Califas guiados – Hazrat Umar (ra)
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
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Califas guiados – Hazrat Umar (ra)

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Sermón del viernes, 9 Julio 2021.

Pronunciado en la Mezquita Mubarak de Islamabad (Tilford, Surrey), Reino Unido.

Después de recitar el Tashahud, el Taawwuz y el Sura Al-Fatiha, Hazrat Jalifatul Masih V (aba) dijo las siguientes palabras:

Hoy continuaré narrando relatos de la vida de Hazrat Umar (ra).

En relación a la creación del “departamento de qaza” (arbitraje), en una narración se menciona que Hazrat Umar (ra) fue el que instauró, de forma oficial, dicho departamento. En este sentido, se establecieron tribunales en todas las provincias y se nombraron “qazis” o jueces. Además, Hazrat Umar (ra) promulgó varios requerimientos judiciales relacionados con el sistema del “qaza”, por lo que se nombraron “qazis” (jueces) de entre aquellos que tenían experiencia en materia de “Fiqah” (jurisprudencia). Sin embargo, Hazrat Umar (ra) no consideraba esto suficiente, de hecho, también les examinaba y fijaba una cantidad considerable para sus salarios, con el fin de que no emitieran resoluciones erróneas. Hazrat Umar (ra) elegía a los “qazis” de entre la gente acomodada y honorable, para que no se dejaran intimidar por nadie a la hora de emitir sus veredictos.

Por otra parte, Hazrat Umar (ra) siempre ordenó defender la igualdad y la justicia en los tribunales. En una ocasión, él mismo tuvo una desavenencia por algo con Hazrat Ubay bin Kab (ra). A continución, Hazrat Ubay (ra) llevó su caso al tribunal de Hazrat Zaid bin Zabit (ra), quien invitó a Hazrat Umar (ra) y a Ubay (ra), y mostró gran respeto hacia Hazrat Umar (ra) en particular; pero al ver esa actitud, Hazrat Umar (ra) dijo: “Esta es la primera injusticia que has cometido”. Y después de decir esto, se fue y se sentó junto a Ubay (ra). En otras palabras, afirmó que ambos se hallaban presentes en calidad de dos partes iguales en un proceso y que por ello debían ser tratados como tal, y se les debía dar asiento uno al lado del otro y no se le debía mostrar respeto a ninguno de manera preferente.

Hazrat Musleh Maud (ra), mencionando este incidente, afirma:

“En una ocasión, el segundo Jalifa (ra) no estuvo de acuerdo con Ubay bin Kab (ra) sobre algo. El asunto fue presentado ante el juez y este llamó a Hazrat Umar (ra). Como era el Jalifa de la época, le cedió su propio asiento como muestra de respeto. No obstante, Hazrat Umar (ra) fue y se sentó junto a la parte opuesta en la causa y le dijo al juez: ‘Esta es la primera injusticia que has cometido, porque en este momento no debería haber ninguna distinción entre mí y la otra parte’.”

Hazrat Umar (ra) también instauró “el departamento de Ifta” (emisión de edictos). En otras palabras, a fin de que la gente conociera las leyes de la Sharia, creó dicho departamento. Hazrat Umar (ra) nombró a algunos Compañeros (ra) para ello y proclamó que nadie pidiera “fatwas” (edictos) a nadie más que a esas personas. Entre aquellos a los que se les permitió dar “fatwas” se encontraban Hazrat Ali (ra), Hazrat Uzman (ra), Hazrat Muaz bin Yabal (ra), Hazrat Abdur Rahman bin Auf (ra), Hazrat Ubay bin Kab (ra), Hazrat Zaid bin Zabit (ra), Hazrat Abu Huraira (ra) y Hazrat Abu Darda (ra). Si aparte de ellos alguien emitía un “fatwa”, Hazrat Umar (ra) se lo prohibía. Cada cierto tiempo, Hazrat Umar (ra) evaluaba a estos “muftis” (autoridades en la Sharia o ley islámica).

En relación con esto, Hazrat Musleh Maud (ra) afirma:

“Uno de los departamentos estaba relacionado con la promulgación de edictos religiosos. Después del Santo Profeta (sa), durante la época de los Jalifas, había una norma según la cual no todos estaban autorizados a emitir tales edictos religiosos. Hazrat Umar (ra) tuvo mucha precaución en este sentido, hasta el punto de que un Compañero, quizás fuera Abdul’lah bin Masud (ra), que era un erudito religioso y una persona venerable, en una ocasión informó a la gente sobre un asunto y eso fue puesto en conocimiento de Hazrat Umar (ra). Cuando Hazrat Umar (ra) tuvo conocimiento de ello, le preguntó de inmediato: ‘¿Eres el Amir (Líder) o te ha elegido el Amir para emitir edictos?’. El hecho de este asunto es que si se autoriza a todo el mundo a emitir edictos, esto puede causar muchos problemas y convertirse en una fuente de grandes tribulaciones para la sociedad. La razón es que a veces hay dos edictos diferentes sobre el mismo asunto y ambos son correctos. (En otras palabras, los edictos se emiten de acuerdo a las circunstancias y, si uno profundiza en los detalles de los mismos, entonces hay cierta flexibilidad; y por lo tanto, dependiendo de la situación, se podrá emitir un edicto diferente). No obstante, para la gente normal en general es difícil de entender cómo ambos edictos pueden considerarse correctos y, por ello, se ven envueltos en dificultades”.

Del mismo modo, Hazrat Umar (ra) también estableció un “departamento de policía”. O sea, a fin de mantener la paz en el país, Hazrat Umar (ra) creó este departamento y se le otorgó la autoridad de rendir cuentas, mantener la paz y la seguridad, y supervisar los asuntos relacionados con los mercados, etc. Es decir, para supervisar si la gente cumplía correctamente con las directrices establecidas y además para ayudar a la gente a recibir sus derechos correspondientes si alguien se los usurpaba, y para supervisar otros asuntos oficiales hasta que llegaran al juez. En definitiva, dicho  departamento tenía competencias para supervisar los asuntos relacionados con la seguridad y la paz de la sociedad, los mercados, etc.

Hazrat Umar (ra) también estableció prisiones. Antes de esto, el concepto de cárceles no existía como tal. Ciertamente los delincuentes recibían castigos severos. Al mismo tiempo, Hazrat Umar (ra) creó una tesorería. Antes del Jalifato de Hazrat Umar (ra), la riqueza que se recibía se distribuía inmediatamente. Ya durante la época de Hazrat Abu Bakar (ra), se compró una casa y se dedicó a la tesorería, pero esta permaneció cerrada, ya que toda riqueza que se recibía se distribuía de inmediato. En el decimoquinto año después de la Hégira, se recibió una cantidad de 500.000 dirhams de Bahrein y entonces Hazrat Umar (ra) consultó a los Compañeros (ra) lo que se debía hacer con ese dinero. Una sugerencia apuntaba que en Siria tenían una tesorería y a Hazrat Umar (ra) le gustó esta idea. A continuación puso los cimientos para una tesorería en Medina y Hazrat Abdul’lah bin Arqam (ra) fue nombrado supervisor de la tesorería. Más tarde, se establecieron tesorerías fuera de Medina, así como en las sedes de todas las demás provincias.

Hazrat Umar (ra) solía construir edificios con un presupuesto limitado, aunque las tesorerías eran edificios extremadamente fuertes y magníficos. Con posterioridad, también nombró guardias de seguridad para las mismas y se estableció un sistema formal de seguridad para las mismas. Hazrat Umar (ra) custodiaba personalmente el dinero del tesoro. En este sentido, hay un incidente que está registrado en la historia, donde un esclavo liberado de Hazrat Uzman bin Affan (ra) relata que un día hacía mucho calor y él estaba acompañando a Hazrat Uzman (ra), y a su ganado en un lugar llamado Aliyah, (que es un valle a una distancia de seis a doce kilómetros de Medina y en dirección a Nalld). Entre tanto, Hazrat Uzman (ra) vio a un hombre que caminaba y llevaba dos camellos jóvenes con él. El suelo estaba ardiendo de calor.

Al ver esto, Hazrat Uzman (ra) preguntó:

“¿Qué le pasa a esa persona? Sería mejor para él quedarse en Medina y salir cuando el tiempo refresque”. Cuando ese hombre se acercó, el ayudante de Hazrat Uzman (ra) relata: “Hazrat Uzman (ra) me dijo: ‘¡Averigua quién es!’. Yo respondí diciendo: ‘Es un hombre envuelto en un manto que está tirando de dos camellos jóvenes’. Al acercarse aquel hombre aún más, Hazrat Usman (ra) volvió a preguntar: “¿Quién es esa persona?”. Vi y me di cuenta de que era Hazrat Umar bin Al-Jattab (ra) y respondí: “Es Amirul Muminin (el Líder de los Fieles)”. Hazrat Uzman (ra) se levantó y se asomó a la puerta cuando una ráfaga de aire caliente le hizo retirar la cabeza, pero rápidamente se volvió en dirección a Hazrat Umar (ra) y le dijo: “¿Qué te ha obligado a salir de su casa a estas horas?”. Hazrat Umar (ra) explicó: “Estos dos camellos fueron dejados atrás de entre los que han sido dados como sadaqa (limosna), pues ya se habían llevado a todos los demás camellos y quería llevarlos a los pastos por miedo a que se perdieran y así Dios me hiciera responsable de ellos”.

Hazrat Uzman (ra) dijo:

“¡Oh Amirul Muminin, por favor, ven bajo la sombra y bebe un poco de agua, estamos aquí para servirte!”. (En otras palabras: “Nosotros nos ocuparemos de que sean enviados”). Pero Hazrat Umar (ra) respondió: “Volved y descansad, y sentaros a la sombra”. El esclavo liberado de Hazrat Uzman (ra) continua su relato: “Yo dije: ‘Tenemos lo que es adecuado para usted también’.” Hazrat Umar (ra) respondió a esto exclamando: “Vuelve a tu sombra” y después de esto se marchó. Hazrat Uzman (ra) exclamó entonces: “Aquél que desee observar a una persona ‘al-qawiy’ y ‘al-amin’, (o sea, ‘fuerte y merecedor de confianza’), entonces debe mirar a este hombre”.

En otra narración, se relata que Umar bin Nafi narra de Abu Bakar Isa lo siguiente:

“Acompañé a Hazrat Umar bin Jattab (ra), Hazrat Uzman bin Affan (ra) y Hazrat Ali bin Abi Talib (ra) cuando se recogían las limosnas. Hazrat Uzman (ra) estaba sentado bajo una sombra mientras Hazrat Ali (ra) se encontraba de pie cerca de él y repetía todo lo que Hazrat Umar (ra) decía. El propio Hazrat Umar (ra), sin dejarse intimidar por el fuerte calor del día, permaneció bajo el sol cubierto con dos capas negras, una como prenda inferior y la otra para la cabeza, mientras inspeccionaba y anotaba la edad y el color de los camellos que habían sido donados para la caridad. Hazrat Ali (ra) dijo en ese momento a Hazrat Uzman (ra): ‘¿Has oído hablar de este dicho de la hija de Shuaib en el Libro de Dios?’. Es decir: ‘El mejor hombre que puedes contratar es el que es fuerte y digno de confianza’. Entonces Hazrat Ali (ra) señaló a Hazrat Umar (ra) y exclamó: ‘Él es un hombre muy fuerte y digno de confianza’.”

 Hazrat Musleh Maud (ra) narra un incidente en relación a Hazrat Umar (ra):

“Hazrat Uzman (ra) relata que una vez estaba sentado en sus dependencias y el calor era tan intenso que era difícil incluso tener fuerzas para abrir la puerta. Entretanto, uno de sus asistentes le dijo que había un hombre caminando afuera en el calor abrasador. Corrió las cortinas y vio a un hombre con el rostro quemado por el intenso calor. Respondió diciendo que debía ser un viajero, pero poco después ese hombre se acercó a sus dependencias y se dio cuenta de que era Hazrat Umar (ra). Al verle, se preocupó y salió preguntándole: “¿A dónde te diriges con este intenso calor?”. Hazrat Umar (ra) respondió: “Se ha perdido un camello del tesoro y he salido a buscarlo”.

Este es el incidente del camello que se perdió que se ha mencionado con anterioridad.

 Hazrat Umar (ra) estaba una vez distribuyendo las riquezas del tesoro cuando vino su hija y cogió un dirham. Hazrat Umar (ra) se puso de pie para recuperarlo, lo que hizo que su capa colgara de un hombro. Al ver esto, la niña corrió a casa llorando y se metió el dirham en su boca. Hazrat Umar (ra) vino y usó su dedo para sacarle el dirham de la boca, y lo devolvió al tesoro y pronunció lo siguiente: “¡Oh gente, Umar y su familia! Ya sean parientes cercanos o lejanos, tienen los mismos derechos que los demás musulmanes y nada más”.

Hay otra narración parecida sobre Hazrat Abu Musa (ra):

Hazrat Abu Musa (ra) estaba barriendo el departamento de tesorería y encontró un dirham. A continuación, un hijo pequeño de Hazrat Umar (ra) pasó y Abu Musa (ra) le dio ese dirham al niño. Hazrat Umar (ra) vio el dirham en la mano del niño y preguntó al respecto, y su hijo le informó que lo había recibido de Abu Musa (ra). Después de enterarse de que el dirham provenía de la tesorería, Hazrat Umar (ra) dijo: “¡Oh Abu Musa (ra)! ¿No encontraste a nadie entre los habitantes de Medina más necesitado que la familia de Umar? ¿Acaso deseas que de entre todos los que pertenecen a la Umma de Muhammad (sa) nos apunten a nosotros por este hecho inadecuado?”. Ante esto, se lo pensó dos veces y devolvió el dirham a la tesorería.

En términos de avances generales, está registrado que Hazrat Umar (ra) hizo muchas cosas para la mejora y el progreso de la ciudadanía en general. Por ejemplo, para mejorar la agricultura y el abastecimiento de agua, organizó la excavación de canales, algunos de los cuales son los siguientes:

El canal de Abu Musa era un canal de unos 13 kilómetros de largo que traía agua del río Tigris a Basora. El canal Maqal también se excavó en el Tigris. El canal de Amirul Muminin fue excavado bajo las órdenes de Hazrat Umar (ra) para unir el Nilo al Mar Rojo. En este sentido, durante la hambruna del 18 dH., Hazrat Umar (ra) le escribió a Hazrat Amar bin Al-Aas (ra) para que enviara ayuda. Hubo un retraso en la llegada de la ayuda a Medina debido a la gran distancia desde Egipto. Por ello, Hazrat Umar (ra) envió a buscar a Amar (ra) y le dijo que si se excavaba el Nilo hasta el mar, Arabia nunca volvería a sufrir una hambruna. Cuando Amar (ra) regresó, ya que era gobernador, cavó un canal desde Fustat hasta el Mar Rojo, a través del cual los barcos podían llegar al puerto de Yeddah, cerca de Medina. Este canal tenía 45 kilómetros de largo y se preparó en 6 meses. Hazrat Amar bin al-Aas (ra) tenía la intención de conectar el Mar Rojo con el Mar Mediterráneo y para ello pensó en cavar un canal desde Farma, donde la distancia entre el Mediterráneo y el Mar Rojo era de solo 115 kilómetros y conectaba las dos aguas. Farma era otra ciudad costera de Egipto. No obstante, Hazrat Umar (ra) estaba preocupado de que los peregrinos fueran saqueados por los griegos y no lo aprobó. Si se hubiera otorgado permiso a Amar bin al-Aas (ra) en aquella época, los árabes habrían creado el canal de Suez, que se construyó más tarde.

Bajo el liderato de Hazrat Umar (ra) se construyeron diferentes tipos edificios para la comodidad de la gente, entre los que se incluyen: mezquitas, juzgados, puestos militares, cuarteles, oficinas de infraestructura del país, carreteras, puentes, casas de huéspedes, puestos de vigilancia, posadas, etc. Hazrat Umar (ra) construyó manantiales y posadas en cada “manzil” (distancia de un día de viaje entre La Meca y Medina); y además creó puestos de vigilancia. En otras palabras, se aseguró de que existieran medidas de seguridad y lugares de descanso como casas de huéspedes  y posadas, etc.

Con respecto al desarrollo de las ciudades, se afirma que durante el Jalifato de Hazrat Umar (ra) muchas ciudades nuevas fueron habitadas y mientras poblaba estas ciudades, tuvo en cuenta las ventajas económicas y de seguridad. Las ubicaciones de estas ciudades demostraron el dominio y la planificación meticulosa de Hazrat Umar (ra) en el arte de la guerra, los principios de la política y del desarrollo. Estas ciudades fueron beneficiosas tanto en tiempos de guerra como de paz. Hazrat Umar (ra) se aseguraba de que se construyeran ciudades en aquellas tierras árabes que tenían fronteras con tierras no-árabes para evitar un ataque repentino. La ubicación de estas ciudades era tal que era ventajosa para los árabes, pues un lado de estas ciudades estaba en las tierras árabes y servía como pastos, y el otro estaba junto a esas tierras no-árabes que contenían una exuberante vegetación verde, donde además se cultivaban frutas, granos y otras cosas; o sea, tierras que eran utilizadas para la agricultura. Al construir dichas ciudades, Hazrat Umar (ra) se aseguraba siempre de que algún río fluyera por medio de ellas o estuvieran en la costa. Como resultado, Hazrat Umar (ra) fundó las ciudades de Basora, Kufa y Fustat, y estableció estas ciudades sobre cimientos sólidos y correctos. Se aseguró de que las carreteras y los caminos fueran espaciosos y anchos, y estuvieran excepcionalmente organizados. Esta perspectiva demostró que Hazrat Umar (ra) era un experto en este campo y único en este sentido.

De manera similar, Hazrat Umar (ra) estableció una organización para el ejército y planificó su estructura y organización,  asegurándose de que se hicieran registros de acuerdo a sus rangos y fijó sus sueldos. Hazrat Umar (ra) dividió el ejército en dos partes: una que participaba regularmente en la batalla y la segunda consistía en voluntarios que eran llamados en tiempos de necesidad.

Hazrat Umar (ra) era consciente del entrenamiento del ejército y emitió órdenes estrictas de que en los territorios ocupados el personal militar no participara en el comercio o la agricultura. El ejército que servía en los territorios ocupados no debía involucrarse en ninguna actividad comercial o agrícola, porque si lo hacía existía el peligro de que perdiera su destreza combativa. Hoy día vemos que en los países musulmanes el personal del ejército está involucrado en el comercio y los negocios. De hecho, con respecto a cierto país, se dice que en el pasado, cuando obtenían una comisión, los oficiales centraban su atención en su campo de experiencia relevante, pero que ahora, tan pronto como un oficial recibe su comisión, verifican dónde hay un nuevo proyecto o se está haciendo una colonia de defensa, donde puedan asegurar una asignación para ellos mismos; y por esta razón su destreza militar está disminuyendo.

Además, se menciona que al atacar países que tuvieran climas más cálidos y fríos, se tenía en cuenta esto, para que el ejército se mantuviera saludable y activo, y su salud no se viera afectada negativamente. Aparte, Hazrat Umar (ra) emitió órdenes estrictas para que todas las personas en el ejército supieran nadar, cómo usar el arco y las flechas, y pudieran caminar descalzos. Después de cada cuatro meses, a los soldados se les permitía regresar a casa con sus familias y recibían una excedencia. Para hacerlos fuertes y duros, ordenó que el personal del ejército no usara estribos al montar en su caballo; es decir, se les ordenó no poner los pies en los estribos para montar el caballo, sino que tenían que saltar para montarse en el mismo. Se les ordenó abstenerse de usar ropa suave, evitar el sol y no ducharse en “hammams” (baños árabes), ya que esto los inclinaría hacia la vida fácil y la comodidad.

Por otra parte, en primavera, Hazrat Umar (ra) ordenaba que el ejército fuera enviado a zonas de exuberante verdor, pues la atmósfera y el clima se tomaban en cuenta al construir un cuartel del ejército, ya que era importante que este fuera enviado a exuberantes áreas verdes, para que tuvieran buena salud debido a la atmósfera limpia que se disfrutaba en esas zonas. Hazrat Umar (ra) era consciente del medio ambiente y el clima que los rodeaba.

Al final, construyó acantonamientos militares en todas las provincias y se estableció una base militar en todas las áreas principales, como Medina, Kufa, Basora, Mosul, Fustat, Damasco, Homs, Jordania y Palestina, y siempre había un ejército de guardia allí; y como hemos dicho antes, cada cuatro meses se concedía permiso a los soldados. En todo momento estas bases militares contenían 4.000 caballos que eran bien cuidados y las piernas de dichos animales estaban marcadas con las palabras

que significan: “Ejército en el camino de Dios”.

 Durante el Jalifato de Hazrat Umar (ra), el ejército musulmán desarrolló nuevas herramientas de guerra para ayudar a su progreso. Estos incluían artefactos para derribar fortalezas como catapultas y “dababah”, que era ese un arma utilizada para derribar y destruir fuertes. La gente se sentaba en su interior y se usaban para hacer agujeros en los muros del fuerte para así hacerlos colapsar.

Bajo el gobierno islámico, a los no-musulmanes se les concedieron puestos de alto nivel, pues no se daba el caso de que solo a los seguidores del Islam se les daban puestos clave. De hecho, los no-musulmanes y los no-árabes también ocuparon puestos clave.

En este sentido, Hazrat Musleh Maud (ra) escribe:

“Durante la época de los Jalifas del Santo Profeta (sa), a pesar del hecho de que en las varias naciones bajo el dominio islámico no vivían todos en paz, aún así se les concedían sus derechos”.

Al’lamah Shibli declara:

“Hazrat Umar (ra) expandió la estructura del ejército de manera que no hubo distinción entre nacionalidades ni existieron prejuicios religiosos y la parte que estaba formada por voluntarios tenía miles de ‘mayusis’ (o sea, los que adoraban el fuego o el sol) y recibían los mismos salarios que los musulmanes”. También había “mayusis” en la administración del ejército. De manera similar, escribe que “griegos y romanos formaban parte del ejército, y 500 estuvieron presentes cuando se conquistó Egipto”.

Es curioso notar que hoy en Pakistán dicen que los áhmadis deben ser retirados del ejército, ya que son puestos dotados de sensibilidad; aunque si estudiamos la historia, vemos que los oficiales áhmadis son los que más sacrificios han ofrecido por Pakistán. En fin, estos son sus pensamientos.

Hazrat Musleh Maud (ra) continúa diciendo:

“Con respecto a Hazrat Umar (ra) se afirma que cuando Amar bin al-Aas (ra) desarrolló la ciudad de Fustat, la dividió en zonas de residencia. Este trato justo se extendió a los judíos y durante la conquista de Egipto 1.000 judíos estaban presentes en el ejército musulmán. Del mismo modo, la historia demuestra que personas pertenecientes a otras naciones fueron nombradas oficiales en el ejército e incluso fueron nombradas en tiempos de guerra. En este sentido, en la época de Hazrat Umar (ra) algunos persas fueron nombrados oficiales del ejército y sus nombres se mencionan en la historia. El propio Al’lamah Shibli ha recogido los nombres de seis oficiales: Siyah, Jusraw, Shehryar, Sheerviyah, Shahrviyah y Afrodin. A estos oficiales se les pagaba de la tesorería oficial y sus nombres figuraban en la nómina. Después de los cuatro Julafa (Jalifas rectamente guiados), se menciona en la historia que en la época de Hazrat Muawia (ra), un cristiano llamado Ibn Asaal fue el ministro de finanzas”.

La referencia que acabo de leer acerca de “Afrodin” fue escrita por Hazrat Musleh Maud (ra) en “Tafsir-e-Kabir” (el ‘Gran comentario del Sagrado Corán’) donde citó una referencia de Al’lama Shibli y en el libro “Al-Faruq” está escrito el mismo nombre. Sin embargo, en los libros árabes el nombre se escribe como “Afrozin”, con la letra “z” en lugar de “d”. En cualquier caso, no hay mucha diferencia entre “z” y “d”, pero como la gente discute sobre estos asuntos, por esta razón he dado esta explicación.

Del mismo modo, se implementó un control del mercado y de los precios, pues el Islam prohibió bajar los precios por medios ilícitos y esto fue ordenado y aplicado por Hazrat Umar (ra).

Con respecto a la prohibición de bajar los precios, Hazrat Musleh Maud (ra) afirma:

“El Islam no permite que se bajen los precios por medios ilícitos,  ya que forzar la bajada de precios es una forma ilegal de ganar dinero, porque debido a ello los comerciantes poderosos obligarían a los más pequeños a vender sus productos a un precio más bajo y conseguirían llevarlos a la quiebra. En la época de Hazrat Umar (ra), mientras inspeccionaba el mercado, se encontró con un comerciante de fuera de Medina que vendía uvas pasas a precios tan bajos, que los productores y comerciantes locales no podían competir con él. Hazrat Umar (ra) ordenó al hombre que retirara su producto del mercado o que lo vendiera al precio que otros comerciantes estaban vendiendo en Medina (los comerciantes de Medina no pedían un precio excesivo; era un precio razonable acorde con sus gastos). Al final, Hazrat Umar (ra) le conminó que vendiera su producto al mismo precio.

Cuando le preguntaron por las razones de esta orden, Hazrat Umar (ra) respondió que sin la misma los comerciantes locales habrían sufrido pérdidas aún cobrando un precio razonable. Es cierto que algunos Compañeros (ra) cuestionaron la validez de esta orden en vista del dicho del Santo Profeta (sa) de que no se debía interferir en los precios del mercado. Sin embargo, su objeción no era correcta, ya que la prohibición de la intervención del Estado en los precios del mercado emitida por el Santo Profeta (sa) se refería a la interferencia en los principios de la oferta y la demanda. Así pues, el gobierno sí debe evitar las interferencias indebidas, pues son perjudiciales (la oferta y la demanda del mercado se ajustan por sí solas) y no proporcionaría ningún beneficio a los consumidores, aunque infligiría graves pérdidas a los comerciantes (si esto no se permitiera), pero el control de los precios está permitido”.

Hazrat Musleh Maud (ra) ha explicado esto en detalle en otro lugar y de la siguiente manera:

“Entre los derechos de los ciudadanos está que el comercio y en las transacciones no hayan altercados. Consideramos que el Islam no ha pasado por alto este derecho y, por lo tanto, ha prohibido que se aumente el precio de mercado y vender a un precio muy elevado. Del mismo modo, también ha prohibido que se reduzcan significativamente los precios para causar pérdidas a otros y hacer fracasar sus negocios; o sea, está prohibido bajar los precios para ahuyentar a la competencia. Una vez, un comerciante vendía uvas en Medina a un precio tal que otros comerciantes no podían permitirse venderlas. Hazrat Umar (ra) pasaba por allí en ese momento y amonestó al comerciante, porque debido a esta forma de actuación los demás comerciantes estaban sufriendo pérdidas. Por consiguiente, el Islam prohíbe que se vendan productos a un precio extremadamente alto y que se reduzcan significativamente los precios, para que los comerciantes no sufran pérdidas ni el público tampoco”.

En relación con la organización del sistema educativo, se menciona que Hazrat Umar (ra) lo mejoró mucho,  ya que estableció escuelas en todos los países que estaban bajo dominio musulmán y en las mismas se enseñaba el Sagrado Corán, el Hadiz y la Fiqah (jurisprudencia). Algunos Compañeros (ra), que eran grandes eruditos, fueron designados como maestros y supervisaron la formación moral y además se fijó un salario para los que fueron designados como maestros.

Con respecto a cómo se estableció el calendario Hillri, hay una narración de Sahih Bujari que afirma que Hazrat Sahal bin Sad (ra) informó que los Compañeros (ra) no comenzaron el calendario desde el momento del advenimiento del Santo Profeta (sa), ni desde su fallecimiento; de hecho, lo comenzaron desde que el Santo Profeta (sa) llegó a Medina, es decir, después de su emigración. El comentarista de Bujari, Al’lama Ibn Hayar Al-Asqalani afirma que, según el Imam Suhaili, “los Compañeros (ra) decidieron iniciar el calendario a partir de la emigración del Santo Profeta (sa), basándose en las siguientes palabras de Dios Altísimo:

‘Nunca permanezcas allí para rezar. Una mezquita fundada en la piedad desde sus primeros días es más digna de que permanezcas en ella para orar. Allí hay hombres que desean ser purificados y Allah ama a quienes se purifican a sí mismos’, (9:108).

Por lo tanto, el significado de la expresión “desde sus primeros días” sería el día en que el Santo Profeta (sa) y sus Compañeros (ra) llegaron a Medina -aunque Dios sabe mejor”. 

Existen varias narraciones respecto a la necesidad de iniciar el calendario Hillri. Hazrat Abu Musa (ra) escribió a Hazrat Umar (ra) y le dijo que recibían cartas suyas, pero no había ninguna fecha en ellas. Ante esto, Hazrat Umar (ra) reunió a la gente para consultar sobre ello. Al’lama Ibn Hayar afirma que en Bujari, en el “Libro de las costumbres”, Hakim ha relatado de Maimun bin Mehran que una vez se presentó un cheque a Hazrat Umar (ra) que solo era válido hasta Shaban. Ante esto, Hazrat Umar (ra) dijo: “¿A qué Shaban se refiere esto? ¿El que ha pasado, por el que estamos pasando actualmente o el que está por venir?”. A continuación, Hazrat Umar (ra) declaró que debían formar un calendario que todos pudieran recordar.

Ibn Sirin cuenta que una vez llegó una persona de Yemen y mencionó que había observado que allí tenían algo a lo que se referían como un “calendario” y anotaban el año y el mes en particular. Ante esto, Hazrat Umar (ra) dijo que este era un método excelente y que debían escribirlo así también. Existen varias narraciones respecto a quién inició el calendario Hillri. Según una de ellas, fue el Santo Profeta (sa) quien ordenó anotar las fechas y esto comenzó a partir del mes de Rabiul Awwal.

Hakim ha escrito en su libro “Al-Aqlil” que Ibn Shihab Zuhri narra:

“Cuando el Santo Profeta (sa) llegó a Medina, ordenó que se anotaran las fechas y esto comenzó a partir del mes de Rabiul Awwal”.

No obstante, Al’lama Ibn Hayar afirma que esta narración es “muazzal”, lo que significa que faltan dos o más narradores, uno tras otro en su cadena de narración.

Según otra tradición, el calendario comenzó a escribirse formalmente después de que el Santo Profeta (sa) emigrara a Medina, aunque la narración más conocida es contraria a estas otras ya mencionadas y afirma que el calendario Hillri en verdad comenzó en la época de Hazrat Umar (ra).

El autor de “Subul Al-Huda wa Al-Rishad fi Sirat Jair Al-Abad”, Muhammad bin Yusuf Sahli declara que Ibn Salaa afirma que leyó en el libro “Al-Shurut” de Abu Tahir Mahmish, que el Santo Profeta (sa) ordenó que se escribieran las fechas, porque cuando tuvo la intención de enviar cartas a los cristianos en Nallran, instruyó a Hazrat Ali (ra) que escribiera dicho mensaje y esto ocurrió cinco años después de la Hégira. Así, a la luz de esto, fue el Santo Profeta (sa) el primero en anotar las fechas y Hazrat Umar (ra) simplemente siguió esta práctica del Profeta (sa).

Según otra narración, fue Hazrat Yala bin Umaiya, que residía en Yemen, quien inició la práctica de anotar las fechas. En este sentido, el Imam Ahmad ha narrado lo mismo pero la cadena de narradores se rompe entre Amar y Yala.

Según la tercera narración, que es la más conocida, el calendario Hillri comenzó en la época del Jalifato de Hazrat Umar (ra).

Se mencionan más detalles en relación con la razón por la que el calendario Hillri comienza a partir del año de la emigración, porque cuando Hazrat Umar (ra) pidió que se le consultara sobre la elaboración de un calendario anual, una de las sugerencias fue que empezara por el año de nacimiento del Santo Profeta (sa) y otra sugerencia fue que comenzara a partir del año en que fue nombrado Profeta. La tercera sugerencia fue que lo hiciera a partir del año en que falleció el Santo Profeta (sa). La cuarta fue que se empezara a partir del año en que el Santo Profeta (sa) emigró a Medina. Al final se decidió empezar por el año de la emigración, porque había diferencias de opinión en cuanto al año exacto en que nació el Profeta (sa) y el año en que fue elegido como Profeta de Dios. La razón por la que no comienza a partir del año en que falleció el Santo Profeta (sa) fue porque esto tenía un elemento de pena y dolor para los musulmanes debido al propio fallecimiento del Profeta (sa). Por tanto, todos los Compañeros (ra) estuvieron de acuerdo en comenzar a partir del año de la emigración y comenzaron el año desde el mes de Muharram en lugar de Rabiul Awwal, ya que el Santo Profeta (sa) había decidido emigrar en el mes de Muharram. El Baiat (juramento de lealtad) de Aqbah Sania tuvo lugar en el mes de Zul Hiya y esto fue lo que finalmente condujo a la emigración. Así, el primer mes lunar que apareció después del Baiat Aqbah Sania y de que el Profeta (sa) decidiera emigrar fue Muharram, por lo que se consideró apropiado comenzar el año con ese mismo mes.

Al’lama Ibn Hayar afirma que el argumento más fuerte en su opinión era comenzar el calendario islámico a partir del mes de Muharram.

Ahora bien, hay varias opiniones en relación a cuándo llegó el Santo Profeta (sa) a Medina. El Profeta (sa) se detuvo en diferentes lugares en el camino y llegó cerca de Medina el 12 Rabiul Awwal, en el año 14 Nabwi, equivalente al 20 de septiembre del 622. Según algunos historiadores, el Santo Profeta (sa) llegó en el 8 de Rabiul Awwal y hay incluso quienes afirman que el Profeta (sa) partió en el mes de Safar y llegó en Rabiul Awwal. El Santo Profeta (sa) dejó La Meca el día uno de Rabiul Awwal y llegó a Medina el 12 del mismo mes.

También hay varias narraciones respecto a cuándo se estableció el calendario Hillri. Según algunos, fue en el año 16, pero al mismo tiempo se mencionan los años 17, 18 y 21. En cualquier caso, la mayoría de la gente está de acuerdo en que el calendario se estableció durante la época de Hazrat Umar (ra).

Por otro lado, según la mayoría de los historiadores, Abdul Malik bin Marwan introdujo la primera moneda islámica. Algunos historiadores de Medina afirman que las primeras monedas se introdujeron en la época de Hazrat Umar (ra) y tenían inscritas las palabras “toda alabanza pertenece a Al’lah” y otras tenían inscritas “Muhammad (sa), el Mensajero de Al’lah” y “no hay nadie digno de adoración excepto Al’lah, que es Uno”, pero no descartaron por completo las monedas utilizadas desde la época de los gobernantes persas.

Según una investigación, las primeras monedas islámicas se introdujeron en el año 17 dH. en Damasco durante la época de Hazrat Umar (ra), aunque en ellas aparecía la imagen de los reyes bizantinos y una inscripción en latín. Según otra narración, fue en el año 28 de la era de Hazrat Uzman (ra), cuando se utilizó una moneda puramente islámica. Inicialmente, se utilizaban las monedas originales persas en esas tierras y tenían la imagen de los reyes persas con las palabras “en el nombre de Al’lah” inscrito en idioma cúfico.

En relación a los proyectos iniciados por Hazrat Umar (ra) y conocidos como “Awwaliyat-e-Faruqi”, Alamah Shibli Naumani escribe en su libro “Al-Faruq”, que todos los proyectos que Hazrat Umar (ra) inició por primera vez han sido registrados por los historiadores y se conocen como “Awwaliyat”, o sea, que fueron iniciados por Hazrat Umar (ra) y son los siguientes:

  • Hazrat Umar (ra) estableció el Bait-ul-Maal (tesorería).
  • Implantó juzgados y nombró los jueces.
  • Comenzó un sistema para registrar las fechas y los años, que continúa hasta la fecha de hoy.
  • Asignó el título de Amir-ul-Muminin (Líder de los Fieles) al Jalifa de la época.
  • Instauró un departamento oficial para el ejército y fijó salarios para los voluntarios.
  • Estableció un departamento oficial para la tesorería.
  • Inició un sistema para medir y sondear las tierras.
  • Condujo un censo.
  • Construyó un sistema de canales.
  • Pobló varias ciudades como Kufa, Basora, Yazira, Fustat, Mosul, etc.
  • Dividió las tierras conquistadas en diferentes provincias.
  • Estableció el sistema de “ushur”, un impuesto del 10%, cosa que hizo cuando se dio cuenta de que a los musulmanes que viajaban a las tierras no-musulmanas para comerciar se les cobraba un impuesto del 10% que habían establecido. Entonces, Hazrat Abu Musa Ashari (ra) informó a Hazrat Umar (ra) de ello y este ordenó que aquellos comerciantes que vinieran a tierras musulmanas también debían pagar el impuesto del 10%. Además, se fijó otro impuesto de todo aquello que se obtenía de los ríos y se eligieron a recaudadores de impuestos para ello.
  • Dio permiso a aquellos comerciantes que pertenecían a un país con quien los musulmanes no tenían ningún tratado a entrar en tierras musulmanas y comerciar en ellas.
  • Instauró un sistema de prisiones y el castigo con el “durrah” (una especie de bastón).
  • De forma regular, comenzó a realizar rondas por la noche para analizar las condiciones y la situación de sus conciudadanos.
  • Inició un sistema de policía.
  • Estableció varios barracones para el ejército.
  • Hizo una distinción entre las razas de caballos “asil” y “muyanis”, lo cual no se había hecho anteriormente en las tierras árabes.
  • Comenzó un sistema de presentación de informes.
  • Construyó alojamientos para aquellos que viajaban entre La Meca y Medina.
  • Instauró pagos regulares para los huérfanos.
  • Construyó casas de huéspedes en varias ciudades.
  • Estableció la norma de que un árabe no puede ser convertido en esclavo aunque fuese un incrédulo.
  • Inició el pago de subsidios para aquellos cristianos y judíos que se enfrentaban a circunstancias de pobreza.
  • Construyó oficinas.
  • Asignó salarios a los profesores de escuelas.
  • Insistió en que Hazrat Abu Bakar (ra) comenzara a compilar los diversos manuscritos del Sagrado Corán en su orden correcto, tal y como lo enseñó el Santo Profeta (sa), y completó esta tarea bajo su supervisión.
  • Estableció la regla del “qiyas” (la deducción de prescripciones legales del Corán o la Sunna mediante un razonamiento analógico).
  • Instauró el sistema de “aul”, que consiste en incluir a ciertas personas en una parte de la herencia.
  • Ordenó que la oración del “taravih” se realizara en congregación.
  • Estimó que dar tres divorcios a la vez era “talaq bain” (separación completa), aunque en realidad lo hizo como un castigo para aquellos que se dedicaban a esta práctica de emitir tres divorcios a la vez.
  • Instituyó el castigo de ochenta latigazos por beber alcohol.
  • Prescribió el Zakat sobre los caballos utilizados para el comercio.
  • Introdujo el Zakat entre los cristianos de Banu Zalab, en lugar de la “yizia”.
  • Inició el sistema de consagración a la fe.
  • También hizo que todo el mundo se pusiera de acuerdo sobre la recitación del “takbir” (Al’lah es el Más Grande) cuatro veces durante la oración fúnebre. Generalmente la forma prescrita es decir tres “takbir”, o cuatro si se cuenta el primero, hasta el último antes de decir “salam” (que marca el final de la oración). Uno, dos, tres, cuatro; de hecho hay cuatro, ¿correcto? Lo mismo se hace hoy en día.
  • Además, esbozó directrices en relación con la impartir conferencias o discursos en las mezquitas. Por ello y con su permiso, Tamim Dari pronunció un discurso de acuerdo con esto y esta fue la primera conferencia de este tipo en el Islam.
  • Se prescribió un salario para los “imames” (quienes dirigen a la congregación en la oración) y “muecines” (quienes llaman al público a la oración).
  • Dispuso que hubiera luz por la noche en las mezquitas.
  • Ordenó un castigo por ridiculizar públicamente a otros a través de la escritura y la literatura.
  • Prohibió la mención de nombres de mujer en los poemas románticos, que era una antigua costumbre de Arabia.

Alama Shibli escribe que, además de estas, hay muchas otras cosas que Hazrat Umar (ra) inició, pero no las menciona porque la lista sería demasiado larga.

Los relatos de Hazrat Umar (ra) continuarán narrándose en los sermones futuros, si Dios quiere.

Ahora me gustaría mencionar a algunos miembros que han fallecido y tras la oración del viernes dirigiré sus oraciones fúnebres.

La primera mención es para el respetable Sarpito Hadi Saswoya Sahib de Indonesia, que falleció el mes pasado a la edad de 79 años.

¡En verdad a Al’lah pertenecemos y hacia Él será el retorno!

Realizó el Baiat a la edad de 21 años y permaneció sumamente firme. Le sobreviven su esposa y ocho hijos. Uno de sus hijos trabaja como misionero. El fallecido trabajó como presidente de la Comunidad local en varias ocasiones y además lo hizo como “qazi” (juez) en Darul Qaza (la junta de arbitraje) en Indonesia. Tenía un gran interés por el “tabligh” (predicación) y lo realizaba activamente. Independientemente de las circunstancias, su pasión por el “tabligh” nunca cesó.

Su hijo, Arwan Habibul’lah, que es misionero, escribe: “En varias ocasiones, sucedió que dejaba su motocicleta en casa de alguien y viajaba varios kilómetros a pie para hacer tabligh, cruzando ríos y rocas para poder llegar a otras aldeas, y lo hacía con mucha dificultad. Mi padre era un hombre muy trabajador y cuando ejercía como profesor, pidió al director del centro que le asignara cuatro días para trabajar y todas las clases que debía impartir las completaba en cuatro días, y el resto de los días los tenía libres para poder realizar más predicación. Tras acabar en el colegio el jueves, iba directamente para predicar y volvía el domingo por la tarde o, a veces el lunes por la mañana”.

El misionero Basharat Ahmad Sahib relata: “Diez Yamats locales de la región de Wonosobu, en Java Central, se establecieron a través de él. Independientemente de las circunstancias, se aseguraba de realizar tahayud (oración voluntaria de la noche). Siempre saludaba a personas de cualquier origen con mucho respeto y amabilidad. Una vez dijo: ‘Deseo continuar haciendo tabligh hasta mis últimos días,  pues esa es la clave de mi felicidad y salud’.

Ahmad Hidayat Sahib, otro misionero, dice: “El fallecido era un predicador muy valiente. Nunca tenía miedo cuando recibía amenazas de los oponentes y continuaba mostrando firmeza”.

¡Que Dios Altísimo muestre Su perdón, misericordia y eleve su rango!

La siguiente mención es de Chaudhary Bashir Ahmad Bhatti Sahib, hijo de Alah Dad Sahib Ghoro, del distrito de Nankana Sahib (Pakistán). Falleció el mes pasado, a la edad de 95 años:

¡En verdad a Dios pertenecemos y hacia Él será el retorno!

Su hijo es Muhammad Afzal Bhatti Sahib, que es actualmente es misionero en Tanzania y dice: “Era áhmadi de nacimiento y muy regular en sus oraciones y ayunos; también era equitativo y elocuente al hablar, y tenía un profundo amor por el Ahmadíat y el Jalifato. Comenzó a asistir a los Yalsa Salana (Convención anual) de Qadián desde muy jóven. En su pueblo, la gente temía mucho a los que se dedicaban a la práctica de encantos y brujería para ahuyentar el mal, ya que esto es bastante común en nuestros países, por lo que él les decía ‘no hay razón para temer a esa gente. No pueden causarte ningún daño en contra de la voluntad de Dios Altísimo’. Sin embargo, la gente del pueblo le respondía diciendo: ‘Tú eres áhmadi y no crees en esas cosas, por eso no pueden hacerte daño, pero nosotros les tememos’.

En 1953, cuando comenzaron los desórdenes, los opositores al Ahmadíat organizaron disturbios en nuestra zona y planeaban quemar las casas de los áhmadis. Algunas personas se dirigieron a la aldea vecina en la que residían miembros de alto rango de su familia y que tenían gran influencia pero que no eran áhmadis, y les pidieron que aconsejaran a sus parientes que vivían en esa aldea en la que residían áhmadis que se marcharan, ya que tenían la intención de prender fuego allí al día siguiente. O bien, deberían renunciar al Ahmadíat, de lo contrario el resultado no sería bueno para ellos. Así que sus familiares trataron de aconsejarle y le dijeron que debía renunciar temporalmente al Ahmadíat, y que podría reincorporarse a su fe cuando la protesta hubiera terminado. Ante esto dijo: ‘No os preocupéis, hemos aceptado el Ahmadíat tras una gran reflexión y consideración. No nos veremos perjudicados de ninguna manera. Podemos ser sacrificados por la causa del Ahmadíat, pero no podemos ni siquiera imaginarnos dar un paso atrás en nuestra fe ni siquiera por un minuto’. Después les dijo que si no podían hacer nada, no había problema, pues su confianza estaba solo en Dios Altísimo. Con posterioridad, Al’lah dispuso que la revuelta se detuviera a cierta distancia y se dispersara, ya que no tenían el valor de dirigirse a su pueblo”.

Le sobreviven dos hijas y cinco hijos. Uno de sus hijos, el respetado Afzal Bhatti Sahib -como he dicho ya- que es un misionero de la Comunidad y sirve en Tanzania. Debido a que estaba de servicio, no pudo participar en el funeral y el entierro.

¡Que Dios Altísimo eleve el rango del fallecido y permita a su progenie continuar con sus cualidades virtuosas, y que conceda paciencia y tolerancia al hijo del fallecido que no pudo estar presente!

La siguiente mención es la de Hamidul’lah Jadim Malhi Sahib, hijo de Chaudhary Alah Rakha Malhi Sahib de Darul Nasir Gharbi, Rabwah. Falleció a la edad de 82 años:

¡En verdad a Al’lah pertenecemos y hacia Él será el retorno!

Era nieto de Chaudhary Alah Bajsh Sahib, un Compañero del Mesías Prometido (as), y el padre de Nasrul’lah Malhi Sahib Shahid, misionero de la Comunidad. El fallecido era asiduo a las oraciones y al ayuno, una persona sencilla, honrado, solidario con los pobres y un áhmadi sincero y leal. Durante su empleo, se mantuvo firme ante la oposición y la contrarrestó con gran valentía. Uno de sus hijos es una persona consagrada en Rabwah y trabaja en el “Tahir Heart Institute” (Instituto Tahir del Corazón). ¡Que Dios Altísimo le conceda Su perdón y misericordia!

La siguiente mención es la de Muhammad Ali Jan Sahib de Peshawar (Pakistán), hijo de Shariful’lah Jan Sahib. Falleció según el decreto de Dios a la edad de 89 años:

¡En verdad a Dios pertenecemos y hacia Él será el retorno!

Por la gracia de Al’lah, había dedicado 1/8 de su riqueza como “musi”. Le sobreviven tres hijas y siete hijos. Una de sus hijas es Salima Sahiba, esposa de Burhan Sahib, que reside aquí en Islamabad y  escribe que su familia era inicialmente no-áhmadi. Luego, en 1954, él (Muhammad Ali Jan Sahib) tomó el Baiat de la mano de Hazrat Jalifatul Masih II (ra) y permaneció apegado a la Yamat y al Jalifato durante toda su vida. Su padre hizo gala de honor de su fe y de un profundo vínculo con la Comunidad. Realizó el Baiat en 1954, antes de lo cual era un no-áhmadi. Después, tuvo la oportunidad de servir a la Yamat y fue el “qaid” de distrito de Juddam-ul-Ahmadía, así como secretario de Wasaya, secretario de Talimul Corán y sirvió en varios otros puestos.

Estudió intensamente los libros del Mesías Prometido (as) y sentía un profundo amor por el Sagrado Corán, y ella (su hija) siempre lo veía recitarlo. También había memorizado una parte importante del Santo Corán. Era devoto de la adoración, virtuoso, hospitalario, un hombre honesto y recto. Recitaba constantemente el “darud sharif” [invocación de bendiciones sobre el Profeta (sa) y su progenie]. Además ayudaba a otros económicamente.

Uno de sus parientes no-áhmadis le dijo que, si dejaba el Ahmadíat, estaría dispuesto a sacrificarse completamente por él. Pero ella dice que su padre le respondió diciendo: “¿Qué necesidad tengo de tu sacrificio cuando yo mismo ya he sido sacrificado? Ahora escúchame: ‘Acepta al Mesías Prometido (as). El que tenía que venir ha llegado, así que reformaros’.” En cualquier caso, ese familiar no le hizo caso y finalmente todos sus parientes le abandonaron, pero día a día, el fallecido siguió aumentando su conexión con la Comunidad.

¡Que Dios Altísimo lo trate con perdón, le conceda Su misericordia y eleve su rango espiritual!

La siguiente mención es la de Sahibzada Mahdi Latif Sahib de Maryland, Estados Unidos, que falleció a la edad de 87 años:

¡En verdad a Al’lah pertenecemos y hacia Él será el retorno!

Sahibzada Mahdi Latif Sahib era el nieto de Hazrat Sahibzada Abdul Latif Shahid Sahib (ra), e hijo del difunto Sahibzada Muhammad Tayyab Latif Sahib. Por la gracia de Dios Altísimo, el difunto Sahibzada Mahdi Latif Sahib era “musi”. Había estudiado ampliamente los libros del Mesías Prometido (as). Era regular en la realización de las cinco oraciones diarias, así como en las oraciones de “tahayud”. Tenía un gran amor por el Jalifato y era muy humilde y de naturaleza sencilla. Sentía pasión por el “tabligh” y siempre aconsejaba a los demás que predicaran también.

¡Que Dios Altísimo le conceda Su Perdón y Misericordia, y eleve su rango espiritual!

La siguiente mención es la de Faizan Ahmad Samir, hijo de Shahzad Akbar Sahib, que es un trabajador de la Oficina del Secretario Privado en Rabwah. Falleció a causa del covid-19, a la edad de 16 años:

¡En verdad a Dios pertenecemos y hacia Él será el retorno!

Era un chico muy inteligente, tranquilo y honrado. Formaba parte del plan Waqf-e-Nau (aquellos consagrados para la causa de Dios). Se centraba en sus estudios y no se involucraba en actividades innecesarias; de hecho, ni siquiera participaba mucho en los deportes. Se comportaba muy bien. Aparte de la escuela, pasaba la mayor parte del tiempo en casa.

¡Que Dios Altísimo conceda paciencia a los padres del fallecido! Su abuelo materno, Jawalla Abdul Shakur Sahib, también ha servido a la Yamat durante mucho tiempo. ¡Que Al’lah Taala le otorgue el perdón y eleve su rango!

Resumen

Después de recitar el Tashahhud, el Ta’awwuz y el Surah al-Fatihah, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba) dijo que continuaría relatando incidentes de la vida de Hazrat Umar (ra).

Establecimiento de la Qadha (arbitraje)

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Umar (ra) también inició el sistema de Qadha (arbitraje). Se establecieron judicaturas en cada región y se nombraron Qadhis (jueces). Hazrat Umar (ra) aconsejó que siempre se diera prioridad a la justicia. Una vez, hubo una disputa entre Hazrat Umar (ra) y Ubayy bin Ka’b (ra). El asunto fue llevado ante un juez. Cuando Hazrat Umar (ra) entró, el juez le cedió su asiento. Hazrat Umar (ra) le dijo que esto era injusto, y se sentó al lado de Ubayy bin Ka’b para mostrar que debían ser tratados por igual.

Establecimiento de Ifta’ (Edictos)

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Umar (ra) también inició el sistema de Ifta’ (edictos). Se designaban personas con conocimientos de la Shari’ah (ley islámica) para tomar decisiones y emitir edictos. Hazrat Umar (ra) se aseguró de que sólo los designados dieran edictos, para evitar cualquier confusión e información falsa.

Establecimiento del sistema de vigilancia

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Umar (ra) también inició un sistema de vigilancia. Esto fue para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, y para asegurar que las leyes y reglas se cumplieran. Hazrat Umar (ra) también estableció cárceles, que antes no existían.

Establecimiento de un Tesoro

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Umar (ra) también inició un tesoro. Antes de la era de Hazrat Umar (ra), cualquier riqueza que se recibía se distribuía de inmediato. Durante la era de Hazrat Umar (ra), se recibió una gran cantidad en Bahrein, y tras consultarlo, se decidió establecer un tesoro para guardar de forma segura esas grandes cantidades de riqueza. Posteriormente, este sistema de tener una tesorería se estableció también en todas las demás provincias. Hazrat Umar (ra) hizo construir grandes edificios para la tesorería y asignó guardias fuera de ella.

Su Santidad (aba) dijo que una vez, Hazrat Uthman (ra) vio a un hombre caminando fuera en un calor extremo. Cuando el hombre se acercó, se dio cuenta de que era el líder de los creyentes Hazrat Umar (ra). Hazrat Uthman (ra) le preguntó por qué estaba fuera con tanto calor. Hazrat Umar (ra) contestó que un camello del tesoro se había escapado, y por eso estaba fuera buscándolo.

Iniciativas tomadas para la mejoría del pueblo

Su Santidad (aba) dijo que hubo varias iniciativas tomadas por Hazrat Umar (ra) en beneficio de toda la gente. Por ejemplo, estableció varios ríos y arroyos para proporcionar agua a toda la gente.

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Umar (ra) también hizo construir varios edificios, como mezquitas, judicaturas, cuarteles, varias oficinas, casas de huéspedes, hoteles, etc. También estableció puestos de seguridad alrededor de Medina para garantizar la seguridad.

Establecimiento de un ejército organizado

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Umar (ra) estableció formalmente un ejército organizado. Dividió el ejército en dos partes: los que irían a la guerra y los que eran voluntarios. Hazrat Umar (ra) se encargaba de la formación moral de los soldados. Hazrat Umar (ra) ordenó que ningún soldado fuera a una zona conquistada para realizar negocios, ya que esto disminuiría sus habilidades como soldados. Su Santidad (aba) dijo que hoy en día, vemos que la gente del ejército siempre busca hacer negocios en las zonas donde tienen colonias de defensa.

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Umar (ra) se aseguró de que cada soldado fuera hábil en la natación, el tiro con arco, y que pudiera correr descalzo. Ordenó que los soldados no montaran a caballo con los pies en los estribos de la silla, para que pudieran saltar fácilmente a la batalla. A los soldados se les concedía un permiso cada cuatro meses para visitar a sus familias.

Su Santidad (aba) dijo que durante la era de Hazrat Umar (ra), incluso aquellos que no eran musulmanes o que no eran árabes fueron comisionados en altos puestos. Hay relatos de que había personas de diferentes orígenes nombradas en altos rangos del ejército. Su Santidad (aba) dijo que en estos días, el gobierno pakistaní no permite que los ahmadíes formen parte del ejército, mientras que si miramos la historia, los oficiales ahmadíes han presentado los mayores sacrificios por el bien de Pakistán.

Sistema del control de los precios del mercado

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Umar (ra) aseguraba el control de los precios del mercado y se encargaba de que el precio de las mercancías no fuera demasiado bajo, ya que eso podría perjudicar a otros vendedores. Una vez, Hazrat Umar (ra) estaba caminando por el mercado cuando vio a alguien vendiendo uvas secas a un precio muy bajo, que otros vendedores no podían permitirse. Hazrat Umar (ra) le ordenó que, o bien retirara su mercancía del mercado, o la vendiera a un precio similar al de otros vendedores de Medina, que era un precio adecuado y razonable.

La atención de Hazrat Umar (ra) a la educación

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Umar (ra) prestó gran atención a la educación, se establecieron escuelas en todas las provincias, donde se nombró a personas educadas como maestros, y también se designó un salario para estos maestros.

Establecimiento del Calendario Hijri

Su Santidad (aba) dijo que el calendario Hijri se estableció deanerq formal durante la era de Hazrat Umar (ra). Los compañeros comenzaron a registrar las fechas desde la época de la migración del Santo Profeta (sa). Más tarde, Hazrat Umar (ra) sintió la necesidad de registrar las fechas. Alguien avisó a Hazrat Umar (ra) de que había visto a gente en Yemen registrando la fecha según el año y el mes. Hazrat Umar (ra) dijo que se debía adoptar este estilo. Hay varias narraciones que muestran que el Santo Profeta (sa) registraba las fechas en ciertas ocasiones. Sin embargo, fue durante la era de Hazrat Umar (ra) cuando se estableció un calendario Hijri formal. Se decidió iniciar el calendario a partir de la época de la migración, ya que otras fechas como el nacimiento del Santo Profeta (sa) o la fecha de ser comisionado como profeta no estaban del todo claras.

Su Santidad (aba) dijo que las monedas islámicas también se establecieron durante la época de Hazrat Umar (ra). En ellas se grababan cosas como Alhamdulil’lah (toda alabanza pertenece a Al’lah) y Muhammad Rasoolul’lah (Muhammad (sa) el Mensajero de Al’lah).

Su Santidad (aba) dijo que seguirá relatando la vida de Hazrat Umar (ra) en futuros sermones.

Oraciones fúnebres

Su Santidad (aba) dijo que dirigiría las oraciones fúnebres (in absentia) de los siguientes miembros fallecidos:

Sarpito Hadi Sahib

Sarpito Hadi Sahib de Indonesia falleció el mes pasado. Aceptó el Ahmadíat cuando tenía 21 años. Le sobreviven su esposa y sus ocho hijos, uno de los cuales está sirviendo como misionero. Era un apasionado de la propagación del mensaje del Islam Ahmadíat. Trataba a todos con gran respeto. Su deseo era seguir propagando hasta sus últimos días. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah lo trate con perdón y le otorgue Su misericordia y eleve su estación en el Paraíso.

Chauhdary Bashir Ahmad Bhatti Sahib

Chauhdary Bashir Ahmad Bhatti Sahib falleció el mes pasado. Su hijo está sirviendo como misionero en Tanzania. Era una persona virtuosa, y era regular en las oraciones y el ayuno. Desde muy joven asistió a la Yalsa Salana (Convención Anual) en Qadian. Era un ahmadi intrépido y se enfrentaba a la oposición con gran valentía. Le sobreviven dos hijas y cinco hijos. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah eleve su posición en el paraíso y permita a sus hijos continuar con sus virtuosas cualidades. Su Santidad (aba) también rezó para que Al’lah le conceda paciencia a su hijo, ya que no pudo participar en el funeral por estar en el servicio.

Hameedul’lah Khadim Malhi Sahib

Hameedul’lah Khadim Malhi Sahib de Rabwah. Era el nieto de un compañero del Mesías Prometido (as). Era una persona virtuosa que era regular en las oraciones y el ayuno. Era un ahmadi muy valiente. Uno de sus hijos es una persona consagrada. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah lo trate con perdón y le conceda Su misericordia.

Muhammad Ali Khan Sahib

Muhammad Ali Khan Sahib, de Peshawar, falleció a la edad de 89 años. Había dedicado ⅛ de su riqueza a la Comunidad. Le sobreviven tres hijas y siete hijos. Aceptó el Ahmadíat a la mano del Segundo Califa (ra) y siguió siendo un devoto ahmadi desde aquel tiempo. Sirvió a la Comunidad en varios puestos. Amaba el Sagrado Corán y estudiaba los libros del Mesías Prometido (as). Era una persona muy virtuosa y también apoyaba económicamente a los necesitados. Sus familiares intentaron convencerle de que dejara el Ahmadíat, pero fue en vano. Finalmente, sus parientes lo abandonaron, pero él se mantuvo firme en el Ahmadíat. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah lo trate con perdón y le otorgue Su misericordia y eleve su estación en el Paraíso.

Sahibzada Mahdi Latif Sahib

Sahibzada Mahdi Latif Sahib de Estados Unidos. Era el nieto de Sahibzada Abdul Latif Shaheed. Había estudiado los libros del Mesías Prometido (as) con gran profundidad. Era regular en el ofrecimiento de oraciones, así como en las oraciones voluntarias. Amaba mucho el Jilafat. Era humilde y tenía una gran pasión por propagar la fe. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah lo trate con perdón y le conceda Su misericordia y eleve su estación en el Paraíso.

Faizan Ahmad Samir Sahib

Faizan Ahmad Samir Sahib, de Rabwah, falleció a la edad de 16 años debido a complicaciones de Covid-19. Era un niño amable y gentil. Se tomaba en serio sus estudios y evitaba perder el tiempo. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah conceda paciencia a sus padres y a su familia, y para que Al’lah lo trate con perdón, le conceda Su misericordia y eleve su estación en el Paraíso.

Resumen preparado por The Review of Religions.

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