Jalifas guiados – Hazrat Abu Bakr (ra)
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
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Jalifas guiados – Hazrat Abu Bakr (ra)

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

SERMÓN DEL VIERNES, 8 DE JULIO DE 2022.

Pronunciado en la Mezquita Mubarak de Islamabad (Tilford, Surrey), Reino Unido.

Después de recitar el Tashahud, el Taawwuz y el Surah Al-Fatihah,

Hazrat Mirza Masrur Ahmad, Jalifatul Masih V (atba), pronunció lo siguiente:

[Hasta ahora] estaba narrando relatos en relación a las expediciones contra los rebeldes durante la era de Hazrat Abu Bakr (ra). En relación a esto, el siguiente incidente está registrado en relación a la undécima expedición, que fue liderada por Hazrat Muhayir bin Abi Umayyah (ra) en contra de los apóstatas rebeldes de Yemen. Hazrat Abu Bakr (ra) entregó una bandera a Hazrat Muhayir bin Umayyah (ra), le ordenó que se enfrentara al ejército de Aswad Ansi y ayudara a los Abna, que estaban siendo atacados por Qais bin Maqshuh y otros habitantes de Yemen.

En ese momento, había dos colonos destacados en Yemen: en primer lugar, había personas nativas que pertenecían a las tribus de Sabah e Himyar; y, en segundo lugar, aquellas personas de ascendencia persa que se llamaban Abna. En aquellos días, los Abna eran la minoría más poderosa de Yemen. Durante algún tiempo, el gobernante de Yemen estuvo sujeto al reino de los Chosroes [emperadores de Persia] y por eso la mayoría de las oficinas gubernamentales estaban ocupadas por los Abna.

Sin embargo, está registrado que Hazrat Abu Bakr (ra) instruyó a Hazrat Muhayir (ra) para que avanzara hacia Hazramaut una vez que hubiera completado su tarea y se enfrentara a la tribu de los Kindah. Hazramaut es una vasta región en el este de Yemen, que consta de docenas de municipios. La distancia entre Hazramaut y Sanaa era de 216 millas [unos 345 km]; [y como he dicho], Kindah era el nombre de una tribu yemení.

Con respecto a los detalles sobre Hazrat Muhayir (ra), está registrado que su nombre era Muhayir bin Abi Umayyah bin Mughira bin Abdil’lah. Hazrat Muhayir bin Abi Umayyah (ra) era el hermano de Umm Salama (ra), Madre de los Creyentes [una de las esposas del Santo Profeta Muhammad (sa)]. Participó en la Batalla de Badr pero estaba luchando del lado de los idólatras. Ese día, dos de sus hermanos, Hisham y Masud, fueron asesinados. Su nombre real era Walid pero fue cambiado por el Santo Profeta (sa).

Por otra parte, según una narración, Hazrat Muhayir (ra) se quedó atrás durante la Batalla de Tabuk. Cuando el Profeta (sa) regresó de la batalla, estaba disgustado con él. Un día, Hazrat Umm Salama (ra) estaba lavando la cabeza del Profeta (sa) y dijo: “¿Cómo puedo sentirme contenta si estás disgustado con mi hermano?”. No obstante, tan pronto como Hazrat Umm Salama (ra) notó signos de dulzura y amabilidad en la disposición del Mensajero de Al’lah (sa), le hizo un gesto a la sirvienta, quien luego hizo entrar a Hazrat Muhayir (ra). Este continuó ofreciendo su explicación, tanto que el Santo Profeta Muhammad (sa) la aceptó, se complació con él y lo nombró gobernador de Kindah, aunque cayó enfermo y no pudo ir allí. Por lo tanto, también le escribió a Ziyad a fin de que cumpliera con sus obligaciones. Cuando Muhayir (ra) se recuperó, Hazrat Abu Bakr (ra) siguió adelante con su nombramiento y lo nombró gobernador del área que va desde Nayaran hasta las fronteras lejanas de Yemen y además le ordenó pelear.

Por su parte, Dahhak bin Feroz relata:

“Durante la época del Santo Profeta (sa), Yemen fue el primer lugar donde comenzó [la rebelión y] la ola de apostasía. Esta estaba dirigida por Zul Jimar Abhala bin Kab, quien llegó a ser conocido con el nombre de Aswad Ansi, quien era el jefe de la tribu yemení de los Ans. Se llamaba Aswad porque tenía una tez oscura. En otra narración, su nombre se registra como Ayhala bin Kab bin Auf en lugar de Abhala bin Kab. El apelativo de Aswad Ansi era Zu al-Jimar, ya que siempre estaba cubierto con una tela. Según algunos, su nombre también se puede encontrar como Zu al-Jumar, el que siempre está intoxicado.

Se afirma en algunas narraciones que su título era Zu al-Himar y una de las razones mencionadas es porque Aswad tenía un burro domesticado, que cuando le decía que se inclinara ante su amo, se inclinaba; además, cuando le decía que se sentara, se sentaba; y si le decía que se pusiera de pie, se ponía de pie. Algunos opinan que se llamó Zu al-Himar porque afirmaba que quienquiera que viniera a verlo lo haría viéndole subido en un burro. De todas formas, Aswad adoptó el título de “Rahman al-Yemen” al igual que Musailimah adoptó el título de “Rahman al-Yamamah”. Además afirmaba que recibía revelaciones y que era informado de antemano de todas las estrategias de su enemigo. En este sentido, Aswad era un ilusionista y mostró todo tipo de magia extraña a la gente.

Según una narración de Sahih Bujari, el Mensajero de Dios (sa) fue informado por anticipado, a través de un sueño, que surgirían dos falsos proclamadores de ser profetas.

Hazrat Abu Hureirah (ra) relata en un hadiz:

El Santo Profeta Muhammad (sa) dijo: “Mientras dormía, me trajeron los tesoros de la Tierra y me pusieron en las manos dos brazaletes de oro, lo que me desagradó mucho. Entonces Al’lah me reveló que debía soplar sobre ellos y cuando lo hice desaparecieron. Lo interpreté como que representaban dos mentirosos entre los que yo estaba situado: Aswad Ansi de Sanaa y Musailimah Kazzab de Yamamah”.

En Sahih Bujari hay otra narración en la que Hazrat Ibn Abbas (ra) manifiesta:

Se me narró el sueño del Santo Profeta (ra), quien dijo: “Mientras dormía, vi en un sueño que me pusieron dos brazaletes de oro en las manos, lo que me preocupó mucho. Entonces, se me reveló que soplara sobre ellos y cuando lo hice, se fueron volando (es decir, cuando Dios Altísimo se lo dijo). Interpreté que eran dos mentirosos que surgirían en mi oposición”.

El narrador Ubaidul’lah dijo:

“Uno de ellos era Ansi, quien fue asesinado en Yemen por Feroz; y el otro era Musailimah Kazzab”.

Cuando el Mensajero de Al’lah (sa) escribió una carta al Emperador persa, Chosroes, invitándolo al Islam, se enfureció e instruyó a su gobernador subordinado de Yemen, Bazan (aunque algunos han registrado su nombre como Bad-han), para que cortara la cabeza de esta persona con una espada [o sea, la del Mensajero de Al’lah (sa)]. Bazan envió a dos personas al Profeta (sa), pero él dijo: “Mi Dios me ha informado que su hijo Shirawaih ha asesinado a su rey y él ha ascendido al trono como rey”. Al mismo tiempo, invitó a Bazan al Islam, diciendo que si lo aceptaba, como era la costumbre, seguirá siendo gobernador de Yemen. Al escuchar esto, las dos personas regresaron. Pues bien, a Bazan se le dijo todo esto y, en ese momento, se le informó que esto realmente sucedió, por lo que el hijo de Chosroes, Shirawaih, lo había matado y tomado el trono como rey. Luego, cuando Bazan fue testigo del cumplimiento de esto, aceptó la invitación del Santo Profeta Muhammad (sa) al Islam y el Mensajero de Dios (sa) le ordenó permanecer como gobernador de Yemen.

Con respecto a esta carta, la invitación al Islam y lo que dijo Chosroes, Hazrat Musleh Maud, Jalifatul Masih II (ra), ha escrito:

“Abdul’lah bin Huzaifah (ra) narra: ‘Cuando llegué a la corte real de Chosroes, pedí permiso para entrar y me lo concedieron. Cuando di un paso adelante para entregarle la carta del Santo Profeta (sa) a Chosroes, él ordenó a un intérprete que se la leyera. Después de que este terminó de traducir y leerle la carta, Chosroes la rompió con rabia y Abdul’lah bin Huzaifah (ra) informó del incidente al Profeta (sa). Al escuchar el informe, el Mensajero de Al’lah (sa) proclamó: ‘Lo que Chosroes ha hecho con mi carta es precisamente lo que Dios Altísimo hará con su reino’.

El comportamiento de Chosroes en esta ocasión fue el resultado de la perniciosa propaganda contra el Islam por parte de los judíos que habían emigrado del territorio bizantino a Irán. Estos refugiados judíos apoyaron a Chosroes en intrigas anti-bizantinas en Irán y, por tanto, se habían convertido en su gente favorita. Hicieron que Chosroes se enfureciera contra el Santo Profeta Muhammad (sa). La propaganda que los judíos habían traído le afectó y fue confirmada por esta carta. Pensó que el Profeta (sa) quería apoderarse de su reino (en otras palabras, creyó que el Mensajero de Dios -sa- quería su reino para sí mismo). Poco después de recibir esta carta, el Chosroes escribió una carta al gobernador de Yemen y que había sido designado por él, en la que exponía: ‘Un hombre de entre los qureish se ha declarado profeta y ha excedido todos los límites en sus pretensiones. Enviad hacia él inmediatamente dos soldados para que lo capturen y lo traigan ante mi corte’.

Bazan, quien en ese momento era gobernador de Yemen bajo Chosroes, envió a un jefe del ejército junto con un oficial en una cabalgadura hacia el Santo Profeta (sa). También les dio una carta dirigida al Mensajero de Al’lah (sa), declarando que al recibir la carta, el Profeta (sa) debería acompañar de inmediato a los dos mensajeros a la corte de Chosroes. Así pues, los dos se dirigieron hacia La Meca. En algún lugar cerca de Taif, se les informó que el Santo Profeta Muhammad (sa) vivía en Medina, por lo que entonces partieron hacia Medina. A su llegada, este jefe del ejército le dijo al Mensajero de Dios (sa) que Chosroes había ordenado a Bazan, el gobernador de Yemen, que arrestara a Muhammad (sa) y lo escoltara de regreso a Chosroes. Si el Mensajero (sa) se negaba a obedecer, los hombres de Chosroes lo eliminarían, su pueblo sería destruido y su país quedaría en ruinas. Por consiguiente, insistieron en que el Santo Profeta (sa) regresara con ellos. Habiendo escuchado lo que tenían que decir, el Mensajero de Al’lah (sa) sugirió que los delegados lo vieran nuevamente al día siguiente.

Durante la noche, el Profeta (sa) oró a Dios Altísimo, Quien le informó que el castigo por el delito de Chosroes es que su propio hijo se pondría en su contra y lo asesinaría el lunes 10 de ‘Yumada al-Ula’ de ese mismo año. Según algunas narraciones, la revelación decía: ‘El hijo ha asesinado al padre esta misma noche’. (Es posible que esa misma noche fuera el 10 de Yumada al-Ula.) Por la mañana, el Mensajero de Al’lah (sa) envió a buscar a los delegados yemeníes y les contó lo que le había sido revelado durante la noche. Luego, preparó una carta para Bazan diciendo que Dios le había informado que Chosroes iba a ser asesinado en un día determinado de un mes en concreto. Cuando el gobernador de Yemen recibió la carta, exclamó: ‘Si este hombre es un verdadero Profeta, los acontecimientos sucederán como él dice. Sin embargo, si no es cierto, entonces él y su gente no estarán a salvo’. Poco después, un barco de Irán ancló en el puerto de Yemen y trajo una carta del Emperador de Irán al gobernador de Yemen. Al ver el sello de la carta, el gobernador llegó a la conclusión de que la profecía hecha por el Profeta de Medina (sa) había resultado ser cierta. Irán estaba bajo el gobierno de un nuevo rey, porque la carta llevaba el sello de otro rey. Abrió la carta y esta decía: ‘De Chosroes Shirawaih a Bazan, el gobernador de Yemen. He asesinado a mi padre, el difunto rey, porque estaba provocando un derramamiento de sangre en el país. Asesinó a los nobles y trató a sus súbditos con crueldad. En cuanto recibas esta carta, reúne a todos los oficiales y pídeles que afirmen su lealtad hacia mí. En cuanto a las órdenes de mi padre para el arresto de un Profeta (sa) en Arabia, esas órdenes quedan revocadas’. Al leer dicha carta, Bazan quedó tan impresionado por estos hechos que él y sus compañeros aceptaron el Islam allí mismo e informaron de ello al Santo Profeta Muhammad (sa)”.

Esto fue mencionado por Hazrat Musleh Maud (ra) en Introducción al estudio del Sagrado Corán”.

Tras la muerte de Bazan, el Santo Profeta (sa) nombró a líderes musulmanes como gobernadores en diferentes partes de Yemen y Muaz bin Yabal (ra) fue nombrado como el maestro principal de todas las regiones de Yemen y Hazramaut, por lo que visitaba esas zonas con regularidad. Por su parte, Aswad, que era adivino y vivía en el sur de Yemen, fue capaz de atraer rápidamente a mucha gente hacia él mediante sus ilusiones, engaños y rimas poéticas, y más tarde afirmó ser un profeta. Se presentó ante el pueblo diciendo que un ángel venía hacia él y le informaba de todo, y también le exponía los planes secretos de sus enemigos. Debido a ello, muchos ingenuos e ignorantes se unieron a sus filas. De hecho, Aswad Ansi además anunció que Yemen pertenecía por derecho al pueblo yemení, por lo que muchos nativos de Yemen se unieron a este grito de nacionalismo. Se trataba de una táctica antigua que se utiliza incluso hoy en día, pues la discordia y los conflictos que vemos extendidos por todo el mundo se deben a ello.

No obstante, como el Islam aún no se había establecido firmemente en Yemen, el pueblo yemení se unió a Aswad para obtener la soberanía [e independencia] de un gobernante extranjero [es decir, el Islam] en nombre del nacionalismo. Entretanto, cuando las noticias de estos preocupantes acontecimientos llegaron a Medina, el Mensajero de Dios (sa) estaba ocupado en vengar a los mártires de la Batalla de Mutah y en preparar al ejército de Hazrat Usamah (ra) para resistir los ataques del norte. El Santo Profeta Muhammad (sa) envió un mensaje a los jefes de [las tribus de] Yemen para que continuaran con sus esfuerzos para combatir a Aswad, ya que tan pronto como el ejército de Usamah (ra) regresara victorioso los enviaría hacia Yemen. El contingente de Aswad Ansi estaba compuesto por setecientos jinetes. Había formado un ejército grande, sin incluir a los que iban en camello, pero con el tiempo su fuerza aumentó gradualmente. Su representante en la tribu Muzhij era Amr bin Mahdi Karib, quien era un reputado jinete, poeta y orador en Yemen. Su nombre era Abu Zaur. En el año 10 d.H., formó parte de una delegación de su tribu Banu Zabid que acudió al Santo Profeta (sa) y aceptó el Islam.

Luego, tras la muerte del Mensajero (sa), se convirtió en un apóstata, aunque más tarde regresó a la verdad y participó en la Batalla de Qadisiyyah, en la que prestó un servicio extraordinario. Falleció en los últimos días del Jalifato de Hazrat Umar (ra).

Por otra parte, está escrito que Aswad Ansi atacó primero a la gente de Nayaran y expulsó a Hazrat Amr bin Hazm (ra) y Jalid bin Said (ra). Luego atacó Sanaa, donde Hazrat Shahar bin Bazan (ra) se enfrentó a él, pero fue martirizado. Hazrat Muaz bin Yabal (ra) estaba en Sanaa durante esos días, aunque teniendo en cuenta lo que había sucedido, fue a ver a Hazrat Abu Musa (ra) en Maarib, desde donde ambos fueron a Hazramaut. De este modo, Aswad Ansi se apoderó de todas las partes de Yemen. Posteriormente, tras el martirio de Hazrat Shahar bin Bazan (ra), Aswad Ansi se casó a la fuerza con su viuda, cuyo nombre era Marzubanah, o según otros libros Azad. Al mismo tiempo, llegó una carta del Mensajero de Al’lah (sa) dirigida a los musulmanes de Hazramaut y Yemen, en la que les ordenaba luchar contra Aswad Ansi. Como resultado, Hazrat Muaz bin Yabal (ra) asumió esta tarea, lo que dio confianza a los musulmanes.

En este sentido, Yizanas Deylmi dice:

“Wabar bin Yuhannis vino a nosotros con una carta del Santo Profeta Muhammad (sa)”.

En algunos casos, el nombre de Yizanas Deylmi también se ha registrado como Jushaish Deylmi. En cualquier caso, se encontraba entre aquellos en Yemen a los que el Santo Profeta (sa) envió una carta con instrucciones para matar a Aswad Ansi, lo que hizo junto a Feroz y Dazoweh. El nombre de Wabar bin Yuhannis se ha registrado además como Wabarah. Se encontraba entre los “abna” [colonos yemeníes de origen persa] de Yemen y acudió al Mensajero de Dios (sa) en el año 10 d.H para aceptar el Islam.

Pues bien, continúa diciendo:

“En esa carta, el Profeta (sa) ordenó que nos mantuviéramos firmes en nuestra fe y que combatiéramos a Aswad Ansi mediante una batalla o alguna otra estrategia. Aparte, se nos instruyó para que transmitiéramos este mensaje del Santo Profeta Muhammad (sa) a otros que estuvieran firmemente establecidos en el Islam y estuvieran preparados para defender la fe. Seguimos estas instrucciones, aunque nos dimos cuenta de que derrotar a Aswad sería una tarea muy difícil”.

 Yizanas Deylmi sigue su narración de esta forma:

“Llegamos a saber que había surgido una disputa entre Aswad y Qais bin Abd Yaghuz. Estaban enfrentados (o al menos había un cierto resentimiento entre ellos) y se nos ocurrió pensar que Qais temía por su vida”.

Existen opiniones controvertidas sobre el nombre y el linaje de Qais bin Abd Yaghuz, pues según una declaración su nombre era Hubairah bin Abd Yaghuz y también se dice que era Abd Yaghuz bin Hubairah. En cualquier caso, Abu Musa afirma que se llamaba Qais bin Abd Yaghuz bin Maqshuh. Según otra afirmación, no era uno de los Compañeros; mientras que, según otras, tuvo el honor de conocer al Santo Profeta (sa) e incluso narró algo de él. Estaba entre los que mataron a Aswad Ansi y era sobrino de Amr bin Madi Karib. Fue una de las personas de Yemen que se convirtió en apóstata, pero más tarde volvió al Islam y su nombre se menciona especialmente con referencia a la conquista de Irak y la Batalla de Qadisiyyah. Participó en la Batalla de Nihawand y estuvo junto a Hazrat Ali (ra) en la Batalla de Siffin y fue martirizado en la misma.

Yizanas Deylmi prosigue su relato:

“Invitamos a Qais al Islam y le transmitimos el mensaje del Mensajero de Al’lah (sa). Su reacción hizo que pareciera como si hubiésemos bajado de los Cielos y aceptó inmediatamente lo que le habíamos transmitido. Del mismo modo, también nos comunicamos por escrito con otras personas. Muchos jefes tribales también estaban dispuestos a luchar contra Aswad y nos escribieron cartas prometiendo su ayuda. Respondimos escribiéndoles cartas en las que les decíamos que hasta que no hubiéramos tomado una decisión definitiva, no debían abandonar sus puestos porque al haber recibido un mensaje del Santo Profeta Muhammad (sa) era necesario actuar contra Aswad. Del mismo modo, el Profeta (sa) había escrito a todos los residentes de Nayaran sobre el asunto de Aswad y ellos aceptaron lo que había dicho. Cuando Aswad se enteró de esto, se dio cuenta de que su fin estaba a la vista”.

Yizanas Deylmi escribe además:

“Se me ocurrió una idea: fui a ver a Azad, la esposa de Aswad, que era la viuda de Shahar bin Bazan (ra). Aswad se casó con ella después de matar al propio Shahar bin Bazan (ra). Le recordé el martirio de su primer marido, Hazrat Shahar bin Bazan (ra), a manos de Aswad; el de otros miembros de su familia que fueron asesinados por él y las muchas humillaciones e injusticias que hizo sufrir a su familia, y le pedí que nos ayudara contra Aswad. Ella aceptó de buen grado, proclamando: ‘Por Dios, encuentro que Aswad es la peor de las creaciones de Al’lah, ya que  no honra ninguno de los derechos debidos a Dios ni se abstiene de ninguna de las cosas prohibidas por Al’lah. Por lo tanto, infórmame cuando estés preparado y te ayudaré a idear una estratagema’. Finalmente, se ideó un plan completo y, con la ayuda de la esposa de Aswad Ansi, una noche se abrió una brecha en la fortaleza de Aswad y fue asesinado. Por la mañana, una voz fuerte y clara gritó desde lo alto de uno de los muros de la fortaleza que el apóstata rebelde Aswad Ansi había encontrado su fin, ante lo cual tanto musulmanes como incrédulos se reunieron alrededor de la fortaleza. Entonces hicieron el azán [la llamada a la oración] para la oración de la mañana y dijeron: ‘Muhammad-ur Rasul’ul’lahe’; o sea, que daban testimonio de que Muhammad (sa) es el Mensajero de Al’lah. Y añadieron: ‘Aswad Ansi era un mentiroso’. Entonces arrojaron su cabeza ante el pueblo. De esta manera, esta rebelión se levantó y fue aplastada en un lapso de tres meses; o según otra narración, duró cuatro meses. A continuación, todos los gobernantes y líderes de sus respectivas áreas se dedicaron a su trabajo según su rutina habitual. Por cierto, Hazrat Maaz bin Yabal (ra) los dirigía en la oración. Finalmente, cuando las noticias de la muerte de Aswad Ansi, la derrota de sus fuerzas y el fin de la rebelión fueron enviadas al Santo Profeta (sa), este ya había fallecido.

Según una narración, antes de que Mensajero de Dios (sa) falleciera, recibió la noticia de la muerte de Aswad Ansi a través de una revelación la noche en que fue asesinado. Así, el Profeta (sa) informó a sus Compañeros (ra) de esto y les dijo que Feroz lo había matado. Después de que Hazrat Abu Bakr (ra) fuera elegido Jalifa, la primera buena noticia que recibió fue la muerte de Aswad Ansi. La noche en que el Santo Profeta Muhammad (sa) recibió la noticia de la muerte de Ansi, falleció a la mañana siguiente. Según otra narración, la noticia de la muerte de Ansi se recibió cuando se realizaba el entierro del Mensajero (sa). Pero en otra narración, la noticia de la muerte de Aswad Ansi llegó a Medina aproximadamente diez o doce días después del fallecimiento del Santo Profeta (sa), momento en el que Hazrat Abu Bakr (ra) ya había sido nombrado Jalifa. Existen diversas narraciones, sin embargo, este incidente tuvo lugar durante esos días, ocho o diez días antes o después [del fallecimiento del Santo Profeta Muhammad (sa)].

Tras el asesinato de Aswad, se restableció el dominio musulmán en Sanaa. No obstante, una ola de rebelión se levantó en Yemen una vez más, ya que cuando la noticia de la muerte del Mensajero de Al’lah (sa) se extendió por todo Yemen, la situación, que estaba mejorando [en principio], empeoró. Qais bin Abd Yaghuz, que se unió a Feroz y Bazawaih y desertó de Aswad, acabando por matar a Aswad con su ayuda, volvió a vacilar en su lealtad al Islam. Era un individuo inteligente y decidido, que se dejaba llevar por los prejuicios nacionales. El dominio persa en Yemen siempre le enfurecía. Deseaba destruir la afluencia y la superioridad colectiva y económica de los Abna. Él ya era un exitoso comandante del ejército y conspiró con los comandantes de las fuerzas de Aswad para expulsar a los Abna del país. Su relación con Feroz y Bazawaih se rompió; tras engañarle, mandó matar a Bazawaih, pero Feroz consiguió escapar. Feroz informó a Hazrat Abu Bakr (ra) de tanto de su propia lealtad como la de los Abna; y le pidió ayuda, diciendo que estaban dispuestos a ofrecer cualquier sacrificio para la causa del Islam.

Se menciona [en una narración] que cuando el Santo Profeta (sa) falleció, el gobernador de Hazramaut era Ziyad bin Labid (ra), que fue un Compañero del Mensajero (sa). Su hijo se llamaba Abdul’lah. Hazrat Ziyad (ra) vino a ver al Santo Profeta Muhammad (sa) con 70 Compañeros (ra) durante el Segundo Juramento en Aqabah y aceptó el Islam. Cuando regresó a Medina, rompió los ídolos de su tribu, los Banu Bayadah, que solían adorar. Luego emigró para estar con el Profeta (sa) en La Meca y se quedó allí hasta que el Mensajero de Dios (sa) emigró a Medina. Por esta razón, Hazrat Ziyad (ra) era conocido como un “Muhayir Ansari”, ya que era un “Muhayir” [emigrante de La Meca] y parte de los “Ansar” [musulmanes nativos de Medina]. Hazrat Ziyad (ra) participó junto al Santo Profeta (sa) en la Batalla de Badr y Uhud y en todas las demás batallas.

Cuando el Mensajero de Al’lah (sa) estaba emigrando a Medina, pasó por la vecindad de los Banu Bayadah y Hazrat Ziyad (ra) exclamó: “Bienvenido” y ofreció su casa para que el Santo Profeta (sa) se quedara; aunque Muhammad (sa) dijo que dejara su camello libre, ya que encontraría su propio camino. En el mes de Muharram del noveno año después de la Hégira, el Profeta (sa) nombró recaudadores separados [por zonas] para la caridad y el “Zakat”. En este sentido, nombró a Hazrat Ziyad (ra) como recaudador de la zona de Hazramaut y permaneció en este cargo hasta el Jalifato de Hazrat Umar (ra). Tras ser relevado de este cargo, se instaló en Kufa y allí falleció en el año 41 d.H.

Con respecto a la expedición de Hazrat Muhayir (ra) hacia Nayaran, está escrito que de las 11 banderas que fueron preparadas por Hazrat Abu Bakr (ra), el ejército de Hazrat Muhayir bin Abi Umayyah (ra) fue el último en salir de Medina hacia Yemen. Con Muhayir (ra) había un contingente compuesto por los “Muhayirin” y los “Ansar”. Cuando este contingente pasó por La Meca, el emir de La Meca, Jalid bin Usaid -que era hermano de Atab bin Usaid- también se unió a ellos. Cuando este ejército pasó por Taif, Hazrat Abdur Rahman bin Aas (ra) se unió a este ejército junto con el suyo. Asimismo, varias tribus se unieron a Hazrat Muhayir (ra) a lo largo del camino, por lo que se convirtió en un vasto ejército.

Con respecto a la captura de Amr bin Madi Karib y Qais bin Maqshuh, está escrito -lo que se ha mencionado anteriormente- que debido a su falso sentido de valor y fuerza, Amr bin Madi Karib se rebeló contra el gobierno musulmán e incluyó a Qais bin Abd Yaghuz con él. Ambos visitaron cada tribu y las incitaron contra los musulmanes. De este modo, levantaron la bandera de la rebelión. Como resultado, todas las tribus apoyaron a Amr bin Madi Karib y se levantaron contra los musulmanes, excepto los cristianos de Nayaran que habían prometido establecer un vínculo de amistad con el Santo Profeta (sa) y, según las costumbres de la época, siguieron siendo fieles a su promesa también en la época de Hazrat Abu Bakr (ra). Sin embargo, el poder de Dios se manifestó de tal manera que cuando la gente de Yemen empezó a recibir noticias de la llegada de Hazrat Muhayir (ra) junto con un gran ejército, se pusieron muy ansiosos por saber cómo podrían enfrentarse a su ejército. Es más, todavía estaban sumidos en este estado cuando estalló una disputa entre sus líderes: Qais y Amr bin Madi Karib. Aunque ambos habían jurado luchar contra Hazrat Muhayir (ra), los dos comenzaron a infligirse daño mutuamente. Al final, Amr bin Madi Karib decidió unir fuerzas con los musulmanes, por lo que junto con sus hombres lanzó un ataque a la residencia de Qais. Lo tomó como prisionero y presentó a Qais ante Hazrat Muhayir (ra). Entretanto, Hazrat Muhayir (ra) no solo tomó a Qais como prisionero, sino que también arrestó a Amr bin Madi Karib, escribió a Hazrat Abu Bakr (ra) con respecto a ellos y los envió a ambos. Así, Qais y Amr bin Madi Karib fueron llevados ante Hazrat Abu Bakr (ra), quien le expuso a Qais: “Has matado a gente de Dios mientras perpetrabas la crueldad y la opresión. Además, dejaste a los creyentes y te hiciste amigo de los idólatras y de los apóstatas rebeldes”. Hazrat Abu Bakr (ra) había decidido matarlo si se podía establecer categóricamente algún crimen suyo, pero Qais negó completamente cualquier participación en la conspiración del asesinato de Bazawaih. Como esta operación se llevó a cabo de forma muy discreta, no se pudo encontrar ninguna prueba clara contra Qais; y como no se pudo hallar con claridad prueba alguna, Hazrat Abu Bakr (ra) se abstuvo de matarlo. Luego, con respecto a Amr bin Madi Karib, Hazrat Abu Bakr (ra) manifestó: “¿No sientes la humillación de enfrentarte a la derrota día tras día y que la soga alrededor de tu cuello, por así decirlo, continúa apretándose? Si apoyas esta religión [es decir, el Islam], Dios te concederá un rango elevado”. Hazrat Abu Bakr (ra) también lo liberó y ambos individuos, o sea, Amr y Qais, fueron autorizados a regresar a sus tribus. Ante esto, Amr declaró: “Ciertamente aceptaré la directiva del Amir-ul-Muminin [Líder de los Fieles] y no volveré a cometer tal error”. Por tanto, como no se encontraron pruebas claras contra ninguno de ellos y debido a su conocimiento y posición de liderazgo, ambos fueron perdonados.

Al hacer mención de su perdón, otro historiador ha escrito con respecto a Hazrat Abu Bakr (ra) que:

“Poseía una gran previsión, sabiduría y el pleno conocimiento de los asuntos. Cuando había que mostrar rigor, lo hacía, y cuando había que mostrar perdón y amabilidad, actuaba en consecuencia. Hazrat Abu Bakr (ra) tenía el ardiente deseo de reunir a toda la gente de las distintas tribus que se habían dispersado para unirse bajo la bandera del Islam. Gracias a su perspicacia política, quiso perdonar a los líderes de las distintas tribus que habían vuelto a la verdad. Cuando las tribus apóstatas de Yemen fueron sometidas y se les hizo presenciar el poder, la autoridad y el honor del gobierno islámico, y el poder y la grandeza de los musulmanes, todas estas tribus aceptaron la autoridad del gobierno islámico y además prometieron obediencia al Jalifa del Mensajero (sa). Hazrat Abu Bakr (ra) consideró oportuno establecer relaciones amistosas con los líderes de estas diversas tribus y en lugar de tomar medidas estrictas contra ellos, les mostraba amabilidad y compasión.

Posteriormente, sus castigos fueron revocados y se dirigió a ellos de forma amable, y utilizó la influencia que ejercían estas tribus para el mejoramiento de los musulmanes. Hazrat Abu Bakr (ra) les perdonó sus errores y les trató con amabilidad. Por su parte, Qais bin Abd Yaghuz y Amr bin Madi Karib fueron tratados de esa manera. Ambos individuos se encontraban entre las personas más valientes e inteligentes de Arabia y Hazrat Abu Bakr (ra) no deseaba que se echaran a perder. Hazrat Abu Bakr (ra) trató de hacerlos entrar en el redil del Islam y sacarlos de su apostasía del Islam. Al mismo tiempo, Abu Bakr (ra) liberó a Amr bin Madi Karib y después de ese día nunca apostató; de hecho, aceptó el Islam y vivió su vida como un buen musulmán. Dios le concedió su apoyo y pudo desempeñar un importante papel en las conquistas islámicas. Del mismo modo, Qais se arrepintió de sus acciones pasadas y Abu Bakr (ra) le perdonó. En este sentido, perdonar a estos dos grandes guerreros árabes tuvo un profundo impacto. A través de esto, Hazrat Abu Bakr (ra) unió los corazones de aquellos apóstatas que volvieron al Islam ya sea por miedo o por codicia de algo. Hazrat Abu Bakr (ra) también perdonó a Ashaz bin Qais. De este modo, [Hazrat Abu Bakr] Siddiq (ra) se ganó sus corazones y esta gente se convirtió en un medio de apoyo y una fuente de fuerza para los musulmanes”.

En otras palabras, no fueron forzados de ninguna manera; de hecho aceptaron voluntariamente el Islam y prometieron su obediencia a Hazrat Abu Bakr (ra).

Por su parte, Hazrat Muhayir (ra) se dirigió hacia Lahyiya desde Nayaran y cuando sus jinetes rodearon a la gente de esa zona, le pidieron un tratado de paz, pero Hazrat Muhayir (ra) se negó a ofrecérselo. A continuación, se dividen en dos grupos: uno de ellos estaba con Hazrat Muhayir (ra) y lucharon en Ayib, que estaba situada en Yemen; y los otros jinetes lucharon en Ajabis, bajo el mando de Hazrat Abdul’lah (ra). El enemigo fue asesinado en cada camino por el que huyeron. [Cabe decir que] cuando los Banu Ak se rebelaron en Aalab, que es una zona de Yemen, se les dio el nombre de Ajabis y el camino sobre el que se libró la batalla contra esta gente malvada y de mala naturaleza fue conocido como “Tariq Al-Ajabis”. Con respecto a la llegada de Hazrat Muhayir (ra) a Sanaa, está escrito que partió de Ayib y al llegar a Sanaa, ordenó que se persiguiera a las distintas tribus que habían huido. Los musulmanes mataron a todos los que capturaron y no perdonaron a ninguna persona que hubiera perpetrado el mal. No obstante, aparte de ellos, respecto a cualquier otro que se arrepintió, su arrepentimiento fue aceptado. Los que participaron en la guerra y perpetraron la crueldad no fueron perdonados, pero los demás fueron perdonados, y se les trató en función de sus circunstancias anteriores y hubo esperanza de que pudieran reformarse de nuevo.

El siguiente aspecto es bastante detallado, así que concluiré el sermón aquí y, si Dios quiere, narraré esa parte en el futuro.

Resumen

Después de recitar el Tashahhud, el Ta’awwuz y la Surah al-Fatihah, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba) dijo que continuaría relatando la vida de Hazrat Abu Bakr (ra) y las expediciones durante su época contra los rebeldes.

Expedición para combatir a Aswad Ansi

Su Santidad (aba) dijo que la undécima expedición fue para combatir la rebelión en Yemen. Fue enviada bajo el liderazgo de Muhayir bin Abi Umayyah (ra) para combatir el ejército de Aswad Ansi. En ese momento, había dos grupos en Yemen; los que eran nativos de Yemen y los que eran de origen persa y se llamaban Abna. Durante algún tiempo, Yemen estuvo bajo el dominio de Chosroes y, por lo tanto, gran parte de sus funcionarios gubernamentales eran de los Abna. Hazrat Abu Bakr (ra) le encargó que se dirigiera a la rebelión de Kinda.

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Muhayir (ra) era el hermano de Hazrat Umm Salamah (ra), esposa del Santo Profeta (sa). Participó en la batalla de Badr, pero en el lado de los incrédulos. Más tarde, cuando aceptó el Islam, Hazrat Muhayir (ra) no pudo participar en la batalla de Tabuk, lo que disgustó al Santo Profeta (sa). Hazrat Umm Salamah (ra) expresó su tristeza por esto y cuando se presentó una oportunidad, envió a buscar a su hermano que vino y presentó sus explicaciones por no poder participar en la batalla, que el Santo Profeta (sa) finalmente aceptó. El Santo Profeta (sa) lo nombró entonces gobernador de Kinda, pero debido a su salud en ese momento, Hazrat Muhayir (ra) no pudo cumplir inmediatamente con este deber. Más tarde, cuando su salud se restableció, Hazrat Abu Bakr (ra) lo mantuvo en este puesto como gobernador.

Revelación sobre los falsos pretendientes al profetazgo

Su Santidad (aba) dijo que la primera rebelión que surgió durante la época del Santo Profeta (sa) fue en Yemen bajo el liderazgo de Aswad Ansi. Él afirmaba recibir revelaciones y que recibía noticias de todos los ataques enemigos de antemano. El Santo Profeta (sa) ya había sido informado de antemano de que surgirían dos falsos pretendientes al profetazgo. Vio en un sueño que llevaba dos brazaletes, y Dios le ordenó que soplara sobre ellos, tras lo cual desaparecieron. Entendió que se trataba de dos falsos pretendientes al profetazgo que surgirían contra él, y se manifestaron en forma de Musailimah Kazzab y Aswad Ansi.

El gobernador de Cosroes acepta el Islam y la creciente influencia de Aswad Ansi

Su Santidad (aba) dijo que cuando el Santo Profeta (sa) envió una carta al emperador persa Cosroes invitándole al Islam, éste se indignó y dio instrucciones a uno de sus gobernadores, Badhan, que era el gobernador de Yemen, para que matara al Santo Profeta (sa). Badhan envió a dos personas al Santo Profeta (sa), quienes le dijeron que Dios le había informado que su rey sería asesinado por su hijo, quien tomaría el trono de su padre. Envió un mensaje a Badhan invitándole al Islam, prometiendo que seguiría siendo gobernador de Yemen. Cuando Badhan escuchó esto, también se enteró de que, de hecho, Chosroes había sido asesinado por su hijo, que había asumido su trono. Al ver que se cumplían las palabras del Santo Profeta (sa), aceptó el Islam.

Su Santidad (aba) dijo que cuando Badhan falleció, el Santo Profeta (sa) nombró a varios compañeros y custodios de diferentes partes de Yemen. Aswad Ansi vivía en la parte norte de Yemen. Era un adivino y era influyente en su discurso. A medida que la gente se dejaba influir por él, afirmaba ser un profeta, diciendo que un ángel vendría a él y le informaría de todo, incluidas las conspiraciones de sus enemigos. También declaró que Yemen pertenecía a los nativos de Yemen, incitando así los sentimientos de muchos que procedieron a aceptarlo por orgullo de su nación. El Santo Profeta (sa) instruyó a los musulmanes designados como custodios en Yemen para que combatieran el levantamiento de Aswad Ansi.

Su Santidad (aba) dijo que Aswad Ansi primero atacó Nayran, luego San’a y después otras partes de Yemen, durante lo cual muchos musulmanes fueron martirizados y él obtuvo el poder sobre muchas partes de Yemen. El Santo Profeta (sa) envió una carta a los musulmanes de Hadhramaut dándoles instrucciones para combatir las fuerzas de Aswad Ansi, para lo cual Hazrat Mu’adh bin Yabal (ra) se puso al frente. Inicialmente la tarea de combatir a Aswad Ansi parecía insuperable, sin embargo los musulmanes se enteraron de que Aswad Ansi estaba enfrentado a una persona llamada Qais bin Abd Yaghuth. Al principio se había convertido en apóstata, pero más tarde volvió al Islam. Cuando los musulmanes invitaron a Qais al Islam y le dieron el mensaje del Islam, él aceptó inmediatamente y de manera similar, otros jefes también comenzaron a aceptar el Islam y la fuerza contra Aswad Ansi creció. El Santo Profeta (sa) también había escrito a la gente de Nayran para combatir a Aswad Ansi. Cuando Aswad Ansi se enteró de esto, empezó a darse cuenta de que su fin estaba cerca.

El fin de la rebelión de Aswad Ansi y el surgimiento de otra rebelión

Su Santidad (aba) dijo que alguien también fue a ver a la esposa de Aswad Ansi, la viuda de Badhan a quien Aswad Ansi había matado antes de casarse con su esposa. Cuando se le informó de que era Aswad Ansi quien había matado a su marido y a otros miembros de su familia, se mostró dispuesta a ayudar a derrotar a Aswad Ansi. Finalmente, fue con su ayuda que una noche en su fortaleza, Aswad Ansi fue asesinado. De este modo, se puso fin a esta rebelión que duró sólo tres o cuatro meses.

Su Santidad (aba) dijo que cuando se envió la noticia de esta victoria y del asesinato de Aswad Ansi al Santo Profeta (sa), éste había fallecido antes de que le llegara. Sin embargo, según algunas narraciones, se dice que Dios informó al Santo Profeta (sa) de esto la misma noche en que Aswad Ansi fue asesinado y el Santo Profeta (sa) incluso informó a algunos compañeros a la mañana siguiente.

Su Santidad (aba) dijo que tras la muerte de Aswad Ansi, se estableció de nuevo un gobierno musulmán. Sin embargo, cuando la noticia del fallecimiento del Santo Profeta (sa) llegó a Yemen, surgió otra rebelión. Ésta se produjo bajo el liderazgo de Qais, que volvió a alejarse del Islam. Siempre se opuso al dominio persa y conspiró para eliminar a los Abna de Yemen. Mientras esto sucedía, se envió una carta a Hazrat Abu Bakr (ra) solicitando ayuda. Por lo tanto, la última expedición enviada por Hazrat Abu Bakr (ra) fue la de Hazrat Muhayir (ra) hacia Yemen.

Su Santidad (aba) dijo que Amr bin Madi y Qais bin Abd Yaghuth fueron los principales proponentes de la rebelión contra los musulmanes durante la era de Hazrat Abu Bakr (ra). Cuando la gente de Yemen se enteró del gran ejército liderado por Hazrat Muhayir (ra) que se acercaba a ellos, se asustaron preguntándose cómo podrían enfrentarse a este ejército. Mientras tanto, surgió una disputa entre Amr bin Madi y Qaid bin Abd Yaghuth y en lugar de concentrarse en la lucha contra el ejército musulmán, se ocuparon en tratar de dañarse mutuamente. Amr bin Madi decidió unirse a los musulmanes y capturar a Qais. Cuando Qais fue capturado, Amr bin Madi también fue encarcelado y ambos fueron presentados a Hazrat Abu Bakr (ra).

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Abu Bakr (ra) le preguntó a Qais si se había rebelado, maltratado y matado a musulmanes. Qais lo negó todo, y como no se pudieron presentar pruebas sustanciales para demostrar su culpabilidad, Hazrat Abu Bakr (ra) no ordenó que lo mataran. Del mismo modo, no había pruebas concluyentes contra Amr bin Madi, por lo que Hazrat Abu Bakr (ra) lo amonestó, pero finalmente lo dejó ir. Por lo tanto, sobre la base de su gran conocimiento, ambos fueron liberados y posteriormente, ambos se dieron cuenta de sus malas acciones y aceptaron de todo corazón la obediencia al Jilafat.

Su Santidad (aba) dijo que seguirá narrando incidentes de la vida de Hazrat Abu Bakr (ra) en futuros sermones.

Resumen preparado por The Review of Religions

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