El Cumplimiento del Compromiso del Waqf
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Discurso De Hazrat Khalifatul Masih V (Aba) En La Sesión Final De La Reunión Nacional De Waqf-E-Nau Del Reino Unido 2019 El 7 De Abril De 2019

El 7 de abril de 2019, Hazrat Mirza Masrur Ahmad, Khalifatul Masih V (aba) dirigió la sesión final del Ijtema Nacional de Waqf-e-Nau del Reino Unido. El acto tuvo lugar en la mezquita Baitul Futuh, en Londres, en el que participaron más de 1700 personas, incluyendo aproximadamente 1400 miembros del esquema Waqf-e-Nau. Se presenta a continuación la transcripción oficial del discurso pronunciado por Hazur-e-Anwar en esta ocasión.

Tras recitar el Tashahhud, Ta’awwuz y Surah Al-Fatihah, Hazrat Khalifatul Masih V (aba) dijo:

“Con la gracia de Al-lah, el número de padres áhmadis que consagran la vida de sus hijos por su fe sigue en aumento y como resultado miles de niños nacen cada año dentro del esquema de Waqf-e-Nau. Vosotros también formáis parte de tales personas afortunadas cuyos padres, antes de vuestro nacimiento, comprometieron vuestras vidas por la causa del islam, y ahora muchos de vosotros habéis alcanzado la edad madura.

Algunos continúan en la escuela y otros muchos han completado la educación superior. Tras completarla, algunos de vosotros trabajáis ahora para la Comunidad a tiempo completo como Waqf-e-Zindigi, mientras que un número considerable de vosotros se han convertido en misioneros tras completar los estudios y formación en Yamia Ahmadía. Hay otros que, con el permiso de la Yamaat, están ejerciendo diversas profesiones. Sin embargo, es de vital importancia que aquellos que trabajan en privado dediquen la mayor parte del tiempo posible al servicio de la religión y tengan siempre presente que son Waqf-e-Nau.

En primer lugar, cada miembro del sistema Waqf-e-Nau debe entender que su consagración solamente resultará beneficiosa y tendrá un valor real de haber establecido una conexión sincera con Al-lah el Todopoderoso. Y la principal forma de establecer una relación con Al-lah el Todopoderoso es a través del culto a Dios y de la oración. Por lo tanto, en cualquier caso, debéis mostrar regularidad en la observancia de las cinco oraciones diarias con un espíritu de sinceridad y devoción a Al-lah el Todopoderoso.

Además, cada hombre áhmadi musulmán tiene la obligación religiosa de ofrecer las oraciones en congregación. Por lo tanto, aquellos de vosotros que vivan a una distancia razonable de una mezquita o un centro de oración deberán hacer todo lo posible por participar en las oraciones congregacionales. La oración en congregación deberá ser una característica diaria y primordial de vuestras vidas.

Como ya he mencionado, muchos Waqf-e-Nau han alcanzado la edad de la madurez y comprensión y otros muchos han llegado a la edad adulta. Sin embargo, dejando de lado la observancia de las cinco oraciones diarias en congregación, hay algunos que, al preguntárseles, admiten que ni siquiera ofrecen las cinco oraciones diarias con regularidad. ¿Cuál es entonces el propósito y el beneficio de tal Waqf?

Por un lado, han dedicado sus vidas a la causa de Al-lah el Todopoderoso. Sin embargo, por otro lado, siguen mostrando negligencia hacia esa parte de su religión, el culto a Al-lah, que, después de la declaración de fe, es la obligación fundamental más importante para cualquier musulmán.

Por lo tanto, recordad que vuestra promesa de consagrar vuestras vidas solo tendrá valor y resultará útil si obráis conforme a los mandamientos de Dios el Todopoderoso y permanecéis fiel a Él en todo momento. De no cumplir con el deber básico de adorar a Al-lah, ¿cómo será posible establecer una relación de fidelidad y sinceridad con Él?

Así pues, si queréis demostrar que no sois Waqf-e-Nau meramente de nombre, y que habéis entregado realmente vuestras vidas por el islam y estáis decididos a cumplir la promesa realizada por vuestros padres, debéis dar prioridad a este aspecto indispensable de vuestra fe. Debéis elevar vuestros niveles de adoración y aseguraros de que no pase un día en el que no hayáis cumplido con la obligación principal de ofrecer las cinco oraciones diarias. Debe quedar claro que de incumplir esto, vuestro Waqf será en vano y carecerá de sentido.

Además, como miembros de Waqf-e-Nau, es fundamental que intentéis en lo posible cumplir los demás mandamientos de Al-lah el Todopoderoso y en cumplir con los derechos de los demás. Los estándares de un Waqf-e-Nau, ya sea con respecto al cumplimiento del Haquq Al-lah (los derechos de Al-lah) o bien al cumplimiento del Haququl Abad (los derechos de la creación de Al-lah) deberán superar con creces a los de los demás.

En resumen, nunca debéis sentiros satisfechos por el mero hecho de que vuestro nombre está incluido en la lista de los Waqf-e-Nau. Más bien, debéis comprender la escala de vuestras responsabilidades y vuestra permanente obligación hacia vuestra fe. En todo momento, es vuestro deber mejorar vuestros estándares morales y aumentar vuestro conocimiento religioso. No olvidéis nunca que vuestros padres consagraron vuestras vidas por la causa de vuestra religión y oraron por vosotros.

En este sentido, es importante recordar a todos los padres de los niños Waqf-e-Nau que desde el momento en que dedican la vida de sus hijos por nacer por la causa de la Comunidad, deben orar fervientemente para que Al-lah el Todopoderoso ayude a su hijo a cumplir con los requerimientos del waqf. De manera similar, los padres también deberán prestar mucha atención a la formación moral y religiosa de sus hijos y orientarlos sobre el modo de cumplir con su Waqf.

Ahora, después de dirigirme brevemente a los padres, me dirijo de nuevo a los Waqifin-e-Nau. Todos vosotros debéis comprender vuestras responsabilidades y los estándares que se esperan de un Waqf-e-Zindigi. En esencia, Waqf significa cumplir con los derechos de Al-lah el Todopoderoso y con los derechos de Su creación y esforzarse constantemente en incrementar el propio conocimiento y elevar el propio nivel moral y espiritual. Significa practicar la religión en todo momento y en cualquier circunstancia. De hecho, no es suficiente conocer la propia fe, sino que también es preciso ponerla en práctica en todos los aspectos.

Como Waqifin-e-Nau, debéis conocer las expectativas del Mesías Prometido (as). ¿Qué deseaba de los miembros de la Comunidad y especialmente de aquellos áhmadis que consagraron sus vidas por la causa del islam? A este respecto, debéis leer los libros y escritos del Mesías Prometido (as) en los que en muchas ocasiones ha hablado claramente de sus expectativas.

También mencionaré ahora, en mis propias palabras, algo de la bendita guía del Mesías Prometido (as) a este respecto. En una ocasión, el Mesías Prometido (as) dijo que si una persona desea una vida pura y lograr las mercedes del Más Allá, deberá esforzarse y luchar para alcanzar el punto en el que pueda afirmar sinceramente que su vida, su muerte, sus sacrificios y sus oraciones son todos por Al-lah el Todopoderoso.

El Mesías Prometido (as) dijo que, al igual que Santo Abraham (as), la voz de nuestros corazones debería pronunciar y declarar: “me he sometido completamente a mi Señor”. El Mesías Prometido (as) dijo muy claramente que quien no sigue meticulosamente los mandamientos de Al-lah y no reconoce que el culto a Dios es el objetivo primordial de su vida no podrá alcanzar el estatus de un verdadero creyente.

Por lo tanto, debéis entender que aunque estés viviendo en una sociedad occidental, debéis hacerlo al estilo islámico intentando lograr el agrado de Al-lah el Todopoderoso. Debéis preservar con firmeza vuestros valores y tradiciones religiosas. Debéis experimentar esos cambios piadosos en vuestra vida para poder cumplir con los derechos de Al-lah el Todopoderoso y Su Creación. También debéis intentar mejorar siempre y elevar vuestros niveles espirituales y morales, así como aumentar vuestro conocimiento.

El Mesías Prometido (as) también enseñó que quienes se asociaban con él deberían consagrar sus vidas a la causa su fe del mismo modo en que él lo hizo. Por lo tanto, debemos tener en todo momento a la vista el gran ejemplo personal del Mesías Prometido (as). A lo largo de su vida, el Mesías Prometido (as) dedicó cada día y cada noche de su vida a la causa del islam. Hasta su último aliento, cada momento de la vida del Mesías Prometido (as) transcurrió en el cumplimiento de su misión divina: revivir y difundir las verdaderas enseñanzas del islam en todo el mundo.

Por ejemplo, en una ocasión, el Mesías Prometido (as) dijo que continuó trabajando hasta que sintió que estaba a punto de colapsar debido al agotamiento extremo.   El Mesías Prometido (as) solía acostarse y descansar brevemente solamente en tales momentos de agotamiento absoluto.  Este fue el noble ejemplo del Mesías Prometido (as) y es nuestro deber seguir sus benditos pasos.

Si los miembros de Waqf-e-Nau siguieran colectivamente su ejemplo, incluso en lo más mínimo, podrían sin duda lograr una revolución espiritual y moral en el mundo. Con respecto a vuestro trabajo, al entrar en la edad adulta no es esencial que se os convoque a todos para prestar servicios a la Comunidad a tiempo completo. Como dije anteriormente, muchos de vosotros, con el permiso de la Comunidad, estáis trabajando en otros lugares. Sin embargo, dondequiera que estéis trabajando, no debéis permitir que el mundo os consuma y controle vuestras vidas. Más bien, vuestra primera prioridad debe ser siempre vuestra consagración (waqf).

Debéis procurar sobresalir en el culto a Dios el Todopoderoso y hacer un esfuerzo persistente por elevar vuestro estado moral y espiritual, así como incrementar vuestro conocimiento religioso.  Al margen del lugar en que trabajéis o viváis, debéis hacer lo posible para que vuestras vidas sean una manifestación práctica de las enseñanzas del islam  y debéis intentar propagar extensamente vuestra religión.  Debéis utilizar las capacidades y habilidades otorgadas por Dios por la causa de vuestra fe. Solo si actuáis de esta manera viviréis como verdaderos Waqf-e-Nau. En una ocasión, el Mesías Prometido (as) se refirió al hecho de que Al-lah el Todopoderoso había elogiado a Santo Abraham (as) en el Sagrado Corán con estas palabras:

ى ِذي َوفَّ َم الَّ َوإِ ْب َرا ِهي

“Y Abraham, que cumplió los mandamientos?” (C.53, V.38)

Este versículo significa que Hazrat Abraham (as) cumplió la promesa realizada a Dios Todopoderoso con completa obediencia y lealtad y, como resultado, recibió el amor de Su Creador. Ahora, os corresponde a todos vosotros cumplir con el pacto sagrado que habéis realizado con Al-lah el Todopoderoso. Hacerlo no es cosa fácil ni simple. La promesa de un Waqf-e-Zindigi y de un Waqf-e-Nau es una tarea inmensa y permanente. Se trata de renunciar a vuestra vida por la causa de vuestra fe.

Como ya he mencionado, requiere que mejoréis continuamente vuestros niveles de adoración y avancéis en vuestro estado moral y espiritual. Sin lugar a dudas, si todos los Waqifin-e-Nau cumplieran sus promesas, ciertamente seríamos testigos de una gran revolución y transformación espiritual en el mundo. Sin embargo, existe un largo camino por recorrer.

A veces, algunas parejas casadas jóvenes acuden a visitarme y el esposo o la esposa dice con orgullo: “Soy un Waqf-e-Nau, mi esposa o mi esposo es Waqf-e-Nau y también lo es nuestro hijo”. Está bien que toda su familia forme parte de este bendito esquema. Sin embargo, como ya he mencionado repetidas veces, el mero hecho de poseer el título de Waqf-e-Nau no tiene sentido. Tiene sentido cuando el miembro de Waqf-e-Nau comprende las demandas de su promesa y se esfuerza fielmente en cumplirla del mejor modo.

El cumplimiento de vuestra promesa requiere un esfuerzo constante, una gran pasión y enormes sacrificios. Requiere una completa devoción a vuestro Creador. El Mesías Prometido (as) dijo una vez que el medio para obtener la proximidad a Al-lah es la completa sumisión a Al-lah el Todopoderoso al modo de Hazrat Abraham (as), quien sacrificó todo su ser y padeció todo tipo de dificultades por la causa de Al-lah.

Por esta razón Al-lah el Todopoderoso ha dado testimonio de la obediencia y sinceridad de Hazrat Abraham (as) en el Sagrado Corán. Este es, pues, el ejemplo que todos los miembros de Waqf-e-Nau deben intentar imitar. En otro lugar, el Mesías Prometido (as) dijo que la verdadera lealtad y sinceridad a Dios Todopoderoso exige la muerte de los propios deseos y aspiraciones. Requiere que la persona abandone gustosamente todos sus deseos personales y materiales y esté dispuesta a soportar todo tipo de rechazo y humillación por Al-lah el Todopoderoso.

Además, el Mesías Prometido (as) dijo que la adoración a los ídolos no significa simplemente el culto a un árbol, o piedra, o algo parecido, sino que cualquier cosa que se interponga en el camino de la persona que tiene comunión con Al-lah el Todopoderoso y tenga prioridad sobre Al-lah el Todopoderoso también es una forma de adoración a los ídolos.

Todos vosotros debéis reflexionar profundamente sobre este punto y evaluar vuestras vidas para comprobar si las numerosas actividades mundanas y actividades superficiales, comunes hoy en día, os están apartando de vuestra fe. Si tal interés por lo material hace que alguien se olvide de Al-lah el Todopoderoso, ¿cómo puede tal persona afirmar seguir el ejemplo de lealtad y obediencia mostradas por Hazrat Abraham (as) o alcanzar los estándares que espera el Mesías Prometido (as)?

Aunque muchos Waqf-e-Nau se mantengan ocupados con sus profesiones o negocios, no deben permitir que su trabajo mundano interfiera con su adoración a Al-lah el Todopoderoso. De manera similar, los niños que se dedican a jugar juegos de ordenador o tienen otras aficiones deberán asegurarse de que estas actividades no les lleve a descuidar sus oraciones y deberes religiosos. En su lugar, deben desarrollar el hábito de interrumpir tales actividades cuando sea el momento de la oración y asegurarse de que su fe tenga siempre prioridad sobre los asuntos mundanos. El Mesías Prometido (as) dijo que los miembros de su Yamaat deben recordar que hasta que la persona no sea totalmente sincera en su devoción a Al-lah el Todopoderoso ni esté dispuesta a padecer todo tipo de pruebas y tribulaciones por Su causa, no alcanzará la auténtica moralidad ni la piedad.

Este es, pues, el estándar de lealtad a la fe necesario para obtener la cercanía y las bendiciones de Al-lah el Todopoderoso. Como mencioné anteriormente, el mero hecho de formar parte del esquema Waqf-e-Nau y poseer este título no es ningún motivo de orgullo. Por lo tanto, si alguien me informa que alguien, su esposa y sus hijos son todos Waqf-e-Nau, deberá darse cuenta de que esto no significa nada de por sí salvo que haga lo posible por alcanzar los elevados estándares de obediencia requeridos por el Mesías Prometido (as).

Hasta que no deis prioridad a vuestra religión sobre todos los asuntos mundanos, el hecho de ser parte de Waqf-e-Nau no sirve de nada. Además, debéis orar siempre para vosotros, para que Al-lah el Todopoderoso os ayude a cumplir con los deberes y responsabilidades relacionados con vuestra fe. También deseo recordar aquí a los niños más pequeños que aún permanecen en Atfal y en Juddam que, como Waqf-e-Nau, debéis ser miembros muy activos de Atfal-ul-Ahmadía y Juddam-ul-Ahmadía.

Debéis ser modelos de conducta para los demás Atfal y Juddam y estar dispuestos para realizar cualquier tarea o sacrificio necesarios. Además, el estándar de adoración de un Waqf-e-Nau debería ser superior al de otros áhmadis. Como he dicho, debéis ser diligentes en la observancia de la oración en congregación y debéis recitar el Sagrado Corán diariamente. Solo entonces podréis llamaros verdaderos Waqf-e-Nau. Además de las oraciones obligatorias, los muchachos mayores de Waqf-e-Nau deben ofrecer oraciones de nafl (voluntarias) con regularidad. Solo entonces podréis llamaros verdaderos Waqf-e-Nau.

Además, los Atfal  de más edad y todos los miembros de Juddamul Ahmadía deberán leer cuidadosamente la traducción del Sagrado Corán y estudiar los comentarios del Mesías Prometido (as) y de los Jalifas. Debéis identificar los mandamientos de Al-lah el Todopoderoso y estar dispuestos a cumplirlos en la medida de lo posible. Solo entonces podréis llamaros verdaderos Waqf-e-Nau. En todo momento, la conducta y los modales de un Waqf-e-Nau deberán ser del más alto nivel. Solo entonces podréis llamaros verdaderos Waqf-e-Nau.

Además, aunque todos los Atfal y Juddam deben vestirse adecuadamente, y conversar y relacionarse con los demás de una manera respetuosa y moral, el nivel de los Waqf-e-Nau debe ser aún más elevado. Solo entonces podrán llamarse verdaderos Waqf-e-Nau. En comparación con las chicas jóvenes, los jóvenes se influencian más fácilmente de la inmodestia y la indecencia que prevalecen en la sociedad moderna. Sin embargo, nuestros jóvenes deberán preservar siempre su modestia y evitar ser víctimas de actividades inmorales e indecentes. Solo entonces podrán llamarse verdaderos Waqf-e-Nau. Debéis respetar a vuestros padres, escucharlos, cuidarlos y orar por ellos. Solo entonces podréis llamaros verdaderos Waqf-e-Nau. Igualmente, debéis tratar a vuestros hermanos y hermanas con amor y afecto y establecer un ejemplo piadoso para que puedan aprender. Solo entonces podréis llamaros verdaderos Waqf-e-Nau.

Si estáis casados, debéis ofrecer el mejor ejemplo a vuestras esposas e hijos. Debéis tratarlos con amor y cuidado y satisfacer sus necesidades, y hacer lo posible por garantizar que la próxima generación de áhmadis permanezca fielmente vinculada a la Yamaat. Solo entonces podréis llamaros verdaderos Waqf-e-Nau. Del mismo modo, aquellos de entre vosotros que desee contraer matrimonio, deberán buscar jóvenes piadosas áhmadis para que sus generaciones futuras se críen en un ambiente piadoso.

Solo podréis llamaros verdaderos Waqf-e-Nau si desempeñáis vuestro papel en la protección del futuro de nuestra Comunidad. También debéis ser fuertes en cuerpo y en mente. Debes estar preparados para trabajar arduamente y para cualquier servicio por la causa de vuestra fe. Debéis estar dispuestos a tolerar todos los desafíos y a realizar todo tipo de sacrificios necesarios por la Comunidad.  Solo entonces podréis llamaros verdaderos Waqf-e-Nau.

En términos de tabligh, los Waqf-e-Nau deberían estar a la vanguardia y considerar un deber personal difundir las enseñanzas del islam. Para este propósito, debéis estar armados con conocimiento religioso. Por lo tanto, reitero la importancia de tratar de comprender el significado más profundo del Sagrado Corán y la lectura de los libros y revistas publicados por nuestra Yamaat. Solo entonces podréis llamaros verdaderos Waqf-e-Nau.

Además, recordad siempre que es deber de un Waqf-e-Nau propagar la misión y los objetivos del Jalifa de la época y ofrecerle una ayuda constante. Solo podréis obrar así mostrando una total obediencia al Jalifato. Sólo si seguís la guía e instrucciones del Jalifa de la época podéis instar a los demás a hacer lo mismo.

Aunque todos los áhmadis deberían habituarse a escuchar regularmente mis sermones de los viernes y otros programas, es especialmente vital que Waqifeen-e-Nau escuchen, tomen notas y reflexionen sobre lo que he dicho e intente inculcar en sus vidas diarias todo lo aprendido. Además, un Waqf-e-Nau deberá estar libre de todo tipo de arrogancia y orgullo. Más bien, su distintivo deberá ser la humildad y la tolerancia. Solo si intentáis desarrollar todas estas cualidades podréis obtener el placer y la cercanía de Al-lah el Todopoderoso.

Que Al-lah el Todopoderoso os ayude a todos a comprender vuestros deberes y responsabilidades y a cumplir con las exigencias del Waqf de la mejor manera. Tanto trabajando a tiempo completo para el Yamaat como trabajando en privado, debéis hacer lo posible por cumplir la promesa sagrada que vuestros padres realizaron antes de vuestro nacimiento. Que Al-lah el Todopoderoso os ayude a continuar incrementando vuestro conocimiento y comprensión de la fe. Que Él os conceda la capacidad de elevar vuestros estándares morales y espirituales y os ayude a servir cada vez más a la Yamaat y a cumplir vuestra promesa con auténtica sinceridad – Amin.

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