2. El islam y los musulmanes
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

El islam y los musulmanes.

Islam es el nombre dado por Dios Altísimo a la verdadera religión, que Él mismo reveló. “Islam” es una palabra árabe y literalmente significa “paz” y “sumisión”, en el sentido de “sometimiento de la propia voluntad y estar en consonancia y concordancia con la voluntad de Al’lah”. Así pues, el significado del “Islam” es alcanzar una vida de perfecta paz y felicidad eterna, a través de la completa entrega a la voluntad de Dios.

Al’lah dice en el Sagrado Corán:

huwa sam-mākumul muslimīna min qablu wa fī hāzā

“Él (Dios) os ha denominado ‘musulmanes’ 

tanto antes de este Libro (Corán) como en él”, (22:79).

in-nad-dīna ‘indal-lāhil Islam

“Ciertamente, la verdadera religión ante Al’lah es el Islam (o la sumisión total)”, (3:20).

El Islam es la religión que provee una verdadera comprensión de Dios y prescribe Su verdadera adoración. El Islam es también  inherente a la naturaleza humana, porque los humanos han sido creados de acuerdo al Islam; y enseña además que el máximo objetivo de las facultades humanas es conocer a Al’lah, el Exaltado, a través de la purificación de su alma, que se logra adorándolo y realizando buenas obras.

El Islam es la esencia de toda la verdad, pues no hay ni una sola verdad fundamental que no esté contenida en el Santo Corán. El Islam es una fe viva y afirma ser capaz de reavivar la relación del hombre con Dios, de la misma manera que ocurrió en el pasado. Por otra parte, el Islam no considera que la revelación y la comunión con Al’lah sean cosas del pasado, sino que los caminos de la felicidad espiritual recorridos por Profetas como Noéas, Abrahamas, Moisésas, Jesúsas y especialmente el Santo Profeta del Islamsa, aún están abiertos y siguen invitando a recorrer su senda a todos aquellos que desean establecer una comunión íntima con Dios.

Otro de los rasgos distintivos del Islam es que requiere de sus seguidores creer que todas las grandes religiones del mundo, que prevalecieron antes del mismo, fueron enviadas por Al’lah; además requiere creer en todos los Profetas y en las revelaciones que les fueron otorgadas. Por tanto, es un mensaje universal y una guía perfecta.

Dios Todopoderoso dice en el Libro Sagrado:

qūlū āman-nā bil-lāhi wa mā unzila ilainā wa mā unzila ilā

ibrāhima wa ismā ‘īla wa ishāqa wa ya‘quba wal asbāti wa mā

‘ūtiya mūsā wa ‘īsā wa mā ‘ūtiyan-nabiy-yuna mir-rab-bihim lā

nufarriqu baina ahadim-minhum wa nahnu lahū muslimūn

“Decid: ‘Creemos en Al’lah y en lo que nos ha sido revelado, 

y lo que fue revelado a Abraham y a Ismael, a Isaac, a Jacob y a sus hijos; 

y lo que se reveló a Moisés y Jesús, 

y en lo que fue dado a todos los demás Profetas por su Señor. 

No hacemos diferencia alguna entre ninguno de ellos y al Él nos sometemos’”, (2:137).

El Islam se presenta como una religión universal, porque el Sagrado Corán afirma que es un mensaje para todo el mundo y que el Profeta del Islamsa es el Mensajero para toda la humanidad:

in huwa il-lā zikrul-lil ‘ālamīn

“No es más que un Recordatorio para todos los mundos”, (81:28).

qul yā ay-yu han-nāsu in-nī rasūlul-lāhi ilaikum yamī’ā

“Diles: ‘¡Oh humanos, en verdad soy un Mensajero 

enviado por Dios para todos vosotros!’”, (7:159).

El Islam no solo proclama su carácter universal, sino que también asegura ser eterno; y ha sido declarado en el Santo Corán como “la religión perfecta para el beneficio de la humanidad”, después de la cual no se revelarán nuevas enseñanzas para anular las ya existentes en el Islam.

Al’lah dice en el Santo Corán:

al yauma akmaltu lakum dīnakum wa atmamtu ‘alaikum

ni’matī wa radītu lakumul islama dīna

“En este día os he perfeccionado vuestra religión 

y he completado Mi Gracia con vosotros,  

y os he escogido el Islam como religión”, (5:4).

El Islam, como dice el versículo del Corán ahora mencionado, es la culminación de la religión inaugurada por Al’lah en el principio del mundo, al enviar el Libro Sagrado a través de Muhammadsa. Igual que a un niño se le enseña el alfabeto, Dios le enseñó la religión al mundo gradualmente y poco a poco, enviando a Sus Profetas a los diferenres pueblos y en distintas épocas.

Cuando el mundo alcanzó el estado de entendimiento por el que ya estaba preparado para la lección final, Al’lah envió el último y perfecto Libro Divino a través del Santo Profetasa. Este Libro no solo corrige los errores que se introdujeron en las distintas religiones, sino que al mismo tiempo contiene mandamientos que no se revelaron anteriormente, debido a circunstancias especiales de la sociedad o por encontrarse la misma en una etapa temprana de desarrollo. En otras palabras, se reúnen en un solo Libro las verdades que estaban contenidas en la Revelaciones Divinas ya otorgadas a cualquier pueblo pasado para la guía del hombre y contiene todos los requisitos morales y espirituales para una humanidad en constante avance.

Dios Altísimo dice en el Sagrado Corán:

fīhā kutubun qay-yimah

“En ella están las enseñanzas eternas”, (98:4).

(“Synopsis of religious preaching”, Ata Ullah Kaleem, pp. 63-64).

De entre los grandes credos, el Islam es único en muchos aspectos. Por ejemplo, es la única religión que no se basa en ningún mito o misterio, sino en la certeza de hechos probados y reconocidos. Muhammadsa, el Profeta del Islam, fue una figura histórica y vivió su vida a la vista de todos. La revelación que se le entregó, durante un periodo de 23 años, ha sido salvaguardada en el Santo Corán de acuerdo con la promesa Divina anunciada en el siguiente versículo:

in-nā nahnu naz-zalnaz-zikra wa in-nā lahū la hāfizūn

“En verdad, Nosotros Mismos hemos revelado esta Exhortación 

y ciertamente seremos su guardián”, (15:10).

Es Islam es una religión muy comprehensiva, ya que presenta una forma de vida completa, ofrece guía para todas las situaciones posibles y cubre todas las esferas de las actividades humanas. Además, en el Islam, las creencias deben ser reflejadas en acciones. Aparte, el Islam viene con un mensaje de paz para sus seguidores respecto a su relación con los demás seres humanos, así como también en su relación con Al’lah. El Islam condena cualquier discriminación basada en la nacionalidad, el color o la clase social; nos enseña que no puede existir una raza superior, aristocracia o sacerdocio; y que el más noble a los ojos de Dios es el más piadoso. Por tanto, el Islam es diferente de los otros credos al suministrar un código muy completo de comportamiento moral y social.

Finalmente, decir que el Islam se adapta a la naturaleza humana y sacia todas las necesidades del hombre; y es la única religión que acepta enseñanzas Divinas previas y a sus fundadores como procedentes todos de Al’lah. No obstante, estipula que esas enseñanzas han sido modificadas y no deben ser tomadas ya como verdadera guía. El Islam enseña que el Sagrado Corán incorpora dentro de sí los verdaderos significados de esas enseñanzas anteriores y que su propia integridad siempre será salvaguardada por el propio Dios. Como consecuencia, esta aceptación e incorporación de otras Escrituras hace del Islam una religión verdaderamente universal.

Algunas de las características distintivas del Islam son: 

  1. El Islam sostiene que Al’lah es el Creador del universo y presenta Su Unidad de forma absoluta y simple, comprensible y atractiva, tanto para una persona ordinaria como para un intelectual. Al mismo tiempo, el Islam concibe a Dios como un Ser Perfecto, la Fuente de todas las excelencias y que está libre de todo defecto. Él es el Dios Viviente que se manifiesta en todas partes, que ama a Su creación y escucha sus súplicas; ninguno de Sus Atributos ha dejado de operar, por lo que Al’lah se comunica con la humanidad al igual que antes, como siempre, y no ha cerrado los caminos que nos llevan directamente hacia Él.
  1. El Islam sostiene que no hay contradicción entre la Palabra de Dios y Su Obra. Así, nos libera de la tradicional rivalidad entre la ciencia y la fe, y no requiere que el hombre crea en algo que esté más allá de las leyes de la naturaleza, las cuales han sido determinadas por Él mismo. Por el contrario, Al’lah nos insta a reflexionar sobre la naturaleza y a que nos beneficiemos de ella, pues todo ha sido creado para el beneficio de la humanidad.
  1. El Islam no hace afirmaciones triviales ni nos obliga a creer en lo que no entendemos, pues apoya sus enseñanzas en la razón y el entendimiento, satisfaciendo nuestro intelecto y las profundidades de nuestra alma.
  1. El Islam no se basa en mitos o folclore, sino que invita a cada uno a experimentarlo por sí mismo y mantiene que la verdad es siempre verificable, de una forma u otra.
  1. El Libro Revelado del Islam es único, haciendo que esta fe sea diferente de las demás. A pesar de sus esfuerzos colectivos durante siglos, sus oponentes no han podido igualar ni una pequeña porción de este maravilloso Libro. Su mérito radica no solo en su excelencia literaria especial, sino también en la simplicidad y la comprehensión de sus enseñanzas. El Santo Corán proclama que es la mejor guía, un reclamo que no ha hecho ningún otro Libro Revelado.
  1. El Libro Sagrado proclama combinar lo mejor de las Escrituras previas y todas sus enseñanzas duraderas y completas han sido recogidas dentro del mismo.

El Corán dice:

in-na hāzā la fis-suhufil ‘ūlā suhufi ibrāhīma wa musā

“Eso es en verdad lo que se enseñó en las Escrituras anteriores, 

las Escrituras de Abraham y Moisés”, (87:19-20).

  1. Otra característica distintiva de Islam es que su Libro Revelado está en una lengua viva. ¿No es curioso que las lenguas de todos los otros Libros Divinos estén muertas o ya no se usen de manera general? A nosotros nos parece que un Libro vivo tiene que estar escrito en una lengua viva y que perdure para siempre.
  1. Una distinción más del Islam es que Muhammadsa pasó por cada escenario imaginable de la experiencia humana, empezando por una infancia de orfandad y pobreza, y terminando como el líder indiscutible de su pueblo. Su vida ha sido documentada con todo detalle y refleja su incomparable fe en Dios, y el constante sacrificio en Su camino. Vivió una existencia llena de acontecimientos y de acción, y ha dejado un ejemplo de perfecta conducta en todos los ámbitos de la actividad humana. Todo esto es lógico y cabía esperar, pues él fue la viva interpretación y puesta en práctica del Santo Corán. Por lo tanto, con su ejemplo personal iluminó el camino de la humanidad para todos los tiempos venideros, un papel que no cumplió adecuadamente ningún otro profeta.
  1. Muchas profecías contenidas en el Libro Sagrado se han cumplido a lo largo de los años y han reforzado la fe de sus seguidores en la existencia del Dios Viviente y Omnisapiente. Este proceso continúa hasta nuestros días. Por ejemplo, el reciente descubrimiento del cuerpo preservado del Faraón, bajo cuyo reinado fueron forzados a escapar de Egipto tanto Moisésas como su gente, cumple la profecía contenida en el siguiente versículo del Sagrado Corán:

fal yauma nu naj-jīka bi badanika litakūna liman jalfaka āyah

“Por tanto, en este día salvaremos solo tu cuerpo, 

para que te conviertas en una señal para los que vengan después de ti”, (10:93).

Otro ejemplo del cumplimiento de una profecía coránica es acerca del desarrollo de nuevos medios de destrucción, donde el fuego estará encerrado en pequeñas partículas que se expanderán y se agitarán antes de explotar con tal ferocidad que causarán que las montañas se evaporen.

wailul-li kul-li humazatil-lumazati nil-lazī jama‘a mā lanw-wa

‘ad-dadahū yahsabu an-na mā lahū ajladah kal’la layumbazan-na fil hutamah wa mā adrāka mal hutamah nārul-lāhil mūqadatul-latī

tat-tali‘u ‘alal af’idah in-nahā ‘alaihim-mu’sadatun fī ‘amadim-mu

mad-dadah

“¡Ay de todo difamador, calumniador!

 Quien amasa riqueza y la cuenta una y otra vez. 

Piensa que su riqueza lo hará inmortal. 

¡No, seguramente será arrojado a un castigo estrepitoso (‘al-hutamah’)!

¿Y qué te hará saber lo que es “al-hutamah”? 

Es el fuego encendido de Al’lah 

que saltará sobre los corazones.

 Será traído contra ellos,

 en forma de columnas extendidas”, (104:2-10).

Este sura, Al-Humazah, cuyo título se refiere a “aquellos que se burlan con sus manos y ojos”, por un lado habla de la vida después de la muerte; y por otro es una profecía sobre el desarrollo de la bomba atómica. La palabra “hutamah” se refiere al átomo y a la energía extraordinaria que se haya dentro de él, y es curioso que ambas palabras guardan un parecido muy significativo.

(“Revelation, rationality, knowledge & truth”, Hazrat Mirza Tahir Ahmad, pp. 613-617).

  1. Otra característica del Islam es que, mientras habla del Más Allá y la vida que hallaremos tras la muerte, también profetiza eventos futuros de este mundo y el cumplimiento de los mismos refuerza la fe de sus seguidores en la vida después de la muerte.
  1. El Islam es distinto de otros credos, ya que provee un código comprehensivo de conducta completo a nivel individual, colectivo e internacional, cuyas instrucciones abarcan cada situación imaginable e incluyen las relaciones entre jóvenes y mayores, patrones y empleados; entre los miembros de la familia, amigos y compañeros, e incluso entre adversarios. Además, las reglas y principios que contiene son universales y han pasado ya la prueba del tiempo.
  1. El Islam proclama la completa igualdad entre la humanidad y no considera válidas las diferencias de casta, fe o color. El único criterio de honor que acepta es la rectitud, no el nacimiento en una familia o lugar determinados, la riqueza, la raza o el color.

El Santo Corán dice:

in-na akramakum ‘indal-lā hi atqākum

“En verdad, el más honorable de entre vosotros, ante los ojos de Al’lah, 

es aquel que es más justo entre vosotros”, (49:14).

Nuevamente el Sagrado Corán dice:

man ‘amila sāli-ham-min zakarin au unzā wa huwa  mu’minun fa ulā’ika yadjūlunal yan-nata yurzaqūna fīhā bi ghairi hisāb

“El que hace el bien, sea varón o mujer y sea creyente, 

entrará en el Jardín (Paraíso); en él se les proporcionará sin medida”, (40:41).

  1. El Islam presenta una definición del bien y del mal que es distintiva de entre todas las demás religiones, ya que no sostiene que haya un deseo humano natural de ser malvado, pues solo considera como algo malo su satisfacción desordenada e impropia. Por ello, el Islam enseña que nuestras inclinaciones naturales deben ser reguladas y canalizadas para hacerlas constructivas y beneficiosas para la sociedad.
  1. El Islam no solo ha hecho que las mujeres puedan heredar la propiedad, sino que les ha dado los mismos derechos que a los hombres, aunque no sin tener en cuenta los rasgos diferentes de su anatomía y sus responsabilidades casi exclusivas en la crianza y cuidado de los hijos.

(“Distintive features of Islam”, Hazrat Mirza Tahir Ahmad, pp. 12-15).

Dios Todopoderoso dice a los seguidores del Santo Profetasa en el Libro Sagrado:

huwajtabākum wa mā ja‘ala ‘alaik um fid-dīni min haraj mil-lata  abikum ibrāhīm huwa sammaku mul muslimīna min qablu wa fī hāzā

“Él os ha escogido y no os ha puesto ninguna dificultad en la religión. 

Seguid pues la fe de vuestro padre Abraham; 

Él (Al’lah) os llamó ‘musulmanes’ 

tanto antes de este Libro (Corán) como después”, (22:79).

Dirigiéndose a los musulmanes, Dios dice en el Santo Corán:

kuntum jaira um matin ujriyat lin-nāsi

“Vosotros sois el mejor pueblo levantado para el bien de la humanidad”, (3:111).

La palabra “musulmán” fue usada antes del Islam, pues Al’lah dice en el Sagrado Corán sobre el profeta Abrahamas:

mā kāna ibrāhīmu yahūdiny-yanwa lā nasrāniny-yanw-wa lākin kāna hanīfam-muslima

“Abraham no era ni judío ni cristiano, 

pero siempre fue sumiso a Dios y obediente a Él”, (3:68).

iz qāla lahū rab-buhū aslim qāla aslamtu li rab-bil‘ālamīn

“Cuando su Señor le dijo ‘sométete’, él contestó: 

‘Me he sometido al Señor de todos los mundos’”, (2:132).

Por lo tanto, aquel que se somete y sigue las leyes del Islam se llama “musulmán”.  Así pues, un musulmán es una persona que vive en paz con Al’lah, el Creador, y Su creación. En este sentido, hay directrices muy claras relativas a la definición de musulmán que se encuentran en el Libro Sagrado y en las tradiciones del Profetasa.

El Santo Corán describe al verdadero musulmán como:

al-lazīna yu’minūna bilghaibi wa yuqīmūnas-salāta wa

mim-mā razaqnāhum yunfiqun wal-lazīna yu’ minūna bimā unzila ilaika wamā unzila min qablika wa bil ājirati hum yūqinūn.

“Quienes creen en lo invisible y observan la oración, 

y gastan de lo que les hemos provisto.

Y quienes creen en lo que te ha sido revelado 

y lo que fue revelado con anterioridad a ti; 

y tienen fe firme en lo que está aún por venir”, (2: 4-5). 

El Santo Profetasa afirmó:

man sal-lā salātanā wastaqbala qiblatanā wa akala zabīhatanā fazālikal muslimul-lazī zim-matul-lāhi wa zim-matu rasūlihī falā tujfirul-lā-ha

fī zim-matihī

“Quienquiera que ofrezca sus oraciones como nosotros lo hacemos y vuelve su rostro hacia la Qibla, la misma a la que nosotros volvemos nuestros rostros, y participa de nuestro ‘zabiha’ (es decir, que come del animal que hemos sacrificado), es ciertamente un musulmán, que está bajo la protección de Dios y Su Mensajero. Por lo tanto, no violeis la promesa hecha por Al’lah”.

(Bukhari, vol. 1, bab fadl istiqbalul qiblati).

El Imam Abu Hanifa dijo:

“Quienquiera que desee entrar en el redil del Islam, que declare y crea que ‘no hay nadie digno de ser adorado excepto Dios y que  Muhammad es Su Mensajero’. 

Si hace esto, ciertamente es un musulmán, 

incluso si no es consciente de los mandatos fundamentales del Islam”.

(“Comentario del Fiqah-i-Akbar”, por Imam Abu Hanifa, p. 34).

La unificación de la humanidad a través del islam.

Todas las religiones esperan que un Mesías venga en los Últimos Días y que esa época aparecerá relativamente cerca del final de este mundo físico tal y como lo conocemos. Además, todas esperan a esta persona como una “segunda venida”, de alguna forma, de un profeta al que se le debe dar un lugar especial e incluso convertir en un ídolo. Tenemos ejemplos de ello entre todas las grandes religiones: los hindúes esperan a Shri Nishkalank Avtar, las escrituras de los sijs lo llaman Mahdi Mir; los zoroastrianos esperan la aparición de Soashyant, el tercer hijo espiritual de Zoroastro; los budistas creen que Budhistua Maitreya, el futuro Buda, finalmente descenderá de su actual residencia en uno de los cielos; para los judíos la creencia y la ferviente espera del Mesías son principios firmemente establecidos; los cristianos, desde los primeros tiempos después de San Pablo, han estado esperando la segunda venida de Jesucristoas; finalmente, los musulmanes también están esperando que el mismo Jesúsas descienda del Cielo, pero como musulmán. Por su parte, los musulmanes chiitas creen que el “imam oculto”, que dicen desapareció misteriosamente hace 1.100 años, volverá como Imam Mahdi.  Obviamente, desde el punto de vista del Ahmadíat, todas estas expectativas deben cumplirse en una sola persona y no en varias.

(Revista “The Muslim Sunrise”, 1988, p. 3).

Hazrat Muhammad Zafrulla Khanra (Compañero del Mesías Prometidoas) escribió acerca de la unificación de la humanidad mediante el Islam:

“El mundo de la religión está familiarizado con el concepto de la segunda venida de grandes maestros religiosos que han fallecido, pero es bastante curioso que todos aquellos que están esperando el cumplimiento de las profecías relacionadas con el segundo advenimiento de un gran maestro esperan que el mismo regrese a la tierra en su cuerpo físico, por lo que este concepto ha causado una gran confusión, desconcierto y conflicto.

wa ājarīna minhum lam-mā yalhaqū bi him

‘…Y entre otros de aquellos que aún no se les han unido’, (62:4).

El versículo anterior del Sagrado Corán indica una segunda venida espiritual de Muhammadsa. Sin embargo, en este caso nunca se ha entendido como que el Profetasa iba a regresar a la tierra en su cuerpo físico, ya que su segunda venida se cumpliría con la aparición de alguien tan completamente devoto a él que sería su reflejo espiritual.

Ahora bien, una cuestión que debe ser considerada respecto a la espera casi universal de la segunda venida de un gran maestro en los Últimos Días es: ¿cuál sería el mensaje y la misión de ese maestro? Tal advenimiento ha sido profetizado en casi todas las principales religiones que actualmente se encuentran sobre la tierra. Entonces, ¿serán el mensaje y la misión de cada uno de estos maestros idénticos? O ¿cada uno de ellos traerá su propio mensaje, que será distinto y opuesto a los mensajes de los otros grandes maestros en su segundo advenimiento? Si los mensajes de todos ellos fueran idénticos, solo sería necesario un único maestro para traer ese mensaje y dar un ejemplo de conformidad con él; pero si los mensajes fueran diferentes y opuestos, el advenimiento de tantos maestros, en vez de promover unidad, paz, acuerdo y sosiego espiritual, simplemente generaría hostilidad, discordia, enemistad y caos.

Aparte, si cada uno de estos grandes maestros apareciera dentro de la tradición de su fe respectiva, ¿defendería los valores de esa fe tal como se habían establecido originalmente o se apartaría de ellos? Y si esto último ocurre, ¿cuál sería el alcance de sus doctrinas y enseñanzas? En realidad, ambas opciones crearían problemas que serían difíciles de resolver.

La humanidad, durante los últimos dos siglos aproximadamente, ha estado intentando avanzar hacia una unidad de objetivo y propósito, y todos los avances que han tenido lugar para llevar a diferentes sectores de la sociedad a tener una relación mutua más cercana, son la indicación más evidente de que el gran maestro de los Últimos Días sería en realidad una sola persona y no habría una pluralidad de ellos”.

Los musulmanes están de acuerdo en que la profecía mencionada en el siguiente versículo del Santo Corán se cumplirá con el advenimiento de Muhammadsa en los Últimos Días, o sea alguien que será el Mahdi y el Mesías:

huwal-lazī arsala rasūlahū bil hudā wa dīnil haq-qi li

yuzhirahū ‘alad-dīni kul-li hī wa  lau karihal mushrikūn

“Él es Quien envió a Su Mensajero con la guía y la religión de la verdad, 

para hacerla prevalecer sobre cualquier otra religión, 

aunque a los idólatras no les guste”, (9:33).

Hay además una fuerte presunción de que el gran maestro de los Últimos Días aparecería dentro del Islam y está confirmada por muchos factores.

Algunos de ellos son:

  1. La escritura revelada del Islam, el Sagrado Corán, claramente y sin duda alguna, proclama la universalidad de la misión del Santo Profetasa. Dios Altísimo dice en el Libro Sagrado:

wa mā arsalnāka il-lā rahmātal-lil ‘ālamīn

“Y no te hemos enviado sino como misericordia para todos los pueblos”, (21:108).

qul yā ay-yu han-nāsu in-nī rasūlul-lāhi ilaikum yamī‘ā

nil-lazī lahū mulkussa māwāti wal-ard

“Diles: ‘¡Oh humanos! 

En verdad soy un Mensajero para todos vosotros enviado por Al’lah, 

a Quien pertenece el Reino de los Cielos y de la tierra’”, (7:159).

wa mā arsalnāka il-la kā ‘af-fa tal-lin-nāsi bashīrauw-wa nazirā

“Y no te hemos enviado sino como portador de buenas nuevas 

y como Amonestador para toda la humanidad”, (34:29).

  1. La Escritura Sagrada del Islam contiene una guía completa para toda la humanidad y épocas diferentes:

rasulūm-mi nal-lāhi yatlū suhufam-mu tahharatan

fihākutubun qay-yimah

“Un Mensajero de Dios que recita las Escrituras puras.

En ellas están las enseñanzas eternas”, (98:3-4).

in huwa il-lā zikrul-lil ‘ālamin

“No es más que un Recordatorio para todos los pueblos”, (38:88).

  1. El Santo Corán es la única Escritura Sagrada que ha sido protegida y salvaguardada bajo Decreto Divino contra cualquier alteración.

in-nā nahnu naz-zalnaz-zikra wa in-nā  lahū la hāfizūn

“En verdad, Nosotros Mismos hemos revelado esta Exhortación 

y ciertamente Nosotros seremos su Guardián”, (15:10).

  1. Hay también una promesa contenida en el Libro Sagrado referente a que en los Últimos Días, un profeta aparecerá en el Islam, quien no solamente lo defenderá contra los ataques de los seguidores y los defensores de otros credos, sino que además establecerá la superioridad del Islam sobre todas las otras religiones y en todos los aspectos:

huwal-lazī arsala rasūlahū bilhudā wa dīnil haq-qi li

yuzhirahū ‘alad-dini kul-lihī

“Él es Quien envió a Su Mensajero con la guía y la religión de la verdad, 

para que Él (Al’lah) la haga prevalecer sobre cualquier otra religión”, (9:33).

Los comentaristas del Libro Sagrado están de acuerdo en que la promesa contenida en este versículo será cumplida a través del Mahdi-Mesías, cuyo advenimiento en “los últimos días” ha sido predicho por el Santo Profetasa.

  1. El Islam es la única fe que requiere la creencia en todos los Profetas, sin importar cuándo o dónde hayan aparecido.

wa im-min um-matin il-lā jalā fīhā nazīr

“Y no hay ningún pueblo al que no se haya enviado un Amonestador”, (35:25).

  1. Es obvio que el gran maestro, cuyo advenimiento en los “últimos días” ha sido predicho en cada una de las principales religiones reveladas del mundo, estaría Divinamente guiado; o sea, sería el receptor de la revelación Divina.

Ha habido un consenso general entre los musulmanes de que el Mahdi–Mesías aparecería al inicio del siglo XIV después de la Hégira, que corresponde aproximadamente a la última década del siglo XIX de la era cristiana”.

(“Ahmadiyyat: the renaissance of Islam”, p. vii-xii, publicado en 1978).

Los musulmanes áhmadis.

Según nuestro punto de vista y creencia, el reformador esperado de la época ya ha aparecido. Su nombre es Hazrat Mirza Ghulam Ahmad de Qadiánas (India), el Santo fundador de la Comunidad Musulmana Ahmadía, quien declaró en 1889 ser el Reformador esperado y estableció así la Yamat Musulmana Ahmadía.

Hazrat Ahmadas dijo:

“Cuando el XIII siglo después de la Hégira estaba próximo a su fin y el comienzo del XIV siglo estaba cerca, fui informado por Dios Todopoderoso, a través de la revelación, que yo era el Muyaddid o Reformador del catorceavo siglo”.

(“Kitabul Bariyya”, Ruhani Khazain, Hazrat Mirza Ghulam Ahmad, vol. 13, p. 168).

Más tarde, en 1891, Hazrat Mirza Ghulam Ahmadas anunció que él era el Mesías Prometido mencionado en las profecías de Muhammadsa y en la Santa Biblia por Jesúsas. Declaró que había venido en el poder y el espíritu de Jesúsas, y que su personalidad y carácter guardaban una semejanza muy parecida a la suya; y que habiendo sido ese Mesías el de la tradición mosaica, él era el Mesías de la islámica. También declaró que, al igual que Jesúsas, él era un profeta de Al’lah aunque subordinado, un esclavo y estricto seguidor del Santo Profeta Muhammadsa. Así, Hazrat Mirza Ghulam Ahmad de Qadiánas proclamó que en su persona se había cumplido la profecía de la segunda venida de Jesúsas; y explicó además que el Hijo de Maríaas fue un profeta de Dios que había muerto como cualquier otro ser humano y que siempre que ha habido una profecía sobre la segunda venida de un profeta era siempre en un sentido metafórico, en el sentido de que alguien volvería a aparecer con un gran parecido al primero.

(“The Promissed Messiah and Mahdi”, Dr. Aziz Ahmad Chaudhry, p. 11).

El fundador de la Comunidad Musulmana Ahmadía obtuvo su inspiración y guía de Hazrat Muhammad Mustafasa. Él no trajo una nueva religión, ni permitió ninguna innovación religiosa. El punto central de su misión fue el renacimiento y el resurgimiento del Islam.

En este sentido, un musulmán que cree en todos los principios y mandamientos del Islam, tal y como se recogen en el Sagrado Corán y fueron practicados por el Santo Profeta Muhammad Mustafasa, y cree que Hazrat Mirza Ghulam Ahmad de Qadiánas es el Mesías Prometido y Mahdi, como fue profetizado por el fundador del Islam, y que en todas las cuestiones a debate acepta su interpretación del Islam como la única interpretación válida, y cree además en la institución del Jalifato, es llamado “musulmán áhmadi”.

Las proclamas y misión del Mesías Prometido y Mahdias se presentan con detalle más adelante en este libro.

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