CAPÍTULO 12 LA VIDA DESCONOCIDA DE JESÚS
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
Contenidos relacionados por temas

CAPÍTULO 12 LA VIDA DESCONOCIDA DE JESÚS

Los budistas y Jesús

Otra prueba de que Jesús fue a la India está en los antiguos escritos budistas en los que se menciona explícitamente

que Jesús fue a la India y predicó allí la palabra de Dios. John Pinkertion, en su “Book of Travel”, publicado en 1811, escribe:

“Algunos misioneros han imaginado que en los antiguos libros de los lamas quedan algunos vestigios de la religión cristiana que, en su opinión, fue predicada allí en la época de los Apóstoles”227.

Después de terminada la guerra turco-rusa (1877-1878), un viajero ruso llamado Nicholas Notovich, después de visitar muchos países, llegó finalmente (en 1887) a la India. En el curso de una de sus visitas a un convento budista, supo por el jefe Lama que en los archivos de Lassa existían memorias muy antiguas que trataban de Jesús y de la nación de occidente. Al regresar a Europa ordenó las notas que había tomado y que contenían la vida de Jesús. Con el fin de publicarlas, las sometió para revisión a Monseñor Platón, el famoso arzobispo de Kiev. Este, aunque convencido de la importancia del descubrimiento, intentó disuadirlo de dar publicidad a las memorias, declarando que

  • Pinkerton: A General Collection of the Best and Most Interesting Voyages and Travels in all Parts of the World, 7, p. 554, Londres 1811.

hacerlo así iría contra sus propios intereses. ¿Por qué? Se negó a explicarlo. Un año después, se encontraba en Roma y sometió el manuscrito a un cardenal, que ocupaba un lugar eminente en la jerarquía del Santo Padre. “¿Para qué va a imprimir esto?”, dijo, “si nadie le dará mayor importancia, y con ello se creará un número incontable de enemigos. Si necesita dinero, puedo darle alguna compensación por las notas”. Naturalmente, rechazó esta oferta. Más tarde presentó su proyecto al Cardenal Rotelli, a quien había conocido en Constantinopla. También se opuso a la publicación de la obra, con el pretexto de que sería prematuro. “La Iglesia”, añadió, “sufre profundamente por esta nueva corriente de ideas ateas y no haría más que proporcionar nuevo alimento a los detractores de la doctrina evangélica”. Al final publicó la obra bajo el título de “The Unknown Life of Jesus”228, añadiendo:

“Antes de criticar mi obra, las sociedades científicas pueden, sin mucho gasto, organizar una expedición cuya misión sería la de estudiar estos manuscritos en el lugar en que se encuentran, y comprobar así su valor histórico”229. El autor escribe en este libro:

“En una reciente visita a uno de vuestros Gnopas, un lama me habló de un profeta, o como tal vez lo llamaríais, un Buda, de nombre Isa. “¿Puede decirme algo de él?” le pregunté. El nombre de Isa es muy respetado entre los budistas, fue la respuesta, aunque se sabe muy poco de él, salvo el Jefe de los Lamas, que ha leído los pergaminos relacionados con su vida”. (p. 90)

  • En el Museo Británico he visto dos traducciones al inglés de esta obra, originalmente publicada en francés. Una de ellas es de Alexina Loranger, publicada por Rand McNally & Co, editores, Chicago y Nueva York, 1894. La otra es de Violet Crisp, Londres, Hutchinson & Mis referencias están tomadas de la primera traducción.
  • Traducción de Loranger: The Unknown Life of Jesus, págs. 8, 9, 12. Nueva York,

“Nuestro Gnopa, que está entre los afortunados, posee ya un gran número de manuscritos que yo he leído en mis horas de asueto. Entre estas copias he encontrado una descripción de la vida y acciones de Isa, quien predicó en la India y entre los hijos de Israel”. (p. 91)

“¿En qué lengua están escritos los principales rollos relativos a la vida de Isa?”, pregunté. “Los rollos que tratan de la vida de Isa, y que fueron llevados de India al Nepal, y del Nepal al Tíbet, están escritos en el idioma pali, y actualmente se encuentran en Lassa; pero nosotros poseemos una copia en nuestro propio idioma, es decir, el idioma tibetano”. (p.93)

“Finalmente, cediendo a mis insistentes peticiones, trajo dos grandes volúmenes con tapas de cartón y hojas amarillentas por el paso del tiempo, y leyó la biografía de Isa, que copié cuidadosamente de la traducción de mi intérprete. Este curioso documento está escrito en forma de versículos aislados, que frecuentemente no tienen relación alguna entre sí”. (p. 96)

Según estos antiguos escritos, cuando Isa ( Jesús) tenía trece años de edad, cuando un israelita debe tomar esposa, abandonó la casa de su padre, salió de Jerusalén, y en compañía de algunos comerciantes viajó hacia Sind, para poder perfeccionarse en la palabra divina y estudiar las leyes del Gran Buda (p. 107). Cuando tenía catorce años, el joven Isa (que Dios le bendiga) viajó más allá de Sind y se estableció entre los arias… La fama de su nombre se extendió por el norte de Sind. Cuando pasó a través del país de los cinco ríos y Radjipoutada, los seguidores del dios Djaine le pidieron que permaneciera con ellos”. (p. 107)

Después visitó Juggernaut, en la provincia de Orsis. Los sacerdotes blancos de Brahma le enseñaron a leer y entender los Vedas, a curar

por la oración, a enseñar y explicar la Sagrada Escritura, a expulsar los espíritus malignos del cuerpo del hombre, y a devolverle un aspecto humano. Pasó seis años en Juggernaut, Rajegriha, Benares y otras ciudades santas. Todos lo amaban, pues Isa vivía en paz con los vaisias y los sudras, a quienes enseñó las Sagradas Escrituras. Pero los brahmanes y los kashatriyas se opusieron a él (p. 108).

Repito a continuación algunas de las enseñanzas que se contienen en estos escritos antiguos y que Jesús predicó a las gentes en la India:

  • “El Dios Padre no establece diferencia entre sus hijos, que son igualmente queridos para Él”. (p. 109).

•         “Teme a tu Dios, pero inclina la rodilla solo ante Él, y solo a Él debes ofrecerle sacrificios”.

  • Isa negó el Trimourti y la encarnación de Para-Brahma en Vishnou, Siva y otros dioses, afirmando: “El Juez Eterno, el Espíritu Eterno compone el alma “unica e indivisible del universo, que es la única que crea, contiene y anima la totalidad”. Él solo ha deseado y Él solo ha existido desde la eternidad y existirá sin fin. No tiene igual ni en los cielos ni en la tierra. El Gran Creador no comparte Su poder con nadie, y aún menos con objetos inanimados como os han enseñado, ya que solo Él posee el supremo poder”. (p. 110)

“Lo deseó, y apareció el mundo… Y ha subordinado al hombre la tierra, las aguas, los animales y todo lo que ha creado y que mantiene en orden inmutable fijando la duración de cada uno. La cólera de Dios se desatará pronto sobre el hombre, pues ha olvidado a Su Creador y ha llenado sus templos de abominación y adora a una serie de criaturas que Dios ha subordinado a Él”. (p.111)

“El sacerdote blanco y los guerreros, después de conocer el discurso dirigido por Isa a los Soudras, decidieron su muerte, y enviaron a sus criados con el fin de buscar al joven profeta”. (p.112).

“Pero Isa, advertido de este peligro por el Soudras, huyó de noche de Juggernaut al lugar de nacimiento del Gran Buda. Seis años después, abandonó Nepal y las montañas del Himalaya, descendió al valle de Rajpoutana y se dirigió a occidente, predicando a varios pueblos la perfección suprema del hombre”. (p.112)

“La fama de los sermones de Isa se extendió hasta los países vecinos y, al llegar a Persia, los sacerdotesquedaronaterrorizados y prohibieron a sus habitantes que lo escucharan”. (p.119).

“Cuando Isa llegóa Palestina, fuedeunlugaraotrofortaleciendo con la palabra de Dios el valor de los israelitas, que estaban dispuestos a sucumbir bajo el peso de su desesperación, y lo siguieron a millares para escuchar su predicación”. (p.126)

“Pero los gobernantes de las ciudades lo temieron y enviaron informes contra él a Pilato, el Gobernador de Jerusalén, quien ordenó que el predicador Isa fuera arrestado y llevado ante los jueces. Ordenó a los sacerdotes y a los sabios, ancianos de origen hebreo, que lo juzgaran en el templo”. (p.127)

“Estos últimos, después de oír a Isa, informaron al Gobernador: “Hemos visto al hombre a quien acusas de incitar a nuestro pueblo a la rebelión, hemos oído su predicación y sabemos que es de nuestro pueblo”. (p.131)

“El Gobernador envió a sus espías y finalmente Isa fue arrestado y Pilato reunió a los jefes, sacerdotes, ancianos y legisladores

con el fin de hacerles dictar sentencia sobre Isa. Entonces Isa fue sacado de la prisión y sentado ante el Gobernador entre dos ladrones que tenían que ser juzgados con él”. (p. 140)

Sin embargo, dijeron a Pilato: “No llevaremos sobre nuestras cabezas el gran pecado de condenar a un hombre inocente y absolver a dos ladrones, algo contrario a nuestras leyes. Haz, pues, como te plazca”. Después de decir esto, los sacerdotes y los sabios salieron y se lavaron las manos en un recipiente sagrado, diciendo: “Somos inocentes de la muerte de un hombre justo”. (p. 143). Entonces, por orden del Gobernador, Jesús fue clavado en la Cruz también los dos ladrones. Permaneció todo el día en la Cruz y murió al anochecer. Tres días después, el Gobernador envió a sus soldados a recoger el cuerpo de Isa y enterrarlo en otro lugar, temiendo una insurrección general del pueblo. Al día siguiente la multitud encontró el sepulcro abierto y vacío y se extendió inmediatamente el rumor de que el Juez Supremo había enviado a sus ángeles para llevarse los restos mortales del santo”. (p.145).

En su libro “Christian India”, F.A. Pattner escribe:

“En Leh hemos vuelto a encontrar la leyenda de la visita de Cristo a estas regiones. El maestro hindú de Leh y varios budistas Ladaki me dijeron que en Leh, no lejos del bazar, seguía existiendo una laguna cerca de la cual se levantaba un viejo árbol. Bajo este árbol, Cristo predicó al pueblo antes de salir para Palestina. He oído también otra leyenda de cómo Cristo, cuando era joven, llegó a la India con una caravana de comerciantes y de cómo continuó estudiando la sabiduría superior en los Himalayas. He oído varias versiones de esta leyenda que se había extendido ampliamente en Ladak, Sinkian y Mongolia, pero todas las versiones concuerdan en el punto de que, durante Su ausencia, Cristo se hallaba en la India y

Asia. No importa cómo ni de dónde se originó la leyenda. Quizá sea de origen nestoriano. Es interesante constatar que la leyenda está contada con plena sinceridad”. (p.29).

Según estos papiros, Isa tenía 29 años cuando llegó a la tierra de Israel. Este relato revela que los judíos de Palestina no se opusieron a Jesús, sino que le dieron la bienvenida, lo escucharon y apoyaron; y fue Pilato, el Gobernador romano, quien, contra la voluntad de ellos, lo crucificó injustamente. Es evidente que esta narración contradice directamente a la que ofrecen los cuatro autores del Evangelio. Si lo examinamos como hacemos en casos similares de acontecimientos históricos, no tendríamos dificultad alguna en descubrir la verdad. Es evidente que la narración de la crucifixión no está realizada por un testigo ocular, ni por uno de los discípulos de Jesús. Son solo rumores. Es muy probable que los autores originales confundieran los hechos, o que el narrador presentara una información errónea basada en los rumores que había oído. El mismo autor del libro escribe a este respecto:

Es necesario destacar aquí que durante este período de antigüedad, como en nuestros días, la vida pública oriental estaba concentrada en los bazares, en donde los acontecimientos del día y las noticias de las naciones extranjeras eran propagados por caravanas de comerciantes, habitualmente seguidas por una serie de derviches que contaban fácilmente a todos lo que habían visto y oído en sus viajes a cambio de alimentos. De hecho, era su único medio de subsistencia (p. 150).

Los dos manuscritos que me leyó el lama del convento de Himis fueron recopilados de diversas copias escritas en idioma tibetano, traducidas de rollos pertenecientes a la Biblioteca de Lassa, y traídos de la India, Nepal y Maghada doscientos años después de Cristo… La información que se contiene sobre Cristo está extrañamente

mezclada, sin relación ni coherencia con otros acontecimientos de ese período”. (p. 151).

A la vista de la costumbre de los sacerdotes budistas de recopilar su información, no podemos tomar demasiado en serio sus escritos. En el caso de la crucifixión, no sabemos nada acerca del autor de la historia, ni siquiera cómo era. ¿Era o no una persona de fiar? Por otra parte, leemos en los Evangelios una profecía de Jesús sobre el futuro de los judíos en la que dice que, como consecuencia de su oposición a él, quedarían privados del Reino de los Cielos: es decir, que no aparecería ningún profeta de entre ellos en el futuro, y esto se ha cumplido literalmente. En consecuencia, no dudo en afirmar que las narraciones de los papiros budistas no pueden considerarse como auténticas y totalmente ciertas frente a la narración de los Evangelios. La única conclusión positiva que podemos extraer de estos escritos antiguos es que Jesús fue a la India y vivió mucho tiempo allí, durante el cual predicó la palabra de Dios a los pueblos de la India. Las enseñanzas que se le achacan, algunas de las cuales he mencionado anteriormente, son realmente sublimes y dignas de un profeta.

De no haber ido Jesús a la India, no hubiera sido necesario que los redactores de las crónicas budistas mencionaran su predicación en la India. Por un lado, no podían negar su predicación allí y, por otro, encontraron que sus enseñanzas eran superiores a las de los budistas y brahmanes. Por tanto, con el fin de mostrar la grandeza de Gautama Buda, confundieron a propósito los acontecimientos y, en lugar de revelar el hecho de que Jesús llegó a la India mientras era profeta, y adscribirle originalmente estas enseñanzas, se las achacaron a Buda, diciendo que Jesús llegó a la India en sus años de juventud para evitar el matrimonio, y estudiar la ley del gran Buda. Ahora bien, está demostrado que, en la época de Jesús, el budismo apenas era conocido en Palestina. Y “el amor a la propia tierra está tan profundamente enraizado en el ser humano, que

nadie podría siquiera pensar en cortar los lazos de parentesco y amistad, salvo que se viera obligado a hacerlo por una necesidad apremiante”. Este tipo de necesidad nunca existió en toda la vida de Jesús excepto después de su apurada escapatoria de la muerte en la Cruz, cuando su vida en Palestina estaba en constante peligro de perderse.

Existe otro punto que considero conveniente comentar aquí. La vida y las enseñanzas de Buda guardan una semejanza tan estrecha y notable con la vida y las enseñanzas de Jesús, que muchos pensadores han declarado que el cristianismo no es más que una copia del budismo.

El Dr. K. S. Mac Donald escribe:

“El Sr. R. C. Dutt empieza su capítulo sobre el budismo y el cristianismo en su libro “Ancient India” con las palabras: “Los preceptos morales y enseñanzas del budismo tienen tanto en común con las del cristianismo, que hace tiempo que se sospecha en la existencia de alguna conexión entre los dos sistemas religiosos””.230

El Dr. Ernest J. Eitel escribe:

“Los lectores atentos habrán observado en este esquema rápido de la vida de Buda muchos detalles que coinciden curiosamente con incidentes de la vida de nuestro Salvador, tal como se contienen en los Evangelios. Sakyamuni Buda, se nos dice, vino del cielo, nació de una virgen, unos ángeles le dieron la bienvenida, fue recibido por un antiguo santo dotado de visión profética, fue presentado en el templo, bautizado con agua y posteriormente con fuego; dejó atónitos a los doctores más sabios con sus conocimientos y respuestas, fue llevado al desierto por el espíritu, y allí fue tentado por el diablo; el amigo de publicanos y pecadoras, se transfiguró

  • Mac Donald: The Story of Barlaam and Joseph; Introducción, pág. xivii, Calcuta,

en un monte, bajó al infierno, subió al cielo… en una palabra, con la única excepción de la crucifixión de Cristo, prácticamente todos los incidentes más característicos de la vida de Cristo se encuentran narrados también en las tradiciones budistas de la vida de Sakyamuni Gautama Buda. Y sin embargo, este Buda vivió y murió 275 o incluso 543 años antes de Cristo. Como querrían hacernos creer algunos escépticos, Cristo fue a la India durante los 18 años transcurridos entre su juventud y edad adulta, y volvió, a los 30 años de edad, para imitar y reproducir la vida y los actos de Sakyamuni Buda. Ahora bien, nosotros, que creemos en la originalidad de Cristo ¿vamos a sentidos movidos a ese miserable subterfugio de suponer, como hacen algunos padres jesuitas, que el diablo, sabiendo de antemano los diversos detalles de la vida del Mesías Prometido, se anticipó a él y a todos los detalles de su vida, con su propia caricatura en Skyamuni Buda?”.231

¿Fueron ciertamente tomados del budismo los acontecimientos de la vida de Jesús y sus enseñanzas o fue una coincidencia como afirma el Sr. Eital? ¿Fue a la India cuando era joven o fue obra del diablo, como dicen algunos padres jesuitas? He aquí la verdadera respuesta a esta complicada cuestión. Ahmad, el profeta de esta época, escribe a este respecto en su obra Jesús en la India: “

“Ahoraconvienereflexionarsobrelapregunta:¿Porquéhanexistido tantas similitudes entre Buda y Jesús? Los arias dicen a este respecto que Jesús conoció el budismo en sus viajes a la India y, después de conocer los hechos de la vida de Buda, hizo sus Evangelios con los mismos relatos a su regreso a su país de origen. Sin embargo, este es un error poco honesto de los arias. Es totalmente falso que Jesús fuera a la India antes del acontecimiento de la Cruz: no necesitaba hacer ese viaje en aquel tiempo, mientras que sí necesitó hacerlo

cuando los judíos de Sham (Siria), lo rechazaron y, tal como creen,

  • Eitel: Lectures on Buddhism. Tercera edición, Londres,

lo crucificaron. Habiendo agotado así su amor por los judíos y su solicitud en predicarles, y habiéndose vuelto los judíos, en razón de su naturaleza malvada, tan insensibles que fueron totalmente incapaces de aceptar la verdad, Jesús, habiendo sido informado por Dios que las diez tribus de los judíos habían emigrado a la India, se dirigió a esas regiones. Y, dado que algunos grupos de judíos habían aceptado el budismo, este verdadero profeta no tuvo más alternativa que dirigir su atención a los seguidores del budismo. Los distintos grupos budistas esperaban la aparición de un Mesías “Buda”. Por tanto, por los títulos de Jesús, así como algunas de sus enseñanzas morales, tales como “ama a tus enemigos”, o “no resistas al mal”; y tal como había sido profetizado por Gautama Buda, en relación con el Matiyya de piel blanca (es decir, Masiha o Mesías), los sacerdotes lo consideraron como el Buda por todos estos signos. También es posible que algunos de los títulos, enseñanzas morales y hechos de la vida de Jesús pudieran haber sido adscritos a Buda en aquella época, consciente o inconscientemente, pues los hindúes nunca han dado prueba de mucha experiencia en registrar la historia. Los acontecimientos de la vida de Buda no se registraron hasta la época de Jesús”.232

  • El Sr. Eitel escribe: Puede demostrarse que prácticamente todos los matices de estos colores cristianos que la tradición budista otorga a la vida de Buda son de origen comparativamente No hay un solo escrito budista en existencia que pueda rivalizar, en antigüedad y autenticidad indudable, con los más antiguos códices de los Evangelios (Eitel: Lectures on Buddhism. Tercera edición, Londres, 1884, p. 16).

El Dr. Hermann Oldenberg escribe: “Debe considerarse como una afirmación primordial el hecho de que la biografía de Buda no ha llegado a nosotros desde épocas antiguas, en la era de los textos pali, y podemos decir con seguridad que dicha biografía no existía entonces” (Olderberg: Buddha, His Life, His Doctrine, His Order, p. 78, Willian y Norgate, 1882.)

Los sacerdotes budistas, pues, tuvieron la oportunidad de achacar a Buda “cualquier cosa que desearan adscribirle”. Después de dar algunos ejemplos de las enseñanzas morales, el Mesías Prometidoas escribe:

“Ha de tenerse en cuenta que estas enseñanzas morales y su modo de predicación, es decir, hablar en parábolas (que era el método de Jesús), junto con otras circunstancias, sugiere de inmediato que fue una imitación de las enseñanzas de Jesús. Cuando Jesús fue a la India y predicó aquí y allá, los seguidores del budismo lo conocieron, y al ver que era una persona santa y un hombre lleno de bendiciones, registraron estos acontecimientos en sus libros. Más aún, lo declararon Buda, ya que es propio de la naturaleza humana probar y mantener una cosa buena allá donde se encuentre; hasta el punto de que las personas intentan anotar y recordar cualquier observación inteligente realizada por cualquier individuo delante de ellas.”

“Es, pues, bastante probable que los seguidores de la fe budista hayan podido reproducir todo el cuadro de los Evangelios en sus libros… Todos estos puntos de semejanza se derivan del hecho de la visita de Jesús a la India; siendo una suerte para los seguidores de la fe budista el hecho de que permaneciera entre ellos durante un tiempo considerable.”

En mi opinión esta es la explicación razonable y una respuesta satisfactoria a la pregunta: “¿Cómo se infiltraron en la literatura budista y se adscribieron a Gautama Buda los acontecimientos de la vida de Jesús y sus enseñanzas?”

Share via