El nuevo año 2016 y nuestras responsabilidades
Necesitamos experimentar una transformación espiritual a lo largo de los 12 meses y 365 días del año en lugar de tan solo el primer día del año.
Las buenas obras que Dios acepta son aquellas que uno lleva a cabo con consistencia y perseverancia.
Acordaos de la muerte, superad la negligencia, buscad el perdón de Al-lah y avanzad por el camino recto.
El 1 de enero de 2016, Su Santidad, Hazrat Khalifatul Masih V (Al-lah sea su ayudante) pronunció el Sermón del Viernes en la Mezquita Baitul Futuh de Londres.
En el contexto del inicio del año nuevo, Su Santidad (Al-lah sea su ayudante) describió la forma en la que uno debe dirigir su vida según las enseñanzas del Sagrado Corán, el ejemplo del Santo Profeta (la paz de Al-lah sea con él) y los dichos del Mesías Prometido (la paz sea con él). Su Santidad (Al-lah sea su ayudante) dijo que la meta principal de un áhmadi debe ser ganarse el agrado de Al-lah.
Su Santidad (Al-lah sea su ayudante) dijo, “Hoy es el primer día del año y también es un viernes. Estoy recibiendo mensajes de felicitaciones y sé que muchos áhmadis han comenzado este día con oraciones. Debemos recordar que un creyente no es aquel que reza solamente un día, sino aquel que produce una reforma espiritual interna a través de la perseverancia y la oración constante, y se esfuerza por obtener el agrado de Al-lah a través de la perseverancia y el esfuerzo continuo. La realización de buenas obras y el ofrecimiento del Tahajjud (oración voluntaria nocturna) durante sólo un día no es suficiente; debemos mantener estas virtudes durante los 12 meses y los 365 días del año.”
Su Santidad (Al-lah sea su ayudante) dijo que debemos establecer una relación con Dios, y dedicar nuestra vida y muerte a Su causa. El mundo no debe ser nuestro objetivo primordial y nuestra fe no debe ser nominal. Nuestra profesión de ser amantes y seguidores del Santo Profeta (la paz de Al-lah sea con él) no debe ser meramente superficial. Una declaración sin aplicación práctica es completamente inútil. Por ejemplo, una persona le puso el nombre Khalid (el que tiene larga vida) a su hijo, pero esa misma noche su hijo fue enterrado. Un nombre solo carece de significado. Sin su esencia, el envoltorio solamente sirve para deshacerse de él. Por lo tanto, debemos siempre llevar a cabo acciones que agraden a Dios y debemos dar siempre preferencia a la fe frente a los asuntos materiales”.
Su Santidad (Al-lah sea su ayudante) dijo que el Mesías Prometido (la paz sea con él) quería establecer una comunidad de personas que den preferencia a los asuntos religiosos y antepongan el agrado de Dios frente a todo lo demás. “En relación a esto el Mesías Prometido (la paz sea con él) nos ha dejado muchas enseñanzas. Hoy recuerdo a la Comunidad que debe prestar atención a estas enseñanzas y llevar a cabo una transformación interna piadosa. No busquéis al mundo porque no conseguiréis saciar vuestra sed. Aquellos que viven preocupados y angustiados por el mundo no reciben nada a cambio. Aquel que ama al mundo está separado de Dios. Por lo tanto, debéis dirigir vuestras vidas siguiendo las enseñanzas del Mesías Prometido (la paz sea con él).”
Su Santidad (Al-lah sea su ayudante) hizo referencia a algunos extractos de las enseñanzas del Mesías Prometido (la paz sea con él). A través estas enseñanzas podemos cumplir con el propósito de nuestra creación. Su Santidad (Al-lah sea su ayudante) dijo que debemos practicar con sinceridad las enseñanzas de nuestra religión y ser precavidos ante los ataques de Satanás. Lo positivo de este mundo es aquello que nos dirige a lo positivo de la fe. Y lo positivo de la fe no se puede lograr causando dolor a otros o adquiriendo beneficios materiales ilegalmente. Por lo tanto, debemos evitar los medios ilegales para obtener ingresos, que nos puedan llevar al camino del mal.
Su Santidad (Al-lah sea su ayudante) dijo que las plagas, terremotos y otras calamidades que se observan en el mundo se deben al desagrado de Dios. Debemos llevar a cabo una transformación interna piadosa para estar entre aquellos a quienes Dios concede Sus Bendiciones. Una transformación espiritual solamente se puede llevar a cabo a través de la piedad. En otras palabras, debemos someternos completamente a Dios ya que a Él no Le agrada que nos sometamos en parte a Él y en parte a Satanás. A Dios no Le agrada que le asociemos con otros.
En segundo lugar, para lograr adquirir una transformación espiritual, es importante acordarse de la muerte. No sabemos cuándo vendrá por lo que debemos esforzarnos continuamente por ser virtuosos. La tercera forma es superar la indolencia. También debemos ofrecer Istighfar (arrepentimiento) y mostrar penitencia por nuestras faltas y pecados. Otra forma es perseverar ante los problemas y tribulaciones, dirigirnos a Dios, y continuar esforzándonos por ser virtuosos, para que Dios tenga misericordia de nosotros. Además, para llevar a cabo esta transformación espiritual debemos superar el orgullo, la arrogancia y la vanidad. También debemos evitar el enojo ya que el enojo nace de la vanidad. Debemos dar preferencia a los demás por encima de nosotros mismos e inculcar el amor y la compasión hacia ellos.
Su Santidad (Al-lah sea su ayudante) dijo que los padres no sólo deben preocuparse por la educación secular de sus hijos, sino que también deben prestar atención a su educación religiosa. Aquellos que ocupan cargos en la Comunidad deben aconsejar a los demás, y, ellos mismos también deben experimentar una reforma interna. No exhortéis a alguien a hacer algo que vosotros no podáis demostrar; en lugar de ello, debéis convertiros en modelos a seguir. Su Santidad (Al-lah sea su ayudante) dijo que la virtud es también una premisa para la aceptación de nuestras oraciones. Las puertas hacia la aceptación de las oraciones están abiertas para aquellos que adoptan el Taqwa (amor y temor a Dios).