El Espíritu Santo
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Su Santidad Mirza Tahir Ahmad,  IV Jefe de la Comunidad Ahmadía,  ofrece en varias ocasiones a personas de diferentes creencias y convicciones  la oportunidad de plantearle cualquier pregunta o asunto de su interés. A continuación se presenta la respuesta dada por Su Santidad Mirza Tahir Ahmad a una pregunta que se le planteó en una sesión celebrada en Londres el 29 de enero de 1995.

Transcrito por Amatul-Hadi Ahmad

Pregunta: En el cristianismo siempre se hace referencia al Espíritu Santo y a la ley de los Diez Mandamientos. ¿Hay algo equivalente a esto en el islam?

Hazrat Mirza Tahir Ahmad: En primer lugar, el concepto de Espíritu Santo no es algo único del cristianismo, aunque es cierto  que es algo destacado  en el cristianismo, donde se habla de él en términos tan elevados que parece que los cristianos se han apropiado de este concepto por completo. De hecho, el  concepto de Espíritu Santo se encuentra en todas las religiones de una forma u otra. Sin este concepto ninguna religión puede existir como tal. El Santo fundador de la Comunidad Ahmadía, Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as) ha hablado mucho sobre este tema en relación  al Corán y a las experiencias cristianas anteriores. En  primer lugar,  les daré una ideas   para ayudarles a entender el concepto de Espíritu Santo, y  que puede ser dividido en dos partes.

Un aspecto de este entendimiento se relaciona con el rol del Espíritu Santo como algo que gobierna, administra y supervisa todos los asuntos relacionados con la profecía y la revelación; este espíritu se entiende  como santo en el sentido de que no tiene nada propio mezclado con la revelación entregada por Dios originalmente  a algunos siervos Suyos en la tierra. Esta idea de transmisor  de  la profecía o la revelación siempre ha estado bajo el mando del Espíritu Santo. Tal vez es en este sentido que San Juan se refiere a la Palabra y que siempre estuvo con él y el Espíritu Santo. Aunque lo hace de forma un poco confusa,  básicamente creo que eso es lo que quiere decir, y que el Sagrado Corán apoya, esto es,  la idea de que el Espíritu Santo es ese ser que tiene la  responsabilidad en el gobierno de los asuntos relacionados con la revelación,  el arcángel – al que también nos referimos como Jibril (Gabriel).  Este es uno de los  significados del Espíritu Santo.

El otro significado que también ha sido aclarado profusamente por el Santo Fundador de la Comunidad Ahmadía, con referencia, por supuesto, al Corán y al Santo Profeta Muhammad (sa). Estas cuestiones, que los anteriores eruditos musulmanes no pudieron comprender, fueron explicadas por el Fundador de la Comunidad  con gran profundidad. Habla del Espíritu Santo en términos del contacto de uno con Dios,  que lo hace a uno santo permanente y eternamente y en cualquier área que uno tenga esa experiencia;  esa revolución interna, en la medida en que una persona entra en contacto con el Espíritu Santo y ve  a la gente arrepentirse de sus pecados.  A  veces se angustian por los errores que han cometido,  pero también encontramos que a pesar de ser genuinos en todo esto,  a veces vuelven a las mismas fechorías. Según Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as), esto se debe a que en esas zonas todavía no hay contacto con el Espíritu Santo porque el Espíritu Santo viene para quedarse – nunca te abandona.  Pero este fenómeno puede ser poco a poco porque no todos son profetas de Dios. Todo el mundo no puede tener esa seguridad contra el pecado avalada de forma absoluta y para siempre, que es lo que significa el término Espíritu Santo. Así  sucede en la vida ordinaria de cualquier siervo de Dios que está arrepentido de algunos de sus pecados y consciente de muchos otros; cuando constantemente se esfuerza por alejarse de sus pecados a un estado de bondad, esa persona es ayudada por el arcángel y en respuesta a su deseo profundamente arraigado de ser limpio, una vez que es limpiado con la ayuda de este arcángel, permanece limpio.  Nunca vuelve a esas cosas. Este proceso continúa hasta la muerte y si encontramos evidencia de que esto sucede en la vida de una persona, incluso si no ha llegado al final de su viaje, será considerado  entre los santos y su relación con el Espíritu Santo será establecida por Dios. Este es el significado del Espíritu Santo, y  que entendemos con referencia no sólo al Sagrado Corán, sino también con referencia al Injeel (los Evangelios) y los libros anteriores.

Ahora bien, hay algo más que también se menciona en su pregunta pero no en la respuesta  y sobre la que voy a profundizar: los Diez Mandamientos.

Ahora bien, si San Pablo tenía razón en su comprensión de la ley con referencia a la carne, entonces no debería haber ningún mandamiento en absoluto porque según su entendimiento, la ley se hizo carne.  Por Jesús (as) el Hijo de Dios, tal como lo entendía, adquiriendo carne para sí mismo y castigando la carne, prácticamente eliminó toda la ley, y desde entonces todo lo que se necesita es el Espíritu Santo sin referencia a ninguna ley. Así que si eliminó toda la ley y eliminó toda la carne, ¿por qué mantener un cuerpo vivo en el nombre de los Diez Mandamientos? Eso prueba que su entendimiento de la Ley versus el Cristianismo no era correcto. De hecho, lo que Jesús (as) estaba enfatizando – y aquí vuelvo al tema del Espíritu Santo – es que la gente del pueblo del Libro de Moisés (as) había enfatizado demasiado la idea de la apariencia en lugar de la esencia. Se aferraron a las leyes del Antiguo Testamento sin esforzarse por seguir el espíritu de la ley. Así que externamente eran muy firmes, incluso los judíos extremistas y fanáticos y los líderes judíos que parecían ser una imagen viva de la Torá. Pero según Jesucristo (as), si te asomaras a sus corazones los encontrarías vacíos del Espíritu de Dios. Así que enfatizó el Espíritu Santo, de hecho dijo que es el Espíritu Santo lo que es importante, pero nunca quiso eliminar la ley en su totalidad. Por eso aparecen los Diez Mandamientos, que son la esencia de las enseñanzas judías. Así que no hay contradicción en Jesús (as), no hay contradicción en la creencia en el Espíritu Santo y la creencia en los Mandamientos, sean cuales sean. Son  una y la misma cosa. Pero uno debe seguir el espíritu de la ley y no puede sobrevivir sin la letra, sin la corteza.

¿He respondido a su pregunta o hay algo que le gustaría que le explicara con mayor detalle?

Pregunta: Al ser criado como cristiano, se le enseña a uno a poner su confianza en Jesús. ¿Cómo se puede transferir esta confianza al Islam?

Hazrat Mirza Tahir Ahmad: Ves, si confías en un profeta de Dios, entonces confías en todos los Profetas de Dios,  y aquí me refiero a los esfuerzos de predicación de los Testigos de Jehová,  que siempre enfatizan la afirmación de Jesús (as) o  Jesucristo (as) es el camino, él es el Alfa, él es la Omega como excluyendo a todos los demás. No es así como entendemos la naturaleza de las religiones. De hecho, en todas las religiones se encuentran afirmaciones similares con referencia a la época y a las personas a las que se dirige esa religión. Esa, de hecho, es la única manera. Pero no significa universalmente el único camino exceptuando a  todos los demás. De hecho,  lo que significa   ahora en este contexto es que – a menos que me sigas – no serás redimido,  y lo mismo es la afirmación que se encuentra en todas las religiones. Aquí tenemos un erudito religioso que ha buceado a lo largo y ancho de las enseñanzas del budismo y el hinduismo y más allá,  y él es testigo de esta afirmación fundamental encontrada en todas las religiones. Pero el Sagrado Corán lo resolvió diciendo que todos los que fueron enviados para la liberación de la humanidad del pecado, que vinieron del mismo Dios, deben ser aceptados en su totalidad y   sin excepción porque llaman al mismo camino. El  camino mencionado en relación con Jesús (as) parece ser un camino separado, pero el Sagrado Corán resuelve el problema para nosotros enfatizando el hecho de que el camino sigue siendo el mismo, y son los que llaman a ese camino los que difieren. En ese momento fue Jesús quien llamó al camino de Dios Todopoderoso. En la sociedad a la que se dirigía, él era el único que llamaba a ese camino. Pero, por supuesto, había otros, en la India, en China, en África. Incluso entre los aborígenes de Australia, también entre los indios americanos, como se les llama ahora. Así que esto es lo que entendemos de la palabra, el camino, el único camino, y otras expresiones similares.

Pregunta: Entiendo por la introducción que el Movimiento Ahmadía fue fundado en 1889, es decir, más de cien años. Durante este período, ¿cuándo se descubrió que hay una diferencia entre el Movimiento Ahmadía y el principal Movimiento islámico y cuál fue la causa de esta diferencia?

Hazrat Mirza Tahir Ahmad: En primer lugar, no hay diferencia entre el islam principal y la Comunidad Ahmadía. La pregunta es errónea. Si hubiese alguna diferencia entre el islam y la Comunidad Ahmadía, dejaría la Comunidad Ahmadía porque el islam es la religión, el islam es la fe inmutable y el camino que se ha revelado para el beneficio de toda la humanidad para siempre, tal como creemos en él. Así que es una forma errónea de referirse a las diferencias entre el Islam Ahmadiat y otros. La pregunta correcta debería ser, “¿Cuándo salieron a la luz las diferencias entre la comprensión de Ahmadiat del Islam y la comprensión de los musulmanes tradicionales? ¿Es esa su pregunta?

Pregunta: Sí.

Hazrat Mirza Tahir Ahmad: Bien. Con eso estoy de acuerdo. Ocurrió que hubo diferencias en la comprensión del Islam por parte de los áhmadis y los no áhmadis que salieron a la luz muy fuerte y poderosamente en cierta etapa de nuestra historia. Todo comenzó, como si de repente, cuando Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as) de Qadian (el Santo Fundador de la Comunidad Ahmadía) declaró que según la revelación que había recibido de Dios, Jesucristo (as) no era un hijo de Dios, era un profeta, y según esta revelación, todos los profetas de Dios han fallecido. No hay ninguno [de los profetas del pasado] que viva corporalmente hoy en el mundo. Cumplieron con sus ministerios, se les dio diferentes rentas de vida pero finalmente todos fallecieron como seres humanos. Jesús (as) no es una excepción.

Habiendo declarado eso, dijo que en lo que respecta a las profecías del Santo Profeta Muhammad (sa), el Santo Fundador del Islam, se refirió a un Jesús (as) que vendría de nuevo en los últimos días. Así que si Jesús (as) está muerto como se afirma, entonces ¿qué significa? ¿Quién vendría? ¿Resucitará Jesús (as) de entre los muertos? En respuesta a esta pregunta dijo que Dios también le ha dicho que era el mismo Jesús (as) cuyo advenimiento fue profetizado en las tradiciones del Santo Profeta del Islam (sa) pero que era sólo un título. No era una profecía que significa que el antiguo Jesús (as) sería reconstruido para que su cuerpo o su espíritu volviera a visitar un espíritu humano como la gente cree que sucede en la reencarnación. Explicó que lo que se quería decir era que alguien con el carácter y estilo de Jesucristo nacería en el Islam. Se le daría el título de “Jesús” para indicar su similitud con Jesús (as). Haría por el Islam lo que Jesús (as) había hecho por el judaísmo en el contexto de la relación entre Jesús y el judaísmo y amplió esto para hacernos entender plenamente. No lo dejó como una mera afirmación, los argumentos relacionados con la afirmación se hicieron tan claros y comprensibles que se ha convertido en una cosa de tanto sentido común que no se requieren otros argumentos fuertes a favor de esta afirmación.

Dijo que siempre sucede de esta manera. Ninguna persona cuyo reavivamiento está profetizado vuelve a venir. Dijo que miren la historia de las afirmaciones que se encuentran en casi todas las religiones que alguien que nació cientos de años antes volvería a visitar, como Elías (as) volvería a visitar antes de la venida de Cristo. Dijo que si, por el bien del argumento, aceptamos que todas las historias de la ascensión son correctas en todo el mundo, entonces nos muestran un único incidente en toda la historia de la humanidad en el que la misma persona a la que se le profetizó que volvería a visitar, lo hizo en persona o incluso afirmó que lo había hecho en persona, no físicamente. Jesús (as) afirmó que Elías había venido de nuevo, pero no fue en persona. Fue Juan el Bautista a quien se refirió. Por lo tanto, su venida según Jesús (as) fue la venida de Juan el Bautista. Es exactamente en el mismo sentido que el Fundador de la Comunidad Ahmadía afirmó que su venida es el reavivamiento de Jesús (as) significa alguien que trabajaría en el mismo patrón, en el mismo estilo que Jesús (as) había hecho en el judaísmo. Ahora, un breve ejemplo, de lo contrario la respuesta a esta pregunta tomaría más tiempo del que tal vez podamos permitirnos. El punto es ¿qué hizo Jesús (as)? Transformó la actitud de una dura y despiadada actitud de venganza a la actitud de perdón de lo que usted entiende como el espíritu del cristianismo de hoy. Así que esto es lo que hizo en el Islam. Dijo, mira aquí, el Islam nunca enfatizó el papel de la espada o de cualquier forma de coacción en el camino de llamar a la gente a Dios. Siempre fue sólo una guerra defensiva que se permite en el Islam, pero nunca una guerra de desgaste que utiliza la fuerza para cambiar las ideas del mundo. Eso sólo puede hacerse a través del sacrificio, la perseverancia, a través del amor. Así que ese es Jesús (as) renacido, ¿no es así? Y por eso fue castigado y su Comunidad sigue siendo castigada y se lee tanto en el mundo árabe, en los periódicos y cosas así que los áhmadis no creen en la Jihad, la guerra santa. Por supuesto, creemos en la guerra santa, pero no en la guerra impía. Una guerra en nombre de la santidad que derrama sangre del pueblo sólo para convertirlo es la guerra más impía que se puede concebir y la cosa más estúpida que le puede pasar al hombre. Fue contra lo que el Fundador del Movimiento Ahmadía, el Mesías Prometido (as) libró una guerra santa como lo hizo Jesús (as), trayendo como resultado el sufrimiento sobre sí mismo. Por lo tanto, este es sólo un ejemplo, pero como dije, sólo tenemos un tiempo limitado aquí.

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