Costumbres Islamicas
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
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Que él/ella se abstenga de adoptar costumbres no islámicas y de seguir inclinaciones lujuriosas y se someta completamente a sí mismo a la autoridad del Sagrado Corán; y que él/ella haga la Palabra de Dios y los dichos del Santo Profeta Mohammadsa la guía de sus principios en cada aspecto de su vida.

El Mesías Prometidoas nos advierte de que no sigamos costumbres no islámicas, que la gente ha añadido a su fe debido a la influencia de la sociedad en la que viven. Estas costumbres provienen de otras religiones. Por ejemplo, existen algunos hábitos frívolos durante las celebraciones del matrimonio, como, por ejemplo, presumir de la dote que se le va a dar a la novia por parte de la familia del novio, o sobre los regalos que van a llevar, o que la familia de la novia exhiba públicamente la dote que se le ha entregado. La lista es muy amplia. El islam solamente impone que el haq mehr [el derecho justo de la novia] sea anunciado públicamente como parte de la ceremonia religiosa del matrimonio. Todas las demás costumbres son frívolas. Sobre todo porque cuando una parte presume de la dote, aquellos que tienen mayor bienestar económico quieren mostrar que están dando más de lo que sus homólogos dieron en sus matrimonios. Todo esto no es más que una rivalidad mundana y una exhibición.

Hoy día, hay muchos de vosotros a quienes Al-lah el Todopoderoso ha bendecido enormemente después de la migración[1]. Esta es una de las bendiciones de haberse unido a la Comunidad del Mesías Prometidoas. Es una consecuencia de los sacrificios realizados por vuestros antepasados, y una gracia, resultado de las súplicas ofrecidas por ellos. Pero hay algunos que, en lugar de estar agradecidos, y postrarse ante Al-lah el Todopoderoso, y gastar en Su causa, se convierten en presa de la auto-exultación y el alarde, al gastar de forma excesiva en las bodas.

En las celebraciones de matrimonio y en los walimahs [fiesta de recepción que organiza el marido después de haberse consumado el matrimonio] se gasta mucho en comida. Muchos de estos platos son preparados para exhibir públicamente. A causa de ello, aquellos que no poseen tanta riqueza solicitan préstamos para poder también alardear de la dote. Algunos padres piden préstamos por temor a las críticas que puedan recibir de los familiares de la novia, respecto a que su hija no haya traído consigo una dote cuantiosa. La familia del novio debería temer a Al-lah. No permitáis que los familiares pobres del novio contraigan deudas para poder mantener vuestra propia falsa autoestima, porque estáis revindicando que sois áhmadis y estáis comprometidos a someteros a las diez condiciones del Bai’at.

Hasta ahora he mencionado brevemente una costumbre que tiene lugar durante el matrimonio. Si me extendiera más sobre este asunto, podría citar muchas otras costumbres prevalentes que acontecen durante las ceremonias de boda.

Cuando las costumbres comienzan a enraizarse, la víctima se vuelve ciega, y, gradualmente, queda atrapada por completo por los deseos carnales, cuando el compromiso del Bai’at implica que él/ella se protegerá plenamente de los deseos carnales, y se subordinará enteramente a la soberanía de Al-lah y del Santo Profetasa. ¿Qué esperan Al-lah y Su Apóstol de nosotros? Sólo que abandonemos las costumbres frívolas y nos sometamos a los mandamientos de Al-lah.

Al-lah el Todopoderoso dice en el Sagrado Corán:[2]

Pero si no aceptan tú invitación, entonces sabe que sólo siguen sus malas inclinaciones. ¿Hay alguien que yerre más que quien sigue sus inclinaciones perversas sin guía alguna de Al-lah? En verdad, Al-lah no guía a los injustos.

En este versículo Al-lah ha dictado un veredicto muy claro que debería inspirarnos temor: aquellos que siguen sus deseos vanos nunca serán rectamente guiados.

Nosotros reivindicamos haber reconocido y aceptado el Imam de la Época, pero a pesar de haber aceptado el compromiso con nuestro Imam de abandonar todas las costumbres vanas, nos aferramos a ellas. Todos deberíamos examinarnos a nosotros mismos: ¿Acaso estamos dando pasos atrás? Si somos veraces al compromiso y- temiendo a nuestro Señor y absteniéndonos de los deseos carnales- nos volvemos a nuestro Querido Al-lah y Le alabamos, Él nos ha dado la buena nueva del Paraíso.

Como dice Al-lah el Todopoderoso en el Sagrado Corán:[3]

Mas para aquel que tema la comparecencia ante su Señor y reprima de su alma los malos deseos, el jardín será en verdad su morada.

Voy a presentar algunos ahadiz relacionados con el tema de los rituales y de las costumbres:

Hadrat Aishahra relató que el Santo Profetasa dijo, “Una innovación en la religión que no está relacionada con los asuntos de la fe debe ser rechazada y es inaceptable.” (Sahih, Al-Bukhari, Kitab-us-Sulhi, Babu Izastalahu ‘ala sulhin jaurin)

Hadrat Jabirra relata que el Santo Profetasa se dirigió a ellos y sus ojos se tornaron rojizos, su voz se volvió más fuerte, y se emocionó tanto como si nos estuviera advirtiendo sobre un ejército invasor. Dijo, “El enemigo está apunto de atacaros en cualquier momento, durante el día o la noche”. También dijo, “yo y la Hora hemos sido enviados en momentos muy próximos.” (Juntó sus dos dedos para mostrar esta cercanía mientras hablaba) Luego añadió, “Ahora os digo que el mejor Tratado es el Libro de Al-lah, y que la mejor guía es la guía dada por Mohammadsa. Lo peor que se puede hacer es introducir innovaciones en la religión; cada innovación conduce a un error.” (Sahih Muslim, Kitab-ul-Jumu’ati, Babu Takhfifis-Salati wal-Khutbah)

Hadrat ‘Amr Bin al-‘Aufra narra que el Santo Profetasa dijo, “Aquella persona que revive cualquiera de mis sunnah para que otros comiencen a practicarla, cosechará una recompensa igual a la recompensa de todas las personas que sigan ese sunnah, y su recompensa permanecerá también con ellos. Aquella persona que introduce una innovación, compartirá los pecados de aquellos que también lo adopten, y sus pecados también permanecerán con ellos.” (Sunano Ibn-e-Majah, Al-Muqaddimah, Babu man Ahya Sunnatan qad umitat)

Hay que erradicar las innovaciones y las nuevas tradiciones

En resumen, el Santo Profetasa nos ha dicho en el hadiz anteriormente mencionado que aquellas innovaciones que no tienen nada que ver con la fe, aquellas que alejan a uno de la fe, que faltan el respeto a los mandamientos de Al-lah y de Su Apóstol, deben ser rechazados. Son todas inútiles y deben ser evitadas. Alejaos de ellas porque corromperán gradualmente vuestra fe.

Podéis observar cómo las innovaciones han conseguido asentarse en otras religiones y las han corrompido. De hecho, esto se esperaba que ocurriera, ya que estaba destinado que el islam permaneciera como la única fe viva. Si se examina con atención, podréis ver cómo otras religiones tales como el cristianismo- a pesar de ser una única religión- ha creado diversas costumbres locales en distintos países integrándolas como parte de su propia fe en dichas naciones. Podemos observar este fenómeno en África. Cuando se abre el camino de la innovación, nuevas innovaciones comienzan a acercarse sigilosamente.

El Santo Profetasa expresó su seria preocupación y advirtió severamente a los que hacen innovaciones en materia religiosa. Es algo que le preocupaba sobremanera. Un hadiz relata que dijo, “Estoy aterrado de pensar que podáis ser presa de las innovaciones e inclinaciones lujuriosas. ¡Me asusta el gran daño que esto pueda causar a la religión y que pueda extraviaros!”

Hoy en día, muchos vivís en sociedades occidentales que tienen muchas costumbres y ritos propios que pueden hacer que os distanciéis de vuestra religión, y os disminuya la belleza de las enseñanzas islámicas. El brillo de lo mundano es muy atractivo; por ello, es necesario adoptar la precaución en cada paso. En lugar de adoptar costumbres erróneas, debemos presentar las bellas enseñanzas del islam.

Cada áhmadi debe poseer una personalidad tan fuerte que la cultura occidental no le afecte en absoluto. Por ejemplo, a las mujeres se les ha impuesto observar el pardah [el velo] según las enseñanzas islámicas. Es en interés de la integridad de la mujer el que obtenga una posición destacada en la sociedad, gracias a la observancia del pardah islámico. Cuando una mujer observa voluntariamente el pardah, y ella misma les cuenta a otros los beneficios de este mandamiento islámico, tendrá un impacto mucho más grande que si son los hombres los que propan las ventajas del pardah en esta sociedad. Aquellas mujeres que observan el pardah obtienen muchas más posibilidades de realizar el tabligh debido a su especial posición social. Este tema requiere gran atención.

Existen muchos otros males sociales en Occidente. Adoptar su conducta simplemente porque vivamos en esta sociedad y nos sintamos obligados a hacerlo es, ciertamente, una situación preocupante. Por ejemplo, no es correcto por vuestra parte entablar una amistad con alguien que consuma alcohol, y acompañarle a un restaurante o un bar pensando: “él beberá alcohol pero yo beberé café u otra bebida.” Hemos de ser muy cuidadosos. Un día, quizá te sientas influenciado por él a probar un sorbo, y luego, Dios no lo quiera, la bebida se acabe convirtiendo en un hábito. Mantened el siguiente hadiz del Santo Profetasa en mente:

Hadrat Abu Barzahra relata que el Santo Profetasa dijo, “Temo que los deseos carnales y las ansias sexuales os tienten, y temo las perversas consecuencias de las tentaciones de los sentidos.” (Musnadu Ahmadabni Hanbal, vol. 4. p. 423, impreso en Beirut)

El Mesías Prometidoas dice:

Hasta que un hombre no se esfuerce realmente y trabaje duramente, no puede obtener el tesoro del conocimiento divino que contiene el islam, y que trae la muerte a una vida contaminada de pecado. Al-lah el Todopoderoso dice muy claramente:[4]

Es fácil hacer alarde de creer en Dios, y a pesar de esta reivindicación, carecer al mismo tiempo de todo el impacto causado por la verdadera creencia. Tal reivindicación es un disparate total. Esta gente no tiene respeto por Dios, y a Dios no le preocupan en absoluto. (Al-Hakam, vol. 9, No. 29, 17 de Agosto, 1905, p. 6)

A continuación dice:

Aquel que teme presentarse ante Dios y se protege a sí mismo de los deseos egoístas, obtiene un lugar en el Paraíso. Protegerse a sí mismo de los deseos carnales implica la muerte del ego. De esta manera, uno puede agradar a Dios en este mismo mundo y, por tanto, obtener el Paraíso. (Al-Badr, vol. 1, 3 de Agosto, 1905, p. 2)

El Sagrado Corán es nuestra guía a las enseñanzas islámicas

Abstenernos de costumbres y rituales indeseados, y de inclinaciones lujuriosas, es ciertamente parte de las enseñanzas islámicas. Para comprender esta enseñanza, hemos de volvernos hacia el Sagrado Corán como nuestra Guía. La verdad en este aspecto es que si un creyente toma al Sagrado Corán como la fuente de orientación en su vida diaria, todos sus males comenzarán a desaparecer automáticamente. Su corazón no contendrá ningún deseo lujurioso porque este es el Libro puro que completa el shari’ah como una forma de vida. Teniendo en cuenta todas las facetas de la vida humana, Al-lah el Todopoderoso ha revelado este Libro al corazón puro del Santo Profetasa. Y, cuando era necesario, el Santo Profetasa exponía dichas enseñanzas a través de sus hábitos, acciones y narraciones. Esta es la razón por la que el Mesías Prometidoas nos ha instruido que aceptemos vincularnos completamente al Libro. Me gustaría, por lo tanto, presentar referencias del Corán, los hadiz y algunos escritos del Mesías Prometidoas con respecto a este tema.

Al-lah el Todopoderoso dice:[5]

En verdad hemos hecho el Corán fácil de entender y recordad. Mas ¿hay alguien que quiera recibir la amonestación?

Hay un hadiz que relata:

Hadrat Abu Musa al-Ash’arira refiere que el Santo Profetasa dijo, “El ejemplo de un creyente que recita el Corán y actúa conforme a él es como una cidra que sabe bien y huele bien. Y un creyente que no recita el Corán pero sigue su ejemplo, es como un dátil, que sabe bien pero no tiene olor. Y el ejemplo de un hipócrita que recita el Corán es como la albahaca, que huele bien, pero sabe amarga. Y el ejemplo de un hipócrita que ni recita el Corán ni lo sigue ese como la coloquíntida, que tiene un sabor amargo y un mal olor.” (Sahih Al-Bukhari, Kitabu Fada’ilil-Qur’an, Babu Ithmi man ra’a bi-Qira’atil-Qur’ani au ta’akkala bihi au fakhura bih)

El Mesías Prometidoas dice:

…el Sagrado Corán está repleto de temas de sabiduría profunda. Supera a la Biblia en cada aspecto de la enseñanza de la verdadera bondad. En concreto, solamente el Corán sostiene la lámpara que muestra a Al-lah como Real e Inalterable. Sólo Al-lah sabe cuántos hubieran caído víctimas de la adoración de Sus criaturas si el Corán no hubiera sido revelado. Gracias a Al-lah, la Unidad que había desaparecido del mundo ha sido establecida de nuevo. (Tohfah-e-Qaisariyyah, Ruhani Khaza’in, vol.12, p. 282)

Vuestra vida yace en el Sagrado Corán

A continuación el Mesías Prometidoas dice:

No releguéis al Sagrado Corán como algo abandonado, porque en su interior yace vuestra vida. Aquellos que honran al Sagrado Corán serán honrados en el Cielo. A aquellos que den preferencia al Corán sobre cada hadiz y narración se les dará preferencia en el cielo. No hay ningún libro para la humanidad en la faz de la tierra excepto el Corán; y no hay Mensajero ni Intercesor para los hijos de Adán excepto Mohammad, el Elegido, que la paz y bendiciones de Al-lah sean sobre él. (Kashti-e-Nuh, Ruhani Khaza’in, vol. 19, p.13)

El Mesías Prometidoas también dice:

El Sagrado Corán atrae a sus verdaderos creyentes con sus cualidades espirituales y su luz inherente. Ilumina sus corazones y manifiesta signos poderosos para establecer un lazo tan fuerte con Dios, que no puede ser roto ni con una espada cortante. Abre el ojo del corazón y cierra el sucio estanque del pecado. Concede la bendición de las deliciosas conversaciones con Al-lah, y otorga el conocimiento de lo Oculto. Informa al suplicante de la aceptación de las oraciones. A cualquiera que se oponga a un verdadero seguidor del Sagrado Corán, Al-lah el Todopoderoso le muestra a través de Sus poderosos signos que Él está con el siervo que sigue Su Libro. (Chashma-e-Ma’rifat, Ruhani Khaza’in, vol. 23, p. 308-309)

Luego dice:

¡Cuidado! No deis ni un sólo paso que contravenga las enseñanzas de Al-lah y la Guía contenida en el Corán. Ciertamente, yo os digo, que quienquiera que eluda incluso el menor de los setecientos mandamientos plasmados en el Sagrado Corán, está cerrándose, de un portazo, las puertas de la salvación sobre sí mismo. Sólo el Sagrado Corán ha abierto los caminos reales y perfectos de la salvación; todos los demás son sólo sus meras sombras. Así pues, deberíais estudiar esta Sagrada Escritura con suma atención y pensamiento profundo; y deberíais amarlo como no habéis amado a ninguna otra cosa. Pues de hecho, tal como Dios me ha transmitido a mí:

Todas las formas de bondad están contenidas en el Corán, y esta es la verdad. Desgraciadamente, hay algunos que dan preferencia a otras cosas sobre él. El Sagrado Corán es la fuente de todo vuestro éxito y vuestra salvación. No hay ni una sola necesidad religiosa que no os haya sido provista en este Libro Sagrado. En el Día del Juicio, el Sagrado Corán avalará o falseará vuestra fe; y aparte del Corán no hay ningún otro libro bajo los cielos que os pueda proporcionar una guía sin que haga referencia al Corán. Es, de hecho, una gran bendición de Dios que Él os haya otorgado un libro como éste. Ciertamente, os digo que el libro que se os ha leído, si se hubiera leído a los cristianos, no habrían perecido; y las bendiciones y orientación que se os ha dado como privilegio, si se hubiera ofrecido a los judíos en lugar de la Torá, algunas de sus sectas no hubieran negado el Día del Juicio. Daros cuenta, por lo tanto, del valor de la bendición que se os ha otorgado. Es una bendición preciada y un gran tesoro. Sin el Sagrado Corán, el mundo no hubiera sido mejor que un sucio coágulo de carne medio hecha. Ciertamente, las demás fuentes de la guía no suman nada comparadas con este libro. (Kashti-e-Nuh, Ruhani Khaza’in, vol. 19, p. 26-27)

Cada uno de nosotros debería analizar hasta qué punto ama al Sagrado Corán y obedece sus mandamientos y trata de ponerlo en práctica a lo largo de su vida. Hay muchas formas de manifestar este amor. Lo más importante para un áhmadi es obligarse a recitar dos o tres ruku’[6]del Sagrado Corán regularmente. Luego, el siguiente paso consistiría en leerlo con su traducción. Si se recita el Sagrado Corán a diario, con su traducción, sus bellas enseñanzas se filtran subconscientemente en las capas profundas de la mente.

Otro asunto que ha impuesto el Mesías Prometidoas en la sexta condición, es la de adoptar las ordenanzas de Al-lah y Su Apóstol, como nuestro código de vida en cada aspecto, y referirse a ellas cuando surja la necesidad. Esto no es una simple proclama. Si meditáis sobre esta directiva, os causará una gran preocupación. Al-lah el Todopoderoso dice:[7]

¡Oh vosotros, los que creéis! Obedeced a Al-lah, a Su Mensajero y a los que tienen autoridad sobre vosotros. Y si disputáis respecto a cualquier asunto, sometedlo a Al-lah y al Mensajero, si sois creyentes en Al-lah y en el Último Día. Esto es al final lo mejor y lo más recomendable.

De nuevo dice:[8]

Y obedeced a Al-lah y al Mensajero, para que se os muestre misericordia.

De nuevo dice:[9]

Te preguntan sobre el botín de guerra. Diles: “El botín pertenece a Al-lah y al Mensajero. Temed pues a Al-lah, arreglad bien las cosas entre vosotros, y obedeced a Al-lah y a Su Mensajero, si sois creyentes”.

En estos versículos, Al-lah el Todopoderoso nos indica que obedezcamos Sus mandamientos con gran seriedad y que los practiquemos lealmente. También se nos instruye a que actuemos conforme a las explicaciones que el Santo Profetasa nos dio acerca de estos mandamientos. Debéis mostrar total obediencia a los líderes designados y la organización de la Comunidad; sólo entonces se puede decir que habéis cumplido verdaderamente vuestras obligaciones respecto a vuestro Bai’at.

A continuación expondré algunos ahadiz sobre este tema.

Hadrat Ubadah Bin As-Samitra relata, “Hicimos una promesa en las manos del Mensajero de Al-lah, bajo la condición de que tendríamos cuidado de obedecer todas las directivas, tanto si nos gustaran como si no.” (Sahih Al-Bukhari, Kitabul-Ahkam, Babu Kaifa Yubayi’ul-Imamun-Nas)

Abdur-Rahman Bin Amr As-Salami y Hadrat Hujr Bin Hujr dijo, “Fuimos a Irbid Bin Sariyara que dijo, “Un día el Apóstol de Al-lah nos guío en las oraciones de la mañana, luego nos dio una exhortación muy eficaz y elocuente a causa de la cual nuestros ojos derramaron lágrimas y los corazones se volvieron temerosos. Un hombre de entre el público dijo, “¡Oh Apóstol de Al-lah! ¡Parece que nos estés dando una exhortación de despedida! Entonces, ¿qué mandamiento nos das?” Él dijo, “Os ordeno que temáis a Al-lah; oíd y obedeced incluso si vuestro Amir [Líder] fuera un esclavo de Abisinia; pues llegará un momento en el que aquellos de vosotros que viváis después de mí, seáis testigos de un gran desacuerdo. Debéis entonces seguirme a mí y a mis Julafa [Califas] rectamente guiados. Manteneos firmes y aferraos a ello. Debéis evitar innovaciones en la religión, pues cada innovación introducida en el nombre de la religión es indeseable, y cada innovación es un manifiesto error.”(Sunan-ut-Tirmadhi, Kitabul Ilmi Babu ma Ja’a Fil-Akhdhi Bis Sunnah. También Sunano Abi Dawud, Kitab-us-Sunnati, Babu Luzumis Sunnah)

Nosotros, los áhmadis que declaramos ser completamente obedientes al Santo Profetasa y proclamamos nuestra fe absoluta, deberíamos siempre mantener este consejo y este hadiz en nuestras mentes.

Hadhrat Anasra narra que el Santo Profetasa dijo: “Quienquiera que posea las siguientes tres cualidades probará el dulce placer de la fe: en primer lugar, que Al-lah y Su Apóstol le sean más queridos que cualquier otra cosa. Segundo, que ame a una persona sólo para conseguir el amor de Al-lah. Tercero, qué odie volver a la incredulidad de la misma manera que odia ser arrojado al fuego” (Sahih Al-Bukhari, Kitabul-Iman, Babu Halawatil Iman)

El Mesías Prometidoas dice:

Mirad: Al-lah el Todopoderoso dice en el Sagrado Corán:[10]

La única de manera de agradar a Al-lah el Todopoderoso es mostrar obediencia completa al Santo Profetasa; pues no hay ningún otro camino que nos lleve a la comunión con Dios. El objetivo final del ser humano debiera ser siempre encontrar al Dios Único, el que no tiene compañero. ¡Debiera rechazar asociar a nadie con Dios, y rechazar dejarse tentar por las innovaciones! Debería obedecer al Mensajerosa y no seguir sus deseos carnales e instintos primarios. Escuchad, lo vuelvo a decir: el ser humano no puede triunfar de ninguna manera a menos que pise por la verdadera senda del Mensajerosa de Al-lah.

Sólo tenemos un Mensajerosa; y sólo un Sagrado Corán ha sido revelado a ese Mensajerosa, obedeciendo al cual podemos encontrar a Dios. Las innovaciones introducidas por los fuqara [ermitaños] y los métodos de durud y waza’if [oraciones conjuradas] inventados por los líderes de los monasterios, son instrumentos que llevan al hombre a la perdición. Manteneos alejados de ellos. Esta gente ha intentado romper el Sello de los Profetas, y de alguna manera, han creado un shari’ah diferente. Acordaos de que la llave para abrir la puerta a las bendiciones y la gracia de Al-lah consiste únicamente en adherirse a los preceptos del Sagrado Corán y seguir al Santo Profetasa , y establecer la Oración y continuar ayunando de la manera establecida. Aquella persona que tome un nuevo camino en lugar de seguir el ya establecido, está perdida. La persona que no cumple con los mandamientos de Al-lah y Su Mensajerosa, y camina por sendas divergentes acabará muriendo en el fracaso. (Malfuzat, nueva ed., vol. 3, p. 102-103)

El Mesías Prometidoas vuelve a decir:

El Todopoderoso Al-lah dice en el Sagrado Corán:[11]

La única de manera de agradar a Al-lah el Todopoderoso es siendo completamente obediente al Santo Profetasa. Es común observar que la gente se esclaviza y se enreda con distintos tipos de costumbres. Cuando alguien muere, en lugar de rezar por el fallecido, como debieran, realizan distintos rituales que son puras innovaciones. Estas costumbres son contrarias a las enseñanzas del Santo Profetasa. Seguirlas es una falta de respeto hacia él, pues significan que sus enseñanzas no son consideradas suficientes y definitivas. Si no fuera así, no tendrían necesidad de introducir estos hábitos. (Malfuzat, nueva ed., vol. 3, p. 316)

A continuación dice:

Esta vida temporal llegará a un fin, tanto si la pasamos en circunstancias difíciles como en tiempos tranquilos. Pero el tema del Más Allá es muy grave. Es una morada eterna que no tiene final en el tiempo. Si alguien accede a esa vida teniendo sus asuntos en orden con Al-lah, y ha predominado en su corazón el temor a Al-lah, y ha estado arrepentido de sus pecados, y se ha protegido contra todo lo que Al-lah ha designado como pecado, la Gracia de Al-lah le guiará. Estará contento con su Señor, y su Señor estará satisfecho con él. Sin embargo, si alguien no actúa así y deja pasar su vida negligentemente, su final es peligroso. Así pues, en el momento del Bai’at, haced una firme resolución respecto lo que significa el Bai’at y los beneficios que aporta. Si se realiza sólo por objetivos mundanos, resulta totalmente inútil; pero si se realiza por la causa de la fe y buscando el agrado de Al-lah, entonces la bendición le acompañará y desarrollará sus verdaderos propósitos y objetivos. Y se podrá esperar que proporcione todos los beneficios que un verdadero Bai’at conlleva. (Malfuzat, vol. 6, p. 142)

¡Que Al-lah nos permita aceptar al Mesías Prometidoas como el Imam de esta Época desde lo profundo de nuestro corazón! Con gran dolor y cariño quiso preparar a la Comunidad para establecer el Reino de Dios y Su Mensajero, y nos ha dado consejos con una gran angustia en su corazón. Que Al-lah nos haga merecedores de lo que él quería que fuésemos, y seamos capaces de cumplir completamente todas las condiciones de la promesa del Bai’at. Que podamos actuar conforme a estas condiciones y las mantengamos siempre a la vista. Ninguna acción que realicemos debiera hacernos reos de contradecir las enseñanzas del Mesías Prometidoas, por lo que siempre deberemos vigilar nuestros actos.

Qué Al-lah el Todopoderoso nos ayude.

Hoy, con la gracia de Al-lah el Todopoderoso, después del du’a’, esta Convención[12] llegará a su final. Ojalá seamos los destinatarios de las bendiciones y beneficios espirituales de esta Convención durante todo el año; y aún más, durante la vida entera. Qué Al-lah cultive y mantenga el vínculo de amor de las generaciones futuras con Al-lah, con Su Mensajero, con el Mesías Prometidoas y con el Jilafat. Qué Al-lah no revele nuestros defectos y pecados pasados, qué nos perdone, y que, por Su pura Gracia, nos mantenga en la Comunidad de Sus queridos. ¡O Al-lah nuestro! Eres Perdonador y Misericordioso. Perdona nuestros pecados. Ten piedad de nosotros. Ampáranos bajo la cobertura de Tu perdón y misericordia. Nunca permitas que nos desviemos de Ti. ¡Amín, ya Rabbal ‘Alamin[13]!

[1] La referencia es para los miembros de la Comunidad que han emigrado del dominio de los gobiernos opresivos islámicos a países de occidente para obtener su libertad religiosa.

[2] (al-Qasas, 28:51)

[3] (al-Nazia’at, 79:4142)

[4] Mas para aquel que tema la comparecencia ante su Señor y reprima de su alma los malos deseos, el jardín será en verdad su morada. (al-Nazia’at, 79:41-42)

[5] (al-Qamar, 54:18)

[6] El Sagrado Corán está dividido, para facilitar la recitación, en 30 parahs (partes), y cada parah se divide en ruku’.

[7] (al-Nisa’, 4:60)

[8] (Al-e-‘Imran, 3:133)

[9] (al-Anfal, 8:2)

[10] Diles: “Si amáis a Al-lah, seguidme; entonces Al-lah os amará…” (Al-e-Imran, 3:32)

[11] Diles: “Si amáis a Al-lah, seguidme; entonces Al-lah os amará…” (Al-e-Imran, 3:32)

[12] Se hace referencia a la Convención Anual de la Comunidad Musulmana Ahmadía de Alemania de Agosto del 2003.

[13] Acepta nuestra suplica. Oh Señor de todos los Mundos.

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