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Muhammad (lpD), una breve biografía
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Resumen del libro
Mohammad (l.p.b.D) nació en el año 570 d.C. en la Meca, Arabia, y quedó huérfano a una edad muy temprana. Alcanzó la madurez haciendo gala de tal veracidad, integridad y piedad, que fue conocido en su tierra como el honesto y el sincero (Al Amin). Cuando a la edad de cuarenta años fue nombrado Profeta de Al-lah, consagró inmediatamente su vida al servicio de Dios y a la predicación universal del Islam.
Tras padecer trece años de sufrimiento inimaginable en manos de los enemigos de la nueva religión, el Profeta y sus seguidores abandonaron la Meca. Bajo revelación divina, emigró a Medina, donde fue establecida la primera comunidad musulmana (Umma). Durante los diez años posteriores los enemigos del Santo Profeta (l.p.b.D) prosiguieron en su intento de extirpar la nueva fe y a sus seguidores, pero sin éxito alguno.
El Islam se extendió rápidamente, y cuando el Santo Profeta (l.p.b.D) regresó a la Meca, diez años después de su emigración, lo hizo triunfante con diez mil seguidores. Mohammad (l.p.b.D) perdonó a cuantos se le opusieron y continuó con la propagación de las enseñanzas del Islam. En el año 632 d.C., tras su muerte en Medina, el Islam ya se había extendido por toda Arabia.
El Santo Profeta (l.p.b.D) dejó dos legados para la humanidad: el Santo Corán, a través de cuyas enseñanzas se estableció la religión del Islam, y su propia vida, que constituye un modelo perfecto para quienes buscan la comunión con Su Creador.
Reflejó a la perfección cada una de las diversas etapas de la vida del hombre: fue un modelo ejemplar para jóvenes y ancianos, padres e hijos; amigos, parientes y vecinos; para el gobernante y el ciudadano y para dignatarios y santos. Los seguidores de otros profetas consideran a sus profetas modelos ejemplares, pero sólo el Santo Profeta (la paz y bendiciones de Dios sean con él) proclamó ser un ejemplo para toda la humanidad. Sólo a él alude una proclamación divina en este sentido. Dios dice en el Santo Corán:
“En verdad, tenéis en el Profeta de Al-lah un dechado de virtudes, para quien teme a Al-lah y al Último Día y se acuerda mucho de Al-lah”. (33:22)