El gasto y la verdadera rectitud: Waqfe Jadid 2025
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
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El gasto y la verdadera rectitud: Waqfe Jadid 2025

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Después de recitar el Tashahud, el Ta’awuz y el Sura Al-Fatiha, Hazrat Jalifatul Masih V (aba) recitó el versículo 93 del Surah Al-Imran y dijo:

La traducción de este versículo es la siguiente:

“Jamás alcanzaréis la piedad a menos que gastéis de lo que amáis; y Al’lah conoce con seguridad cualquier cosa que deis”

La palabra ‘Birr’ [rectitud] se refiere a un acto excelente y perfecto de virtud y tal como Dios Altísimo afirma en el Sagrado Corán, “no podéis alcanzar la virtud perfecta a menos que os sacrifiquéis y gastéis de vuestras preciadas posesiones en aras de adquirir el placer de Dios”.

De esta forma, un verdadero creyente es aquel que continúa esforzándose por alcanzar la  satisfacción de Dios Altísimo y por adquirir aquellos niveles de virtud que le acercan a Él. En el Sagrado Corán se nos invita a acercarnos a Dios en numerosas ocasiones y de diversas maneras. Se han establecido numerosas virtudes, y gastar la riqueza en la causa de Dios Altísimo también se ha considerado una virtud. También en este versículo, gastar en la causa de Dios Altísimo se considera un importante acto de virtud. Dice [Dios Altísimo] que cuando gastas de la riqueza que amas, o empleas de tus preciadas posesiones en la causa de Dios, entonces será considerado como una gran virtud. No hay duda de que Dios Altísimo recompensa toda acción virtuosa que se realiza para obtener Su placer. Sin embargo, como las personas sienten amor por la riqueza, a este aspecto se le ha prestado especial atención. Por lo tanto, Dios Altísimo ha considerado sacrificar lo que amas, como una de las formas más elevadas de la fe, de la verdadera virtud y del sacrificio. Ya que [Dios  Altísimo] ha constatado que la verdadera virtud es que gastes de lo que amas en la causa de Dios y lo sacrifiques en aras de alcanzar Su placer.

El Mesías Prometido (as) ha explicado esto en muchas ocasiones. En una ocasión afirma:

“No debéis amar la riqueza”. Esto es muy difícil, sobre todo en la época actual.

El Mesías Prometido (as) continúa: “No debéis amar la riqueza. Dios Altísimo ha afirmado:

[Árabe]

“Jamás alcanzaréis la piedad a menos que gastéis de lo que amáis”. Si comparásemos las circunstancias de hoy en día con las de la época del Santo Profeta (sa) entonces nos compadeceríamos esta época, porque no hay nada más querido que [la propia] vida y en aquella época (durante la época del Santo Profeta [sa]), uno tenía que sacrificar su vida por la causa de Dios Altísimo”.

El Mesías Prometido (as) afirma:

“Al igual que vosotros, ellos también tenían esposas e hijos. Todos aprecian su vida. Sin embargo, permanecieron siempre deseosos de encontrar una oportunidad para hacer sacrificios en la causa de Dios Altísimo”.

El Mesías Prometido (as) afirma además:

“Nadie puede pretender haber realizado una acción virtuosa gastando algo sin valor e inútil. La puerta de la piedad es estrecha. Así que recordad que nadie puede entrar en ella gastando cosas inútiles y sin valor, dado que la orden es clara:

[Árabe]

“Jamás alcanzaréis la piedad a menos que gastéis de lo que amáis”.

Hasta que no gastéis de las cosas que amáis y que os son queridas, no podréis alcanzar el estado para ser el verdadero amado [de Dios]. Si no estáis dispuestos a soportar el sufrimiento y a adquirir la verdadera piedad, ¿cómo podéis esperar tener éxito?”.

El Mesías Prometido (as) afirma:

“¿Acaso los Compañeros alcanzaron este rango de forma gratuita? Basta con mirar incluso cómo para alcanzar una posición mundanal, uno tiene que extremar sus recursos y esforzarse, obteniendo luego una mera recompensa que apenas otorga verdadera paz y satisfacción. Entonces, ¿cómo es posible que el título de ‘que Dios esté complacido con ellos’, que otorga verdadera paz y satisfacción y es un signo de la complacencia de Dios, se adquiera con tanta facilidad?”.

El Mesías Prometido (as) afirma:

“La verdad es que no es posible obtener la complacencia de Dios -que es la Fuente de la verdadera felicidad- hasta que uno no sufra dificultades transitorias. A Dios no se le puede engañar. Afortunados los que no se preocupan de su propio dolor para alcanzar Su complacencia, pues sólo después del sufrimiento transitorio se concede al creyente la luz de la alegría eterna y el consuelo eterno”.

El Mesías Prometido (as) añade:

“En el mundo vemos que la gente siente un inmenso amor por la riqueza. Por eso consta en los libros sobre la interpretación de los sueños que si alguien ve (en sueños) que se ha sacado el hígado y se lo ha dado a alguien, eso signfica riqueza. Por eso, para alcanzar la verdadera rectitud y fe, Dios Altísimo afirma:

[árabe]

“Nunca alcanzaréis la verdadera rectitud a menos que gastéis lo que más amáis, porque la compasión y el buen trato hacia la creación de Dios dependen en gran medida del gasto de la riqueza. La compasión hacia la humanidad (es decir, los semejantes) y la creación de Dios en general, es el segundo aspecto de la fe, sin el cual ésta no puede ser completa y firme. Hasta que una persona no se sacrifique por los demás, ¿cómo podrá beneficiarles? (hay que sacrificarse para ser beneficioso). El sacrificio es necesario para favorecer a los demás y mostrarles compasión. Es esta misma enseñanza del sacrificio la que se ha explicado en el versículo siguiente:

[árabe]

“Nunca alcanzaréis la justicia a menos que gastéis de lo que amáis”. Por lo tanto, el gasto de la riqueza en la causa de Dios Altísimo es también un parámetro y una referencia para juzgar la buena naturaleza y la rectitud de un individuo. En el caso de Hazrat Abu Bakr, que Dios esté complacido con él, podemos observar la medida y el nivel en que su vida estaba consagrada a Dios cuando el Mensajero de Dios, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él, le expresó una necesidad y él acudió con todo lo que poseía”. Trajo todas las posesiones de su casa.

Por otro lado, mientras impartía consejos, el Mesías Prometido (as) dijo:

“No sintáis amor por la riqueza. Al’lah dice:

[árabe]

Es decir, nunca alcanzaréis la piedad, (es decir, la verdadera y perfecta piedad), a menos que gastéis de lo que más amáis”

Como ya he dicho, “Birr” es la piedad más elevada y perfecta.

Por lo tanto, este es el secreto que los miembros de la Comunidad Ahmadía han comprendido verdaderamente hoy en día, y es a través de esta formación del Mesías Prometido (as) que seguimos siendo testigos de este estándar de sacrificio actualmente. Este es el rango que establecieron los Compañeros. Luego, fue restablecido en tiempos del Mesías Prometido (as) por quienes residían cerca de él y por sus Compañeros. Luego, durante todas las épocas del Jalifato, hemos seguido siendo testigos de sacrificios, y seguimos siendo testigos de estos sacrificios hoy en día.

El Santo Profeta (sa) puso un gran énfasis en el sacrificio económico y sus Compañeros lo comprendieron y actuaron en consecuencia. En una narración se menciona que Hazrat Ibn Mas’ud (ra) narró que el Santo Profeta (sa) dijo: “Los celos sólo están permitidos en dos casos: un hombre a quien Dios le da riqueza, y la gasta en el camino de la verdad, y un hombre a quien Dios le da entendimiento, sagacidad, conocimiento y sabiduría, con la ayuda de los cuales decide entre la gente y les enseña”.

Por lo tanto, el Santo Profeta (sa) aconsejó a sus Compañeros con el fin establecer un estándar así de elevado, y de hecho, lo logró.

Se menciona una narración de Hazrat Abu Mas’ud Ansari (ra): “Cada vez que el Santo Profeta (sa) nos ordenaba dar limosna, algunos de nosotros íbamos al mercado, hacíamos algún trabajo, y ganábamos el equivalente a un “mudd” de grano (“mudd” es una unidad de medida equivalente a unos pocos kilogramos). Lo que ganaban, lo daban en caridad”.

Su deseo era participar en el plan que el Santo Profeta (sa) instruyó, y contribuir en él con lo que ganaran. No se daba el caso de que se lo pidieran a alguien para participar en él. Más bien, trabajaban duro y ganaban su propio dinero para poder ser partícipes. El narrador afirma que el estado de algunos de ellos en sus sacrificios fue tal que, cuando Dios Altísimo les recompensó, lo hizo con cientos de miles de dirhams. Trabajaban en laboriosas tareas para donar en caridad y luego llegaron a poseer cientos de miles de dirhams.

Éstas son las bendiciones del sacrificio financiero. Este es el secreto que el Santo Profeta (sa) nos aconsejó adoptar. Esto es lo que Dios Altísimo nos advierte que practiquemos en el Sagrado Corán, es decir, gastar en el camino de Dios de lo que nos es querido.

También se menciona en las narraciones que el Santo Profeta (sa) animaba a los Compañeros a dar caridad, y los Compañeros traían lo que tenían en sus casas, y se formaban montículos con diversos artículos. De ahí que para las necesidades de la Comunidad se requiera ““chandah” (donativo)”, riqueza y diversos artículos. Las comunidades de los profetas siempre han entendido este aspecto y han hecho los sacrificios que estaban a su alcance.

En relación a las inmensas bendiciones que hay en el sacrificio financiero, el Santo Profeta (sa) aconsejó a su cuñada Hazrat Asma (ra) en una ocasión: “No cuentes cada moneda mientras gastas en el camino de Dios; de lo contrario, Dios también te recompensará contando cada moneda”. No mantengáis las carteras cerradas y mostréis tacañería; de lo contrario, se mantendrán así de cerradas. Afirmó que uno debe gastar abiertamente dentro de su capacidad y confiando en Dios; Él también seguirá recompensandoos”.

En otra ocasión, el Santo Profeta (sa) dijo, según lo relatado por Hazrat Abu Hurairah (ra): “Cada mañana dos ángeles descienden del Cielo, y uno de ellos dice: ‘¡Oh Dios! Concede aún más a la persona generosa que gasta [en Tu camino], y haz que aparezcan más personas que sigan sus pasos’, y el otro [ángel] dice: ‘¡Oh Dios! Destruye al avaro, sus riquezas y sus posesiones'”.

En cualquier caso, hoy en día, son los ahmadíes quienes comprenden este punto. Hay innumerables ejemplos y la historia del Ahmadíat está repleta de ellos. Aumenta con cada día que pasa, en cuanto a la importancia de quien da generosamente [en el camino de Dios].

Una persona escribe: “Sólo tenía una pequeña cantidad de dinero, con la que iba a hacer negocios. Tenía que comprar cosas de importancia. Mis circunstancias eran difíciles y no sabía si iba a ser posible llevar a cabo este negocio o no. Mi padre me dijo que debía dar todo el dinero que tuviera en “chandah” (donativo) y sacrificarlo en el camino de Dios Altísimo. Por lo tanto, lo di en “chandah” y Dios Altísimo me concedió provisiones de manera sorprendente. Recibí una orden con un pedido por una cantidad muchas veces superior a la que tenía anteriormente. Entonces, comencé con el negocio y Dios Altísimo puso tantas bendiciones en ellos, que recibí innumerables cantidades de riqueza”.

Así, incluso en esta época, Dios Altísimo sigue mostrando tales signos a quienes han aceptado al Mesías Prometido (as) y son sus verdaderos siervos, con el fin de aumentar su fe.

En numerosas ocasiones, el Santo Profeta (sa) puso gran énfasis en hacer sacrificios económicos.

Hazrat Hassan (ra) narró que el Santo Profeta (sa) dijo en un Hadiz Qudsi (que escuchó ésto de Dios Altísimo): “Dios Altísimo dice: ‘Oh hijo de Adán, deposita tus tesoros conmigo y siéntete en paz. No te preocupará de que se te queme el fuego, ni de que sumerja en el agua, ni que te lo robe un ladrón. Te concederé todo el tesoro que Me has confiado el día que más lo necesites”.

Se refiere a la vida después de la muerte, cuando el hombre no sabe cómo será tratado al desconocer sus propias buenas acciones. En ese momento, Dios Altísimo dice: “Te concederé la recompensa a tus sacrificios, y a través de ellos, recibirás el perdón”. Este es el trato que Dios Altísimo otorga a un creyente.

En un lugar, el Mesías Prometido (as) afirma:

“Creo sinceramente que la tacañería y la fe no pueden coexistir en el mismo corazón. Una persona que cree de todo corazón en Dios Altísimo, no considera que su riqueza se limita a lo que está contenido en su cofre, sino que considera todos los tesoros de Dios Altísimo como propios. La avaricia se aleja de él (es decir, la tacañería se aleja de él) igual que las tinieblas se disipan con la luz”.

El Mesías Prometido (as) afirma además:

“El pueblo debe servir a la Comunidad en todo lo posible. Tampoco debe descuidar el cumplimiento de las obligaciones financieras. Reflexionad: ningún movimiento en este mundo puede avanzar sin contribuciones financieras [el Santo Profeta (sa), Moisés (as), Jesús (as)]; se recaudaron fondos durante la época de cada profeta. Por lo tanto, los miembros de nuestra Comunidad también deben tenerlo en cuenta. Incluso si la gente diera regularmente una solo moneda a lo largo del año, se podría conseguir mucho”.

A este respecto, observen el gran ejemplo de Hazrat Jalifatul Masih I (ra): cómo respondió a la llamada del Mesías Prometido (as) e hizo sacrificios para ayudar a cumplir su misión. El Mesías Prometido (as) escribió respecto a Hazrat Jalifatul Masih I (ra): “Si yo lo hubiera permitido, hubiera sacrificado todo lo que poseía en este camino, y al igual que lo hizo con su compañía espiritual, habría cumplido con los derechos debidos a su compañía física, permaneciendo siempre en mi cercanía”. Entonces el Mesías Prometido (as) escribió: “Compartiré algunas líneas de sus cartas como prueba. Escribe [es decir, Hazrat Jalifatul Masih I (ra) escribe al Mesías Prometido (as)]: ‘Me sacrifico por tu causa. Lo que tengo no es mío; es suyo. ¡Su Santidad y mi Guía Espiritual! Afirmo humildemente, con absoluta honestidad, que si toda mi riqueza y mis propiedades se consumieran en la propagación religiosa, entonces habría alcanzado mi objetivo final. Si los compradores de Barahin-e-Ahmadía están generando algún retraso en la publicación del libro (es decir, si hay algún problema con su publicación debido a la escasez de compradores o porque no pagan la cantidad requerida), entonces por favor permítame prestar el insignificante servicio de pagar el importe completo por mi parte y también darle a usted cualquier ingreso que se genere por su venta”. Expresó con gran angustia [al Mesías Prometido (as)] que esto sería un honor para él y de hecho declaró que: “Es mi deseo correr con todos los gastos de la impresión de Barahine-Ahmadía”. Este era el estándar de sacrificio de Hazrat Jalifatul Masih I (ra).

Cuando Hazrat Jalifatul Masih II (ra) estableció los programas de Waqf-e-Yadid y de Tahrik-e-Yadid, innumerables personas pobres se acercaron y empezaron a ofrecer pequeñas cantidades de dinero como “chandah”. Algunos trajeron gallinas y otros huevos. Y decían: “hemos sacrificado lo que teníamos”. Y en aquella época, Hazrat Jalifatul Masih II (ra) mientras mencionaba el ejemplo del sacrificio de esta gente pobre, también daba el ejemplo de algunos de los primeros miembros de la Comunidad.

A este respecto, presentó el ejemplo de Hazrat Dr. Jalifa Rashiduddin Sahib (ra), que era el padre de la primera esposa de Hazrat Jalifatul Masih II (ra), es decir, Hazrat Umme Nasir (ra). Asimismo, fue el abuelo del Hazrat Jalifatul Masih III (rh). Hazrat Musleh Maud (ra) escribe que cuando Hazrat Dr. Jalifa Rashiduddin Sahib (ra) oyó hablar de la afirmación del Mesías Prometido (as) a un amigo, inmediatamente comentó: “El que hace una afirmación tan grandiosa no puede ser un mentiroso”. No necesitaba ninguna prueba. Esta afirmación era tan grandiosa que no necesitó ninguna otra prueba y aceptó que, efectivamente, era el Mesías Prometido (as). Rápidamente hizo la promesa de lealtad al Mesías Prometido (as). El Mesías Prometido (as) ha incluido su nombre entre sus doce discípulos, y sus contribuciones financieras fueron tan grandes que el Mesías Prometido (as) le dio un certificado por escrito, en el que constató: “ofreciste tanto sacrificio financiero para este movimiento, que ya no necesitas aportar más de ahora en adelante”. No obstante, siguió ofreciendo sacrificios económicos, pero el Mesías Prometido (as) expresó de esta forma su complacencia por ello.

Hazrat Musleh Maud (ra) escribe: “Recuerdo la época del Mesías Prometido (as), cuando se presentó una demanda contra él en Gurdaspur para la que necesitaba fondos. El Mesías Prometido (as) hizo un llamamiento entre los miembros de la Comunidad dado que los gastos iban en aumento. El Langar Jana estaba ahora en Qadian y Gurdaspur. Debido a la presencia del Mesías Prometido (as) en Gurdaspur, la gente también venía a visitarle allí, y también se les servía comida. El Mesías Prometido (as) declaró que, además de estos gastos, hay otros gastos por los pleitos en curso. De ahí que nuestros amigos deben hacer aportaciones económicas (es decir, ofrecer sacrificios financieros para hacer frente a la creciente carga financiera). Cuando este llamamiento del Mesías Prometido (as) llegó al Sr. Doctor, sucedió que el mismo día el Sr. Doctor recibió su paga de aproximadamente 450 rupias, que era una cantidad importante en aquellos días. Inmediatamente envió toda la cantidad al Mesías Prometido (as). Un amigo del Sr. Doctor le aconsejó que guardara algo de dinero para sus necesidades domésticas. El Sr. Doctor replicó: “Si el Mesías de Dios escribe que es necesario servir a la fe, ¿para qué otra cosa puedo guardar el dinero?”.

La cuestión es que el Sr. Doctor se sentía tan apasionado por ofrecer sacrificios financieros en causa de la fe, que el Mesías Prometido (as) sintió la necesidad de detenerlo y decirle que ahora ya no necesitaba hacer más sacrificios económicos”.

Por lo tanto, estos fueron los ejemplos mostrados por los Compañeros del Mesías Prometido (as). Luego, tales ejemplos también se ven en la era de cada Jalifa.

Compartiré algunos incidentes más de la vida del Mesías Prometido (as). Hazrat Sufi Nabi Baksh Muhallir de Qadian (ra), dice: “Una vez llegué a la Convención Anual (Yalsa Salana) y pedí decir algo al Mesías Prometido (as) en privado. El Mesías Prometido (as) me dijo: “entra dentro”. Dio la casualidad de que la puerta por la que entré quedó entreabierta, por lo que algunos otros también entraron dentro.

Le dije al Mesías Prometido (as) que mi padre se quejaba que tras haberme dado una excelente educación superior, sin embargo, no les ayudaba desde que tenía trabajo (su padre se quejaba de que, a pesar de darle una buena educación, no les ayudaba económicamente). Le dije al Mesías Prometido (as) que mi padre decía que no les ayudaba a pesar de haberme dado una buena educación y mi mujer también me dice: ‘¡Buen ahmadí has resultado ser, porque has vendido todas mis joyas por esta causa!’. Das todo lo que tenemos en “chandah””.

Tal vez, para hacer frente a los gastos del hogar, vendía las joyas o la mujer se quejaba de que vendía las joyas cuando se presentaba alguna necesidad.

Declaró [al Mesías Prometido (as)]: “Mi padre y mi mujer se quejan”. Entonces le dijo al Mesías Prometido (as): “Sin embargo, ahora que he venido aquí a Qadian, veo que por la causa de esta misión hay fervientes devotos que sacrifican miles de rupias en su camino. Rece por mí para que Dios Altísimo duplique o triplique mis ingresos para que yo también pueda servirle”.

Tras transmitir las quejas (de los miembros de su familia), prosiguió afirmando ante el Mesías Prometido (as) que: “cuando veo los excelsos ejemplos de los sacrificios de otras personas, mi corazón anhela dar incluso más”. Después de ésto, Dios Altísimo proporcionó los medios para tener un nuevo trabajo con mejor sueldo en un país diferente. Gracias a ello, pudo ayudar con aportaciones económicas y satisfacer también las necesidades de su familia.

Aquellas personas piadosas, como resultado del efecto espiritual del Mesías Prometido (as), en su época (que también fue una época de materialismo), ofrecieron muchos sacrificios. Y hoy, en una época en la que el materialismo es aún más desenfrenado que antes, seguimos viendo ejemplos de ello. La gente sigue gastando en el camino de Dios. Vemos ejemplos de ello incluso hoy en día, al igual que los pobres solían sacrificarse,. A veces la gente de África me envía sus relatos. Pero antes de eso, me gustaría compartir algunos ejemplos de aquellos que tenían pocos recursos en la época del Mesías Prometido (as).

Hazrat Qazi Qamar-ud-Din Sahib (ra) menciona un incidente sobre Sain Diwan Shah Sahib. Dice que solían preguntarle: “Sain Sahib, ¿hay alguna razón especial para que vaya a Qadian?” Solía visitar Qadian con frecuencia y como Sain Sahib pasaba por el pueblo de Qazi Sahib de camino, pasaba la noche en su pueblo). Qazi Sahib explica que Sain Diwan Shah era residente de Narowal y solía viajar a pie a Qadian. Era un viaje de muchos kilómetros que emprendió desde Narowal hasta Qadian. Explica que, aunque se utilizara un atajo, sigue siendo un trayecto de aproximadamente 160 km que él solía hacer a pie.

Le preguntó a Sain Sahib, “¿hay alguna razón en particular por la que esté haciendo este viaje repetidamente o es sólo para encontrarse con el Mesías Prometido (as)?”

Sain Sahib respondió: “Mire, soy un hombre pobre. Una de las razones es, sin duda, el profundo deseo de conocer al Mesías Prometido (as). La segunda razón es que soy pobre y no puedo hacer aportaciones económicas de cientos de miles de rupias como hacen los que tienen dinero. Así que voy allí a hacer las camas de los huéspedes como mi contribución (es decir, hacía las camas de forma gratuita y de esta forma se descargaba de la culpa por no poder contribuir económicamente). Este servicio de hacer las camas me consuela. Así que hago las camas en el Langar Jana y me consuela saber que esta es mi contribución económica”.

Tal era el espíritu que existía entre los pobres en aquellos tiempos. Incluso hoy en día, observamos cómo Dios Altísimo ha inculcado este espíritu en la gente. Personas de países lejanos en los que se introdujo el Ahmadíat hace sólo unos pocos años, han aceptado el islam y se han unido a la Comunidad Ahmadía. Somos testigos de notables muestras en los sacrificios económicos. Vemos en ellos la misma pasión que existía hace mil cuatrocientos años. Observamos en ellos el mismo espíritu que había en aquellas personas cuyos ejemplos dio el Mesías Prometido (as) en su tiempo. Y este es el espíritu que ha surgido hoy en la Comunidad Ahmadía a debido al rejuvenecimiento de la fe tras la aceptación del Mesías Prometido (as).

El misionero de las Islas Marshall escribe: “Ladri Isaac Sahiba es una devota mujer que trabaja incansablemente para el Langar (cocina comunitaria) de la Comunidad. Viene diariamente a servir y cocinar donde se preparan comidas dos veces al día. Sin embargo, cada vez que recibe su salario, su primera prioridad es ofrecer sacrificio financiero en nombre de ella y de sus cinco nietos, y su contribución a Waqf-e-Yadid es la más alta de la Comunidad”. El misionero dice: “Son personas cuyas casas parecen muy modestas cuando las ves. Me vienen a la mente las benditas palabras del Mesías Prometido (as): “Una persona temerosa de Dios puede encontrar verdadera prosperidad en una humilde choza, algo que una persona mundana consumida por la codicia no puede encontrar ni siquiera en un magnífico palacio”.

Del mismo modo, hay otra señora, Lorain Sahiba, también de las Islas Marshall, que trabaja en el Langar Jana de la Comunidad. El misionero dice: “Cuando les recordé sobre las contribuciones al Waqf-e-Yadid, haciendo constar que el año estaba por terminar y nuestras contribuciones eran menores que el año anterior, Lorain Sahiba vino a la oficina después de las oraciones del viernes y presentó su contribución al Waqf-e-Yadid para que pudiésemos igualar o superar el objetivo del año anterior”.

El misionero de Kazajistán, hablando de las contribuciones de Ayaan Ibrayev, dice: “Ayaan Ibrayev Sahib me dijo una vez: ‘Hubo un tiempo en que no tenía dinero para comprar pan. Tenía que pedir prestado para comer y beber, y mi esposa estaba preocupada por cómo sobreviviríamos. Pero incluso en esas circunstancias, comencé a pagar mi “chandah”, e incluso ahora mi principio es que siempre que recibo dinero, pago mi “chandah” primero. Dios Altísimo me ha mostrado un favor tan notable, que cada vez que pago mi contribución, Él me bendice con mejores recursos financieros. A veces, cuando mi esposa me pregunta de dónde salió ese dinero, le digo que todo es la bendición de dar “chandah”. Dios Altísimo no retiene los préstamos, y dice: “Cuando gastéis riqueza en Mí, os daré aún más”, y Dios cumple esta promesa”.

Cerca de la ciudad de Marwa, en Camerún, hay una Comunidad donde un miembro llamado Muhammad Yusun Sahib dice: “Yo era muy pobre. Solía trabajar en granjas de la gente, pero después de convertirme en ahmadí, comencé a dar “chandah”. Gracias a las bendiciones de “chandah”, Dios Altísimo no sólo aceptó mi “chandah” sino que me bendijo tanto, que ahora tengo mi propia granja. “Esto me da satisfacción porque Dios Altísimo ha aceptado mi “chandah” y me ha bendecido sin límites. Soy propietario de una granja. Antes era un mero trabajador y ahora tengo una granja”.

Hay una Yamaat pobre de nuestra Comunidad en Níger. Su misionero escribió sobre un ahmadí, Lawali Sahib, que cultiva chufas. Dice: “No se lo había dicho a nadie, pero tenía la intención en mi corazón de dar una décima parte de mi cultivo en “chandah”. Después del cultivo, hubo excesivas lluvias y los cultivos corrieron el riesgo de ser destruidos, ya que no necesitan tanto agua. “Las cosechas de los vecinos se dañaron y rindieron muy poco, pero Dios Altísimo puso tal bendición en mi cosecha que mientras otros con tierras más grandes obtuvieron cinco o seis sacos de cosecha, yo recibí diez o incluso once sacos de mis campos”. En tales condiciones, cuando las cosechas fallan, los precios también aumentan y uno puede ganar bien en el mercado. Sin embargo, no le condujo la avaricia: había hecho una promesa en su corazón a Dios Altísimo, sin decírselo a nadie, y por amor a Dios, estaba dispuesto a sacrificarse. Según su promesa, entregó la undécima bolsa que tenía intención de dar a la Comunidad como “chandah”, y el amor a la riqueza no lo venció”.

Estos son los ejemplos de personas que vemos que se sacrifican en la Comunidad Ahmadía a actualmente, y se ven en todos los países.

En una Comunidad llamada Yurobowal en Gambia, el presidente local recibió algo de dinero que dividió en dos partes. Una parte la guardó para “chandah” y la otra para uso personal. Lamentablemente, dice, el dinero para el uso personal se perdió. Solo le quedaba el dinero de “chandah” que podría haber usado, pero a pesar de su necesidad, no usó el dinero de “chandah” para los gastos personales. El amor a la riqueza no lo venció, y no puso excusas diciendo que la otra mitad se había perdido, por ello debía usar la mitad de éste. Dijo que no, que el dinero que había apartado para “chandah” se pagaría como “chandah”, y así lo hizo. La acción de Dios Altísimo fue tal que después de un tiempo, encontró el dinero perdido y sus necesidades quedaron satisfechas. En tales circunstancias, cuando hay necesidad, seguramente aumenta el amor a la riqueza, pero hay gente que muestra una devoción extraordinaria: cualquier promesa que le hagan a Dios Altísimo, intentan cumplirla.

Luego hay otro incidente en el que la necesidad de dinero y el amor a la riqueza no pudieron vencer el espíritu de sacrificio. En la región Maravi de Níger, hay una Comunidad donde Ahmad Sani Sahib contribuye regularmente a Waqf-e-Yadid. Este año, debido a las inundaciones en la región, los cultivos quedaron destruidos. Se pensaba que la gente no podría contribuir abundantemente, pero Sani Sahib dijo que aunque las lluvias excesivas y las inundaciones habían destruido los cultivos, no reduciría su contribución y, de hecho, dio más que sus contribuciones anteriores.

Luego, hay otro relato de dar prioridad a las contribuciones financieras a pesar de tener necesidades [personales]. Hay una Comunidad en Debso, Níger. Allí llovía poco y eso tuvo un impacto muy negativo en los cultivos. Hay lugares donde llueve demasiado y otras zonas donde no llueve suficiente. Hay desastres naturales y la mayoría de nuestra gente y de las Comunidades en África están en aldeas. Además, la situación política en esos países es muy crítica hoy en día. Hay mucha inflación y el misionero local estaba muy preocupado porque la gente no tenía suficiente dinero y se preguntaba cómo harían contribuciones financieras. Sin embargo, cuando la gente del pueblo fue informada de que el año Waqf-e-Yadid estaba llegando a su fin, un hombre llamado Shafi Aingo Sahib se puso de pie y dijo: “Ofrecemos contribuciones financieras todos los años y nunca ha habido un año en el que Dios Altísimo no nos haya dado más a cambio. Por eso, Dios Altísimo nos recompensa bendiciendo nuestras contribuciones financieras y somos económicamente estables. A pesar de las difíciles circunstancias, vamos mejorando y no daremos marcha atrás. Ofreceremos contribuciones financieras”. Y ellos hicieron exactamente eso. Este es otro ejemplo de que no se dejaron vencer por el amor a la riqueza.

Hay un miembro de Tanzania llamado Ibrahim Sahib que dice: “Cuando me enteré de las bendiciones de las contribuciones financieras, designé una cantidad cada mes para sacrificios financieros. Gracias a sus bendiciones, mi trabajo siguió aumentando y Dios Altisimo continuó incrementando mi riqueza”. Dice: “Una vez, el misionero local me animó a hacer contribuciones financieras y yo tenía algo de dinero que había reservado para un trabajo que necesitaba realizar (había reservado ese dinero para su negocio). Sin embargo, cuando me hicieron este llamamiento, decidí dar esa cantidad como contribución financiera. Al día siguiente, llamé por teléfono al vendedor al que le iba a comprar la mercancía y le dije que ya no tenía dinero y que no podría comprarle la mercancía como era mi intención. Ante esto me dijo que no había problema porque alguien ya había pagado la mitad del precio de la mercancía que iba a comprar y el resto lo podía pagar más adelante”. Dice: “No sé de dónde salió la mitad de ese pago ni quién lo hizo, y hasta el día de hoy no he podido entender cómo sucedió”. Y así, hay momentos en que Dios Altísimo brinda ayuda de manera que uno ni siquiera se da cuenta.

También hay quienes Dios Altísimo les concede trabajo como resultado de sus sacrificios financieros. Hay un joven originario de la República Checa que habla de cómo Dios Altísimo le enseña la filosofía del sacrificio financiero. Dice: “Se me ha concedido una nueva vida espiritual a través de los sacrificios financieros. Veo a mis compañeros abrumados por las preocupaciones mientras que yo estoy muy tranquilo. Mientras todos están ocupados tratando de ahorrar dinero, por la gracia de Dios he desarrollado el hábito de sacrificar cualquier riqueza que llegue a mi posesión en el camino de Dios. Mis amigos dicen que esto es inútil, pero Dios es testigo de que mi vida depende de esto”. Dice: “Estaba teniendo dificultades para encontrar trabajo en mi campo. Por la gracia de Dios, a través de las bendiciones de las contribuciones financieras, esa dificultad desapareció. No tenía un lugar donde vivir, pero Dios Altisimo se encargó de solucionar este problema”. Dice: “Antes, mis bolsillos siempre estaban vacíos, pero ahora, por la gracia de Dios Altísimo, mis bolsillos siempre están llenos. Ofrezco contribuciones financieras y luego Dios Altísimo de alguna manera llena [mis bolsillos]”.

Un inspector de la India escribe: “Hay un miembro cuya contribución [prometida para] Waqf-e-Yadid fue de 24.000. Solo quedaban unos días y dijo que tenía parte del dinero pero que necesitaba el dinero para algo importante. Le dije que era el final del año de Waqf-e-Yadid y que podía decidir si le parecía mejor ofrecer esa cantidad o hacerlo más tarde. Dijo que depositaría su confianza en Dios y ofreció el dinero como contribución financiera. Al día siguiente me llamó y me dijo que una gran cantidad de dinero para su negocio estaba retenida en algún lugar y que la recibió de repente. Aunque no era la cantidad total, recibió 50.000 y el que debía el resto, prometió que se lo pagaría muy pronto”. Observad cómo Dios Altísimo le dijo a esta persona que dado que estaba abandonando el amor de la riqueza por Su causa y estaba tratando de satisfacer las necesidades de la Comunidad dejando sus propias necesidades personales, entonces Yo mismo te ayudaré. Así es como Dios Altísimo brinda ayuda.

Por la gracia de Dios Altísimo, los gastos de la Comunidad son como dijo el Mesías Prometido (as): nunca ha habido un profeta que no haya hecho llamamientos financieros para el funcionamiento de la organización de su comunidad. Y de esta manera, para hacer funcionar el sistema de la Comunidad, la Comunidad Ahmadía también debe hacer llamamientos financieros. De todas nuestras misiones establecidas alrededor del mundo, sólo Tahrik-e-Yadid y Waqf-e-Yadid llegan a la sede central. Todo lo demás se consume localmente. Sin embargo, la gente que vive en África no está muy bien económicamente, y a pesar de hacer contribuciones financieras, tienen muchos gastos. Hay casas de misión y mezquitas que están en funcionamiento. Actualmente en África se han construido 7.953 mezquitas mientras que 306 están en construcción. De la misma manera, cada año se hacen planes para construir decenas de mezquitas. Hay 1.860 casas de misión en funcionamiento; algunas están alquiladas mientras que otras son propias. Hay 400 misioneros centrales que trabajan allí y más de 2.000 misioneros locales. Luego está Qadian, los países de América del Sur y las islas, que son financiados por la sede porque no pueden cubrir todos sus gastos. Los gastos corrientes para cubrir los costes de la misión son muy elevados.

También hay gastos para la distribución de literatura. A veces, la literatura se envía desde aquí (desde el Reino Unido). La mayor parte de esa literatura, a excepción de los libros más voluminosos, y aún así algunos de ellos también, se distribuyen gratuitamente; por supuesto, la literatura menos voluminosa es gratuita. Parte de la literatura también se publica localmente. Dios Altísimo continúa otorgándonos de Su gracia para afrontar estos gastos.

Resulta incomprensible cómo se pueden llevar a cabo programas tan amplios y cubrir tantos gastos cuando la cantidad recaudada no es mucha. Si se combinan las contribuciones realizadas hacia Tahrik-e-Yadid y Waqf-e-Yadid, que llegan a la sede central, ascienden a unos 30-31 millones de libras. Sin embargo, por la gracia de Dios Altísimo, tan solo la subvención anual que se otorga a 106 países aproximadamente equivale a la misma cantidad. Luego están los Yamias (seminarios), cuyo costo asciende a millones y para los cuales también se otorgan subvenciones. Millones se gastan en MTA (Muslim Television Ahmadía). También están los costos de la sede central. Dios Altísimo cubre estos gastos de manera que escapan a la comprensión. A veces se piensa  que tal vez los gastos son demasiado elevados y uno se pregunta cómo se cubrirán. Sin embargo, por Su gracia, Dios Altísimo continúa cubriendo estos gastos y nunca permite que haya carencias. Por la gracia de Dios Altísimo, estas misiones están operativas y en constante progresión. Dios Altísimo prometió al Mesías Prometido (as) que le otorgaría riquezas, y Dios Altísimo, en efecto, está otorgando esas riquezas. ¡Que Dios Altísimo siempre permita a la Comunidad utilizar estas riquezas de la manera correcta y que no haya irregularidades en este sentido!

El Mesías Prometido (as) declara:

“No es posible amar la riqueza y también amar a Dios Altísimo. Solo podéis amar a uno. Afortunado es aquel que ama a Dios. Si alguno de vosotros ama a Dios y gasta en Su causa, estoy seguro de que su riqueza será más bendecida que la de los demás. La razón de esto es que la riqueza no se adquiere por sí misma, sino que se adquiere por la voluntad de Dios. Por lo tanto, aquel que aparta una porción de su riqueza por amor a Dios, ciertamente la verá retornada. Sin embargo, aquel que ama la riqueza y no rinde el servicio requerido en la causa de Dios, ciertamente perderá esa riqueza.

No creáis que la riqueza se adquiere por vuestros propios esfuerzos. Por el contrario, proviene de Dios, el Exaltado. No penséis que estáis haciendo un favor a Dios Altísimo y a Su Elegido al gastar una parte de vuestra riqueza o al prestar algún otro tipo de servicio. Más bien, es Su favor hacia vosotros que habéis podido servir de esta manera.

Digo con toda certeza que si todos vosotros me abandonáis y no ofrecéis ningún servicio ni ayuda, Él levantará a otro pueblo que estará dispuesto a servirLe. Sabed que este asunto ha sido decretado desde el Cielo, y cualquier servicio que ofrezcáis será en vuestro propio beneficio. No sea que desarrolléis arrogancia en vuestro corazón y penséis que estáis prestando un servicio financiero o de cualquier otra forma. Os digo una y otra vez que Dios Altísimo no necesita vuestra ayuda en lo más mínimo. Más bien, Él os ha otorgado Su gracia al daros la oportunidad de servirLe”.

Esta es, pues, la comprensión y el pensamiento que el Mesías Prometido (as) inculcó en la Comunidad. Por la gracia de Dios Altísimo, incluso después de 135 años, este espíritu sigue vivo en los corazones de los miembros de la Comunidad Musulmana Ahmadía, incluidos los jóvenes y los nuevos conversos. Siguen ofreciendo sacrificios, como he relatado en algunos de los casos, mostrando cómo han comprendido la esencia de este espíritu: que Dios Altísimo bendice su riqueza, y que por Su causa están dispuestos a hacer cualquier sacrificio. ¡Que Dios Altísimo continúe bendiciendo su riqueza y sus vidas!

A continuación, presentaré un informe sobre las contribuciones realizadas hacia el plan de Waqf-e-Yadid para este año. Esto brindará una idea de la magnitud de los sacrificios hechos por la Comunidad, por la gracia de Dios Altísimo.

Por la gracia de Dios, el 67º año de Waqf-e-Yadid concluyó el 31 de diciembre, y la contribución financiera total de la Comunidad Musulmana Ahmadía a nivel mundial ascendió a £13,608,000, aproximadamente unos catorce millones de libras. Esto representa un incremento de £736,000 en comparación con el año pasado. Alhamdulil’lah.

En términos de sacrificios y cantidades aportadas, el Reino Unido ocupa el primer lugar. Existe una fuerte competencia entre el Reino Unido y Canadá. Canadá también ha incrementado significativamente sus contribuciones, pero sigue detrás del Reino Unido. Alemania ocupa el tercer lugar, seguido de Estados Unidos, India, Australia, una Comunidad en Oriente Medio, Indonesia, otra Comunidad en Oriente Medio, y Bélgica.

En cuanto a las contribuciones totales en África, la Comunidad de Ghana ocupa el primer lugar, seguida de Mauricio. Burkina Faso ocupa el tercer lugar, y a pesar de las difíciles circunstancias allí, continúan ofreciendo sacrificios. Aún hay varias áreas de las cuales no se han recibido informes debido a dificultades de comunicación. Después de estas, tenemos a Tanzania, Liberia, Gambia, Nigeria, Sierra Leona, Benín y Congo-Kinshasa.

Según los informes recibidos, el número de individuos que se han unido al sistema financiero de Waqf-e-Yadid ha alcanzado un millón quinientos cincuenta y un mil. A pesar de las circunstancias difíciles, ha habido un aumento en el número de contribuyentes en comparación con el año pasado, incluyendo un notable incremento entre la población de Pakistán. Además, ha habido un aumento en las contribuciones provenientes de Nigeria, Camerún, Sierra Leona, Gambia y Congo-Brazaville.

Entre las diez Comunidades más grandes del Reino Unido en términos de contribución, Farnham ocupa el primer lugar, seguida de Worcester Park, Islamabad, Walsall, Aldershot South, Ash, Cheam South, Gillingham, Aldershot North y Ewell.

En las cinco regiones principales, Islamabad ocupa el primer lugar, seguida de Baitul Futuh, Midlands, Fazl Mosque y Baitul Ehsan.

El Daftar Atfal dentro de Waqf-e-Yadid tiene su propio registro separado. Entre las diez Comunidades principales en esta categoría, Aldershot ocupa el primer lugar, seguida de Aldershot North, Farnham, Ash, Aldershot South, Bordon, Cheam South, Islamabad, Roehampton Vale, Manchester North y Walsall.

Entre las regiones en Canadá, en términos de contribuciones, Vaughan ocupa el primer lugar, seguida de Calgary, Peace Village, Vancouver, Toronto West, Brampton East y Toronto.

En cuanto a las diez Comunidades más grandes de Canadá, Hamilton ocupa el primer lugar, seguido de Edmonton West, Hamilton Mountain, Milton East, Bait-ur-Rahman Saskatun, Durham West, Regina, Montreal West, Bait-ul-Aafiyat Saskatun, Winnipeg, Lloydminster y Newfoundland.

En el Daftar Atfal, las regiones principales son Vaughan, Toronto West, Vancouver, Peace Village, Calgary, Mississauga, Brampton East, Brampton West y Toronto.

Entre las Comunidades dentro del Daftar Atfal, Durham West ocupa el primer lugar, seguido de Hadiqa Ahmad, Bradford East, Montreal West, Hamilton East, Hamilton, Hamilton Mountain, Insfield, Milton West y Windsor.

Las cinco regiones locales principales en Alemania son, en primer lugar, Hamburgo, seguida de Frankfurt, Wiesbaden, Groß-Gerau y Riedstadt.

En cuanto a las diez Comunidades principales anteriormente pertenecientes a las Imaraat, están: Rodgau, Nidda, Rödermark, Flörsheim, Neuwied, Koblenz, Weingarten, Pinneberg, Berlín y Neuss.

Las cinco regiones principales del Daftar Atfal en Alemania son Wiesbaden en primer lugar, seguida de Hamburgo, Hessen South East, Westfalen y Dietzenbach.

En las diez Comunidades principales de Estados Unidos, Maryland ocupa el primer lugar, seguido de Los Ángeles, North Virginia, Silicon Valley, Seattle, Detroit, Chicago, Dallas, South Virginia y Houston.

Las diez Comunidades principales para el Daftar Atfal son: Seattle en primer lugar, seguida de Filadelfia, North Virginia, Georgia, Carolina, Chicago, Austin, Dallas, Oshkosh, Detroit y Maryland.

Por la gracia de Dios, la Comunidad de Pakistán también ha sobresalido en los sacrificios. En primer lugar está Lahore, seguida de Rabwah en segundo lugar y Karachi en tercero.

Las posiciones de los distritos con respecto a las contribuciones de los adultos son las siguientes: Islamabad ocupa el primer lugar, Sialkot el segundo, seguido de Faisalabad, Gujrat, Gujranwala, Sargodha, Umerkot, Multan, Hyderabad y Mirpur Jas.

Las diez Comunidades principales son las siguientes: Islamabad ocupa el primer lugar, seguida de Township Lahore, Darul Zikr Lahore, Azizabad Karachi, Al’lama Iqbal Town Lahore, Samanabad Lahore, Baitul Fazl Faisalabad, Multan Town, Delhi Gate Lahore y Gujranwala Town.

Las tres Comunidades principales para Atfal son las siguientes: Lahore ocupa el primer lugar, seguida de Rabwah en segundo lugar y Karachi en tercero. Las posiciones distritales del Daftar Atfal son las siguientes: Islamabad ocupa el primer lugar, seguida de Sialkot, Narowal, Umerkot, Rawalpindi, Gujranwala, Mirpur Jas, Gujrat, Hyderabad y Sheijupura. También hubo otras comunidades que hicieron esfuerzos extraordinarios.

Las diez provincias principales de la India son las siguientes: el primer lugar lo ocupa Kerala, seguida de Tamil Nadu, Jamun Kashmir, Karnataka, Telangana, Odisha, Punjab, Bengala Occidental, Maharashtra y Uttar Pradesh.

En cuanto a las diez Comunidades principales de la India en términos de contribuciones, el primer lugar lo ocupa Coimbatore, seguido de Qadian en segundo lugar, luego Hyderabad, Calicut, Manjari, Bangalore, Malayapalayam, Calcuta, Kerrang y Karulai.

Las Comunidades principales en Australia son: Castle Hill, Melbourne Langwarrin, Marsden Park, Melbourne Clyde, Logan East, Melbourne Berwick, Penrith, Perth, Adelaide y Adelaide West.

Entre los adultos, las posiciones de las Comunidades en Australia son las siguientes: Melbourne Langwarrin, Marsden Park, Logan East, Melbourne Berwick, Melbourne Clyde, Penrith, Perth, Adelaide West y Blacktown.

Las posiciones entre los Atfal son las siguientes: Melbourne Langwarrin, Perth, Plumpton, Adelaide South, Melbourne Clyde, Penrith, Melbourne West, Marsden Park, Brisbane Central y Melbourne Berwick. ¡Que Dios Altísimo bendiga abundantemente la riqueza y la descendencia de todos aquellos que contribuyeron!

Asimismo, oren para que el próximo año, 2025, sea un año de bendiciones para la Comunidad. ¡Que Dios Altísimo proteja a la Comunidad de todo mal! Los grupos extremistas y sus cómplices en Pakistán se enfurecen y se vuelven violentos de vez en cuando. Debido a su oposición a la Comunidad y, en algunos casos, con la protección del gobierno, cometen todo tipo de atrocidades. Ni los cementerios ni los hogares de las personas están a salvo. ¡Que Dios Altísimo se encargue de tomar rápidamente a estos opresores y mantenga a los ahmadíes bajo Su protección! Han fijado su mirada en Rabwah; que Dios la mantenga segura.

Hace poco recordé a todos la importancia de centrar su atención en el “durud” [invocar bendiciones sobre el Santo Profeta (sa)] y en otras oraciones. Los ahmadíes en Pakistán, en particular, deberían recitar estas oraciones, así como todos los ahmadíes en el mundo.

Oren también por los ahmadíes en Bangladesh. ¡Que Dios Altísimo los proteja del mal de los extremistas! Un nuevo gobierno también ha asumido el poder en Siria. ¡Que Dios proteja a los ahmadíes de toda forma de maldad y garantice su seguridad! De manera similar, hay otros países, incluyendo países en África. ¡Que Dios Altísimo mantenga a los ahmadíes bajo Su protección!

Es el deber de cada ahmadí orar fervientemente por esto y por sus propios países. Los paquistaníes que residen en el extranjero deben orar por Pakistán. Oren por el mundo en general y por la situación relacionada con la guerra. ¡Que Dios Altísimo proteja a cada persona inocente y oprimida de sus consecuencias perjudiciales!

Estas personas celebran el año nuevo con gran entusiasmo, con fuegos artificiales y chispas, pero cada uno solo busca su propia felicidad. No sienten simpatía por el dolor de los demás. Las naciones poderosas continúan perpetrando actos de crueldad contra los pueblos y naciones más débiles. En este nuevo año, que Dios Altísimo destruya todos los planes de estas naciones poderosas y que podamos ver el establecimiento de la Unicidad de Dios en todo el mundo. ¡Que Dios Altísimo nos permita alcanzar este objetivo!

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