Los atributos de un verdadero áhmadi
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Los atributos de un verdadero áhmadi

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Después de recitar el Tashahud, Ta’awwuz y Surah Al-Fatiha, Hazrat Jalifat-ul-Masih V (aba) declaró:

Para cualquier persona – hombre o mujer- que se haga llamar áhmadi, la mera declaración verbal de que cree en el Mesías Prometido (as) o cree en su proclamación, no le convierte en un verdadero áhmadi. Más bien, el Mesías Prometido (as) ha presentado ciertas condiciones y responsabilidades para ser un auténtico áhmadi musulmán. Ha llamado nuestra atención respecto a algunas obligaciones que indican que, si uno actúa en consecuencia y cumple con estas responsabilidades, sólo entonces se le contabilizará entre los miembros de su Comunidad. En otras palabras, un simple cambio de doctrina teórica no es suficiente para que uno sea áhmadi. Uno no debe contentarse con decir: “Mis padres fueron áhmadis, y por lo tanto, también yo soy áhmadi”, o decir: “Creo en las afirmaciones del Mesías Prometido (as), y como resultado de esto, soy áhmadi”.

En lo que respecta a la doctrina, esto sin duda hace que uno sea áhmadi. Sin embargo, para convertirse prácticamente en áhmadi, es una obligación hacer el máximo esfuerzo para poner en práctica todo lo que el Mesías Prometido (as) esperaba de un áhmadi. Dijo muy claramente que, si no hacemos el mayor esfuerzo posible para poner en práctica todas estas cosas, entonces nuestras afirmaciones son simples declaraciones verbales y palabras vacías.

Dijo:

“Hacer el Bai’at [juramento de lealtad] significa entregar vuestra vida a Al-lah el Todopoderoso. Significa: ‘Hoy hemos entregado nuestra vida a Al-lah el Todopoderoso’”.

Por lo tanto, este asunto no es baladí. Cuando vendemos algunas de nuestras pertenencias a alguien, dejamos de tener derecho sobre esa pertenencia. En cambio, la persona a la que se la hemos vendido se convierte en su propietaria. Y luego, la utiliza a su antojo. Por lo tanto, este es el estado que tenemos que adoptar y este es el pensamiento que debemos tener con respecto a nuestras vidas.

El Mesías Prometido (as) declara:

“Para lograr tal pensamiento y estado, la persona que toma el Bai’at tiene que adoptar primero mansedumbre y humildad y debe distanciarse de su ego y su egoísmo”.

Estas son las palabras del Mesías Prometido (as):

“Uno tiene que dejar de lado su ego y su egoísmo”.

El estado de engreimiento y egoísmo de algunas personas es tal que, en cierto lugar, una persona que ostentaba un cargo en la Comunidad no estaba contento con un Compañero que tenía también un cargo y por ello no vino a la mezquita para las oraciones, a pesar de mi presencia, y debido a que su relación con esa persona era tensa. El estado de egoísmo y engreimiento llegó hasta tal punto que, si bien afirmó que prometió lealtad mediante el pacto del Bai’at al Jalifato, en realidad no la tenía [la lealtad].

Por lo tanto, el Mesías Prometido (as) afirma que si uno se compromete con el Bai`at, entonces debe “distanciarse de su propio ego y de cualquier enorgullecimiento”.

Dijo:

“Entonces esa persona se hace digna de crecer. Pero quien continúa aferrándose a su ego, paralelamente a que tome el Bai’at, nunca recibirá ninguna gracia”.

Aunque este individuo profesa verbalmente la fe y me saluda con respeto, no obstante, debido a las peleas internas, ni siquiera le importa en lo más mínimo que el Jalifa de la época esté presente. Debería ir a la mezquita para ofrecer oraciones detrás de él y no por el bien de ningún funcionario de la Comunidad. A la vez, este individuo también ostenta un cargo. Por lo tanto, si este es el estado de la persona, entonces no hay necesidad de que tal individuo sea áhmadi. Es decir, “vender la vida de uno” significa que uno debe adoptar humildad y mansedumbre. Requiere que uno se aniquile y se aleje de su egoísmo. En tal caso, uno no posee nada y todo está sujeto a los mandamientos de Al-lah el Exaltado. Cuando uno desarrolla este estado, entonces no es posible que Al-lah el Todopoderoso destruya tal alma. Una vez que has ofrecido tu vida a Al-lah el Todopoderoso, Él la valora y la protege en todos los sentidos.

El Mesías Prometido (as) ha declarado:

“Si vuestras acciones son contrarias a la promesa en el momento del Bai’at [juramento de lealtad], entonces hay una gran disparidad en vuestras palabras. Si os mantenéis distanciados de Dios, a su vez Él también se mantendrá distanciado de vosotros”.

El Mesías Prometido (as) dice:

“Por lo tanto, debéis evaluar vuestra fe y vuestras acciones en cuanto a si habéis logrado una transformación y una purificación que permitan que vuestro corazón se convierta en una encarnación del trono de Dios, mediante el cual podéis obtener Su protección”.

El Mesías Prometido (as) a continuación afirma:

“He dicho repetidamente a mi Yama’at que no debéis simplemente confiar en el Bai’at. No alcanzaréis la salvación hasta que logréis la verdadera esencia del Bai’at”.

El Mesías Prometido (as) luego dice:

“Os aconsejo reiteradamente que os purifiquéis de la misma manera que los Compañeros del Santo Profeta (sa) se transformaron. Mirad las maravillosas y puras transformaciones de los Compañeros”.

En lugar de abstenerse de asistir a la mezquita debido a disputas triviales generadas en unos minutos, transformaron años de enemistades – que trascendían de generación en generación – en amor, afecto y buena voluntad simplemente por el bien de Al-lah el Todopoderoso. Vendieron sus vidas, y siendo muy ignorantes, se transformaron en personas de erudición. Al educarse, se convirtieron en personas piadosas. Aceptaron de todo corazón de que a partir de ese día dejaron de poseer nada propio; en cambio, todo pertenecía a Al-lah el Todopoderoso. Cuando se arrepintieron del Shirk [asociar socios con Dios], también intentaron arrepentirse de las formas más recónditas del Shirk.

¿Qué es una forma sutil u oculta de Shirk? Sobre la base de esto, el Mesías Prometido (as) afirma:

“Shirk no se refiere simplemente a adorar piedras, etc. Más bien, adorar [varios] medios y reverenciar a los dioses mundanos también son formas de Shirk. ¿Qué se entiende por dioses mundanos? Son beneficios mundanos, por los cuales una persona descuida y desecha los mandamientos de la fe y de Al-lah el Todopoderoso. El Santo Profeta (sa) dijo que la ostentación de los actos propios y sumirse en sus deseos ocultos también son formas de Shirk. Si una persona descarta un mandamiento religioso y cumple un deseo mundano, se vuelve culpable de Shirk”.

Los Compañeros temían tanto a Al-lah el Exaltado que se menciona en relación con un Compañero que una vez estaba sentado y llorando. Alguien le preguntó por qué lloraba, y dijo: “Recordé esta declaración del Santo Profeta (sa) cuando dijo: ‘Temo que mi Umma se absorba en el Shirk y en sus deseos ocultos’”. Este era el estado del miedo del Compañero a Al-lah el Exaltado y su deseo de abstenerse del Shirk. De hecho, también estaban preocupados por otros musulmanes que creían que habría personas que nacerían en esta Umma y cometerían formas ocultas de Shirk. Este pensamiento había entrado en su corazón y en consecuencia, su cuerpo comenzó a temblar, se angustió y comenzó a llorar. Este es el mismo estado que permite a una persona desarrollarse y convertirse en un verdadero monoteísta y adorador de un sólo Dios.

El Mesías Prometido (as) dice:

“La Unidad de Dios no implica que una persona simplemente pronuncie [árabe] [no hay más Dios que Al-lah] con su lengua, mientras su corazón está lleno de miles de ídolos. Más bien, la persona que es honrada por sus esfuerzos, proyectos, decepciones y planes por Dios, pero tiene fe en otra persona, cuando debería tener fe en Al-lah el Topoderoso, y si se honra a sí mismo en lugar de honrar de esa manera a Dios; en todas estas circunstancias, se convierte en un idólatra ante los ojos de Al-lah el Topoderoso.”

El Mesías Prometido (as) dice:

“Todo objeto, palabra o acción, que recibe la misma grandeza que corresponde al derecho de Al-lah el Topoderoso, es un ídolo a los ojos de Dios. Hay que recordar que la verdadera Unidad de Dios, la proclamación que Él desea de nosotros y a la que se une la salvación, es mantener al Ser de Al-lah puro. Evitar cualquier forma de Shirk, ya sea en forma de ídolo, persona, el sol, la luna, uno mismo o su propio plan. Además, ello implica que no hay nadie más poderoso en comparación con Él y que no debemos aceptar a nadie como Proveedor, ya que eso hará que el que otorga honor y el que deshonra el hecho del honor personal y la desgracia dependen de estas personas. Más bien, estos asuntos deben ser simplemente atribuidos y restringidos solo a Al-lah el Todopoderoso”.

Por lo tanto, este es el principio fundamental del islam, que también es el principio fundamental del Ahmadíat, el verdadero islam.

Alguien me dijo que la gente le da un estatus muy alto al Jalifato y al Jalifa de la época, en la medida en que llegan a alcanzar esta fase del Shirk. Debe quedar claro que el Mesías Prometido (as) vino en servidumbre al Santo Profeta (sa) para erradicar el Shirk del mundo. Por lo tanto, es imposible que su verdadero Jalifato pueda aumentar o estimular cualquier forma de Shirk. La tarea fundamental del Jalifato es erradicar el Shirk, establecer la Unidad de Dios y cumplir y completar la misión para la cual se le encomendó al Mesías Prometido (as). Si una persona se forma esta opinión después de haber visitado al Jalifa con honor y respeto, entonces, en lugar de ello, debe reflexionar sobre si está pensando mal sobre esa persona. Por lo tanto, si este es el caso, entonces aquellos que piensan mal de los demás deben abstenerse de hacerlo. Sin embargo, si alguien realmente ha alcanzado la etapa en la que está dando a otros la impresión de que está – ¡Dios no lo permita! – elevando el estado del Jalifa a una forma de Shirk, entonces debería hacer Istighfar y también ser cauteloso. Nunca he deseado esto en el pasado, ni lo hago hoy. De la misma manera, ningún Jalifa del pasado, como tampoco lo hará ningún Jalifa en el futuro, si Dios quiere, desearía que se le diera importancia a su propia personalidad. De hecho, es la responsabilidad del Jalifa de la época establecer el respeto y el honor de la institución del Jalifato. Como es su deber, continuará haciéndolo. Además, lo hará teniendo en cuenta el hecho de que según las promesas de Al-lah el Exaltado y la profecía del Santo Profeta (sa), la Unidad de Dios se difundirá por todo el mundo a través de Jalifato y, al mismo tiempo, el Shirk será erradicado del mundo a través del Jalifato. Por lo tanto, algunas personas que tienen la mente débil y desarrollan estos pensamientos como resultado de la falta de Tarbiyyat [reforma moral y espiritual], deben borrar estos pensamientos de sus mentes.

Siguiendo la importante tarea de establecer la Unidad de Dios y purificar los corazones de sus seguidores evitando el Shirk, el Mesías Prometido (as) nos llamó la atención y nos hizo tomar el Bai’at de que nos abstendríamos de la falsedad y los males morales.

Al-lah el Exaltado dice en el Sagrado Corán:
[Árabe]

Lo que significa: “Evita, pues, la abominación de los ídolos, y evita todas las palabras de falsedad”.

Explicando esto, el Mesías Prometido (as) dice:

“La falsedad declarada es también una abominación y un ídolo según el Sagrado Corán, algo que es sucio e impuro”.

El Mesías Prometido (as) dice:

“Reflexionad sobre el hecho de que en este versículo la falsedad se ha comparado con un ídolo y, de hecho, la falsedad también es un ídolo. De lo contrario, ¿por qué una persona dejaría la verdad y recurriría a la falsedad? Así pues, no hay realidad o verdad detrás de la adoración de un ídolo, no hay nada detrás de la falsedad aparte de la hipocresía. Hay superficialidad en la falsedad. Las palabras aparentes o los textos escritos se presentan en formas aparentemente atractivas. Se presentan de manera hermosa, aunque están vacías”.

Después de esto, el Mesías Prometido (as) afirma:

“La falsedad es también un ídolo y la persona que pone su fe en esto, elimina su fe en Dios. Por lo tanto, al decir mentiras, uno también pierde a Dios”.

Por lo tanto, si alguien dice creer en la Unidad de Dios, si dice adorarLe y desea convertirse en un verdadero musulmán, debe abandonar la mentira y la falsedad. Hay algunos que mienten incluso en asuntos triviales. Así no debe comportarse un creyente. Uno no debe tener la impresión de que una pequeña declaración inexacta no es una mentira. Ciertamente, son mentiras y nos hacen alejarnos del Tauhid [Unidad de Dios]. Hay innumerables problemas y disputas entre las personas en las que se encuentra uno para influir en la decisión a su favor apoyándose en las mentiras. ¡Cuán precisamente ha advertido el Santo Profeta (sa) sobre la mentira! Si uno reflexiona sobre esto con cuidado, los pelos se nos ponen de punta. El Santo Profeta (sa) dijo que si uno le dice a un niño pequeño “ven, te daré algo” y luego no le da nada, entonces esto también está bajo la bandera de la mentira. Incluso si se dice en forma de broma, sigue siendo una mentira. El Santo Profeta (sa) dijo entonces que mentir nos lleva al pecado y a la indecencia, y la indecencia nos lleva al infierno. La indecencia significa desviarse lejos de la verdad y ser extremadamente pecador. Por lo tanto, siempre debemos analizarnos a nosotros mismos. Ver si tenemos un alto nivel de veracidad, o el alto estándar de veracidad que el Santo Profeta (sa) ha descrito, y que él ha dicho que lleva a uno al Cielo.

Luego hay un mal del que el Mesías Prometido (as) ha hablado particularmente y ha aconsejado a sus seguidores que eviten especialmente. De hecho, está incluido en las condiciones del Bai’at (juramento de lealtad), y es el adulterio. Ahora bien, no se trata solamente del adulterio externo que ocurre a través de relaciones físicas ilegales, sino que también explicó que, como Al-lah el Todopoderoso ha dicho:

[Árabe]

“’Y no te acerques al adulterio”, significa que uno debe evitar reuniones y ocasiones en las que estos pensamientos puedan surgir en la mente. No solamente en el sentido físico, sino también el propio pensamiento que viene a la mente debe ser evitado. Afirma que no se debe transitar por los caminos en los que exista la posibilidad de que se cometa este pecado. Cualquier probabilidad o riesgo que exista, puede llevar a cometer adulterio.

En esta época, en la televisión e Internet se muestran películas indecentes que incitan abiertamente al adulterio. Por lo tanto, es deber de todos los áhmadis evitarlo. Esta es la razón de muchas disputas y como resultado hay muchas familias que se rompen o que se han roto, donde el marido se sienta a ver esas películas o a navegar por Internet teniendo pensamientos indecentes en su mente. Innumerables jóvenes se desperdician como resultado de esto y han caído en la compañía equivocada. Esta llamada “sociedad” que se ha desarrollado, considera el hábito de ver desnudos y películas indecentes como un pensamiento libre y progresista. Sin embargo, debemos protegernos de tales males. Ahora estas mismas personas admiten que son perjudiciales; si obtenéis información sobre estas películas pornográficas, descubriréis que conducen al adulterio, la violencia doméstica, las relaciones ilegales e incluso el maltrato de niños, y todo esto está sucediendo debido a estas películas indecentes.

El Mesías Prometido (as) ha declarado:

“No permitáis que esos pensamientos se introduzcan en vuestra mente. Incluso si el pensamiento viene a vuestra mente, entonces absteneros del mismo”.

Por ello, ahora se está comprobando que ver esas películas ha generado muchos problemas. Por lo tanto, cada áhmadi debe evitarlo especialmente.

Además, para convertirse en un verdadero áhmadi, el Mesías Prometido (as) ha llamado especialmente la atención para abstenerse de todo tipo de injusticias. Dice:

‘Si desean unirse a mí, entonces no permitan que ningún pensamiento de maldad, injusticia, disputa o tentación se arrastre en vuestra mente. Al Santo Profeta (sa) se le preguntó una vez: ¿Cuál es la injusticia más grande? Respondió que la mayor injusticia es que uno tome incluso un palmo de la tierra de su hermano, es decir, apropiarse de ella. Incluso un guijarro de tierra, una pequeña cantidad que se puede sostener entre uno o dos dedos, que se ha tomado incorrectamente, incluso si es la cosa más pequeña, entonces todas las capas de tierra debajo de ella, es decir, muchas capas de tierra debajo de él, se convertirán en un collar que esa persona llevará alrededor de su cuello en el Día del Juicio. En el día de la Rendición de Cuentas, se hará un collar que se colocará en su cuello. Ahora, las tierras que tienen miles de millas de largo tienen capas debajo de ellas desde un extremo a otro. Imaginad cuán grande será una carga para alguien debido a esto. Es un castigo tan grave que uno no puede alcanzar a imaginarlo. Por lo tanto, usurpar los derechos de los demás es una grave injusticia y pecado. Transmitimos a los demás la belleza del islam. El Mesías Prometido (as) declara entonces que el estándar más alto de la defensa de los derechos de los demás está incluido en las enseñanzas del islam. En lugar de tomar los derechos de uno, el islam nos llama la atención sobre el cumplimiento de los derechos de los demás. Exclamamos esto abiertamente, pero si nuestras acciones están en contradicción, entonces seremos pecadores y estaremos diciendo mentiras. Por lo tanto, cada áhmadi debe analizarse a este respecto con gran atención. Si nuestras acciones están en armonía con nuestras enseñanzas, entonces nuestro tabligh [predicación del mensaje del islam] también será fructífero y nuestra influencia en los demás será positiva. El estándar que el Mesías Prometido (as) estableció, que se ha mencionado, es que uno ni siquiera debe dejar que la idea de hacer una injusticia venga a la mente, y por supuesto, ni por asomo, cometer alguna injusticia.

Además, una condición importante para ser creyente es adorar a Al-lah el Todopoderoso, más bien, Al-lah el Todopoderoso ha decretado a esta adoración como el propósito de la creación del hombre. El Mesías Prometido (as) ha declarado:

“Así que escuchad, todos aquellos que os consideráis de mi Comunidad, cuando verdaderamente piséis el camino de la piedad, solo entonces seréis contados en el cielo como mi Comunidad. Por eso realizad vuestras oraciones cinco veces al día inspirados con tal respeto y conciencia de la presencia de Al-lah el Todopoderoso como si estuvierais viéndolo con vuestros propios ojos”. Luego dice:

“Corresponde a cada musulmán orar cinco veces al día. Se dice en un Hadiz que un grupo de personas que aceptaron el islam acudieron al Santo Profeta (sa) y dijeron: ‘¡Oh, Mensajero de Al-lah, permítenos ser eximidos de orar porque somos comerciantes y es muy difícil para nosotros orar cinco veces al día y también tenemos ganado [tenían una manada o los pastoreaban, trabajaban afuera y esa era una tarea muy exigente]. Nuestra ropa se estropea y no podemos ni mantenerlas, ni tenemos posibilidad de orar [por la falta de tiempo]. Debido a estas obligaciones nosotros no podemos orar cinco veces al día!’ El Santo Profeta (sa) respondió: ‘Si no hay oración, entonces ¿qué es lo que queda? La religión que no tiene oración no es una religión en absoluto.’”

El Mesías Prometido (as) dice entonces:

“¿Qué es la oración? Es presentar vuestra humildad y debilidades ante Al-lah el Todopoderoso, pedirLe a Él todo lo que necesitéis, y demandarLe lo que preciséis”.

También dice:

“El amor de Dios, el temor de Él y recordarlo en vuestros corazones es la oración, y esto, en breve, es religión.”

Luego dice:

“Entonces, quien quiera eximirse a sí mismo de la oración ¿qué más hace que los animales? Su situación es la de los animales, -meramente comer, beber y dormir como ellos- nunca puede llamarse religión, ese es el camino de los incrédulos.”

Así, el Mesías Prometido (as) ha declarado claramente que la diferenciación entre los hombres y las bestias es la adoración de Al-lah el Todopoderoso y la oración.

Si nuestra atención no se dirige hacia las oraciones, podemos evaluar por nosotros mismos qué categoría es en la que caemos. He recordado en muchas ocasiones y sigo haciéndolo que si el centro de Salat [el lugar para hacer las oraciones] o la Mezquita están lejos, entonces las familias locales deben reunirse y designar un lugar donde se pueda ofrecer la oración. Esto no solo os permitirá participar de las bendiciones de orar en congregación, sino también os hará recordar continuamente y a la generación futura las oraciones y les proporcionará los medios para su reforma. La generación futura también se mantendrá enfocada en las oraciones.

Estamos centrando nuestros esfuerzos en la construcción de mezquitas y estamos construyendo muchas mezquitas. Insha-al-lah mañana inauguraremos la mezquita en Virginia. Sin embargo, si no estamos inclinados para ofrecer oraciones, ¿cuál es el propósito de construir estas mezquitas? He mencionado repetidamente que si los ostentadores de cargos de cada organización auxiliar, así como los responsables de la Yama’at, centran su atención en las oraciones, entonces la asistencia a las oraciones se multiplicará y a través de ella también podemos entrenar a las generaciones futuras. Hay una instrucción del Santo Profeta (sa) en relación con la oración que verdaderamente hace temblar un corazón. El Santo Profeta (sa) declara:

“Lo primero por lo que una persona será llamada a rendir cuentas en el Día del Juicio será la oración. Si él tiene éxito en ese asunto, tendrá éxito y alcanzará la salvación. Si esa cuenta es deficiente, será arruinado y será un perdedor”.

Por lo tanto, no es una cuestión ordinaria si uno no está cumpliendo con los debidos derechos de enfocar su atención hacia la oración. ¡Que Al-lah el Todopoderoso permita a cada áhmadi cumplir con las obligaciones de este derecho! Sin embargo, las responsabilidades de este derecho no solo se cumplirán a través de las oraciones obligatorias en sí. De hecho el Mesías Prometido (as) ha declarado que uno también se debe enfocar hacia el Tahayyud [oración voluntaria de la madrugada] y los Nawafil [oraciones voluntarias]. El Santo Profeta (sa) ha declarado:

“Si hay un déficit en las oraciones obligatorias (ya que uno puede tener una deficiencia en este sentido), Al-lah lo compensará con los nawafil [oraciones voluntarias]”.

Sin embargo, eso solo es posible si uno tiene el hábito de ofrecer nawafil. Por lo tanto, también es importante ofrecer las oraciones de Tahayyud y Nawafil y uno debe prestar atención a esto.

Otro aspecto extremadamente importante que todos los áhmadis deben tener en cuenta es prestar constantemente atención hacia la búsqueda del perdón por sus pecados. El hombre es débil y, a veces, a pesar de tratar de no cometer errores, termina cometiéndolos. Sin embargo, Al-lah el Todopoderoso no está solo para observar a la gente y castigarla por sus errores. De hecho, Al-lah el Todopoderoso ha prescrito un método a través del cual uno puede buscar el perdón por sus pecados y también salvarse de cometerlos en el futuro, y eso es a través de Istighfar [buscando perdón]. El Santo Profeta (sa) ha declarado que Al-lah el Todopoderoso no castiga a quien permanece ocupado en la búsqueda del Istighfar [perdón]. Incluso si existen algunos individuos que estén buscando perdón pueden convertirse en el medio de perdonar los pecados de muchos otros y también ellos estarán a salvo. En relación a esto, el Mesías Prometido (as) declara:

“Algunas personas tienen conciencia del pecado, mientras que otras ni siquiera saben que están cometiendo pecado. Por lo tanto, Al-lah el Todopoderoso ha hecho que el Istighfar sea obligatorio para todos los tiempos”.

Independientemente de que uno sea consciente de los pecados o no, debe permanecer ocupado en el Istighfar. Un error puede ser cometido en cualquier ocasión, e incluso a veces sin saberlo. El Mesías Prometido (as) dice:

“El Istighfar es tan importante que uno debe continuar buscando la protección de Dios contra todos los pecados: manifiestos u ocultos, conocidos o desconocidos, ya sea cometido con la mano, las piernas, la lengua, la nariz o los ojos”.

Es decir, cada parte de nuestro cuerpo puede volverse culpable de cometer pecado. Así, el Istighfar protege a uno de cometer pecado por cada parte del cuerpo. Por lo tanto, uno debe esforzarse por permanecer en la Protección de Al-lah el Todopoderoso. Para esto, el Mesías Prometido (as) ha enseñado la siguiente oración del Sagrado Corán, que debe leerse hoy día y en esta era, y la oración es:

[árabe]

Es decir, ‘Señor nuestro, hemos errado contra nosotros mismos; y si Tu no nos perdonas y no tienes misericordia de nosotros, seguramente estaremos entre los perdedores”.

El Mesías Prometido (as) además afirma:

“Cuando uno busca la fortaleza de Dios, es decir, para hacer Istighfar, puede liberarse de aquellas debilidades con la ayuda del Espíritu Santo”.

El Mesías Prometido (as) ha dado otra condición fundamental para sus seguidores, esto es, el deber de cumplir con los derechos debidos del prójimo y abstenerse de causar cualquier tipo de daño a la creación de Al-lah el Todopoderoso.

Mientras que nos llama la atención en reflexionar constantemente sobre la condición de nuestros corazones, el Mesías Prometido (as) afirma:

“Inculcad el temor de Al-lah el Todopoderoso en vuestros corazones, como resultado del cual deberéis mostrar compasión y desear el bien por Su creación.”

Se ha mencionado en un Hadiz que el Santo Profeta (sa) afirmó:

“No tengáis celos el uno del otro. No peleéis entre vosotros. No alberguéis malicia unos contra otros. No tengáis enemistades unos contra otros. Ninguno de vosotros debe pujar por un contrato que ya ha sido adjudicado a otro. Sed hermanos unos con otros. Un musulmán es hermano de otro musulmán. Él no oprime a su hermano. No lo degrada ni piensa mal de él. Degradar a un hermano musulmán es suficiente para crear un mal en su parte. La sangre, la propiedad y el honor de cada musulmán son ilegales para otro musulmán!”

Esto es algo que debe ser mostrado por nosotros, los áhmadis, más que por ninguna otra persona, y por la Gracia de Al-lah el Todopoderoso, se está demostrando en gran medida. Hoy, si todos los musulmanes llegaran a entender este principio y adherirse a él, así como los gobiernos musulmanes, entonces las crueldades cometidas entre sí por musulmanes, que ha dado como resultado la destrucción de vidas y propiedades, cientos de miles de niños huérfanos, mujeres viudas y ancianos que mueren, ya no sucedería.

La arrogancia es otra enfermedad grave a la que Al-lah el Todopoderoso nos ha enseñado a abstenernos desde el Sagrado Corán. El Santo Profeta (sa) también nos ha llamado la atención sobre esto y ha afirmado que aquel corazón que albergue arrogancia, aunque sea como un grano pequeño no se le permitirá entrar en el Paraíso.

El Mesías Prometido (as) afirma:

“Por lo tanto, en mi opinión, esta es una buena manera de purificarse. Es imposible encontrar mejor manera de descartar la arrogancia y el orgullo de cualquier tipo sobre la educación, la familia o las riquezas de una persona”.

El Mesías Prometido(as) afirma:

“….Yo advierto a mi Yama’at que evite la arrogancia, porque la arrogancia es repugnante para Al-lah, el Señor de la Gloria.

Incluso con motivo del Hayyatul Wida [la peregrinación de despedida] el Santo Profeta (sa) afirmó:

“Todos los hombres, cualquiera que sea la nación o tribu a la que pertenezcan o posición social que tengan, son iguales. Ningún negro es superior a un blanco y ningún blanco es superior a un negro. Y un árabe no tiene superioridad sobre un no árabe, como un no árabe no tiene ninguna superioridad sobre un árabe”.

Por lo tanto, esta es la enseñanza que se nos ha dado con respecto a la humildad, la igualdad y la abstención de la arrogancia y el orgullo, y cada uno de nosotros debe adherirse a esta enseñanza. En el mundo no musulmán existe discriminación entre la raza negra y la raza blanca. De hecho, ahora ciertos líderes [de raza blanca] incluso afirman que las capacidades y facultades mentales de las personas pertenecientes a la raza blanca son superiores a los no blancas. Este es el estado de su arrogancia, y todos los áhmadis deben abstenerse de tales pensamientos.

En dos ocasiones distintas en reuniones con mujeres jóvenes, me hicieron saber que aquí en la Yama’at de los Estados Unidos hay discriminación racial. Si por la razón que sea las generaciones jóvenes tienen esta forma de pensar, esto es malo en extremo. Las organizaciones auxiliares de Lallna, Juddam y Ansaar y también el departamento de Tarbiyyat de la Yama’at deberían investigar por qué se están planteando tales asuntos. Si hay algo de cierto en ello, entonces se debería hacer un esfuerzo y entrenar moralmente a otros con sabiduría y amor, para que se eliminen estas preocupaciones y reservas. Ninguna organización auxiliar ni ostentador de un cargo debe realizar este trabajo de forma apresurada o tomar decisiones precipitadas, ni deberían comenzar a investigar quién lo ha dicho. Más bien, se debería evaluar si hay algo de verdad en esto o no. Si no es el caso, ¿por qué están surgiendo tales preguntas?

Se debe evaluar si estos problemas se están desarrollando o no debido a enemistades personales. Sin embargo, cualesquiera que sean las causas, debemos erradicar este mal de nosotros con amor y sabiduría. A la jóven que me planteó este asunto, también le pedí que me escribiera un informe explicando por qué sentía que existía discriminación racial dentro de la Yama’at. No obstante, esta discriminación es también una forma de arrogancia y tenemos que protegernos de ella en cualquiera de sus formas.

Otro aspecto sobre el que el Mesías Prometido (as) ha llamado nuestra atención y hacia el cual Al-lah el Todopoderoso y el Santo Profeta (sa) también nos han instruido, es el sacrificio financiero. Por la Gracia de Al-lah el Todopoderoso, la Yama’at en todo el mundo destaca por ofrecer sacrificios financieros. Y, por la Gracia de Al-lah el Todopoderoso, la Yama’at de EE.UU, también destaca por sus sacrificios financieros siempre que se le solicite, ya sea en una condición de emergencia o por un proyecto particular. Sin embargo, en vista de las estadísticas y cifras disponibles, se muestra que hay una gran deficiencia en términos de la contribución al sistema regular del Chanda de la Yama’at.

Por lo tanto, se necesita prestar especial atención a esto. Una persona que tiene dificultades financieras puede solicitar permiso para reducir la cantidad o porcentaje de su Chanda alegando circunstancias especiales. Sin embargo, aquellos que disfrutan de ingresos elevados deben evaluar si están pagando su Chanda según sus ingresos. No debe darse el caso de que uno haga deducciones en su Chanda como se hace cuando se trata del pago de impuestos. Uno debe evaluar sus ingresos porque el pago del Chanda es un asunto entre el individuo y Al-lah el Todopoderoso. La administración o el Secretario de Finanzas no tienen conocimiento del ingreso real de los pagadores de Chandas. Sin embargo, Al-lah el Todopoderoso tiene pleno conocimiento e incluso tiene conocimiento de lo que se encuentra en lo más profundo del corazón de la persona. Si todos tuvieran que pagar su Chanda de acuerdo con la tasa actual prescrita, entonces creo que muy pocas apelaciones extraordinarias serían necesarias para la construcción de las mezquitas y otros proyectos de la Yama’at. Por lo tanto, en vista de esto, todos deben evaluar sus presupuestos y revisar sus pagos de nuevo, por si hubieran escrito una cantidad menor anteriormente.

También he relatado los testimonios de aquellos que han aceptado recientemente el Ahmadíat en diferentes países en cuanto a cómo se produce un cambio en sus condiciones después de haber aceptado el Ahmadíat. Mejoran en cuanto a su espiritualidad, sus hábitos y también en sus oraciones. Ellos también entienden la importancia de los sacrificios financieros a pesar de su pobreza y, por esa razón, Al-lah el Todopoderoso les bendice y les otorga riqueza financiera, lo que conduce a una mayor fortaleza en su fe y devoción. La palabra Qurbani [sacrificio] significa pasar por dificultades y sufrimiento al hacer un trabajo, y por eso, el significado aquí es hacer un sacrificio para satisfacer las necesidades de la religión de Al-lah el Todopoderoso. Por tanto, aquellos que dan menos de lo que podrían dar fácilmente no realizan ningún Qurbani y tampoco llevan a cabo ningún favor para Al-lah el Todopoderoso.

Incluso si no contribuyen, Al-lah el Todopoderoso proporcionará los medios adecuados para que se cumplan las necesidades de la fe. Él ha estado asegurándose de que estos medios se cumplan y continuará haciéndolo, insha-al-lah [si Dios quiere]. Así pues, a toda esta gente que, a pesar de vivir cómodamente, no paga su chanda según la tasa establecida, me gustaría llamarles la atención con el fin de que puedan recibir las bendiciones de Dios.
Hoy, el último asunto que me gustaría recordaros a todos es la obediencia. El Sagrado Corán nos ha ordenado en varias ocasiones obedecer a Al-lah el Todopoderoso y a Su mensajero (sa) y también a los que tienen autoridad sobre nosotros. Además, el Mesías Prometido (as) ha incluido la obediencia como una de las condiciones para hacer el Bai ´at [Juramento de Lealtad] y la promesa de obedecer todas las decisiones Ma’aruf [veredicto basado según el Corán y la Sharia] hasta el último suspiro. En el compromiso de nuestras organizaciones auxiliares declaramos que consideramos esencial cumplir con todas las decisiones Ma’aruf hechas por el Jalifa. Algunos individuos que tienen naturaleza torcida o que albergan pensamientos hipócritas, dicen que han prometido seguir todas las decisiones Ma’aruf, pero según ellos algunas decisiones del Jalifa no son Ma’aruf o que según ellos, la decisión no es Ma’aruf. Hay gente de esta naturaleza en diferentes partes del mundo que presentan su propia interpretación de esto. Aunque solamente hay unas pocas personas que sostienen este punto de vista – quizá uno entre cien mil – sin embargo, es fundamental rechazar estas conjeturas, ya que esto puede envenenar las mentes de las generaciones más jóvenes. Si cada persona decide interpretar el significado de Ma’aruf por sí misma, la Yama’at no podrá permanecer unida y surgirán las suposiciones sobre lo que es o no es Ma’aruf.
En una ocasión, Hazrat Jalifatul Masih I (ra) explicó este concepto con las siguientes palabras:
“Existe una idea equivocada relacionada con el concepto de mostrar obediencia en los asuntos considerados Ma’aruf y de que la gente no obedezca en lo que consideran como no Ma´aruf.”
Continúa diciendo:
“En el Sagrado Corán, esta palabra ha sido utilizada para el Santo Profeta (sa) en el versículo:
[árabe]
“No desobedeceremos lo que es Ma’aruf”.
Hazrat Jalifatul Masih I (ra) dijo entonces: ¿Ha recopilado esta gente una lista de “fallos” del Santo Profeta (sa) según la cual unas instrucciones suyas son correctas y otras no?
En el comentario del versículo:
[árabe –
“Ordenar lo que sea Ma’aruf”, el Mesías Prometido (as) declara que el Profeta da órdenes que no contraciden la lógica. En otras palabras, las decisiones Ma’aruf son aquellas que están libres de irracionalidad y dentro de las directrices del Sagrado Corán.”
Después se menciona en un Hadiz que el Santo Profeta (sa) envió una delegación de Compañeros a un lugar determinado. Cuando llegaron a un lugar en concreto, encendieron fuego. El jefe de la delegación dijo de broma: “Si os ordeno lanzaros al fuego, lo haríais?” Algunos de los Compañeros rechazaron la orden diciendo que esto supondría un suicidio y no lo llevarían a cabo, otros, en cambio, dijeron que era imperativo obedecer las instrucciones del jefe de la delegación. Finalmente, el jefe de la delegación dijo que era una simple broma y que el asunto se daba por terminado. Cuando regresaron a Medina, el Santo Profeta (sa) fue informado sobre el incidente, y dijo: “No debéis obedecer a aquellos que tienen autoridad sobre vosotros, cuando se os dé una instrucción contraria a un mandamiento de Al-lah el Todopoderoso”. Esta es la explicación de Ma´aruf, es decir, cualquier instrucción que contradiga una orden de Al-lah el Todopoderoso no puede considerarse Ma´aruf, pero si la instrucción está en concordancia con las órdenes de Al-lah el Todopoderoso y el Santo Profeta (sa) entonces esa instrucción es Ma´aruf. Por lo tanto es evidente que mostrar obediencia a las decisiones Ma’aruf es una instrucción vital ya que procede de Al-lah el Todopoderoso y también de Su Mensajero (sa).
Por lo tanto, mientras que esté establecido el verdadero Jilafat, -y de acuerdo con la profecía del Santo Profeta (sa), con la ayuda de Dios, este Jilafat permanecerá indefinidamente -, la institución del Jilafat nunca podrá promulgar una norma que sea contraria a las enseñanzas de Al-lah el Todopoderoso y Su Mensajero (sa); y el Jalifa solo formulará instrucciones que estén en línea con el Corán y la práctica del Santo Profeta (sa). Como se mencionó anteriormente, en el Sagrado Corán, las palabras que obedecen a “decisiones-Ma’aruf” se han utilizado para el Santo Profeta (sa); y el Mesías Prometido (as) también ha utilizado las mismas palabras en las condiciones del Bai’at. Del mismo modo, durante el Jilafat-e-Ahmadía [Jalifato Ahmadía], estas palabras se repiten en cada promesa.
El significado de estas palabras está claro. Significan instituir los mandamientos de Al-lah el Todopoderoso y aconsejar a la Comunidad a que sea fiel a estas instrucciones. Por lo tanto, es obligatorio que cada individuo que se considere a sí mismo parte de esta Yama’at, obedezca todas las instrucciones indicadas por el Jalifa de la época.
Hazrat Musleh Mao’ud ra también ha explicado este aspecto. Dijo:
“Si alguna vez se diera la circunstancia por la que se promulgara una instrucción incorrecta, entonces, dado que Al-lah el Todopoderoso es quien salvaguarda la Institución del Jilafat, nunca permitirá que el resultado de esa decisión sea perjudicial. En consecuencia, Al-lah el Todopoderoso creará las circunstancias que harán posible que el resultado final de tal instrucción sea positivo”.
Por lo tanto, no es tarea de un individuo interpretar lo que significa la palabra Ma’aruf. Una decisión Ma’aruf es aquella que está en línea con el Corán, la práctica del Santo Profeta (sa) y está en corcondancia con el Hadiz. También lo que concuerda con el Árbitro Justo de esta era [el Santo Mesías Prometido (as)]. De esta manera es posible mantener la Unidad de la Yama’at.
El Mesías Prometido (as) fue enviado por Al-lah el Todopoderoso para unir a las personas, y establecer una Comunidad de seguidores sinceros y obedientes. El Mesías Prometido (as) declaró claramente que no era su deseo ver aumentar el número de seguidores mediante aquellos que no tenían ni idea de lo que significaba la obediencia. En este sentido, el Mesías Prometido (as) declaró:
“Si aquellos que se unen a mí, y entran en mi Bai’at, fracasan en reformarse, y no viven sus vidas de acuerdo con las enseñanzas de Al-lah y Su Mensajero (sa), entonces su Bai’at será inútil.”
Por lo tanto, solo cumpliremos el propósito de ser áhmadis cuando nos demos cuenta de esta verdad, y nos esforcemos por conseguirla con todas nuestras fuerzas.
El Mesías Prometido (as) dice:
“Mostrar obediencia no es un asunto pequeño o algo que sea fácil de mostrar. Requiere la muerte de uno mismo. Quien no muestra una completa obediencia, solo busca deshonrar a esta Comunidad”.
El Mesías Prometido (as) dice, además:
“He aconsejado a mi Comunidad en numerosas ocasiones a no confiar en la mera proclamación oral de la promesa de lealtad. Hasta que uno no entienda la realidad del Bai’at, no puede alcanzar la salvación”.
¡Que Al-lah el Todopoderoso nos conceda a todos un verdadero entendimiento de las enseñanzas islámicas y nos permita actuar conforme a ellas! ¡Que nos convirtamos en aquellos que cumplen las obligaciones inherentes al Bai’at del Mesías Prometido (as) y que siempre permanezcamos apegados al Jilafat con la mayor obediencia; y que podamos actuar también conforme a cada decisión Ma’aruf promulgada por el Jalifa con el corazón sincero, y mostrando una obediencia completa! ¡Que Al-lah nos permita lograrlo a todos!

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