¿Prohíbe el Islam la protección de las viviendas de los no musulmanes?
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

¿Prohíbe el Islam la protección de las viviendas de los no musulmanes?

En primer lugar, es necesario apreciar el estatus del que gozaban los judíos bajo el gobierno del Santo Profeta Muhammad. (sa)

El islam no considera a los judíos como “infieles”. Se les denomina “Pueblo del Libro” y se les concede una posición de igualdad [1]. Cuando el Santo Profeta Muhammad (sa) llegó a Medina, promulgó la Carta de Medina. Esta carta, elaborada mutuamente, sirvió de constitución para gobernar Medina y forjar una alianza entre judíos y musulmanes [2]. Entre sus numerosos artículos progresistas, los artículos 16-19 explican la postura del Santo Profeta Muhammad (sa) respecto a los judíos y sus derechos en la ciudad de Medina:

  1. Los judíos que sigan a los creyentes serán ayudados y serán tratados con igualdad. (La igualdad social, jurídica y económica se promete a todos los ciudadanos leales del Estado).
  1. Ningún judío será perjudicado por ser judío.
  1. Los enemigos de los judíos que nos siguen no serán ayudados.
  1. La paz de los creyentes (del Estado de Medina) no puede ser dividida. (Es la paz o la guerra para todos. No puede ser que una parte de la población esté en guerra con los forasteros y otra parte esté en paz). [3]

Así, el Santo Profeta Muhammad (sa) no sólo estableció la libertad religiosa para los judíos, sino que también se aseguró de que los musulmanes tuvieran prohibido apoyar a cualquier enemigo de los judíos. La Carta de Medina añadió además en los artículos 21, 30 y 31, respectivamente.

  1. Las condiciones de paz y guerra y las facilidades o dificultades que las acompañan deben ser justas y equitativas para todos los ciudadanos por igual.
  1. Los judíos de Bani Awf serán tratados como una sola comunidad con los creyentes. Los judíos tienen su religión. Esto también se aplicará a sus libertos. La excepción serán aquellos que actúen de forma injusta y pecaminosa. Con ello se perjudican a sí mismos y a sus familias.
  1. Lo mismo se aplica a los judíos de Bani An-Najjar, Bani Al-Hárith, Bani Saeeda, Bani Jushám, Bani Al-Aws, Thaalba, y los Jaffna, (un clan de los Bani Thaalba) y los Bani Ash-Shutayba. [4]

Estos artículos son claros: los judíos deben ser tratados como una comunidad, gozarán de libertad religiosa, excepto aquellos que actúen contra los principios de la justicia. Pero la Carta desarrolla más derechos y responsabilidades en los artículos 38-42:

  1. Si alguien ataca a alguien que es parte de este Pacto, el otro debe acudir en su ayuda.
  1. Ellos (las partes de este Pacto) deben buscar consejo y consulta mutua.
  1. La lealtad protege contra la traición. Los que evitan la consulta mutua lo hacen por falta de sinceridad y lealtad.
  1. Un hombre no será responsable de las fechorías de su aliado.
  1. Hay que ayudar a todo aquel (cualquier individuo o partido) que sea perjudicado. [5]

Así, los musulmanes y los judíos acordaron mutuamente protegerse de los ataques y actuar como ciudadanos de un solo Estado soberano. La rebelión contra este pacto democrático era una traición. Incluso hoy en día, prácticamente todas las naciones soberanas, incluidos Estados Unidos y la mayor parte de Europa, prescriben la pena capital para la traición.

Los críticos afirman que el Santo Profeta Muhammad (sa) mandó a matar a Abu Ráfi, jefe de la tribu Banu Nadir “porque los infieles no tienen derechos en el islam y sus viviendas no están protegidas.” [6] Citan a Ibn Ishaq para validar esta afirmación. Ibn Ishaq explica por qué el Santo Profeta Muhammad (sa) ordenó la pena capital para Abu Ráfi, jefe de la tribu Banu Nadir:

Cuando se dio la lucha de las trincheras y el asunto de los B. Qurayza término, surgió el asunto de Sallam b. Abu’l-Huqayq, conocido como Abu Rafi, estos  habían reunido a las tribus entre sí contra el Santo Profeta (sa). [7]

Como han establecido los historiadores, dos tribus judías de Medina, los Banu Nadir y los Banu Qurayza, se rebelaron contra el Santo Profeta Muhammad (sa) y los musulmanes mientras Medina era atacada. 8] Estas tribus fueron finalmente exiliadas por traición. Y, como informa Ibn Ishaq, Abu Rafi fue el líder de la tribu que ordenó el acto de traición, violando directamente los artículos 19, 30, 31, 38, 42, 44 y 49 de la Carta de Medina. Estos artículos obligaban a musulmanes y judíos a ayudarse mutuamente en caso de que Medina fuera atacada. Asimismo, Bujari registra: “Abu Rafi solía perjudicar al Santo Profeta (sa) y ayudaba a sus enemigos contra él”. [9]

Por lo tanto, Abu Rafi no fue ejecutado porque, era un infiel cuyo hogar no estaba protegido. Abu Rafi fue ejecutado porque fomentó la traición y se rebeló de hecho contra el estado de Medina, a pesar de haber firmado y ratificado la Carta de Medina. Personas inocentes perdieron la vida por la traición de Abu Rafi. ¿Qué gobierno de hoy en día toleraría a un ciudadano del gobierno que voluntariamente ayuda al enemigo a dañar al estado?

Además, Ibn Ishaq informa lo siguiente sobre el castigo de Abu Rafi: “Cuando salieron [a matar a Abu Rafi por su traición el Santo Profeta Muhammad (sa) nombró a ‘Abdullah bin ‘Atik como su líder, y les prohibió matar a mujeres o niños”. 10] Fieles a las órdenes, los hombres no dañaron a la esposa de Abu Rafi, aunque ella estuvo a punto de frustrar su intento. Wilders se equivoca totalmente al pintar el castigo de Abu Rafi como un ataque preventivo. El castigo de Abu Rafi fue la consecuencia justa, previamente firmada y acordada, de la traición a un Estado soberano.

[1] Qur’an 3:65, Diles: “¡Oh, gente del Libro! venid a una palabra que es igual entre nosotros y vosotros: que no adoremos a nadie que no sea Al-lah, y no asociemos a nadie con Él, y que ninguno de nosotros tomemos a nadie por Señor aparte de Al-lah.” Pero si vuelven la espalda, diles: “Sed testigos de que nos hemos sometido a Dios.”

[2] Carta de Medina art. 1 dice: “Este es un documento del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), que rige las relaciones entre los creyentes, es decir, los musulmanes de Quraysh y Yathrib y los que les siguieron y trabajaron con ellos. Forman una nación – Ummah”, disponible en http://www.constitution.org/cons/medina/macharter.htm a través de The Constitution Society, una organización sin ánimo de lucro creada en 1994 y dedicada a la investigación y publicación del gobierno republicano constitucional.

[3] Id.

[4] Id.

[5] Id.

[6] Geert Wilders, Marked for Death: Islam’s War Against the West and Me, 23 (2012).

[7] Alfred Guillaume, Life of Mohammed: A Translation of Ishaq’s Sirat Rasul Allah, 482 (Oxford University Press, 1955).

[8] PBS, Muhammad: Legacy of a Prophet, available at http://www.pbs.org/muhammad/ma_jews.shtml (Last Visited August 12, 2012).

[9] Bukhari Vol. 5, Book 59, #371.

[10] Alfred Guillaume, Life of Mohammed: A Translation of Ishaq’s Sirat Rasul Allah 482 (Oxford University Press, 1955).

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