las siguientes palabras dos veces tras la recitación de Hayya alal falah:

As Salatu jairum minan-naum

Traducción:
La oración es mejor que el sueño.

El Santo Profeta (p.b.D.) dijo:


Iza samitumun nidaa faqulu mizla ma yaqulul muazin

Traducción:
Siempre que escuchéis el Azan, decid lo que el Muecín recita. (Bujari)

Por lo tanto, quienquiera que escuche el Azan debe repetir cada frase después del Muecín, pero al recitar: Hayya alas Salat y Hayya alal falah, la persona que oye el Azan debe decir: La haula wala quwwata il-la bil-la hil alayyil Azim, es decir: “Nadie posee el poder ni la fuerza excepto Al-lah”.

La comunidad Shía añade la siguiente frase al Azan:


Ash-hadu anna Aliyyan waliyul-lah. Hayya ala jairil amal

Traducción:

Doy testimonio de que Alí es un santo.
Venid al mejor de los actos.

Otras sectas musulmanas añaden lo siguiente:

Assalatu wassalamu ailaika ya Rasulal-lah.

Traducción:

La paz y bendiciones sean sobre ti, Profeta de Al-lah.

Desconocemos en qué autoridad se basan para incorporar tales adiciones. Según nuestra información, las palabras del Azan citadas anteriormente son las auténticas.

El Azan debe recitarse antes de la oración en congregación aunque ésta se ofrezca en un espacio abierto, por ejemplo, en las afueras de la mezquita. Tras su recitación, los oyentes han de recitar la siguiente oración:

Al-lahumma Rabba haazi-hid dawatit tamati was-Salatil qaimati aati Muhammadanil wasilata wal fazilata wad-daralla tarrafiata wabazhu maqamam mahmuda-nil-lazi wa attahu innaka la tujliful miaad. (Bujari)

Traducción:
¡Oh Al-lah! Dios de esta Llamada perfecta y de la oración en congregación: Que Mohammad sea para nosotros un medio de aproximación a Ti. Bendícele con excelencia y con una elevada posición y concédele el rango más exaltado, como Tú le has prometido. Ciertamente Tú no te retractas de tu promesa.

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