¿Qué es la idolatria?
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
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El iniciado debe prometer solemnemente que él/ella se abstendrá del Shirk [asociación de algún partícipe a Dios] hasta el mismo día de su muerte.

Al-lah el Todopoderoso no perdonará el Shirk

Al-lah el Todopoderoso dice en el Surah al-Nisa, versículo cuarenta y nueve:

“En verdad, Al-lah no perdonará que se le asocie nadie a Él; pero sí perdonará, exceptuado esto, a quien Le plazca, en lo que respecta a faltas menores. Pues quien asocia otras divinidades a Al-lah ha inventado, en verdad, un gravísimo pecado”.

El Mesías Prometidoas dice a este respecto:

De mismo modo, Al-lah ha dicho en el sagrado Corán:

Lo que significa que todo pecado es perdonable, excepto el Shirk. Por consiguiente, no os acerquéis al Shirk y consideradlo como el árbol prohibido. (Damimah Tohfah-e-Golarhviyyah, Ruhani Khazain, vol. 17, p. 323-324, nota al pie)

A continuación, el Mesías Prometidoas afirma:

El Shirk aquí no sólo significa inclinarse ante las piedras, etc. el Shirk es, también, que dependáis totalmente de los medios materiales, y realcéis la importancia de los ídolos mundanos. Esto es lo que es el Shirk. (Al-Hakam, vol. 7, nº 24, 30 de junio de 1903, pina 11)

El Todopoderoso Al-lah dice en el Sagrado Corán:[1]

Y acuérdate de cuando Luq­man, dijo a su hijo mientras le exhortaba: “¡Oh, mi querido hijo! no asocies partícipes con Al‑lah. En ver­dad, asociar partícipes a Dios es una grave iniquidad”.

El Santo Profetasa temía la propación del Shirk entre su ummah [sus seguidores]. Un hadiz afirma:

“Ubadah Bin Nasi nos contó sobre Shaddad Bin Aus que lo encontraron llorando. Le preguntaron, “¿Por qué lloras?” y contesto: “me he acordado de algo que escuché del Santo Profetasa que me ha hecho llorar. Escuché al Santo Profetasa decir: “temo el Shirk y sus secretos deseos entre mi ummah.” Yo le pregunte, “¿O Profeta de Al-lah, estará tu gente involucrada en el Shirk después de ti?” El Santo Profetasa respondió, “Sí; y aunque mi gente no adorará al sol o a la luna al ídolo o a la piedra, sufrirá de la ostentación en sus acciones, y será presa de sus deseos ocultos. Alguno de ellos comenzara el día con el ayuno, pero entonces se encontrará con un deseo y romperá el ayuno, dejándose tentar por ese deseo.” (Musnadu Ahmadabni Hambal, vol. 4, pina 124, impreso en Beirut)

Diversas formas de Shirk

Deja claro este hadiz que aun en el caso de que uno no se dejara tentar a manifestar el Shirk venerando a los ídolos o a la luna, el recurso a la ostentación y a dejarse llevar por los deseos propios, también son formas de Shirk. Si un empleado excede los límites de la debida obediencia a su empleador, y con el objeto de adularle lo alaba, y cree que su sustento depende de él, está también incurriendo en una forma de Shirk. Si alguien está orgulloso de sus hijos, y cree que porque tiene muchos hijos que están creciendo, y que lograrán obtener empleo e ingresos, y que cuidaran de él, o que ninguno de sus convecinos podrán rivalizar con él debido a sus hijos jóvenes, esto también es Shirk. (En el sub-continente Indio, y en general en todo el tercer mundo, tal competición entre parientes y vecinos constituye un hábito aborrecible). Tales personas ponen íntegramente su confianza en sus hijos, los cuales, en ocasiones, resultan desobedientes, o mueren en accidentes, o se convierten en discapacitados; y por consiguiente, todo el soporte de estas personas se desploma.

El Mesías Prometidoas declara:

El Tauhid [la Unidad de Dios] no consiste simplemente en que digáis: la ilaha il-lAl-lah[2] y que al mismo tiempo ocultéis centenares de los ídolos en vuestro corazón. Todo el que rinde honor a sus propios planes, estratagemas o diseños, como debiera venerar a Dios; o depende de otra persona como debería depender sólo de Dios; o venera su propio ego como sólo debería venerar a Dios, en todas estas condiciones, es un adorador de ídolos a la vista de Al-lah. Los ídolos no son meramente aquéllos que están fabricados de oro, plata, cobre o piedras. Al contrario, cada cosa, cada declaración, o cada hecho que es venerado de una manera que solo es apropiada para el Omnipotente Al-lah, es un ídolo a la vista de Al-lah… Recordad que la verdadera Unidad de Dios, que Dios nos exige que afirmemos, y de la que depende la salvación, es creer que Dios en Su Ser es libre de cada socio, tanto si es un ídolo como un ser humano, sea el sol o la luna, o el ego de uno mismo, o la destreza de uno, o el engaño; y también lo es concebir que no hay nadie (descartando a Al-lah) poseedor del Poder, o pensar que nadie es el sustentador, o creer que nadie otorga el honor o la deshonra, o considerar que no hay un Socorredor y Auxiliador a quien confiar nuestro amor y nuestra adoración, y nuestra humildad, y nuestras esperanzas, y nuestro temor a Él. Ninguna Unidad puede ser completa sin poseer los siguientes tres tipos de particularidades. En primer lugar, está la Unidad del Ser, es decir, concebir que el universo entero es inexistente en oposición a Él y considerarlo (al universo) como una realidad mortal y deficiente. En segundo lugar, la Unidad de los Atributos, es decir que el Rabubiyyat [Señorío] y Uluhiyyat [la Divinidad] están confinados a Su Ser, y que todos los demás que aparecen como sustentadores o bienhechores son sólo una parte del sistema preparado por Su mano. En tercer lugar, la Unidad de amor, sinceridad y devoción, es decir, no considerar a nadie como socio de Dios en materia de amor y adoración, y estar enteramente perdidos en Él. (Siraj-ud-Din Isai ke char sawalon ka jawab, Ruhani Khazain, vol. 12, p. 349-350)

He explicado esto brevemente con anterioridad. A este respeto, Hadhrat Jalifatul Masih Ira dice:

Asociar a alguien en el nombre, en la acción, o en la adoración de Al-lah constituye Shirk, y llevar a cabo todas las buenas obras, sólo para complacer a Al-lah, se denomina adoración. Mucha gente cree que no hay ningún Creador salvo Al-lah, y también cree que la vida y muerte están en Sus manos, y que Él tiene el control y el poder completo sobre ellos. Pero aunque creen en ello, se prosternan delante de otros, dicen mentiras, y realizan los circuitos de la adoración ante los demás. En lugar de rendir culto a Al-lah, rinden culto a otros; en lugar de ayunar para Al-lah, ayunan para otros; y en lugar de orar a Al-lah, oran a otros y les dan las limosnas. Para desarraigar estas nociones falsas, el Omnipotente Al-lah hizo surgir al Santo Profeta Mohammadsa. (Khutabat-e-Nur, p. 7-8)

[1] (Luqman, 31:14)

[2] No hay nadie digno de ser adorado sino Al-lah

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