Cada año nos marcamos una serie de objetivos que deseamos cumplir: mejorar nuestra forma física, sacar mejores notas, conseguir ese ascenso en el trabajo … . Y aunque empezamos con fuerza, luego pasa el tiempo, y esta determinación empieza a desinflarse, y poco a poco volvemos a caer en la rutina de siempre, y cada paso que intentamos dar para alcanzar nuestra meta parece más y más pesado. ¿Por qué nos sucede esto?