La pasión en el corazón del Mesías Prometido (as) por la supremacía del Islam
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
Contenidos relacionados por temas

La pasión en el corazón del Mesías Prometido (as) por la supremacía del Islam

Por Rafiq Hayat, Amir de Reino Unido

Encontramos que todas las religiones contienen profecías relativas al advenimiento de un Mesías en los últimos días; ya sean los indúes, los cristianos y los judíos, los zoroastrianos, los sikhs, los budistas y los musulmanes.

Teniendo esto en cuenta, la pregunta sigue siendo que si el advenimiento de futuros Mensajeros ha cesado, ¿cómo pueden todas estas personas estar de acuerdo en el único hecho de que un Mesías Prometido de los últimos días está aún por aparecer?

La umma musulmana ha sido bendecida con el Sagrado Corán, una guía de Dios Todopoderoso, en el capítulo 62, versículos 3-4, Dios nos da la buena noticia de la llegada del Mesías prometido (as):

Él es Quien suscitó entre el pueblo inculto un Mensajero de entre ellos que les recita Sus Signos, los purifica y les enseña el Libro y la Sabiduría, aunque previamente habían estado en un evidente extravío; Y entre otros de aquellos que aún no se les han unido. Él es el Poderoso, el Sabio.”

El Mesías Prometido fue Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as); nació en 1835 en Qadian, un pequeño pueblo situado en el distrito de Punjab en la India. Nació en el seno de una familia noble y terrateniente de Qadian. Como pertenecía a una familia acomodada, se contrataron tutores para su educación. Le enseñaron a leer el Sagrado Corán y le dieron instrucción elemental en árabe y Persa, Lógica, Filosofía y Gramática. Sin embargo, su conocimiento y sabiduría se extendieron a los cuatro rincones de la tierra.

El Mesías Prometido (as) dijo que: “ahora es necesario utilizar la pluma y no la espada (la fuerza). Era el momento de utilizar su destreza en la escritura en el ámbito de las ciencias y demostrar el milagro del valor espiritual islámico”. Dijo que: “no sería posible hacerlo sin la gracia de Dios, que quería que Su fe fuera defendida por el Mesías Prometido”.

El Mesías Prometido (as) publicó 91 libros a lo largo de su vida en urdu, árabe y persa y también estableció la Revista de Religiones y la Revista Al Hakam. Su obra magna fue Braheen e Ahmadiyya. Esta serie de libros explica el origen divino del Sagrado Corán y la veracidad del Santo Profeta Muhammad (sa).

El Mesías Prometido (as) estaba impulsado por su amor al Santo Profeta Muhammad (sa). El Mesías Prometido (as) siempre animaba a sus seguidores a enviar saludos al Santo Profeta (sa). Pasaba la mayor parte de sus días enviando Durud (bendiciones) al Santo Profeta Muhammad (sa), tanto que experimentó el siguiente sueño:

“Recuerdo que una noche estaba tan ocupado invocando las bendiciones sobre el Santo Profeta (sa) que mi corazón y mi alma se volvieron fragantes con ello. Esa misma noche vi en mi sueño que la gente llevaba a mi casa odres de agua llenos de luz divina en forma de agua y uno de ellos dijo: Estas son las bendiciones que has enviado a Muhammad (sa)”.

El flujo de revelaciones y visiones continuó, tomando impulso, hasta que en 1882 recibió la revelación que ponía de manifiesto el designio de Dios de que él, Mirza Ghulam Ahmad (as), iba a ser el designado, el comisionado por Dios para servir a Su causa. Parte de la revelación recibida en 1882 fue la siguiente:

“¡Oh Ahmad, Dios te ha bendecido!

Di: Se me ha ordenado guiar al mundo por el camino de la rectitud y soy el primero en creer.

La ayuda te llegará de los hombres cuyos corazones ha preparado Dios por medio de la revelación.”

Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as) estableció varios objetivos al establecer la Comunidad Musulmana Ahmadía, dijo:

“La misión para la que he sido designado es eliminar la creciente brecha en la relación entre Dios y su creación. Y sustituirla de nuevo por la relación del Amor y la Sinceridad y por permitir que la verdad se manifieste […] y hacer que las guerras religiosas y la discordia terminen y así sentar las bases de la paz.”

La filosofía y la ciencia occidentales, aunque progresivas y pioneras, no pudieron saciar la sed espiritual de las naciones occidentales. El Santo Profeta (sa) profetizó que uno de los signos de la última hora es que el sol saldrá por el oeste. Una interpretación mencionada por el Mesías Prometido (as) es que el sol espiritual del islam saldrá de occidente, lo que significa que las naciones occidentales aceptarán la religión del islam. Las naciones orientales que habían heredado esta religión, con el paso del tiempo olvidaron y no apreciaron plenamente esta bendición, sin embargo las naciones occidentales están sedientas de tal guía.

El Mesías Prometido (as) interpretando la profecía del Santo Profeta (sa) escribe:

“Me vi a mí mismo de pie en una tribuna en Londres revelando la verdad del islam mediante argumentos bien razonados en lengua inglesa. Después vi muchos pájaros sentados en pequeños árboles. Su color era blanco y sus cuerpos eran como los de las perdices. Por lo tanto, interpreté que esto significaba que, aunque no fuera yo, mis escritos se extenderían entre esa gente y muchos ingleses justos se convertirían en presa de la verdad […] Ahora Dios Todopoderoso quiere abarcar a esta gente con su divina misericordia.” (Izalah Auham, Ruhani Khazain, Vol 3, pp. 376 377)

Hemos sido testigos del cumplimiento de esto ante nuestros ojos, la presencia del Jilafat en el Reino Unido, el crecimiento y la expansión de la Jamat en todo el mundo occidental, todas las grandes promesas entregadas por Dios Todopoderoso están cobrando impulso a medida que avanzamos hacia el futuro.

Para entender cómo se difundió el islam en Occidente debemos echar un pequeño vistazo a la historia; durante la época del Mesías Prometido el imperio británico dominaba todo el subcontinente indio. De sus conferencias y reuniones se desprende que la conversión de toda la India al cristianismo era su objetivo final, ya que pensaban que era el único medio para confirmar la lealtad de sus ciudadanos y dar más fuerza al imperio.

Sir Charles Wood, ministro de Estado para la India, declaró que la aceptación de la fe cristiana era un “vínculo de unión con Inglaterra y una fuente adicional de fuerza para el imperio”.

Era una época en la que los misioneros cristianos se jactaban de la supremacía de su fe y predecían la conversión del mundo entero al cristianismo. Charles Henry Robinson, en su Historia de las Misiones Cristianas, después de citar el último informe del censo indio, declaró que la cantidad sustancial de estas conversiones provenía del Punjab:

“Si se mantiene el aumento que se ha producido durante los últimos 30 años, dentro de 50 años los cristianos serán 1 de cada 21 -de la población, en 100 años serán 1 de cada 5, y en 160 años toda la población de la India será cristiana”.

El esfuerzo celoso de la misión cristiana conducía al estado calamitoso y vulnerable de la población musulmana en la India. Su desesperanza no hacía más que describir la decadencia moral y espiritual profetizada por el Santo Profeta (sa). Un poeta y escritor urdu del siglo XIX, Altaf Hussain Hali, describió la profecía en una de sus coplas:

“No quedó ni la religión ni el Islam, sólo quedó el nombre del islam”.  (Musaddas de Hali El flujo y el reflujo del Islam traducido por Christopher Shackle y Javed Majeed P. 142-143)

En estos tiempos difíciles el Mesías Prometido (as) comenzó la defensa del islam. La interacción del Mesías Prometido (as) con los misioneros occidentales comenzó en la India británica ya en 1860, cuando aceptó un nombramiento bajo las instrucciones de su padre en Sialkot.

Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as) tenía fama de erudito islámico y a menudo participaba en debates y diálogos públicos con misioneros cristianos, revivalistas hindúes y algunos eruditos musulmanes en defensa de la verdadera enseñanza islámica. Uno de los más notorios fue el duelo en la oración entre el Mesías Prometido (as) y el Dr. Alexander Dowie, después de que el Dr. Dowie afirmara ser Elías III. Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as) declaró en una revista americana que:

“Si el pretendiente de Elías se muestra dispuesto por cualquier medio directo o indirecto a entrar en las filas contra mí, dejará el mundo ante mis ojos con gran dolor y tormento. Estas dos señales son para Europa y América”. 

La trágica muerte del Dr. Dowie a causa de una parálisis aguda en 1907, demostró sin lugar a dudas que la Mano Divina había intervenido a favor del Mesías Prometido (as) y del islam. En 1869 Huzur (as) asistió a una discusión pública con Maulvi Muhammad Hussain Batalvi, un líder de la comunidad Ahlul Hadiz.

Cuando Huzur (as) cuestionó la creencia del Sr. Batalvi sobre un determinado punto teológico, descubrió que su respuesta era conforme a las enseñanzas islámicas. Así que se negó a seguir debatiendo con él.

La persona que había traído al Mesías Prometido (as) para la discusión, estaba furiosa y expresó su consternación por esta decepción. Sin embargo, Huzur (as) sostuvo: “Todo lo que hice fue para buscar la complacencia de Dios Todopoderoso. No me importa si alguien lo condena”. Dios Todopoderoso estaba tan complacido que se reveló la siguiente profecía:

“Dios está complacido con tu actitud, derramará sus bendiciones sobre ti, tanto que los Reyes buscarán las bendiciones de tus prendas”.

Fue emotivo en su mensaje e instó a la gente del mundo a volverse hacia el verdadero mensaje de Dios, En su libro Kashti-e-Nuh afirmó lo siguiente:

“Es (el islam) la fuente de vida que te salvará. ¿Qué debo hacer? ¿Cómo voy a impresionar los corazones con esta buena noticia? ¿Qué tipo de tambor he de tocar en las calles para anunciar que éste es vuestro Dios, para que la gente lo oiga?” (Arca de Noé, Ruhani Khazain Vol.19, pp.21-22)

A partir de 1872, el Mesías Prometido (as) se erigió en defensa del islam y expuso la excelencia de sus enseñanzas en todos los ámbitos. Lo hizo escribiendo artículos para su publicación en periódicos y revistas. Fue la publicación de Brahin-e-Ahmadiyya Parte I y II lo que realmente mostró el tesoro de conocimiento que Dios le había otorgado.

Muchos eruditos e intelectuales musulmanes escribieron reseñas del libro y lo consideraron un gran servicio al islam. Muhammad Hussain Batalvi escribió lo siguiente con respecto a Braheen-e- Ahmadiyya:

“En nuestra opinión, a la luz del estado de los asuntos de esta época, este libro es tal que hasta el día de hoy no se ha escrito un libro de esta talla en la historia del islam. Y el autor de este libro (es decir, el Mesías Prometido (as)) ha demostrado su devoción al islam mediante una ayuda con el dinero, la vida, la pluma, la lengua, la conducta y los escritos, como rara vez se ha encontrado entre los musulmanes”.

En el tercer volumen de Braheen-e-Ahmadiyya el Mesías Prometido (as) se presentó como criterio para juzgar la veracidad de una religión viva (el islam) pidiendo a los buscadores que vinieran a Qadian para ser testigos de un signo de la veracidad del islam. Era la primera vez que alguien proponía un criterio alternativo para juzgar la veracidad de una religión. Hasta entonces, todos los credos se habían centrado en el razonamiento racional y narrativo.

En 1885 el Mesías Prometido (as) anunció que era el Reformador Prometido para el siglo XIV. Este anuncio se publicó en urdu y se tradujo al inglés. Se enviaron ocho mil copias como cartas certificadas a los líderes religiosos, gobernantes, eruditos, jueces y teóricos de Asia, Europa y América y de cualquier lugar al que se pudiera enviar por correo. En el anuncio se invitaba a los representantes de las religiones y a otros miembros destacados de la sociedad a venir a presenciar la veracidad del islam en Qadian. Si no se daba testimonio en el plazo de un año, se pagaría una suma de doscientas rupias al mes como compensación a dicha persona. (Majmua Ishtiharat Vol. 1 P.20-22/Ruhani Khazain Vol 6 Shahada-tul-Quran P.)

Para el año 1891, se habían publicado 20,000 folletos de este tipo sobre las verdades islámicas en inglés y urdu y se enviaron a Europa y América. Al igual que los misioneros cristianos descendieron en Oriente, Dios Todopoderoso había querido que el mensaje del islam se propagara en Occidente a través de su Mesías Prometido. Así lo demuestran las palabras del Sagrado Corán:

“E intrigaron, y Al-lah también hizo Sus planes; pues Al-lah es el que mejor sabe hacer planes.” (Sagrado Corán, Al Imran, Capítulo 3, Versículo 55)

En diciembre de 1896 se celebró en Lahore una Conferencia de Grandes Religiones. La Conferencia fue organizada por los líderes de la fe Sanatam Dharm. El Mesías Prometido (as) hizo el anuncio antes de la conferencia, que se publicó ampliamente como “Gran Noticia para los Buscadores de la Verdad”. Declaró que el documento que había escrito para la conferencia  “no es el resultado de un esfuerzo humano ordinario, sino que es un signo entre los signos de Dios, escrito con Su apoyo especial”. … “Dios, el Omnisciente, me ha revelado que mi documento será declarado supremo sobre todos los demás documentos.” … “Recibí la revelación (en árabe) de que Dios está contigo, y Dios está donde tú estás.”

La nota se publicó con el título de La filosofía de las enseñanzas del Islam. Desde la conferencia, el documento ha sido aclamado internacionalmente y millones de personas han obtenido conocimientos y sabiduría de él.

Pronto el Mesías Prometido (as) comenzó a reunirse con varios intelectuales y eruditos de la época, todos intrigados por sus afirmaciones y enseñanzas. El Dr. H.D Griswold escribió dos artículos “Mirza Ghulam Ahmad el Mesías Mahdi de Qadian” y “El Mesías de Qadian” después de su audiencia con Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as). Aunque de naturaleza controvertida, presentó las afirmaciones del Mesías Prometido (as) en el Instituto Victoria de Filosofía de Gran Bretaña en 1905.

Esto abrió un gran diálogo sobre el islam y una mayor curiosidad en torno al hombre que inevitablemente inspiraba estos debates. Hasta ese momento, Qadian era una aldea remota y desconocida de la provincia india de Punjab.

En aquella época el acceso a Qadian era difícil y sólo era posible mediante mulas y caballos. De hecho, la gente prefería ir a pie a Qadian debido a las irregularidades que había en los caminos.

Fue en ese momento que Dios Todopoderoso informó al Mesías Prometido (as) a través de una revelación que “pronto se dará a conocer entre la gente”. El Mesías Prometido (as) también fue informado de que “Muchas personas vendrán a ti y la ruta por la que viajan se volverá profunda”. Muchos viajaron desde la India hasta Qadian y aceptaron al Mesías Prometido (as).

Hubo otros que viajaron desde o pertenecían a tierras lejanas de Europa y América que también vinieron a Qadian y conocieron al Mesías Prometido (as). Algunos vinieron buscando la verdad y fueron bendecidos y pasaron a aceptar al Imam de la época. Otros vinieron por curiosidad y con fines de investigación.

En abril de 1908, una pareja estadounidense, el Sr. George Turner y Lady Bardon, se reunió con el Mesías Prometido (as) en Qadian. Entre las diversas preguntas que les hicieron, preguntaron: “¿Qué pruebas tiene usted de la veracidad de su afirmación?”

El Mesías Prometido (as) respondió: “Tu llegada aquí es también una señal para nosotros, ya que si lo hubieras sabido, habrías previsto venir aquí. Que vengas después de un viaje lejano a esta pequeña ciudad es también en virtud de una profecía y es una señal y prueba de veracidad.”

Entre los líderes religiosos, gobernantes, eruditos, jueces y teóricos de Asia, Europa y América que recibieron el anuncio de la reivindicación del Mesías Prometido (as) estaba Alexander Russell Webb, que se convirtió al islam en 1888.

Se encontró con esta invitación cuando estaba estudiando teosofía en ese momento. Comenzó la relación con el Mesías Prometido (as) después de descubrir su invitación en un periódico The Scotsman.

Webb visitó la India en octubre de 1892; llegó hasta Lahore antes de ser disuadido de visitar a Mirza Ghulam Ahmad (as) debido a su reciente reivindicación de Mesías. Maulvi Hassan Ali y Abdullah Arab, los hombres que acompañaron y financiaron el viaje de Webb en la India, aconsejaron que no sería prudente visitar al Mesías Prometido en Qadian cuando se requerían donaciones musulmanas para la labor misionera en América.

Más tarde, Webb lamentó profundamente esta decisión cuando la Misión Islámica Americana fracasó. Siguió manteniendo comunicación con el Mesías Prometido y los compañeros, como Hazrat Mufti Muhammad Sadiqra, y pidió oraciones. También remitió a Mufti Muhammad Sadiqra los contactos de otros musulmanes interesados en el islam. Los dos individuos que disuadieron a Webb de visitar al Mesías Prometido (as) se convirtieron ellos mismos en compañeros del Mesías Prometido (as).

La revista Review of Religions también fue iniciada por el Mesías Prometido (as) para la propagación del islam en Occidente. En Qadian se recibieron muchas cartas y críticas sobre su contenido desde todo el mundo. Una señora escribió al Mesías Prometido (as) desde Manchester, Londres, el 25 de mayo de 1905:

“Siempre he dudado de que la verdadera religión pueda ser difundida por la espada. No hay duda de que sólo se permite para la autodefensa. Me complace saber que usted vive bajo un gobierno británico en el que tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión… También he leído sobre una profecía que hizo hace 25 años. Me complace leer las virtuosas enseñanzas mencionadas en la revista Review of Religions y espero que tenga éxito en su labor de difusión de la verdad.”

Aunque el Mesías Prometido (as) tenía muchos admiradores, también se enfrentó a una gran oposición: uno de los más notables fue Maulvi Ghulam Nabi. Era un erudito muy influyente y contaba con un considerable número de seguidores entre los musulmanes, a los que deleitaba con sus amplios conocimientos del Corán y los hadices. Fue durante este período de la estancia del Mesías Prometido en Ludhiana que Maulvi Ghulam Nabi solía traer consigo a una multitud de personas para acampar frente a la residencia del Mesías Prometido (as) donde procedían a hablar mal de él.

Un día sucedió que mientras el Mesías Prometido (as) se dirigía a su residencia, Munshi Ghulam Nabi vislumbró su rostro y esto le sobrecogió por completo. Antes de este suceso, estaba ocupado pronunciando sus discursos habituales. Habiendo visto el rostro radiante del Mesías Prometido (as), se apresuró hacia él y al verlo acercarse, Maulvi Sahib le devolvió el saludo, lo tomó de la mano y lo acompañó adentro. Una vez dentro, Maulvi Sahib no sólo se sentó cerca del Mesías Prometido (as), sino que comenzó a declararle su amor y admiración.

Siendo un erudito, naturalmente planteó muchas preguntas pertinentes relacionadas con la afirmación del Mesías Prometido sobre la muerte de Jesús (as) y sobre su propia Comisión. El Mesías Prometido (as) respondió citando referencias del Sagrado Corán, a lo que Maulvi Sahib dijo: “Ciertamente, el Sagrado Corán está contigo”. El Mesías Prometido (as) respondió que si el Sagrado Corán estaba de su lado, entonces ¿de qué lado estaba Maulvi Sahib? A esto respondió inmediatamente que estaba del lado del Mesías Prometido (as), y ante esto quiso tomar el Juramento de Iniciación. A partir de ese momento, Hazrat Maulvi Ghulam Nabi Sahib se sumergió totalmente en el amor del Mesías Prometido (as), realizando frecuentes visitas a Qadian, deseando no separarse nunca de su lado.

El Mesías Prometido (as) fue capaz de difundir el mensaje veraz del islam no sólo con su palabra escrita, sino a través de grandes milagros y actos de bondad, estos acontecimientos también dieron testimonio de la verdad de su afirmación y de su súplica a la voluntad de Dios.

Es famosa la narración de que un joven llamado Abdul Karim llegó a Qadian desde Hyderabad. Un perro rabioso le mordió. A nivel local se utilizaron todas las formas posibles de tratamiento para intentar curarlo, pero fue en vano. Por fin fue enviado al famoso hospital de Kasuli. A su regreso, cuando los signos de su enfermedad empezaron a crecer de nuevo, se informó a un médico por telégrafo y se pidió consejo. La respuesta que recibió fue:

“Lo siento, no se puede hacer nada por Abdul Karim.”

Ante esto, el Mesías Prometido (as) dijo muy enfáticamente:

“No tienen cura; sin embargo, Dios Todopoderoso tiene una cura”.

Así, el Mesías Prometido (as) rezó sinceramente por ese joven, y por la gracia y la misericordia de Dios se recuperó milagrosamente y pasó a vivir una vida sana, Alhamdulilah (todas las alabanzas pertenecen a Dios).

Estos milagros continuaron durante toda la vida del Mesías Prometido (as) y mucho después. Fueron el testimonio de su Verdad y de su pasión por devolver a la gente a la luz que guía de Dios a través del mensaje del islam.

Un incidente similar de inspiración de fe tuvo lugar en África occidental, en Benín, hace unos años. La esposa de un rey de Benín enfermó gravemente.

No faltaban recursos económicos, se utilizaron todas las formas de tratamiento posibles, pero su estado empeoraba a cada momento.

En ese momento la situación era tal que ella estaba respirando sus últimos alientos y en cualquier momento podría haber dejado de respirar. En un estado de impotencia y ansiedad, se sentó junto a la cama de su esposa con un profundo dolor y, de repente, miró un marco en el que había un trozo de una prenda del Mesías Prometido (as) y eso le recordó una revelación del Mesías Prometido (as) de que “los reyes buscarán la bendición en tus prendas”.

El rey áhmadi creía firmemente en esa profecía celestial y tomó ese marco y lo colocó sobre el pecho de su esposa. Luego, él mismo colocó una alfombra de oración frente a él y se postró ante su Poderoso Señor (es decir, Dios).

El Dios vivo escuchó la oración del afligido y después de que el rey completó su oración y levantó la vista, su esposa dijo que por la gracia y las bendiciones de Dios Todopoderoso estoy perfectamente bien. Este es el ejemplo del Dios vivo y sus manifestaciones que presenta el islam.

Estos relatos fueron sólo los primeros peldaños establecidos por el Mesías Prometido (as) para el verdadero renacimiento del islam. Me gustaría poder relatar mucho más, sin embargo, debido a la escasez de tiempo no puedo hacerlo. Cuando el Mesías Prometido (as) comenzó la Yihad de la Pluma en defensa del islam y del honor del Santo Profeta (sa), no bajó el arma de la pluma hasta que llevó esta lucha a la cúspide. Llevó a cabo esta Yihad con tal devoción que saca a la luz por completo su pasión por el servicio del islam.

Al hablar del Mesías Prometido (as), el Jefe Mundial de la Comunidad Musulmana Ahmadía, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (atba), dijo que el Mesías Prometido (as) había declarado que esta sería la era de la “culminación de la propagación de la guía perfecta” del Santo Profeta Muhammad (sa).

Así, Huzur (atba) afirmó que el Mesías Prometido (as) utilizó la imprenta para publicar libros y artículos en los periódicos para difundir el mensaje de las verdaderas enseñanzas pacíficas del islam no sólo en toda la India sino también en el resto del mundo.

En su libro Un mensaje de nuestro tiempo, Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo:

“El mensaje del Mesías Prometido (as) es un mensaje que debe repetirse una y otra vez. En primer lugar, él (el Mesías Prometido (as)) fue enviado para devolver a la humanidad hacia su Creador y para llamar la atención de la gente hacia el cumplimiento de sus derechos. En segundo lugar, vino a instar a la humanidad a respetar los valores humanos y a cumplir los derechos de los demás”.

Me gustaría terminar con las palabras del Mesías Prometido (as):

“¡Oh, Dios Misericordioso! La propagación de la tarea para la que me has designado y para cuyo servicio has creado pasión en mi corazón, cúmplela con tu misma Gracia. Y completa el argumento con las manos de este hombre humilde sobre todos aquellos que han sido inconscientes de las bellezas del islam hasta este día.” (Tareekhe Ahmadiyyat, Vol 1, p.265)

Que Dios nos permita a todos llevar adelante este deseo y perpetuar la difusión del verdadero mensaje del islam, no sólo a través de nuestros esfuerzos en el Tabligh sino a través de nuestras oraciones y acciones diarias. Amin.

Share via