¿Son las mujeres inferiores a los hombres en el islam?
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

¿Son las mujeres inferiores a los hombres en el islam?

Según el islam, las mujeres no son consideradas inferiores a los hombres. Los hombres y las mujeres tienen derechos similares y en algunas áreas las mujeres realmente disfrutan de ciertos privilegios que los hombres no tienen. En cuanto a la propiedad, el matrimonio y el divorcio las mujeres tienen derecho a todo ello y, de hecho, en cada asunto se las tiene en consideración. Ciertamente, el islam otorgó a las mujeres derechos sin paralelo en la historia de las mujeres.

Al-lah ha declarado en el Sagrado Corán que Él ha creado a hombres y mujeres como seres iguales.

“Él os creó de un solo ser; y a partir de él creó a su compañera.” (Ch 39: V.7)

También hay un hadiz del Santo Profeta (sa) que dice:

“Una persona que ha sido bendecida con una hija o hijas y no hace ninguna discriminación entre ellas y sus hijos y las educa con amabilidad y afecto, estará tan cerca de mí en el Paraíso como el dedo índice y el dedo anular lo están entre sí.” (Muslim II, Sección Beneficencia).

Lo anterior elimina cualquier concepto de inferioridad en el islam dirigido a las mujeres. Además, hay muchas referencias en el Sagrado Corán que se refieren a las diversas esferas de la vida donde el estatus de la mujer ha sido elevado.

En resumen, el islam es la única religión que otorga a las mujeres el derecho a la educación, el derecho a la propiedad, el derecho de herencia y la libertad de matrimonio y divorcio. Las mujeres en Europa y en EE.UU. no han podido disfrutar de estos derechos hasta muchos siglos más tarde.

Estado espiritual

El Sagrado Corán proclama repetidamente la igualdad espiritual de hombres y mujeres:

“Pero quien hace buenas obras, sea hombre o mujer, y es creyente, entrará en el Cielo.” (Ch.4: V.125)

“En verdad, los hombres que se someten a Dios y las mujeres que se someten a Él, los hombres y mujeres que creen, los hombres y mujeres obedientes, los hombres y mujeres veraces, los hombres y mujeres perseverantes en su fe, los hombres y mujeres humildes, los hombres y mujeres que dan limosnas, que ayunan, que guardan su castidad, los hombres que recuerdan mucho a Al‑lah y las mujeres que Lo recuer­dan mucho: para todos ellos Al‑lah ha preparado Su perdón y una magnífica recompensa.” (Ch.33: V.36)

El Sagrado Corán es único entre todas las escrituras. Enfatiza repetidamente esta igualdad dirigiéndose a hombres y mujeres en sus versículos.

El islam enseña que tanto los hombres como las mujeres son iguales ante los ojos de Dios. Al-lah declara en el Sagrado Corán:

“Piensa en el día en que verás a los hombres creyentes y a las mujeres creyentes con su luz corriendo ante ellos y a su mano derecha, y se les dirá: ‘¡Hay buenas noticias en este día para vosotros! Unos Jardines por los que corren ríos, en los que habitaréis. Ése es el triunfo supremo.’” (Cap. 57: V.13)

“A quien actúa con justicia, sea hombre o mujer, y sea creyente, le concederemos en verdad una vida pura; y ciertamente le daremos su recompensa de acuerdo con lo mejor de sus obras.” (Ch.16: V.98)

Esto deja claro que el islam considera por igual a hombres y mujeres.

Estatus intelectual

En el plano intelectual, el islam subraya que la educación es igualmente importante para hombres y mujeres. El Santo Profeta (sa) dijo:

“Es deber de cada musulmán y de cada musulmana adquirir conocimiento” (Ibne Majah)

El islam otorgó a las mujeres el derecho a la educación desde hace más de 1500 años. En contraste, no fue hasta 1886 que a las mujeres se les permitió realizar exámenes en la Universidad de Cambridge y no fue hasta 1948 cuando la universidad les otorgó títulos académicos. Las mujeres fueron admitidas por primera vez en la Universidad de Oxford en 1920.

Estatus económico

En el frente económico, el islam da derecho a las mujeres a poseer dinero, propiedades y otros activos. (Ch.4: V.33 – … Los hombres tendrán su parte de lo que han ganado, y las mujeres una parte de lo que han ganado …). Tras el matrimonio, el marido debe dar a su esposa una dote que luego se convierte en su propiedad exclusiva. Una mujer puede trabajar para obtener ganancias económicas, sin ninguna obligación por su parte de contribuir a los gastos del hogar. El islam también le otorga derechos de herencia, instruyendo que es obligatorio que una mujer reciba su parte correspondiente.

En términos de herencia, el Corán afirma que,

“A los hombres les corresponde una parte de lo que dejan sus padres y parientes cercanos; a las mujeres les corresponde también una parte de lo que dejan sus padres y parientes cercanos, sea poco o mucho: una parte determinada.” (Ch.4: V.8)

En Inglaterra, las mujeres no podían poseer sus propios bienes hasta 1882 (cualquier propiedad que una mujer tenía se convertiría automáticamente en propiedad de su marido). El islam, por otro lado, siempre ha otorgado a las mujeres derechos económicos que incluyen: propiedad de bienes y propiedades, las ganancias del trabajo y derechos de herencia. Es interesante contrastar esto con el hecho de que las viudas en Inglaterra obtuvieron el derecho de heredar las propiedades de su esposo después de 1890, un derecho que el islam había otorgado a las mujeres más de doce siglos antes.

Estatus social

El islam elevó el estatus social de las mujeres garantizando que sus esposos, hijos y padres las traten con respeto.

El esposo y la esposa juegan el mismo papel a la hora de brindarse apoyo, comodidad y protección mutua, ajustándose entre sí como una prenda que se adapta al cuerpo.

“Ellas son una vestidura para vosotros y vosotros una vestidura para ellas.” (Cap. 2: 188)

El Santo Profeta (sa) ha dicho:

“El mejor entre vosotros es el mejor en su trato hacia su esposa.” (Abu Daud)

Las mujeres también tienen los mismos derechos en el matrimonio y en el divorcio.

Como madre, se pone énfasis en dar plena consideración y respeto a sus necesidades y deseos. El Santo Profeta (sa) ha dicho:

“El paraíso está bajo los pies de vuestras madres.” (Nisai)

Los hombres y las mujeres no son lo mismo.

Si bien no se discute la igualdad entre hombres y mujeres, es importante tener en cuenta que, de acuerdo con el islam, los hombres y las mujeres se han creado en diferentes formas para propósitos diferentes pero complementarios. Esto enfatiza una diferencia en el rol y la naturaleza, pero no una diferencia en el estado (como se ilustra arriba).

En una ocasión, el Santo Profeta (sa) explicó que la mujer es por naturaleza como el hueso de la costilla (Bujari), es decir, no se puede forzar para que adopte una forma distinta a la que tiene. Esto significa que su función en un contexto genérico se basa en las propias cualidades que la diferencian de los hombres y sería incoherente por parte del hombre tratar de forzarla a hacerlo a la manera de ellos.

Su encanto reside en ser ella misma y no en convertirse en una imagen del hombre.

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