La Solución Islámica al Hambre en el Mundo
Artículo original: https://www.alhakam.org/addressing-hunger-among-humanity-how-islam-addresses-challenges-of-sustainable-food-security/
Alrededor de 9 millones de personas mueren cada año de hambre y de enfermedades relacionadas con el hambre. Esta cifra es superior al número de muertes anuales de SIDA, malaria y tuberculosis combinadas. Un niño muere de hambre cada 10 segundos. La mala nutrición y el hambre son responsables de la muerte de 3,1 millones de niños al año. Eso es casi la mitad de todas las muertes de niños menores de cinco años.[1]
¿Por qué a millones de personas les resulta difícil conseguir alimentos? Las respuestas sencillas son, como muchos expertos en alimentación sostienen, que, en los países más hambrientos, las familias luchan por conseguir los alimentos que necesitan debido a varios problemas: falta de infraestructura, guerras y desplazamientos frecuentes, desastres naturales, cambio climático, pobreza crónica y falta de poder adquisitivo. Más aún, existe el desafío del desperdicio de alimentos.
¿Qué enfoques y medidas ofrece el Islam a la humanidad en un intento de hacer frente a los desafíos de la inseguridad alimentaria para el mundo hambriento?
Como religión mundial, el Islam reconoce la necesidad de una seguridad alimentaria sostenible para toda la humanidad, que le permita comer y vivir de forma saludable, activa y productiva. En este contexto, el Islam presenta un enfoque holístico que promete seguridad alimentaria para todos, y en particular, para los más vulnerables.
Existe, en primer lugar, el temor de que la tierra no pueda alimentar a la creciente población humana.
Sin embargo, el Corán rechaza la preocupación anterior y afirma que la tierra tiene suficientes recursos para alimentar a todos. Establece:
Él estableció en ella montañas firmes que se levantan sobre su superficie y dispuso bendiciones en ella y equilibró inuciosamente sus medios de sustento en cuatro etapas, iguales para todos los que buscan. (Surah Ha Mim as-Saydah, Cáp. 41: V.11)
Según profesor Colin Clark, ex director del Instituto de Investigación de Economía Agrícola de la Universidad de Oxford: “El mundo puede proporcionar alimentos, fibras y todas las demás necesidades agrícolas para 28.000 millones de personas”. La población mundial actual es de 7.800 millones de habitantes.
Después de declarar que el mundo puede proveer alimentos para todos, si se maneja adecuadamente, el Sagrado Corán declara que cada persona tiene derecho a la comida, el agua, el refugio y la ropa:
“Ha sido provisto para ti, a fin de que no pases hambre en él ni estés desnudo”. “En él no tendrás sed, ni estarás expuesto al sol” (Surah Ta Ha, C.20: V.119-120)
Por lo tanto, es responsabilidad de los gobiernos establecer una seguridad social y una infraestructura que facilite el acceso a los alimentos.
Además, el Islam ha institucionalizado la alimentación de los pobres y la ha convertido en una parte necesaria de la fe.
Por ejemplo, la pena por incumplimiento de un juramento es alimentar a diez personas pobres con una comida tan media como la que alimentan a sus familias (Surah al-Maidah, Cap. 5: V.90).
Del mismo modo, un musulmán que sea culpable de matar intencionadamente a un animal de caza en un estado de peregrinación se enfrenta a la pena de alimentar a un número de pobres como expiación (Surah al-Maidah, Cap. 5: V.96).
Más aún, si bien la observancia de los ayunos del Ramadán es obligatoria, se prescribe a quienes no tienen capacidad para ayunar que alimenten a los pobres durante los 30 días de ayuno (Surah al-Baqarah, Cap. 2: V.185).
Estos y otros mandatos similares están calculados para aliviar el hambre de la sociedad.
Para lograr una seguridad social sostenible y estable para los sectores vulnerables de la sociedad, el Islam ordena el pago de limosnas, que se llama Zakat.
Los beneficiarios de esta limosna están claramente indicados:
“Las limosnas son únicamente para los pobres y necesitados, para los empleados en relación con ellos, para aquellos cuyos corazones deben reconciliarse, para la liberación de los esclavos, para los que tienen deudas, para la causa de Al-lah y para el viajero: he aquí una orden de Al-lah. Pues Al-lah es el Omnisciente, Sabio.” (Surah at-Taubah, Cap. 9: V.60)
El Sagrado Corán declara enfáticamente que quien descuide o no insista en la alimentación de los pobres, ha rechazado o negado la esencia de la religión:
“¿No has visto a quien rechaza la religión? Es quien rechaza al huérfano, Y no incita a dar de comer a los pobres.” (Surah al-Ma’un, Cap. 107: V.2-4).
El Corán asegura a los que alimentan a los pobres que entrarán en el paraiso. Dice:
“Y dan de comer, por amor a Él, al pobre, al huérfano y al prisionero. Diciendo; “Os damos de comer sólo por agradar a Al-lah. No deseamos ni recompensa ni vuestro agradecimiento”. “En verdad, tememos de nuestro Señor un día sombrío, de cejas fruncidas”. Al-lah les salvará, pues, de la maldad de ese día y les concederá la alegría y la felicidad.” (Surah al-Dahr, Cap. 76: V.9-12)
Por otro lado, acerca de los que no alimentan a los pobres, dice que serán cuestionados en el Día del Juicio por los piadoso, que es lo que los condenó al infierno, sobre el cual responderán:
“No fuimos de los que ofrecían oraciones, Ni alimentamos a los pobres” (Surah al-Muddathir, C.74: V.40-45)
El Santo Profeta Muhammad (sa) declaró enfáticamente:
“Tal persona no es un creyente que pasó la noche con el estómago lleno mientras que su vecino cercano seguía hambriento”. (Mustadrak Al Hakim)
En la perspectiva del Profeta (sa) del Islam, lo mejor del Islam es “que den comida y saluden con paz a los que conocen y a los que no conocen.” (Sahih Bujari)
El Islam presenta así una respuesta realista y holística a la crisis de hambre que afecta a nuestro mundo.
[1] ¿Cuánta gente muere de hambre cada año?”, www.theworldcounts.com/challenges/people-and-poverty/hungerand-obesity/how-many-people-die-fromhunger-each-year