El significado de gastar de lo que amas y anuncio del 66º año de Waqf-e-Yadid
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

El significado de gastar de lo que amas y anuncio del 66º año de Waqf-e-Yadid

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

¡En el nombre de Al’lah, el Clementísimo, el Misericordiosísimo!

SERMÓN DEL VIERNES, 06 de ENERO de 2023.

Pronunciado en la MEZQUITA MUBARAK de Islamabad (Tilford, Surrey), Reino Unido.

Después de recitar el Tashahud, el Taawwuz y el Surah Al-Fatihah,

Hazrat Mirza Masrur Ahmad, Jalifatul Masih V (atba),

también leyó el versículo 93 del Surah Al-e-Imran:

Y dijo:

La traducción de este versículo es la siguiente: “Jamás alcanzaréis la piedad a menos que gastéis de lo que amáis; y Al’lah conoce con seguridad cualquier cosa que deis”, (3:93).

Profundizando en este versículo, el Mesías Prometido (as) afirma:

“No podéis alcanzar la rectitud que os otorgará la salvación a menos que gastéis en el camino de Dios de esa riqueza y de aquellas cosas que os son queridas”.

El Mesías Prometido (as) declara además:

“Ciertamente no podéis alcanzar la verdadera rectitud hasta que gastéis, por compasión y servicio a la humanidad, de la riqueza que tanto queréis”.

Al’lah ha enfatizado los sacrificios financieros hasta tal punto que la verdadera rectitud que agrada a Dios Altísimo (si se realiza con intención de obtener la complacencia de Dios) solo se considerará como verdadera rectitud cuando demos algo que nos es muy querido en aras de adquirir Su placer y por compasión hacia la humanidad; y posteriormente, ese momento se convierte en un medio de salvación.

En otro lugar, el Mesías Prometido (as) manifestó:

“No se considera rectitud si una vaca nuestra cae enferma y, cuando no hay posibilidad de que sobreviva, el dueño dice: ‘Sacrifiquémosla en el camino de Al’lah’. Sería el mismo caso si un mendigo se nos acerca y se le da pan viejo y rancio que nadie va a comer en casa. Estas cosas no le sirven de nada a esa persona, de ningún modo. [Así pues], la riqueza que es querida para alguien y se gasta en el camino de Dios para alcanzar Su placer es la riqueza aceptada por Él”.

Esta es la verdadera rectitud y a través de ello uno puede medir su nivel de compasión por la humanidad y, [al mismo tiempo], esto demuestra cuánto se conmueve nuestro corazón a causa de los demás, así como [mostrará] el nivel de nuestra pasión y sentimientos por servir a la religión.

Luego, en otra ocasión, el Mesías Prometido (as) escribe:

“El hombre alberga un gran amor por las riquezas. Por eso se ha mencionado en la interpretación de los sueños que, si una persona ve que ha extraído su hígado y se lo ha entregado a alguien, ello simboliza riqueza. Por esta misma razón, Dios Altísimo ha dicho en relación con adquirir la verdadera rectitud y fe:

Jamás alcanzaréis la piedad a menos que gastéis de lo que amáis’, (3:93).

La razón de esto es que una gran parte de la compasión y el trato amable hacia la creación de Al’lah requiere el gasto de nuestra riqueza. Asimismo, la compasión hacia la humanidad y el resto de la creación de Dios es la segunda mitad de la fe, sin la cual nuestra fe no llega a ser completa, [pues], ¿cómo puede uno beneficiar a los demás hasta que no sacrifique sus propios placeres?

Para beneficiar al prójimo y mostrarle compasión, es necesario sacrificar nuestros propios deseos. En este versículo, [árabe: ‘Jamás alcanzaréis la piedad a menos que gastéis de lo que amáis’], se ha dado orientación sobre este mismo concepto de sacrificar los propios deseos. Por lo tanto, gastar la riqueza en la causa de Dios Altísimo es un estándar y un punto de referencia de la prosperidad y la rectitud de uno. [En este sentido], el estándar y el punto de referencia de Abu Bakr (ra) a la hora de ofrecer sacrificios por la causa de Al’lah eran tales que el Santo Profeta Muhammad (sa) mencionó [simplemente una vez]  cierta necesidad y él se presentó con todas sus pertenencias”.

Por tanto, estos son los estándares de sacrificio y presentación de la riqueza, que es lo más querido para una persona, cuyo mayor ejemplo, como lo menciona el Mesías Prometido (as), fue establecido por Hazrat Abu Bakr Siddiq (ra). Posteriormente, los Compañeros (ra) también establecieron estos estándares de sacrificio dentro de sus posibilidades y de acuerdo con sus rangos.

Por otro lado, vemos en la época del Mesías Prometido (as) que, para promover su misión, [de forma similar], Hazrat Maulwi Hakim Nuruddin (ra), Hazrat Jalifatul Masih I (ra), ofreció el más alto ejemplo de sacrificio en la difusión de la literatura y la propagación del Islam. [En este sentido], le escribió una carta al Mesías Prometido (as) –y esto fue mencionado por el propio Mesías Prometido (as)–:

“Estoy completamente dedicado a su causa. Todo lo que poseo no es mío sino que le pertenece a usted. Mi [querido] Líder y Guía, en verdad digo que si toda mi riqueza [y mi vida] se gasta en la difusión de la fe, entonces habré logrado mi objetivo final”.

Luego escribió:

“Mi vínculo con usted es como el del Verdadero Compañero [Hazrat Abu Bakr Siddiq] (ra) y estoy dispuesto a sacrificar todo en este camino. Rece para que mi muerte sea como la del Veraz [Siddiq (ra)]”.

Entretanto, hubieron muchos Compañeros (ra) del Mesías Prometido (as) que hicieron sacrificios de acuerdo con sus medios y los que hicieron fueron tales que el [mismo] Mesías Prometido (as) declaró que estaba asombrado al presenciar el grado de sus sacrificios. [Pero], ¿por qué hacían esos sacrificios? Se debía a que querían convertirse en los ayudantes del Mesías Prometido (as) en su misión de difundir el Islam; [es decir], fue porque deseaban presentar sacrificios, al mismo tiempo que extendían su compasión por la humanidad, para ser contados entre la Comunidad del Verdadero Siervo del Santo Profeta (sa). [En definitiva], lo hicieron con el fin de llevar a cabo su papel en el cumplimiento de la guía y, [por ello], los miembros de la Yamat se inspiraron tanto con este impulso de sacrificio que, incluso después del Mesías Prometido (as), en la época de cada Jalifa, Dios Altísimo ha seguido bendiciendo a tales personas que ofrecen este tipo de sacrificios, que dejan de lado sus propias preferencias y hacen todo lo posible por aumentar sus contribuciones. Entre ellos se encuentran los nuevos conversos, así como los que han sido áhmadis durante mucho tiempo. [Ahora] presentaré algunos ejemplos de sus sacrificios.

El sermón de hoy, que es el “jutba” del primer viernes de enero, generalmente se refiere al anuncio del nuevo año de “Waqf-e-Yadid” [“nuevo llamamiento para dedicarse al servicio de la religión”].

En 1957, Hazrat Musleh Maud, Jalifatul Masih II (ra), inició este proyecto para el “tarbiyat” [entrenamiento moral] y el “tabligh” [la propagación de la fe] en áreas rurales. Inicialmente, el proyecto se limitaba solo a Pakistán, aunque en la era de Hazrat Jalifatul Masih IV (rh), se amplió para cubrir todo el mundo. Hazrat Jalifatul Masih IV (rh) instruyó que el dinero recaudado de los países desarrollados para este plan debía gastarse en [países de] África, con el propósito de [llevar a cabo] “tabligh” y “tarbiyat”, y este ha sido el principio general, incluso hasta ahora, pues el dinero recaudado de este esquema se gasta en África y otros países muy pobres.

Por la gracia de Dios, los miembros de Comunidad se esfuerzan al máximo para tomar parte en este proyecto, pero no se da el caso que los áhmadis que residen en África u otras naciones subdesarrolladas no se esfuercen por convertirse en parte de este plan. Según sus ingresos y circunstancias, sus sacrificios son dignos de elogio; aunque, por así decirlo, los gastos adicionales se cubren con las limosnas recolectadas en los países más desarrollados.

Aquellos que hacen sacrificios en todo el mundo son conscientes del “hadiz-e-qudsi” [dicho del Profeta (sa) que le fue revelado directamente por Dios Altísimo] en el que el Mensajero (sa) declaró:

“Al’lah dice: ‘¡Oh hijo de Adán, déjame tu tesoro y quédate tranquilo! No temas que se queme con el fuego, ni que se ahogue en el agua, ni que te lo robe un ladrón. Te devolveré en su totalidad el tesoro que me quede en el día en que más sea necesitado’.”

Además, el sacrificio realizado en el camino de Dios Altísimo no solo nos beneficia en este mundo, sino también en la vida después de la muerte. Dios afirma en el Sagrado Corán:

‘Y cualquier riqueza que empleéis se os devolverá íntegra y no sufriréis perjuicio alguno’, (2:273).

Por consiguiente, cuando Dios Altísimo hace una promesa, la cumple; y Él demuestra ejemplos de ello en este mundo, para que podamos tener una firme convicción de que Al’lah también nos hará heredar las recompensas en el Más Allá. No es como el caso de las organizaciones mundanas, en las que uno invierte una cantidad de dinero en un negocio y obtiene una pérdida o ganancia temporal; y donde la ganancia se limita solo a este mundo y no hay garantía de ganancia alguna en la vida futura. De hecho, hay algunos negocios mundanales que benefician a una persona por un tiempo determinado, aunque más tarde los dueños se apoderan de toda la riqueza, dejando que esa pobre gente, que invirtió en él, pierda todo su dinero, como prevalece hoy en día, donde [por ejemplo], miles de millones de dólares de quienes invirtieron en bitcoin o criptomonedas se ha perdido porque quienes dirigían estos negocios usurparon toda la riqueza y todo se perdió. De todos modos, en mi opinión, los negocios como bitcoin, etc. son todos una forma de especulación. En cualquier caso, hay ejemplos extraordinarios de cómo Dios recompensa a aquellos que se sacrifican por Su causa.

Como mencioné, presentaré algunos ejemplos, según los cuales aquellos que han hecho sacrificios no solo se están beneficiando en un sentido mundano, sino que también ven su fe fortalecida:

Hay un ejemplo del condado de Bomi en Liberia, [desde donde] el “mual’lim” [educador, misionero] local comenta:

“Fui a una ‘yamat’ de nuevos conversos en Fumba, para recolectar donaciones para ‘Waqf-e-Yadid’. Después de reunirme con el imam local, se llevó a cabo un programa a gran escala en el que participó la mayoría de la aldea y se habló a los miembros sobre la importancia y las bendiciones de ‘Waqf-e-Yadid’. Tras el programa, fuimos también individualmente a las casas para la recolecta. En ese momento, un ‘jadim’ [joven] fue a su casa pero no tenía nada en su hogar. Su madre pidió que la perdonara, ya que no había dinero disponible para donar y que ellos contribuirían en algún momento en el futuro. Por lo tanto, regresamos, aunque poco tiempo después, ese mismo ‘jadim’ vino corriendo y dijo: ’Aquí hay 250 dólares liberianos que mi padre me dio para pagar la matrícula escolar. Entrego esto para que mi casa no quede privada de las bendiciones de este proyecto’. Transcurridos unos días, ese mismo ‘jadim’ vino a nuestro centro y relató: ‘Dos días después de que os fuisteis, recibí un mensaje de que un pariente mío había enviado 2.500 dólares liberianos para mis cuotas escolares. En consecuencia, con este dinero pude pagar mis cuotas escolares y, además, comprar otras cosas que necesitaba. Como resultado de mi sacrificio, Dios Altísimo me ha dado diez veces más a cambio’.”

Así es como Al’lah otorga fe y convicción en los corazones; y Aquel que otorga en esta vida, también cumplirá Su promesa de recompensarnos en el Más Allá, donde estos sacrificios están siendo registrados.

Asimismo, hay otro ejemplo de Guinea-Conakry:

El misionero de una comunidad [local] en una de sus regiones, llamada Minsayah, relata que durante “Asharah [los diez últimos días de] Waqf-e-Yadid”, él se acercaba individualmente a los miembros de la yamat [que venían] a la mezquita y los animaba a participar en este esquema, explicándoles la importancia y las bendiciones asociadas con él. En ese momento, el imam de la mezquita de la aldea, Sr. Abu Bakr Kumara, que se había convertido recientemente en áhmadi, dijo que sería el primero en ofrecer una donación, ya que debería ser un ejemplo para los demás. (No es que hubiera pedido a otros que participaran en este proyecto sin participar primero él mismo, sino que dijo que debería ser el primero en participar en el plan). Por tanto, sacó los 10,000 francos guineanos que tenía en su bolsillo y los ofreció como su contribución financiera. Más tarde, vino a encontrarse con el misionero y le contó que, poco tiempo después de ofrecer esa contribución económica, uno de sus amigos le envió 1,5 millones de francos como regalo; y explicó que creía que Dios le había concedido esto debido a su sacrificio financiero. Luego añadió que ahora ofrecería contribuciones financieras con más regularidad.

Así es como Dios Altísimo trata a los nuevos conversos: si gastan en Su camino, Él les promete una recompensa en esta vida y si Al’lah quiere, las promesas referentes al Más Allá también se cumplirán.

Aparte, un misionero local de Camerún escribe:

“Un niño me acompañó a varios pueblos para recolectar donaciones para ‘Waqf-e-Yadid’. Estaba desempleado, por lo que solo pudo ofrecer 1.000 CFA para dicho proyecto. Me pidió que orara para que él encontrara un trabajo a fin de que pudiera ofrecer más y le respondí:Está bien, rezaré por ti y tú también debes orar para que encuentres trabajo’. Transcurrido un poco tiempo, Dios escuchó su oración y, tras un mes, una filial de la ONU lo contrató como chófer. Debido a esto, ofreció 10.000 francos CFA para el ‘Waqf-e-Yadid’ diciendo: ‘Dios Altísimo aumentó mis ingresos como resultado de hacer un sacrificio mientras me enfrentaba a dificultades’.”

El Sr. Amir de Tanzania narra que:

“Una mujer de la Comunidad contó que un día iba al mercado a comprar algunas cosas para el hogar. En el camino, se encontró con el misionero local, quien le habló de ‘Waqf-e-Yadid’ y llamó su atención para hacer contribuciones. Ella cuenta que: ‘Le dije que en este momento tenía 2.000 chelines y que iba al mercado a comprar algunas cosas’. Entonces ofreció 1.000 chelines y usó los 1.000 restantes para comprar lo que necesitaba. Y la mujer continúa su relato: ‘Mientras estaba allí, una señora, que había tomado prestados de mí 5.000 chelines hacía algún tiempo, me llamo. Había pasado tanto tiempo desde entonces, que no tenía esperanzas de recuperarlos. Esa mujer me llamó y me dio los 5.000 chelines, aclarándome que estaba devolviéndome el préstamo que me debía’. Luego regresó con el misionero local y le contó que Al’lah le otorgó eso debido a las bendiciones de ofrecer contribuciones financieras, por lo que le dio otros 1.000 chelines más”.

Un misionero local de Liberia escribe:

“Visité la casa de una áhmadi de la yamat de Ganta, llamada Aisha Sahiba, y llamé su atención para que participara en el plan de ‘Waqf-e-Yadid’. [No obstante], ella contestó que no tenía nada en este momento, aunque si esperaba, intentaría todo lo posible para que yo no me fuera de su casa con las manos vacías (le preocupaba que él se fuera con las manos vacías). Rápidamente salió y tomó un préstamo de alguien, y ofreció 100 dólares liberianos como contribución financiera”.

El misionero local añade:

“Todavía estaba en su casa cuando recibió un mensaje en su teléfono avisándole que alguien había transferido algo de dinero a su cuenta a través de internet. Ella dijo que acababa de ofrecer una contribución financiera de 100 dólares liberianos y que Dios la había recompensado de inmediato”.

Otro misionero de Guinea-Conakry relata:

“Un miembro de la Comunidad, de nombre Said Doba Sahib, que estaba desempleado, había solicitado trabajo en varias empresas mineras, aunque contaba con pocas esperanzas. Durante el ‘Asharah Waqf-e-Yadid’, cuando se le llamó su atención sobre las contribuciones financieras, aclaró: ‘Estoy desempleado y no puedo dar mucho’. Con todo, metió la mano en el bolsillo, sacó 5.000 francos y los ofreció como contribución financiera, diciendo que eso era todo lo que tenía. [Pues bien], explica que cinco días después de ofrecer esta contribución, recibió una oferta de una empresa minera donde ni siquiera había solicitado trabajo y, por la gracia de Dios Altísimo, con este trabajo le pagaban un salario mensual de 5.000 francos; por lo que comentó: ‘El insignificante sacrificio que hice en el camino de Dios, Él me lo devolvió multiplicado de acuerdo con Su promesa’.”

Por otro lado, un misionero de Nigeria también informa que:

“Hay un áhmadi, en el estado de Kano, llamado Nasir Sahib, quién narra: ‘Estaba preocupado por no tener trabajo durante tres años y se me ocurrió que debía hacer contribuciones financieras de acuerdo con lo que pudiera dar’; [o sea], había dejado de hacer contribuciones ya que no tenía trabajo, pero decidió que empezaría a hacer contribuciones con lo que tuviera”. [Así pues], le dijo al misionero que desde junio del año anterior había comenzado a ofrecer aportes monetarios. Más tarde informó al misionero de que: “No habían transcurrido ni tres meses cuando una persona contactó conmigo y me dijo que tenía una vacante para un puesto de marketing en su empresa, y me contrataron. [Es más], era el primer contrato de este tipo otorgado por la empresa”. [Finalmente] concluye: “Estoy convencido de que encontrar un trabajo después de tanto tiempo se debe a las bendiciones de las contribuciones financieras”.

Un misionero de [la Republica] de África Central habla sobre un nuevo converso llamado Yibril Sahib:

“Cuando me uní a la Yamat el año pasado, comenzó a desarrollarse un cambio en mi estado moral y espiritual”.

También vale la pena señalar que no solo se unió a la Comunidad, sino que ciertamente debe haber orado y trabajado duro para cambiar su condición, y por la gracia de Al’lah comenzó a notar un cambio espiritual y moral dentro de sí mismo.

Sobre esto comenta:

“Un día, el misionero hizo una llamada respecto al ‘Waqf-e-Yadid’, cuando el año estaba llegando a su fin, pidiendo hacer contribuciones, sin importar cuán pequeñas fueran. [Pues bien], yo hice una contribución económica en ese momento y, desde entonces hasta hoy, mi trabajo ha sido extremadamente bendecido. Dios Altísimo me concedió Su favor especial y ahora mi trabajo siempre me mantiene ocupado. Antes pasaban varios días sin clientes, pero ahora llegan a diario. Por la gracia de Al’lah, ahora obtengo unos ingresos muy buenos, como nunca podría haber imaginado”.

Arif Sahib, un misionero de Togo, escribe que hay una persona llamada Awakayi Sahib, de la región de Kara, que relata:

“Estaba enfrentándome a algunas dificultades financieras mientras el último mes de ‘Waqf-e-Yadid’ ya había llegado y estaba preocupado por cómo cumpliría mi promesa. Entonces, se me ocurrió que, como tenía un cabrito pequeño en casa que estaba guardando para algún otro fin, podía venderlo y usar el dinero para ofrecer mi contribución financiera”.

Eso era lo único que tenía en casa y decidió venderlo para ofrecer su contribución.

Y continúa diciendo:

“Había decidido hacerlo así y, un día, el misionero vino a recolectar contribuciones financieras. Ese mismo día, alguien que había tomado un préstamo de mí, el cual yo no tenía esperanza de que se me devolviera, vino al mismo tiempo para devolverme el dinero y di todo ese dinero para ‘Waqf-e-Yadid’. De esta manera, Dios arregló los medios para ayudarme desde lo oculto”.

Tuvo una intención virtuosa y antes de que pudiera incluso llevarla a cabo, Dios Altísimo se encargó del asunto; [es decir], tenía la intención de sacrificar lo que amaba y Al’lah lo recompensó antes de que pudiera hacer el sacrificio, porque Dios conoce las condiciones de los corazones.

Sayid Iqbal Sahib, de las Islas Marshall, comenta que allí vive una mujer llamada Loraine, quien dice:

“Al’lah ha otorgado grandes bendiciones sobre mí y mi familia debido a los sacrificios financieros. Antes no participábamos en tales sacrificios porque no teníamos certeza sobre el grado en que Dios Altísimo bendice los sacrificios económicos y, además, nos enfrentábamos a problemas económicos en ese momento, pues no teníamos suficiente dinero para comida y bebida, y estábamos preocupados por cumplir con los gastos del hogar. Sin embargo, cuando escuchamos sermones en la mezquita sobre las bendiciones asociadas con los sacrificios financieros, pensamos que también debíamos participar. Por lo tanto, comenzamos a hacer sacrificios y ofrecer contribuciones financieras. Ahora, Dios nos ha bendecido tanto que podemos atender nuestros gastos domésticos y no tenemos dificultades para conseguir comida y bebida. A menudo sucede que recibimos dinero de varios lugares que ni siquiera imaginábamos. No importa cuánto demos, Al’lah continúa multiplicándolo”.

Esta es la forma en que Dios Altísimo trata a los nuevos conversos para fortalecer su fe.

El inspector de “Waqf-e-Yadid” de la India declara:

“Fui a la yamat de Melapalayam Tamil Nadu para completar el presupuesto de ‘Waqf-e-Yadid’ y recaudar contribuciones, y mientras estaba allí conocí a un áhmadi sincero que hizo la promesa lealtad [‘Baiat’] en 2014 y entró en el redil de Ahmadíat”.

El nuevo converso dice -aunque ya no es un nuevo converso-… En cualquier caso, este áhmadi dice:

“Prometí 4.000 rupeas para ‘Waqf-e-Yadid’ cuando hice el ‘Baiat’, porque eso es todo lo que podía pagar. Cada año, desde entonces, he aumentado la cantidad tanto como he podido y, debido a esto, Al’lah ha continuado otorgándome un éxito especial en mi negocio. Luego, tras un tiempo, el resto de mi familia también hizo Baiat. Por la gracia de Dios, ahora mi contribución a ‘Waqf-e-Yadid’ es de 500.000 rupeas”.

El año pasado, durante el mes de Ramadán, cumplió su compromiso de pagar quinientas mil rupias y él mismo aclara:

“A pesar del confinamiento [por el covid], debido a las bendiciones resultantes de mis contribuciones financieras, no soporté ninguna pérdida en mi negocio, sino que siguió creciendo. Ahora, por la gracia de Dios Altísimo, mi negocio se ha expandido desde la India hacia Tailandia y todo esto se debe a las bendiciones de hacer contribuciones financieras”.

Estas son las bendiciones de Al’lah [y, como veis], no tiene nada que ver con los negocios especulativos. Por el contrario, él puso dinero y trabajó duro, estableció un negocio, gastó en el camino de Dios y luego Dios Altísimo lo multiplicó sobremanera.

Hay además otro ejemplo de la India, [respecto al cual] el misionero en jefe escribe:

“El ‘Nazim Maal’ [encargado del departamento financiero] e inspector de ‘Waqf-e-Yadid’ en Malappuram (Kerala) estaba de gira al final del año fiscal. También visitó nuestra región, donde recibió una llamada telefónica de un residente áhmadi sincero, Rahman Sahib -que es un hombre de negocios-, y le notificó: ‘Ven a mi compañía. He abierto una nueva sucursal en mi empresa donde deseo que se ofrezcan oraciones’. Cuando llegamos allí, sin tan siquiera preguntarle nada, nos entregó un cheque por un millón de rupeas. Es más, para nuestro recorrido puso a nuestra disposición su vehículo más grande y lleno de gasolina. [El ‘Nazim Maal’] dijo que un automóvil pequeño sería suficiente, pero Rahman Sahib respondió: ‘¡No! Un representante de Markaz [Sede Central de la Comunidad] debe viajar cómodamente en un vehículo seguro’.”

Rahman Sahib dijo también: ‘Reuní esta cantidad para registrar una propiedad, pero debido a su llegada, la he donado al Waqf-e-Yadid y cambiado la fecha de su registro para el futuro’.

Unos días después, Rahman Sahib manifestó que había logrado una gran suma de dinero, sin ningún esfuerzo, y que era más que suficiente para sus necesidades. La suma superaba en gran medida el millón [de rupeas]”.

Una mujer de la Isla de Mauricio, llamada Shabrez Sahiba, narra:

“Decidí sacrificar el dinero que recibí de mis padres como regalo de cumpleaños. Por consiguiente, 500 rupeas fueron hacia ‘Waqf-e-Yadid’ y 500 hacia ‘Tehrik-e-Yadid’ [llamamiento financiero para la propagación del Islam]. Yo había guardado esa suma en un sobre. No me encontraba bien en ese momento y mi tío paterno y mi primo vinieron a verme. Ambos me entregaron sobres, cada uno con 5.000 [rupeas]. Me asombró ver que Al’lah me había recompensado 10 veces más de lo que había dado”.

El Sadr (presidente) de la comunidad de Georgia explica:

“Hay un miembro llamado Muhammad Abu Hammad Sahib que originalmente es de Palestina y está estudiando medicina en Georgia. Había tomado el ‘Baiat’ (juramento de iniciación) hace tres años. La yamat realizó un seminario durante el ‘Ashra Waqf-e-Yadid’ [los diez últimos días de dicho plan] destacando la forma de gastar por la causa de Dios. El estudiante proclamó: ‘En este momento, solo tengo alrededor de 300 dólares y he decidido contribuir la mitad de eso hacia Waqf-e-Yadid porque me he acordado del siguiente versículo del Sagrado Corán:

O sea: En verdad, quien realmente prospera es quien se purifica, (91:9).

Al final del mes, después de mis gastos diarios, solo me quedaban dos dólares en mi cuenta bancaria. Al finales de diciembre, un familiar mío venía de Palestina a Georgia y estaba preocupado por cómo podría acogerlo, aunque, por la gracia de Dios Altísimo, el mismo día que llegó mi invitado recibí una transferencia de 1.000 dólares a mi cuenta bancaria desde algún lugar. Siempre muestro gratitud a Al’lah por ello y lo considero una bendición de la limosna [que pagué]’.”

Es una cuestión de perspectiva: una persona mundana tiene una perspectiva determinada, aunque un fiel siempre piensa que, por la Gracia de Dios, lo que recibió fue el resultado de gastar por Su causa.

Un misionero de Kenia comenta:

“Hay una nueva conversa en mi comunidad local que se llama Jadiya y que  es profesora en una guardería. A principios de año prometió 500 chelines para el plan de ‘Waqf-e-Yadid’ y efectuó su pago”. Y continúa diciendo: “Fui a la escuela a darle el recibo, pero ella vino a mi casa y le comentó a mi mujer que quería darle 500 chelines más”. Y añade [que “ella dijo]: ‘Mi contribución total debe ser de 1.000 chelines. Lo hago con la intención de que Dios Altísimo aumente Sus bendiciones’. Cuando llegué a casa y mi mujer me informó de ello, preparé otro recibo”. Luego explica: “Fui a entregarle el recibo y me dijo que ‘tengo un hijo que estudia en la universidad y había presentado una petición para una subvención que utilizaría para sus estudios. Mi petición no fue aceptada, sin embargo, hoy mismo he recibido una llamada de la universidad comunicándome que el gobierno ha depositado una suma de 30.000 chelines para sus gastos”.

[Finalmente], el misionero escribe: “Este incidente me ha impactado muchísimo”.

[Por su parte], el Amir Sahib de Indonesia escribe:

“Hay un miembro [de la Yamat] llamado Abdur Rahim, que es de una pequeña comunidad y que afirma: ‘Todos los años contribuyo al proyecto de Waqf-e-Yadid. Los años 2020 y 2021 fueron muy difíciles para mí, ya que no pude encontrar empleo. Hace algún tiempo, renuncié a mi empleo para tratar de iniciar un negocio, aunque no tuve éxito. Mis ahorros se agotaron poco a poco. El año de Waqf-e-Yadid estaba llegando a su fin y yo me había comprometido contribuir, pero no veía la manera de hacerlo. Era difícil encontrar trabajo, sobre todo porque me acercaba a los 51 años, y a esa edad es difícil encontrar empleo. Rezaba por ello en la oración del tahayud (oración voluntaria antes del amanecer) todos los días’. También me escribía cartas regularmente, diciéndome que necesitaba contribuir a ‘Waqf-e-Yadid’ y pidiendo oraciones para tener el honor de hacerlo”.

[Abdur Rahim] sigue diciendo:

“De un modo u otro, Al’lah me permitió cumplir mi promesa de ‘Waqf-e-Yadid’ antes de fin de año y de alguna manera pude hacer mis aportaciones. Unos días después de hacer mi pago, recibí una llamada de un antiguo empleador que me pidió que fuera a una entrevista y le di gracias a Dios por haber encontrado trabajo. Me sorprendió mucho, pues la persona que me llamó no era mi supervisor directo. Mi amigo también se asombró de que me hicieran esta oferta, sobre todo porque yo había salido por mi cuenta de allí siete años antes”. [Y al final] dice: “Es un favor de Dios Altísimo para mí que incluso a esta edad haya encontrado una fuente de ingresos”.

Hay una ciudad en Senegal llamada Tambacounda y un misionero de allí escribe:

“Durante mi gira, mientras animaba a la gente a dar limosnas y relataba incidentes que usted [es decir, Su Santidad] había mencionado en un sermón anterior, conocí a un áhmadi llamado Usman Sahib. Dijo que antes de tomar el ‘Baiat’ (promesa de iniciación), su estado financiero era muy malo y que tras realizar el ‘Baiat’, todos sus familiares empezaron a oponerse a él. Intentaron quemar su casa cuatro veces y cada vez incendiaban una parte distinta. No obstante, relata que desde que empezó a participar en la limosna bajo el sistema de la Yamat, sus circunstancias han cambiado”. Y continúa explicando: “Gracias a las bendiciones de las limosnas, ahora ha construido su propia casa de forma segura. Antes, su casa era de paja y se incendiaba con facilidad, pero ahora es una estructura sólida. Sus hijos también reciben una buena educación en la ciudad. Cada año, al igual que en otras ramas de las contribuciones, incrementa de forma muy digna sus aportaciones al Waqf-e-Yadid; y comenta además: ‘Todos mis oponentes han fallecido o, si están vivos, se encuentran en un estado lamentable’.”

El Amir Sahib de Tanzania narra:

“Hay un caso de un granjero que cultiva tomates y riega sus cultivos alquilando máquinas y bombas para extraer agua del lago. Y [dicho granjero] escribe: ‘Este año, la lluvia ha sido escasa y las cosechas se han deteriorado. Los agricultores vecinos se reían de mí mientras regaban sus cosechas, comentando lo que yo había hecho con las mías’. Luego añade: ‘Cuando el misionero me recordó que debía dar limosna, ofrecí los 1.000 chelines que tenía en mi poder y me dio mi recibo. Al día siguiente, hubo una reunión del comité local y les dije a los misioneros que el trato que había hecho había fructificado, ya que la primera lluvia de la temporada había caído sobre mis cultivos y las reservas de agua estaban llenas. Al´lah me ha recompensado de este modo’.”

Un misionero de Sierra Leona informa de que:

“Hay un profesor, Alex Tamo Sahib, que es investigador en Sierra Leona, y cuenta que había atrasos en su ‘Wasiyat (el Testamento) y otros esquemas financieros de la Comunidad debido a cuestiones gubernamentales del año anterior, por lo cual hubo un retraso en el pago de los salarios. Durante algún tiempo, la vida se volvió muy difícil. A pesar de ello, consiguió algo de dinero y pagó su [contribución de] ‘Wasiyat’ y otras limosnas, incluso durante esos momentos difíciles”.

[Y el propio Alex Tamo Sahib añade]:

Después de dar limosna, me eligieron para formar parte de un grupo que realizaba un proyecto de investigación sobre el arroz en Guinea Conakry. Más tarde, también recibí una casa grande y amueblada. Aparte, tuve la oportunidad de organizar un programa de televisión y [otro para la] MTA antes de la Convención Anual Reino Unido de 2022; y, sobre todo, por la gracia de Dios, conseguí también una beca para un doctorado en la Universidad japonesa de Kagoshima. Yo había hecho la petición y mi institución apoyó mi recomendación, y como resultado me seleccionaron”.

Y concluye:

“Llevo en Japón desde el año pasado. Por la gracia de Dios, asimismo estoy en contacto con la Yamat de aquí. No solo eso, sino que, por la gracia de Al’lah, mi institución me ha asignado una casa para mi familia y un sueldo en Sierra Leona. Así pues, esto ha fortalecido enormemente mi fe. Dios Altísimo me ha concedido este favor debido a las bendiciones de ofrecer limosnas”.

[Con esto] se observa que no solo los áhmadis más antiguos, sino que hay muchos ejemplos de cómo los nuevos conversos se desinteresan por la riqueza.

El misionero de la región de Moyamba, en Sierra Leona, afirma:

“Con ocasión del sermón del viernes, se animó a la gente a contribuir al ‘Waqf-e-Yadid’ mediante [el relato de] la historia de un Compañero (ra) que se llevó un hacha al bosque, cortó y vendió madera, y ofreció sus ganancias al Santo Profeta (sa). Hay áhmadis que vienen a ofrecer la oración del viernes desde un pueblo cercano conocido como Dodo. Entre ellos, un áhmadi sincero, llamado Qasim, vino una tarde calurosa y contribuyó al ‘Waqf-e-Yadid’ con una gran suma, diciendo que eran todos sus ingresos. [Ante esto], le dijeron que guardara algo de dinero para sus gastos mensuales, pero él respondió, muy apasionadamente, diciendo: ‘El día que narraste la historia de aquel Compañero (ra), hice el solemne voto de llevar esa historia a la práctica. Por tanto, debes aceptar el importe total. Dios Mismo me recompensará’.”

El Amir Sahib de Tanzania explica:

“El misionero de la región de Shinyanga me informó de una zona conocida como Sambaçai, donde la Comunidad se ha establecido recientemente. Hasta diciembre, 39 personas habían entrado en el redil de la Comunidad”.

[En realidad], esta yamat no se creó hasta el mes pasado.

“El misionero dice: ‘En diciembre estuve recorriendo las yamats locales que me fueron asignadas y, además, visité esta comunidad recién creada. La mayoría de las personas que entraron en la Yamat procedentes de esta zona carecían previamente de religión. No conocían la religión en absoluto, por lo que se hizo un gran esfuerzo para enseñarles [el método de] la oración y el Corán. Después de ofrecer la oración de dohr, se impartió una clase de formación moral, durante la cual yo [el misionero] enseñaba el método de la oración y otros asuntos de jurisprudencia islámica’. Un anciano vio un talonario de recibos en la bolsa del misionero y preguntó por él y este aclaró que como el año de ‘Waqf-e-Yadid’ había llegado a su último mes, estaban recogiendo las promesas que se habían hecho, tras lo cual se enviaría un informe a la Sede Central para que pudiera ser visto por Su santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (‘atba’, que Dios siempre le ayude). [Pues bien], todos los áhmadis que participan en este plan reciben un recibo. Ante esto, otro áhmadi preguntó: ‘¿Cuándo tomarás nuestro chanda [contribuciones]?’.”

El “mual’lim” [misionero] prosigue:

“Les dije que había pensado que, como estaban pasando por tiempos difíciles y eran nuevos conversos, tal vez necesitaran más formación moral, de ahí que se les incluiría en dicho proyecto a partir del año siguiente. Ante esto, todos los nuevos conversos preguntaron: ‘¿No se presentarán nuestros nombres a Hazrat Jalifatul Masih V (aba)? Eso no puede suceder’. Por ello, todos los presentes dieron todo lo que tenían y, cuando estábamos a punto de irnos, dijeron: ‘¡Señor misionero! Antes de irse, anote también nuestras promesas para el año que viene. Posteriormente, también prometieron sus cantidades para ‘Waqf-e-Yadid’ respecto al año siguiente”.

De este modo, Dios Altísimo aumenta también la fe de los nuevos conversos.

El Amir Sahib de Gambia escribe:

“Yallow Sahib es un miembro áhmadi que reside en la comunidad de Dutabulu, de la [región] de North Bank. El padre de Yallow Sahib no es áhmadi y es jefe de su aldea. Está muy enfermo y frágil, y por eso su hijo, que es áhmadi, supervisa los asuntos relacionados con el pueblo. [Entretanto], mencionó que un día una ONG islámica visitó su pueblo y, según él, ayudarían a los musulmanes del mismo con 15.000 dalasis [moneda local]”.

[Pues bien], Yallow Sahib prosigue:

“Me llamaron por teléfono y me dijeron: ‘Hemos oído hablar mucho de usted, que es un hombre muy noble y decente. Queremos ayudaros a ti y a tu padre con 30.000 dalasis, pero el único problema es que eres áhmadi. Si dejas la Yamat recibirás esta cantidad’.”

Al oír esto, Yallow Sahib respondió a la ONG:

“No necesito ningún dinero, porque la Comunidad nos ha enseñado que Dios es suficiente para Su gente. Además, cada año dono más de 15.000 dalasis en limosnas”. Al escuchar su respuesta, se asombraron y dijeron: “¿Por qué das una cantidad tan grande a la Yamat cuando tú mismo eres pobre?”; y el áhmadi respondió: “Si supierais la cantidad de alegría y bendiciones que yo he experimentado por parte de Al’lah, vosotros mismos os uniríais a la Comunidad del Imam Mahdi (as)”.

Esta es la condición de la fe que Dios Altísimo está inculcando en los corazones de aquellos áhmadis que viven en tierras lejanas; y tras profesar la creencia en el Fiel Devoto [el Mesías Prometido (as)] del Santo Profeta Muhammad (sa), su fe se ve fortalecida cada vez más.

[Por otra parte], el Amir Sahib de Congo Kinshasa declara:

“Durante el sermón del viernes, se recordó a los miembros que debían contribuir al ‘chanda’ de ‘Waqf-e-Yadid’. El mismo día, Nooruddeen Sahib, que trabaja en la policía, llamó a nuestro mual’lim y dijo: ‘He estado ahorrando una cantidad en caso de alguna emergencia, pero después de oír al Murabbi Sahib [misionero] animando a contribuir al Waqf-e-Yadid, me gustaría contribuir a ello’. Pagó 210.000 francos [congoleños], lo que para él era una cantidad extraordinaria”.

Este es un ejemplo de los que aman ofrecer sacrificios en el camino de Dios.

El misionero de Macedonia escribe:

“La mayoría de los áhmadis de aquí son pobres, aunque a pesar de ello siguen haciendo sacrificios económicos. Uno de sus miembros, Faisal Sahib -que juró lealtad en 1995 en Alemania-, estuvo viajando por varios países antes de establecerse de nuevo en Macedonia. Al principio tenía poco contacto con la Yamat, aunque más tarde se apegó más a ella. El pasado ‘Eid ul-Adha’ permaneció en la casa de la misión durante dos o tres días. Durante su estancia fue informado sobre el sistema financiero de la Comunidad y, aparte del chanda obligatorio, fue informado sobre ‘Tehrik-e-Yadid’ y ‘Waqf-e-Yadid’.”

Y continúa el relato:

“Diez o doce días más tarde, fui a la ciudad a reunirme con él y antes de marcharse me dio 10.000 dinares [macedonios] como ‘chanda’, que no es una gran cantidad y equivale aproximadamente a 63 euros. Este miembro está desempleado y lleva mucho tiempo sin trabajar. Le dije que era consciente de sus circunstancias y le aconsejé que se guardara una cantidad y la ahorrara para su familia, porque lo que daba era una cantidad muy grande en dinares macedonios. Sin embargo, él insistió y felizmente dio toda la cantidad de su parte y de su familia para el ‘Waqf-e-Yadid’, diciendo que Al’lah le proveerá”.

Así pues, estas son las personas que verdaderamente ofrecen sacrificios, que dan en el camino de Dios Altísimo de aquella riqueza que necesitan.

El Mesías Prometido (as) proclama:

“No es posible que améis la riqueza y a Dios. Solo podéis tener amor por uno”.

Y dice además:

“Dichoso es el que ama solo a Al’lah, pues si alguien de entre vosotros ama a Dios Altísimo y sacrifica su riqueza por Su causa, creo firmemente que su riqueza será bendecida mucho más que la riqueza de los demás, porque la riqueza no la recibe una persona por voluntad propia, sino que va a parar a una persona por la Voluntad de Dios. Así, quien reserva una parte de su riqueza por amor a Al’lah, recibirá ciertamente bendiciones por ello”.

Por consiguiente, todo áhmadi que haya ofrecido sacrificios es testigo de la veracidad de este extracto, [o sea], de que todo lo que dijo el Mesías Prometido (as) era verdad.

Que Dios Altísimo permita que aquellos que ofrecieron sacrificios aumenten [precisamente] su nivel de sacrificio, tanto ellos como aquellas personas que están mejor económicamente, aunque su nivel de sacrificio no es tan bueno, para que entiendan este dicho del Mesías Prometido (as) donde afirma: “Os repito una y otra vez que Dios no depende de ninguno de vuestros servicios; por el contrario, es una gran bendición para vosotros que os haya concedido la oportunidad de ofrecer sacrificios”.

Aquellos que son avariciosos deberían reflexionar sobre esto.

¡Que Al’lah permita a los “Umarah” [amires] de la Yamat comprender también este asunto!

A continuación, mencionaré los detalles y las cifras de la recaudación de “Waqf-e-Yadid” del año pasado.

Por la gracia de Dios Altísimo, el año 65 de “Waqf-e-Yadid” concluyó el 31 de diciembre y el nuevo año comenzó el 1 de enero [2023]. El sacrificio total ofrecido por la Comunidad fue de más de 12,2 millones de libras, 12.215.000 libras [para ser exactos]. Aunque la situación económica del mundo no ha mejorado, esto supone un aumento de 928.000 libras respecto al año pasado, ¡Alhamdolil’lah!

De todos las yamats del mundo, el Reino Unido fue la primera en la recaudación global, Canadá la segunda, Alemania la tercera, EE.UU. la cuarta, India la quinta, Australia la sexta, la séptima una comunidad de Medio Oriente, Indonesia la octava, la novena otra yamat de Medio Oriente y Bélgica la décima.

En términos de contribución “per cápita”, Estados Unidos es la primera, Suiza la segunda, Reino Unido la tercera, Australia la cuarta y Canadá la quinta.

En términos de contribución global entre los países africanos, el 1º es Ghana, el 2º Mauricio, el 3º Nigeria, Burkina Faso el 4º, Tanzania el 5º, Liberia el 6º, Gambia el 7º, Uganda el 8º, Sierra Leona el 9º y Benín el 10º.

Este año ha habido un aumento de 61.000 participantes y el número total de contribuyentes sinceros es de 1.506.000. [En este sentido], de los países que se han esforzado por aumentar su número de participantes, Uganda ha sido el primero, seguido de Guinea Bissau, Camerún, Congo Brazzaville, Níger, Congo Kinshasa y Bangladesh. Estos países eran dignos de mención.

En términos de recaudación global, las diez principales grandes comunidades del Reino Unido son: Farnham la 1ª, Worcester Park la 2ª, Walsall es 3ª, Islamabad es 4ª, Gillingham es 5ª, South Cheam es 6ª, Aldershot sur es 7ª, Bradford es 8ª, Cheam es 9ª y Ewell es 10ª.

Respecto a las regiones: Baitul Futuh se situó en primer lugar, Islamabad fue la segunda, Fazl Mosque tercera, Midlands cuarta y Baitul Ehsan la quinta.

Los diez principales yamats respecto a “Daftar Atfal” [registro de los niños y jóvenes] son: Aldershot South la primera, seguida de Islamabad, luego Walsall, Farnham, Roehampton, Ewell, Aldershot North, Mitcham Park, Bordon, South Cheam y Baitul Futuh.

Las cinco comunidades más pequeñas [en el Reino Unido] en términos de recaudación total son: Spen Valley, Keighley, el Norte de Gales, Northampton y Swansea.

Las “Amarats” [yamats regionales] de Canadá son las siguientes: Vaughan es la primera, seguida de Vancouver, Calgary, Peace Village, Toronto y Brampton-West.

Las diez principales grandes comunidades de Canadá -las mencionadas anteriormente eran “Amarats”-, son las siguientes: Milton West es la primera, Hadeeqah Ahmad es la segunda, Milton East es la tercera, Winnipeg es la cuarta, Saskatoon Bait al-Rahmat es la quinta, Durham West es la sexta, Ottawa West es la séptima, Innisfil es la octava, Regina es la novena y Abbotsford es la décima.

De la [recolección] de los “Atfal” [niños]: Vaughan es la primera, seguido de Peace Village, Toronto Oeste, Calgary y Brampton Este.

Las cinco primeras yamats en “Daftar Atfal” son -las mencionadas antes eran “Amarats”-, son comunidades locales: Airdrie, Saint Catharines, Hadeeqah Ahmad, Innisfil y Bradford East.

Las cinco principales “Amarats” de Alemania son: Hamburgo la primera, Fráncfort la segunda, Wiesbaden la tercera, seguida de Gross-Gerau y Riedstadt.

Las diez primeras yamats son: Rödermark, Röderaue, Mainz, Bait Al-Rasheed, Neuss, Flörsheim, Nidda, Mahdi-Abad, Friedberg y Koblenz.

En cuanto a la recaudación de los “Atfal”, las cinco primeras regiones son: Hessen Mitte, el Suroeste de Hessen, Hamburgo, Taunus y Wiesbaden.

Las diez comunidades más importantes de EE.UU. son: Maryland, Virginia del Norte, Los Ángeles, Detroit, Silicon Valley, Boston, Austin, Oshkosh, Rochester y después Phoenix.

Las diez principales yamats para “Atfal” son: Virginia del Sur, Virginia del Norte, Maryland, Seattle, Orlando, Austin, Silicon Valley, Oshkosh, Portland y Zion.

Las tres principales comunidades de Pakistán son las siguientes… A pesar de la desfavorable situación económica pakistaní, por la gracia de Dios, han aumentado considerablemente sus recaudaciones en moneda local, [pero] en comparación con la libra esterlina, el valor de su moneda ha disminuido;  aunque, a pesar de ello, aportaron una cantidad significativa. [Pues bien], la primera yamat fue Lahore, seguida de Rabwah y Karachi fue la tercera. Por distritos, Islamabad ocupa el primer lugar, seguido de Sialkot, Faisalabad, Gujrat, Gujranwala, Sargodha, Umerkot, Multan, Mirpur Khas y Dera Ghazi Khan.

En términos de recaudación global [en Pakistán], las diez primeras comunidades son: la ciudad de Islamabad, Defence Lahore, Township Lahore, Darul Zikr Lahore, Model Town Lahore, Allama Iqbal Town Lahore, Rawalpindi Town, Azizabad Karachi, Samanabad Lahore y Mughalpura Lahore.

Las tres grandes comunidades para “Daftar Atfal”: Lahore es la primera, Rabwah la segunda y Karachi la tercera.

La posición de los distritos para “Daftar Atfal” es: Islamabad la primera, Sialkot, Faisalabad, Sargodha, Umerkot, Mirpur Khas, Narowal, Nankana Sahib, Jhelum y finalmente Quetta.

Las pequeñas yamats que lograron avances extraordinarios no son solo pequeñas, sino que incluyen también a grandes ciudades como: Gujranwala City, Gulshan-e-Jami Karachi, Sadr Karachi, Rawalpindi Cantt, Bait Al-Fazl Faisalabad, Kareem Nagar Faisalabad, Sialkot Town, Peshawar, Sargodha y Okara.

Las diez primeras provincias de India son: Kerala, Tamil Nadu, Karnataka, Jammu Cachemira, Telangana, Odisha, Punjab, Bengala Occidental, Maharashtra y Delhi.

Las diez comunidades más importantes son: Coimbatore, Hyderabad, Qadián, Kerala, Pathapiriyam, Bangalore, Melapalayam, Calcuta, Calicut y Kerang.

Las diez primeras yamats de Australia son: Castle Hill, Melbourne Langwarrin, Marsden Park, Logan East, Melbourne Berwick, Penrith, Perth, Adelaida Sur, Melbourne Clyde y Adelaida Oeste.

Las comunidades de Australia en cuanto a contribución de adultos son: Castle Hill, Melbourne Langwarrin, Marsden Park, Melbourne Berwick, Logan East, Penrith, Perth, Adelaida Sur, Adelaida Oeste y Melbourne Clyde.

Las recolectas [más importantes] de “Atfal” son de: Melbourne Langwarrin, Logan East, Penrith, Perth, Castle Hill, Melbourne Clyde, Adelaide South, Melbourne Berwick, Mount Druitt y Melbourne West.

¡Que Dios Altísimo bendiga enormemente la riqueza y la descendencia de todos aquellos que han ofrecido sacrificios!

Resumen

Después de recitar Tashahhud, Ta’awwuz y Surah al-Fatihah, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba) recitó el siguiente versículo del Sagrado Corán:

Jamás alcanzaréis la piedad a menos que gastéis de lo que amáis. Y Al-lah conoce con seguridad cualquier cosa que deis. (Sagrado Corán, 3:93)

Alcanzar la rectitud mediante el sacrificio económico

Su Santidad (aba) dijo que mientras explicaba este versículo, el Mesías Prometido (as) dijo que la verdadera virtud que conduce a la salvación no puede alcanzarse hasta que uno gasta de lo que ama por el bien de la humanidad. Su Santidad (aba) dijo que, por lo tanto, esta es la gran importancia que Dios Todopoderoso ha dado al sacrificio financiero, hasta el punto de que sin él, en última instancia, uno no puede alcanzar la salvación.

Su Santidad (aba) dijo que el verdadero sacrificio financiero no es gastar de aquello que uno ya no iba a usar, sino gastar de la riqueza que más amamos, y hacerlo por amor a la humanidad. El Mesías Prometido (as) explicó que gastar y sacrificar la riqueza en el camino de Al’lah es un signo de la rectitud de una persona. Hazrat Abu Bakr (ra) fue un excelente ejemplo de ello, ya que cuando surgió la necesidad, sacrificó todo lo que tenía en su casa por la causa de Dios.

Su Santidad (aba) dijo que durante la era del Mesías Prometido (as), cuando se trataba de hacer sacrificios por el bien de la propagación del Islam, el mayor ejemplo establecido fue el de Hazrat Hakim Maulvi Nooruddin (ra). Una vez escribió al Mesías Prometido (as) que si toda su riqueza era gastada por el bien del Islam y su propagación, entonces habría logrado su propósito. También hubo muchos otros Compañeros del Mesías Prometido (as) que hicieron sacrificios financieros. ¿Por qué lo hicieron? Para ser ayudantes en la misión del Mesías Prometido (as) y su misión.

Su Santidad (aba) dijo que en la posterior institución del Jilafat después del Mesías Prometido (as), durante la era de cada Khalifa, hay innumerables ejemplos de aquellos que ofrecen sacrificios financieros ejemplares.

El propósito del plan Waqf-e-Yadid

Su Santidad (aba) dijo que normalmente, el primer Sermón de Enero se dedica a anunciar el nuevo año de Waqf-e-Yadid. Este es un proyecto que fue iniciado por el Segundo Khalifa Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahamd (ra) en 1957 con el propósito inicial de difundir el Islam en las áreas remotas de Pakistán. Más tarde, en tiempos del Cuarto Khalifa (ra), se amplió a todos los países. Dio instrucciones para que los fondos recaudados en este sistema en los países más ricos se destinaran a los países en desarrollo, como África. Esto tampoco significa que los que residen en países en desarrollo no contribuyan, sino que sus sacrificios son encomiables. Todos los que hacen sacrificios comprenden lo que se menciona en un Hadith-e-Qudsi [dicho del Santo Profeta (sa) revelado a él por Dios Todopoderoso], en el que Dios dijo al Santo Profeta (sa) que después de dar la riqueza de uno a Dios, hay que permanecer contentos, ya que desaparece el temor de que sea incendiada o robada, pued queda a salvo. Cualquier riqueza entregada a Dios será devuelta el día en que la persona más la necesite. Por lo tanto, los sacrificios económicos no sólo ayudan en este mundo, sino también en el más allá. Dios afirma en el Sagrado Corán:

Y cualquier riqueza que empleéis se os devolverá íntegra y no sufriréis perjuicio alguno. (Sagrado Corán, 2:273)

Su Santidad (aba) dijo que cuando Dios hace una promesa, la cumple. Él muestra el cumplimiento de Su promesa en este mundo, para que uno pueda estar contento sabiendo que también se cumplirá en el más allá. No es como los negocios mundanos en los que uno puede invertir su dinero, sólo para perderlo, aunque sólo sea después de un corto período de ganancias. Las instituciones se llevan la mayor parte de la riqueza, dejando que la gente pierda la mayor parte de sus inversiones, como ha ocurrido recientemente con la gente que ha perdido miles de millones en bitcoin y criptomonedas. Su Santidad (aba) dijo que, en cualquier caso, considera que las criptodivisas son una forma de juego.

Increíbles Ejemplos de Al’lah recompensando a quienes se Sacrifican en Su Camino

Su Santidad (aba) dijo que presentaría ejemplos de personas que ofrecen sacrificios financieros que no sólo les permiten obtener recompensas, sino que también aumentan su fe.

Su Santidad (aba) dijo que hay un ejemplo de Liberia en el que un misionero local fue a un pueblo recién convertido para la recogida de fondos para Waqf-e-Yadid. Había un joven que fue a casa a traer algo de dinero, pero su madre le dijo que no tenían nada. Entonces, el joven vino corriendo diciendo que tenía 250 dólares liberianos que su padre le había dado para pagar sus estudios, pero que no quería que su familia se quedara sin las bendiciones. Poco después, el joven dijo que un pariente suyo le había dado 2,500 dólares liberianos para cubrir sus gastos escolares. Así, el sacrificio que había hecho se multiplicó por diez.

Su Santidad (aba) dijo que en Tanzania había una mujer que había ido al mercado. Por el camino, se encontró con el misionero local que le habló de Waqf-e-Yadid. Llevaba dos mil chelines, así que le dio mil al misionero local y le dijo que utilizaría el resto para sus gastos domésticos. Unos instantes después, otra señora la llamó y se dio cuenta de que era una señora a la que había prestado cinco mil chelines hacía bastante tiempo y había perdido la esperanza de recuperarlos. Sin embargo, justo en ese momento, la señora se acercó a ella y le devolvió la cantidad de cinco mil chelines. Al recibirla, volvió inmediatamente a ver al misionero local y le dijo que eso sólo se había debido a las bendiciones de ofrecer sacrificios económicos, y le dio mil chelines más para Waqf-e-Yadid.

Su Santidad (aba) dijo que un ahmadí de Nigeria llevaba tres años buscando trabajo, pero no lo había conseguido. Debido a que no tenía ingresos, no había podido ofrecer sacrificios económicos, pero decidió que debía ofrecer sacrificios económicos una vez más. Sólo tres meses después de empezar a ofrecer sacrificios económicos, recibió una oferta de trabajo de una empresa.

Su Santidad (aba) dijo que en Togo había un hombre que no tenía mucho dinero y era el último mes del año de Waqf-e-Yadid. Tenía una cabra pequeña en casa y pensaba venderla y utilizar el dinero para ofrecer sacrificios económicos. Mientras tanto, el misionero local acudió a él para recaudar fondos para el Waqf-e-Yadid. Fue también en ese momento cuando una persona a la que este hombre había prestado algo de dinero, pero había perdido toda esperanza de que se lo devolvieran, acudió a él y le devolvió la cantidad. Entonces dio toda esa cantidad para Waqf-e-Yadid. Su Santidad (aba) dijo que este hombre había tenido la intención de gastar de la riqueza que amaba por el bien de Dios, y esta fue la manera en que Dios le ayudó y le procuró los medios.

Su Santidad (aba) dijo que una señora de Mauricio dijo que había recibido una cantidad de sus padres como regalo. Lo había guardado en dos sobres con 500 en cada uno con la intención de ofrecerlo como sacrificio económico. Mientras tanto, cayó enferma y unos parientes fueron a verla. Le trajeron dos sobres con 5,000 en cada uno, multiplicando así por diez lo que ella había previsto.

Su Santidad (aba) dijo que una persona en Indonesia dijo que había perdido su trabajo y el año de Waqf-e-Yadid estaba terminando y no tenía suficientes medios financieros para cumplir con su promesa. Rezaba mucho y escribía a Su Santidad (aba) para pedirle oraciones. De alguna manera, consiguió reunir la cantidad de su promesa y ofrecerla para Waqf-e-Yadid. Pocos días después, recibió una llamada para una oferta de trabajo. Algo sorprendente debido a su avanzada edad. Sin embargo, gracias a estas bendiciones, pudo conseguir unos ingresos seguros.

Su Santidad (aba) dijo que un ahmadí de Gambia se ocupabap de los asuntos relacionados con su pueblo, ya que su padre, que no era ahmadí, era el jefe pero estaba enfermo. Una ONG musulmana fue a su aldea y dijo que deseaban donar 30,000 dalasi a la aldea, pero que no podían dárselos porque era ahmadí. Si renunciaba al Ahmadíat, podrían dárselo. Él respondió que no necesitaba su dinero porque Dios era el Proveedor. Dijo que no abandonaría la Comunidad Ahmadía, de hecho les dijo que daba 15,000 dalasi cada año a la Comunidad como sacrificio económico. Ellos se asombraron al oír esto y le preguntaron por qué lo hacía a pesar de ser pobre y respondió que si supieran las bendiciones que estaba recibiendo de Dios, entonces ellos también se unirían a esta Comunidad. Su Santidad (aba) dijo que así es como Dios concede una fe firme incluso a quienes viven en zonas lejanas y remotas.

Estos son sólo algunos ejemplos de los diversos incidentes presentados por Su Santidad.

Informe del año 2022 y Anuncio del 66 Año de Waqf-e-Yadid

Su Santidad (aba) dijo que presentaría algunas estadísticas del año anterior de Waqf-e-Yadid. Por la gracia de Al’lah, el 65º año de Waqf-e-Yadid llegó a su fin el 31 de diciembre. La Comunidad presentó más de 12.2 millones de libras en sacrificios, lo que supone un aumento de 928,000 libras respecto al año anterior, a pesar de las difíciles condiciones financieras del mundo. La clasificación de los países en términos de recaudación es la siguiente:

Reino Unido

Canadá

Alemania

EE.UU.

India

Australia

Un país de Oriente Medio

Indonesia

Un país de Oriente Medio

Bélgica

En cuanto al porcentaje de quienes presentaron donaciones per cápita, la clasificación es la siguiente:

EE.UU.

Suiza

Reino Unido

Australia

Canadá

Los países africanos más destacados en cuanto a donaciones son los siguientes:

Ghana

Mauricio

Nigeria

Burkina Faso

Tanzania

Liberia

Gambia

Uganda

Sierra Leona

Benín

Su Santidad (aba) dijo que este año había aumentado el número de personas que ofrecieron donativos en 61,000, con lo que la participación total fue de 1.56 millones de personas.

Su Santidad (aba) presentó las listas de los Yamat Locales prominentes de los principales países.

Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah bendiga a todos aquellos que ofrecieron sacrificios financieros.

Resumen preparado por The Review of Religions

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