Gastar en el camino de Allah: Waqfe Jadid 2024
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Gastar en el camino de Allah: Waqfe Jadid 2024

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

SERMÓN DEL VIERNES, 5 de ENERO de 2024.

Pronunciado en la MEZQUITA MUBARAK de Islamabad (Tilford, Surrey), Reino Unido.

Después de recitar el Tashahud, el Taawwuz y el Surah Al-Fatihah,

Hazrat Mirza Masrur Ahmad, Jalifatul Masih V (atba), pronunció lo siguiente:

La traducción de estos versículos es:

“¡Oh vosotros, los creyentes!

¿Queréis que os señale un acuerdo que os librará de un castigo doloroso?

Que creáis en Al’lah y en Su Mensajero,

y os esforcéis en la causa de Al’lah con vuestras riquezas y vuestras personas.

¡Eso es lo mejor para vosotros, si acaso supierais!

Él perdonará vuestros pecados y os hará entrar en Jardines por los que corren ríos,

y en moradas puras y agradables en Jardines de Eternidad.

Ese es el triunfo supremo”, [61:11-13].

En una ocasión, el Mesías Prometido (as) afirmó:

“Yo también he sido enviado a semejanza del Mesías de la dispensación mosaica, [pues] al igual que Hazrat Isa [Jesús] (as) enseñó la misericordia y el perdón, asimismo yo he sido enviado como el Mesías de Muhammad (sa) con las enseñanzas islámicas de misericordia, perdón, paz y reconciliación, y he venido a poner fin a las guerras religiosas. Esta era es la época de la propagación de las enseñanzas del Sagrado Corán y no de la ‘yihad’ con la espada. Más bien, se está llevando a cabo una ‘yihad’ [esfuerzo] de la pluma y ‘tabligh’ [predicación] con el fin de difundir las enseñanzas del Islam; y para mantener esta ‘yihad’ se requieren los mismos sacrificios de la propia vida, riqueza y honor que se exigieron en las primeras etapas del Islam”.

En esta época se hacen grandes esfuerzos en todo el mundo para adquirir superioridad económica, la gente ha abandonado la religión y se inclina más por el materialismo. El mundo se esfuerza al máximo por aumentar sus negocios y adquirir comodidades mundanas. En tales circunstancias, para la causa de la difusión de la religión, los sacrificios son precisamente los medios, y los mejores medios, para llevarla a cabo a fin de ganar la cercanía de Dios Altísimo, tal y como Al’lah ha afirmado; y esto es exactamente lo que Dios ha mencionado en estos versículos que he recitado. Sin duda, esta es la era del Mesías Prometido (as) y, en este tiempo, una “yihad” [esfuerzo] de sacrificios financieros en particular es de gran importancia. Asimismo, esto desarrolla una inclinación hacia el sacrificio del propio ego y permite a la persona obtener la complacencia y la cercanía de Dios Altísimo.

Al’lah ha llamado la atención sobre los sacrificios económicos en múltiples ocasiones en el Santo Corán y en una de ellas Él dice:

“Y ¿por qué no gastáis en la causa de Al’lah, [si a Al’lah pertenece la herencia de los Cielos y la Tierra?]”, [57:11].

Dios dice que todo viene de Él y provee todo para vosotros; y para recompensaros, Él os dice que gastéis en Su causa. Por lo tanto, si tenéis fe y convicción en Dios Altísimo, entonces eso exige que ofrezcáis sacrificios por Su causa.

En otra ocasión, Dios menciona en admonición:

“Y gastad en la causa de Al’lah y no os lancéis a la perdición con vuestras propias manos”, [2:196].

Por eso, los que no gastan en la causa de Dios Altísimo de lo que Él les ha dado se hunden en la ruina.

Hoy en día, es esta misma “yihad” de la propia riqueza la que se convierte en el medio para la “yihad del yo” [y haciendo esto] una persona deja de lado muchos de sus deseos y hace sacrificios en aras del progreso de su fe. Así pues, esta es la “yihad del yo” y mientras atrae la Gracia de Al’lah, como recompensa, Él hará que tanto ellos como su progenie sean los recipientes de innumerables bendiciones. Dios no se queda en deuda con nadie y ha señalado un trato tal que es beneficioso tanto en este mundo como en el otro; un negocio que nos salvará del fuego del infierno. El beneficio de las transacciones mundanas se limita a este mundo, pero una transacción con Dios Altísimo le hace a uno merecedor de las bendiciones de este mundo y del Más Allá. Como ya he mencionado, Al’lah no se queda en deuda con nadie.  De hecho, Él devuelve múltiples veces a quien se sacrifica en Su camino con intenciones puras.

[Luego], Dios afirma en otra parte del Sagrado Corán:

“Y los que emplean sus riquezas para buscar el placer de Al’lah y fortalecer sus almas

son semejantes a un jardín sobre un terreno elevado.

Basta que la lluvia abundante caiga sobre él para que se dupliquen sus frutos;

y si no cae sobre él un fuerte aguacero, le basta con una lluvia ligera.

Y Al’lah ve lo que hacéis”, [2:266].

Hoy en día, son los áhmadis quienes realmente comprenden la importancia de hacer sacrificios económicos en aras de la propia fe y, como la lluvia ligera, si dan incluso pequeñas cantidades de riqueza, Dios Altísimo hace que rindan muchísimos frutos; y el propio progreso de la Comunidad así lo atestigua. Los pobres son los que hacen [aparentemente] pequeños sacrificios, pero Dios se encarga de que estos produzcan innumerables recompensas. Por lo general, se ha observado que los áhmadis más pobres y con menos medios son los que ofrecen mayores sacrificios, y hay muchos ejemplos de ello. De vez en cuando narro historias de este tipo y hoy también presentaré algunas. Esos casos deberían servir para llamar la atención de los áhmadis que están en mejor situación y hacerles ver cuál es su nivel; [y recordad que] cuando un áhmadi menos afortunado hace un sacrificio económico está realizando la “yihad de sí mismo”, [del “yo”].

Hay incontables áhmadis de este tipo que hacen sacrificios en África, en Pakistán y en la India [entre otros], que renuncian a su comida y permanecen hambrientos mientras hacen sacrificios económicos, que cuando están enfermos dan prioridad a dar limosna en lugar de comprar medicinas para ellos o para sus hijos, [etc.]. Pero Al’lah [no sólo] no les deja sin recompensa por esos sacrificios, sino que a veces reciben las bendiciones de Dios Altísimo tan rápidamente que uno se queda atónito, y esto en sí mismo sirve para aumentar su fe. Por tanto, ningún áhmadi de fe débil debe pensar ni por un momento que Dios no recompensa los sacrificios hechos con intenciones puras. Los tesoros de Al’lah son ilimitados y Él no necesita de nuestras limosnas ni de nuestro dinero. [En definitiva], los sacrificios que Dios Altísimo nos pide que hagamos son para concedernos la oportunidad de recibir Su gracia.

El Mesías Prometido (as) ha inculcado tal espíritu de sacrificio en su Comunidad, que desde su época hasta hoy, seguimos siendo testigos de tales incidentes de miembros de la Yamat que dejan a un lado sus necesidades mientras hacen sacrificios por la causa de los requisitos de la Comunidad, y este es el sello distintivo de las naciones que sobresalen; y es como resultado de esto que Dios Altísimo derrama Sus bendiciones.

Los creyentes son aquellos que comprenden la instrucción del Santo Profeta (sa) cuando dijo:

“Protegeos del fuego del infierno, aunque solo podáis hacerlo dando medio dátil”.

[O sea], incluso si uno solo puede permitirse medio dátil, debe darlo a fin de protegerse a sí mismo del fuego [del infierno].

El Santo Profeta Muhammad (sa) también aconsejó [de esta forma]:

“Absteneos de la tacañería”.

[Ya que] es la tacañería lo que destruyó a las naciones del pasado, [-explicó Hazur-].

Y el estado de los Compañeros (ra) era tal que decían:

“Siempre que el Profeta (sa) nos animaba a hacer sacrificios económicos, íbamos a los mercados, realizábamos cualquier pequeño trabajo que estuviera disponible y traíamos de vuelta lo que ganábamos para presentarlo ante el Mensajero de Dios (sa)”.

Asimismo, Al’lah concedió personas que hicieron tales ofrendas para el Verdadero Siervo (as) del Santo Profeta Muhammad (sa) y hay muchísimos ejemplos de este tipo. [Por ejemplo], encontramos en la historia la mención de algunos hermanos que hicieron tales sacrificios que dejan a uno asombrado, y el Mesías Prometido (as) incluso los mencionó.

[En este sentido, el Mesías Prometido (as)] escribe:

“Me asombra el amor y la sinceridad mostrados por mi Yamat, incluso por quienes tienen escasos ingresos, como Mian Jamaluddin, Khairuddin e Imamuddin de Cachemira, que viven cerca de nuestro pueblo. Estos tres hermanos de escasos recursos, que trabajan como jornaleros y ganan quizá 3-4 anas [céntimos] al día, hacen donativos mensuales con gran celo. Además, me asombra la sinceridad de su amigo Mian Abdul Aziz Patwari, que a pesar de sus bajos ingresos un día dio 100 rupeas con el deseo de que se gastaran en el camino de Dios Altísimo. Esta pobre persona puede haber ahorrado las 100 rupeas durante varios años y su pasión por la fe encendió la complacencia de Dios”.

Así, los nombres de quienes se sacrificaron han quedado registrados en la historia de la Comunidad y esas personas tenían un fuerte deseo de alcanzar el placer de Al’lah -ya sea que hayan hecho pequeños o grandes sacrificios- y sus nombres han sido añadidos a los ayudantes de la misión del Mesías Prometido (as), y la historia lo ha registrado.

[Ahora] mencionaré a otro hombre mayor. Era discapacitado y pobre, se llamaba Hafiz Muinuddin Sahib. Poseía una gran pasión por servir a la Yamat y de hacer sacrificios por la Comunidad, a pesar de que llegaba a fin de mes con gran dificultad y de que, al ser discapacitado, tampoco podía trabajar; [aunque] como era considerado un anciano servidor del Mesías Prometido (as), algunas personas le hacían regalos y la costumbre de Hafiz Sahib era que, fuese cual fuese la cantidad que recibiera como ofrenda, nunca la gastaba en sus necesidades personales, sino que la ofrecía al servicio de la Yamat y del Mesías Prometido (as); y nunca hubo ningún proyecto financiero del Mesías Prometido (as) en el que no tomara parte, incluso si donara un “paisa”; aun así, seguro que tomaba parte [en ello]. En los tiempos que corren, se puede considerar que un paisa equivaldría a un penique [céntimo], pero de todas formas participaba. De acuerdo con su situación, este insignificante sacrificio era, de hecho, significativo; y a menudo también ocurría que Hafiz Sahib pasaba hambre para ofrecer dicha ofrenda.

[Estas] eran las personas que siempre estaban dispuestas a sacrificarlo todo para alcanzar la complacencia de Dios y Él contempló sus sacrificios con amor y plantó los árboles de los que ahora se alimenta su descendencia. Por consiguiente, aquellas personas que son descendientes de estos antiguos santos y Compañeros (ra) deben tener siempre presente que si hoy la gracia de Al’lah está con ellos, entonces es debido a los sacrificios de aquellos a quienes Dios Altísimo bendijo con dificultades. [Aparte], deberían examinarse a sí mismos por la causa de la Comunidad, por la causa de seguir la misión del Mesías Prometido (as) y si están aumentando los niveles de sus sacrificios con el mismo proceso de pensamiento que sus mayores tenían en mente. Incluso ahora, en la Yamat [Musulmana] Ahmadía, la mayoría de la gente es pobre y, sin embargo, muestra el más alto nivel de sacrificio. Así pues, quien tenga grandes ingresos en la Comunidad debería examinarse a sí mismo, [porque] Dios y Su Mensajero (sa) valoran los sacrificios justos.

Así pues, en una ocasión, el Santo Profeta (sa) manifestó:

“En comparación, un dirham ha superado hoy los cien mil dirhams”.

[Entretanto], los Compañeros (ra) preguntaron cómo era posible y el Profeta (sa) explicó que:

“Hoy un hombre tenía dos dirhams, de los cuales sacrificó uno; mientras que otro hombre tenía una gran cantidad de riqueza y tierra, de las cuales sacrificó cien mil dirhams”.

Cien mil dirhams parece ser una suma muy grande de dinero, aunque en comparación con la pasión del pobre por el sacrificio, los cien mil dirhams no tenían importancia ante los ojos de Al’lah. Por tanto, el grado de sacrificio a la vista de Dios Altísimo se relaciona con la pasión y la proporción, no con la cantidad.

Hay quienes dicen que la Yamat toma el “chanda” [donativos] de los pobres y, a veces, algunas personas también me escriben acerca de ello; esto no está bien. Estas personas carecen [de fe, al estar imbuidos] en sus propias prioridades mundanas y utilizan los nombres de otros para satisfacer sus propios deseos. Por la gracia de Dios, la mayoría de la Comunidad hoy está compuesta por aquellos que hacen ofrendas y, teniendo en cuenta los de los Compañeros (ra) del Mensajero de Al’lah (sa), asimismo ellos quieren hacer sus propios sacrificios y los realizan sin que se lo pidan. Actuando de acuerdo con los sacrificios hechos por aquellas almas justas en el tiempo del Mesías Prometido (as), también vemos esos ejemplos en esta época. Como ya he dicho, se envían ejemplos en los informes y mencionaré algunos de ellos, [que] ofrecen una asombrosa cantidad de sacrificio financiero. [Así, por ejemplo], hay almas piadosas que viven en países lejanos de África que desean ser ayudantes y asistentes del Mesías Prometido (as) para difundir el Islam y otorgar la victoria a su fe.

Estas son personas que hacen sacrificios teniendo presente esta cita del Mesías Prometido (as) en la que anunció:

“No os es posible para vosotros que [al mismo tiempo] améis las riquezas y a Dios Altísimo. Solo podéis amar a uno de los dos. [Así pues], bienaventurado el que ama a Al’lah; [ya que] si alguno de vosotros Le ama y gasta de su riqueza en Su causa, estoy seguro de que su riqueza aumentará más que la de los demás, porque la riqueza no viene por sí sola, sino que llega por la voluntad de Dios. [Por eso], quien ceda parte de su riqueza para la causa de Al’lah, seguramente la recuperará”.

Esta es la cita del Mesías Prometido (as) y vemos ejemplos de esto incluso hoy, de cómo la gente gasta en el camino de Dios, y de cómo Él inmediatamente se lo devuelve. Todos trabajan en el mismo lugar y en el mismo ambiente, pero Dios Altísimo bendice la riqueza de los áhmadis, mientras que otros no reciben esta bendición, y este fenómeno se convierte entonces en la razón del aumento de su fe.

 

Como dije antes, presentaré algunos ejemplos de tales almas justas:

En la República de África Central, existe un lugar llamado Kitambala, donde hay un converso reciente llamado Isa Sahib, quien narra:

“Hice el ‘Baiat’ hace 9 meses. En 2016, tenía un terreno que había comprado para construir una casa, pero no pude reunir los fondos suficientes para edificarla. Me uní a la Yamat y estuve escuchando sobre las bendiciones y la importancia de ofrecer ‘chanda’, [por lo que] cualquier sacrificio pequeño que podía ofrecer en el camino de Dios, lo hacía, y siempre escuchaba que Al’lah facilita las cosas a través de este [sacrificio] y otorga éxito en la vida personal y financiera”.

Y añade:

“Me vino al corazón el pensamiento de que cuando no éramos áhmadis, no dábamos ‘chanda’ en el camino de Dios Altísimo ni una sola vez, ni nadie nos habló siquiera de esto; pues ahora me lo han dicho”.

A los nuevos conversos generalmente se les informa sobre el plan de “Tehrik-e-Yadid” y el de “Waqf-e-Yadid”, -aclara Hazur-.

Y continúa:

“Me informaron de esto y ofrecí 1.500 francos CFA en ‘Waqf-e-Yadid’, y Al’lah me dio su recompensa de tal manera que un amigo me concedió un regalo de 10.000 ladrillos que serían hechos para mi casa y luego los fabricó para mí”; -allá los hacen ellos mismos (los bloques) de cemento. “De esta manera se inició la construcción de la casa que había estado esperando durante muchos años y también se ha completado la misma”.

Luego aclara:

“Estoy seguro de que esto sucedió por la gracia de Dios. De lo contrario, no tenía esa energía dentro de mí y hubiera sido imposible para mí”.

 

Kazajstán se encuentra entre los antiguos Estados soviéticos. Daurin Sahib es oriundo de allí y dice:

“Hace unos días recibí un mensaje del ‘mual-lim’ [misionero] diciendo que la contribución de mi esposa para ‘Waqf-e-Yadid’ este año fue muy pequeña y estaba al final de la lista, y que si era posible debería ofrecer al menos cinco mil tengues [moneda local]. Pensé que mi esposa estaba embarazada y que además iba a ser operada, por lo que sería mejor que yo contribuyera con quince mil tengues. Tan pronto como envié la cantidad, recibí un mensaje de la escuela de que, como cuido a un huérfano y tengo muchos hijos, el gobierno decidió concederme cien mil tengues. [En este sentido], fue inspirador para mi fe ver cómo Dios Altísimo inmediatamente me dio algo a cambio”.

Hurmat Sahib es de Kirguistán, otro Estado cercano:

Trabaja en una mina de oro y ofrece sus contribuciones económicas cada seis meses. El año pasado, cuando aportó sus donaciones para la segunda mitad del año, dio seis mil soms kirguistanos (la moneda local) más de la tarifa prescrita. Cuando se le preguntó por qué, proclamó: “Los precios han aumentado en todo el mundo, lo que habrá aumentado asimismo los gastos de la Comunidad, por lo que incrementé mi contribución respecto a la tasa prescrita”.

También este año, cuando ofreció sus donativos para el primer semestre del año, los aumentó en otros seis mil soms. De esta manera, subió su contribución en aproximadamente un cuarenta por ciento. [Así], estos son ejemplos de [seguir] la Voluntad de Al’lah y buscar Su complacencia. Nadie le hizo un llamamiento para que lo hiciera, pero ante las necesidades se esforzó por sí solo en aumentar su contribución. [Por eso, aunque] alguna gente dice por que pedimos [contribuciones, en realidad] no lo hacemos, simplemente transmitimos el mensaje de Dios de hacer sacrificios en Su camino.

 

Filipinas es otro país lejano y el misionero de allí relata:

“El Presidente Nacional de la ‘Asociación Juvenil Ahmadía’ me dijo que había ofrecido su contribución de ‘Waqf-e-Yadid’ de acuerdo con su promesa, pero que el año fiscal estaba llegando a su fin y tenía el deseo de contribuir más de lo que había prometido. Por lo tanto, donó otros mil pesos para ‘Waqf-e-Yadid’ en nombre de sus difuntos padres y su suegro. Durante esos días se encontraba trabajando por contrato en las oficinas municipales locales como ‘Gerente de Reducción de Riesgos’. Después de las vacaciones de año nuevo, tan pronto como volvió a trabajar, el alcalde local hizo su puesto permanente y duplicó su salario. Había estado trabajando bajo contrato durante los últimos cuatro años y, a pesar de sus persistentes solicitudes, su trabajo no se hacía permanente. Ahora dice que está convencido de que este es el fruto del sacrificio que hizo y que Dios Altísimo ciertamente nos concede más allá de nuestra imaginación”.

Camerún es un país africano y el misionero de allí nos cuenta:

“Un joven llamado Yusuf aceptó el Ahmadíat. Es un hombre pobre y lleva a la gente con su moto”. [El propio] Muhammad Yusuf escribe: “Cuando acepté el Ahmadíat y, siguiendo el consejo del misionero, comencé a ofrecer contribuciones financieras poco a poco, y mis circunstancias comenzaron a cambiar. Mi corazón está extremadamente contento y mi vida ha comenzado a ser más fácil”.

En esencia, la satisfacción del corazón lo es todo, [-dice Hazur].

Y añade:

“Estoy contento porque ofrezco contribuciones financieras y ahora, mi intención es contribuir no solo a ‘Waqf-e-Yadid’ sino además participar en todas las formas de donaciones requeridas, porque hay bendiciones para mí y mi familia al hacerlo; y es gracias a las bendiciones asociadas con el Imam Mahdi (as) que he encontrado la paz espiritual y estoy muy feliz y contento”.

Estas son las formas en que Dios procura medios de ayuda.

 

Tanzania es un país del este de África y un joven de la región de Romoma, llamado Milowe Sahib, dice:

“Tengo veintisiete años y he sido testigo de muchas bendiciones gracias a las contribuciones financieras. Soy agricultor y este año envié rápidamente mis cosechas al departamento correspondiente con la intención de ofrecer mi contribución para ‘Waqf-e-Yadid’, y así envié la cosecha al gobierno. Si hubiera esperado unos días más, podría haber vendido mis cosechas a un precio más alto, aunque no habría podido ofrecer mi contribución financiera ya que el plazo habría pasado”.

Y continúa diciendo:

“En cualquier caso, cuando me comuniqué con el departamento, recibí un precio más alto que el que los agricultores recibían en promedio por sus cultivos, y lo usé para ofrecer mis contribuciones para ‘Waqf-e-Yadid’. [En definitiva], el departamento declaró: ‘La gente retiene sus cosechas para poder obtener un mejor precio y tú has sido recompensado por ser una persona digna de confianza’. Por eso, creo que Al’lah me recompensó por mi intención para que fácilmente pudiera sacrificar en Su camino”.

Roza Mut Sahib es de Kirguistán y respecto a las contribuciones financieras para “Waqf-e-Yadid” narra:

“Es extremadamente importante y la forma en que me lo presentaron es bastante interesante. Recuerdo que cuando me presentaron la Comunidad [Musulmana] Ahmadía, le pregunté al misionero quién paga todos los gastos de la Yamat. Me explicó en detalle sobre el trabajo que hace la Comunidad, el sistema del Jalifato y luego los diversos esquemas como ‘Waqf-e-Yadid’ y otras formas de sacrificio financiero. Nunca había visto ni oído hablar de un sistema financiero como este. Esta fue la primera vez que escuché sobre este tipo de esquema. Luego, tras jurar lealtad en la época del Cuarto Jalifa (rh), comencé a ofrecer contribuciones financieras todos los meses y he visto las bendiciones de ofrecer sacrificios financieros a lo largo de mi vida. Antes de unirme a la Yamat, vivía con mi familia en un piso que alquilábamos. Vivíamos en circunstancias difíciles. Trabajaba en diferentes lugares y estábamos en un estado de pobreza. No teníamos ninguna propiedad ni una fuente constante de ingresos. Toda alabanza pertenece a Dios Altísimo porque, gracias a las bendiciones de ofrecer donativos financieros, he construido una casa entera. Actualmente tengo un ingreso estable, mi trabajo no es difícil y se paga bien. Estas son bendiciones otorgadas por Dios al ofrecer contribuciones financieras”.

Togo es un país de África Occidental y el misionero encargado allí menciona que:

“Una mujer áhmadi no tenía dinero que ofrecer como contribución para ‘Waqf-e-Yadid’. [Entretanto], había plantado algunas hortalizas para uso doméstico. [Pues bien], vendió las verduras en el mercado y ofreció su contribución al ‘Waqf-e-Yadid’, cumpliendo así la promesa que había hecho a Al’lah. Se trataba de algo insignificante, pero es el mismo ejemplo de los Compañeros (ra) que iban a trabajar a los mercados o el de Hafiz Sahib, que ofrecía cualquier regalo que recibía [como contribución económica].

Del mismo modo, otro miembro llamado Hamzah no tenía dinero para ofrecer su contribución al ‘Waqf-e-Yadid’. Tenía algunos pollos y vendió nueve de ellos, y así ofreció su donativo”.

Esta gente, siendo pobre ofrece sacrificios en nombre de Dios Altísimo y son precisamente ellos los que reavivan la memoria de nuestros mayores, -comenta Hazur.

[Por su parte], Iman Hidayat, de Indonesia, explica que:

“Soy un áhmadi de nacimiento y solía ofrecer contribuciones económicas simplemente como miembro [de la Comunidad]; (era como un hábito, pues por ser áhmadi tenía que ofrecer contribuciones económicas), [aunque] no participaba en los proyectos de ‘Tehrik-e-Yadid’ y ‘Waqf-e-Yadid’. Ante esto, todos mis hermanos me animaron a tomar parte en ambos planes y me dijeron que no debíamos ofrecer contribuciones económicas solo como miembros de la Yamat, sino que teníamos que tomar parte ofreciendo sacrificios económicos para alcanzar la cercanía de Dios Altísimo. Por eso, me interesé en participar en los programas de ‘Tehrik-e-Yadid’ y ‘Waqf-e-Yadid’, y empecé a hacer sacrificios económicos para ambos. Cuando comencé a tomar parte en estos dos esquemas, noté un gran cambio en mi vida y me siento como si estuviera más cerca de Dios. Además, me han dado responsabilidades en la Comunidad; y, del mismo modo, Al’lah ha mostrado Su amor respecto a mi riqueza. Sobre todo, a través de las bendiciones de los sacrificios financieros, he visto el cumplimiento de la afirmación hecha por Dios Altísimo [de que]: ‘Si caminas hacia Mí, Yo correré hacia ti’.”

Un miembro de Melbourne, Australia, detalla su propio incidente de la siguiente manera:

“Unas semanas antes de que finalizara el ejercicio financiero de ‘Waqf-e-Yadid’, se animó a los miembros a que, quienes tuvieran medios, intentaran donar al menos 5.000 dólares australianos. Yo ya había dado 4.000 AUD para ‘Waqf-e-Yadid’ y no disponía del resto [para llegar] a los 5.000 AUD, pero en el fondo deseaba vivamente ofrecer 5.000 AUD para ‘Waqf-e-Yadid’, así que a mi regreso del sermón del viernes empecé a rezar por ello”.

Vivía en buenas condiciones, aunque a pesar de ello, tenía el temor de Dios en su corazón< [pues] poseía un deseo y un anhelo, y por eso se sintió movido a rezar por ello, [-comenta Hazur].

Y prosigue:

“Tengo un pequeño negocio propio. Un día, salí de la oficina para hacer un breve descanso y empecé a rezar para encontrar una solución que me permitiera participar en este plan, y que Al’lah me concediera esa oportunidad. Cuando volví a la oficina, mi socio, que es cristiano, entró y cerró la puerta. Me estrechó la mano jubiloso y me dijo que tenía grandes noticias. Además, contó que habían conseguido un nuevo cliente para el negocio [que compartían] y que este había solicitado asistencia para que se le permitiera arreglar eso para él. Los honorarios serían de 30.000 AUD, que se repartirían entre ellos, 15.000 AUD cada uno”.

Y continúa:

“Inmediatamente comprendí que mi oración había sido escuchada. Le expliqué a mi socio que buscaba la ayuda de Dios Altísimo y me convencí de que era el resultado de mi plegaria. Ante esto, mi socio me comentó: ‘5.000 para caridad es una gran cantidad, [aunque] yo también me he beneficiado de tu oración, por lo que contribuiré y daré la mitad de lo que tú quieras dar’. No obstante, le expliqué que había muchas otras obras de caridad en las que podía participar. [Al final], los 5.000 AUD eran para el ‘Waqf-e-Yadid’ que tenía que dar yo mismo, aunque Dios me bendijo grandemente al aceptar mi oración y mi deseo”.

Fiyi es otro país lejano.

Un nuevo converso llamado Zainul Baig Sahib juró lealtad [hizo el “Baiat”] hace dos o tres años. Al principio, cuando se le incluyó en el plan [“Waqf-e-Yadid”], prometió una pequeña cantidad. Al poco tiempo, fue incluido en el “chanda aam” [donativos obligatorios]. Sin embargo, este año, tras escuchar mis sermones, supo de la importancia del programa y él mismo aumentó sus promesas en “Tehrik-e-Yadid”, “Waqf-e-Yadid”, etc., y pagó diez veces la cantidad [original que había prometido]. Del mismo modo, prometió pagar 1/16 de “chanda aam” de sus ingresos semanales y ahora viene cada semana con regularidad y paga todas sus cuotas.

Este nuevo converso [Zainul Baig] declara:

“Desde que pago regularmente mi ‘chanda’, he conseguido un ascenso en mi trabajo, y a partir de enero de 2024 mi sueldo también aumentará, si Dios quiere. [En consecuencia], si alguien desea conocer las bendiciones de dar ‘chanda’, puede preguntarme”.

El misionero de Micronesia, Sharjeel Sahib, cuenta:

“A un nuevo converso, Simon Sahib, le recordaron que debía ofrecer sacrificios económicos y le informaron de que damos ‘chanda’ para obtener la complacencia de Al’lah, y que no es un impuesto. Dios Altísimo ha declarado que es un ‘préstamo bendito’. Tras esto, el caballero empezó a dar ‘chanda’ cada semana y, al cabo de un tiempo, puso de manifiesto que: ‘Antes, cuando iba a la iglesia y daba dinero, nunca notaba ninguna diferencia en mi vida. No obstante, después de unirme a la Yamat y desde que hago aportaciones económicas en el camino de Al’lah, todas mis necesidades se ven satisfechas de una manera que me deja atónito. A veces necesito dinero y, de repente, viene alguien y me lo da. Siempre que hay escasez de comida, aunque esté sentado en casa, Dios satisface mi necesidad desde algún lugar’. Por la gracia de Dios Altísimo, Simon Sahib da ‘chanda’ por encima de sus posibilidades”.

El Amir Sahib de Tanzania escribe:

“Bashir Sahib pagó 40.000 chelines en concepto de ‘Waqf-e-Yadid’ por él y su familia. [Entretanto], su esposa le preguntó por qué había dado una cantidad tan grande a pesar de que las circunstancias de su hogar no eran buenas; y él respondió: ‘No te preocupes, Dios nunca permite que quien ofrece sacrificios económicos en Su camino lo haga en vano. Sin duda, Él lo devuelve multiplicado’. A los pocos días de esto, consiguió trabajo en varios lugares diferentes, gracias a los cuales no solo recuperó lo que había aportado, sino que incluso ganó más dinero”.

Y sigue explicando:

“Yo ya tenía una idea [de las bendiciones que recibiría], pero ahora mi mujer es testigo de las recompensas de dar ‘chanda’ y esto le sirvió para aumentar su fe”.

El Secretario Nacional de “Waqf-e-Yadid” para Alemania relata que:

“Un estudiante de la sección local de Maguncia solicitó una ayuda a su ayuntamiento pues necesitaba dinero para sus estudios. Mencionó que tenía que pagar las tasas de matrícula porque estaba a punto de empezar el semestre y no tenía suficiente dinero. Al mismo tiempo, terminaba el año para ‘Waqf-e-Yadid’ y aún tenía que pagar promesas para él y su familia. Como lo había solicitado, tenía esperanzas de que la autoridad local aprobara su solicitud. Sin embargo, fue rechazada. [De todas maneras], confiando en Dios, entregó para el ‘chanda’ la cantidad que tenía [ahorrada]. Tras ello, terminó el semestre y Al’lah le permitió sacar buenas notas; [y un día], de la nada, la autoridad competente -que previamente había rechazado su solicitud- ingresó 4.000 euros en su cuenta”.

Él comentó que creía que ello se debió a su sacrificio económico.

Siraj Sahib es un áhmadi de Samit Wari, India, y narra [lo siguiente]:

“He visto con mis propios ojos las bendiciones de ofrecer sacrificios económicos. [Anteriormente], no pude pagar mis promesas de ‘Waqf-e-Yadid’ debido a la pandemia de covid”. Durante dos o tres años, la madera de su sus tierras sufrió daños a causa de la lluvia. Una persona había acordado comprarla e incluso había fijado una cantidad para ello, pero no pagó el dinero. No obstante, siguió buscando a otras personas que le compraran la madera, aunque sin suerte. [Al final], manifiesta que el inspector de ‘Waqf-e-Yadid’ vino y preguntó por el ‘chanda’ e inmediatamente le dio 2.000 rupeas.

Siraj Sahib explica:

“A los dos días de este incidente, la persona que había acordado comprar la madera, pero que no se la llevaba, vino de repente, pagó 20.000 rupeas y se lo llevó todo. Tengo la creencia de que debido a las bendiciones de dar ‘chanda’, las 2.000 rupeas que di, Dios Altísimo me las devolvió en forma de 20.000. De lo contrario, los bienes [materiales] que se estaban desperdiciando durante tanto tiempo hubieran seguido desperdiciándose fácilmente”.

 

Un miembro de “Lallna” [mujeres] de Canadá dice que:

El año pasado, cuando anuncié el año nuevo para “Waqf-e-Yadid”, ella deseó dar “chanda” y también en nombre de sus hijos, aunque cuando miró en su cuenta bancaria, no había dinero, por lo que rezó a Al’lah para que produjera [esa cifra mediante] algún medio oculto y pudiera pagar su “chanda”. Al cabo de unos días, cuando comprobó su cuenta bancaria, tenía 300 dólares, que era aproximadamente la misma cantidad que necesitaba para pagar su propio “chanda” y en nombre de sus familiares fallecidos. Inmediatamente pagó su “chanda” y expresó su gratitud a Dios.

Otra mujer de la Yamat de Canadá aumentó la cantidad que había prometido en “chanda” y además completó el pago. Al día siguiente, recibió un cheque de “Hacienda” [la Agencia Tributaria] por valor de 750 dólares porque había pagado de más y comenta que era la misma cantidad que había pagado por su “chanda”.

Amina Sahiba es una nueva conversa de Tanzania, quien al aceptar el Ahmadíat explicó:

“Vi una organización completamente diferente en la Comunidad [Musulmana] Ahmadía en comparación con todos los demás musulmanes. En el sistema financiero [de la Yamat] dan un recibo por cada ‘chanda’ y esto no se ve en ningún otro sitio. En noviembre, el ‘mual-lim’ [misionero local] pronunció el sermón del viernes y llamó la atención sobre el ‘chanda’ de ‘Waqf-e-Yadid’ y yo le di como donativo todo el dinero que tenía en ese momento. Las circunstancias de mi hogar no eran buenas y asimismo mi hija estaba embarazada, por lo que en cualquier momento tendríamos que ir al hospital. Cuando llegué a casa, por la noche recibí una llamada de alguien que me había pedido dinero prestado hacía dos años y que no había vuelto a ponerse en contacto conmigo; además, había perdido toda la esperanza de que me lo devolviera. En cualquier caso, llamaron por teléfono, se disculparon y explicaron el motivo del retraso y luego devolvieron los 2.000 [chelines]”.

Expone que hizo un sacrificio económico renunciando por completo a sus necesidades personales y Dios Altísimo la ayudó. Más tarde, también necesitó urgentemente llevar a su hija al hospital y Al’lah le concedió Su gracia y pudo recibir tratamiento. Por consiguiente, Dios Altísimo también está inculcando este pensamiento entre aquellos que se han unido recientemente a la Yamat: que la riqueza proviene de Dios; y este tipo de pensamiento solo se puede encontrar entre los [musulmanes] áhmadis.

Níger es otro país donde las circunstancias no son buenas y uno de sus “mual-lims” explica:

“Visitamos un pueblo de la región de Muradi y llamamos la atención de los miembros hacia el ‘chanda’, y la gente participó en ‘Waqf-e-Yadid’ según sus posibilidades. Ante esto, una persona que no era áhmadi comentó: ‘Estás sacando dinero de los pobres de nuestro pueblo, aunque sabes perfectamente que la situación económica del país es terrible. Mientras otras organizaciones musulmanas vienen y dan provisiones, vosotros, en cambio, les pedís dinero’.”

El “mual-lim” sigue diciendo:

“Antes de que pudiera incluso responder, un miembro áhmadi del pueblo se levantó y dijo apasionadamente: ‘Tienes razón, otras organizaciones musulmanas vienen y proporcionan alguna ayuda, pero, ¿alguna organización musulmana nos ha enseñado alguna vez el Islam? Hacen algunas obras de caridad y luego se van, y solo la Comunidad [Musulmana] Ahmadía nos enseña la fe. El ‘mual-lim’ no ha venido a sacarnos dinero, de hecho, ha venido a inspirarnos a hacer los mismos sacrificios económicos que los Compañeros (que Al’lah esté complacido con ellos) hicieron en tiempos del Santo Profeta Muhammad (sa) a través de los cuales no solo alcanzaremos la recompensa en este mundo sino también la del Más Allá’.”

Este es el nivel de comprensión que Dios Altísimo les ha inculcado tras aceptar el Ahmadíat, [pues]  comprenden que para alcanzar la complacencia de Dios es importante hacer sacrificios. A su vez, reciben innumerables bendiciones de Al’lah. En cualquier caso, al oír esta respuesta, el no-áhmadi se calló.

Dios Altísimo ha concedido al Mesías Prometido (as) miembros muy bellos y sinceros de todas las partes del mundo. Es una lista tan larga que me resulta difícil decidir qué relato debo contar y cuál omitir. Hay innumerables narraciones y, por falta de tiempo, no puedo contarlas todas. Sin embargo, las que no he mencionado no carecen en absoluto de sinceridad o devoción. [En definitiva], todos han ofrecido estos sacrificios económicos para alcanzar la complacencia de Dios y Al’lah no permanece en deuda con nadie, sino que concede aceptación a sus sacrificios y hace de ello un medio para aumentar su fe.

[En este sentido], el Mesías Prometido (as) afirma:

“Mis queridos amigos, os aseguro que Dios Altísimo me ha concedido una verdadera pasión para compadecerme de vosotros y me ha otorgado un verdadero conocimiento para aumentar vuestra fe y vuestro entendimiento de lo Divino. Vosotros y vuestra progenie estáis muy necesitados de este conocimiento Divino. Así pues, estoy a vuestra disposición para ayudaros en las tareas religiosas con vuestra riqueza pura; y cada individuo, de acuerdo a la habilidad, fuerza y capacidad que Dios le haya dado, no debe demorarse en este empeño ni dar preferencia a su riqueza sobre Al’lah y Su Mensajero (sa); y tanto como me sea posible, a través de la publicación de literatura, difundiré a Asia y Europa el conocimiento y las bendiciones que el Espíritu Santo de Dios me ha concedido”.

Así, a través de estos sacrificios económicos y del Mesías Prometido (as), la tarea de difundir el Islam está en marcha. A pesar de que los áhmadis de África -que son pobres y tienen pocos medios- han establecido elevados niveles de sacrificio, no pueden soportar por completo la carga de difundir el Islam en su continente de forma suficiente. Por esta razón, la mayor parte de las contribuciones al “Waqf-e-Yadid” de las naciones más prósperas, como las europeas y los Estados Unidos, se destinan al crecimiento de la Yamat en las naciones más pobres.

¡Que Dios Altísimo les fortalezca en su fe y convicción, y bendiga la riqueza y la progenie de todos aquellos que ofrecen sacrificios de cualquier manera por la Comunidad, y de aquellos que siempre están dispuestos a hacerlo!

En esta ocasión, junto con el anuncio del comienzo del nuevo año de “Waqf-e-Yadid”, presentaré un resumen de las contribuciones realizadas por los distintos países, como es tradición.

Por la gracia de Dios, el 66º año del proyecto de “Waqf-e-Yadid” ha llegado a su fin y el 67º año ha comenzado. Con la gracia de Al’lah, la Yamat Musulmana Ahmadía ha contribuido a esta causa con 12.941.000 libras este año pasado, lo que equivale aproximadamente a 13 millones de libras. Esta recaudación supera en 718.000 libras la del año pasado. [Por otra parte], según la recaudación global, el Reino Unido ocupa este año el primer lugar, seguido de Canadá, país que también ha aumentado considerablemente sus contribuciones, así como sus participantes. Ha sido un gran hito para ellos en este año [que ha pasado]. En tercer lugar está Alemania, en cuarto Estados Unidos, seguidos de Pakistán, India, Australia, un país de Oriente Próximo, Indonesia, otro país de Oriente Próximo y Bélgica, respectivamente.

En África, Mauricio ocupa el primer lugar, seguido de Ghana y Burkina Faso. A pesar de las difíciles circunstancias de Burkina Faso, el país es el tercero de África. [Le siguen] Tanzania, Nigeria, Liberia, Gambia, Mali, Uganda y Sierra Leona, respectivamente.

[En general], en cuanto al número de participantes, 44.000 nuevas personas piadosas se han unido a sus filas, con lo que el número total asciende a 1.500.000; y respecto a los esfuerzos por aumentar el número de participantes, Canadá ocupa el primer lugar, seguida de Tanzania, Camerún, Gambia, Nigeria, Guinea-Bissau y Congo Kinshasa, respectivamente.

En cuanto a las grandes regiones de la Comunidad en el Reino Unido con más recaudaciones, el primero es Farnham, seguido de Worcester Park, Walsall, Aldershot South, Islamabad, Gillingham, Ash, Cheam South, Ewell y Hounslow South, respectivamente.

En cuanto a las regiones, el primer puesto es para Baitul Futuh, seguida de la región de Islamabad, Midlands, Masjid Fazal y Baitul Ehsan, respectivamente.

Respecto a la organización auxiliar de “Atfal” [los niños], las diez regiones son Aldershot South, Farnham, Aldershot North, Ash, Islamabad, Roehampton Vale, South Cheam, Manchester North, Birmingham West y Bradford South.

En las regiones más pequeñas están Spen Valley, Kethali, North Wales, North Hampton y Swansea.

En Canadá, el primer puesto es para Vaughan, seguido de Calgary, Peace Village, Vancouver, Brampton West y Toronto, respectivamente.

Las principales grandes regiones [de Canadá] son Milton Este, Milton Oeste, Hamilton, Edmonton Oeste, Durham Oeste, Ottawa Oeste, Regina, Innisfil, Abbotsford y Terranova.

Para la organización auxiliar de “Atfal” [en Canadá], la región más importante es Vaughan, seguido de Peace Village, Toronto Oeste, Vancouver, Calgary y Mississauga, respectivamente.

En cuanto a las regiones pequeñas más importantes de la organización auxiliar de “Atfal” [en Canadá], la primera es Durham Oeste, seguida de Milton Oeste, Hadiqah Ahmad, Montreal Oeste y Hamilton Mountain, respectivamente.

En cuanto a la región más importante de Alemania, el primer puesto es para Hamburgo, seguido de Frankfurt, Wiesbaden, Groß-Gerau y Reidstadt, respectivamente.

En cuanto a las diez primeras subregiones [de Alemania], el primer puesto es para Rödermark, seguido de Rodgau, Nidda, Friedberg, Flörsheim, Neuss, Maguncia, Mahdi Abad, Osterburg, Berlín y Koblenz, respectivamente.

En cuanto a [las principales regiones de] la organización auxiliar de “Atfal” [en Alemania], el primer puesto es para Mannheim, seguido de Diezenbach, Hessen Suroeste y Renania-Palatinado Oeste, respectivamente.

En las diez primeras regiones de [Estados Unidos de] América, el primer puesto es para Los Ángeles, seguido de Maryland, Virginia del Norte, Seattle, Silicon Valley, Boston, Aston, Oshkosh, Minnesota y Portland, respectivamente.

Y para la organización auxiliar de “Atfal” [en América], están Seattle, Los Ángeles, Maryland, Virginia del Sur, Cleveland, Aston, Silicon Valley, Oshkosh, Indiana, y Zion, respectivamente.

En Pakistán, el primer puesto es Lahore, el segundo Rabwah y el tercero Karachi. Estas eran las posiciones en términos de ciudades. Por distritos, el primero es Islamabad, luego Faisalabad, después Gujranwala, Gujrat, Sargodha, Kott, Multan, Hyderabad, Mirpur Khas y después Dera Ghazi Khan.

En cuanto a las regiones grandes más importantes de la organización auxiliar de “Atfal” [en Pakistán], el primero es Lahore, el segundo Rabwah y el tercero Karachi.

Respecto a las posiciones de las regiones de “Atfal” [en Pakistán], Islamabad es la primera, seguida de Faisalabad, Narwal, Sargodha, Umar Kott, Gujranwala, Mirpur Khas, Gujrat, Hyderabad y Sheikhupura, respectivamente.

A pesar de la fuerte caída del valor de la moneda en Pakistán, han aumentado enormemente sus contribuciones y, por la gracia de Al’lah, han ofrecido un gran sacrificio.

En cuanto a las principales provincias de la India, el primer puesto es para Kerala, seguida de Tamil Nadu, Jamun Cachemira, Telangana, Karnataka, Odisha, Punyab, Bengala Occidental, Delhi y Maharashtra.

En relación a las diez primeras regiones [de India] en cuanto a recaudación, el primer puesto es para Hyderabad, seguido de Coimbatore, Qadián, Kali Kott, Manjari, Bangalore, Malayapalayam, Calcuta, Kerolai y Kerrang.

Las principales regiones de Australia son Melbourne Langwarrin, Castle Hill, Marsden Park, Logan East, Melbourne Berwick, Penrith, Perth, Melbourne Clyde, Parramatta y Adelaida Oeste.

¡Que Dios Altísimo bendiga abundantemente la riqueza y la progenie de todos los que contribuyeron!

Sigo haciendo recordatorios para rezar por Palestina.

Acordaos de la gente de allí [en vuestras oraciones]. Seguid alzando la voz en su favor en sus círculos más próximos y hablad con los demás en este sentido, especialmente con los políticos, como he mencionado antes. No parece que el gobierno de Israel vaya a desistir de sus crueldades. De hecho, ha enviado a sus soldados el mensaje de que el año 2024 también es un año de guerra.

¡Que Al’lah conceda Su misericordia a los palestinos!

Ahora se dice que existe el riesgo de que la guerra se extienda a la región [de forma más amplia], tras lo cual podría estallar una guerra mundial. Han empezado a bombardear también los alrededores de Beirut; siguen excediéndose y transgrediendo; y aunque aparentemente el gobierno estadounidense les pide que limiten sus acciones bélicas, parecen ser meras palabras sin peso; y son voces débiles y apagadas. Parece que su verdadero plan es expulsar a los palestinos de Gaza y apoderarse del territorio.

¡Que Dios conceda Su misericordia a los palestinos y a los musulmanes!

¡Que Él permita a los musulmanes entrar en razón y además escuchar y aceptar la llamada del Imam de la Época [as]!

Resumen

Después de recitar Tashahhud, Ta’awwuz y Surah al-Fatihah, Su Santidad, Hazrat Mirza Masroor Ahmad (aba) recitó el capítulo 61, versículos 11-13 del Sagrado Corán:

¡Oh vosotros, los creyentes! ¿Queréis que os señale un acuerdo que os librará de un castigo doloroso? Que creáis en Al-lah y en Su Mensajero y os esforcéis en la causa de Al-lah con vuestras riquezas y vuestras personas. Esto es lo mejor para vosotros, si acaso supierais. Él perdonará vuestros pecados y os hará entrar en los Jardines por los que corren ríos, y en moradas puras y agradables en Jardines de Eternidad. Ése es el triunfo supremo.

Su Santidad (aba) dijo que el Mesías Prometido (as) dijo que fue enviado igual que un Mesías fue enviado por Moisés (as). Al igual que Jesús (as) fue enviado con las enseñanzas de la misericordia y el perdón, también fue enviado con las enseñanzas islámicas de la misericordia y el perdón, como el Mesías del Santo Profeta (sa). También vino para poner fin a todas las guerras religiosas, ya que esta era es la de la difusión del mensaje del Islam, no la era de la guerra con la espada. Sin embargo, para difundir el mensaje del Islam, la Yihad de la pluma y de la difusión del Islam continúa. Para que esta Yihad continúe, se requieren los mismos requisitos de sacrificar la vida, la riqueza y el tiempo que al principio del Islam.

El Sacrificio de la Riqueza Concede la Cercanía a Dios

Su Santidad (aba) dijo que hoy en día la gente se inclina por alcanzar la riqueza mundana y ha olvidado su fe. Intentan aumentar sus negocios y comodidades mundanas. En tales circunstancias, es a través de los sacrificios que uno puede alcanzar la cercanía de Dios, porque ese es el mejor negocio, como Dios Todopoderoso declaró en los versículos anteriores.

Su Santidad (aba) dijo que en esta era del Mesías Prometido (as), es especialmente crucial emprender el Yihad de la riqueza, que ayuda a alcanzar el placer y la cercanía de Al’lah. Al’lah el Todopoderoso ha llamado la atención sobre el sacrificio financiero en varias ocasiones en el Sagrado Corán. Por ejemplo:

¿Por qué no gastáis en la causa de Al-lah…’ (57:11)

Su Santidad (aba) dijo que todo lo que tenemos viene de All’ah el Todopoderoso y que para obtener recompensas nos ordena gastar en Su camino. Si tenemos una creencia verdadera, entonces exige que hagamos sacrificios en Su camino. Dios dice en el Sagrado Corán:

‘Y gastad en la causa de Al-lah y no os lancéis a la perdición con vuestras propias manos..’ (2:196).

Su Santidad (aba) dijo que es a través de los sacrificios financieros que uno se inclina a sacrificarse a sí mismo y a sus deseos por el bien del progreso de la fe, todo mientras alcanza innumerables bendiciones de Dios Todopoderoso. Al’lah el Todopoderoso ha informado de un negocio que es beneficioso tanto en este mundo como en el otro. El comercio mundano sólo produce beneficios mundanos, mientras que hacer negocios con Al’lah produce beneficios tanto en este mundo como en el más allá. Dios dice en el Sagrado Corán:

Y los que emplean sus riquezas para buscar el placer de Al-lah y fortalecer sus almas son semejantes a un jardín sobre un terreno elevado. Basta que la lluvia abundante caiga sobre él para que se dupliquen sus frutos. Y si no cae sobre él un fuerte aguacero, le basta con una lluvia ligera. Y Al-lah ve lo que hacéis. (2:266).

Su Santidad (aba) dijo que, por la gracia de Al’lah, hoy en día son los ahmadíes quienes comprenden la importancia del sacrificio económico. Incluso aquellos que sólo pueden ofrecer pequeñas cantidades ven un retorno de profundas bendiciones. También se ve a menudo que aquellos que son menos afortunados y tienen menos riqueza son los que ofrecen mayores sacrificios. Su Santidad (aba) dijo que, de vez en cuando, presenta varios incidentes que ponen de relieve tales casos. Aquellos que están en mejor situación deberían utilizar estos incidentes como ejemplo y medio para considerar su propio nivel.

La importancia de las intenciones puras al hacer un sacrificio

Su Santidad (aba) dijo que hay personas en África o Pakistán que sacrifican todo lo que tienen, que hacen sacrificios financieros en lugar de usar ese dinero para comprar comida o incluso medicinas para ellos o sus hijos. A cambio, Al’lah el Todopoderoso no abandona su sacrificio sin concederles profundas bendiciones, aumentando así su fe. Por lo tanto, ni siquiera aquellos con una fe más débil deberían pensar que Al’lah el Todopoderoso no recompensa los sacrificios financieros que han sido ofrecidos con intenciones puras.

Su Santidad (aba) dijo que Dios no necesita nuestra riqueza. Estos sacrificios que Él nos exige nos ofrecen la oportunidad de alcanzar más bendiciones. Desde los tiempos del Mesías Prometido (as) hasta ahora, encontramos continuamente ejemplos de aquellos miembros de la Comunidad que renuncian a sus propias necesidades y dan prioridad a las necesidades de la Comunidad.

Su Santidad (aba) dijo que estas personas entienden la declaración del Santo Profeta (sa), quien advirtió de salvarse del fuego, aunque sea ofreciendo medio dátil. El Santo Profeta (sa) también advirtió contra la tacañería, pues fue la tacañería la que llevó a la ruina a las naciones anteriores. Los Compañeros dijeron que cada vez que el Santo Profeta (sa) hacía un llamamiento al sacrificio financiero, ellos iban al mercado y realizaban algún negocio y luego presentaban lo que recibían al Santo Profeta (sa).

Ejemplos del Pasado de la Gracia de Al’lah sobre Aquellos que Hicieron Sacrificios Financieros

Su Santidad (aba) dijo que el Mesías Prometido (as) expresó su asombro por la sinceridad de tres hermanos que no tenían muy buenos ingresos, pero regularmente ofrecían sacrificios financieros, u otra persona pobre que ofrecía cien rupias, que le habría llevado años ahorrar. Este era el tipo de personas que sentían pasión por alcanzar la complacencia del Mesías Prometido (as). Aunque no tenían mucho que dar, lo hicieron, y ahora forman parte de la historia. Los descendientes de estos compañeros y ancianos deberían recordar que si hoy tienen algún éxito, es gracias a los sacrificios que hicieron sus antepasados.

Su Santidad (aba) dijo que, incluso hoy en día, son los menos afortunados de la Comunidad los que establecen los niveles más altos de sacrificio financiero. Los que están en mejor situación económica deberían fijarse en ellos y analizar su propio nivel. Una vez, el Santo Profeta (sa) dijo que un dirham era más valioso que cien mil dirhams. Los Compañeros preguntaron cómo era eso. El Santo Profeta (sa) dijo que había una persona que tenía dos dirhams, y sacrificó uno de ellos. Luego había otra persona que tenía abundancia de riquezas y propiedades de las cuales sacrificó cien mil dirhams. Pero este sacrificio, aunque mayor en cantidad, no era mayor en conjunto en comparación con el sacrificio realizado por la persona pobre. El sacrificio tiene menos que ver con la cantidad y más con la pasión que hay detrás de él.

Su Santidad (aba) dijo que, por la gracia de Al’lah, la mayoría de la Comunidad actual ofrece sacrificios económicos. De hecho, hay quienes ofrecen sacrificios asombrosos, incluso en aldeas lejanas de África, que desean ser ayudantes en la difusión del mensaje del Mesías Prometido (as) y del verdadero Islam. Como dijo el Mesías Prometido (as), una persona no puede amar tanto a la riqueza como a Dios. Una persona sólo puede amar verdaderamente a uno. Por lo tanto, afortunados son aquellos que aman a Dios. El Mesías Prometido (as) dijo que aquellos que sacrifican su riqueza en el camino de Dios, ciertamente lo encontrarán.

Ejemplos de este Día y Edad de las Bendiciones Múltiples de Al’lah

Su Santidad (aba) dijo que vemos ejemplos de cómo la gente se sacrifica en el camino de Dios y luego Dios les devuelve inmediatamente su riqueza. Tales incidentes se convierten en un medio para aumentar la fe de la gente. Su Santidad (aba) dijo que presentaría tales incidentes.

Su Santidad (aba) dijo que hay un nuevo converso en África Central que había comprado un terreno para construirse una casa, pero no pudo ahorrar la cantidad para hacerlo. Desde que entró en la Comunidad, intentó ofrecer todos los sacrificios económicos que pudo. Pensó en el hecho de que, antes de convertirse en ahmadí, nunca había ofrecido ningún tipo de sacrificio económico. Entonces hizo una contribución al Waqf-e-Yadid, tras lo cual alguien le regaló diez mil ladrillos para su casa. De este modo, la obra que se había retrasado durante años pudo terminarse. Expresó su certeza de que esto se debía a su sacrificio económico.

Su Santidad (aba) dijo que hay una persona que trabaja en las minas de oro de Kirguistán y ofrece sus contribuciones económicas cada seis meses. Empezó a ofrecer contribuciones que superaban la cantidad a la que se había comprometido. Cuando se le preguntó por qué lo hacía, respondió que porque comprendía que todo se había encarecido y que los gastos de la Comunidad seguramente habrían aumentado, por lo que decidió intentar ofrecer una cantidad mayor. Su Santidad (aba) dijo que la gente alega que vamos por ahí pidiendo contribuciones financieras, sin embargo esta persona dio este paso sin que se le pidiera que lo hiciera. Más bien, fue una idea virtuosa que tuvo por su cuenta.

Su Santidad (aba) dijo que en Camerún, un joven aceptó Ahmadíat. Era pobre y llevaba a la gente en su motocicleta. Expresó que desde que se unió a la Comunidad y ofreció sacrificios financieros, ha experimentado un cambio en su vida. Ahora está contento y vive tranquilo. En esencia, la paz interior es lo que todo el mundo busca y él la encontró gracias a la Comunidad y a los sacrificios económicos.

Su Santidad (aba) dijo que una mujer ahmadí de Togo no tenía suficiente para cumplir su promesa de Waqf-e-Yadid. Ella cultivaba algunas verduras que llevaba al mercado y vendía y daba la cantidad para Waqf-e-Yadid. Estos son los mismos tipos de ejemplos que reavivan la memoria de los ancianos que ofrecieron sacrificios financieros de maneras similares.

Su Santidad (aba) dijo que un ahmadí nacido en Indonesia dijo que solía hacer contribuciones financieras simplemente por costumbre, pero que no ofrecía contribuciones para Waqf-e-Yadid y Tahrik-e-Yadid. Cuando le llamaron la atención sobre el hecho de que también son importantes, empezó a contribuir para ellos. Al hacerlo, experimentó un gran cambio en su vida y ahora se siente más cerca de Dios. Le pareció cierta la afirmación de Dios de que si caminas hacia Él, Él correrá hacia ti.

Su Santidad (aba) dijo que en Australia se hizo un llamamiento para que quienes tuvieran una buena posición económica contribuyeran con 5,000 dólares. Él ya había ofrecido 4,000 dólares, pero sintió el deseo de ofrecer mil más. Estuvo pensando y rezando sobre cómo podría ofrecer esa cantidad. Su socio se le acercó y le felicitó porque habían conseguido un nuevo contrato que les reportaría 15,000 dólares a cada uno. El socio, que era cristiano, dijo que, gracias a las oraciones del ahmadí, él también había podido beneficiarse y que también deseaba hacer una contribución.

Su Santidad (aba) dijo que un nuevo converso de Micronesia fue informado sobre los sacrificios financieros y su propósito y el hecho de que son para alcanzar el amor de Dios, no son un impuesto. Así, el nuevo converso comenzó a ofrecer contribuciones financieras todos los meses. Decía que antes iba a la iglesia y no pasaba nada. Pero ahora, desde que empezó a ofrecer sacrificios económicos, ha visto un gran cambio en su vida. Si necesita dinero, de algún modo lo encuentra, o alguien viene y se lo da, o si hay escasez de comida, de algún modo encuentra los medios.

Su Santidad (aba) dijo que una mujer de Canadá tenía el deseo de ofrecer contribuciones para Waqf-e-Yadid. Cuando comprobó su saldo bancario, se dio cuenta de que no tenía suficiente para hacer una contribución y cumplir su promesa. Rezó para poder hacer un sacrificio económico. Unos días más tarde, volvió a comprobar su cuenta bancaria y encontró 300 dólares, que era la cantidad exacta que se había comprometido a ofrecer para Waqf-e-Yadid.

(Estos son sólo algunos ejemplos de los diversos incidentes presentados por Su Santidad (aba))

Su Santidad (aba) dijo que gracias a esos sacrificios se está llevando a cabo la labor de difusión del mensaje del Islam encomendada al Mesías Prometido (as). Incluso con los sacrificios realizados por los africanos, sigue sin ser suficiente para cubrir las necesidades de difusión del Islam en sus países, razón por la cual una gran parte de las contribuciones realizadas por las naciones más ricas se destina a las naciones más pobres. Su Santidad (aba) rezó por todos aquellos que hicieron contribuciones y sacrificios financieros.

Anuncio del 67º Año de Waqf-e-Yadid

Su Santidad (aba) dijo que el 66º año de Waqf-e-Yadid llegó a su fin, y ahora ha comenzado el 67º año. En el último año, se recaudaron alrededor de 13 millones de libras esterlinas bajo Waqf-e-Yadid, lo que supone un aumento de más de 700,000 libras esterlinas respecto al año anterior.

Su Santidad dijo que, en términos de recaudación global, las posiciones de los países son Reino Unido, Canadá, Alemania, Estados Unidos, Pakistán, India, Australia, y un país de Oriente Medio. Indonesia, un país de Oriente Medio y Bélgica.

Llamamiento a la oración por los palestinos

Su Santidad (aba) recordó a todos que tuvieran presente en sus oraciones al pueblo de Palestina. En sus propios círculos, cada uno debe hablar en favor de los palestinos e informar a la gente, especialmente a los políticos. No parece que Israel vaya a desistir de su injusticia. De hecho, han enviado un mensaje a sus soldados diciendo que la guerra continuará hasta 2026. Que Al’lah el Todopoderoso se apiade de los palestinos. También se dice que existe la amenaza de que la guerra se extienda por toda la región, lo que podría desembocar en una guerra mundial. Han comenzado los bombardeos alrededor de Beirut. No parecen sino aumentar, a pesar de que Estados Unidos les ha aconsejado que reduzcan sus ataques. Sin embargo, éstas también parecen ser meras palabras y voces inútiles. Parece como si su verdadero propósito fuera erradicar a los palestinos de Gaza y luego apoderarse de esa tierra. Que Al’lah el Todopoderoso tenga piedad de los palestinos y conceda también la razón y el entendimiento a los musulmanes y les permita escuchar y aceptar la llamada del Imam de la Era.

Resumen preparado por The Review of Religions

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