Recogiendo las bendiciones de los sacrificios financieros y el comienzo del 88º año de Tahrik-e-Yadid
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
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Recogiendo las bendiciones de los sacrificios financieros y el comienzo del 88º año de Tahrik-e-Yadid

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Sermón del viernes, 5 de octubre de 2021.

Pronunciado en la Mezquita Mubarak de Islamabad (Tilford, Surrey), Reino Unido.

Después de recitar el Tashahud, el Taawwuz y el Sura Al-Fatiha,

Hazrat Jalifatul Masih V (aba) dijo las siguientes palabras:

Una de las cualidades de un creyente, como lo menciona Dios Altísimo en el Sagrado Corán, es que gastan de su lícita riqueza en la causa de Al’lah a fin de obtener Su complacencia. En varias ocasiones, Dios  ha mencionado que debemos gastar de nuestra propia riqueza y básicamente dice que aquellos que lo hacen son realmente creyentes. En otros casos, menciona esto a la vez que llama nuestra atención hacia la caridad y en otras ocasiones menciona el gasto de la riqueza en relación con el “Zakat” (limosna obligatoria a pagar en ciertas circunstancias). Además, en relación con aquellos que hacen sacrificios y gastan sus riquezas en la causa de Al’lah, también ha establecido cómo y dónde deben gastarse las mismas. Es una práctica habitual que las comunidades divinas gasten de su riqueza en la causa de Dios Altísimo para purificarla y adquirir las bendiciones y el agrado de Al’lah. En este sentido se hacen sacrificios financieros también en la Comunidad Musulmana Ahmadía, pues los miembros de la Yamat son conscientes de que este es un mandamiento de Dios y además conocen cómo se gastan estos sacrificios.

La misión con la que se envió al Mesías Prometido (as), que fue la de establecer la Unidad de Dios Altísimo y alzar la bandera del Islam y el Santo Profeta (sa) en todo el mundo, no es una tarea ordinaria. Difundir este mensaje por todo el planeta es un esfuerzo enorme. Por lo tanto, esto requiere gastos y, por la gracia de Al’lah, los miembros de la Yamat entienden este mandamiento de Dios, gastan de sus riquezas en Su causa y tratan de cumplir con estos requisitos.

Al observar los extraordinarios sacrificios hechos por los áhmadis repartidos por varios países del globo, definitivamente uno adquiere aún más certeza en el hecho de que el Mesías Prometido (as) fue aquella misma persona “Elegida por Dios Altísimo” a través de quien las hermosas enseñanzas del Islam iban a ser difundidas por todo el mundo en los Últimos Días. Si los oponentes solo observaran cuidadosamente este signo y lo hicieran después de eliminar el rencor de sus corazones y de una manera justa, entonces este mismo signo de la veracidad del Ahmadíat sería suficiente para limpiar sus corazones de su injusta oposición. Sin embargo, sus corazones son aún más duros que las piedras, particularmente los de los supuestos eruditos y su asunto está en las Manos de Al’lah.

Como he mencionado, los áhmadis gastan de su riqueza en la causa de Dios con la intención de ayudar a cumplir la misión del Mesías Prometido (as) e izar la bandera del Santo Profeta (sa) en todo el mundo. No hay duda de que Dios Altísimo ha prometido a los creyentes que cualquier riqueza que gasten en la causa de Al’lah, Él la devolverá con creces. De todas formas, hay muchos áhmadis que tienen simplemente la intención de adquirir el beneplácito de Dios y si reciben algún beneficio mundano, entonces consideran que eso es una gracia de Al’lah para con ellos, ya que su forma de pensar es que desean que Dios Altísimo esté complacido con su sacrificio y que esos sacrificios les proporcionen un buen aval en el Más Allá.

La Yamat Musulmana Ahmadía no es una comunidad de multimillonarios. Más bien, la mayoría de los miembros son pobres o personas de ingresos medios. A pesar de esto, están llenos del espíritu de sacrificio y por eso se esfuerzan continuamente para tomar parte en el rejuvenecimiento del Islam. Como tal, incluso sus pequeños sacrificios son aceptados por Al’lah y estos producen frutos que valen millones de libras. Por tanto, lo principal es que Dios acepte estos sacrificios.

A pesar de sus recursos limitados, por la gracia de Dios Altísimo, cualquier proyecto que inicia la Comunidad recibe tales bendiciones que aquellos que observan esta Yamat piensan que quizás la estamos gastando muchos millones de libras en ese proyecto. Sin embargo, no saben que este dinero ha sido donado por esa gente pobre cuya riqueza ha sido bendecida enormemente y como resultado de lo cual hasta nuestros pequeños proyectos parecen enormes.

También me gustaría mencionar aquí que cuando la Yamat crece, entonces personas de diversas mentalidades, así como aquellos que no tienen mucho conocimiento del sistema administrativo, o incluso aquellos que han sido áhmadis durante mucho tiempo pero no tienen mucho conocimiento sobre la organización de la Comunidad, a menudo discuten estos temas en casa y frente a sus hijos, lo que hace que surjan preguntas en sus mentes. Como resultado, algunos cuestionan la necesidad de pagar el “chanda” (las contribuciones).

En primer lugar, es el deber de las personas que ostentan cargos eliminar estas dudas de la mente de las personas y hacerlo a través de su propia buena conducta y acciones. Además, deben ayudar a la gente a desarrollar un sentido de confianza para que sepan que el “chanda” que dan es para ciertos proyectos en particular y que en eso precisamente se gasta el “chanda”.  En segundo lugar, han de explicarles de manera cariñosa el significado de los sacrificios financieros y la importancia que tienen a los ojos de Al’lah. Lo cierto es que, como consecuencia de ofrecer sacrificios económicos, la gente obtiene el beneplácito de Dios Altísimo. Con respecto a dónde se gastan estos sacrificios financieros, simplemente se gastan para la propagación del Islam. También tenemos un canal de televisión y para ello se emplea una gran cantidad de dinero, así como  para la publicación de libros y el Sagrado Corán. Por otra parte, estos fondos se gastan en la educación de niños pobres y para alimentar a gente que pasa hambre. Al mismo tiempo, se destina a la formación de los misioneros y al “tabligh” (predicación) que se lleva a cabo a través de ellos y a  la construcción de mezquitas. Del mismo modo, hay varios otros proyectos de la Comunidad.

No he dicho esto porque, Dios nos perdone, mucha gente ha comenzado a hacer estas preguntas. En verdad, la razón por la que lo he mencionado es porque cuando la Yamat crece, debido a su propagación, algunas personas maliciosas y que buscan crear malestar también entran en la Comunidad y tratan de causar desorden. Tales personas tratan de inculcar dudas en las mentes de quienes están menos capacitados. Por la gracia de Dios Altísimo, los miembros de la Yamat tienen una creencia muy firme de que se necesitan recursos para que la estructura administrativa de la Comunidad funcione y saben que es un mandamiento de Al’lah gastar en Su camino.

Por consiguiente, hay innumerables ejemplos en la Yamat en los que, a pesar de no tener nada ellos mismos, gastan de una u otra manera para lograr el placer de Dios, y Al’lah nunca permite que tales sacrificios se desperdicien. Dios Altísimo les concede entonces de acuerdo con Su promesa: “Y les proveeré de dónde no se lo esperan”. Dios Altísimo siempre cumple Su promesa y los áhmadis no solo leen esto en el Santo Corán, sino que ven que se cumple incluso hoy en día y me escriben sobre sus experiencias. Ahora presentaré algunos de estos ejemplos, que no son incidentes del pasado. De hecho, Dios Altísimo está fortaleciendo la fe de los creyentes incluso en nuestra época. Esto no solo fortalece la fe y beneficia a aquellos a quienes Dios otorga Su gracia directamente, sino que al mismo tiempo fortalece la fe de quienes están cerca de ellos, pues  gracias a estos logran comprender este tema y tratan de sobresalir en los sacrificios financieros para que ellos también puedan alcanzar el beneplácito de Dios.

Como mencioné anteriormente, ahora presentaré algunos ejemplos de las cartas que la gente me escribe sobre la manera en que Dios Altísimo los ha bendecido.

Un ejemplo ha sido descrito por el jefe misionero Guinea Conakry:

Esta persona escribe que cuando leyó algunos incidentes inspiradores de mi sermón a los miembros de su comunidad y dijo que ellos deberían dar esos ejemplos, a continuación Maimuna Sahiba lo llamó y le dijo que no tenía dinero para gastar en las necesidades de su hogar, y que su esposo estaba fuera de la ciudad debido a su trabajo. Después de la oración del viernes, su padre le regaló 100.000 francos guineanos. Ella dice que tuvo dudas sobre si debería pagar el donativo de “Tehrik-e-Yadid” (proyecto para la predicación del Islam-Ahmadíat) o gastarlo en las necesidades del hogar. Luego oró y dio la mitad de la cantidad, es decir, 50.000 francos para dicho “chanda”. Y Maimuna Sahiba narra: “No habían pasado ni veinticuatro horas cuando, milagrosamente, Al’lah me otorgó 300.000 francos de donde ni siquiera podía imaginar que recibiría dinero. Ante esto, me mostré agradecida a Dios Altísimo por darme la oportunidad de tomar la decisión correcta”.

Finalmente dice que esto aumentó mucho su fe.

La presidenta de una comunidad en Canadá escribe:

“Cuando el secretario de Tehrik-e-Yadid preguntó sobre la cantidad total pendiente de los miembros que no podían pagar, resultó ser una cantidad pequeña, unos 325 dólares, que en realidad sí que no es mucho considerando la situación financiera de Canadá. Entonces pensé que lo pagaría yo misma, aunque cuando revisé mi cuenta, no me quedaba dinero. De hecho, la cuenta estaba en números rojos porque había gastado 3 dólares extra. No obstante, cuando revisé la cuenta al día siguiente, me quedé asombrada porque había más de 3.000 dólares”.

Ella dice que esta era una cantidad que había estado pendiente durante bastante tiempo y ya no creía en la posibilidad de recibir dicho dinero. No obstante, cuando Dios Altísimo vio su intención de pagar la cantidad restante, puso los medios para que ella recibiera inmediatamente ese dinero que había estado pendiente durante mucho tiempo.

Luego Shahin Sahib, un miembro de Sudáfrica, narra:

“Pagué mi chanda de Tehrik-e-Yadid y deposité la mitad de la cantidad en mi cuenta bancaria”. Dice que no era una cantidad sustancial, pero pensó que, dado que era el último mes del año de “Tehrik-e-Yadid”, era posible que no tuviera otra oportunidad si no lo hacía en ese momento. Así que pagó la cantidad. Ese mismo día su padre vino a visitarlo y le dijo que le había transferido algo de dinero para su disponibilidad y que lo recibiría pronto. Shahin Sahib narra que la cantidad que recibió de su padre fue 20 veces lo que había pagado en chanda “Tehrik-e-Yadid”. Luego cuenta que además pagó chanda por la cantidad que había recibido de su padre y, dado que Dios Altísimo le había otorgado una cantidad mayor que no esperaba, ese mismo día pagó esta segunda cantidad y recibió una llamada de su jefe informándole que estaban dispuestos a ofrecerle un trabajo en Dubai si deseaba ir. Así que accedió a ir allí y de esa manera se le concedió un buen trabajo en el extranjero. Él escribe: “Estos dos incidentes no fueron coincidencias, más bien estoy convencido de que esta fue la gracia de Al’lah por dar chanda y ofrecer dicho sacrificio”.

Un misionero de Australia explica:

“Un miembro de nuestra comunidad dijo que se había comprometido a dar chanda, pero que su situación financiera no era buena. Aunque me contó que cuando pagó la cantidad estaba convencido de que Dios Altísimo le concedería cien veces más a cambio, ya que esa era Su promesa. (Algunas personas también tienen este pensamiento). Había comprado una parcela y difícilmente esperaba que aumentara de valor, aunque después de pagar el chanda, dice que milagrosamente la ganancia aumentó 100 veces y  añade que después de esto estaba completamente convencido de que Al’lah había aceptado su sacrificio y otorgado Su gracia”.

 El misionero de Kazajistán dice:

“Un devoto áhmadi local, Ali Bek Sahib, dio 10,000 tenge (que es la moneda local de allí) para chanda Tehrik-e-Yadid y tras donar su chanda se fue a trabajar, y narra lo siguiente: ‘Unos días después, un alto ejecutivo de la empresa me llamó y me dijo que dado que la empresa había obtenido beneficios extraordinarios, se había decidido dar a tres empleados una bonificación de 100.000 tenges por su arduo trabajo’. Luego dice: ‘Dios Altísimo me dio diez veces la cantidad que pagué para chanda y nunca esperé recibir nada a cambio’.”

Un miembro de Birmingham (Reino Unido) relata:

“Juré lealtad (hizo el Baiat) en 2016 junto con mi familia. En ese momento, me enfrentaba a graves dificultades financieras y tenía muchas deudas. Después de ingresar en la Yamat, comencé a pagar mi chanda de acuerdo a mis posibilidades, e incluso en ocasiones daba más de lo que podía permitirme con respecto a ciertas iniciativas. En los primeros días tras haber jurado lealtad, mi esposa tuvo que montar un puesto de predicación en una escuela por lo que me tomé un día libre para cuidar a los niños. Debido a esta ausencia con permiso de mi trabajo, sufrí una pérdida de £100. En ese momento, mi situación financiera era muy difícil y esta era una cantidad muy grande para mí. De todas formas, me dije a mí mismo que era un trabajo en la causa de Dios y debíamos hacer sacrificio por ello, así que tomé un día libre. Sin embargo, Dios tenía otros planes, pues tan pronto como mi esposa terminó y regresó a casa, mi jefe me llamó para decirme que si podía ir a trabajar en una hora, ya que había un trabajo urgente que acababa de llegar. Me fui inmediatamente y ese día solo trabajé una hora, pero recibí el salario de un día completo, es decir, £100. Cuando vine y se lo conté a mi esposa (ambos habían aceptado recientemente el Ahmadíat), permanecimos eufóricos durante días debido a la gracia derramada por Dios Altísimo sobre nosotros, y nos sentimos muy agradecidos”.

 “Wakil-ul-Maal Tehrik-e-Yadid” (encargado de finanzas de “Tehrik-e-Yadid”) de Qadián cuenta:

“Hay un miembro de la Yamat en el estado de Kerala (India) que es muy rico. Es un hombre de negocios acomodado y es muy apasionado a la hora de pagar el chanda de Tehrik-e-Yadid, etc. Cada año da una gran cantidad, pero debido a la situación del covid, su condición era tal que no tenía los medios para dar una suma grande. Pagó su ‘Hissa Amad’ (la cantidad mensual del ‘chanda Wasiyat’), etc., y otras contribuciones, pero no tenía lo suficiente para Tehrik-e-Yadid. Entonces dijo: ‘Dios Altísimo siempre me ha dado la oportunidad de pagar chanda Tehrik-e-Yadid. Pero en este momento mi situación es tal que no tengo medios para pagar’. A pesar de eso, él tenía plena confianza en que Al’lah le proporcionaría los medios para pagarlo. Más tarde, solo dos días antes del final del año de Tehrik-e-Yadid, dio una cantidad sustancial de 1 millón de rupias indias para dicho proyecto. Dice que durante el sermón del viernes, el misionero le recordó a la gente el pago del chanda Tehrik-e-Yadid y también narró algunos incidentes tomados de mis sermones. Esta persona quedó tan influenciada por ellos que en lugar de presentar 1 millón de rupias, dio 1.8 millones para el chanda Tehrik-e-Yadid. Debido a esto, estaba convencido de que se aseguraría el proyecto gubernamental en el que estaba trabajando y dijo que si lo conseguía, daría una cantidad aún mayor para Tehrik-e-Yadid”.

Ciertamente, por la gracia de Dios, incluso entre los miembros áhmadis ricos hay quienes tienen una especial pasión por ofrecer sacrificios y el dinero que ganan, en lugar de ponerlo a un lado, se esfuerzan por gastarlo en el camino de Dios.

Habib Sahib, un misionero de Burkina Faso, escribe:

“Saure Saido Sahib es uno de nuestros miembros y aún tenía que pagar 1.700 CFA (francos del África Occidental) para Tehrik-e-Yadid y solo quedaba una semana antes de fin del año de dicho proyecto. En cualquier caso, hizo el esfuerzo y pagó 2.000 CFA que era un poco más de lo que había prometido. Luego, dice que no había pasado ni una hora desde que realizó el pago de su chanda, cuando uno de sus conocidos le envió 10.000 CFA y una hora después le envió otros 10.000 CFA. Más tarde, otro amigo lo llamó por teléfono y le dijo que le había enviado 20.000 francos CFA como regalo. Saido Sahib declaró que este amigo suyo nunca le había enviado dinero antes y que era la primera vez. Por lo tanto, explica que pagó 20.000 CFA y que Dios Altísimo le concedió el doble de esa cantidad en dos horas”.

Así, por medio de esta gente se fortalece la fe.

El “mual’lim” (persona consagrada) de la región de Lungi en Sierra Leona, Abdul’lah Sahib, comenta:

“Pajeng Kain Sahib es un miembro anciano de la Comunidad. El año pasado, su promesa para Tehrik-e-Yadid fue de 25.000 leones y este año había prometido pagar 50.000, pero al mismo tiempo se enfrentaba a algunas dificultades financieras. Cuando se hizo un anuncio sobre la recolección del Tehrik-e-Yadid, preguntó al misionero sobre su promesa. Cuando le informaron que era de 50.000 leones, se asombró al escuchar dicha cantidad, ya que no le era posible pagar tanto, aunque se le dijo que, de hecho, él mismo había escrito dicha promesa. Ante esto se quedó callado. Una semana después, asistió a una reunión de Ansarul’lah (miembros áhmadis mayores de 40 años) y les informó que tenía un total de 60.000 leones, que había dejado 20.000 leones en casa y traído los 40.000 restantes para contribuir al chanda Tehrik-e-Yadid, y que ahora no tenía dinero ni para su viaje de regreso. En cualquier caso, le dije que dado que había ofrecido un sacrificio tan grande en la causa de Al’lah, Él mismo le proporcionaría los medios para ello. Comenzó a andar de vuelta a casa y en el camino se encontró con un viejo amigo suyo que no veía desde hacía mucho tiempo y empezaron a hablar. Cuando el amigo estaba a punto de irse, sacó 30.000 leones y se los dio a este señor mayor como regalo.

Luego cuenta que conocía a una señora y fue a visitarla para preguntarle sobre su salud. Cuando estaba a punto de irse de allí, ella le dio 10.000 leones para cubrir el billete de su viaje a casa. Así pues, afirma que de esta manera Dios Altísimo le otorgó el dinero que había pagado para el chanda de Tehrik-e-Yadid. Entonces pagó la cantidad restante de los 50.000 leones que había prometido. Después indica que también se le concedió otra bendición, pues uno de sus familiares, que vivía en el extranjero, lo llamó por teléfono y le dijo que hacía tiempo que no hablaba con él, y que le regalaba 400.000 leones. Por tanto, no solo se le otorgó la misma cantidad a cambio, sino que Al’lah le dio diez veces esa cantidad. Dijo que no solo fue capaz de hacer un sacrificio, sino que además resultó ser un medio para fortalecer su fe”.

 El misionero de la región de Bako en Guinea Conakry relata lo siguiente:

“Celebramos una ‘Semana Tehrik-e-Yadid’ para la recaudación de dicho  donativo. En este sentido, llamamos la atención de los miembros durante el sermón del viernes y visitamos sus casas. Fuimos al hogar de un miembro muy devoto, Yibrail Sahib, que es carpintero de profesión y le recordamos que debía pagar el donativo de Tehrik-e-Jadid. Yibrail Sahib dijo que en ese momento solo contaba con 20.000 francos para cubrir sus gastos, pero lo donó todo. Les explicó que no tenía nada más que eso y pidió para que Dios Altísimo aceptara su sacrificio. Yibrail Sahib cuenta además que había fabricado hace tres meses la armadura de una cama de madera para venderla, pero nadie la compraba. Afirma que, poco después de pagar su donativo, alguien vino y compró la cama por 500.000 francos. Ante esto, Yibrail Sahib llamó de inmediato a uno de nuestros misioneros y le dijo que no solo Al’lah había aceptado su sacrificio, sino que en compensación le había concedido mucho más. También narró este incidente a sus amigos para fortalecer su fe”.

 Munir Hussain Sahib, misionero en Freetown (Sierra Leona), escribe:

“Hay un ‘jadim’ (joven áhmadi), Sufi Songo Sahib, que es estudiante y actualmente reside en la mezquita con el fin de realizar sus estudios y había escuchado el sermón de Hazur o tal vez una grabación del sermón del año pasado sobre Tehrik-e-Yadid en el que mencionaba a las personas que habían ofrecido sacrificios económicos. Dice que escuchó el sermón con mucha atención y se llenó de gran pasión y celo por tener también la oportunidad de ofrecer sacrificios económicos. No obstante, la dificultad radicaba en que desde que era estudiante no podía realizar ningún otro trabajo y apenas podía cubrir los gastos de sus estudios, aunque a pesar de sus dificultades, tenía muchos deseos de participar. Finalmente, escribió una promesa de 500.000 leones al secretario Tehrik-e-Yadid, que le resultó muy difícil de pagar. Estaba preocupado por cómo la pagaría y comenzó a orar día y noche para ello, a fin de que Dios Altísimo le concediera algún medio por el cual pudiera cumplir su promesa. Pasados varios días, uno de sus familiares trajo a su hijo con él y le dijo que quería inscribirlo en una escuela áhmadi. Sufi Sahib habló con el director y le ofreció un lugar en la escuela. Ante esto, el padre del niño le dio 100.000 leones y dijo que los utilizara para cubrir sus gastos de comida, etc. Dice que, a pesar de que ese día no tenía nada para comer, ofreció la totalidad de esa cantidad al Tehrik-e-Yadid para poder, al menos, cumplir parte de su promesa. Manifiesta que a los pocos días recibió una llamada de un desconocido que le informó sobre un trabajo en el que le pagarían una buena cantidad a cambio si estaba dispuesto a hacerlo. Lo aceptó de inmediato y por la gracia de Al’lah recibió un millón de leones como salario por su trabajo e inmediatamente cumplió su promesa de Tehrik-e-Yadid”.

 Por su parte, el misionero de Gabón nos cuenta:

“Hay un nuevo converso, Isa Denda Sahib, que antes de su Baiat y de pagar el donativo a veces pasaban dos o tres semanas sin encontrar trabajo. Sin embargo, desde que comenzó a pagar su donativo con regularidad, encuentra trabajo casi a diario. Viaja desde muy lejos para ofrecer su donativo y casi pagaba la misma cantidad por la tarifa del taxi que por su donativo. Por tanto, hicimos un arreglo para que pudiera enviar su donativo desde casa, en lugar de gastar el doble de la cantidad”.

 Una señora de Jordania escribe:

“Acepté el Ahmadíat hace 22 años y me he dado cuenta de que desde que me hice áhmadi, siempre que tengo la intención de pagar el chanda, Dios Altísimo me proporciona los medios de alguna forma. A veces recibo la misma cantidad que intento pagar en el donativo. Estas son las bendiciones de la Comunidad”. Además dice: “He estudiado ingeniería. Si encuentro un trabajo que pueda hacer desde casa, lo acepto. Para pagar el donativo no acostumbro a pedirle a mi esposo, porque muchas veces él no tiene suficiente dinero. Por eso, pago el donativo de mis propias ganancias. Este año me olvidé y pensé que ya lo había pagado, pero cuando me lo recordaron, en ese momento no tenía ni un dina. Me preocupaba cómo pagarlo, pero una estudiante se me acercó y me preguntó si podía darle clases particulares. Ahora, con la gracia de Al’lah, a través de estas clases, podré pagar el donativo y ahorrar algo de dinero también”.

El presidente de la comunidad de Boko Bagala en Burkina Faso narra:

“Unos pocos amigos no-áhmadis se me acercaron y me dijeron: ‘Estamos asombrados al ver el estado de vuestros cultivos. Nos hemos dado cuenta de que todos pasáis mucho tiempo ayudando en la construcción de la escuela de la Comunidad y no hay nadie que cuide de vuestras plantaciones, a pesar de ello nuestras cosechas no son tan buenas como las vuestras. Aunque dedicamos todo nuestro tiempo a nuestras cosechas, las nuestras no son tan buenas como las vuestras’.

Ante esto, el presidente de la Yamat declaró: “Todos hicimos este trabajo por la causa de Dios Altísimo y la Comunidad. Luego, sobre cualquier tiempo que sacrificamos por la construcción de la escuela oramos diciendo: ‘¡Oh Al’lah, protege nuestros cultivos porque hemos depositado nuestra confianza en Ti!’. Así, Dios Altísimo aceptó nuestras plegarias y nuestras cosechas están en buen estado. Ahora pagamos nuestro donativo según el rendimiento de nuestras cosechas”.

 Por su parte, los niños también tienen conciencia de hacer sacrificios. Son niños que viven en países en desarrollo, pero su concienciación es de tal nivel que, a veces, los de países desarrollados y los que tienen una buena educación no poseen el mismo nivel de concienciación.

 Hay un incidente relatado por Hussain Yusuf Sahib, el misionero de Zanzíbar (Tanzania), que lo demuestra cuando dice:

“Algunos niños estaban jugando fuera de la mezquita cuando pasó un anciano y se alegró de verlos. Les dio 1.400 chelines para que se compraran algunos dulces. Los niños cogieron el dinero y fueron a la tienda de un áhmadi y le pidieron que les cambiara el dinero en monedas. Los niños llevaron el cambio a la mezquita y en lugar de comprar dulces dividieron su dinero y cada uno dio 100 chelines como donativo, y guardaron sus recibos con alegría. Cuando el tendero áhmadi se enteró de que los niños habían pedido el cambio para poder dar el donativo, se quedó muy asombrado”.

Si Dios quiere, son estos niños los que se convertirán en los cimientos firmes de la Comunidad Musulmana Ahmadía en el futuro.

Luego, hay otro ejemplo asombroso de niños que ofrecen sacrificios. El siguiente incidente está relacionado también con Tanzania. El “mual’lim” de Sumve escribe:

“Hay tres niños en nuestra Yamat que están estudiando el cuarto grado y asisten regularmente a las clases de ‘Talim’ (educación) y ‘Tarbiyat’ (formación) en la mezquita. Los tres pertenecen a familias pobres y no tienen ninguna fuente regular de ingresos. Desde el mes pasado, los tres competían por ofrecer contribuciones para Tehrik-e-Yadid. Cada uno de ellos traía individualmente sus contribuciones y trataba de ofrecer todo lo que tenía. Ya fueran 500, 400 o 700 chelines, daban lo que tenían. Pues bien, una vez, les pregunté de dónde recibían este dinero que daban para Tehrik-e-Yadid. Uno de ellos dijo que iba al bosque con su madre y la ayudaba a cortar leña y que ponía a un lado el dinero que recibía de su familia para ofrecerlo al Tehrik-e-Yadid. Añade que desde que comenzó a ofrecer contribuciones financieras, siempre encontraba clientes que compraban su madera de inmediato y nunca sufrieron ninguna pérdida. El segundo hijo dijo que también sacaba una cantidad de su paga para presentarlo como chanda (donativo). El tercer hijo comenta que hay algunos árboles frutales cerca de su casa y a veces vendía fruta extra y ofrecía la cantidad que ganaba como chanda. Estos tres hijos también hablaron sobre las bendiciones de las contribuciones financieras y cómo experimentaron paz en sus vidas al ofrecer dichas contribuciones”.

¡Que Dios Altísimo aumente la fe y la sinceridad de estos chicos!

Estas son las recompensas que incluso nuestros hijos cosechan gracias a su fe.

El misionero encargado de Belice nos cuenta…, y este es otro ejemplo de un chico que vive en una parte completamente diferente del mundo. Así pues, tenemos niños que viven en una parte del mundo y otros en un lugar completamente diferente y, a pesar de ello, su forma de pensar es la misma. Pues bien, nos dice que:

“Un chico de 14 años de Belice donó todos sus ahorros para la construcción de la mezquita y mostró un excelente ejemplo de sacrificio para Tehrik-e-Yadid. Este niño pertenece a un hogar muy pobre y su padre hace frente a los gastos de casa con gran dificultad. Cuando el misionero les informó sobre la importancia de Tehrik-e-Yadid, este joven presentó un dólar y dijo que esta donación era de parte de su familia. El misionero estaba complacido con esto porque sabía que, en base a sus circunstancias financieras, esto era un gran sacrificio de su parte. No obstante, este chico, cuyo nombre es Danial, dijo que no anotara su nombre, porque ese donativo era de parte de su familia y que pagaría su propia contribución más adelante. Al día siguiente, este chico presentó otros 10 dólares y dijo: ‘Estaba convencido de que Dios Altísimo ciertamente otorgaría Sus bendiciones a mi familia’; y con eso presentó su propia contribución”.

 En relación a cómo Al’lah inculca la pasión por el sacrificio en los corazones de aquellos que se han unido recientemente a la Comunidad y cómo los trata, voy a presentar el relato de Nuruddin Sahib de Marruecos, quien afirma que después de hacer el Baiat en 2017, comenzó a participar en sacrificios económicos.

En ese momento tenía un salario muy bajo, pero un día escuchó uno de mis sermones en la página web de la Yamat en el que mencionaba los sacrificios ofrecidos por los Compañeros del Mesías Prometido (as) y otros miembros áhmadis. Afirma que después de unos días, su corazón se llenó de pasión y fue al Presidente Nacional de la Comunidad de Marruecos y le dijo que deseaba ingresar en el “Nizam-e-Wasiyat” (el proyecto de Wasiyat). Le explicó las diversas condiciones y regulaciones, las cuales a su vez aumentaron aún más su deseo e hizo su promesa de “Wasiyat” (que consiste básicamente en donar una décima parte de nuestros ingresos mensuales). Tras unos meses su situación personal mejoró y encontró empleo en una muy excelente empresa con un buen salario. Actualmente trabaja como gerente de esa empresa en otra ciudad. Dice que en solo tres años su salario se había triplicado. Y la empresa tiene tanta confianza en él que cuando estaba a punto de dejar la capital de Marruecos (Rabat), su jefe le preguntó si conocía a algún otro áhmadi como él que quisiera trabajar con ellos. Dice que al escuchar esto se emocionó mucho y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. Luego habló con uno de sus amigos áhmadis en la ciudad y él consiguió el trabajo. Ese amigo áhmadi también ha sido nombrado ahora gerente. Al mismo tiempo, dice que los miembros de su familia le presionan para que no pague el “chanda” y algunos de sus otros parientes además se burlan de él. Sin embargo, está muy agradecido a Dios Altísimo porque, debido a su “chanda” nunca ha tenido que experimentar dificultades financieras.

Un misionero de Perth (Australia) escribe:

“Cuando se le recordó a un ‘jadim’ (joven áhmadi) que debía pagar chanda Tehrik-e-Yadid que aún no había pagado, dijo que debido al covid-19 no tenía ningún trabajo y que estaba pasando por dificultades económicas. Unos días después vino y me informó que, para cumplir su promesa, vendió algunas cosas de su casa y comenta que tan pronto como pagó la cantidad, unos días después obtuvo cuatro contratos diferentes de trabajo y también un nuevo trabajo con todos los gastos pagados; sus ingresos además aumentaron más que antes”.

Finalmente este ‘jadim’ dijo: “Todo esto se debe solo a las bendiciones de Dios Altísimo y, con respecto al chanda que pagué vendiendo cosas de la casa, Dios Altísimo me lo devolvió inmediatamente”.

 Por su parte, un secretario de “Tehrik-e-Yadid” de otra ciudad en el sur de Australia escribe:

“Un miembro devoto aún tenía que pagar su promesa de Tehrik-e-Yadid. Cuando se le recordó sobre ello, dijo: ‘He puesto mi casa en venta, en cuanto se venda lo pagaré’. Dos días después me llamó por teléfono y me dijo que, debido a la gracia de Al’lah, su casa se vendió por un valor inesperadamente elevado y estaba convencido de que se debía a su promesa de pagar el chanda. Al final, pagó seis veces más de lo que prometió hacia Tehrik-e-Yadid”.

Dios Altísimo también bendice a las personas mediante ganancias materiales. Pero a pesar de esto, el pensamiento de un áhmadi es que estas bendiciones no se deben a ninguna excelencia de su parte, sino a ofrecer sacrificios, y solo un áhmadi puede pensar de esta manera y nadie más.

El misionero de Argentina explica lo siguiente:

Que escribió un artículo sobre el tema del sacrificio financiero, a fin de crear conciencia sobre ello e incluyó palabras de un sermón mío en el que dije que a los nuevos conversos se les debe decir que ofrecer sacrificios financieros es esencial y que se les debe explicar que el mensaje del Ahmadíat que les ha llegado se debe a quienes sacrificaron su riqueza bajo el proyecto de “Tehrik-e-Yadid”, por lo que también deben participar para que puedan efectuar reformas en sus vidas y propagar aún más este mensaje. Ese es el resumen que citó de mi sermón y lo publicó.

Escribe además: “Cuando envié este artículo a los miembros de la Comunidad, Anas Ezequiel, un joven, se puso en contacto conmigo y me dijo que le gustaría ir a la casa-misión y contribuir hacia el Tehrik-e-Yadid. A pesar del fuerte calor, se subió a un autobús público justo después de la escuela y viajó durante más de una hora para llegar a la misión y contribuyó con 1.000 pesos argentinos para Tehrik-e-Yadid. Esto me sorprendió mucho, porque su situación económica no le permitía pagar tal cantidad. Además, todavía era un estudiante de escuela y no tenía ninguna fuente de ingresos en particular. La situación económica de su familia tampoco era buena. Incluso ese día no almorzó debido a la escasez de dinero. Al preguntarle sobre el asunto, dijo que el extracto del Jalifa de la época que había compartido con él tuvo un impacto extraordinario en su corazón, puesto que en él se decía que los nuevos conversos también deberían contribuir al proyecto de Tehrik-e-Yadid, porque el mensaje del Ahmadíat llegó a ellos por medio de dicho proyecto. Dijo que, por un lado, leyó este extracto y, por otro, se encontró con un versículo del Sagrado Corán en el que Dios Altísimo declara que los mártires y sus sacrificios no deben considerarse muertos, sino que viven eternamente. Además, deseaba ofrecer un sacrificio cuyos beneficios e impacto perduraran incluso después de su muerte. En este sentido, narra que los miembros de su familia, que no son musulmanes, le regalaron algo de dinero en su cumpleaños. Así que contribuyó hacia el Tehrik-e-Yadid con todo el dinero que le quedaba de esa cantidad, para que pudiera usarse para transmitir aún más el mensaje de Ahmadíat a otros tal como se lo transmitieron a él”.

Este es el cambio revolucionario que se desarrolla dentro de quienes aceptan Ahmadíat.

Ya sean nuevos áhmadis o áhmadis antiguos, todos se ven muy impactados cuando escuchan cómo la Comunidad Musulmana Ahmadía gasta sus fondos. Si hay una falta de conciencia al respecto en algunos miembros de la Yamat, entonces se debe concienciar y explicar los propósitos y la importancia del sacrificio financiero, lo que también podría resultar en un aumento de las contribuciones.

Ahora quiero contar un relato de Liberia, desde donde Murtaza Sahib, un “mual’lim” (persona consagrada) local y cuya comunidad consiste principalmente en nuevos conversos que se convirtieron del cristianismo, escribe:

“Con respecto al proyecto de Tehrik-e-Yadid fui a visitar una yamat local. Llegué allí por la tarde y la mayoría de la gente estaba trabajando en sus campos. Les dije a los presentes que pasaría la noche allí y que no me iría hasta que el cien por cien de los miembros contribuyese a este bendito plan. Por la noche, cuando todas las personas regresaron a la aldea, les presenté los antecedentes y la importancia del gran proyecto de Tehrik-e-Yadid y los animé a todos a participar. Por la gracia de Dios, todos los miembros, hombres y mujeres, contribuyeron con entusiasmo. A la mañana siguiente, cuando me despedía, me dijeron que había un compañero áhmadi llamado Alfanso Sahib que vivía en sus campos desde los últimos dos meses y aún no había contribuido al Tehrik-e-Yadid, aunque por la distancia y debido a que las lluvias habían obstruido el camino, era difícil llegar hasta él. Yo les respondí que sin duda lo visitaría, pues  les dije que todos los miembros de su comunidad local tomarían parte de este bendito proyecto. Algunos miembros de dicha yamat intentaron que desistiera, pero yo insistí. Al final, algunos de ellos me acompañaron y después de un viaje de dos horas y media a pie, cuando llegamos a Alfanso Sahib, se sorprendió mucho, pero se regocijó. Inmediatamente, contribuyó a Tehrik-e-Yadid. La esposa y los hijos de Alfanso Sahib también vivían con él. Su esposa no había aceptado todavía el Ahmadíat, pero al ver lo que había sucedido, dijo que estaba muy impactada por el espíritu con el que los áhmadis sirven a su fe. Por tanto, desde ese día, ella entró en el redil de Ahmadíat y sus hijos también pasaron a formar parte de esta Yamat”.

En este sentido, debido a sus bendiciones, toda una familia pudo ingresar en el redil de Ahmadíat.

Respecto a cómo entienden realmente aquellos que aceptan el Baiat (juramento de iniciación) lo importante que es ofrecer sacrificios financieros, un misionero de Mali comenta:

“Hay un miembro en una de nuestras regiones llamado Sedu Sahib. Un día, vino a la casa-misión situada en Kita y ofreció su contribución hacia Tehrik-e-Yadid diciendo: ‘El año de Tahrik-e-Yadid estaba llegando a su fin y estaba preocupado desde hacía días por que Al’lah me otorgara la oportunidad de pagar la cantidad que había comprometido. Hoy, Dios Altísimo me ha dado la oportunidad de hacerlo y por eso he venido’, (una de sus piernas está dañada). Cuando le dijeron que no tenía que haberse preocupado y que habríamos acudido a él en su lugar, se apasionó mucho y exclamó: ‘He aceptado al Imam Mahdi (as) y, a pesar de mi aparente discapacidad física, me considero en una condición mucho mejor que algunos de los que están sanos. Por la gracia de Dios Altísimo, siento un gran dolor por la causa de mi fe. Quizás el que haya llegado aquí en esta condición para el mejoramiento de la religión de Al’lah será aceptada en Su corte y se convierta en un medio para mi perdón’.”

 Un misionero de Benin escribe:

“Hay un mual’lim (consagrado) local, llamado Motowoma y dice que fue a visitar a una nueva comunidad local en su zona y el presidente de esa yamat local explicó: ‘Siempre hemos sido musulmanes y anualmente donábamos algún sacrificio financiero u ofrecíamos una cantidad a nuestro imam por la causa de Dios. Este es el primer año que somos áhmadis y, por primera vez, hemos ofrecido nuestros sacrificios económicos a la Comunidad Musulmana Ahmadía. Anteriormente, lo que les dábamos a nuestros imames se lo gastaban en ellos mismos. Sin embargo, después de dar las contribuciones y preguntarle al misionero cómo se gastan los sacrificios financieros, quedamos sorprendidos al enterarnos de los propósitos extraordinarios de dichos gastos, ya que lo desconocíamos por completo. La Yamat no desperdicia ni siquiera esta escasa ofrenda, sino que la usa en todos los trabajos menores y mayores para el avance y la propagación del Islam en todo el mundo. Incluso una persona que contribuya solo con unos pocos francos (CFA) recibirá una recompensa excepcional por ello. Por consiguiente, al comprender esta filosofía de sacrificio, hemos contribuido hacia el Tehrik-e-Yadid y hemos sentido que nuestros hogares no se han visto afectados por problemas financieros este año, ni tampoco hemos incurrido en ningún gasto respecto a nuestra salud y la de nuestros hijos este año. Nuestra asistencia a nuestras oraciones diarias también ha aumentado más que antes. Dios Altísimo nos ha protegido y, por la gracia de Al’lah, esta vez hemos sentido consuelo y satisfacción en nuestros corazones, porque nuestros sacrificios económicos no han sido en vano’.”

Algunas personas alegan que las personas de África que viven en áreas remotas no poseen educación o no tienen ninguna visión. Esto que acabo de presentar es una perspectiva tan profunda y una visión tan sumamente elevada, que no se les ocurre ni siquiera a aquellos que tienen una gran educación. La forma en que explicaron todo y cómo se entendieron la importancia del sacrificio financiero es el resultado de la revolución que tiene lugar dentro de las personas después de que juran lealtad.

¡Que Dios Altísimo nos permita a cada uno de nosotros hacer sacrificios por la propagación del Islam y que seamos de aquellos que contribuyen con sus ganancias puras!

¡Que estos sacrificios encuentren aceptación a los ojos de Al’lah y que Él esté complacido con nosotros!

Ahora anunciaré el comienzo del nuevo año de “Tehrik-e-Yadid” y presentaré algunos detalles al respecto. Por la gracia de Dios, el 87 año llegó a su fin el 31 de octubre y el 88 año ha comenzado.

Por la gracia de Dios, la Comunidad Musulmana Ahmadía contribuyó con £15,3 millones, lo que representa un aumento de £842.000 con respecto al año anterior. De todas las Yamats de todo el mundo, este año Alemania ocupó el primer lugar con diferencia. La situación financiera en Pakistán sigue siendo terrible, aunque los miembros continúan aumentando sus sacrificios. Orad también por ellos. Aparte de esto, hoy en día son víctimas de muchas otras dificultades. Todos los días parece haber una demanda judicial contra alguien, se presentan casos judiciales en su contra y el gobierno está haciendo todo lo posible para someterlos y acosarlos.

¡Que Dios Altísimo elimine todas sus preocupaciones y les permita realizar todas sus actividades libremente, para que puedan celebrar sus “ijtemas” (reuniones anuales) y puedan presentar sus sacrificios abiertamente! Por supuesto, no expresarán sus sacrificios ellos mismos, pero podemos mencionarlos; pero debido a ciertas restricciones, no es posible ni siquiera mencionar algunos de sus sacrificios.

En cualquier caso, en cuanto a los otros que hicieron sacrificios, ya he mencionado que Alemania ocupa el primer lugar, seguido del Reino Unido, luego Estados Unidos está en la tercera posición; Canadá esta en cuarto lugar, un país de Oriente Medio en la quinta plaza, India en la sexta, Australia en la séptima, Indonesia en la octava, Ghana en novena posición y otro país de Oriente Medio en el décimo lugar.

En términos de la contribución global de los países africanos, Ghana se sitúa en la primera posición, seguida de Nigeria, Burkina Faso, Tanzania y luego Sierra Leona. Ya mencioné en el pasado que Sierra Leona puede mejorar y, a pesar de que, de hecho, hay mucho margen de mejora, no le están prestando la atención que se requiere. Si se le dice a la gente de manera adecuada, se darán cuenta de que ellos también son verdaderamente de los que hacen sacrificios, como he presentado en las narraciones anteriores. Les siguen Gambia, Benin, Uganda, Kenia y luego Liberia.

En cuanto al aumento de contribuyentes, Nigeria ocupa el primer puesto, luego Gambia, Senegal, Ghana, Tanzania, Guinea Conakry, Malawi, Uganda, Guinea Bissau, Congo Kinshasa, Burkina Faso y finalmente Congo Brazzaville.

Respecto al aumento de participantes en las Comunidades más grandes fuera de África, Alemania ocupa el primer lugar, luego el Reino Unido, Holanda, Bangladesh y la Isla de Mauricio. Por la gracia de Dios, las contribuciones de los miembros de “Daftar Awwal” (primera generación de contribuyentes) todavía están pagándose.

Las primeras diez yamats de Alemania son las siguientes: Rödermark es la primera, seguida de Neuss, Mahdi-Abad, Colonia, Rodgau, Nieda, Flörsheim, Pinneberg, Frankenthal y Osnabrück.

Las comunidades locales en Alemania que más han pagado son las siguientes: Hamburgo, Frankfurt, Gross-Gerau, Dietzenbach, Wiesbaden, Mörfelden, Riedstadt, Mannheim, Darmstadt y Russelheim.

En términos de las contribuciones hacia “Tehrik-e-Yadid” recibidas en Pakistán, Lahore es la primera, seguida de Rabwah y luego Karachi. En términos de distritos, Islamabad es el primero, luego Gujranwala, Sialkot, Umerkot, Multan, Toba Tek Singh, Mirpur Khas, Attock, Mirpur, Azad Kashmir y Dera Ghazi Khan.

La posición de las comunidades locales con respecto a la contribución más alta es la siguiente: Amarat Defense Lahore, Amarat Gulshan Abad Karachi, Amarat Azizabad Karachi, Amarat Township Lahore, Amarat Model Town Lahore, Amarat Mughalpura Lahore, Amarat Dehli Gate Lahore, Amarat Clifton Karachi, Bahawalnagar y Hafizabad.

Las posiciones de las cinco regiones principales en el Reino Unido son las siguientes: Mezquita Baitul Futuh es la primera, Mezquita Fazal la segunda, seguida de Islamabad, Midlands y Baitul Ehsan.

Las diez primeras posiciones de las comunidades más grandes del Reino Unido, en términos de la recolección total, son las siguientes: Farnham, Islamabad, South Cheam, Fazal Mosque, Worcester Park, Birmingham South, Walsall, Aldershot, Gillingham y Guildford.

Las posiciones de las comunidades en Estados Unidos en términos de contribuciones son las siguientes: Maryland, Los Ángeles, Detroit, Silicon Valley, Chicago, Seattle, Virginia Central, Oshkosh, Atlanta, Georgia, Virginia del Sur, Houston, York y Boston.

En términos de contribución total, las posiciones de las comunidades locales en Canadá son las siguientes: Vaughan, Peace Village y Calgary están empatadas; luego Vancouver, Toronto West y Toronto.

Las diez mejores comunidades en India por su contribución total son: Qadián en primer lugar, Coimbatore, Hyderabad, Karulai, Pathapiriyam, Kolkata, Bangalore, Kerang, Calicut y Melapalayam.

Las diez principales provincias en términos de sacrificios realizados son las siguientes: Kerala en primer lugar, seguida de Tamil Nadu, Yammu Kashmir, Karnataka, Telangana, Odissa, Punjab, Bengala, Delhi y Lakshadweep.

Las diez primeras comunidades de Australia son las siguientes: Melbourne Long Warren, Castle Hill, Marsden Park, Melbourne Berwick, Adelaide South, Penrith, Perth, ACT Canberra, Parramatta y Adelaide West.

¡Que Dios Altísimo bendiga en gran medida la riqueza y la progenie de todos aquellos que han ofrecido sacrificios!

Resumen

Después de recitar el Tashahhud, el Ta’awwuz y la Surah al-Fatihah, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba) dijo que en el Sagrado Corán, una de las cualidades de los verdaderos creyentes que se ha declarado es que gastan de su riqueza en el camino de Al’lah.

Un signo de una verdadera comunidad de Dios

Su Santidad (aba) dijo que las personas que pertenecen a las comunidades divinas sacrifican sus riquezas para purificarlas, y para complacer a Dios Todopoderoso y alcanzar Su cercanía. Tal es también el caso de la Comunidad del Mesías Prometido (as). El Mesías Prometido (as) vino a difundir las verdaderas enseñanzas del Islam por todo el mundo. Por supuesto, se requieren ciertos gastos para cumplir con esta monumental tarea. Con este fin, los ahmadíes esparcidos por todo el mundo presentan tales ejemplos de sacrificio financiero, que evidentemente prueban que realmente el Mesías Prometido (as) vino para difundir las verdaderas enseñanzas del Islam por el mundo. Si los corazones de los opositores no se hubieran convertido en piedra, habrían podido ver estos signos y darse cuenta de la veracidad de esta Comunidad.

Tener la intención correcta al hacer sacrificios financieros

Su Santidad (aba) dijo que ciertamente, Dios ha dicho que quienes gastan en Su camino serán doblemente recompensados. Sin embargo, los ahmadíes que gastan en el camino de Al’lah lo hacen sólo con el objetivo de alcanzar Su placer en mente, y si alguna ganancia mundana se produce como resultado, entonces eso es un beneficio añadido. Por lo tanto, la verdadera esencia de tales contribuciones y sacrificios es ganar aceptación a los ojos de Al’lah.

Su Santidad (aba) dijo que Dios Todopoderoso concede Sus bendiciones en cualquier proyecto iniciado por la Comunidad, hasta el punto de que la gente piensa que deben haberse gastado muchos millones en él. Sin embargo, Dios otorga Sus bendiciones para que incluso los proyectos pequeños parezcan grandiosos.

El verdadero propósito de los sacrificios financieros

Su Santidad (aba) dijo que hay algunos que se preguntan por qué son necesarias las contribuciones financieras, y algunos incluso hablan de esto en voz alta en casa, lo que hace que los niños se pregunten lo mismo. Su Santidad (aba) dijo que es el deber de los responsables de la administración eliminar esas dudas de los miembros de la Comunidad. En cuanto al destino de estos fondos, Su Santidad (aba) dijo que se gastan en favor de la difusión del Islam a través de diferentes medios, ya sea para el canal de televisión de la Comunidad, o para la formación de misioneros que salen al mundo y difunden el verdadero mensaje del Islam. Su Santidad (aba) dijo que hizo mención a este aspecto no porque un gran número de personas haya comenzado a preguntarse tales cosas, sino, más bien, porque incluso un pequeño número de personas puede intentar levantar el desorden y crear dudas en las mentes de los demás.

Ejemplos Extraordinarios de Cosechar las Recompensas de Tahrik-e-Yadid

Su Santidad (aba) dijo que presentaría algunos ejemplos de cómo Dios recompensa a quienes gastan en el camino de Al’lah.

Su Santidad (aba) presentó un incidente de Guinea-Conakry, donde una señora acababa de escuchar un sermón pronunciado por Su Santidad (aba) sobre la contribución financiera. Llamó al Misionero y le dijo que no tenía dinero para los gastos de la casa. Luego, su padre le regaló 100,000 guineanos. Se preguntó si debía utilizar esta cantidad para los gastos de la casa o ofrecerla como sacrificio financiero. Decidió dar la mitad a la Comunidad y quedarse con la otra mitad para su casa. Dice que más tarde recibió de manera inesperada el triple de la cantidad que había recibido de su padre.

Su Santidad (aba) dijo que había una persona en Australia cuya situación económica no era buena, pero que había hecho una promesa de contribución económica que cumplió. Lo hizo con la oración de que Dios le otorgara bendiciones en su riqueza. Esa persona tenía una porción de tierra, pero no tenía expectativas de que su valor aumentara. Sin embargo, después de haber cumplido su promesa de la contribución monetaria, sucedió que el valor de su tierra aumentó en más del 100%.

Su Santidad (aba) dijo que hay una persona de Kerala, India, que es bastante adinerada y que presenta grandes cantidades como contribuciones monetarias cada año. Durante el año anterior, debido a la pandemia de coronavirus, tuvo algunas dificultades para ofrecer sus contribuciones monetarias. Aunque cumplió sus promesas, no tenía suficiente para ofrecer en Tahrik-e-Yadid. Pocos días antes del final del año fiscal, pudo ofrecer la cantidad de 1 millón (de rupias) para Tahrik-e-Yadid. Entonces, durante el sermón del viernes, el misionero local leyó citas de Su Santidad (aba) sobre el sacrificio financiero. Como resultado, esta persona aumentó la cantidad y dio 1.8 millones, y dijo que tenía la esperanza de recibir un proyecto del gobierno, y, de así serlo, ofrecería una cantidad aún mayor. Su Santidad (aba) dijo que de esta manera, incluso los miembros adinerados de la Comunidad tienen la pasión de presentar sacrificios financieros.

Su Santidad dijo que una señora de Jordania se convirtió a Ahmadíat hace 22 años. Según su experiencia, siempre que gasta en el camino de Al’lah, de alguna manera Dios le recompensa aún más. De hecho, a veces Dios le concede la cantidad exacta que ella se compromete a dar. Una vez, no tenía nada que ofrecer como contribución financiera y estaba preocupada por cómo podría cumplir su promesa. Durante ese tiempo, alguien se acercó a ella y le pidió que le diera clases particulares. De este modo, pudo utilizar la cantidad que recibió de la tutoría para cumplir su promesa de la contribución económica.Su Santidad (aba) dijo que incluso los niños que viven en países pobres tienen conciencia de presentar sacrificios financieros. Su Santidad (aba) dijo que había unos niños en Zanzíbar que estaban jugando fuera de la mezquita. Un anciano pasó y les dio 1,400 chelines para que pudieran comprarse dulces. Los niños fueron a cambiar la cantidad en billetes más pequeños, y presentaron 100 chelines cada uno como contribución económica. Se alegraron mucho de hacerlo y guardaron con seguridad los recibos. Su Santidad (aba) dijo que estos son los niños que mantendrán fuertes los cimientos de esta Comunidad en el futuro.

Su Santidad (aba) dijo que una pasión similar entre los niños se encuentra en otro rincón del mundo. Su Santidad (aba) dijo que un niño de 14 años, que provenía de un hogar pobre, había gastado todo su dinero de bolsillo para la construcción de la mezquita. Cuando el misionero dio un sermón sobre el sacrificio financiero, le dio un dólar al misionero y dijo que era de parte de su familia. Aclaró que no era de su parte, pues quería ofrecer más de su parte. Al día siguiente, llevó 10 dólares al misionero y dijo que estaba seguro de que Dios derramaría Sus bendiciones sobre su familia.Su Santidad (aba) dijo que un misionero de Argentina escribió un artículo sobre los sacrificios financieros para llamar la atención de los nuevos conversos, y también incluyó una cita de Su Santidad (aba) en su artículo. Más tarde, un joven dijo que deseaba venir a la mezquita y presentar contribuciones financieras. Así, vino y dio 1000 pesos. El Misionero se asombró porque sabía que esta persona no era adinerada, de hecho ni siquiera había comido ese día por no tener suficiente dinero. Sin embargo, dijo que las palabras de Su Santidad tuvieron un profundo efecto en él, por lo que entregó lo que tenía.

Estos son sólo algunos de los muchos incidentes relatados por Su Santidad.

Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah nos permita a todos gastar de nuestra riqueza pura por el bien de la difusión del Islam y que estos sacrificios sean aceptados por Al’lah.

Comienzo del 88º año de Tahrik-e-Yadid

Su Santidad (aba) dijo que anunciaría el nuevo año de Tahrik-e-Yadid. Su Santidad (aba) dijo que el 87º año de Tahrik-e-Jadid había llegado a su fin, y se daba así comienzo el 88º año. Su Santidad (aba) dijo que durante el último año se recaudaron un total de 15.3 millones de libras esterlinas en el programa de Tahrik-e-Yadid, lo que significa un aumento de 842,000 libras esterlinas con respecto al año anterior.

Su Santidad (aba) dijo que entre los países del mundo, Alemania está a la cabeza en cuanto a contribuciones. Su Santidad (aba) dijo que los ahmadíes se enfrentan a grandes adversidades y dificultades en Pakistán, a pesar de lo cual siguen presentando sacrificios financieros. Su Santidad (aba) rezó por la mejoría de sus circunstancias.

Su Santidad (aba) anunció las diez primeras posiciones de los países, son 1. Alemania, 2. Reino Unido, 3. Estados Unidos de América 4, Canadá 5. Una Yamat de Oriente Medio 6. India 7. Australia 8. Indonesia 9. Ghana 10. Una Yamat de Oriente Medio.

Su Santidad (aba) presentó las posiciones de los Yamat locales y las regiones de los países más importantes en términos de contribuciones.

Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah conceda sus bendiciones a todos los que han hecho sacrificios financieros.

Resumen preparado por The Review of Religions

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