¿Musulmanes y judíos pueden convivir juntos?
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

¿Musulmanes y judíos pueden convivir juntos?

Director del Spanish Desk y editor de la revista Review of Religions en Español

La historia es testigo de que si se quiere, la convivencia entre judíos y musulmanes si es posible, y de además, provechosa para ambas partes, y Al Andalus fue un ejemplo de ello. En este vídeo exploramos algunas historias del pasado que ejemplifican las enseñanzas islámicas que favorecieron esta convivencia.

Transcripción

Imaginaros que pudiéramos averiguar como vivían los judíos en la época de Al Andalus en España. Sabríamos entonces que, por ejemplo, un tal Toviyya quería casarse con Faiza, pero no lo tenía fácil porque evidentemente tenía una reputación muy poco recomendable.

Esto se sabe gracias al descubrimiento de cientos de miles de manuscritos judíos encontrados en una sinagoga en El Cairo, la sinagoga de Ben Ezra. Este descubrimiento es especial para los judíos, porque habla de su propio pasado lejano. Uno de estos documentos es un acta bastante extensa donde Toviyya juró delante de testigos que su vida sería desde ese momento intachablemente aburrida. Se comprometió a evitar mezclarse con malas compañías con el propósito de “comer, beber o cualquier otra cosa”, y a no pasar una noche lejos de Faiza a menos que ella lo quisiera.

Gracias a este y otros descubrimientos, sabemos que en España los judíos, musulmanes -y cristianos también- prosperaron como comunidad, viviendo y trabajando juntos. Vemos como los judíos podían participar en todos los sectores de la economía y no se les prohibían ni siquiera las empresas más rentables, como el comercio de pieles y especias.

Esto esto se refleja en las vidas de los personajes que aparecen en los manuscritos antiguos que incluyen entre otros: un yerno errante, una esposa amenazando con una huelga de hambre (pero sólo de día) en protesta por el comportamiento de su marido, una judía enamorada de un médico cristiano, y una mujer rica excomulgada por adulterio.

Sabemos también que, durante el reinado musulmán en España, algunos judíos alcanzaron el nivel de Visir/Canciller como el conocido Samuel ibn Nagrella, que alcanzó el cargo más alto de la corte o Ibn Hasdai en Zaragoza: secretario de Cancillería de la taifa de Zaragoza, literato, filósofo y médico de al-Andalus.

Y uno de los personajes más conocidos fue Maimonides, un judío nacido en Córdoba, considerado uno de los mayores estudiosos de la Torá. Trabajó de médico, filósofo, astrónomo y rabino, y fue un referente para filósofos y científicos judíos y musulmanes.

La reflexión que me gustaría hacer es ¿de dónde origina toda esta convivencia pacífica entre judíos y musulmanes? ¿Por qué razón fueron capaces de convivir personas de diferentes religiones con prosperidad y riqueza, donde cada uno era capaz de alcanzar sus objetivos y metas personales mientras que en el resto de Europa reinaba la oscuridad medieval? ¿Fue gracias o a pesar del Islam?

Para conocer la respuesta vamos a ver algunas de las historias que nos han llegado de la época en la que se fundó el Islam, para conocer mejor cómo vivían los judíos y otras minorías en aquella época. Todos estos relatos son sumamente importantes para cualquier musulmán porque forman la base de la jurisprudencia islámica.

En una ocasión, cuando vivía el Santo Profeta Muhammad (lpD) pasó una procesión fúnebre delante de él, y en seguida se levantó por respeto. Un compañero suyo le dijo que era el funeral de un judío, no un musulmán. Al escuchar esto, el Profeta respondió: “¿Acaso los judíos no son seres humanos también?”

Con ejemplos como este, el Profeta enseñó a los primeros musulmanes que el respeto por la humanidad es más importante que la raza o la religión.

En otra ocasión, tras unos altercados entre musulmanes y judíos, algunos musulmanes se apropiaron indebidamente de algunos de los frutos y animales de los judíos. El Profeta del Islam se puso furioso cuando se enteró de esto y dijo: “Al’lah no os permite entrar en las casas de la Gente del Libro sin su permiso. Del mismo modo, es absolutamente ilegal arrancar frutos de sus huertos”.

A través de esta y muchas otras instrucciones, el Profeta inculcó en los primeros musulmanes la importancia de tratar con igualdad y otorgar los mismos derechos a los demás miembros de la sociedad, sin importar su religión u origen.

En una época posterior, durante el Jalifato de Umar, el mismo Jalifa se encontró una vez con un anciano no musulmán, que vivía en unas condiciones penosas. Al verle exclamó: “¡Por Dios! No es justo que durante su juventud nos beneficiemos de sus capacidades y le dejemos sufrir durante su vejez de esta manera.” Acto seguido, dio instrucciones para que le dieran una pensión hasta su muerte. Y además, estableció pagas para todos los no-musulmanes pobres y necesitados en todas las provincias.

Este relato es un ejemplo de como el gobierno islámico se responsabilizaba de las necesidades básicas de la población, independientemente de la religión que practiquen. Lo cual permitió a los habitantes prosperar y desarrollar sus estudios y carreras profesionales.

Otro ejemplo que encontramos es el de una carta de un sacerdote nestoriano, posterior al Jalifa Umar, en la que describe a un amigo las condiciones políticas de la zona. Dice:

“Los musulmanes protegen nuestra religión, respetan a nuestros sacerdotes y fariseos y han concedido tierras para nuestras iglesias.”

Estos son algunos de los muchos ejemplos de cómo las enseñanzas islámicas fueron un factor decisivo en la convivencia entre judíos, musulmanes y cristianos, ya que permitieron el desarrollo social de España en la época de Al Andalus.

Algunas personas alegan que los musulmanes discriminaban a los no musulmanes obligándoles a pagar un impuesto conocido como la jizya. Pero un análisis más profundo nos demuestra que la realidad es muy diferente. La jizya es un impuesto que exime a los no-musulmanes de combatir en el ejército en una época en la que no había un ejército permanente. No es un impuesto discriminatorio.

Por contra, los musulmanes tenían que combatir cuando se requería, y además, tenían que pagar la [[Zakat]] que es un impuesto mucho más fuerte. Y del cual los no musulmanes estaban exentos.

Tristemente, con la decadencia del Islam, algunas de estas normativas se han dejado de promover a lo largo de la historia, o se han alterado para servir objetivos menos nobles. No obstante, la historia es testigo de que si se quiere, la convivencia entre judíos y musulmanes si es posible, y de además, provechosa para ambas partes, y España fue un ejemplo de ello.

Gracias por ver este vídeo, si te ha gustado, acuérdate de darle al botón de “me gusta”, y suscríbete a nuestro canal para ver más vídeos como este. Que la paz de Dios sea contigo.

Share via