¿Por qué los musulmanes no celebramos la Navidad?
Cuando la Navidad se acerca, los preparativos para regalos y celebraciones están en la etapa final. En esta época en que la Navidad se está volviendo cada vez más comercializada, las personas a menudo olvidan su esencia.
En realidad, los cristianos celebran el 25 de diciembre como el cumpleaños de Jesús (la paz sea con él), que nació de la Virgen María en Belén (Palestina). Sin embargo, si observamos más de cerca la Biblia, no encontramos ninguna prueba cierta que respalde la creencia de que Jesús realmente naciera el 25 de diciembre. Además, según la Biblia, no solo la fecha es incierta, sino que incluso el mes no se ha especificado.
Creer en Jesús también es parte de la fe islámica, pero con la diferencia de que creemos en él como profeta de Dios y no como Su hijo o parte de Su trinidad. Sobre su nacimiento el Sagrado Corán tampoco ha especificado la fecha. Pero según el islam, definitivamente nació en verano y no en invierno. Nació en una temporada en la que los dátiles estaban completamente maduros y se podían comer. Además, era posible bañarse al aire libre, tal y como se menciona en el Sagrado Corán:
“(María) No te aflijas. Tu Señor ha puesto un riachuelo a tus pies. Agita hacia ti el tronco de la palmera, eso hará que caigan sobre ti dátiles frescos y maduros.” (Capitulo 19:25-26)
En lugares como Belén, los dátiles solo maduran cuando es verano. Diciembre en Belén es un mes del invierno y no es la temporada de los dátiles ni de bañarse afuera al aire libre. Por lo tanto, según el Corán, Jesús seguramente nació en un mes del verano y no en diciembre – que es en Belén un mes del invierno.
Este relato coránico también se puede ver en la Biblia. En Lucas se menciona que Jesús nació en un momento en que los pastores se quedaban en el campo para vigilar su rebaño por la noche.
(Lucas 2: 8)
Está claro que en un país como Palestina es más probable que durante los meses de verano y no en diciembre los pastores duerman afuera al aire libre para vigilar sus rebaños.
Sin embargo, incluso si supiéramos con certeza la fecha real en que Jesús nació, el islam no celebra los cumpleaños de ningún profeta – ni de Jesús ni de Muhammad (la paz sea con ustedes). Según el islam, ningún profeta ha celebrado su propio cumpleaños ni ha dado instrucciones a sus discípulos para que lo hagan. Incluso el cumpleaños del Santo Profeta Muhammad (la paz sea con él) nunca fue celebrado en su vida ni por sus discípulos y seguidores después de su fallecimiento. Según el islam, la manera de recordar y valorar los sacrificios y servicios de un profeta no es celebrar su cumpleaños sino estudiar, seguir y adoptar su noble carácter. (Capítulo 3:32)
Sin embargo, también es parte de las enseñanzas islámicas respetar los valores, las costumbres y los sentimientos de los demás – incluso si están en contra de las propias enseñanzas del islam. (Sagrado Corán 6: 109)
La tolerancia religiosa es un derecho fundamental otorgado por el islam y su fundador, el Profeta Muhammad (la paz sea con el). Una vez una delegación cristiana visitó al Santo Profeta Muhammad (la paz sea con el) en Medina para investigar el islam. Cuando llegó su hora de la oración, el Santo Profeta les ofreció su mezquita para hacer su oración.
Elaborando más este principio de tolerancia y respecto, Su Santidad, Mirza Ghulam Ahmad – el Mesías Prometido y fundador de la Comunidad Musulmana Ahmadía – aconsejó a sus seguidores:
“A la luz de este principio, honramos a todos los fundadores religiosos que caen bajo esta descripción, ya sean los fundadores de la religión de los hindúes, o la religión de los persas, o la religión de los chinos, o la religión de los judíos o la religión de los cristianos.
Por lo tanto, las personas que difaman a los profetas de otras naciones al declararlas falsas, son siempre enemigos de la paz y la armonía, porque no hay mayor crueldad que abusar de los fundadores de otras naciones… Si tenemos una objeción sobre la enseñanza de una religión, no debemos atacar el honor del profeta de esa religión ni mencionarlo de manera indecorosa. Más bien, deberíamos objetar solo las prácticas actuales de esa nación. Por lo tanto, si algo en esa enseñanza se considera objetable, posiblemente sea porque las enseñanzas de ese profeta han sido alteradas, o porque se ha cometido un error en la explicación de sus enseñanzas.”