5. Recordar a Al’lah
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
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Recordar a Al’lah (Zikr-i-Ilahi)

Después de recitar el credo del islam y buscar la protección de Al’lah, Hazur dijo:

Deseo abordar los siguientes asuntos:

  • ¿Qué es el Zikr-i-Ilahi, o recordar a Al’lah?
  • ¿Por qué es necesario el Zikr-i-Ilahi?
  • Cuáles son las diversas formas de Zikr-i-Ilahi.
  • Precauciones que deben tomarse al recitar el Zikr-i-Ilahi.
  • Conceptos erróneos comunes sobre el Zikr-i-Ilahi.
  • Métodos para erradicar las influencias satánicas y mantener la concentración en la oración.

Este tema es de importancia universal. Les concierne a todos los seres humanos, al alto y al bajo; al rico y al pobre; al joven y al viejo. Si escuchas algo de lo que digo que te parece insignificante, no lo ignores; cuando pongas estas ideas en práctica, te convencerás que no eran insignificantes, sino que portaban resultados magníficos y beneficiosos.

¿Qué es Zikr-i-Ilahi, o recordar a Al’lah?

Zikr es una palabra árabe, que significa recuerdo. Cuando se utiliza para Al’lah, se refiere a las formas de recordar a Al’lah, es decir, tener en cuenta Sus atributos, recitándolos una y otra vez, afirmándolos con entusiasmo y sinceridad, y reflexionando sobre Su Omnipotencia y Poder.

Malentendidos respecto al Zikr

Hay un malentendido común acerca del Zikr en nuestra Comunidad, y dado que resulta en una negligencia en el Zikr, quiero erradicar este malentendido. El Mesías Prometidoas criticó a los Sufis (los que se llaman a sí mismos devotos) de su época que introdujeron muchas innovaciones en el islam. Señaló que la repetición de diferentes frases del Zikr, como lo haría un loro, era algo inútil. Era la hora de defender al islam de los ataques de sus enemigos. El Mesías Prometidoas los criticó, y realmente lo merecían, pero algunos áhmadis lo malinterpretaron. Es absolutamente errónea la conclusión de que carece de mérito sentarse en algún lugar para recordar a Al’lah.

Todas las formas del Zikr están destinadas a alabar a Al’lah y a glorificar Su Nombre. El Mesías Prometidoas criticó a aquellos que expresaban la Gloria de Dios en la intimidad de sus hogares, pero no desafiaban a los enemigos que se congregaban para afrentar Su Santo Nombre. Los amonestó porque eran indolentes. No estaban cumpliendo su deber de convocar a las personas hacia la bondad y alejarlas del mal. Sus acciones eran hipócritas. Si eran sinceros en la glorificación de Dios, ¿por qué no contrarrestaban los ataques de los enemigos? ¿Por qué no glorificaban a Al’lah en público como lo hacían en los tranquilos rincones de sus hogares?

Además, el Mesías Prometidoas los criticó porque desfiguraron el concepto del Zikr. Sus prácticas no tenían ningún rastro del concepto de recordar a Dios en su pureza prístina.

Formas equivocadas de Zikr

Se encuentran varias formas equivocadas de Zikr entre los Sufis. Lanzan un grito desde sus corazones, lo llevan a sus cabezas y gritan tan fuerte que nadie en la vecindad puede dormir o concentrarse en la oración. Lo denominan “penetrar en el corazón” ¡como si La Ilaha Il-lal’lah solo entrase en sus corazones si lo martillaban! Aunque afirman que se reunen para el Zikr, sólo se engañan con sonidos vacíos de “Al’lah, Al’lah”.

Existen muchas de estas prácticas:

  • Una parte pasa simplemente un buen rato en medio de canciones, coros y bailes con prostitutas; lo denominan una reunión de Zikr, porque el sonido de Al’lah es frecuentemente repetido.
  • Algunos “penetran los corazones”.
  • Otros pronuncian un grito “desde su alma”.
  • Otros elevan el Zikr desde sus corazones, que retorna después de realizar una postración en Arsh, el Trono de Al’lah.
  • Otros pronuncian el grito de Al’lah “desde cada partícula de su cuerpo”.
  • Otros bailan al son de los versos del Sagrado Corán, con otros saltando a su alrededor y recitando poesía. Fingen la intoxicación y la inconsciencia. Alguien salta entonces al medio de la congregación con gritos estridentes de “Al’lah, Al’lah”.

En resumen, se han introducido muchas prácticas excéntricas y ocultas en el concepto de Zikr, y ninguna de ellas tiene que ver con las verdaderas enseñanzas del islam. Condenamos estas innovaciones, pero no podemos abandonar el Zikr por este motivo.

El Santo Profetasaw ha dicho: “Cada innovación nos aleja del camino recto y todas ellas conducen al fuego. Por eso, estos tipos de Zikr no acercan más a estas personas a Al’lah; al contrario, las aleja de Él”.

Desde que se introdujeron estos tipos de Zikr, los musulmanes se han alejado de Al’lah. Esto no es sorprendente: las prácticas contrarias a las directrices de Al’lah y Su Apóstol debilitan espiritualmente.

Todas las innovaciones introducidas en el Zikr tienen un elemento de placer, pero este placer es artificial. El hombre que sucumbe a él a costa del verdadero placer, queda arruinado. Es como alguien que sufre de dolor de estómago y, en lugar de buscar el tratamiento adecuado, se duerme con una dosis de opio. El efecto narcótico proporciona un alivio temporal, pero de hecho le está matando. Llegará pronto el momento en el que la enfermedad le causará daño.

 Zikr vs. Mesmerismo

Lo que estas personas llaman Zikr es en realidad mesmerismo e hipnotismo. No tiene nada que ver con la espiritualidad; más bien está relacionado con la concentración del pensamiento.

Dios Todopoderoso ha conferido a la mente humana el poder de producir una influencia muy fuerte mediante el enfoque del pensamiento. Se pueden obtener de esta concentración sentimientos de placer similares a los derivados del opio, la cocaína o la marihuana. Estas sensaciones no constituyen, en realidad, un verdadero placer, sino que se trata de un estado de entumecimiento. Las personas se engañan creyendo que reciben placer al recitar el nombre de Al’lah. En realidad, incluso si dijeran Ram en ese momento, sus sentimientos no serían diferentes.

Se narra que un musulmán respetado viajaba en un barco. Comenzó su Zikr con plena concentración. Otros en el barco, sobre todo hindúes, se unieron a él para decir “Al’lah; Al’lah”. Sin embargo, un asceta hindú no se vio influenciado. El musulmán centró sus pensamientos en el asceta, quien, a su vez, comenzó a concentrarse en el musulmán con mayor fuerza. En lugar de conseguir influir en el asceta, el musulmán quedó influenciado por él. De forma involuntaria, empezó a decir “Ram, Ram”. El musulmán se asombró y se dio cuenta de que ejecutar el Zikr de esta manera era inútil. Se arrepintió y detuvo su práctica. Reconoció que el resultado fue producido simplemente por el ejercicio de una habilidad y no por el propio recuerdo de Al’lah. Si la bendición de decir Al’lah era la fuente de su consuelo, pronunciar “Ram” no creaba los mismos sentimientos.

Los que realizan estos rituales son como el caso de un viajero hambriento en un desierto. Encuentra una bolsa llena de guijarros y se imagina que contiene comida. La persona que realiza rituales sin sentido puede creer que está alcanzando la cercanía de Al’lah, pero en realidad está en un estado de ilusión. Sus sentidos han quedado adormecidos. Piensa que ha alcanzado un alto estatus espiritual, aunque la condición de su corazón continúa impura.

El Placer del Zikr

Un sincero áhmadi me dijo en una ocasión, que se obtiene un gran placer de estas prácticas. Le contesté que el placer es similar al derivado del opio y la cocaína. La prueba concluyente es que tal Zikr no produce pureza espiritual. Estuvo de acuerdo, y me dijo que conocía a alguien que había dominado todos los rituales, pero que se veía obligado a pedir comida en las calles. El áhmadi agregó que solía preguntarse: si este hombre ha alcanzado el alto estatus que reclama, ¿por qué necesita mendigar?

El Mesías prometido ha narrado una historia sobre un Pir (un santo) que afirmaba que había alcanzado un alto estatus espiritual. En una ocasión, mientras visitaba a un seguidor durante una hambruna, el Pir le exigió: “Traiga mi ofrenda”. El seguidor, que no pudo encontrar nada que ofrecer, pidió perdón, pero el Pir insistió. Al final, el seguidor se vio obligado a vender algunos de sus efectos domésticos para satisfacer las demandas del Pir.

En resumen, se encuentran muchas debilidades e impurezas del corazón en las personas que hacen afirmaciones pomposas sobre las formas equivocadas del Zikr.

Diferencia entre el Zikr y la Mera Influencia de los Pensamientos

Dios Todopoderoso le ha conferido a la voz humana y al pensamiento un poder especial. Si una persona sigue pensando que algo ha sucedido, su mente estará inclinada a creerlo en consecuencia. Del mismo modo, si alguien comienza a imaginar que su corazón está emitiendo el sonido de Al’lah, también comienza a percibir ese sonido. Aquí surge la pregunta de que si el corazón realmente produce ese sonido, ¿por qué no se purifica?

Hay una diferencia importante entre los que verdaderamente aman a Dios y los que hacen trucos. La diferencia es simple, pero el fracaso en reconocerlo hace que un hombre descuide su reforma. Puede creer que ha llegado a Al’lah, cuando en realidad no lo ha hecho. Al igual que un hombre que ha llegado a un destino equivocado pero que cree que ha llegado a su meta, allí se quedará sentado y sufrirá la pérdida. Aquellos que se entregan a prácticas equivocadas imaginan que han alcanzado su verdadero objetivo, cuando en realidad están a kilómetros de distancia del mismo. Como el adicto al opio, están en un estado de embriaguez frenética e insensatez.

El Mesías Prometidoas instó a sus seguidores a mantenerse alejados de las formas equivocadas del Zikr. Criticó a los que las practicaban: “¿Cómo se puede denominar a estas prácticas “recordar a Al’lah” en su verdadero sentido cuando incluso los hindúes y los cristianos pueden practicarlas?”

 Recitando el Zikr en voz alta

¿Qué hay de recitar el Zikr en voz alta o escuchar canciones y música? Como mencioné anteriormente, al sistema nervioso humano se le ha concedido el poder de influir, así como de ser influenciado. Los oídos proporcionan una de las vías al sistema nervioso. Responden a sonidos agradables. Esto se aplica no sólo a los seres humanos, sino también a otras criaturas. Tocad la flauta ante una serpiente y comenzará a bailar. ¿Puedes decir que está bajo una influencia espiritual? ¡De ningún modo! Del mismo modo, si alguien comienza a bailar al ritmo de una canción, no se puede decir que haya conseguido una influencia espiritual; tan sólo que sus sentimientos se han influenciado. Cualquiera que crea que el canto tiene un efecto espiritual está equivocado. Así como la serpiente baila al ritmo de una flauta, los sufíes de hoy responden a las canciones y la música. Además, constituye una innovación en la fe del islam realizar el Zikr en voz alta.

En una ocasión, el Santo Profetasaw viajaba con sus Compañeros. Los escuchó decir “Al’lahoAkbar¸ Al’lahoAkbar” en voz alta. Hazrat Abu Musara narra que el Santo Profetasaw les aconsejó: “Tengan piedad de ustedes mismos. ¿por qué no hablan en voz baja? Al que invocan no es sordo ni está ausente; está con ustedes y les oye bien.”

Los Sufis de hoy van, por tanto, en contra de las instrucciones del Santo Profetasaw.

Cuando celebran sus reuniones del Zikr, toda la vecindad se llena de ruido. Lo consideran un acto de bondad, cuando, de hecho, van en contra de la Shari’ah (ley islámica). Su práctica de bailar, gritar, caer y mover la cabeza, no está de acuerdo con las enseñanzas del islam.

¿ El Zikr en Forma de Poesía?

Se dice que el Santo Profetasaw escuchaba poesía, pero nadie puede probar que oía la poesía como forma de recordar a Al’lah. A veces Hazrat Hassanra venía a él diciendo: “Oh Profeta de Al’lah, un oponente ha compuesto coplas contra ti y he preparado esta respuesta”. Del mismo modo, una persona, contra quien había emitido una sentencia de muerte, se presentó ante él, y después de recibir el permiso, recitó algunas coplas pidiendo perdón. El Santo Profetasaw extendió su manto sobre él para indicar que le perdonaba. Más tarde el hombre dijo: “No tenía miedo de la muerte, pero había reconocido la verdad del islam y no quería morir como un incrédulo”. En otra ocasión, un Compañero escribió un poema durante una guerra en el que dijo: “Este día seremos victoriosos o aceptaremos la muerte; pero no nos retiraremos”.

Nada de esto demuestra que recordar a Al’lah tome la forma de canciones extasiadas o recitales de poesía, ni prueba que el Compañero bailara o se embriagara. Todas estas prácticas son innovaciones. El comportamiento incitado por estos poemas, es vulgar y no islámico. El islam no lo aprueba en absoluto.

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