Emular los justos ejemplos de los Compañeros
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
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Emular los justos ejemplos de los Compañeros

Discurso de Hazrat Jalifatul Masih V (aba) en la Majlis-eShura Nacional 2023 del Reino Unido en la Mezquita Baitul Futuh, Reino Unido.

Después de recitar Tashahhud, Ta’awwuz y Surah Al-Fatihah, Hazrat Mirza Masroor Ahmad (aba) declaró: Con la gracia de Allah, la Jama’at del Reino Unido ha podido celebrar su Majlis-eShura nacional. Rezo para que vuestras deliberaciones hayan sido fructíferas y conducidas con pureza de corazón, sinceridad y humildad y que Allah el Todopoderoso permita que surjan los mejores resultados posibles. Además, rezo para que seáis capaces de desempeñar vuestros respectivos papeles y garantizar así que las recomendaciones del Shura que se hayan aprobado se cumplan de la mejor manera posible, Insha’Allah.

Como sabrán, en mi reciente sermón del viernes 12 de mayo, hablé con cierto detalle sobre la institución de Majlis-e-Shura. Me gustaría reiterar lo que dije entonces, que vuestras responsabilidades no cesan una vez concluido el Shura. Por el contrario, deben  considerar que sus deberes no han hecho más que empezar. Una vez que los procedimientos formales terminen, todos los delegados y los titulares de oficinas de la Jama’at deben esforzarse para garantizar que cualquier recomendación sea aprobada por Khalifatul Masih.

Con esto en mente, rezo para que Allah el Todopoderoso os permita servir con el espíritu y diligencia requeridos. Que todos demostréis ser el verdadero Sultan-e-Nasir del Jalifa-Waqt, y que todos cumpláis los objetivos con los que Allah el Todopoderoso envió al Mesías Prometido (as) en esta era. Ciertamente, sólo si nos esforzamos seriamente por cumplir esta misión podremos decir que hemos cumplido los verdaderos objetivos de nuestras vidas y el propósito para el que se convoca el Majlis-e-Shura. Teniendo esto en cuenta, deseo aprovechar y resumir la primera parte del discurso pronunciado por Hazrat Musleh Maud (ra) con motivo de la Majlis-e-Shura en 1944. A través de sus iluminadas palabras obtenemos una gran comprensión de nuestros deberes y responsabilidades.

Durante su discurso, Hazrat Musleh Maud (ra) citó la siguiente frace del Mesías Prometido (as), que dice así: Te unirás a los compañeros cuando te unas a mí. Estas esclarecedoras palabras transmiten la feliz noticia de que aquellos que aceptan de todo corazón al Mesías Prometido (as) se unirán, por la gracia de Al-lah, al rango de compañeros del Santo Profeta (sa). Aclarando este punto, Hazrat Musleh Maud (ra) explica que esto no significa que una persona de una época diferente obtendrá la capacidad de ver y conocer físicamente al Santo Profeta (sa). Por supuesto, eso es imposible y contrario a las leyes de la naturaleza. Más bien, significa que a través de sus actos y obras rectas, una persona puede alcanzar el rango espiritual de compañero.

Hazrat Musleh Maud (ra) afirma que los actos de muchas personas que vinieron después de la bendita era del Santo Profeta (sa) fueron tan nobles que Dios Todopoderoso les permitió unirse espiritualmente al Santo Profeta (sa) y unirse a las filas de sus compañeros espirituales. En comparación, había mucha gente ignorante que, a pesar de tener la buena fortuna de vivir en la era del Santo Profeta (sa), de conocerle y de escuchar su discurso divinamente inspirado, no lo aceptaron y permanecieron alejados de Allah Todopoderoso. Por lo tanto, no se cuentan entre sus compañeros. Más bien, se cuentan entrelos hipócritas o incrédulos. Por consiguiente, el significado de la palabra compañero no se limita a una persona que se encuentra con un profeta o tiene la suerte de sentarse en su compañía. En realidad, esta palabra esconde un significado mucho más profundo; un compañero de un profeta es una persona cuyo corazón está espiritualmente limpio y transformado a través de su asociación con el amado de Al-lah. Es una persona cuyo pulso espiritual late obedientemente en perfecta armonía con su maestro. Es una persona cuya fe y sinceridad son puras y que está dispuesta a hacer todos los sacrificios posibles por el bien de su fe.

Explicando aún más, Hazrat Musleh Maud (ra) da el ejemplo de una corte real. Afirma que un cortesano pasa menos tiempo con el monarca en comparación con los sirvientes y el personal doméstico. No obstante, estos últimos no se consideran compañeros íntimos del monarca, aunque entren y salgan de la casa real y pasen mucho tiempo con él. En cambio, aquellos que pasan menos tiempo con el monarca, o incluso ninguno, pero que sirven y facilitan su trabajo son considerados sus compañeros más cercanos y cortesanos de confianza. En consecuencia, para ser un compañero no se requiere una proximidad física con su líder, más bien, una conexión espiritual y emocional, una luz con lealtad inquebrantable es fundamental para el compañerismo. Requiere que una persona acepte sincera y felizmente la autoridad de la persona en la que deposita su confianza y creencia. Requiere que un compañero se esfuerce por emular y seguir los pasos de su líder y le sea totalmente obediente. Sobre todo, requiere una perfecta armonía en cuanto a sus creencias, conducta y valores morales. Así pues, estas tres cualidades son fundamentales para ser un compañero fiel y convicción en la verdad de la persona, esforzarse por actuar como ella y vivir de acuerdo con sus valores morales y sus enseñanzas. La historia atestigua que muchas de las personas que tuvieron el honor de estar en la bendita compañía del Santo Profeta (sa) alcanzaron el rango y el estatus de un verdadero compañero.

Al mismo tiempo, Hazrat Musleh Maud (ra) afirma, que también es cierto que entre la Ummah del Santo Profeta (sa), hay innumerables personas que, a pesar de nunca haber estado en la compañía física del Santo Profeta (sa), alcanzaron el estatus de compañero. Su piedad y sinceridad les permitieron superar la distancia del tiempo y la geografía y ser contados entre los creyentes y compañeros de verdad. Alcanzaron este honor porque estaban completamente inmersos en el amor del Santo Profeta (sa) y se esforzaron por alcanzar con pasión la cercanía de Allah el Todopoderoso. Además, Hazrat Musleh Maud (ra) explica que en la era del Santo Profeta (sa), no fueron sólo Hazrat Abu Bakr (ra), Hazrat Umar (ra), Hazrat Uthman (ra) y Hazrat Ali (ra) quienes alcanzaron el rango de compañeros. Más bien, este rango abarcaba a cada persona en la época del Santo Profeta (sa) que le poseia incluso sentimientos básicos de lealtad, amor y sinceridad hacia él. Por ejemplo, se cuenta que una mujer llevó a su hijo pequeño a conocer al Santo Profeta (sa) y el Santo Profeta (sa) tomó amorosamente un poco de agua en su boca y la salpicó en la boca al niño. La historia ha registrado a ese afortunado niño como compañero del Santo Profeta (sa). En el otro extremo de la escala, entre los compañeros había quienes lucharon con valentía y coraje increíbles en aras de su fe durante guerras y defensivas. Muchos compañeros sucumbieron a las heridas infligidas por los adversarios del del Islam y alcanzaron el martirio. Mientras, un niño ganó compañía simplemente al ser tocado por el agua dulce y fragante bendecida por el Santo Profeta (sa) otros la obtuvieron sacrificando sus vidas a manos de los sanguinarios enemigos del islam. Por lo tanto, Hazrat Musleh Maud (ra) ha dicho que obtener el estatus de compañero era relativamente sencillo en tiempos del Santo Profeta (sa). En cambio, para los nacidos después de la era del Santo Profeta (sa), alcanzar el estatus de compañero requiere esfuerzo y sacrificios mucho mayores. Exige los más altos niveles posibles de fidelidad y obediencia al Santo Profeta (sa). Alhamdolillah, con la gracia de Allah, a lo largo de la historia, muchos musulmanes sinceros han alcanzado tal rango espiritual. Aunque no pudieran ver físicamente al Santo Profeta (sa), los ojos espirituales incrustados en lo profundo de sus piadosos corazones les permitieron percibirlo y forjar un vínculo inquebrantable con él.

Hazrat Musleh Maud afirma que, de este modo, Allah el Todopoderoso, por Su beneficencia y gracia ha abierto eternamente una puerta divina y espiritual que conduce a la compañía para todas aquellas almas justas cuyos corazones ansían estar entre los compañeros del Santo Profeta. (sa) Y en esta era, habiendo entrado en el redil del Mesías Prometido (as) y tomado su Bai’at, aquellos que sirven fielmente a su misión también podrán alcanzar el estatus de ser sus compañeros. Así pues, os exhorto a todos a reflexionar sobre las palabras del Mesías Prometido (as) : Te unirás a los compañeros cuando te unas a mí.

Esfuérzate por aprovechar el don eterno concedido a la humanidad por Allah el Todopoderoso de obtener la compañía espiritual del Santo Profeta (sa) y del Mesías Prometido (as). Este requiere que habiendo aceptado al Mesías Prometido (as), nos esforcemos cada vez más por ejecutar la Sunnah del Santo Profeta (sa), absorber sus enseñanzas y establecer una relación viva con Allah el Todopoderoso. Esto requiere que estemos dispuestos a sacrificios posibles y mantener una determinación profunda y resuelta para difundir el mensaje del Islam. Aunque no sean compañeros físicos, el elevado estatus de las personas que asciendan a Allah el Todopoderoso tendran Su cercanía y amor, como Él concedió a los compañeros del Santo Profeta (sa) y del Mesías Prometido (as). Si logramos alcanzar su compañía espiritual cumpliremos el propósito del advenimiento del Santo Profeta (sa) y del Mesías Prometido (as), que era acercar a la gente a Allah Todopoderoso. Hazrat Musleh Maud (ra) continúa explicando la filosofía de la compañía espiritual. El afirma que según el decreto de Allah el Todopoderoso, en esta era, las enseñanzas islámicas deben ser transmitidas a través de la evidencia racional y la prueba lógica. En consecuencia, no se puede esperar que el mundo entero acepte el Ahmadiyyat de la noche a la mañana. Más bien, la Jama’at del Mesías Prometido (as) se extenderá y crecerá durante un período de tiempo. Dado esto, debido a su gracia y misericordia sin parangón, Allah el Todopoderoso ha extendido el honorable estatus de la compañía de los profetas para que la humanidad pueda seguir obteniendo y alcanzando sus bendiciones.

Hazrat Musleh Maud declaró que durante su periodo de khilafat, cientos de miles de personas dentro de la Jama’at alcanzaron la condición espiritual elevada y se dedicaron continuamente a difundir las enseñanzas del Islam Ahmadiyyat. Ahora, en esta era, es el principal deber de todos los Ahmadis esforzarse por ser compañeros espirituales del Santo Profeta (sa) y del Mesías Prometido (as). Esto requiere que estemos preparados para resistir cualquier desafío que se nos presente con paciencia y una confianza inquebrantable en Allah. En este sentido, Hazrat Musleh Maud afirma que las pruebas y tribulaciones son un requisito previo para el avance y el progreso de la fe. De hecho, es  necesaria a veces la adversidad y las dificultades que Allah ofrece pues es un camino hacia la salvación espiritual y la verdadera libertad para Su pueblo. Una vez libre de los grilletes mundanos y del materialismo, una persona puede concentrar todas sus energías en vivir de acuerdo con su fe y sus ideales y desempeñar un papel clave en su propagación.

También ocurre que en ocasiones, a través de las pruebas, Allah el Todopoderoso demuestra Su gloria y majestad. Quiere mostrar a la humanidad que sólo Él se encargará de que la comunidad del Mesías Prometido (as) florezca continuamente y que no dependa de nadie.

Hazrat Musleh Maud (ra) continúa refiriéndose a lo que fue incuestionablemente la prueba definitiva en la historia de la humanidad que le sobrevino a uno de compañero del Santo Profeta (sa) al partir de este mundo. Fue tan dura que los compañeros no podían ni siquiera tolerar la idea de que la noticia de la muerte del Santo Profeta (sa) pudiera ser cierta. Un estado de angustia y pánico se apoderó de ellos, el miedo de lo que vendría de ellos y cómo el Islam sobreviviría. Su angustia y agonía era tal que incluso una persona tan valiente y admirable como Hazrat Umar (ra) reaccionó con furia y blandió su espada proclamando que él cortaría el cuello a cualquiera que se atreviera a decir que el Santo Profeta (sa) había fallecido. En ese momento, cuando los compañeros estaban conmocionados hasta la médula y abrumados por el dolor, Hazrat Abu Bakr (ra) se puso en pie y, con una paciencia y fortaleza excepcionales dijo: “Gente, escuchad. Quien quiera que haya adorado al Santo Profeta Muhammad (sa) debe saber que el Santo Profeta (sa) ha muerto. Quienquiera que adoró a Allah el Todopoderoso debe saber que Allah está vivo y nunca morirá”.

Después de narrar este incidente, Hazrat Musleh Maud (ra) reiteró que a veces, Allah el Todopoderoso requiere que sus creyentes más sinceros pasen por pruebas y dificultades por Su causa. Él desea que su fe sea puesta a prueba para que su amor por Él se manifieste ante el mundo entero. A cambio de su paciencia, Allah el Todopoderoso hace que Sus bendiciones más selectas y eternas lluevan sobre Su pueblo.

Con la gracia de Allah, hoy en día, millones de musulmanes ahmadíes permanecen sinceramente devotos al Santo Profeta (sa) y, según su mandato, han aceptado al Mesías Prometido (as). En esta era, son los miembros de nuestra Jama’at quienes se esfuerzan por vivir sus vidas según los nobles y rectos ejemplos de los compañeros y están dispuestos a hacer todos los sacrificios posibles en aras de su fe. Sea cual sea el sufrimiento o los problemas que podamos soportar, ninguno de los cuales podrá igualar la angustia que sintieron los compañeros del Profeta Muhammad (as) en el momento de su fallecimiento, los musulmanes ahmadíes, Insha’Allah, permaneceremos siempre firmes y decididos en nuestra fe. No sólo afirmamos verbalmente estar dispuestos a todo sacrificio posible, sino que, en la práctica, los ahmadíes en todo el mundo han manifestado inmensos sacrificios para cumplir su objetivo de promover la misión del Mesías Prometido (as). Por lo tanto, antes de concluir, deseo reiterar que como delegados de la Majlis-eShura, deben actuar en todo momento con el temor de Allah el Todopoderoso arraigado en su corazón y reconocer la confianza depositada en ustedes. No olviden nunca que somos el pueblo que hemos prometido dar prioridad a nuestra fe sobre todos los asuntos mundanos y hemos jurado que nos esforzaremos por cumplir la misión del Mesías Prometido (as) hasta nuestro último aliento y soportaremos todo tipo de sacrificios y sufrimientos necesarios para lograrlo.

En aras de la prosperidad de nuestra Jama’at y para cumplir nuestros objetivos religiosos, debemos mostrar la misma convicción y confianza en Allah el Todopoderoso que mostró Hazrat Abu Bakr (ra), quien, cuando se enfrentó a la crisis final, permaneció paciente y firme. Sólo si nos esforzamos por vivir nuestras vidas de esta manera podremos cumplir con nuestros deberes como siervos del Santo Profeta (sa).

Sólo entonces podremos cumplir el propósito del advenimiento del Mesías Prometido (as). Presta siempre atención a la confianza depositada en ti por los miembros de la Jama’at que te han elegido para representarlos en la Shura y a través de la cual has obtenido la oportunidad de servir a su fe. Recordad siempre que no debéis ser representantes y delegados de vuestros respectivos Jama’at sólo de nombre. Más bien, debéis dejar a un lado todos los deseos personales y mundanos y hacer todo lo posible para vuestro verdadero propósito, que es servir a vuestra fe y religión hasta vuestro último aliento.

Considera cada oportunidad de servir a tu fe como una inmensa bendición de Allah el Todopoderoso. Si sirves con este espíritu y entendimiento, entonces con la gracia de Allah, obtendrás un estatus que te permitirá alcanzar el amor de Allah Todopoderoso. Será un medio para alcanzar la complacencia del Santo Profeta (sa) y estarás entre los herederos del vasto tesoro de oraciones que hizo por sus seguidores y para aquellos que por orden suya aceptaron al Mesías Prometido (as).

Que Allah el Todopoderoso nos permita ser para siempre receptores y beneficiarios de Sus benditas oraciones, y que siempre seamos contados entre sus compañeros espirituales. Además, que seamos aquellos que cumplimos nuestros objetivos y que mientras consideramos servicio a la fe como una gran bendición de Allah marchemos continuamente hacia adelante en el servicio del Islam con humildad, devoción y lealtad incondicional, Amee

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