¿Qué es un Mesías? ¿Por qué Jesús era un Mesías?
De la Biblia se conoce que, en la época anterior a Jesucristo, se permitió a los judíos utilizar la fuerza para defenderse y tomar represalias para salvaguardar sus derechos. No obstante, con el paso del tiempo, la gente utilizó este permiso para cometer atrocidades unos contra otros y se perdió el auténtico propósito y significado de la fe judía.
El mundo pensó que toda la población judía se había convertido en agresora, incluidos sus profetas, y el Mesías vino para rectificar esta confusión.
A pesar de que la Torá aún concedía estos derechos a sus seguidores, Jesús enseñó que, por el bien de la religión, por la defensa de la Torá y por Moisés, debemos estar dispuestos a sacrificarnos y no recurrir a la violencia. De esta manera, una completa revolución tuvo lugar en el judaísmo. Se permitió que los oponentes recurrieran a la agresión y a la violencia, y la gente piadosa quedó completamente desarmada y su vida se basó en los sacrificios y la humildad. Este es el concepto de Mesías.
Sin embargo, la historia es testigo de que estas personas indefensas, sin aparentes medios para lograr la victoria, acabó venciendo contra los más poderosos. Este es el concepto de Mesías.
Exactamente el mismo fenómeno se ha repetido en tiempos recientes, Muhammad (sa) fue un profeta portador de una ley divina, igual que Moisés. Tal afirmación se establece en el Corán, y también hay versículos en la Biblia que lo sugieren.
El Profeta Muhammad (sa) obtuvo permiso para defenderse de las atrocidades que se cometieron contra él y sus seguidores, para garantizar la libertad de credo.
Cuando comenzó a defenderse, los oponentes comenzaron a alegar que, al igual que con Moisés, el islam era una religión violenta y que su rápido crecimiento se debió únicamente a la espada, no a su mensaje.
Por ello, igual que el primer Mesías (Jesús) reivindicó la validez de los profetas anteriores a él, igualmente, es razonable pensar que un Mesías produzca la misma revolución en la época actual y consiga salir victorioso renunciando a cualquier tipo de violencia.
La persecución que padezcan, les hará más fuertes. Este es el fenómeno que hoy en día se está repitiendo en la Comunidad Musulmana Ahmadía.
