Califas guiados – Hazrat Usman (ra)
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
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Califas guiados – Hazrat Usman (ra)

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Sermón del viernes, del 05-02-21.

Pronunciado en la Mezquita Mubarak de Islamabad,

(Tilford, Surrey), Reino Unido.

 Después de recitar el Tashahud, el Ta’awwuz y el sura Al-Fātihah, Hazrat Jalifatul Masih V (aba) dijo:

Estoy narrando relatos de la vida de Hazrat Usman (ra) y las batallas en las que participó. Una de esas expediciones fue Dhat Al-Riqa’. El Santo Profeta (sa) partió para luchar contra las tribus Ghatfan de Banu Zalabah y Banu Maharib en Nayad, con un ejército de 400 Compañeros -que  según otra narración, eran 700 Compañeros. El Santo Profeta (sa) designó a Hazrat Usman como Amir en Medina, aunque, de acuerdo a otra narración, el Santo Profeta (sa) designó a Hazrat Abu Dhar Ghaffari (ra) como Amir.

El Santo Profeta (sa) llegó a un lugar en Nayad llamado Najal, también conocido como Dhat al-Riqa’. Allí se había reunido un gran ejército para enfrentarse al Santo Profeta (sa). Ambos ejércitos se alinearon uno contra el otro, pero la batalla no tuvo lugar y la gente se siguió temiendo entre sí. Durante esa misma batalla, los musulmanes ofrecieron por primera vez Salat al-Jauf [oración en un momento de peligro].

En cuanto al nombre que se le dio a esta expedición, se menciona que se le denominó Dhat al-Riqa’, porque los Compañeros remendaron sus banderas. Se dice además que había un árbol o una montaña en esa zona con el nombre de Dhat al-Riqa’.

En una narración de Bujari, Hazrat Musa Ashari (ra) relata:

“Nos pusimos en marcha para una batalla junto al Santo Profeta (sa). Éramos seis. Teníamos un camello, que íbamos montando por turnos; (es decir, no eran seis hombres en la expedición, sino que eran seis hombres para un único camello durante la batalla); y nuestros pies iban descalzos. Mis dos pies también estaban descalzos y se habían caído las uñas. Envolvimos nuestros pies con trozos de tela. Por esa razón se le ha llamado la batalla de Dhat al-Riqa’, o sea, la batalla de los parches, ya que nos habíamos envuelto los pies con parches de tela”.

Hay una nota adicional del Equipo de Investigación sobre esto, por lo que la mencionaré. Según los libros de historia y las biografías del Santo Profeta (sa), la batalla de Dhat al-Riqa’ tuvo lugar en el cuarto año después de la Hégira [emigración del Santo Profeta (sa) de La Meca a Medina]. Sin embargo, el Imam Bujari ha declarado que este combate tuvo lugar después de la batalla de Jaibar, ya que Hazrat Abu Musa Ashari (ra) había participado en la misma y aceptó el Islam después de la batalla de Jaibar. Por lo tanto, la fecha del séptimo año después de la Hégira parece más plausible.

Con respecto a los relatos sobre la conquista de La Meca, que tuvo lugar en el octavo año tras la Hégira, se puede encontrar una narración detallada en Sunan Al-Nasai en relación a las personas a quienes el Santo Profeta (sa) había ordenado ejecutar en esa ocasión.

Hazrat Musab bin Sa’d relata de su padre:

“El día de la conquista de La Meca, el Santo Profeta (sa) otorgó protección a todos los incrédulos, excepto a cuatro hombres y dos mujeres. El Santo Profeta (sa) dijo: “matad a estas cuatro personas, incluso si los encontráis aferrados a las cubiertas de la Ka’abah”. Estos eran Ikrimah bin Abi Yahl, ‘Abdul’lah bin Jatal, Muqis bin Subaba y ‘Abdul’lah bin Sa’d bin Abi Sarh. Cuando apresaron a ‘Abdul’lah bin Jatal, estaba aferrado a las cubiertas de la Ka’abah. Tanto Sa’id bin Huraiz como Ammar bin Yasir corrieron hacia él. Sa’id se abalanzó primero y lo mató. La gente capturó y mató a Maqis  en el mercado. Ikrimah escapó en dirección al mar. El barco en que escapaba se vio atrapado en una tormenta y quienes iban con él le dijeron: “sé sincero y veraz, ya que tus dioses no te servirán de nada aquí”. Al escuchar esto, Ikrimah dijo: “¡por Al’lah! Si hay algo que puede salvarme en el mar es la sinceridad y la veracidad; y solo la sinceridad y la veracidad pueden salvarme también en la tierra. ¡Oh Al’lah! Te prometo sinceramente que si me salvas de esta tormenta, iré a Muhammad (sa), pondré mi mano en la suya y estoy seguro de que será indulgente y benévolo”. Entonces regresó y aceptó el Islam.

La narración más conocida es la que relata que, antes de subir al barco, su esposa lo alcanzó y lo convenció para que regresara. Esta narración se mencionará más adelante. No obstante, esta es una narración de Sunan al-Nasai.

En cuanto a ‘Abdul’lah bin Abi Sarh, buscó protección con Hazrat Usman bin Affan (ra). Luego, cuando el Santo Profeta (sa) invitó a la gente a hacer el juramento de iniciación, Hazrat Usman (ra) lo llevó al Santo Profeta (sa) y le dijo: “¡oh Mensajero de Dios, acepta la promesa de lealtad de ‘Abdul’lah”. El Santo Profeta (sa) lo miró tres veces y rechazó hacerlo cada vez. Finalmente, el Santo Profeta (sa) aceptó su juramento de iniciación, y luego dijo: “¿no hubo ninguna persona sabia entre vosotros que matara al hombre cuyo juramento de iniciación he dudado en aceptar?”. Ellos respondieron diciendo: “¡oh Mensajero de Al’lah! ¿Cómo podíamos saber lo que había en su corazón? ¿Por qué no nos lo indicó con su mirada? El Santo Profeta (sa) dijo: “no le corresponde a un profeta echar una mirada de tal forma que se preste a engaño”. Esta narración está registrada en Sunan Abi Daud y otra narración similar se encuentra también en Sunan Abi Daud, si bien la última parte sobre matarlo no se menciona.

En esta narración, Hazrat Ibn Abbas (ra) afirma que ‘Abdul’lah bin Sa’d bin Abi Sarh era un escriba del Santo Profeta (sa), pero satanás lo llevó por el mal camino, por lo que se unió a los incrédulos. El día de la conquista de La Meca, el Santo Profeta (sa) ordenó que lo mataran. Hazrat Usman bin Affan (ra) buscó protección para él y el Santo Profeta (sa) le otorgó protección.

Con respecto a la declaración del Santo Profeta (sa) en la que afirmaba que ‘Abdul’lah debía haber sido asesinado y preguntaba por qué no había ocurrido, una explicación es que la narración del Santo Profeta (sa) en la que dice a sus Compañeros que por qué no le habían matado cuando había demorado la aceptación de su juramento de iniciación, es cuestionable. Si el Santo Profeta (sa) no hubiera querido aceptar su juramento de iniciación, prefiriendo permanecer firme en su decisión, habría ordenador que lo asesinaran. Él era el vencedor y el líder del Estado, y la orden que había dado para que él [‘Abdul’lah] fuera asesinado se basaba en la justicia. Por tanto, es posible que el  narrador haya añadido sus propios puntos de vista en esta narración. Además, esta narración no se encuentra en Bujari o Muslim, y otra versión de esta narración sobre el mismo episodio se encuentra en Abu Daud relatada por Hazrat Ibn Abbas (ra), que ya he mencionado anteriormente, y en la que tampoco se hace mención a la parte del asesinato.

Hazrat Musleh Ma’ud (ra) menciona estos incidentes en el comentario de Sura al-Mu’minum, versículo 15:

“Hay un incidente histórico asociado con este versículo que es necesario mencionar aquí. Había un escriba llamado ‘Abdul’lah bin Abi Sarh, que escribía las revelaciones del Santo Profeta (sa). Siempre que el Santo Profeta (sa) recibía una revelación, lo llamaba y él lo ponía por escrito. Un día, mientras dictaba estos mismos versículos [es decir, Sura al-Mu’minun versículo 15], cuando llegó donde se dice: “luego lo desarrollamos en otra creación”, ‘Abdul’lah pronunció espontáneamente las siguientes palabras: “bendito sea Al’lah, el mejor de los Creadores”. El Santo Profeta (sa) dijo que esa era exactamente la revelación y que debía escribirla, pero ese infeliz no se había dado cuenta de que esas palabras eran el resultado natural de los versículos anteriores. Entonces, ‘Abdul’lah pensó que, dado que las palabras que había pronunciado habían sido aceptadas por el Santo Profeta (sa) como las mismas que la revelación, el Santo Profeta (sa) estaba, Dios nos perdone, inventando él mismo el resto del Corán. Como consecuencia de esto, se convirtió en apóstata y se fue a La Meca. Con motivo de la conquista de La Meca, ‘Abdul’lah bin Abi Sarh estaba entre los que el Santo Profeta (sa) había condenado a la pena de muerte. Sin embargo, Hazrat Usman (ra) le otorgó protección y se escondió en su casa durante tres días. Un día, cuando el Santo Profeta (sa) estaba tomando el juramento de iniciación a la gente de La Meca, Hazrat Usman (ra) llevó a ‘Abdul’lah bin Abi Sarh ante el Santo Profeta (sa) y le pidió que aceptara el juramento de iniciación de ‘Abdul’lah. El Santo Profeta (sa) inicialmente mostró cierta desgana, pero luego aceptó su juramento de iniciación. Por consiguiente, ‘Abdul’lah aceptó el Islam una vez más”.

El incidente de la aceptación del Islam por parte de Ikrimah bin Abi Yahl, tal como se menciona en la narración de Sunan Al-Nasai, es diferente al relato mencionado en los libros de Sirat. Como mencioné antes, Ikrimah bin Abi Yahl estaba entre aquellos a quienes el Santo Profeta (sa) ordenó que fueran asesinados durante la conquista de La Meca. Ikrimah y su padre solían causar mucho dolor al Santo Profeta (sa) e Ikrimah perseguía severamente a los musulmanes. Cuando supo que el Santo Profeta (sa) había ordenado su ejecución, huyó hacia Yemen. Su esposa le persiguió después de haber aceptado el Islam y en la costa alcanzó a Ikrimah, cuando estaba a punto de embarcar. Según un relato, lo encontró después de que él ya embarcase y lo detuvo diciendo: “¡oh hijo de mi tío! Vengo a ti de esa persona que más une a la gente, que es la más piadosa y la que más desea el bien entre la gente. No arruines tu vida porque he buscado seguridad en tu nombre”. Entonces regresó con su esposa, aceptó el Islam y lo hizo de una manera excepcional.

Según una narración, cuando Ikrimah se presentó ante el Santo Profeta (sa), dijo:

“¡oh Muhammad (sa)! Mi esposa me ha informado que me has concedido la amnistía”. El Santo Profeta (sa) respondió: “dices la verdad. De hecho, se te ha concedido una amnistía”. Entonces Ikrimah dijo: “doy testimonio de que no hay nadie digno de ser adorado excepto Al’lah, es Único, Él no tiene copartícipe, y que tú eres Su siervo y Mensajero” y luego bajó la cabeza avergonzado. Ante esto, el Santo Profeta (sa) dijo: “¡oh Ikrimah! Te concederé todo lo que me pidas, siempre que tenga el poder de concederlo”. Él respondió: “ora por mi perdón por cada transgresión que cometí contra ti”. Ante esto, el Santo Profeta (sa) suplicó: “¡oh Al’lah, perdona a Ikrimah por todas las transgresiones que cometió contra mí, o perdónalo por todas sus malas acciones”. Entonces el Santo Profeta (sa) se puso de pie rebosante de alegría y cubrió a Ikrimah con su propia manta, diciendo: “¡bienvenidos, oh vosotros, que habéis venido a nosotros en un estado de fe y habiendo emigrado!”.

Ikrimah (ra) fue contado más tarde entre los Compañeros más eminentes. La aceptación del Islam por parte de Ikrimah (ra) fue además el cumplimiento de esa profecía que el Santo Profeta (sa) narró a sus Compañeros, pues había visto en un sueño que estaba en el Paraíso, donde vio un racimo de uvas que le pareció muy agradable. El Santo Profeta (sa) preguntó: “¿para quién es?”. Se dijo que era para Abu Yahl. Esto le desagradaba y le preocupaba mucho. El Santo Profeta (sa) dijo: “nadie entrará en el Paraíso excepto un creyente, así pues, ¿cómo puede ser esto para Abu Yahl?”. Ikrimah luego aceptó el Islam, lo que agradó al Santo Profeta (sa) e interpretó que el racimo de uvas se refería a Ikrimah.

La batalla de Tabuk tuvo lugar en Rayab, en el noveno año d.H. y también se conoce como Yaish al-Usrah, o sea, el “Ejército de las Dificultades”. Los detalles en relación con el sacrificio financiero ofrecido por Hazrat Usman (ra) son los siguientes:

El Santo Profeta (sa) hizo un llamamiento para contribuir a la preparación de esta batalla. Al enterarse de esto, Hazrat Usman (ra) presentó toda su caravana comercial de 100 camellos, incluida su litera y sillas de montar, que había sido preparada para ir a Siria. El Santo Profeta (sa) hizo otro llamamiento y nuevamente, a la luz de las provisiones requeridas para la expedición, Hazrat Usman (ra) preparó otros 100 camellos junto con sus literas y sillas de montar y se los presentó al Santo Profeta (sa). El Santo Profeta (sa) una vez más hizo otro llamamiento y Hazrat Usman (sa) por tercera vez preparó otros 100 camellos, incluida su litera y sillas de montar, y se los presentó al Santo Profeta (sa). Cuando el Santo Profeta (sa) bajó de su púlpito, dijo: “no habrá retribución por lo que haga Usman de ahora en adelante, no habrá retribución por lo que haga Usman de ahora en adelante”. Aparte de esto, Hazrat Usman (ra) presentó 200 auqiyah de oro al Santo Profeta (sa).

Según otra narración, Hazrat Usman (ra) se presentó ante el Santo Profeta (sa) y colocó 1.000 dinares en el regazo del Santo Profeta (sa). El Santo Profeta (sa) colocó sus manos en las monedas que estaban en su regazo y mientras las movía, dijo: “no habrá retribución por lo que haga Usman a partir de ahora”.

Según otra narración, Hazrat Usman (ra) presentó 10.000 dinares y el Santo Profeta (sa) oró por Hazrat Usman (ra) de la siguiente manera: “¡oh Usman, que Al’lah te conceda Su perdón por todo lo que hayas hecho de forma discreta y abierta, y por todo lo que vayas a hacer hasta el Día del Juicio! A partir de hoy, no deberás preocuparte por ninguna de tus acciones”.

Según otra narración, Hazrat Usman (ra) presentó 1.000 camellos y 70 caballos para la preparación de esta batalla.

De acuerdo con otra narración, en esta ocasión el Santo Profeta (sa) le dijo a Hazrat Usman (ra): “¡oh Usman, que Al’lah te conceda Su perdón por todo lo que hayas hecho de forma discreta y abierta, y por todo lo que vayas a hacer hasta el Día del Juicio! A partir de hoy, haga lo que haga, Al’lah no lo hará responsable”.

Según otra narración, el Santo Profeta (sa) en esta ocasión oró por Hazrat Usman (ra) de la siguiente manera: “¡oh Al’lah! Expresa Tu agrado por Usman, porque yo también estoy satisfecho con él”.

Hazrat Musleh Ma’ud (el Segundo Jalifa) dice:

“A veces, los Compañeros (ra) vendían los artículos y víveres que tenían en sus casas y cubrían los gastos de las batallas. De hecho, también encontramos ejemplos en los que vendieron todas sus propiedades y posesiones, las gastaron por el bien de los demás y las proporcionaron para todas sus necesidades. Por ejemplo, en una ocasión, el Santo Profeta (sa) salió una vez y dijo: “nuestro ejército marcha para una expedición, pero los creyentes no tienen ninguna posesión. ¿Hay alguien que quiera hacer una buena obra?”. Al escuchar esto, Hazrat Usman (ra) inmediatamente se puso de pie y todo lo que había ganado de beneficio, lo presentó al Santo Profeta (sa) para cubrir los gastos del ejército musulmán. Al observar esto, el Santo Profeta (sa) declaró: “¡Usman ha comprado el Paraíso!”.

Del mismo modo, en una ocasión se vendía un pozo de agua y, dado que los musulmanes de esa época se enfrentaban a dificultades extremas debido a la falta de agua, el Santo Profeta (sa) preguntó si había alguien que quisiera ganar una recompensa de una buena obra. Hazrat Usman (ra) dijo: “¡oh Mensajero (sa) de Al’lah! Estoy presente y a su servicio”. Después de esto, Hazrat Usman (ra) compró el pozo de agua y lo donó a los musulmanes. Una vez más, el Santo Profeta (sa) declaró: “¡Usman ha comprado el Paraíso! De manera similar, en otra ocasión el Santo Profeta (sa) usó estas mismas palabras. En resumen, hubo tres ocasiones en las que el Santo Profeta (sa) declaró que Hazrat Usman (ra) había comprado el Paraíso”.

Hazrat Musleh Ma’ud (el Segundo Jalifa) sigue diciendo:

“En numerosas ocasiones, el Santo Profeta (sa) declaró que Hazrat Usman (ra) había comprado el Paraíso y que estaba destinado a entrar en el mismo. Con motivo del Tratado de Hudaibiyah, el Santo Profeta (sa) tomó una vez más un juramento de lealtad de los Compañeros (ra), pero Hazrat Usman (ra) no estaba presente allí en ese momento. Así pues, el Santo Profeta (sa) colocó su otra mano sobre la suya y dijo: “esta es la mano de Usman y yo coloco mi mano en su nombre”. De esta manera, el Santo Profeta (sa) declaró que su mano era la mano de Hazrat Usman (ra). En otra ocasión, el Santo Profeta (sa) declaró: “¡oh Usman! Al’lah te otorgará un manto. Los hipócritas intentarán quitarte este manto, pero no lo conseguirán”.

Hazrat Musleh Ma’ud (ra) sigue escribiendo que:

“Aquí, el Santo Profeta (sa) le dijo a Hazrat Usman (ra) que no se quitara ese manto y aquellos que buscaran quitárselo serían de hecho los hipócritas”. Por tanto, de esto es evidente que aquellos que se opusieron a él eran hipócritas dado que el Santo Profeta (sa) ya había predicho sobre ellos”.  

Hazrat Jalifatul Masih III (rh) ha mencionado el sacrificio de Hazrat Usman (ra) en las siguientes palabras:

“Una vez, se necesitaban provisiones para una batalla y el Santo Profeta (sa) hizo un llamamiento ante los Compañeros (ra) para cubrir las necesidades esenciales y les instó a ofrecer sacrificios financieros. Posteriormente, Hazrat Abu Bakr (ra) trajo toda su riqueza y Hazrat ‘Umar (ra) trajo la mitad de su riqueza. Hazrat Usman (ra) comentó: “soportaré todos los gastos de 10.000 Compañeros (ra); tenga la bondad de aceptar esto de mí”. Además, donó 1.000 camellos y 70 caballos”.

¿Cuáles fueron los servicios y el estatus de Hazrat Usman (ra) durante la era del Jalifato de Hazrat Abu Bakr (ra), y cuál era su rango a los ojos de Hazrat Abu Bakr (ra)? Durante el Jalifato de Hazrat Abu Bakr (ra), Hazrat Usman (ra) se encontraba entre los Compañeros y formaba parte del cuerpo consultivo con el que Hazrat Abu Bakr (ra) buscaba consultar sobre asuntos importantes. Después de haber reprimido la rebelión de los apóstatas, Hazrat Abu Bakr (ra) decidió lanzar un ataque contra los bizantinos y decidió enviar a los muyahidines (soldados) a varios frentes. Hazrat Abu Bakr (ra) buscó la consulta de la gente sobre este asunto y sobre esto algunos de los Compañeros presentaron sus sugerencias. Cuando Hazrat Abu Bakr (ra) realizó más consultas, Hazrat Usman (ra) afirmó: “eres un benefactor de los creyentes de esta fe y muestras benevolencia hacia ellos. Por eso, todo lo que decidas que es beneficioso para la gente, debes tomar una resolución firme al respecto, porque nadie puede pensar mal de ti”. En otras palabras, Hazrat Usman (ra) declaró que nadie podía pensar mal de Hazrat Abu Bakr (ra). Ante esto, Hazrat Talha (ra), Hazrat Zubair (ra), Hazrat Sa’d (ra), Hazrat Abu Ubaidah (ra), Hazrat Said bin Zaid (ra), así como los otros miembros de los Muhayirin y Ansar que estaban presentes en esta reunión estuvieron de acuerdo con Hazrat Usman (ra) en que había dicho la verdad.

Hazrat Usman (ra) dijo además: “haz lo que consideres oportuno; no nos opondremos ni te culparemos”. Después de esto, Hazrat ‘Ali (ra) habló y luego Hazrat Abu Bakr (ra) se puso de pie entre la gente, y alabó a Dios Altísimo que es el más Digno e invocó bendiciones (Durūd) sobre el Santo Profeta (sa). A continuación, declaró: “¡oh pueblo! Dios Todopoderoso os ha concedido Sus bendiciones a través de la religión del Islam; os ha concedido el honor a través de la yihad; y a través de esta fe, os ha concedido la superioridad sobre todas las demás religiones. Así pues, ¡oh siervos de Dios! Preparad un ejército para ir a la batalla contra los bizantinos en la tierra de Siria”.

Cuando Hazrat Abu Bakr (ra) consultó a sus compañeros sobre quién debía ser nombrado gobernador de Bahrein en lugar de Awan bin Said, Hazrat Usman bin Affan (ra) dijo: “enviad a la persona que fue designada como gobernador del pueblo de Bahrein por el propio Santo Profeta (sa). Posteriormente se convirtió en el medio para que aceptaran el Islam y demostraran su obediencia; también conoce bien a su gente y la zona; es decir, Alaa bin Hadrami”. Ante esto, Hazrat Abu Bakr (ra) expresó su acuerdo con esta sugerencia y nombró a Alaa bin Hadrami como gobernador de Bahrein.

Hazrat Ibn Abbas (ra) relata que durante la era del Jalifato de Hazrat Abu Bakr (ra), hubo una sequía y la gente se presentó ante Hazrat Abu Bakr (ra) y le dijo: “no llueve desde el cielo y la tierra no produce ninguna vegetación. En consecuencia, la gente se enfrenta a dificultades extremas”. Hazrat Abu Bakr (ra) respondió: “volved y tened paciencia, Dios Todopoderoso aliviará sus preocupaciones esta misma noche”. Mientras tanto, la caravana comercial de Hazrat Usman (ra), compuesta por 100 camellos, cargados de trigo y otros víveres, llegó a Medina desde Siria. Al oír la noticia, la gente se reunió ante la puerta de Hazrat Usman (ra) y llamó a su puerta. Hazrat Usman (ra) salió y preguntó a la gente qué quería. Ellos respondieron: “usted es consciente de que estamos experimentando una sequía. No llueve desde el cielo, el suelo no produce ninguna cosecha y la gente está muy preocupada. Hemos llegado a saber que tienes grano, por lo tanto, si pudieras vendérnoslo, lo distribuiremos entre los indigentes y los pobres”. Hazrat Usman (ra) respondió: “muy bien, entrad y compradlo”. Los mercaderes entraron en su casa y vieron el grano almacenado en su interior. Hazrat Usman (ra) dijo a los mercaderes: “¿cuánto beneficio me daréis por todo este grano que he comprado a Siria?”. Expuso que había comprado las provisiones en Siria y las había transportado, por eso  ¿cuánto le darían por ello? Los comerciantes querían repartir el coste entre ellos y por eso declararon que darían 12 a cambio de 10. En otras palabras, si el coste fuera de 10 dirhams, darían 12 dirhams a cambio.

Hazrat Usman (ra) dijo: “estoy recibiendo una oferta mayor que esa”. Ellos respondieron: “ofreceremos 15 en lugar de 10. Estamos dispuestos a pagar 15 en lugar de 10”. Hazrat Usman (ra) dijo: “estoy recibiendo aún más que eso”. Los mercaderes dijeron: “¡oh Abu ‘Umar! No hay comerciantes en Medina aparte de nosotros. ¿Quién le da entonces más que esto?”. Hazrat Usman (ra) respondió: “Dios Altísimo me está dando diez dirhams a cambio de un dirham, (o sea, da diez veces a cambio de cada uno) ¿Eres capaz de darme más que eso?”. Ellos respondieron: “no, no podemos darle más que esto”. A esto Hazrat Usman (ra) dijo: “invoco a Dios como testigo de que doy este grano para los musulmanes pobres como sadaqah” (limosna); es decir, regaló todo el grano a los pobres sin recibir nada a cambio.

Por su parte, Hazrat Ibn Abbas (ra) relata: “el día en que este incidente tuvo lugar (o sea, el grano fue entregado como sadaqah) vi al Santo Profeta (sa) en un sueño e iba montado en un gran caballo no árabe. El Santo Profeta (sa) llevaba una prenda impregnada de luz espiritual; sus zapatos estaban llenos de luz y en su mano empuñaba un bastón lleno de luz. Parecía que el Santo Profeta (sa) tenía prisa. Le dije: “¡oh Mensajero de Dios (sa)! Estaba deseando verte y hablar contigo. ¿A dónde te diriges con tanta prisa? El Santo Profeta (sa) respondió: “¡oh Ibn Abbas! Usman ha presentado un sadaqah y Dios Todopoderoso lo ha aceptado y ha arreglado su matrimonio en el Cielo. También me han invitado a asistir a la boda”.

Presentaré algunos relatos con respecto al estatus y rango de Hazrat Usman (ra) durante el Jalifato de Hazrat ‘Umar (ra). Cuando Hazrat ‘Umar (ra) fue nombrado Jalifa, decidió pedir consejo a los Compañeros eminentes sobre sus estipendios del tesoro (Bait-ul-Mal). Ante esto, Hazrat Usman (ra) dijo: “haz uso de él y danos algo a nosotros también”; en otras palabras, que debería usar el dinero para satisfacer sus necesidades y además para ayudar a la gente con sus necesidades, por lo que no era necesario fijar una cantidad. Cuando el Imperio Islámico comenzó a expandirse al igual que su riqueza, Hazrat ‘Umar (ra) reunió a algunos de los Compañeros para pedir consejo sobre la riqueza. Hazrat Usman (ra) dijo: “he observado que la riqueza ha aumentado hasta una cantidad que será suficiente para la gente. Si no llevamos un registro de las personas que han recibido su parte y las que no, me temo que caeremos en grandes dificultades, pues algunas personas podrían recibirla dos veces. Por consiguiente, hay que implantar un buen sistema y llevar un registro”. Tras esto, Hazrat ‘Umar (ra) aceptó el consejo de Hazrat Usman (ra) y se llevó a cabo un censo en el que se anotaron los nombres en un registro. Después de esto, la gente comenzó a recibir oficialmente su parte.

Con respecto al Jalifato de Hazrat Usman (ra), existe una profecía del Santo Profeta (sa). Ya se ha mencionado brevemente lo de llevar una camisa y que los hipócritas se la querían quitar. Esta tradición es narrada por Hazrat Abu Bakr (ra), que un día, el Santo Profeta (sa) preguntó: “¿alguien de vosotros ha visto un sueño?”. Una persona dijo que había visto un sueño en el que una balanza descendía de los Cielos y el Santo Profeta (sa) y Hazrat Abu Bakr (ra) se pesaban el uno al otro, y el Santo Profeta (sa) era más pesado. Entonces Hazrat Abu Bakr (ra) fue pesado contra Hazrat ‘Umar (ra) y Hazrat Abu Bakr (ra) era más pesado. Entonces Hazrat ‘Umar (ra) fue pesado contra Hazrat Usman (ra) y Hazrat ‘Umar (ra) era más pesado. Luego, la balanza se elevó de nuevo hacia el Cielo. Miramos el rostro del Santo Profeta (sa) y vimos que esto le disgustaba”. El Santo Profeta (sa) no se alegró por este sueño, sino que se disgustó mucho.

Otra narración es la siguiente, Hazrat Yabir bin ‘Abdil’lah narra que el Santo Profeta (sa) dijo una vez: “esta noche a una persona justa se mostró en un sueño que Hazrat Abu Bakr (ra) se unió al Santo Profeta (sa), que Hazrat ‘Umar (ra) se unió a Hazrat Abu Bakr (ra) y que Hazrat Usman (ra) se unió a Hazrat ‘Umar (ra)”. Hazrat Yabir (ra) narra además: “cuando el Santo Profeta (sa) se levantó para partir, dijimos que la persona justa representaba al Santo Profeta (sa) y que el hecho de que algunos de ellos se unieran a otros significaba que estas personas serían los gobernantes sobre este asunto (o sea, la fe), que Al’lah Todopoderoso estableció a través de Su Profeta (sa).

Hazrat Samurah bin Yundub narra que un hombre dijo: “¡oh Mensajero de Al’lah (sa)! Vi un cubo colgando del Cielo. Hazrat Abu Bakr (ra) se acercó, sujetó ambos extremos de su mango de madera y bebió un poco de él; a continuación vino Hazrat ‘Umar (ra), que sujetó los dos extremos del mango de madera y bebió de él hasta saciarse; a continuación llegó Hazrat Usman (ra), que agarró los dos mangos y bebió hasta saciarse; después vino Hazrat ‘Ali (ra), se agarró a los dos extremos del mango, pero se esparció y un poco de agua del mismo le cayó encima”. Esto era también una indicación del orden del Jalifato. La época del Jalifato de Hazrat ‘Ali (ra) fue de desorden y agitación. Así, había una indicación sobre esto en que no fue capaz de beber de él adecuadamente.

Con respecto al comité electoral del Jalifato que se formó antes de la elección de Hazrat Usman (ra), Hazrat Miswar bin Majrama relata que cuando Hazrat ‘Umar bin Jattab (ra) se encontraba en buen estado de salud, después del ataque que sufrió, y se le pedía que nombrara un Jalifa después de él, siempre se negaba a hacerlo. No obstante, un día, Hazrat ‘Umar (ra) subió al púlpito y mencionó algunas cosas y luego dijo: “si fallezco, entonces confío vuestros asuntos a seis individuos, con los que el Santo Profeta (sa) estaba complacido en el momento de su fallecimiento. Ellos son: Hazrat ‘Ali bin Abu Talib (ra) y teniendo similitud con él, Hazrat Zubair bin Awam (ra); Hazrat ‘Abdur Rahman bin Auf (ra) y teniendo similitud con él, Hazrat Usman bin Affan (ra); Hazrat Talhah bin Ubaidul’lah (ra) y teniendo similitud con él, Hazrat Sa’d bin Malik (ra). Escuchad, porque os ordeno a todos que adoptéis la rectitud y la justicia al llevar a cabo vuestras decisiones”.

Abu Ya’far relata que Hazrat ‘Umar bin Jattab (ra) dijo a los miembros del comité electoral: “consultad entre vosotros y si vuestra decisión está igualmente dividida, volved a consultar; y si hay cuatro votos contra dos, entonces id con la mayoría”.

Zaid bin Aslam relata de su padre que Hazrat ‘Umar (ra) dijo que si había una división en los votos, es decir, tres en cada lado, entonces debían elegir y mostrar obediencia a quien Hazrat Abdur Rahman bin Auf (ra) votó.

‘Abdur Rahman bin Said afirma que cuando Hazrat ‘Umar (ra) fue herido [después del ataque contra él], dio instrucciones de que tras su fallecimiento, Hazrat Suhaib (ra) los dirigiera en la oración durante tres días; o sea, nombró a Hazrat Suhaib como el imam-ul-salat (el imam para dirigir la oración en congregación). Hazrat ‘Umar (ra) declaró entonces que, después de su fallecimiento debían consultar entre ellos para nombrar al siguiente Jalifa y encomendó este asunto a seis personas; también declaró que cualquiera que se opusiera a esto, debía ser asesinado.

Hazrat Anas bin Malik (ra) narra que poco antes de su fallecimiento, Hazrat ‘Umar (ra) envió un mensaje a Hazrat Abu Talhah (ra) diciendo: “¡oh Abu Talhah! Toma 50 hombres de entre tu tribu de los Ansar y ve a esos seis hombres que forman parte del comité electoral, y permanece allí durante tres días, hasta que nombren a alguien de entre ellos como Jalifa. ¡Oh Al’lah, Tú eres el guardián sobre ellos!”.

Ishaq bin ‘Abdil’lah relata que Hazrat Abu Talhah (ra) estuvo junto a la tumba de Hazrat ‘Umar (ra) durante un tiempo junto a sus hombres y luego se quedó con los miembros del comité electoral. Cuando los miembros del comité decidieron confiar la responsabilidad de elegir a su líder a Hazrat ‘Abdur Rahman bin Auf (ra) y declararon que él debía nombrar a quien él decidiera, Hazrat Abu Talhah (ra) junto con sus hombres montaron guardia en la casa de Hazrat ‘Abdur Rahman bin Auf (ra), hasta que la gente juró lealtad a Hazrat Usman (ra).

Hazrat Salama bin Abi Salama (ra) relata de su padre que la primera persona que juró lealtad a manos de Hazrat Usman (ra) fue Hazrat ‘Abdur Rahman bin Auf (ra) y después fue Hazrat ‘Ali (ra).

‘Umar bin Umairah, el esclavo liberado de Hazrat ‘Umar (ra) relata de su abuelo que la primera persona que juró lealtad a Hazrat Usman (ra) fue Hazrat ‘Ali (ra) y después todos los demás juraron lealtad.

En Sahih Bujari los detalles de los últimos días de Hazrat ‘Umar durante su enfermedad, sus consejos al posterior Jalifa y a los miembros del comité electoral se registran como sigue:

La gente dijo: ¡oh Líder de los Fieles! Nombra a un sucesor después de ti como parte de tu voluntad. Hazrat ‘Umar (ra) dijo: “no encuentro a nadie más adecuado para el puesto de Jalifato que las siguientes personas con las que el Santo Profeta (sa) estaba complacido antes de fallecer”. Entonces Hazrat ‘Umar (ra) mencionó los nombres de Hazrat ‘Ali (ra), Hazrat Usman (ra), Hazrat Zubair (ra), Hazrat Talhah (ra), Hazrat Sa’d (ra) y Hazrat ‘Abdur Rahman bin Auf (ra) y dijo: “Abdul’lah bin ‘Umar (ra) será un testigo ante vosotros, pero no tendrá derecho al puesto de Jalifato”. (He narrado esto anteriormente, por lo tanto solo lo mencionaré brevemente aquí). No obstante, después de que Hazrat ‘Umar (ra) falleciera y tras completar los procedimientos del entierro, las seis personas nombradas por Hazrat ‘Umar (ra) se reunieron.

Hazrat ‘Abdur Rahman bin Auf (ra) continúa:

“Seleccionad tres candidatos de entre vosotros para el Jalifato”. Hazrat Zubair (ra) dijo: “doy mi voto a Hazrat ‘Ali (ra)”. Hazrat Talhah (ra) dijo: “doy mi voto a Hazrat Usman (ra)”. Hazrat Sa’d (ra) dijo: “doy mi voto a Hazrat ‘Abdur Rahman bin Auf (ra)”.

Hazrat ‘Abdur Rahman (ra) dijo entonces a Hazrat Usman (ra) y a Hazrat ‘Ali (ra): “a quien de vosotros retire su nombre, le confiaremos esta responsabilidad y Al’lah y el Islam serán sus guardianes (es decir, se le asignará el asunto de la elección del Jalifa) y Dios Todopoderoso elegirá al que considere más digno”.  Al oír esto, los dos nobles hombres se callaron.

Hazrat ‘Abdur Rahman (ra) dijo entonces: “¿queréis dejarme este asunto a mí y pongo a Al’lah por testigo de que no elegiré sino al mejor de vosotros?”; o sea, dejaron el asunto en manos de Hazrat ‘Abdur Rahman bin Auf (ra) y pidieron que éste pasara a presidir el comité. Entonces, primero pidió a uno de ellos que se convirtiera en el presidente del comité, pero ninguno de los dos aceptó. Como resultado, Hazrat ‘Abdur Rahman (ra), retiró su nombre de este asunto y asumió la presidencia del comité. Sin embargo, dijo que su decisión se basaría en la justicia y que Al’lah sería su guardián.

Ambos estuvieron de acuerdo. A continuación, Hazrat ‘Abdur Rahman (ra) tomó la mano de uno de ellos y le dijo: “tú estás emparentado con el Mensajero de Al’lah (sa) y tienes un estatus elevado dentro del Islam, del que eres consciente. Al’lah es tu guardián, si te elijo como nuestro líder, ¿harás justicia? Y si elijo a Usman (ra) como nuestro líder, ¿le escucharás y le obedecerás?”. Es decir, Hazrat ‘Abdur Rahman (ra) tomó la mano de Hazrat ‘Ali (ra) primero y luego Hazrat ‘Abdur Rahman (ra) llevó a un sitio apartado [esta vez fue Hazrat Usman (ra)] y le aconsejó de manera similar. Cuando Hazrat ‘Abdur Rahman (ra) bin Auf consiguió este pacto de ambos, dijo: “¡oh Usman (ra), extiende tu mano!”. Él [es decir, Hazrat ‘Abdur Rahman (ra)] tomó entonces el juramento de lealtad, seguido por Hazrat ‘Ali (ra) y los miembros allí presentes también se acercaron e hicieron la promesa de lealtad a Hazrat Usman (ra).

Con respecto al fallecimiento de Hazrat ‘Umar (ra) y la elección de Hazrat Usman (ra) como Jalifa, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) afirma:

“Cuando Hazrat ‘Umar (ra) fue herido y se dio cuenta de que su fallecimiento era inminente, nombró a seis personas y les aconsejó que eligieran al Jalifa de entre ellos, entre los que estaban Hazrat Usman (ra), Hazrat ‘Ali (ra), Hazrat ‘Abdur Rahman bin Auf (ra), Hazrat Sa’d bin Abi Waqaas (ra) , Hazrat Zubair (ra) y Hazrat Talhah (ra). Además de ellos, incluyó a Hazrat ‘Abdul’lah bin ‘Umar (ra) como consejero, pero no lo declaró con derecho al Jalifato. Además advirtió que estas personas debían dar su veredicto en un plazo de tres días y que Suhaib (ra) debía dirigir la oración durante ese periodo de tiempo. Nombró a Miqdad bin Al-Aswad (ra) para que supervisara el proceso de consulta y elección, y le ordenó que reuniera al colegio electoral en algún lugar y lo custodiara espada en mano en la puerta. Finalmente, dijo que el pueblo debía jurar lealtad a la persona elegida por la mayoría de los votos y si alguien se negaba a hacerlo, debía ser asesinado. Si hubiera tres votos en cada lado, entonces Hazrat ‘Abdul’lah bin ‘Umar (ra) recomendaría quién debería ser el Jalifa. Si los miembros del colegio electoral no estaban de acuerdo con la decisión de ‘Abdul’lah bin ‘Umar (ra), entonces la persona favorecida por ‘Abdur Rahman bin Auf (ra) debía ser nombrada como Jalifa.

Estos cinco Compañeros discutieron este asunto, ya que Talhah (ra) no estaba en Medina en ese momento, pero no pudieron llegar a ninguna conclusión. Después de una larga discusión, Hazrat ‘Abdur Rahman bin Auf (ra) preguntó si alguien quería retirar su nombre, pero todos permanecieron en silencio. Ante esto, Hazrat ‘Abdur Rahman bin Auf (ra) retiró su nombre, luego Hazrat Usman (ra) retiró su nombre y luego otros dos hicieron lo mismo. Hazrat ‘Ali (ra) permaneció callado, pero luego tomó la promesa de Hazrat ‘Abdur Rahman bin Auf (ra) de que él, es decir, Hazrat ‘Abdur Rahman (ra) sería completamente imparcial, y le confió la responsabilidad de tomar la decisión. Durante tres días, Hazrat ‘Abdur Rahman bin Auf (ra) visitó todas las casas de Medina, para obtener la opinión de todos los hombres y mujeres con respecto a quién creían que debía ser elegido como Jalifa. Todos ellos expresaron su acuerdo con el Jalifato de Hazrat Usman (ra). Así, dio su veredicto a favor de Hazrat Usman (ra) y éste se convirtió en el Jalifa”.

Al’lamah Ibn Sa’d escribe:

“El juramento de lealtad a Hazrat Usman (ra) tuvo lugar el lunes 29 de Zul Hiyah, 23 d.H. Azaal bin Sabrah relata que cuando Hazrat Usman (ra) se convirtió en Jalifa, Hazrat ‘Abdul’lah bin Masud (ra) declaró: “entre los que quedan de nosotros, hemos elegido a la mejor persona y hemos llevado a cabo esta elección con la mayor diligencia”.

Hay una narración sobre el primer discurso pronunciado por Hazrat Usman (ra) al ser elegido Jalifa. Ismail bin Ibrahim bin ‘Abdir Rahman bin ‘Abdil’lah bin Abi Rabiyah Majzumi relata de su padre que cuando realizaron el Bai’at de manos de Hazrat Usman (ra), éste se presentó ante la gente y pronunció un discurso. Después de alabar y glorificar a Dios Altísimo, Hazrat Usman (ra) dijo: “¡oh gente! Hacer algo por primera vez puede ser difícil, (quería decir que puede ser un reto cuando se hace algo por primera vez). Habrá muchos días después de este. Si sigo vivo, Dios mediante, daré un discurso más completo ante vosotros”.

En otras palabras, en ese momento sólo pronunció un breve discurso, pero afirmó que en los próximos días pronunciaría un discurso más completo. Hazrat Usman (ra) dijo además: “no soy un orador, pero Dios Todopoderoso me enseñará”; en otras palabras, Dios le enseñaría a pronunciar un discurso.

Badr bin Usman relata de su tío que cuando los miembros del comité electoral realizaron su juramento de iniciación con Hazrat Usman (ra), la persona más conmovida de todas era él.  Hazrat Usman (ra) luego se puso de pie ante el púlpito del Santo Profeta (sa) y dio un discurso. Hazrat Usman (ra) alabó y glorificó a Dios Altísimo e invocó bendiciones (Durūd) sobre el Santo Profeta (sa). Luego, Hazrat Usman (ra) dijo: “ciertamente, vivís en una morada que tendréis que abandonar un día (se refería a la vida en este mundo). Os encontráis en una etapa avanzada de vuestras vidas, por lo tanto, realizad tantas acciones virtuosas como podáis antes de fallecer. Ciertamente, la muerte es inminente y este enemigo (o sea, la muerte) puede atacaros en cualquier momento del día o de la noche. ¡Escuchad! La vida de este mundo está llena de engaños y deshonestidad, por consiguiente, no permitáis que la vida de este mundo os engañe, ni que las estratagemas de satanás os engañen en todo lo concerniente a Dios. Prestad atención al comportamiento de aquellos que han vivido antes que vosotros. Esforzaros al máximo y no os volváis negligentes porque Al’lah no es negligente con lo que hacéis. ¿Dónde está la gente mundana y sus hermanos que cavaban y poblaban la tierra, y permanecieron en ella durante un largo periodo de tiempo? ¿Acaso Dios no los expulsó de la misma? Por tanto, desterrad este mundo como Dios lo ha desterrado y buscad el Más Allá, buscad el Más Allá, porque Al’lah explica la importancia de este mundo comparándolo con algo excelente cuando dice: (estos son versículos de Surah Al-Kahf) “Preséntales el ejemplo de la vida de este mundo: es como el agua que enviamos del cielo, la vegetación de la tierra se mezcla con ella y después se convierte en hierba seca rota en trozos que desparraman los vientos; y Al’lah tiene poder sobre todas las cosas”. La riqueza y los hijos son un adorno de la vida de este mundo. Pero las obras buenas y duraderas son mejores a la vista de Tu Señor en relación a las recompensas inmediatas y mejor aún en relación a la esperanza futura”. A continuación, la gente se abalanzó para jurarle lealtad.

Ahora voy a mencionar las conquistas que hubo durante el Jalifato de Hazrat Usman (ra). Durante el Jalifato de Hazrat Usman, Dios Todopoderoso concedió la victoria a los musulmanes en las siguientes áreas: la conquista de Afriqiya, es decir, las regiones de Argelia y Marruecos; la conquista de Al-Andalus, España en el 27 d.H.; la conquista de Chipre en el 28 d.H., la conquista de Tabaristan en el 30 d.H., la conquista de Al-Sawari (batalla de los mástiles), la conquista de Armenia, la conquista de Jorasan en el 31 d.H., expediciones hacia los territorios bizantinos, la conquista de Merv, Rusia, Taloqan, Jaryab, Guzgan, Tojaristan, la expedición de Balkrad en el 32 d.H. Además de esto se menciona que el Islam entró en la India durante el gobierno de Hazrat Usman (ra). Voy a relatar algunos detalles relacionados con estas expediciones y conquistas:

En el 27 d.H., Hazrat Usman (ra) envió un ejército de 10.000 personas bajo el liderazgo de ‘Abdul’lah bin Abi Sarh a Afriqiya, que es la región que corresponde con la zona actual de Marruecos y Argelia, etc. Al’lah concedió la victoria a los musulmanes.

Respecto a Al-Andalus, España en el 27 d.H., desde Afriqiya, Hazrat Usman (ra) ordenó a ‘Abdul’lah bin Nafi Husain Fihri y ‘Abdul’lah bin Nafi bin Abd Qais Fihri avanzar hacia Al-Andalus. Marcharon hacia allí y Dios Altísimo les concedió la victoria.

La conquista de Chipre tuvo lugar en el año 28 d.H. Según una narración de Abu Mahshar, Chipre fue conquistada  en el 33 d.H. Según algunas narraciones fue conquistada en el 27 d.H. Según los relatos históricos de Tabari y Al Badaya wa Al Nahaya, esta conquista tuvo lugar, según los registros, en el 28 d.H. En esta batalla, Hazrat Abu Dharr Ghaffari (ra), Hazrat Abadah bin Samit (ra) y su mujer Hazrat Umm Haram bint Milhan (ra), Hazrat Miqdad (ra), Hazrat Abu Darda (ra) y Hazrat Shaddad bin Auf (ra) estaban todos presentes. Chipre es una isla independiente situada al oeste de Siria. Tiene una gran abundancia de huertas y minas. Chipre fue conquistada por Amir Muawiyah (ra) con el permiso y según las órdenes de Hazrat Usman (ra). En esta expedición Hazrat Umm Haram bint Milhan (ra) también estaba presente. El Santo Profeta (sa) le había informado acerca de su martirio. Al regreso del viaje, le trajeron una montura y cuando iba a subirse, se cayó y se rompió el cuello, debido a lo cual obtuvo el martirio.

Hay más relatos pendientes que relataré, si Dios quiere, en los siguientes sermones. Voy a volver a recordar la necesidad de continuar realizando oraciones para los áhmadis en Pakistán, que Dios Todopoderoso mejore su situación.  Que Dios Altísimo permita a los áhmadis que viven en Pakistán ofrecer súplicas, producir una reforma en su interior y fortalecer su relación con Él. Que Al’lah elimine con rapidez estos tiempos difíciles y traiga prosperidad. Que podamos ver que los áhmadis allí obtienen la libertad completa para poder realizar sus obligaciones religiosas.

Resumen

Después de recitar el Tashahhud, el Ta’awwuz y el Surah al-Fatiha, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba) dijo que continuaría relatando incidentes de la vida de Hazrat Uthman (ra).

Su Santidad (aba) dijo que otra batalla fue la de Dhatur-Riqa. Está registrado que cuando el Santo Profeta (sa) partió para esta batalla, nombró a Hazrat Uthman (ra) como Amir de Medina en su lugar.

Incidente durante la Conquista de la Meca

Su Santidad (aba) dijo que en la ocasión de la Conquista de La Meca, el Santo Profeta (sa) perdonó a todos, excepto a cuatro personas. Uno de ellos fue Ikrimah bin Abi Jahl, que huyó antes de que pudiera ser capturado por los musulmanes, sin embargo, más tarde regresó y aceptó al Santo Profeta (sa). Había otra persona llamada Abdul’lah bin Abi Sarh que se había escondido. Cuando el Santo Profeta (sa) estaba aceptando el juramento de lealtad de la gente, Abdul’lah salió y Hazrat Uthman (ra) le pidió al Santo Profeta (sa) en su nombre que lo perdonara y aceptara su juramento de lealtad. Inicialmente, el Santo Profeta (sa) se negó, pero luego accedió y aceptó su juramento de lealtad. Con respecto a este incidente, Su Santidad (aba) dijo que hay una narración en la que se afirma que el Santo Profeta (sa) más tarde preguntó por qué sus compañeros no habían matado a Abdul’lah bin Abi Sarh cuando inicialmente se había negado a aceptar su juramento de lealtad. Sin embargo, en base a otras narraciones y comentarios, Su Santidad (aba) dijo que está probado que el Santo Profeta (sa) de hecho nunca dijo esto.

La aceptación del Islam por parte de Hazrat Ikrimah (ra)

Su Santidad (aba) también relató el incidente de la aceptación del Islam por parte de Ikrimah bin Abi Jahl según los relatos históricos. Está registrado que Ikrimah huyó hacia el océano y su esposa fue tras él. Estaba a punto de subir a un barco, o ya lo había hecho, cuando su esposa se acercó a él y le dijo que había buscado seguridad para él, y que debía regresar y aceptar el Islam. Por lo tanto, Ikrimah regresó a La Meca, fue a ver al Santo Profeta (sa) y aceptó el Islam. Después de esto, el Santo Profeta (sa) le dijo a Ikrimah que le concedería lo que quisiera. Ikrimah pidió que el Santo Profeta (sa) rezara para que Ikrimah fuera perdonado por toda la enemistad que había mantenido contra él.

El hecho de que Hazrat Ikrimah (ra) aceptara el Islam fue también el cumplimiento de una profecía, que el Santo Profeta (sa) vio en un sueño. Una vez vio que estaba en un hermoso jardín donde vio una rama cargada de dátiles. El Santo Profeta (sa) preguntó para quién era, y le dijeron que era para Abu Jahl. Al principio esto preocupó al Santo Profeta (sa) ya que dijo que los jardines sólo se prometen para los creyentes. Sin embargo, más tarde, cuando Hazrat Ikrimah bin Abi Jahl (ra) aceptó el Islam, el Santo Profeta (sa) entendió que ese sueño se refería a él.

Gran sacrificio de Hazrat Uthman durante la batalla de Tabuk

Su Santidad (aba) dijo que en el momento de la batalla de Tabuk, Hazrat Uthman (ra) realizó grandes servicios. El Santo Profeta (sa) hizo un llamamiento a la ayuda financiera para la preparación de la batalla. Cuando el Santo Profeta (sa) hizo este llamamiento, Hazrat Uthman (ra) presentó cien camellos. Entonces el Santo Profeta (sa) hizo otro llamamiento, tras el cual Hazrat Uthman presentó otros cien camellos. El Santo Profeta (sa) hizo entonces un tercer llamamiento, tras el cual Hazrat Uthman (ra) presentó otros cien camellos. También está registrado que Hazrat Uthman (ra) presentó diez mil dinares al Santo Profeta (sa) también. Después de esto, el Santo Profeta (sa) rezó por él y dijo que todo lo que Hazrat Uthman (ra) hiciera a partir de ese momento, sería perdonado. Está registrado que el Santo Profeta (sa) rezó para que Dios se complaciera con Hazrat Uthman (ra) como se complació con él. Su Santidad (aba) presentó algunas narraciones más respecto a todas las cosas que Hazrat Uthman (ra) presentó para la preparación de esta batalla.

Su Santidad (aba) dijo que también está registrado que el Santo Profeta (sa) dijo que Hazrat Uthman (ra) había comprado un pedazo del cielo. De hecho, está registrado que el Santo Profeta (sa) le dijo esto a Hazrat Uthman (ra) en varias ocasiones.

Profecía sobre el califato de Hazrat Uthman (ra)

Su Santidad (aba) dijo que el Santo Profeta (sa) también le dijo a Hazrat Uthman (ra) que se le daría un manto para que se lo pusiera, pero habría quienes le dirían que se lo quitara. Pero todos aquellos que le dijeran que se lo quitara serían hipócritas. Su Santidad (aba) dijo que, por lo tanto, se predijo que aquellos que más tarde se opondrían y levantarían el desorden contra Hazrat Uthman (ra) eran hipócritas.

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Abu Bakr (ra) tenía a Hazrat Uthman (ra) en alta estima. Confiaba mucho en él, y a menudo le consultaba en asuntos importantes y encontraba que sus consejos estaban llenos de sabiduría.Los sacrificios de Hazrat Uthman (ra) fueron aceptados en los cielos

Su Santidad (aba) dijo que una vez, durante el Califato de Hazrat Abu Bakr (ra), hubo una sequía. Un día, cuando la gente fue a ver a Hazrat Abu Bakr (ra), él les dijo que no se preocuparan, y que encontrarían alivio esa noche. Ese mismo día, Hazrat Uthman (ra) regresó con su caravana comercial desde Siria, llevando trigo y granos. A su regreso, la gente fue a su casa y le pidió que vendiera el trigo y los granos que había traído, para poder distribuirlos entre los pobres. Hazrat Uthman (ra) preguntó cuánto beneficio le darían. Le dijeron que le darían uno o dos dirhams más que el coste real. Hazrat Uthman (ra) dijo que había alguien que le ofrecía más. Preguntaron quién le ofrecía un precio mayor, a lo que Hazrat Uthman respondió que Dios le ofrecía más. Entonces les dio trigo y granos como limosna para que lo distribuyeran entre los pobres.

Su Santidad (aba) dijo que más tarde esa noche Hazrat Ibn Abbas (ra) vio al Santo Profeta (sa) en un sueño. Vió que tenía mucha prisa. Hazrat Ibn Abbas (ra) le preguntó por qué tenía prisa. En el sueño, el Santo Profeta (sa) respondió que Hazrat Uthman (ra) había dado limosna, y esto fue aceptado por los cielos, y Dios había establecido su matrimonio en el cielo y todos habían sido invitados.

Elección de Hazrat Uthman (ra) como Califa

Su Santidad (aba) dijo que después de que Hazrat Umar (ra) fuera atacado, la gente solía pedirle que nombrara un Califa después de él, sin embargo, no lo hizo. En su lugar, un día anunció que si él moría, debería haber seis personas que eligieran al siguiente Califa. Así, nombró a personas con las que el Santo Profeta (sa) había estado complacido; Ali bin Abi Talib (ra), Zubair bin Awwam (ra), Abdur Rahman bin Auf (ra), Uthman bin Affan (ra), Talha bin Ubaidil’lah (ra), Sa’d bin Abi Waqqas (ra). Hazrat Umar (ra) también señaló cómo debía llevarse a cabo la elección. Su Santidad (aba) luego detalló la elección de Hazrat Uthman (ra) como el próximo Califa. Su Santidad (aba) también leyó el primer discurso pronunciado por Hazrat Uthman (ra) como Califa.

Su Santidad (aba) dijo que seguiría relatando los incidentes de la vida de Hazrat Uthman (ra) en el futuro.Llamamiento a las oraciones

Su Santidad (aba) volvió a hacer un llamamiento a la oración por todos los ahmadíes que residen en Pakistán, para que Al’lah alivie su situación y convierta estos días oscuros en luz.

Resumen preparado por The Review of Religions

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