El poder de realizar oraciones con conciencia
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

El poder de realizar oraciones con conciencia

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Después de recitar el Tashahhud, Ta’wwuz, y Surah Al-Fatihah, Hazrat Jalifatul Masih V (aba) dijo:

Un creyente, una persona que reclama creer en Al-lah el Exaltado, debe siempre tener en cuenta el mandamiento de Dios el Exaltado en el que dice que Él nos ha creado para que le adoremos, tal y como dice:

“Y no he creado al Yinn y a los humanos sino para que me adoren.” [51:57]

Luego, Al-lah el Todopoderoso también nos enseñó las formas de adoración, las cuales consisten en una parte práctica, que son los movimientos físicos, que también incluyen palabras de súplica, que pueden ser denominadas como zikr. El Salat incluye ambas cosas; consiste en movimientos físicos, así como en hacer zikr y súplicas. Sin embargo, realizar zikr y suplicas, así como recordar a Dios el Exaltado fuera del Salat también es el deber de un creyente.

Hay muchas oraciones que Al-lah el Exaltado ha enseñado en el Sagrado Corán en referencia a varios profetas, las cuales podemos recitar durante el Salat y las cuales podemos y debemos también recitar como zikr durante nuestras rutinas diarias. La gente me escribe en sus cartas que están pasando por cierta dificultad o problema, y me piden que les sugiera alguna oración o zikr que puedan repetir continuamente y que, de ese modo, sus dificultades y sus problemas desaparezcan. Normalmente, respondo a dichos individuos diciendo que, deben prestar atención a las cinco oraciones diarias, suplicando durante las postraciones, así como durante el Salat en general y, de esta manera, busquen ayuda de Dios el Exaltado.

Sin embargo, hoy deseo hablar acerca del zikr, el cual es una parte de la sunnah (práctica) del Santo Profeta (sa) y se compone de las oraciones reveladas por Dios el Exaltado y las cuales, si son recitadas con atención a su significado, nos permite conocer el significado del Tauhid, la Unidad de Al-lah el Todopoderoso, y por otro lado, hacen que uno también entre dentro de la protección y el refugio de Al-lah el Exaltado y se salve de todo tipo de maldades.

El Santo Profeta (sa) no solo solía recitar estos versículos y oraciones de forma regular por las noches antes de ir a dormir, sino que también aconsejó a sus compañeros que los recitasen. Mencionó la importancia de estos versículos y oraciones en numerosas ocasiones. Mencionó sus beneficios. Hay una narración particular acerca de su conducta personal en relación a esto. La narración dice que, cuando el Santo Profeta (sa) iba a dormirse, siempre solía recitar Ayatul Kursi, Surah Ijlas, Surah al-Falaq y Surah an-Naas tres veces y soplaba dentro de sus manos (estos son los tres últimos surahs del Sagrado Corán y el Ayatul Kursi) Después solía frotar sus manos sobre su cuerpo de modo que solía empezar desde la cabeza y bajar hasta donde llegaban sus manos. Por tanto, algo que practicaba de forma regular, se convirtió en su Sunnah (práctica establecida). Dicha acción debería ser practicada por todo musulmán. Nosotros, los áhmadis, a quienes el Mesías Prometido (as) ha instruido que actuemos en base a cada aspecto de la Sunnah del Santo Profeta (sa) en esta época, deberíamos hacer esfuerzos especiales para llevar a cabo esto. En particular, durante estos tiempos por los que estamos pasando, deberíamos prestar atención a las súplicas, al Salat, y al zikr, no solo por el bien de nuestro beneficio personal, espiritual y las necesidades diarias, sino también para salvaguardarnos de cualquier fitna en la Yama’at, molestia o maldad generada por gente envidiosa o por los enemigos y, a la vez tomemos esto como una tarea de extrema importancia.

La importancia de este tipo de recuerdo y de estos versículos también puede ser encontrada en algunos Ahadiz [tradiciones del Santo Profeta (sa)] los cuales me gustaría presentar ante vosotros. En lo que respecta al Ayatul Kursi, he mencionado algunos aspectos en relación a ello hace dos viernes. Hoy, hablaré de los tres últimos Surahs, es decir los capítulos del Sagrado Corán a los que hacen referencia los Ahadiz; y cómo el Santo Profeta (sa) repetidamente urgió a sus compañeros que recitasen estos Surahs (capítulos).

En un Hadiz, Hazrat Aisha narra [en relación a recitar estos tres últimos capítulos y después soplar dentro de las manos, así como de frotarse el cuerpo] que:

“Cada noche, cuando el Santo Profeta (sa) solía tumbarse en su cama, solía unir sus manos y después soplar dentro de ellas. Al hacerlo, solía recitar estos (capítulos): Qul howA-llahu Ahad – Di, “Él es Al-lah, el Único”; Qul A’uzu bi Rabil Falaq – “Di, “Busco refugio en el Señor del amanecer” y Qul A’uzo bi Rabin Nas – Di “Busco refugio en el Señor de la Humanidad”. Siguiendo esto, es decir, después de recitar estos tres capítulos, solía frotar sus manos alrededor de su cuerpo. Solía pasar ambas manos sobre su cabeza y rostro, y luego el resto de su cuerpo tan lejos como sus manos alcanzaban. Repetía esto tres veces.”

El Santo Profeta (sa) adoptó esta práctica con tal regularidad que, durante su última enfermedad, Hazrat Aisha solía personalmente recitar estas oraciones, soplar dentro de sus manos y frotar sus propias manos sobre su cuerpo. En relación a esto, Hazrat Aisha narra que:

“Cada vez que el Santo Profeta (sa) caía enfermo, él solía recitar estos capítulos buscando refugio y soplando en su cuerpo. Ella dice que cuando esta enfermedad se intensificó, yo solía recitar estos capítulos para él y frotar sus manos sobre su cuerpo, con la intención de recibir sus bendiciones.”

Por tanto, la razón por la que Hazrat Aisha pensaba esto, se debía ciertamente a que el Santo Profeta (sa) era muy regular en esto, y que él vívidamente manifestaba la importancia de sus bendiciones a Hazrat Aisha.

Después ¿cómo consiguió el Santo Profeta (sa) hacer entender la importancia de la bendición de estos capítulos a sus compañeros? En relación a esto, Hazrat Uqba bin Amir narra que:

“Me encontré con el Santo Profeta (sa). El Santo Profeta (sa) dio un paso al frente, cogió mi mano y dijo: ‘¡Oh Uqba bin Amir! ¿Quieres que te informe de los tres mejores capítulos que han sido revelados entre la Torah, los evangelios, el Zabur y el Sagrado Corán?’ Respondí ‘¿Por qué no? ¡Que Al-lah permita que mi vida sea sacrificada por tu causa!’ Después de esto él recitó: ‘Di: Él es Al-lah, el Único; di: busco refugio en el Señor del amanecer; di: busco refugio en el Señor de la Humanidad.’ A continuación, dijo: ‘¡Oh Uqba! No los olvides y no dejes que pase ninguna noche sin que lo hayas recitado.’ (Uqba dice que) Desde que el Santo Profeta (sa) dijo que no debía olvidarlos, no los he olvidado y no dejo que pase una sola noche sin que los haya recitado.”

Por tanto, el consejo del Santo Profeta (sa) de que no los olvidasen y que no dejasen pasar una noche sin que los hubieran recitado, manifiesta la regularidad con la que el propio Santo Profeta (sa) recitaba estos (capítulos). El Santo Profeta (sa) fue la persona que más obedeció y más cumplió con las instrucciones y los mandamientos de Al-lah el Todopoderoso. Solo entonces guio a los demás a hacer lo mismo.

Además, en relación al Surah Al-Ijlas, es decir, el capítulo que comienza con Di, “Él es Al-lah, el Único”, Hazrat Sa’id Judri narra en un Hadiz acerca del Santo Profeta (sa) que:

“Una persona oyó a otra persona recitar: Di, ‘Él es Al-lah, el Único’, y lo repitió varias veces. A la siguiente mañana acudió al Santo Profeta (sa) y le dijo esto. Parecía como si pensase que ese individuo era inferior en rango y lo mencionó en forma de queja. Sobre lo cual el Santo Profeta (sa) dijo que:

“Juro por el Ser en cuyas manos está mi vida, esto es equivalente a un tercio del Sagrado Corán.”

En relación a esto, Hazrat Sa’id Judri, (que Al-lah esté complacido con él), explica esto en una ocasión y declara que el Santo Profeta (sa) dijo a sus compañeros que:

“¿Alguno de vosotros es capaz de recitar un tercio del Sagrado Corán en una noche? Este asunto parecía bastante imposible para los compañeros, ya que dijeron que ‘¡Oh Profeta de Dios (sa)! ¿Quién de nosotros es capaz de hacerlo, es decir, recitar un tercio del Corán en una noche?”. El Santo Profeta (sa) dijo que ‘el Único y el Independiente e implorado por todos’, es decir Surah Al-Ijlas que es equivalente a un tercio del Sagrado Corán”.

Sahih Muslim ha registrado un Hadiz en relación con Surah Al-Ijlas siendo equivalente a un tercio del Corán. Hazrat Abu Huraira, que Al-lah esté complacido con él, narra que:

“El Santo Profeta (sa) dijo, ¡reuníos! Os recitaré un tercio del Sagrado Corán. Todos estaban reunidos y les pidió que vinieran a la mezquita. Por lo tanto, las personas se reunieron. Después de esto, el Santo Profeta (sa) salió fuera de su casa y recitó: Di ‘Él es Al-lah, el Único’ (Surah Al-Ijlas). Después de hacerlo, el Santo Profeta (sa) entró nuevamente en ella. Los compañeros dicen que alguno de entre nosotros dijo que creo que algo ha sido revelado desde el cielo, es decir, se ha recibido una revelación, debido a lo cual el Santo Profeta (sa) ha vuelto a su casa. Después de esto, el Santo Profeta (sa) salió una vez más afuera y dijo que ‘os dije que os recitaría un tercio del Sagrado Corán. ¡Escuchad con atención! El Sura Al-Ijlas es equivalente a un tercio del Sagrado Corán”.

¿Por qué el Santo Profeta (sa) declaró que esto era un tercio del Sagrado Corán? La razón de esto es que Al-lah el Altísimo reveló el Sagrado Corán para demostrar y establecer la unidad de Dios. Por lo tanto, la unidad de Dios ha sido mencionada muy elaboradamente y comprensivamente en este capítulo. Por lo tanto, al reflexionar sobre sus palabras y actuar de acuerdo con ellas, una persona puede actuar verdaderamente conforme a la unidad de Dios. Además, si recitamos el Sagrado Corán con la comprensión de que esta es la palabra del Dios Único, y tratamos de actuar de acuerdo con él, podremos, en otras palabras, comprender la verdadera unidad de Dios y tendremos una base firme sobre esta creencia. Además, también seremos capaces de actuar completamente de acuerdo con las enseñanzas del Santo Corán.  Sin embargo, una persona no debe simplemente creer que, si he recitado Surah Al Ijlas, he recitado un tercio del Sagrado Corán. El significado de esto es que debéis recitarlo, comprender la unidad de Dios y actuar de acuerdo con ello.

Del mismo modo, en algunas otras narraciones se menciona que el Santo Profeta (sa) dijo en relación con ciertos versículos que tal o cual parte son cada uno [equivalente a] una cuarta parte del Santo Corán. Por lo tanto, si uno toma esto literalmente, la gente recitará solo estos pocos versículos del Sagrado Corán y dirán que han completado todo el Corán. Sin embargo, al hacerlo, el objetivo del Santo Profeta (sa) era decirle a la gente que estos son aspectos sobre los que debéis actuar. Después de esto, debéis reflexionar sobre el Sagrado Corán y tratar de establecer la unidad de Dios y solo entonces seréis aquellos que recitan verdaderamente el Santo Corán. ¿Qué es el Sagrado Corán? Las enseñanzas del Sagrado Corán están ahí para el establecimiento de la unidad de Dios, por lo que cada persona debe esforzarse, así como ofrecer súplicas.

Hazrat Aisha, (que Al-lah esté complacido con ella) relata en una narración que:

“El Santo Profeta (sa) nombró a un individuo como el líder de una expedición y lo envió a una de las batallas. Esa persona dirigía a sus compañeros en la oración y terminaba la recitación con Surah Al-Ijlas. Cuando los compañeros regresaron, mencionaron esto al Santo Profeta (sa) a lo que él les respondió que le preguntasen por qué lo hacía. Cuando los compañeros le preguntaron, dijo que lo hago así porque este es un atributo de Dios el Misericordioso. Esta es la razón por la que disfruto recitándolo. Sobre esto, el Santo Profeta (sa) dijo que ‘deberías informarle que Al-lah el Exaltado también lo ama.”

En Bujari hay una narración de Hazrat Anas (ra) con respecto a esto. Hazrat Anas (ra) narra:

“Había un hombre de entre los Ansar que dirigía oraciones en la Mezquita de Quba. Cada vez que recitaba cualquiera de los capítulos del Sagrado Corán mientras dirigía las oraciones, comenzaba recitando Surah Al-Ijlas. Después de recitar Surah Al-Ijlas, recitaba otro Surah, (es decir, capítulo). Esta era su práctica en cada Raka’at (unidad de oración). Sus compañeros le hablaron sobre esto y dijeron: ‘comienzas con la recitación de Surah Al-Ijlas, pero no te parece suficiente, así que recitas otro Surah junto con Surah Al-Ijlas. En lugar de ello deberías recitar solo Surah Al-Ijlas o recitar otro distinto.’ Él respondió, ‘Nunca dejaré de recitar Surah Al-Ijlas. Si preferís que dirija las oraciones de esta manera, entonces seré vuestro imam. De lo contrario, os dejaré’ lo que significa que dejaría de ser su Imam, pero no dejaría de recitar Surah Al-Ijlas. Ellos lo consideraban el mejor de entre ellos y no consideraban a nadie más digno de convertirse en su Imam sino en él. Y luego, cuando se encontraron con el Santo Profeta (sa), le informaron sobre este asunto. El Santo Profeta (sa) le preguntó: ‘¿Qué te impide hacer lo que los compañeros te piden? [es decir dejar de recitar Surah Al-Ijlas o recitar Surah Al-Ijlas solamente y no recitar ningún otro capítulo después]. ¿Cuál es la razón para recitarlos juntos y por qué es necesario recitar este Surah en cada Raka’at de la oración?’ Él respondió diciendo: ‘Este Surah es muy querido para mí.’ El Profeta (sa) dijo: ‘Tu amor por este Surah te ha hecho entrar en el paraíso.’

Hazrat Abi bin Ka’ab narra:

“Cuando los idólatras le dijeron al Santo Profeta (sa): ‘cuéntanos sobre la ascendencia de tu Señor.’ Como respuesta a esto, Al-lah el Todopoderoso reveló Surah Al-Ijlas. Por lo tanto, Samad es el que no es padre de nadie y nadie es su padre porque no hay nada que haya sido creado que no perecerá y todo lo que perecerá definitivamente tiene un sucesor. Mientras que Al-lah el Todopoderoso no perecerá. Él no tiene un sucesor. No hay nada como Él.”

En un lugar, encontramos una narración de Hazrat Abu Hurairah (ra) sobre esto. Afirma:

“El Santo Profeta (sa) dijo: ‘Las personas se preguntan entre sí en relación al hecho de que Al-lah el Todopoderoso ha creado algo, ¿entonces quién creó a Al-lah Todopoderoso?’”

Estas preguntas fueron realizadas durante el tiempo del Santo Profeta (sa) y hoy también se hacen. El Santo Profeta (sa) dijo:

“Cuando veas a tales personas, recita: ‘Di, Él es Al-lah, El Único’ hasta que hayáis recitado todo este Surah’ es decir, recitad todo el Surah Ijlas y reflexionad sobre su significado y os daréis cuenta de que no hay nadie quien creó a Al-lah Todopoderoso y Él siempre ha existido y permanecerá hasta la eternidad.”

Dijo:

“Entonces deberán buscar refugio [con A-lah] de Satanás para que no les pueda causar ningún daño.”

Hazrat Abu Hurairah (ra) relata:

“Estaba con el Santo Profeta (sa) cuando el Profeta (sa) oyó a una persona recitando: ‘Di, Él es Al-lah, el Único’. El Santo Profeta (sa) dijo: ‘le ha sido concedido.’ Pregunté: ‘¿Qué le ha sido concedido?’ El Profeta (sa) respondió: ‘a esta persona le ha sido concedido el cielo por la sinceridad con la que lo está recitándolo.’

Hazrat Sohail bin Sa’ad relata:

“En una ocasión un hombre acudió al Santo Profeta (sa) y se quejó de su pobreza. El Santo Profeta (sa) le dijo: ‘Cuando entres en casa y haya alguien dentro, di: que la paz sea contigo, y si no hay nadie, envía saludos de paz sobre ti mismo diciendo: que la paz sea contigo. Recibirás saludos de paz. Y recita una vez: di: Él es Al-lah, el Único.’ La persona siguió estos mandamientos y Dios el Todopoderoso incrementó tanto sus ingresos que hasta sus vecinos se beneficiaron de ello.”

Es decir, hubo un tiempo en que esta persona subsistía con unos ingresos muy precarios, incluso pasaba hambre, pero más tarde Dios el Todopoderoso bendijo tanto su patrimonio que fue capaz de ayudar a sus vecinos. Por lo tanto, cuando una persona adquiere el conocimiento de la Unidad de Dios y actúa conforme a ello, y reconoce que Dios el Todopoderoso posee todo el poder, Dios el Todopoderoso bendice a esa persona extraordinariamente. Dios el Todopoderoso dice que Él otorga provisiones a los justos a través de mecanismos que están más allá de su imaginación.

Hazrat Anas bin Malik (ra) relata:

“Una persona acudió al Santo Profeta (sa) y dijo: ‘Me gusta mucho el Surah Ijlas’. El Santo Profeta (sa) respondió: ‘Tu amor por este Surah te llevará al paraíso.’”

Hazrat Yabir (ra) narra que el Santo Profeta (sa) dijo:

“Aquellos que reciten el Surah Ijlas cincuenta veces al día, serán llamados desde sus tumbas en el Día del Juicio, y se les ordenará que se levanten y entren en el paraíso”.

Hay una narración de Ibn Delmi, hijo de la hermana de Nayashi, que también solía servir al Santo Profeta (sa). La narración dice que el Santo Profeta (sa) dijo:

“Aquel que recite el Surah Ijlas cien veces en la oración o de otra manera, Dios el Todopoderoso considerará Su obligación liberarle del fuego (del infierno).”

Por lo tanto, esta es la importancia que tiene el Surah Ijlas. Antes de recitar este Surah por las noches, debemos meditar sobre la unicidad de Dios el Todopoderoso. Cuando consideremos el hecho de que Dios el Todopoderoso es Ahad (Uno), también debemos reflexionar sobre Su estado y Su rango como Samad. Samad significa el ser que no depende de nadie y que no dejará de existir, ni perecerá. El Mesías Prometido (as) ha explicado este tema del siguiente modo:

Samad significa que, a excepción de Él (es decir, de Dios el Todopoderoso), todas las cosas son mortales y perecederas.”

Esto significa que todas las cosas que pueden ser creadas y son de hecho creadas, y con el tiempo concluirán y perecerán. Sin embargo, Dios el Todopoderoso es Samad. La gente piensa que Samad significa autosuficiente. Su autosuficiencia es que nunca perecerá ni dejará de existir y, además de eso, nada como Él puede ser creado eternamente. Por lo tanto, este es nuestro Dios, el que ha existido siempre y vivirá para siempre. El Mesías Prometido (as) continúa diciendo:

“Respecto a los atributos y grandeza de Dios el Todopoderoso, Él es Uno y tiene no igual. Todos dependen de Él, incluso las formas de vida más minúsculas. Él es la fuente de las bendiciones para todas las cosas.”

Es decir, solo Dios el Todopoderoso proporciona beneficio y bendiciones para todas las cosas en el mundo. Todas las fuentes de bondad brotan de Su existencia y Él mismo no requiere bendiciones. Esto significa que no hay nada que pueda beneficiarle. Él provee bendiciones al mundo. Él no es el hijo de nadie ni el padre de ningún ser y ¿cómo podría serlo si no hay nadie como Él? El Sagrado Corán menciona repetidamente las excelencias y la grandeza de Dios y a través de esto llama la atención de la gente sobre el hecho de que Dios el Todopoderoso es el único ante quien nuestros corazones están siempre inclinados, y no es una entidad que no tiene vida, es débil, y tiene poca compasión o poder.

En cuanto a la revelación de Surah Al Ijlas, Surah Al Falaq y Surah An Nas, Hazrat Uqbah bin Aamir relata que el Santo Profeta (sa) afirmó:

“Hoy por la noche, ciertos versículos han sido revelados, como nunca antes se habían visto, es decir, Qul Howal-lahu Ahad – Di, ‘Él es Al-lah, el único’; Qul A’uzo bi Rabil Falaq – Di ‘busco refugio en el Señor del amanecer ‘y Qul A’uzo bi Rabin Nas – Di:’ Busco refugio en el Señor de la humanidad.’”

Además de esto, en los hadices hay una narración sobre la importancia de la recitación de los tres Qul [Surah Al-Ijlas, Surah Al Falaq y Surah An Nas]. Hazrat Uqbah bin Aamir Yohanni relata:

“Durante el viaje a una de las batallas, estaba sosteniendo las riendas de la montura del Santo Profeta (sa) cuando dijo: ‘¡Oh Uqbah! ¡Recita!’ Me gire hacia el Santo Profeta (sa) para escuchar lo que debería recitar. Luego, después de un corto tiempo él dijo otra vez: ‘¡O Uqbah! Recita.’ Otra vez escuché lo que tenía que recitar. Cuando dijo lo mismo la tercera vez le pregunté qué debería recitar. El Santo Profeta (sa) dijo: ‘El versículo Qul howa-llahu Ahad’. Luego lo recitó completamente. Entonces él recitó completamente Qul A’uzo bi Rabil Falaq y lo recité después de él. Después de esto recitó el verso Qul A’uzo bi Rabin Nas y yo lo recité después de él. El Santo Profeta (sa) dijo luego: ‘Estos versículos son tales que ninguna persona ha recibido [hasta ahora] antes la protección de Dios a través de estos versículos.’”

Lo que significa que estos versículos son una oración de tal magnitud que a través de ellos uno queda bajo la protección de Dios el Todopoderoso y tampoco se desperdicia y permanece libre de todo mal. No hay mejor manera que esto para buscar la protección de Dios el Todopoderoso. En los Hadices hay narraciones en las que el Santo Profeta (sa) ha dicho que no hay mejor manera de buscar la protección de Dios el Todopoderoso [que no sea recitar estos versos].

En relación con Surah Al Falaq y Surah An Nas, Hazrat Uqbah bin Aamir narra:

“Estaba llevando las riendas de la montura del Santo Profeta (sa) en el camino a una de las batallas. El Santo Profeta (sa) dijo: ‘¡Oh Uqbah! ¿Te cuento sobre dos capítulos que, si se recitan, resultarán extremadamente útiles y beneficiosos?’ Respondí: ‘Por supuesto, ¡Oh, mensajero de Al-lah!’ A esto, el Santo Profeta (sa) afirmó que: ‘son Qul A’uzo bi Rabil Falaq y Qul A’uzo bi Rabin Nas.’ Luego, cuando el Santo Profeta (sa) se detuvo para realizar la oración de la mañana, recitó estos capítulos en la oración. Después de completar las oraciones, se dirigió hacia mí y me preguntó: ‘¡Oh Uqbah! ¿Qué te ha parecido?’ Quizás se debió al hecho de que había recitado capítulos muy cortos. El Santo Profeta (sa) dijo entonces que estos versículos contienen todo.”

Hazrat Abu Sa’id Judri (ra) narra que

“El Santo Profeta (sa) buscaba protección para el mal de ojo de los hombres y los Yinn. Cuando los tres Muawazatain [Surah Al-Ijlas, Surah Al Falaq y Surah An Nas] fueron revelados, el Santo Profeta (sa) adoptó estas oraciones y dejó todas las demás. En relación con este tema, desistió de todas las oraciones precedentes, para luego recitar estas”.

Hazrat Ibn e Abbas relata, citando a Ibn e Aabis, que el Santo Profeta (sa) le dijo una vez:

“‘¡Oh, Ibn e Aabis! ¿No debería indicarte las mejores palabras que se pueden recitar para Ta’awuz? “(es decir, las mejores palabras para solicitar la protección de Dios el Todopoderoso para aquellos que desean buscar refugio).’ Respondí: ‘¡Oh Mensajero de Al-lah, infórmame!’. Dijo: ‘Son los capítulos del Surah Al Falaq y el Surah An Nas.’”

Además, con respecto a la importancia de los dos últimos capítulos [del Sagrado Corán], un compañero dijo:

“Acompañamos al Santo Profeta (sa) en uno de sus viajes. Como había pocos camellos a nuestra disposición, nos turnamos para montar. En una ocasión nos tocó, al Santo Profeta (sa) y a mí el turno de desmontar; el Santo Profeta (sa) se me acercó y, colocando su mano sobre mi hombro, dijo: ‘Recita A’uzo bi Rabil Falaq’. Recité estas palabras, tras las cuales el Santo Profeta (sa) continuó recitando la parte restante del capítulo. También las repetí tras él. Me pidió que recitara A’uzo bi Rabin Nas de manera similar. El Santo Profeta (sa) dijo: ‘Cuando ofrezcas tus oraciones, debes recitar estos dos capítulos.’

Uqbah bin Amir Yuhanni relata:

“En una ocasión me hallaba acompañando al Santo Profeta (sa) en uno de sus viajes, y llegó la hora del amanecer. El Santo Profeta (sa) recitó el Azan y el Iqamat, y luego me puso a su derecha, y recitó los dos últimos capítulos del Sagrado Corán. Cuando el Santo Profeta (sa) finalizó la oración, dijo: ‘¿Qué es lo que has aprendido de esto?’ (similar a la narración anterior). Respondí ¡Oh, Mensajero de Al-lah! Te he observado. El Santo Profeta (sa) dijo: ‘Recita estos dos capítulos cuando duermas y cuando te despiertes.’”

Por lo tanto, esta es la importancia que tienen estos dos capítulos y es aún más apropiado que los recitemos en estos tiempos, a nivel individual, con el fin de progresar en nuestra espiritualidad, y para protegernos de los ataques de Satanás, y también a nivel de la Yama’at para buscar la protección frente a las tramas malvadas que se urden contra el islam en su contra.

Hoy en día, por un lado, vemos como los poderes anti-islámicos maniobran con astucia en contra del islam, y por otro, como los así llamados eruditos y líderes musulmanes han creado un entorno tal, que ha desencadenado el caos y el desorden. Los eruditos musulmanes están fortaleciendo a las fuerzas satánicas, y les ofrece nuevas oportunidades fomentando en los musulmanes comunes la oposición al Mesías Prometido (as). Del mismo modo, el ateísmo también va en aumento. Al comentar el Surah Al-Falaq, el Mesías Prometido (as) declara:

“Tú, que serás el objetivo de los enemigos del Mesías Prometido (as), debes recitar la oración buscando el refugio en Dios el Todopoderoso del mal de la humanidad; de sus males internos y externos; del Señor del amanecer. En otras palabras, de Él procede la luz, y tiene un completo control sobre ella. Esta luz es una luz espiritual que ha surgido con el advenimiento del Mesías Prometido (as). También debes decir: busco refugio en Dios del mal de la noche, que es la oscuridad originada por el rechazo del Mesías Prometido (as).”

Son quienes se oponen al islam y levantan acusaciones contra sus enseñanzas; y también los ulemas del islam, que no quieren desistir de su error, y por lo tanto se dedican a alimentar la oposición pública contra el Mesías Prometido (as). Los ulemas de Pakistán están a la vanguardia en este aspecto. Por lo tanto, en estas circunstancias, especialmente los áhmadis de Pakistán deben tratar de continuar con esta Sunnah [tradición].

El Mesías Prometido (as) declara:

“En el Surah Al-Falaq donde dice, ‘y de la maldad de la noche cuando se extiende’ es de hecho una oración para buscar protección contra el mal de la noche. Ghasiq significa noche y Waqab significa cuando la noche y la oscuridad se han extendido. El mal de la noche cuando se extiende es en realidad el mal de la oscuridad debido al rechazo del Mesías Prometido (as) de lo cual se está buscando protección”.

Es una lástima el estado de los musulmanes ya que Dios el Todopoderoso les ha enseñado una oración y el Santo Profeta (sa) también declaró que después del período de luz cuando la oscuridad vence, uno regularmente debe recitar estas oraciones para permanecer en el Tauhid, la unidad de Dios, y también para poder salvarse de la maldad de la noche. Sin embargo, los musulmanes han descuidado esto y muchos musulmanes están cada vez más inmersos en estos males. Hoy, es debido a esto que los no-musulmanes tienen la oportunidad de presentar alegaciones en contra de los musulmanes. El estado actual de los musulmanes atrae nuestra atención hacia una gran reflexión sobre la recitación de estos capítulos, para que podamos salvarnos de esta oscuridad. “Y de la maldad de quienes soplan en los nudos para deshacerlos” es también una oración para protegerse de la maldad de los que soplan en los nudos. En otras palabras, de aquellas personas que en sus esfuerzos por oponerse al islam y al Ahmadíat, crean astutamente malicia y enemistad en los corazones de las personas y, como mencioné, tanto los no-musulmanes como los supuestos eruditos son parte de esto. Por un lado, los no-musulmanes, debido a su oposición al islam, están haciendo sus esfuerzos en contra de él, mientras que, por otro lado, los musulmanes están, en nombre de la religión, incitando a la gente a oponerse a quien ha sido enviado por Dios el Todopoderoso. Por lo tanto, ambos están incluidos entre aquellos con respecto a los cuales se ha afirmado: “Y de la maldad de quienes soplan en los nudos para deshacerlos.”

Luego, en el Surah Al-Nas se mencionan los atributos de Dios el Todopoderoso como el Señor, el Rey y el Único que es verdaderamente Digno de Adoración. Después de mencionar esto, se busca refugio en Dios de las malas tácticas de Satanás. En la actualidad, el ateísmo y el materialismo van en aumento. El materialismo tiene una influencia tan fuerte en la sociedad que algunos jóvenes se dejan influir por ella. Por lo tanto, al recitar estas oraciones y soplar sobre nosotros mismos, también deberíamos soplar sobre nuestros hijos, para que nuestros hijos también estén protegidos de todo tipo de maldad, y permanezcan establecidos en la fe y desarrollen una comprensión verdadera de la unidad de Dios el Todopoderoso.

¡Que Dios el Todopoderoso nos permita a todos comprender el significado de estos capítulos y seguir el ejemplo del Santo Profeta (sa)! ¡Que comprendamos el verdadero significado de la Unicidad de Dios el Todopoderoso y nunca nos postremos ante nadie aparte de Él ni consideremos que nadie sea la fuente de todos los poderes! No solo en nuestro corazón sino a través de cada una de nuestras acciones, debemos demostrar que solo Dios es el origen de todos los poderes. Él es la fuente de toda luz y otorga todo tipo de gracia.

En lugar de depender de otras personas, solo debemos postrarnos ante Dios el Todopoderoso para buscar protección contra el mal de la humanidad. Debemos orar para que Dios el Todopoderoso nos permita permanecer siempre establecidos en la luz espiritual que hemos recibido después de aceptar al Mesías Prometido (as), que de hecho es un reflejo de la luz verdadera que emana del Santo Profeta (sa). ¡Que nunca nos convirtamos en aquellos que se extravían en la oscuridad! ¡Que siempre estemos unidos al Jalifato, que se encuentra entre las recompensas de Dios el Todopoderoso! ¡Que Dios el Todopoderoso nos proteja de todo tipo de maldad que nos pueda hacer daño, ya sea un mal religioso o un mal mundano! ¡Que Dios el Todopoderoso nos proteja del mal del envidioso cuando envidia y del daño que nos pueda causar! ¡Que siempre podamos creer que Dios el Todopoderoso es nuestro Señor y Proveedor y podamos permanecer en Su protección! ¡Que podamos creer que Dios el Todopoderoso es el más grande de todos los reyes y creamos firmemente en su Realeza! ¡Que podamos cumplir los debidos derechos de aquel que es verdaderamente digno de adoración y que acudamos a Su protección en todo momento! ¡Que permanezcamos en Su protección del mal de aquellos que conspiran para tramar tácticas malvadas! ¡Que busquemos purificar también nuestros propios corazones para que no creen discordias y para esto debemos continuar buscando la protección de Dios el Todopoderoso! ¡Que Dios el Todopoderoso nos permita hacer esto y nos permita recitar regularmente estos versículos antes de dormir y soplar sobre nosotros mismos de acuerdo con las instrucciones del Santo Profeta (sa)! ¡Que Dios el Todopoderoso nos conceda la capacidad de hacerlo!

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