Sahibzada Mirza Ghulam Ahmad – Un verdadero siervo de Al-lah
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
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Sahibzada Mirza Ghulam Ahmad – Un verdadero siervo de Al-lah

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Después de recitar el Tashahhud, Ta’wwuz y Surah Al-Fatiha, Hazrat Jalifatul Masih V (aba) dijo:

Hazrat Ayesha (ra) narra que [el Santo Profeta (sa) dijo:] “Una persona fallecida, por la que cien musulmanes ofrecen la oración fúnebre y todos interceden ante Al-lah y le piden perdón por el difunto, tendrá su intercesión aceptada.” Hay una narración adicional que una vez cuando un funeral pasó y el difunto fue alabado por la gente, y el Santo Profeta (sa) dijo: “El Paraíso ha llegado a ser una realidad para él”.

Pensé que como iba a dirigir dos oraciones fúnebres hoy, antes de mencionar sobre los fallecidos, presentaré más hadices además de las citas del Mesías Prometido (as) y la jurisprudencia islámica sobre asuntos relacionados con el proceso fúnebre, la preparación y el entierro de los difuntos. Sin embargo, sería imposible presentar todos los hadices y extractos sobre este tema hoy, porque tanto material, ha sido recopilado y enviado por varias personas con respecto al fallecido que difícilmente habrá tiempo para presentar incluso esto. La razón de esto es el vasto material que se ha recibido sobre el servidor de la Comunidad y devoto de la vida, que cumplió su voto de devoción (Waqf) y fue siempre obediente a Jalifato. Tengo la intención de hablar sobre él y también dirigir su oración fúnebre en ausencia. Probablemente he seleccionado una quinta parte de ese material y quizás no pueda presentar ni siquiera eso. Estos incidentes son, por derecho propio, una guía en muchos aspectos para cada consagrado (Waqf-e-Zindagi), para los miembros de la familia del Mesías Prometido (as), para los que ostentan algún cargo [en la comunidad] y para los miembros de la comunidad, y son dignos de ser emulados.

Como saben, hace unos días, el respetado Sahibzadah Mirza Ghulam Ahmad Sahib, hijo de Hazrat Sahibzada Mirza Aziz Ahmad Sahib (ra) falleció a la edad de 78 años. Innaa Lil-lahi Wa Innaa Ilaihi Rayiun [a Al-lah pertenecemos y a Él volveremos]. Su muerte fue causada por un ataque al corazón. A pesar de que había estado sufriendo de una enfermedad cardíaca durante mucho tiempo, falleció en su casa debido a un paro cardíaco.

El respetado Mirza Ghulam Ahmad Sahib fue el bisnieto paterno del Mesías Prometido (as). Era el nieto de Hazrat Mirza Sultan Ahmad Sahib, el hijo mayor del Mesías Prometido (as). Él era el hijo de Hazrat Mirza Aziz Ahmad Sahib (ra). Era el bisnieto materno de Hazrat Mir Muhammad Ishaq Sahib. Él también era mi cuñado. Su madre, Sahibzadi Nasirah Begum, era la hija mayor de Hazrat Mir Muhammad Ishaq Sahib.

Todas estas relaciones no son la razón por la cual es digno de mención. Lo que hace que estas relaciones sean dignas de mencionar son sus atributos y características, que relataré.

Era un servidor de la fe y un devoto de la vida (Waqf-e-Zindagi). Hoy en día, cuando lo nombré para el puesto de Nazir-e-ala, a pesar de la debilidad, la enfermedad y el sufrimiento por la muerte de su hermano, cumplió con todos sus deberes diligentemente y asumió la responsabilidad en su nuevo ministerio. Asimismo, siguió asistiendo a eventos. Un día antes de [su fallecimiento], asistió a una función en Madrasat-ul-Hifz, donde los certificados debían distribuirse entre los exitosos Hafiz [los que memorizan el Sagrado Corán por completo]. Luego asistió a otro evento por Judam-ul-Ahmadía por la noche. Incluso en la mañana del día de su fallecimiento, visitó a muchas personas enfermas en sus casas. Además, también ofreció las cinco oraciones en la Mezquita Mubarak.

Su vida como Waqf-e-Zindagi [consagrado] comenzó en mayo de 1962. Completó su maestría en ciencias políticas en Government College Lahore. Después de esto, se presentó en el examen para la comisión de servicio público – CCS, que aprobó con gran éxito. De hecho, personalmente me dijo que simplemente me presenté a este examen ya que la gente solía decir que este es un examen muy difícil y que es muy difícil aprobarlo. Lo hice para dedicar mi vida a la Yama’at después de haber tenido éxito también en términos mundanos y para que nadie pueda decir que vine aquí [y dediqué mi vida] porque no pude encontrar nada más. A pesar de este éxito, no hizo ningún trabajo para el gobierno, ni se unió a la comisión de servicio público. Más bien, dedicó su vida y, como mencioné, lo hizo en 1962. Después de esto, Hazrat Jalifat-ul-Masih II (ra) le confió la responsabilidad de servir como editor gerente de The Review of Religions de Rabwah. Además, Hazrat Jalifat-ul-Masih II (ra) también le dijo que, junto con el conocimiento secular, que ya has adquirido, también debes adquirir conocimiento religioso. Por lo tanto, estudió los hadices y asuntos religiosos de Hazrat Sayyid Mir Daud Ahmad Sahib. Hazrat Sayyid Mir Daud Ahmad Sahib fue el editor de The Review of Religions, así como su tío materno.

Inicialmente se le puso el nombre de Mirza Sa’id Ahmad. Hazrat Musleh Maud (ra) más tarde lo nombró Mirza Ghulam Ahmad por deseo de su madre. Había leído un relato en Sirat-ul-Mahdi y, en relación con esto, pensó que se le debería dar el nombre de Mirza Sa’id Ahmad. Mirza Sa’id Ahmad era hermano de su primera madre que falleció a una edad temprana. También vino aquí para estudiar en el Reino Unido y fue compañero de clase de Mirza Muzaffar Ahmad Sahib. También le dijo a Hazrat Musleh Maud que, si cambia su nombre, Hazrat Mirza ‘Aziz Ahmad Sahib se entristecerá. Por lo tanto, también debería ser consolado. Hazrat Musleh Maud dijo que, en ese caso, le daremos un nombre que no afligirá a su padre. Después de esto, lo llamó Mirza Ghulam Ahmad y también dijo que lo llamaremos por el nombre “Ahmad”. La razón de esto es que el Mesías Prometido (as) falleció no hace mucho tiempo y es muy difícil para mí llamarlo con el nombre de Ghulam Ahmad.

En 1964, se casó con mi hermana y Maulana Yalal-ud-Din Shams Sahib dirigió su Nikah [matrimonio] ya que Hazrat Jalifat-ul-Masih II (ra) estaba enfermo en aquellos días. Tiene tres hijos y dos hijas. Dos hijos están consagrados. Mirza Fazl Ahmad es el Nazir Ta’lim [director de educación] en Rabwah, mientras que Mirza Nasir Inam es el director en el Yamia aquí en el Reino Unido. Mirza Ihsan Ahmad está en Estados Unidos. A pesar de que tiene un trabajo secular, también está sirviendo a la Yama’at allí como secretario de finanzas en el Amla [órgano administrativo] nacional, así como de Oficial Yalsa Gah. Una de sus hijas es Amatul Wali Zubdah y la otra hija es Amatul Ali Zahrah, que está casada con Mir Mahmud Ahmad Sahib, hijo de Mir Masud Ahmad Sahib. También es un consagrado y actualmente se desempeña como Nazir Sehat [director de salud].

Mirza Ghulam Ahmad Sahib sirvió como Nazir Talim [director de educación], Nazir Islah-o-Irshad Muqami adicional durante varios años y también desempeñó como Nazir Diwan. De hecho, se desempeñó como Nazir Diwan hasta que fue nombrado Nazir-e-Ala [director ejecutivo], es decir, desde 1996 hasta 2018. Además, también desempeñó como Sadr Maylis Karpardaz [presidente del comité para el Bahishti Maqbarah] desde 2012 hasta 2018. Luego, después de la muerte de Mirza Jurshid Ahmad Sahib, lo nombré como Nazir-e-Aala [director ejecutivo], el presidente local y también el Sadr, Sadr Anyuman Ahmadía. Incluso antes de esto, durante la época de Hazrat Jalifatul Masih IV (rh), fue habilitado para actuar como el director ejecutivo en funciones Nazir-e-Ala, así como el presidente local en funciones en varias ocasiones.

Del mismo modo, fue miembro del comité de Waqf-e-Yadid y se desempeñó como presidente del comité de Waqf-e-Yadid desde 2016 hasta 2018. Como parte de Ansarul-lah, fue incluido en el Amla [cuerpo administrativo] de varias regiones. Se le encomendó supervisar varias regiones. Además, también desempeñó como vicepresidente de Saff-e-Dom, tras lo cual se convirtió en vicepresidente. Luego, fue habilitado para servir como presidente de Ansarul-lah Pakistán desde 2004 hasta 2009. Como parte de Judam-ul-Ahmadía, sirvió como Mohtmid durante varios años. Además, desempeñó como vicepresidente de Judam-ul-Ahmadía Markaziyya, tras lo cual también desempeñó como presidente de Judam-ul-Ahmadía Markaziyya desde 1975 hasta 1979. También desempeñó como editor de la revista Review of Religions después de Mir Daud Ahmad Sahib. Prestó sus servicios como secretario privado de Hazrat Jalifat-ul-Masih III (rh). Era el presidente del comité de la biblioteca del Jalifato, así como el presidente de la Sociedad Buyut-ul-Hamd, Rabwah. También desempeñó como director de la Fundación Fazl ‘Umar. Del mismo modo, se le permitió prestar sus servicios y ofrecer servicios durante Yalsa Salana por muchos años. Mientras los Yalsas se celebraron en Rabwah, desempeñó como vicepresidente de Yalsa Salana y Nazim Mehnat [supervisor de trabajo diligente]. La tarea del Nazim Mehnat [supervisor del trabajo diligente] exige un gran esfuerzo, donde tienen que tratar con trabajadores que no son áhmadis, como los que preparan el roti, el naan [pan] y la masa, y también tienen que lidiar con gente maleducada. Supervisarlos adecuadamente es una gran tarea durante el Yalsa. Por la gracia de Al-lah el Altísimo, se le permitió prestar este servicio de la manera más digna.

Era el presidente del comité de Tabarrukat [reliquias]. Fue miembro del comité del registro de las narraciones de los compañeros del Mesías Prometido (as). Fue miembro de la junta de jurisprudencia. Fue miembro del comité de la historia de Ahmadíat. Él era el secretario del comité del Jalifato. También se desempeñó como director administrativo supervisor de Al-Sharikat-ul-Islamiyah. Se le confiaron muchas responsabilidades, como la supervisión de estos comités, junto con las tareas de su departamento. En 1989, él, junto con Mirza Jurshid Ahmad Sahib y otros dos trabajadores en Anyuman tuvieron el honor de ser encarcelados durante unos días en la causa de Al-lah bajo el artículo 298c.

Después de la tragedia que ocurrió en Lahore el 28 de mayo de 2010, donde muchos áhmadis fueron martirizados, Mirza Ghulam Ahmad Sahib sirvió como Amir de la delegación que fue enviada inmediatamente a Lahore en ese momento por Nazir-e-Aala Sahib [director ejecutivo] para consolar y tranquilizar a la Yama’at, visitar a las familias de los mártires y visitar a los heridos. Ya había llegado a Lahore cuando los mártires fueron llevados al hospital. Se quedó en Lahore durante aproximadamente las siguientes dos semanas. Además, personalmente supervisaría los arreglos que se hicieron para [la Yama’at en] Lahore. Esta delegación fue a Dar-uz-Zikr [nombre de la mezquita] y cumplió sus responsabilidades con gran conciencia y diligencia. También supervisó el tratamiento de los heridos y también visitó las casas de los que fueron martirizados. Llamó a una reunión del amla [órgano administrativo] en Dar-uz-Zikr el mismo día y también anunció la elección del nuevo Amir. Dirigió las oraciones de Maghrib e Isha en esa misma mezquita para que la gente tuviera la seguridad de que la mezquita no iba a ser abandonada después del ataque.

Cuando estuvo en el hospital para visitar y hablar con los heridos, Salman Tasir Sahib, el gobernador en ese momento, vino a visitarlo. Él expresó su condolencia. Sin embargo, Mirza Ghulam Ahmad Sahib desvió su atención hacia el hecho de que el ataque fue el resultado de una propaganda llena de odio que se extendió contra la Yama’at y que, como gobernador, es su deber prestar atención a esto. De manera similar, el ministro provincial de minorías, Yavaid Michael, también vino a expresar su pésame. Incluso en esta ocasión, le dijo al mencionado ministro con gran resolución que ‘ha venido para expresar su pésame y le agradecemos por ello. Sin embargo, debe quedar claro que no nos consideramos en absoluto como una minoría. ¡Somos musulmanes!”. Sobre esto el ministro dijo que, de hecho, yo también soy el ministro de derechos humanos y he venido aquí también en esa capacidad. Además, le dijo que debería alzar su voz en el gabinete para que el gobierno elimine la campaña contra Yama’at.

Sin embargo, esta fue una ocasión en la que desvió su atención hacia sus responsabilidades. De hecho, nuestra atención siempre se dirige hacia Al-lah el Altísimo, y es solo Él, Quién puede mejorar estas circunstancias, Inshal-lah. Los días 29 y 30 de mayo, también tuvieron una conferencia de prensa allí. El 2 de junio, participaron en un programa en vivo en Express News, llamado “Point Blank”, desde las once en punto hasta las doce de la tarde. Dieron entrevistas para la televisión nacional suiza, la BBC y otros servicios como Voice of America, Sahara TV, Channel Five y Dunya TV, etc. Sin embargo, esta delegación permaneció allí hasta el 12 de junio y regresó después de esto. Durante este viaje, él les dijo claramente que somos musulmanes y que nadie puede privarnos de ser musulmanes.

En uno de sus sermones, Hazrat Jalifat-ul-Masih IV (rh) narró uno de sus sueños. Al hablar sobre este sueño y mencionar a Mirza Ghulam Ahmad sahib, declaró:

“Estaba pensando en aumentar mis compromisos y esa noche vi a Mian Ahmad en un sueño. Mirza Ghulam Ahmad Sahib siempre da buenos consejos”.

Hazrat Jalifat-ul-Masih IV (rh) dice:

“Fue Mian Sahib quien me aconsejó sobre el Sagrado Corán que en vez de escribir notas hacia el final de Tafsir-e-Saghir, debería producir una nueva traducción del Sagrado Corán. Por la Gracia de Al-lah Todopoderoso, Él me permitió terminar esta traducción y se resolvieron muchos problemas a través de ella.”

Hay otras cosas en este sueño muy completo que Mian Ahmad Sahib compartió con Hazrat Jalifat-ul-Masih IV (rh) y cómo él podría ser de ayuda. Hubo una discusión sobre asuntos matrimoniales y empleo para niños y niñas, así como otras sugerencias.

Una vez, Hazrat Jalifat-ul-Masih IV (rh) escribió una carta a Mian Ahmad que decía:

“He recibido la carta en la que expresaste tu preocupación. Yo humildemente rezaré por ti. Dios Todopoderoso ha inculcado honestidad y felicidad en tu naturaleza y nunca permite que un humano así muera. ¡Que Al-lah Todopoderoso continúe bendiciéndote con un progreso espiritual inmediato y que Él te conceda el paraíso de obtener paz mental!”.

De manera similar, en otra carta Hazrat Jalifat-ul-Masih IV (rh) le escribió:

“Te recuerdo en mis oraciones. Este es su derecho y usted también es uno de mis ayudantes prominentes en términos de servir a la fe. ¡Que Al-lah Todopoderoso te mantenga siempre bajo Su protección, te conceda salud y seguridad! ¡Que nunca te enfrentes a ninguna preocupación o ansiedad!”.

Luego escribió:

“También acuérdate de mí en tus oraciones”. Es mi ardiente deseo que la gente acepte el Ahmadiat pronto”.

Luego escribió:

“La MTA se está transmitiendo en todo el mundo y es un instrumento vital. Prácticamente está cumpliendo mi deseo. De modo que produzca programas tan asombrosos para la MTA que se conviertan en una fuente de orientación en todas partes y para que Satanás y sus fuerzas malvadas sean capturadas por completo durante el Ramadán”.

Amtul Qudus Sahiba, su esposa, dice:

“Cuando Hazrat Jalifat-ul-Masih II (ra) estaba enfermo, iba allí para atenderle por la noche todos los días”.

Esto es antes de su matrimonio. Del mismo modo, estuvo muy apegado a Hazrat Jalifat-ul-Masih III (rh) durante su Jalifato. Hazrat Jalifat-ul-Masih III (rh) confiaba en él grandemente y en 1974, Mirza Jurshid Ahmad Sahib y él permanecieron allí [cerca de Huzur] durante varios días y noches. No tenían permiso para regresar a casa.

En 1973 y particularmente en 1974, y después de ser elegido Sadr (presidente) de Judamul Ahmadía estuvo trabajando con Hazrat Jalifatul Masih III (rh) y no volvió a casa hasta pasado bastante tiempo. Incluso antes, solía irse por la mañana y volver a casa sobre las 10 de la noche. En una ocasión durante un I’lltema [reunión] cuando pidió a Hazrat Jalifatul Masih III (rh) que liderase el juramento, Hazrat Jalifatul Masih III (rh) respondió diciendo: “Usted debería liderar el juramento” y Hazrat Jalifatul Masih III (rh) le hizo liderar dicho juramento. Hazrat Jalifatul Masih III (rh) repitió las palabras del juramento y repitió las palabras que él dijo como cualquier otro judam (joven) ahí presente.

En el momento en el que falleció Mian Jurshid Ahmad, dije que Hazrat Jalifatul Masih IV (rh) mencionó:

“(Estas) dos personas me son muy leales a mí y a todo el Jalifato”.

Mian Ahmad Sahib me había escrito a mí (acerca de esto) pero también me informó de ello verbalmente. Dudó si incluir su nombre en esto, por lo que no mencioné su nombre durante el Yummah. Solo mencioné el nombre de Mian Jurshid Ahmad. Pero, de hecho, Hazrat Jalifatul Masih IV (rh) había dicho acerca de Mirza Ghulam Ahmad y de Mian Jurshid Ahmad que habían sido leales a cada Jalifa, así como a él. Fue llamado cuando desapareció el anillo de Hazrat Jalifatul Masih IV (rh) para encontrarlo. Solía decir: “Hazrat Jalifatul Masih IV (rh) mencionó mi nombre “Ahmad” primero y después dijo “Jurshid”. Ambos se encontraban entre aquellos en los que puse mi confianza y fueron muy leales a cada Jalifa.”

Su mujer dice:

“Solía llorar y lamentarse cuando ofrecía su nawafil (oraciones voluntarias) con tal intensidad que hacía temblar la casa entera. Solía rezar para el Santo Profeta (sa), el Mesías Prometido (as), el Jalifa de la época, la Yama’at entera, sus padres y hermanos, sus hijos y sus familiares. Solía repetir ciertas palabras del Surah Fatihah incontables veces”.

Tenía una gran relación con sus padres y hermanos, pero nunca hubo ningún tipo de injusticia entre ellos. Se aseguró que su familia respetase a su mujer y que su mujer estableciese una relación con sus familiares. Es decir, mantenía un equilibrio entre estas dos relaciones. Expresaba su gratitud a la hora de recibir los regalos más pequeños. Solía devolver el favor enviando un regalo al remitente, o solía ir a la casa del remitente y agradecerle en persona o escribirle. Una de sus grandes cualidades era que en una ocasión se le confío la realización de una tarea, y no descansó hasta que esta fue completada. Su conocimiento era vasto y su memoria era excelente. Ella (su mujer) dice:

“Ya fuera una narración o una antigua relación familiar, él lo sabía”.

Ella dice:

“Me gustaba viajar y él sin duda me llevaba independientemente de si nuestra situación financiera era estable o no. Lo hacía para cumplir con mis derechos como mujer.”

Su mujer, quien es mi hermana, escribe:

“La esposa de Abdur Rahman Anwar Sahib dice: ‘Abdur Rahman Anwar sahib vio en un sueño que la entrada a la casa de su madre había sido decorada con dos ramos de incontables rosas y que había incontables flores preciosas ahí.’”

Por la Gracia de Al-lah el Todopoderoso este sueño se cumplió. Su esposa escribe:

“A la hora de recibir su salario, lo primero que hacía era gastarlo en chanda, y después de eso empleaba su salario en otros gastos. (Solía ofrecer sus pagos de Wasiat sobre la propiedad de las ganancias que tanto él como su mujer habían recibido de nuestra madre o padre). Después de ofrecer chanda solía informarme: ‘He pagado el chanda de nuestra propiedad.’ Por tanto, de este modo pagó todo el chanda que se debía en mi propiedad y nunca fue una carga sobre mí. Incluso para sus hijos, compró casas para su hijo y su hija, y del mismo modo pagó la cantidad del Wasiat que debía de sus propiedades.”

Mucha gente me ha escrito, y he sido testigo de esto yo mismo que estos dos hermanos siempre permanecieron juntos. Nuestra hermana escribe que la esposa de Mirza Dawud Ahmad Sahib solía siempre decir que siempre que veía a Ahmad y Jurshid ir juntos a algún sitio, sabía que había algún problema relacionado con la Yama’at y que por tanto acudían juntos. Llegado el momento de cualquier crisis, ambos actuaban con gran visión, entendimiento y sabiduría.

Era muy obediente al Jalifato. A pesar de estar muy débil, vino aquí a participar en el Yalsa. Le dije que usase un bastón por lo que comenzó a usarlo de forma inmediata, tal y como había sido ordenado. Hace unos cuantos años ordené a los Naziraan que debían visitar diferentes Yama’ats y transmitir mis saludos en cada casa. La provincia de Sindh fue asignada a él. Su mujer dice que cuando volvió estaba andando con una muleta, por lo que cuando le preguntó por la razón, él respondió: “Caí de las escaleras de una casa”. Cuando fue al Hospital Fazl-e-Umar, le dijeron que el hueso de su dedo pequeño del pie se había fracturado y había una pequeña fractura en el tobillo de su otra pierna, o estaba dañada levemente. Había una leve fractura. Ella dice:

“Le pregunté si sentía algún dolor. Él respondió: ‘Sentí dolor, pero como era orden del Jalifa que repartiera su mensaje puerta por puerta, no sentí dolor durante 11 días.’”

Y por tanto volvió después de haber completado su tarea.

Su hijo mayor escribe que después de la migración de Hazrat Jalifatul Masih IV (rh), el casete de sus sermones llegaba a Ahmad Sahib primero, y solía reunir a todo el mundo de forma muy organizada y reproducir el sermón delante de ellos. Incluso después de que los sermones fueran mostrados en la MTA él solía especialmente escucharlos de nuevo, y se aseguraba que todos los miembros de la casa escuchasen los sermones, incluyendo los trabajadores de la casa. Además, solía colocar unos altavoces o incluso una televisión con el fin de que los que trabajaban fuera de la casa escuchasen el sermón.

Su hijo narra un incidente en el que, cuando fue al Hospital Mayo en Lahore, había mucho bullicio, y los de las ambulancias estaban fijando sus propios precios. A continuación, él anunció en voz alta que el Sadr Anyuman Ahmadía iba a hacer los preparativos para todos los entierros en Rabwah, para que los féretros fueran llevados allí y, que si había otros sitios a los que deseasen llevarlos, entonces si Dios quisiera, tenían el permiso de hacerlo. En cualquier caso, la gente se sintió muy aliviada después de oír esto.

Visitó las casas de los enfermos, de los mártires e hizo preparativos de comida para todos aquellos que no cobraban. Hubo algunos informes de ciertas agencias de información de que la gente iba tras él, las agencias dijeron que su vida peligraba por lo que fue llamado de vuelta desde allí. Sin embargo, el siguiente viernes después del 28 de mayo él volvió ahí de nuevo a Darul Zikr y dirigió la oración del viernes él mismo para que los miembros la de la Yama’at no perdieran la confianza.

Solía prestar atención al cuidado de los pobres y de sus viejos amigos. Durante su juventud uno de sus compañeros de clase no fue capaz de completar sus estudios y comenzó a trabajar como un pintor en varias casas. Cuidó mucho de él y después de su muerte Mian Sahib cuidó también de sus hijos.

En 1989 fue arrestado y el motivo es que Judamul Ahmadía estaba albergando un I’lltema (reunión) en el que Mian Jurshid Ahmad Sahib era Nazir Umur-e-Aama.  En aquella época se encontraba fuera de Rabwah y el magistrado le llamó mientras que Mirza Ghulam Ahmad estaba sirviendo como su segundo a cargo. El magistrado le dijo que clausurara el I’lltema. Él respondió diciendo que “puesto que usted nos ha dado permiso escrito para llevar acabo el I’lltema, únicamente lo clausuraremos cuando usted lo declare por escrito”. Le contestó diciendo que esta era una instrucción verbal para que se terminase. Respondió diciendo: “No lo terminaremos basándonos en una afirmación verbal.” Por tanto, aquella tarde Mirza Jurshid Sahib volvió y también fue llamado. Dio la misma respuesta y como resultado, como mencioné anteriormente, Mirza Ghulam Ahmad pasó unos días en prisión. Fue arrestado y puesto en prisión.

Su hija escribe:

“Nuestro padre se esforzó al máximo para permanecer leal al Jalifato y también nos aconsejó que hiciéramos lo mismo. En una ocasión mi padre de forma muy inquieta me pidió que hiciera oración y siguió recordándomelo durante varios días. No era consciente de la situación, pero estaba bajo la impresión de que el Jalifa estaba ligeramente molesto. Como resultado mi padre rezó de forma tan ferviente que dejó una gran impresión en mí y mi estado se convirtió el mismo que el de mi padre.”

Luego, cuando Hazrat Jalifatul Masih IV (rh) emigró, su madre Sayyeda Nasira Begum Sahiba estaba muy enferma y su condición se estaba deteriorando. La noche de la migración parecía ser la última noche de su madre, pero él estaba ocupado en los asuntos de la Yama’at y la migración, por lo que era incapaz de siquiera ir a su habitación y continuó con los asuntos de la Yama’at.

Del mismo modo, en el tiempo de Jilafat-e-Jamisa, su vínculo de obediencia y lealtad siempre se mantuvo igual conmigo. De hecho, cuando su hijo le preguntó, él respondió diciendo:

“¿No ves la veracidad del Jilafat y cómo el apoyo de Al-lah está con Jilafat-e-Jamisa?”

Uno de sus hijos escribe:

“Él nos despertaba para las oraciones y normalmente era muy estricto en esto”.

Sin embargo, en sus últimos días lo hacía con gran amabilidad mostrando su afecto. Su hijo escribe que cualquier carta que él y su esposa recibían de su madre y del Jalifa las copiaba y las colocaba en un archivo. Luego confiaba a todos sus hijos diciéndoles que estos son los bienes valiosos de nuestro tiempo, así que guardad estas cartas con vosotros.

Mirza Anas Sahib relata que:

“cuando falleció Mian Ahmad Sahib, vi en mi sueño que Mian Ahmad y Mian Jurshid se han ido hacia Al-lah el Todopoderoso y se encontraron con el Santo Profeta (sa) y el Mesías Prometido (as). En ese momento era un anhelo mío que Al-lah hiciera mi encuentro de la misma manera. así que dije: ‘¡Oh Al-lah, llámame también a Tu cercanía! Dios el Omnipotente dijo: ‘ven adelante’.

Dice que he tenido una relación antigua con Mian Ahmad y que éramos aproximadamente de la misma edad. Cuando analizo las buenas obras que realizó, me da vergüenza y suplico a Al-lah el Todopoderoso que me dé la misma oportunidad. Cada vez que estaba molesto conmigo por algo siempre era él el primero en pedir perdón. Del mismo modo, él escribe que el estado de sus oraciones era tal que cuando lo veía rezando con tanto fervor me daba envidia. Él era extremadamente inteligente y responsable. Asistía a las cinco oraciones en la mezquita, ayudaba a los pobres y era de utilidad para ellos y se esforzaba por completo en el camino de Al-lah.

Chaudhary Hamidul-lah Sahib escribió que:

“Poseía una gran comprensión en todos los asuntos, un hombre que ofrecía sabios consejos y, en la mayoría de los casos, sus sugerencias demostraron ser decisivas en todas las consultas. Poseía una profunda comprensión de la literatura de la Comunidad y su historia. Siempre que surgía la ocasión, estaba en primera línea en la prestación de sus servicios. Durante el altercado de 1974, asistió varios meses plenamente a Hazrat Jalifatul Masih III (rh). Estuvo presente en todos los viajes internacionales de Hazrat Jalifatul Masih III (rh). En una ocasión, configuraba parte de la delegación de Hazur, que representa al Mall’lis Central de Judamul Ahmadía.”

Uno de sus trabajadores en Qadian, Akram Sahib escribe:

“Fui a darle mis condolencias tras muerte de su hermano Mirza Jurshid Ahmad Sahib y dijo con gran benevolencia que también orara para él en Qadian y pidiera a los otros ancianos que recen por él, ya que se sentía solo después de la muerte de Mian Jurshid y que Al-lah permitiera asumir plenamente sus deberes”.

De esta manera continuaba pidiendo oraciones. Cada vez que viajaba a Qadian visitaba las casas de los Darwesh (aquellos designados para salvaguardar a Qadian durante la partición). Del mismo modo, se esforzaba por servir a las viudas y los niños huérfanos de los Darwesh.

Tenía un gran conocimiento de los sitios sagrados de Qadian. Akram Sahib escribe que:

“Cada vez que llegaba a Qadian ofrecía oraciones Nawafil (voluntarias) donde el Mesías Prometido (as) solía rezar y me aconsejaba hacer lo mismo, diciendo: ‘ustedes son afortunados al vivir en este sitio sagrado. Por lo tanto, ofreced vuestras oraciones aquí profusamente’”.

Prestó grandes servicios a Judamul Ahmadía como presidente y visitó a los jóvenes en todas las áreas. Gondal Sahib escribe que:

“Mian Ahmad Sahib una vez fue a visitar Sindh pero había ciertos lugares donde el vehículo no podía pasar, ni tampoco los autos. Viajó a pie a través de las junglas para llegar a los Judam, lo que impresionó profundamente a los Judam e incluso ahora lo recuerdan.”

Del mismo modo, Asfandyar Munib Sahib, el encargado del Departamento de Historia escribe que él era de beneficio especial para la historia de Ahmadíat. Fue un pilar para el Panel de Consulta. Él miraba los manuscritos históricos con gran atención y daba consejo y guía muy valiosa. Estaba bien versado en los antecedentes y en los detalles de los eventos de la Comunidad.

Muhammad Din Naz Sahib, el Nazir Islah-o-Irshad adicional escribe:

“Cuando fue nombrado Nazir-e-Aala entré a su habitación y estaba sentado en el asiento del Nizarat-e-Ulya. Su estado era digno de ver, sus ojos estaban llenos de lágrimas, su rostro parecía abrumado y absorto por los efectos de la oración. Y con gran humildad, me pidió que también rezara por él”.

Zahid Qureshi Sahib escribe:

“Una vez fui a visitarle por un trabajo cuando estaba sirviendo como presidente de Judamul Ahmadía [organización auxiliar para los jóvenes de la comunidad] por el Qaid de Judamul Ahmadía de Lahore. Fui a su oficina en Aiwan-e-Mahmud y le entregué los documentos. Era una tarde de verano y después de recibir los documentos, me preguntó si había comido. Respondí que después de completar este trabajo, iré a Dar-ul-Ziafat y comeré. Respondió: ‘no, ven conmigo, solo siéntate aquí un rato mientras se prepara la comida.’ Pensé que quizás se iban a hacer la comida en Aiwan-e-Mahmud, sin embargo, después de un tiempo salió, sacó su bicicleta y me pidió que me sentara tras él (sobre la bicicleta). En el camino, incluso dije que me bajaría e iría a Dar-ul-Ziafat, ya viene de camino, sin embargo, dijo: ‘no, permanece sentado.’ Él montó en bicicleta hasta su casa en el calor abrasador y me invitó a comer en su casa y después de eso me dio permiso para salir. Tenía un vínculo personal con cada Jadim mientras trabajaba como presidente de Judamul Ahmadía.”

Del mismo modo, muchas personas escriben que aprendieron muchas de las habilidades y métodos de trabajo a través de él. El Dr. Sultan Mubasher Sahib escribe:

“Aprendimos muchas técnicas de cómo trabajar por medio de él. Era su práctica llevar a cabo todo su trabajo en una manera muy meticulosa”.

El Dr. Sultan Mubasher Sahib escribe, además:

“Después de que el decreto [Anti-Ahmadi] fue aprobado en 1984, Mia Ahmad Sahib estaba supervisando los preparativos para presentar una apelación ante el Tribunal Federal de Shariat de Pakistán. Recuerdo que una vez Mia Sahib llegó a Aiwan-e-Mahmud y yo estaba jugando bádminton allí en ese momento. Él me dijo, ‘nosotros a veces requerimos ciertos libros en el tribunal de Lahore que deben proporcionarse de nuestra biblioteca. Es su responsabilidad llevarlos allí.’ Por lo tanto, cualquier libro que ellos requerían de Rabwah lo anotaban por teléfono desde Lahore y el propio Mia Sahib ayudaba también personalmente al personal de la biblioteca con gran esfuerzo en la búsqueda de esos libros y organizaba su entrega. No fue el caso que simplemente dio una instrucción y se fue, sino que su práctica era que tomaba parte activa en el trabajo.

Cuidaba mucho de los huérfanos y viudas. Justo hoy conocí a una mujer fuera de la clínica, Bushra Sahiba, que vive en Rabwah. Ella sufre de diabetes e hipertensión y después de revisar sus resultados, le dije que, por la gracia de Al-lah el Todopoderoso, sus resultados son completamente normales, sin embargo, al escuchar esto comenzó a llorar. La miré con asombro y ella dijo en un tono emocional, ‘Dr. Sahib, sin duda mi diabetes ha mejorado pero dos personas quienes asumieron el costo de todo mi tratamiento médico se han ido; Mirza Jurshid Ahmad Sahib y Mirza Ghulam Ahmad Sahib. Ambos han partido de este mundo.’ Le aseguré que por la gracia de Al-lah el Todopoderoso su tratamiento médico continuará como hasta ahora gracias al Nizam-e-Yama’at [administración de la Comunidad], sin embargo, ella siguió recordándolos y llorando.”

El imam de la mezquita de Fazl, Ataul Mujib Rashid Sahib afirma:

“Hacia fines de 1973, cuando Hazrat Jalifatul Masih III (rh) me nombró como el presidente de Judamul Ahmadía después de consultar con el Mall’lis Shura de Judamul Ahmadía, Mirza Ghulam Ahmad Sahib en ese momento estaba trabajando como vicepresidente. Debido a su amplia experiencia, recomendé su nombre para servir como vicepresidente en mi comité ejecutivo. A pesar de que Mirza Ghulam Ahmad Sahib era superior a mí respecto a su conocimiento, experiencia, edad y estatus, cuando fue nombrado vicepresidente, trabajó con gran humildad y extendió su cooperación en cada tarea. En ningún momento mostro su superioridad sobre mi.”

Shahid Abbas Sahib de Malasia escribe:

“Realicé el Bai’at [juramento de iniciación] en 2005 y fui a visitar la sede. Mirza Ghulam Ahmad Sahib estaba yendo a su oficina y el Mual-lim [predicador local], Daniyal Sahib que estaba conmigo, dijo, ‘él es un familiar muy cercano del Jalifa actual. Debes pedirle oraciones.’ Me acerqué a él y le dije que antes pertenecía a los chiitas y había aceptado el Ahmadíat y le pedí que rezara por mí. Me abrazó y luego me agarró firmemente de la mano y me dijo con una voz muy apasionada: ‘¿Quieres que te diga sobre una persona a quien también pido que ore por mí?’ Pregunte quién era. Él respondió: ‘El Jalifa actual. Debes escribirle a él para plegarias.’”

Este nuevo converso áhmadi afirma a continuación:

“El amor y la pasión que presencié en sus ojos por el Jalifa actual fue extremadamente impresionante y esos pocos momentos se han grabado en mi memoria”.

Anjum Pervez Sahib, que está sirviendo como misionero aquí en el departamento de árabe, escribe:

“Un día, Chaudhry Muhammad Ali Sahib me dijo que una vez Mia Ahmad estaba haciendo ciclismo en el intenso calor de la media tarde buscando a alguien que trabajaba como pintor. Le preguntó a quién estaba buscando y respondió: ‘Le receté a alguien el medicamento homeopático incorrecto y ahora lo estoy buscando antes de que se lo tome y pueda darle la medicación correcta. Por lo tanto, lo estoy buscando para poder darle la medicina correcta, pero no le encuentro.’”

Cumplió con todas las responsabilidades que tenía y completaba de manera excelente muchos trabajos que se le asignaban. La gente ha escrito muchos relatos respecto a esto. De manera similar, aquellos que trabajaron con él en la oficina dicen que:

“Él les pedía trabajo de una manera muy cariñosa y afectuosa”.

Mostraba compasión tanto como le fuera posible a aquellos que se enfrentaban a dificultades, sufrían problemas y los necesitados, y trataba de aliviar sus dificultades. Tenía una excelente comprensión de los asuntos y tenía facultades otorgadas por Dios que le permitían rápidamente llegar al fondo del asunto y (como mencioné anteriormente que era su práctica) actuaba de inmediato.

De manera similar, pocos días antes de su fallecimiento, algunos jóvenes acudieron a la oficina con la queja de que algunos de los trabajadores del personal de seguridad de la sede central habían actuado injustamente con ellos y los habían golpeado o tratado con dureza. Uno de ellos había sufrido muchas heridas. Él [Mirza Ghulam Ahmad Sahib] le preguntó si había estado en el hospital para verle. Él respondió que no y entonces dijo:

“Primero ve al hospital. Las oficinas están cerradas hoy, sin embargo, cuando vuelvan a abrir, haré una investigación exhaustiva, y sin importar si el culpable es un trabajador de la oficina, será castigado. Inició esta investigación de inmediato y envió a los jóvenes al hospital para recibir tratamiento”.

Iqbal Bashir Sahib escribe:

“Cuando Mia Ahmad Sahib fue nombrado como Nazir Diwan [Director de Recursos Humanos y Registros], había muy pocos trabajadores en la oficina consistiendo en dos empleados de oficina y un asistente. Muchas veces, cuando el trabajo aumentaba, Mia Ahmad Sahib venía y se sentaba con nosotros y nos ayudaba a verificar y enviar las cartas”.

Riaz Mahmud Bajwa Sahib, que era misionero y ahora está jubilado, escribe:

“Un día estaba sentado en la oficina y durante nuestra conversación, un tono de severidad apareció en el tono de Mia Sahib. No tuve ningún resentimiento y tampoco me sorprendió que eso pudiera suceder. Llegué a casa y más tarde en la noche alguien llamó a la puerta. Abrí la puerta y para mi completa sorpresa, Mia Sahib estaba de pie allí y dijo, ‘hoy en la oficina te hablé de una manera bastante estricta, por lo tanto, he venido a disculparme.’ Ni siquiera era consciente de que lo hizo y desde entonces admiro su gran carácter.”

De manera similar, un ayudante y un empleado escribieron lo mismo, que él primero se enfadó con ellos, pero luego se disculpó. Alguien escribió un incidente similar:

“Cometí un error en la oficina y me riñeron también, pero más tarde en casa mientras recitaba Istighfar [arrepentirse] llamaron a la puerta. Salí y vi que Mia Ahmad Sahib estaba de pie allí y me dijo: ‘Hoy te hablé de una manera brusca y, por lo tanto, he venido a disculparme’. Luego se dio la vuelta, se sentó en su automóvil y se fue”.

Mubasher Ayyaz Sahib escribe:

“Yo era el editor de la revista Jalid y el fallecido Mahmud Bengali Sahib vino de Australia y le hice una entrevista. Relató un incidente en el que, cuando Mia Ahmad Sahib era presidente de [Judamul Ahmadía], Mahmud Bengali Sahib estaba a cargo de una clase de Tarbiyyat [formación religiosa y moral para los judam]. Cuando terminó la clase de Tarbiyyat, presentó el presupuesto total de gastos y unas pocas anna, es decir, que se gastaron unos cuantos peniques de más. El presidente rechazó el gasto y afirmó que: ‘este gasto no puede aprobarse.’”

Él dice:

“Fui personalmente a verle y le dije que no era un gran problema, que solo se habían gastado unos pocos peniques de más y que esta no es una gran cantidad. Si no puede proporcionarlo, lo pagaré de mi bolsillo. Él respondió: ‘No se trata de gastar de tu bolsillo, el hecho es que quiero haceros comprender que debéis tener cuidado al gastar el dinero de Yama’at y que debéis seguir las reglas y regulaciones de la Yama’at. Por lo tanto, si necesitabais más dinero, primero deberíais haber pedido permiso y luego haber gastado el dinero.”

Bengali Sahib dice:

“Esto me causo un gran impacto.”

También tenía un gran vínculo con Jilafat. Una vez, creo que se estaba debatiendo en el Comité Judicial un problema relacionado con la falta de aplicación del Zakat en las propiedades de caballos, y se había compilado un informe. Sin embargo, rechacé este informe y dije que debería revisarse nuevamente y que se requería un consenso. Se formaron muchos comités y cada vez se producían largos debates entre los eruditos y no llegaban a una conclusión. Luego, el presidente lo nombró a él presidente del comité y, nuevamente, algunos de los eruditos prepararon minuciosamente una nueva presentación con una visión alternativa de lo que inicialmente se dijo. Él escuchó la discusión por un momento y luego Mubasher Ayyaz Sahib dice que dijo con una voz muy apasionada:

“Cuando el Jalifa de la época ha tomado una decisión, ¿cómo podemos pensar en decir algo en contra de esto? Rechazó todos sus argumentos y no le importó cuán eminentes eran los eruditos y lo que estaban diciendo.”

Continúa diciendo:

“En lo que respecta a la historia de la Yama’at y los incidentes que están relacionados con la Yama’at, él era como una enciclopedia”.

Dice:

“Actualmente estoy escribiendo sobre la vida y carácter del Mesías Prometido (as). Si alguna vez encontraba alguna dificultad, le consultaba, pues era un experto en este tema, y una autoridad en estos asuntos. Del mismo modo, tenía un amplio conocimiento de los lugares [históricos] de alrededor de Qadian. Mientras estaba en Qadian, si alguien le pedía que le mostrara estos sitios históricos, les acompañaba con gusto en la visita. En una ocasión, se lesionó y se torció el tobillo y, sin embargo, no dejó que nadie lo supiera, y continuó mostrándoles los lugares”.

Mubashar Ayyaz Sahib dice:

“Cuando comenzó a subir las escaleras nos dimos cuenta y, de hecho, él mismo lo dijo, que sentía dolor [en el tobillo]. Nos sentimos avergonzados por el hecho de haberle causado tanto dolor.”

Del mismo modo, hay varios episodios similares. Cada vez que era enviado para cumplir un deber oficial, no pensaba en los obstáculos que pudieran surgir en su camino. En una ocasión, hubo un desacuerdo entre dos grupos respecto a un determinado asunto oficial. Fue enviado para reconciliar a ambas partes, pero el viaje para llegar hasta a ellos resultó difícil. No había acceso para los coches. Mirza Jurshid Ahmad Sahib y Mirza (Ghulam) Ahmad Sahib, junto con otros misioneros, se sentaron en el remolque de un tractor. Durante la ruta, se encontraron que el trayecto era peligroso para que el tractor continuara. Tras descender, reanudaron el viaje a pie, y finalmente alcanzaron su destino. Cuando llegaron a la aldea, reunieron a todos en la mezquita y anunciaron su veredicto, y también rezaron por el asunto. Por la Gracia de Al-lah, cuando la gente se percató de que habían viajado desde tan lejos y que habían emprendido un viaje tan difícil, decidieron solucionar la disputa que había durado varios años, gracias a su sacrificio y oraciones. Hay muchos otros sucesos similares a este, y otros que son nuevos, pero no hay tiempo suficiente para relatarlos.

Siempre se mostraba afectuoso con sus trabajadores y esto es algo que todos mencionan. Le preocupaba incluso la más pequeña de sus necesidades. Luego sirvió como Naib Nazir Ta’lim [Director Adjunto de Educación]. Se cuenta que decía, cuando el Jalifa denegaba una asignación a un estudiante por alguna circunstancia, que:

“Debéis atribuir la aprobación de las asignaciones de los estudiantes u otras buenas noticias al Jalifa; pero si la solicitud es rechazada o no aprobada, la denegación debe sernos atribuida a nosotros.”

Zafar Ahmad Zafar Sahib, que es misionero, también narró un episodio en el que se fracturó un pie, y no se preocupó por su estado a pesar de que había empezado a hinchársele.

Salim Sahib escribe:

“Durante el Jilafat de Hazrat Jalifatul Masih III (rh), le sirvió como secretario privado. Cuando el correo se acumulaba, pedía a todos que recopilaran las cartas y las distribuyeran de nuevo. En la distribución, recogía un montón para sí mismo. Asumía la responsabilidad de secretario privado, y se adjudicaba más cartas que el resto de nuestros oficinistas. Redactaba la correspondencia y completaba el trabajo antes que nosotros”.

Tenía una habilidad especial para redactar las cartas y su letra era muy clara y organizada. Como mencioné, tenía una habilidad especial para la redacción. Un trabajador de Wakalat-e-Maal Sani escribe:

“Estábamos escribiendo la historia de Tahrik-e-Yadid, con la inclusión del sacrificio económico. Después de corregir los errores y preparar la versión final, el Wakil-ul-Maal II [Director de Finanzas] me pidió que le diera la copia final a Mian Ahmad Sahib, para que pudiera verificar si había algún error. Pensé para mí mismo que una vez que entregáramos este libro de 150 a 200 páginas a Mian Ahmad Sahib, nos sentiríamos aligerados durante los siguientes cuatro o cinco días.”

Luego escribe:

“Cuando llegué a la oficina a la mañana siguiente, el sobre se hallaba sobre mi mesa, con todas las correcciones completadas. Había logrado acabar todas las correcciones en una sola noche y devolver el documento.”

Este era su nivel de eficiencia, que es un ejemplo para todos los trabajadores.

También sirvió como Sadr Mall’lis Karpurdaz y evaluó a fondo los asuntos correspondientes a este cargo.

Samiul-lah Zahid Sahib escribe:

“Cuando sirvió como Nazir Islah-o-Irshad Muqami, me pidió que hiciera una lista de las familias de todos los misioneros. Cuando le di la lista, fue a visitar a todas las familias, y les dijo que ‘ya que vuestros maridos están llevando a cabo su labor misional sobre el terreno, si tenéis alguna preocupación, problema o necesitáis cualquier cosa, no os preocupéis, y en lugar de ello, venid y contádmelo.”

Farid-ur-Rahman sahib, que trabaja en Wakalat-e-Ta’mil-o-Tanfiz, escribe:

“Trabajé en la composición del libro de Chaudhry Muhammad Ali Sahib. Cuando preparé el borrador final, Chaudhry Sahib me envió a él [Mirza Ghulam Ahmad Sahib]. Cuando le presenté el libro, me quedé por un tiempo. Me preguntó ‘¿qué pasa?’ Nervioso, le dije que mi madre se había operado.”

Luego escribe:

“A pesar de que no le dije nada más, me preguntó de inmediato cuánto dinero necesitaba y tomó el talonario de cheques de tesorería del cajón y lo colocó en su escritorio. Le dije que necesitaba siete mil rupias. Si puede prestarme el dinero ahora puede deducirlo más tarde de mi salario. Luego me dio el dinero de su cuenta personal y dijo: “También rezaré. No te preocupes de si se deducirá de su salario o no. Toma esto y si necesitas más no dudes en preguntarme.”

Hafiz Sahib también escribió lo siguiente:

“Tenía una conexión especial con el Jilafat, que era visible en cualquier ocasión. Cuando fue nombrado Nazir-e-Aala, en su primer discurso al Naziran [directores] del Anyuman él dijo: ‘No necesito pedirles su cooperación, ya que todos están sirviendo en sus capacidades. Sin embargo, puesto que Hazrat Jalifatul Masih (aba) me ha nombrado, necesito urgente sus oraciones, ya que es extremadamente difícil seguir los pasos de ciertas personas.”

De manera similar, cuando fue transferido de Nazarat-e-Diwan y nombrado como Nazir-e-Aala, uno de los trabajadores dice:

“Antes de salir de la oficina, personalmente vino a nuestro encuentro y solicitó permiso para irse. Al escuchar estas palabras nos emocionamos y dijimos: ‘Mian Sahib, quédese aquí con nosotros o llévenos con usted.’ Ante esto, sonrió y dijo: ‘¿Cómo puedo llevaros conmigo? Solo me voy debido a las órdenes de Hazrat Jalifatul Masih (aba) y luego, después de un corto periodo de tiempo, fue al encuentro de Su Creador con Su permiso.’” ¡Que Al-lah el Todopoderoso eleve su estado!

Él se ha ido a un lugar donde cada uno de nosotros irá a la hora señalada. Sin embargo, afortunados son los que se pasan la vida esforzándose por alcanzar el placer de Al-lah el Todopoderoso. ¡Que Al-lah el Todopoderoso eleve su estatus y permita que sus hijos continúen sus virtuosas obras! También todos los Waqfin [devotos de la vida] y aquellos que tienen cargos en la comunidad deben esforzarse por cumplir con su Waqf [promesa de consagrar la propia vida] con sinceridad, tal como lo hizo él y también continuar con sus servicios. ¡Que Al-lah conceda a todos la oportunidad de cumplir sus promesas! ¡Que Al-lah continúe otorgando a la Yama’at trabajadores piadosos y justos que sirvan con sinceridad y pasión en el futuro también!

El segundo funeral que dirigiré hoy es el de Dª. Debaanu Farakhut Sahiba, que falleció el 26 de enero a la edad de cuarenta y siete años. [árabe] “A Él pertenecemos y a Él retornaremos”. Ella falleció debido a un problema de hipertensión y una infección en su intestino. Aunque se sometió a una operación, sin embargo, falleció después de una semana. Estuvo enferma durante bastante tiempo y cuando tenía quince años, sus dos riñones dejaron de funcionar correctamente. A pesar de esto, desde el momento en que ella aceptó el Ahmadíat, ofrecería sus oraciones a tiempo y ofrecía las oraciones de Tahayyud [oraciones voluntarias antes del amanecer]. Ella regularmente recitaba el Sagrado Corán, a pesar de haberse convertido del cristianismo. Ella aceptó el islam en 2004 y desde entonces fue regular en sus oraciones obligatorias, recitación del Corán y también oraciones de Tahayyud. Al evaluar la condición de los musulmanes, se dio cuenta de que había un problema importante [con ciertos musulmanes]. Ella había aceptado el islam antes del Ahmadíat. Más tarde se convirtió en musulmana áhmadi. Ella comenzó a investigar acerca de los signos de los últimos días como lo menciona el Santo Profeta (sa) y así aceptó el Ahmadíat. Ella misma dijo que sentía como si estuviera avanzando hacia su fin, hasta el punto que, cuando aceptó el islam, se sentía como si estuviera al borde de la muerte. Sus doctores que no son musulmanes dicen que, al encontrar a Al-lah le infundió una nueva vida. Antes de aceptar el Ahmadíat ella contrajo la Hepatitis C, sin embargo, después de haber realizado el Bai’at, Al-lah el Todopoderoso le concedió una recuperación milagrosa. Ella mencionaba su curación milagrosa a los miembros de su familia. Ella me vio en dos ocasiones y siempre mostró sinceridad y lealtad.

Amir Sahib [el presidente nacional] escribe:

“Cuando fui a su encuentro hace unos días ella me preparó una comida. Cuando le expresé que no había necesidad de tomarse tantas molestias, me dijo que era la primera vez que venía a su casa y que había venido como representante del Jalifa. En su casa siempre tenía MTA puesta en la TV.

¡Que Al-lah el Todopoderoso eleve su estatus y la perdone concediéndole Su Misericordia! ¡Que Al-lah cumpla su deseo, que era que su familia aceptara el Ahmadíat!

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