La relevancia del matrimonio

Casarse o no casarse? Este artículo explora por qué el número de personas que contemplan el valor del matrimonio para consolidar su relación de pareja ha disminuido considerablemente en los últimos años. Algunas personas no se comprometen a casarse porque creen que las legalidades formales no son necesarias para demostrar su amor, mientras que, por otro lado, algunas sí desean casarse, pero no pueden hacerlo por obstáculos económicos. Pero, ¿pueden los beneficios del matrimonio compensar todas estas dudas? Lean ese interesante artículo para descubrir más.

SAIRA BHATTI, EE.UU

La pandemia mundial ha puesto de manifiesto muchas cosas, como la necesidad de recursos en nuestros sistemas sanitarios y el trabajo conjunto para evitar la propagación de enfermedades. Sin embargo, este aislamiento muestra algo más importante: el valor de la conexión humana y la necesidad de tener buenas personas en nuestras vidas.

El matrimonio es una de esas relaciones que tiene en cuenta muchos aspectos, como la economía, la compatibilidad y el respeto mutuo. Sin embargo, las tasas de divorcio han aumentado en varios países¹ a medida que más personas sienten el efecto de la excesiva soledad². Esto nos lleva a preguntarnos si el matrimonio sigue siendo importante hoy en día.Sin embargo, en Latino América las tendencias en torno a cómo se percibe el matrimonio están cambiando.

Por ejemplo, en México el Instituto Nacional de Estadística y Geografía informa que la tasa de divorcios ha aumentado en un 57,26% y el número de matrimonios ha disminuido un 24,68% en la última década³. En Chile, de cada 1.000 personas en edad de casarse, sólo tres se casaron en 2017, una reducción consistente respecto a los años 80, cuando la cifra era de ocho por cada 1.000 habitantes⁴. En Colombia, los tres primeros trimestres de 2019 muestran un 12% menos de matrimonios⁵. En general, la cohabitación o “uniones consensuadas”⁶ son cada vez más comunes que antes en América Latina, sobre todo entre las mujeres más educadas. Las actitudes en torno al matrimonio han cambiado, pero ¿a qué se debe esto?

Algunas razones son la falta de seguridad financiera y el no sentirse preparado, o lo suficientemente maduro para asumir un compromiso tan importante como el matrimonio. También hay personas que simplemente no creen en la idea del matrimonio como institución, o que piensan que no es necesario tener un documento legal para demostrar su amor. Mientras que, hay otras personas que quieren casarse, pero tienen problemas para encontrar una pareja ideal.

Entre aquellos que quieren casarse, algunos sienten que no tienen suficientes recursos para hacerlo. Según un estudio del Centro de Investigación Pew de los Estados Unidos⁷, dos tercios de los adultos que mantienen relaciones de convivencia sin compromiso y que quieren casarse sienten que ni ellos ni su pareja están preparados económicamente para casarse. Además, el 62% de las personas piensa que es importante tener un trabajo estable antes de casarse, y el 44% cree que es necesario ser económicamente estable para poder casarse.

En definitiva, las personas que quieren casarse pero se enfrentan a estos obstáculos económicos son a veces las mismas que sufren las consecuencias de malas políticas sociales. Es difícil planificar el futuro cuando no se dispone de los recursos económicos y sociales necesarios para sobrevivir. Los bajos salarios y la falta de acceso a la salud crean dificultades para casarse o mantener un matrimonio porque no hay apoyo para situaciones inestables o emergencias⁸.

Cuando se trata de crear una familia y planificar el futuro, el matrimonio suele ser el primer paso en este camino. Muchos matrimonios se casan con la intención de tener y criar hijos juntos. Así, entran en esta unión más preparados y crean un entorno estable. Según el Instituto Brookings, un centro de estudios con sede en Washington, DC, las relaciones matrimoniales proporcionan más estabilidad para la crianza de los hijos. Los padres casados tienen más probabilidades de permanecer juntos que los que cohabitan, y dos tercios de los padres que cohabitan se separan antes de que su hijo cumpla 12 años, en comparación con una cuarta parte de los padres casados⁹.

Además, la tendencia a los embarazos no deseados es más típica en las parejas que cohabitan y en las que no están casadas. Las investigaciones también explican que las parejas casadas suelen tener más estudios y más ingresos, mientras que los padres que conviven suelen tener menos estudios y una peor situación económica. Los hijos de las parejas casadas también tienen más probabilidades de tener un mayor éxito académico y bienestar físico y emocional¹⁰.

Esto demuestra que la preparación para una familia estable también depende de los recursos de que dispongan los individuos para poder prepararse para esta fase de su vida. La capacidad de casarse y tener una familia estable depende de que un país, un gobierno, y una sociedad en general, lo hagan accesible, fácil y posible.

Además, puede haber beneficios potenciales como una mejor salud física, una mejor salud mental y más felicidad¹¹. Por ejemplo, un estudio realizado en Inglaterra reveló que las personas casadas tienen un 14%¹² menos de probabilidades de morir de un ataque al corazón que los solteros. Aunque este vínculo no está confirmado, los investigadores sugieren que quizás el apoyo emocional y físico sea muy importante para recuperarse después de algo tan traumático. Por lo tanto, es posible que la relación entre una pareja casada pueda ayudar a alguien a sobrevivir y mejorar.

Según un estudio de la Universidad de Cardiff, en Gales, no sólo las personas casadas viven más tiempo, sino que los maridos pueden tener mejor salud física y las esposas mejor salud mental. Además, el estudio sugiere que hay una diferencia entre las relaciones de cohabitación y las matrimoniales “porque el matrimonio implica un compromiso más profundo que la cohabitación”.

Por tanto, cuando hay más compromiso en una relación, hay más beneficios para la pareja, en particular, para la salud mental de la mujer¹³.

Además, existen otras teorías¹⁴ sobre la influencia de un matrimonio feliz en la pareja. Por ejemplo, las personas con relaciones felices tienen una mejor función inmunológica que las que tienen relaciones infelices. Esto está relacionado con la hormona del estrés, el cortisol, que cuando se segrega en niveles elevados significa altos niveles de estrés que pueden dañar la función inmunológica. Existe una tendencia a que los niveles de cortisol sean más bajos en las personas casadas que en las solteras. Aunque estas teorías necesitan más investigación para demostrar un beneficio directo entre el matrimonio y la salud, la conexión es posible.

Además, es posible que las personas casadas tengan en general un mejor comportamiento. Es más probable que se visite al médico, se coma de forma más saludable y se corran menos riesgos si se está casado, que si se está soltero.

Mucho de esto tiene que ver con el hecho de que el matrimonio conecta a alguien con una comunidad de apoyo y ayuda. Tener una red social puede ayudar a evitar el aislamiento y, en consecuencia, la depresión. Por supuesto, un mal matrimonio tendrá un efecto negativo en la ayuda mental y física, por lo que es importante mencionar esto cuando se habla de las ventajas del matrimonio.

Si investigamos el punto de vista islámico, vemos que hay muchos beneficios al casarse – pero estos beneficios sólo existirán cuando sea una relación de colaboración, apoyo, amabilidad y amistad.

Por ejemplo, el Sagrado Corán describe¹⁵ la asociación entre los cónyuges como

“Ellas son una vestidura para vosotros y vosotros una vestidura para ellas”. (Sagrado Corán 2:188).

Pero, ¿qué significa esto realmente? Cuando pensamos en la ropa, es algo que utilizamos para cubrirnos y embellecernos, para presentarnos bien y protegernos de las diferentes condiciones climáticas. En una relación como el matrimonio, una prenda simboliza cómo las parejas se apoyan y protegen mutuamente y cubren sus debilidades de otras personas, mientras se guían mutuamente para vivir una buena vida. Ser una prenda significa compartir tus vulnerabilidades y asuntos más íntimos a un nivel muy profundo.

Como seres humanos, siempre se necesita un compañero y amigo de por vida con el que compartir los buenos y los malos momentos. Con un estilo de vida ajetreado, con preocupaciones constantes por el trabajo, la casa e incluso los hijos, tener una pareja que vaya más allá de ser un amigo puede ser un gran consuelo.

Sin embargo, hoy en día parece que se insiste en estar totalmente preparado y tener una lista completa antes de casarse respecto al  tipo de casa, salario o estilo de vida que se quiere tener. En realidad la vida no funciona así, ya que ninguna vida es perfecta.

Sin embargo, trabajar con estos desafíos puede ayudar a que un matrimonio evolucione junto con el amor dentro de la relación. Esto no significa que los que quieran casarse no deban obtener una educación o trabajar duro, pero no hay que ser una persona perfecta y establecida para poder contraer matrimonio. De hecho, se necesita la voluntad de intentarlo, de comprometerse, de aprender y de crecer a la par que crecen su pareja y su matrimonio. Al fin y al cabo, no somos iguales en la vida, y el camino del matrimonio lo demuestra, pero eso no es necesariamente algo malo. Tener una pareja que te dé apoyo y ánimo en los momentos felices y difíciles, y con quien puedas compartir cargas y sueños, crea una unión tan única y sagrada que merece la pena.

A veces olvidamos que el matrimonio es una colaboración entre dos partes iguales que trabajan juntas para hacer que su relación funcione y vivir la mejor vida posible.

El vínculo de una pareja casada es tan íntimo e importante que se dice que marido y mujer fueron creados de la misma alma. El Sagrado Corán dice:

“¡Oh, hombres! temed a vuestro Señor quien os creó de un solo ser, del cual creó a su pareja, y de los dos hizo descender a muchos hombres mujeres; y temed a Al’lah, en cuyo nombre recurrís unos a otros, y temedle particularmente respetando los lazos del parentesco. En verdad, Al’lah os observa” (Sagrado Corán 4: 2)¹⁶.

Es cierto que todos los matrimonios no resultan exitosos y, como todo en la vida, siempre existe el riesgo y la posibilidad de divorcio. Algunas personas temen casarse porque no quieren un divorcio, y evitan casarse como mecanismo de prevención. Sin embargo, un divorcio no significa que no se pueda volver a encontrar el amor. Al mismo tiempo, encontrar a la persona adecuada es muy importante. Una guía para ayudar en este proceso es centrarse en las buenas cualidades de alguien, y no sólo en los aspectos materialistas.

Es muy fácil centrarse en los aspectos físicos y materialistas pero, en cambio, hay que prestar atención a la calidad y los valores de una persona. El Santo Profeta Muhammad^sa explicó en un dicho o hadiz¹⁷ que

“Una mujer se casa por cuatro cosas, es decir, por  su riqueza, su estatus familiar, su belleza y su religión. Así que debéis casaros con la mujer religiosa (de lo contrario) seréis unos perdedores” (Sahih Bukhari 5090).

Por otra parte, cuando buscaba un marido, decía a las mujeres y a sus familias que

“Cuando alguien con cuya religión y carácter estáis satisfechos os pida en matrimonio a vuestra hija, acceded a su petición. Si no lo hacéis, habrá corrupción y grandes males en la tierra”. Se le preguntó: “Oh, Mensajero de Dios, ¿incluso si se queda corto con respecto a la riqueza y la compatibilidad?” El Santo Profeta^sa respondió, repitiéndose tres veces: “Si llega a ti alguien con cuya religión y carácter estáis complacido, entonces dale (a tu hija) en matrimonio”. (Tirmidhi 1084)¹⁸.

Aunque puede ser difícil ver más allá de cosas como la apariencia y la riqueza, estas cosas disminuyen con el tiempo y lo que permanece en realidad es el carácter moral de alguien. Esto no quiere decir que en un matrimonio moderno dos personas no deban tener intereses comunes o una atracción mutua, sino que hay que intentar centrarse más en lo que hay dentro que en lo que hay fuera.

Según Su Santidad Mirza Masrur Ahmad^aba, el líder espiritual mundial y quinto Jalifa, de la Comunidad Musulmana Ahmadía, explicó que cuando se busca una pareja

“no hay que considerar que este mundo lo es todo. La juventud también es efímera y es una época en la que se pueden cumplir los deseos del mundo tanto como se quiera”¹⁹.

Además, explicó que los cimientos de un matrimonio necesitan piedad, confianza, amor y bondad. Estos cimientos permitirán a las parejas superar los desafíos porque

“cuando los esposos forman una unión en virtud de una promesa y un compromiso de cuidarse mutuamente, se convierte en su obligación que para mejorar más su vínculo también es necesario cuidar de los familiares del otro”. Hay que recordar que los ataques de los que buscan crear divisiones en las relaciones nunca tendrán éxito si marido y mujer se cuidan mutuamente y sus sentimientos y también cuidan y respetan a los amigos y parientes del otro…”²⁰.

Su Santidad Mirza Ghulam Ahmad, el Mesías Prometido^as, dice:

“La relación entre marido y mujer debe ser como entre dos amigos verdaderos y sinceros. El principal testigo de las altas cualidades morales de una persona y de su relación con Dios es su esposa. Si su relación con su esposa no es buena, no es posible que esté en paz con Dios. El Santo Profeta Muhammad^sa dijo: Los mejores de vosotros son los que mejor se comportan con sus esposas.” (Malfūzāt, Vol. V, pp. 417-418)²¹.

Esto demuestra que, aunque el matrimonio es una relación entre individuos diferentes, es algo que nos enseña a cuidar y tener en cuenta los sentimientos y las necesidades de otra persona a la que queremos y respetamos. El matrimonio es amor al igual que la amistad. Es con este amor y respeto mutuos que la piedad y la fuerza entre una pareja pueden crecer y sobrevivir a través de los desafíos más duros. Sin embargo, puede ser una relación que tenga cabida en la vida moderna, pero sólo si se busca lo que importa a largo plazo y si se quiere invertir tiempo, esfuerzo, sacrificio y energía en mantenerla.

Los problemas económicos y de salud o la pérdida del empleo pueden ocurrir en cualquier momento porque, aunque queramos pensar en ello, no tenemos tanto control sobre nuestras vidas como creemos. No importa lo que hagamos para prepararnos para algo como casarnos, las tragedias y las emergencias son imprevisibles. Los conflictos y los cambios inesperados llegan sin instrucciones sobre cómo resolverlos.

Entonces, ¿el matrimonio sigue siendo importante hoy en día? Sí, pero hay que esforzarse para que sea relevante en la vida y darse cuenta de que es una relación de dos individuos juntos con personalidades y necesidades diferentes. El matrimonio comienza con una pareja de individuos, pero también comienza una estructura familiar; una estructura que, cuando está bien formada con colaboración, permitirá más logros, felicidad y un entorno saludable no sólo para el marido y la mujer, sino también para los hijos que forman la futura generación.

Asumir un compromiso como el matrimonio no es un asunto insignificante, y con él viene la necesidad de legitimarlo legal y espiritualmente. El matrimonio sigue siendo relevante en nuestra sociedad y, como sociedad, debemos crear políticas que apoyen esta relación para fomentar un entorno estable para el matrimonio. Pero a veces uno crea obstáculos o excusas para evitar casarse, mientras otros ya no ven el valor de casarse. La verdad es que no hace falta una casa grande para casarse. No hace falta ser millonario. Estas cosas no son malas metas, de hecho, una pareja puede luchar junta mientras crece y gana éxitos al mismo tiempo.

Más bien hay que encontrar una pareja que tenga y quiera crear las bases fundamentales para un futuro sólido, un futuro con amor, amistad, fe, respeto, compasión y una familia para toda la vida. Podemos revisar y explicar todos los hechos y perspectivas sobre los beneficios de casarse. Sin embargo, un matrimonio será lo que tú hagas de él, y sólo tiene relevancia si tú lo haces relevante para tu vida.

Referencias:

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3.Forbes Staff, “Divorcios Suben 57% y Matrimonios Caen 24% En La Última Década En México,” Forbes México (Forbes, October 1, 2020), https://www.forbes.com.mx/noticias-divorcios-suben-matrimonios-caen-ultima-decada-mexico/

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5. Muñoz, Cristian. “‘El Matrimonio Está Dejando De Ser Para Siempre’: Entre Enero De 2016 y Septiembre De 2019, Por Cada 100 Matrimonios Registrados En Colombia, Se Presentaron 41 Divorcios.” Corporación Excelencia en la Justicia, May 19, 2020. https://cej.org.co/destacados-home-page/el-matrimonio-esta-dejando-de-ser-para-siempre-entre-enero-de-2016-y-septiembre-de-2019-por-cada-100-matrimonios-registrados-en-colombia-se-presentaron-41-divorcios/.

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