El vínculo especial entre el Ramadán y el Sagrado Corán
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

El vínculo especial entre el Ramadán y el Sagrado Corán

Sermón del viernes 14-03-2025

Después de recitar el Tashahud, el Taawuz y la Surah Al-Fatihah, Su Santidad, el Jalifa V del Mesías (aba) dijo:

Por la gracia de Dios Altísimo, estamos atravesando la segunda decena de los días del mes de Ramadán. Dios Altísimo ha mencionado una conexión y relación especial entre Ramadán y el Sagrado Corán al decir:

“El mes de Ramadán es aquél en que se hizo descender el Corán como guía para la humanidad, con pruebas claras de dirección y discernimiento”.

Así pues, nos dirige la atención especialmente en leer el Sagrado Corán durante este mes. En esta época, el Mesías Prometido (as) también ha llamado [nuestra] atención [hacia ello], a quien Dios Altísimo envió como el Imam al servicio del Santo Profeta (sa). El Santo Profeta (sa) nos llamó particularmente la atención hacia la lectura del Sagrado Corán con un cuidado especial.

Cada año, Hazrat Gabriel (as) escuchaba al Santo Profeta (sa) repetir la parte del Sagrado Corán que le había sido revelada. En el último año antes de su fallecimiento, lo completó dos veces. En consecuencia, la importancia y la conexión del Sagrado Corán con el Ramadán es profunda. Así pues, siempre debemos ser conscientes de ello y tratar de leer el Sagrado Corán, escucharlo y asistir a las lecturas [sobre el Sagrado Corán], etc. Organizamos lecciones [sobre el Sagrado Corán] en las mezquitas y también ofrecemos la oración Tarawih [oración vespertina congregacional voluntaria durante el Ramadán]. Se hace hincapié en recitar el Sagrado Corán y su recitación se reproduce en la MTA diariamente. También deberíamos escucharlo. Sin embargo, sólo podremos obtener bendiciones de ello si al escucharlo tratamos de actuar de acuerdo con él (el Santo Corán). Hay muchas personas que no saben árabe y son incapaces de entender el Sagrado Corán correctamente. Sin embargo, hay traducciones disponibles del Sagrado Corán.

Junto con su recitación, también deben leer la traducción. Debemos permanecer atentos durante las lecciones [del Sagrado Corán] [y reflexionar sobre] lo que los Jalifas han dicho en sus discursos, que también se explica durante estas lecciones (“dars”). Esto aumentará nuestro conocimiento.

Por consiguiente, si queremos beneficiarnos de ello, sólo podremos hacerlo si al leer el Sagrado Corán luego tratamos de actuar de acuerdo con él. Además, Dios Altísimo ha llamado particularmente nuestra atención hacia ello en los días de Ramadán. La razón es que si hacemos un esfuerzo particular por leer el Sagrado Corán, que Dios Altísimo dice que Él ha revelado durante el mes de Ramadán, y tratamos de actuar de acuerdo con él, entonces esto conformará parte de vuestras vidas. Dios Altísimo ha dicho que el Sagrado Corán contiene la guía; sólo podemos seguir la guía y el conocimiento de poder distinguir entre la verdad y la falsedad y sólo nos puede beneficiar, si actuamos de acuerdo con ella.

Así pues, como mencioné, después de leer la traducción y escuchar las lecciones [sobre el Sagrado Corán], debemos actuar de acuerdo con ellas. Debemos proceder de acuerdo con los mandamientos y las enseñanzas del Sagrado Corán. Si los escuchamos y luego los olvidamos, o si los leemos, pero no le prestamos atención, entonces no podremos obtener esos beneficios, que de otro modo podríamos obtener del Sagrado Corán.

Justo al comienzo del Sagrado Corán, en la Surah al-Baqarah, Dios Altísimo ha llamado nuestra atención sobre ello y ha enfatizado su importancia. El tercer versículo es:

“Éste es un Libro perfecto; no hay duda en él; es una guía para los justos”, (‘mut-taquin’, o sea, los que han adoptado el ‘taqwa’ -la rectitud-).

De ahí que, para adoptar la rectitud y convertirse en un verdadero creyente, Dios Altísimo ha hecho imprescindible actuar acorde este Libro. Durante el Ramadán, buscamos precisamente esto: cómo, mientras caminamos por el sendero de la rectitud, podemos esforzarnos por alcanzar la cercanía de Dios Altísimo, afanarse por ser un ejemplo de alguien que trata de ser un verdadero creyente, alcanzar la guía y convertirnos en receptores de las bendiciones de Dios Altísimo. Por consiguiente, Dios Altísimo ha dejado claro que si esta es vuestra meta, entonces actuad según este Libro que se os ha dado. Y cuando actuéis en consecuencia, obtendréis innumerables beneficios. Dios Altísimo ha declarado claramente que esta es una fuente de la que quien desee beneficiarse con un corazón puro, se beneficiará de hecho. Esta persona progresará en las virtudes y será contada entre los que son guiados correctamente, porque este es el Libro en el que no hay duda, y es una guía para los justos.

El Mesías Prometido (as) afirma:

“Sus bendiciones y bondades siempre fluyen, y permanecen tan manifiestas y radiantes en cada era como lo fueron en la época del Santo Profeta (sa)”.

Esta es la afirmación de este Libro: que si os acercáis a él con un corazón puro, seréis salvaguardados de todo mal, estaréis entre los que son guiados correctamente y os convertiréis en los que recorren el camino de la justicia. Y como ha dicho el Mesías Prometido (as), sus bendiciones siempre fluyen, y aquellos que actúan en consecuencia siempre permanecerán protegidos de todo mal. Los arbustos espinosos a lo largo de los caminos, esas ideas erróneas y engañosas que atraen la atención de una persona e intentan alejarla de la fe y llevarla al pecado; si continuamos siguiendo y actuando según el Sagrado Corán, entonces también permaneceremos protegidos de ellas.

En consecuencia, siempre debemos recordar que durante el Ramadán, debemos prestar especial atención a leer y escuchar el Sagrado Corán. Asistimos a las oraciones de “Tarawih”, escuchamos lecciones y, en nuestros hogares, el Sagrado Corán se recita más de lo habitual. Incluso si alguien no completa una lectura completa, aun así dedica su tiempo en recitarlo durante estos días. Idealmente, deberíamos esforzarnos por completar una lectura completa del Santo Corán durante el Ramadán. Como mencioné, era la práctica del Santo Profeta (sa) completar especialmente una lectura completa durante el Ramadán, y el Ángel Gabriel (as) la revisaba con él. Por lo tanto, para beneficiarnos de ello y actuar según esta práctica y obtener bendiciones de ello, primero debemos tratar de completar una lectura completa [del Corán].

En segundo lugar, como mencioné, aquellos que no saben árabe, -aparte de los habitantes de países árabes; hay muchos en el mundo que no saben árabe-, deben leer el comentario y su traducción en paralelo para comprender sus significados. Como mencioné en el sermón anterior, para actuar en consecuencia, debemos extraer puntos clave para actuar conforme a ellos y obtener orientación. A través de ello, tendremos un conocimiento adecuado de lo que es bueno y lo que es malo, entenderemos la verdadera guía, reconoceremos los caminos correctos de la justicia y, al actuar en consecuencia, también recibiremos las bendiciones de Dios Altísimo.

Algunas personas piensan que el Sagrado Corán es un libro muy difícil, pero Dios Altísimo dice:

[Árabe] ‘Y ciertamente hemos hecho que el Corán sea fácil de entender y de recordar. Pero ¿hay alguien que se deje amonestar?”

Por consiguiente, esta es la declaración de Dios Altísimo; es la declaración de Aquel que creó a la humanidad. Él conoce su naturaleza, sus circunstancias y sus capacidades. Afirma que ha hecho fáciles las enseñanzas del Sagrado Corán, pero aún así debéis esforzaros por actuar en consecuencia. Si hacéis el esfuerzo, entonces tendréis éxito y seréis de aquellos que actúan siguiendo la guía. Por lo tanto, mi único consejo es que os esforcéis al máximo para seguir sus enseñanzas. No os limitéis a ser musulmanes de nombre. No debemos limitarnos a afirmar, especialmente nosotros los ahmadíes, que somos musulmanes no sólo de nombre; más bien, hemos aceptado al Mesías Prometido y al Mahdi (as) en esta era, y lo hemos hecho para alcanzar la cercanía a Dios Altísimo. Hemos aceptado a la persona anunciada por Dios Altísimo de acuerdo con Su profecía, y lo hemos hecho para seguir y cumplir con Sus mandamientos. Así pues, si le hemos aceptado, también debemos actuar según los mandamientos del Sagrado Corán. De ahí que, si no procedemos así, entonces nuestra mera aceptación del “Baiat” es inútil.

Dios Altísimo ha declarado que Él ha hecho este Corán fácil y, teniendo en cuenta la naturaleza humana, ha proporcionado orientación de una manera sencilla que cada persona puede seguir con facilidad. Él ha establecido reglas y regulaciones, ha dado mandamientos, ha esbozado las formas de adoración y ha instruído ordenamientos económicos y sociales, así como la forma en que debemos tratarnos los unos a los otros. Lo hizo porque al poner en práctica estos [mandamientos], vuestras vidas se comarán de paz, vuestro entorno permanecerá armonioso y continuaréis recibiendo las bendiciones de Dios Altísimo. De manera que, esto es algo que cada uno de nosotros debe entender. Si realmente comprendemos esto, continuaremos siendo receptores de las bendiciones de Dios Altísimo. Nuestras relaciones familiares se fortalecerán, nuestras interacciones sociales se fortalecerán y nuestras facultades intelectuales aumentarán y se iluminarán sustancialmente. Además, nos sentiremos atraídos hacia el conocimiento de Dios Altísimo.

Los ahmadíes tenemos la suerte de que, en esta época, se nos ha concedido la oportunidad de aceptar al Mesías Prometido (as). Dios Altísimo lo envió como “Hakam” y “Adl” [Juez y Árbitro], y nos reveló los tesoros ocultos del Sagrado Corán. Nos presentó innumerables conocimientos profundos del Sagrado Corán, explicando claramente aquellos matices genuinos que, a veces, no logramos comprender completamente, lo que nos facilita su comprensión por el bien de nuestra educación y formación moral. Por consiguiente, si Dios Altísimo ha dicho que Él lo ha hecho fácil, también ha designado en diferentes momentos, maestros para hacerlo fácil. Y en esta era, Él envió al Mesías Prometido (as) para abrir las puertas del conocimiento y la sabiduría, quien nos lo ha transmitido en su totalidad. De manera que, sería lamentable que no actuáramos según las explicaciones, significados y comentarios del Sagrado Corán expuestos por el Mesías Prometido (as) tras haberlos comprendido.

En esta era, de acuerdo con Su promesa y la profecía del Santo Profeta (sa), Dios Altísimo ha enviado un delegado. Así pues, ahora es nuestro deber aceptarlo, escuchar sus palabras, reflexionar sobre los comentarios del Sagrado Corán que nos ha proporcionado y actuar en consecuencia. Si lo hacemos, alcanzaremos el éxito en nuestras vidas. Además, los Jalifas también han aportado comentarios. Hazrat Musleh Maud (ra) escribió el Tafsir Kabir (la Gran Exégesis), que abarca casi la mitad del Sagrado Corán.

Además, existen otras traducciones y comentarios. Por ejemplo, está el Tafsir-e-Saghir, que es bastante explicativo. Son libros en los que se han expuesto claramente los mandamientos fundamentales. También se están traduciendo al inglés y al árabe. Por consiguiente, debemos prestar especial atención a su lectura. En el mes de Ramadán [estas traducciones también se están traduciendo al alemán y a otros idiomas], en el que prestamos especial atención a la recitación del Sagrado Corán y a completar su lectura completa, también debemos esforzarnos por aprender los significados más profundos del Sagrado Corán, buscar los mandamientos que contiene para que conformen parte de nuestra vida cotidiana.

No basta con amar el Sagrado Corán, ni con guardarlo a buen recaudo o tocarlo con la frente por reverencia. La gente acude a mí para la ceremonia del “Amín” (completar su lectura por primera vez) de sus hijos. Deben recordar siempre que, si bien han cumplido con el deber de enseñar a sus hijos a leer el Sagrado Corán, ahora es su deber inculcar en sus corazones una pasión permanente por la lectura del Sagrado Corán. Y ésto sólo es posible cuando la madre y el padre también prestan la debida atención a ello – en primer lugar ellos mismos deben ser regulares en su recitación del Sagrado Corán, para que los niños sean testigos de que sus padres lo recitan-. Los padres también deben leer el comentario y la traducción del árabe para comprender los mandamientos que contiene y para que, cuando sus hijos les hagan preguntas, puedan darles respuesta. Algunos niños hacen preguntas muy sencillas a sus padres, y éstos acaban escribiéndo para que se les dén las respuestas. En realidad, si los padres hubieran estudiado un mínimo nivel del comentario y la traducción, podrían haber respondido fácilmente ellos mismos a los niños. No necesitarían ninguna otra ayuda.

Así pues, tras realizar la ceremonia del “Amín”, el deber de los padres es aún mayor: después de haber enseñado a nuestros hijos a leer este Libro de Dios lleno de guía y conocimiento divinos de Dios Altísimo, es su responsabilidad ahora también imbuir un amor por este Libro en sus corazones. Y esto sólo será posible cuando nosotros mostremos también nuestro afecto a este Libro.

Por lo tanto, todos los ahmadíes deben vigilar que, empezando por ellos mismos y siguiendo por sus cónyuges e hijos, presten la debida atención a la lectura y recitación del Sagrado Corán. Deben estudiar la traducción, el comentario del Mesías Prometido (as) y luego leer y escuchar los comentarios de los Jalifas. Como ya he mencionado, están disponibles en audio, y también en la MTA. Si no estudiamos así el Sagrado Corán, deberíamos preocuparnos. Cada uno debe preocuparse por su propio estado: ¿hemos cumplido las obligaciones de ser musulmán ahmadí por el mero hecho hacerl el “Bai’at”? ¿O todavía tenemos que alcanzar el verdadero objetivo para el que vino el Mesías Prometido (as)?

En una ocasión, el Mesías Prometido (as) afirmó:

“Es cierto que la mayoría de los musulmanes han abandonado el Sagrado Corán, sin embargo, su luz, bendiciones y efectos espirituales continúan manifestándose hoy día. En consecuencia, he sido enviado en esta era como prueba de ello”.

El Mesías Prometido (as) dice:

“He sido enviado como una evidencia. Dios Altísimo siempre ha enviado a Sus siervos elegidos para apoyar y ayudar en Su causa en cada época, porque Él ha prometido:

[Árabe] que significa ‘De hecho, hemos enviado esta exhortación (es decir, el Corán) y somos Nosotros quienes la preservaremos’”.

Por consiguiente, cada ahmadí debe tener siempre presente que todo lo que recibiremos será a través de las bendiciones del Sagrado Corán, y debemos darle mucha importancia.

A continuación, el Mesías Prometido (as) afirma:

“El éxito es imposible e inconcebible si uno abandona el Sagrado Corán”. Hay personas persiguen una esperanza imaginaria en busca del éxito. Tened presente los ejemplos de los Compañeros [del Santo Profeta (sa)]. Cuando siguieron al Profeta (sa) de Dios y dieron prioridad a la religión sobre los asuntos mundanos, se cumplieron todas las promesas que les hizo Dios Altísimo. Al principio, los oponentes se burlaban de los Compañeros y decían que quienes tan siquiera podían salir de sus casas con libertad pretendían reinos. Sin embargo, cuando los Compañeros se afanaron en la obediencia al Mensajero (sa) de Al’lah, obtuvieron todo lo que no habían sido capaces de obtener desde antaño”.

Así pues, debemos tener siempre presente que sólo las enseñanzas del Sagrado Corán pueden honrarnos con el éxito. Sólo prosperaremos si nos atenemos a las enseñanzas del Corán y, además, nos esforzamos por acercarnos a Dios Altísimo.

Hazrat Abu Musa (ra) narra que el Santo Profeta (sa) dijo: “El ejemplo de un creyente que lee el Corán y actúa según sus enseñanzas es como una fruta que no sólo tiene buen sabor sino también una hermosa fragancia. El ejemplo de un creyente que no lee el Corán sino que actúa según sus enseñanzas (es decir, lo oye de aquí y de allá y luego actúa según ellas) es como un dátil que sabe bien, pero no tiene fragancia. El ejemplo de un hipócrita que lee el Corán es como una planta que huele bien pero sabe amarga. Y el ejemplo del hipócrita que no lee el Corán es como una fruta amarga, que huele mal y sabe amarga”.

Por consiguiente, se explica que uno debe recitar el Sagrado Corán y actuar según sus mandamientos después de comprenderlos. Sólo actuando en consecuencia llegaremos a ser como esa fruta que no sólo sabe bien, sino que también es fragante. Es un bello ejemplo.

Debemos recordar siempre que es inherente a la naturaleza humana comer repetidamente aquellas cosas que son deliciosas, fragantes y llenas de sabor y que proporcionan alegría. Del mismo modo, debemos desarrollar un ferviente anhelo por leer y comprender repetidamente el Sagrado Corán. Cuando lo hagamos, no sólo nos beneficiaremos nosotros mismos, sino que extenderemos sus bendiciones a nuestros hijos y a nuestro entorno.

En efecto, tales individuos son los que progresan en la rectitud, y los que actúan, en consecuencia alcanzan la guía. En última instancia, se convierten en benefactores para el mundo, y el mundo obtiene bendiciones de ellos. Tienen paz interior en su propia vida y se convierten en fuente de tranquilidad y armonía para los demás. Esos padres cumplen realmente con los derechos de sus hijos. Cumplen con los derechos de sus vecinos. Defienden los derechos de quienes les rodean en sus ámbitos profesional y social. Asimismo, cumplen sus responsabilidades dentro del sistema administrativo de la Comunidad sirviéndola de acuerdo con las enseñanzas del Sagrado Corán. También cumplen con los debidos derechos de su adoración. Y, como ya he dicho, cuando esos padres sirven de modelo para sus hijos, éstos naturalmente les consideran modelos a seguir. Del mismo modo, las esposas consideran a estos maridos como una norma ejemplar para sí mismas. Como resultado, en casa se cultiva un ambiente piadoso y virtuoso en el que las bendiciones de Dios Altísimo descienden sobre ellos y siguen emanando sin cesar.

De ahí que, si actuamos sobre las enseñanzas del Sagrado Corán alcanzaremos la verdadera guía, como Dios Altísimo ha prometido. Y cuando uno alcanza esta guía, será testigo de una transformación tan clara y distinta que provocará una revolución completa en sus vidas y esto es lo que Dios Altísimo ha declarado. De manera que, debemos prestar gran atención a la lectura del Sagrado Corán, a la comprensión de su significado y a la puesta en práctica de sus enseñanzas.

Además, Dios Altísimo afirma que incluso una persona que no recita regularmente el Sagrado Corán en casa, que no lee su traducción ni reflexiona profundamente sobre sus significados, pero que cuando escucha sus enseñanzas  [el Santo Profeta (sa) comentó esto] que cuando lo escucha de las gentes o cuando oye hablar del Corán en lecciones y conferencias y cuando recibe orientación por parte del sistema administrativo de la Comunidad sobre diversos mandamientos coránicos – se esfuerza por actuar conforme a ellos, entonces, aunque no experimenta el mismo deleite que quien lee personalmente el Sagrado Corán, se beneficia de él en cierta medida, extrayendo la fragancia espiritual de sus enseñanzas.

Por otra parte, quien se limita a leer el Sagrado Corán para aparentar, sin poner en práctica sus mandamientos, no obtiene ningún beneficio de él. Y en cuánto a quien no lee el Corán ni se adhiere a sus enseñanzas, tal persona lleva una vida que personifica la hipocresía. Su afirmación de ser musulmán no es más que una afirmación vacía, pues no actúa conforme a las enseñanzas del islam. De hecho, es imposible seguir verdaderamente las enseñanzas del islam sin adquirir primero conocimientos del Sagrado Corán, ni es posible hacerlo sin reflexionar sobre sus mandamientos.

De ahí, que debemos dar gran importancia al hecho de que no sólo tenemos que leer el Sagrado Corán, sino también actuar sobre sus enseñanzas para que podamos convertirnos en aquellos que consiguen su fragancia y aquellos que difunden su fragancia. No solo debemos tratar de beneficiarnos de su aroma , sino que también debemos esforzarnos por difundirla a los demás.

En una narración, Hazrat Anas (ra) relata que el Santo Profeta (sa) dijo: “Entre las personas, hay algunas que son consideradas como el pueblo de Dios”. El narrador dice: “Sobre esto, los Compañeros preguntaron: ‘¡Oh Mensajero de Al’lah! ¿quiénes son el pueblo de Dios?’. El Santo Profeta (sa) respondió: ‘La gente del Corán, aquellos que leen el Corán y actúan en consecuencia, son el pueblo de Al’lah’”.

El Mesías Prometido (as) afirma:

“Sólo tendrán éxito aquellos que sigan el Sagrado Corán. El éxito es inviable si uno abandona el Sagrado Corán”.

Hace algún tiempo, en mis sermones, proporcioné numerosas referencias de los escritos del Mesías Prometido (as) en relación con el Sagrado Corán. Fue una serie de sermones, y expliqué con gran detalle las diversas directrices que nos dio el Mesías Prometido (as). También las estoy describiendo brevemente ahora. El Mesías Prometido (as) afirma que el éxito no se puede lograr sin el Sagrado Corán. Si uno afirma ser musulmán pero no se aferra al Sagrado Corán, es decir, no se adhiere al Sagrado Corán, entonces no se puede lograr el éxito, independientemente de la afirmación de ser musulmán.

Así pues, cada ahmadí debe adoptar este método para alcanzar el éxito, lo que no sólo mejorará su fe, sino que también mejorará su vida en este mundo. Las disputas y la discordia entre los musulmanes de hoy, que se matan entre sí, lanzando acusaciones unos contra otros, los gobiernos luchan contra su propio pueblo, y el pueblo lucha contra los gobiernos, las matanzas y masacres, las rebeliones, …, todo esto es el resultado de no practicar el Sagrado Corán.

Aunque ambas partes pueden afirmar que siguen el Sagrado Corán, están muy alejadas de sus enseñanzas. Si realmente se adhirieran al Sagrado Corán, tales conflictos no surgirían. Para actuar sobre las enseñanzas del Sagrado Corán en esta era, Dios Altísimo ha enviado a Su representante. Sin embargo, no están dispuestos a aceptarlo. Si no lo aceptan, permanecerán privados de las bendiciones que Dios Altísimo ha enviado para nuestra guía.

El Mesías Prometido (as) afirma:

“Recordad, el Sagrado Corán es la fuente de las verdaderas bendiciones y el medio de salvación. Cometen un error propio aquellos que no practican el Sagrado Corán. Entre los que no practican en consecuencia, hay una categoría de personas que ni siquiera creen en él, ni lo consideran como la Palabra de Dios. Estas personas están muy alejadas [de sus enseñanzas]. Sin embargo, aquellos que creen que es la Palabra de Dios y el remedio curativo para la salvación, ¡qué sorprendente y lamentable es si no actúan en consecuencia! Muchos de ellos ni siquiera lo han leído en toda su vida.

Tales personas, que son tan descuidadas y negligentes con la Palabra de Dios, son como alguien que sabe que cierto manantial es extremadamente puro, dulce, fresco, y su agua es un elixir y cura para muchas enfermedades. Este conocimiento es cierto para él, sin embargo, a pesar de saberlo, y a pesar de tener sed y sufrir de diversas enfermedades, no va hacia él. ¡Qué desgracia e ignorancia por su parte! Debería poner su rostro en el manantial y disfrutar del agua refrescante y curativa. A pesar de este conocimiento, permanece tan distante de él como alguien que lo desconoce por completo. Se mantiene alejado de él hasta que la muerte llega acabando con su vida”. Tal persona nunca se da cuenta de las bendiciones del Sagrado Corán.

El Mesías Prometido (as) afirma además:

“La condición de esta persona es muy aleccionadora y nos transmite una advertencia. El estado de los musulmanes hoy en día se está convirtiendo así. Saben que el Sagrado Corán es la fuente de todo éxito, el mismo Libro sobre el que deben actuar, pero no le prestan atención”. A pesar de saberlo, no se preocupan por los mandamientos del Sagrado Corán.

El Mesías Prometido (as) continúa:

“Una persona que invita a otros con la mayor compasión y buena voluntad (es decir, refiriéndose a sí mismo), y esto no sólo debido a su compasión, sino también debido al mandato de Dios y como un deber de Él, sin embargo, es etiquetado como mentiroso y engañador. ¿Puede ser algo más lamentable?”

El Mesías Prometido (as) afirma además:

“De hecho, lo que los musulmanes deberían haber hecho, e incluso ahora es necesario, es considerar esta fuente como una magnífica recompensa, y deben valorarla. Su valor reside en actuar sobre sus enseñanzas. Entonces, verán cómo Dios Altísimo elimina sus aflicciones y dificultades. Si tan sólo los musulmanes entendieran y reflexionaran sobre el hecho de que Dios Altísimo les ha proporcionado un camino virtuoso, deberían transitar sobre él y beneficiarse de él”.

Tal como mencioné anteriormente, todos los diversos males que se están desarrollando entre los musulmanes se deben a que no aceptan ni se adhieren al Sagrado Corán; han abandonado el Sagrado Corán y sólo se aferran a su nombre. Lo tienen en sus manos, pero en la práctica lo han abandonado. Han prohíbido a los ahmadíes leer el Sagrado Corán en Pakistán, mientras que ellos mismos no lo practican. Aunque nos lo prohíben, no pueden eliminar las enseñanzas del Sagrado Corán de nuestros corazones, sin importar cuánto lo intenten. No pueden despojar nuestro amor [por el Sagrado Corán] de nuestros corazones.

Así pues, los ahmadíes deberían centrarse especialmente en este punto. Su negligencia [es decir, de los musulmanes no ahmadíes] y abandono de las enseñanzas del Sagrado Corán y su incapacidad para entender las palabras de quien está tratando de guiarlos, es la razón de su condición actual de malestar y desorden. Estas personas deben reflexionar y pensar, y si realmente consideran que el Sagrado Corán es la fuente de guía, entonces es esencial que actúen de acuerdo con sus mandamientos.

Se narra de Hazrat Suhaib (ra) que el Santo Profeta (sa) dijo: “Quien considere que lo que ha sido prohíbido en el Sagrado Corán es lícito no tiene fe en el Corán”. Esto significa que si alguien no presta atención a lo que Dios Altísimo ha prohíbido y no sigue los mandamientos del Sagrado Corán, entonces no importa cuánto afirme: “Toda alabanza es debida a Al’lah, soy musulmán”, su fe está vacía, es solo una mera afirmación. Dios Altísimo no se preocupa por esas personas. Estos individuos terminan dañando a otros, ya que están distantes de Dios Altísimo, violan los derechos de los demás, tal como he mencionado en el ejemplo anterior con respecto al estado actual de los musulmanes en el mundo de hoy. Son reyes, líderes y personas de diferentes  sectas; sin embargo, luchan entre sí. Los musulmanes se matan unos a otros, y los que profesan la misma Kalima (declaración de la Fe) se están aniquilan entre ellos.

Para evitar esto, es vital que estas personas reciban la verdadera guía del Sagrado Corán. El mayor deber ahora recae en los musulmanes ahmadíes en esta era, ya que deben actuar según sus enseñanzas y, por lo tanto, a través de sus acciones tienen que demostrar al mundo no musulmán cuáles son las verdaderas enseñanzas islámicas y cuales son los mandamientos del Santo Corán, mandamientos que promueven la paz, la seguridad y el amor. Son enseñanzas que llaman a la hermandad en la sociedad y al cumplimiento de los derechos de los demás.

En consecuencia, es esencial que los musulmanes ahmadíes presten especial atención a este asunto. Durante el mes de Ramadán, cuando lean el Sagrado Corán, debemos reflexionar sobre estos asuntos. Además, debemos esforzarnos durante todo el año para difundir continuamente sus enseñanzas.

En una narración, Ibn Abbas (ra) relata que Hazrat Gabriel (as) se acercó al Santo Profeta (sa) y le dijo: “Pronto llegará un momento en que surgirán muchas pruebas y adversidades”. Al escuchar esto, se preguntó: “¿Cuál será el medio de liberación de estas tribulaciones, ¡Oh Gabriel!?”. Él respondió: “El medio de liberación de estas pruebas es el Libro de Al’lah”.

De ahí que, como he enfatizado antes, es imprescindible que dirijamos nuestra atención hacia el Libro de Dios para protegernos a nosotros mismos y a nuestras futuras generaciones. Sólo entonces alcanzaremos la guía, nos protegeremos del desorden y la lucha, y comprenderemos los mandamientos divinos que Dios Altísimo nos ha revelado.

En una ocasión, el Santo Profeta (sa) dijo:

“Una persona que recita el Sagrado Corán abiertamente es como uno que da caridad abiertamente, y uno que lo recita encubiertamente es como uno que da caridad en secreto”.

Por consiguiente, también debemos tener en cuenta la narración que afirma que la caridad evita calamidades, peligros y adversidades. De manera que, la recitación del Sagrado Corán, cuando se hace con comprensión, será aceptada como caridad, y a través de sus bendiciones, uno permanecerá protegido contra todo tipo de pruebas.

En la época actual, cuando el mundo está sumido en el vicio; y la agitación y el desorden nos rodean por todos lados, debemos participar continuamente en esta forma de caridad recitando el Sagrado Corán, tanto abierta como privadamente. Al hacerlo, nos protegeremos de los problemas y dificultades y nos aseguraremos de adherirnos a las enseñanzas que Dios Altísimo ha prescrito para nosotros.

Hazrat Abu Hurairah (ra) relata que el Santo Profeta (sa) dijo:

“Solo hay dos personas para quienes la envidia (de carácter loable y no perjudicial) es permisible. El primero es aquel a quien Dios ha concedido el Sagrado Corán, y él lo recita día y noche. Una persona que lo ve desea: “¡Ojalá también se me concediera lo que se le ha dado, y que yo también pudiera hacer lo que él hace!”. El segundo es aquel a quien Dios Altísimo ha otorgado riqueza, y la gasta de la manera más apropiada. Una persona que lo admira desea: ‘¡Si tan solo se me hubiera dado lo que se le ha dado, y que yo también pudiera hacer lo mismo! (es decir, gastar en la causa de Dios Altísimo)’”.

Ahora, con respecto a la lectura del Sagrado Corán, hay ciertos modales que deben observarse. Aquellos que sienten admiración por una persona que recita el Corán no sólo la estiman por su lectura, sino también que la persona practica lo que lee. Y es por esto que siente esta envidia sana deseando poder comprender el Sagrado Corán de esta forma, y actuar de acuerdo con sus enseñanzas.

De manera similar, como se menciona en el Hadiz sobre la riqueza, es pertinente abordar la pregunta que algunas personas plantean: “¿por qué es necesario el sacrificio financiero?”

Dios Altísimo ha mencionado en el Sagrado Corán que es necesario ofrecer sacrificios financieros, y el Santo Profeta (sa) declaró que hay personas que admiran a quienes sacrifican su riqueza. Por lo tanto, esto también es un asunto de gran importancia. Si estudiamos cuidadosamente el Sagrado Corán, encontramos respuestas a las preguntas que surgen en los corazones de las personas sobre los sacrificios financieros y por qué son necesarios. Es un mandamiento de Dios Altísimo.

El Santo Profeta (sa) dijo en una ocasión:

“Quien no recita el Sagrado Corán con una voz melodiosa, refinando su recitación, no tiene relación con nosotros”.

Así pues, recitar el Corán con un tono agradable, de manera ordenada y mesurada, comprendiendo lo que se lee, también es esencial.

En una ocasión, el Mesías Prometido (as) dijo:

“Una persona debe leer con frecuencia el Sagrado Corán, y cada vez que se encuentre con un versículo de súplica, debe pedir en consecuencia (esto es lo que se entiende por ‘refinar’ o ‘adornar’ su recitación) de tal manera que cuando aparezca un versículo de súplica, se debe orar por las mismas bendiciones que se buscan en esa súplica. El Sagrado Corán contiene muchas oraciones suplicadas por los propios Profetas, por lo que un creyente también debe decir: “¡Oh Dios, concédeme las mismas bendiciones!”. De manera similar, cuando aparece un versículo que menciona el castigo, uno debe buscar refugio en Dios de tales consecuencias y abstenerse de las fechorías que llevaron a las naciones pasadas a la destrucción”. El Sagrado Corán menciona cómo varias naciones fueron destruidas por Dios Altísimo debido a sus caminos pecaminosos. Cuando nos encontramos con tales versículos, debemos buscar el perdón y esforzarnos por evitar esas transgresiones. Al hacerlo, naturalmente estaremos protegidos de muchos males.

En el mundo de hoy, particularmente bajo la influencia del entorno occidental, muchas nociones erróneas se infiltran en nuestras mentes y algunos de nosotros nos enredamos en comportamientos inapropiados. Sin embargo, al leer el Sagrado Corán, buscando el perdón y haciendo un esfuerzo consciente para evitar el mal, nuestras vidas se transformarán, quedando a salvo de tales vicios. El Mesías Prometido (as) enfatizó la importancia de evitar las fechorías que llevaron a la destrucción de las naciones del pasado.

Continúa diciendo:

“En ausencia de revelación divina, un método elevado que une a una persona con el Libro de Dios es la opinión de la persona, y que a veces puede resultar errónea. Cualquier opinión que contradiga las enseñanzas del Hadiz cae en la categoría de lo novedoso. Es mejor abstenerse de rituales e innovaciones, ya que alteran gradualmente la esencia de la ley religiosa. El mejor utilizar el tiempo dedicado a tales prácticas a reflexionar sobre el Sagrado Corán”.

Algunas personas insisten en encontrar “oraciones especiales” o piden súplicas específicas para recitar. Sin embargo, el Mesías Prometido (as) aconseja que lo mejor es leer el Sagrado Corán y reflexionar sobre él. La gente pregunta: “¿Qué oración deberíamos implorar? ¿Qué súplica debemos recitar?”. La respuesta del Mesías Prometido (as) es: “Enfocad y reflexionad sobre el Corán. Al hacerlo, estaréis a salvo de innumerables tribulaciones y dificultades. Llegaréis a entender la guía de Dios Altísimo y comprenderéis sus mandamientos divinos”.

El Mesías Prometido (as) afirma además:

“Lo que Dios Altísimo ha revelado en el Sagrado Corán es una forma especial de revelación divina otorgada al Santo Profeta (sa). Cualquier otra opinión más allá de esto puede ser errónea o falsa, independientemente de lo lógica que pueda parecer”. Una persona puede ofrecer un discurso intelectual aparentemente alineado con las enseñanzas del Sagrado Corán, pero – dado que tales ideas no son reveladas divinamente – carecen de la claridad y profundidad que proporciona el Sagrado Corán. En consecuencia, tales ideas pueden resultar engañosas y llevar a la gente por mal camino”.

El Mesías Prometido (as) también afirma:

“Si el corazón se ha endurecido, la única forma de ablandarlo es leyendo constantemente el Sagrado Corán. Dondequiera que se mencione una oración, el corazón de un creyente desea convertirse en receptor de esa misma misericordia divina. El Sagrado Corán es como un huerto; en un lugar, se  recoge un tipo de fruta y en otro se recoge otro tipo de fruta diferente. Es decir, se debe obtener un beneficio de cada lugar. ¿Qué necesidad hay de añadir cosas por propia voluntad? Si eso ocurre, se planteará la cuestión de por qué se han hecho adiciones. Actuad de acuerdo a los mandamientos del Sagrado Corán, y no creéis innovaciones”. No se deben adjuntar cosas adicionales a los mandamientos del Sagrado Corán. Continúa: “Aparte de Dios Altísimo, ¿quién tiene el poder de decir que si Sura Ya Sin se recita en una noche concreta, será una fuente de bendiciones, pero de lo contrario, no?”. Algunas personas dicen que si un determinado capítulo se recita de cierta manera, será una fuente de bendiciones; si se recita en un momento determinado, será una fuente de bendiciones; y si se recita de tal manera, entonces no habrá ninguna bendición. El Mesías Prometido (as) declara que todas esas cosas son erróneas. Esta [el Corán] es la Palabra de Dios Altísimo; no importa cómo lo leáis, pero si lo hacéis para entenderlo, para actuar en consecuencia, y con intenciones piadosas, sólo saldrán bendiciones en él.

Así pues, debemos analizar si es así como leemos el Sagrado Corán. ¿Cuántos de sus mandamientos implementamos? ¿Cuántas plegarias hay que, cuando las encontramos, nos esforzamos por pedirlas para nosotros mismos? ¿Cuántos males hay que, cuando se ordena protegernos contra ellos o cuando se mencionan, oramos para permanecer protegidos contra ellos? Solamente cuando hagamos ésto, nos beneficiaremos de las verdaderas enseñanzas del Sagrado Corán.

En una ocasión, el Mesías Prometido (as) declaró:

“Proclamo repetidamente y en voz alta que una persona que realmente ama el Sagrado Corán y al Santo Profeta (sa) y adopta una verdadera obediencia se convierte en alguien con dones milagrosos”. Dice: “Reflexionad sobre el Sagrado Corán. Lo comprende todo: detalles de lo que está bien y lo que está mal y las predicciones sobre el futuro. Entended bien que presenta una religión contra la cual no se puede lanzar ninguna acusación porque da bendiciones y frutos nuevos y frescos”. Continúa: “Es un honor reservado para el Sagrado Corán que Dios Altísimo haya mencionado en él la cura para cada enfermedad y ha desarrollado todas las capacidades. También ha enseñado cómo repeler cualquier maldad que se haya manifestado. Por lo tanto, continuad recitando el Sagrado Corán, continuad orando y esforzaos por modelar vuestra conducta de acuerdo con sus enseñanzas”.

Al mismo tiempo que llama la atención hacia la lectura del Sagrado Corán, el Mesías Prometido (as) afirma:

“Leed el Sagrado Corán y nunca perdáis la esperanza en Dios. Un creyente nunca se desespera; está entre las cualidades de los incrédulos desesperarse de Dios Altísimo. Nuestro Dios es Omnipotente. También leed la traducción del Sagrado Corán, ofreced oraciones con mucho cuidado y tratad de comprender su significado. Y haced plegarias también en vuestro propio idioma. No leáis el Sagrado Corán mientras lo consideréis un libro ordinario; más bien, leedlo mientras reconocéis que es la Palabra de Dios”.

Estas son las cosas sobre las que un creyente debe actuar. Cuando actuemos de esta manera, entonces, por la gracia de Dios Altísimo, nos beneficiaremos de las enseñanzas del Sagrado Corán, mejorando nuestras vidas y las vidas de nuestras generaciones futuras. Cuando esto suceda, entonces nos convertiremos en aquellos que logran el propósito de su creación y de sus vidas. Nuestras vidas serán exitosas al igual que las vidas de nuestros descendientes.

Así, durante estos días de Ramadán, especialmente cuando pongamos atención hacia el Sagrado Corán, también debemos prometer mantener siempre este enfoque y  leer conscientemente el Sagrado Corán; debemos centrarnos en actuar de acuerdo con el Sagrado Corán, y alentar a nuestros hijos a leer el Sagrado Corán. No bastará con hacer una ceremonia “Amín” para ellos. No, más bien para nosotros el Sagrado Corán servirá como el Libro que contiene un plan de acción completo y perfecto para nuestra plena guía y para mantenernos siempre en el camino recto y virtuoso. Cuando esto suceda, nuestras vidas siempre serán exitosas.

¡Que Dios Altísimo nos permita durante este Ramadán no solo recitar el Sagrado Corán, sino también esforzarnos por entenderlo y prometer que actuaremos en consecuencia, así como cumplir este juramento en el futuro, haciéndolo parte de nuestras vidas durante todo el año!

Resumen

Después de recitar Tashahhud, Ta’awwuz y Surah al-Fatihah, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba) dijo que por la gracia de Al’lah, estamos pasando por los segundo diez días de Ramadán.

Su Santidad (aba) dijo que Dios ha declarado que existe una conexión especial entre el Ramadán y el Sagrado Corán, al afirmar:

El mes de Ramadán es aquél en que se hizo descender el Corán como guía de la humanidad, con pruebas claras de dirección y discernimiento. (El Sagrado Corán, 2:186)

Su Santidad (aba) dijo que, por lo tanto, nuestra atención se ha centrado especialmente en recitar el Sagrado Corán durante el Ramadán. Cada año, el Ángel Gabriel (as) revisaba la totalidad del Sagrado Corán que había sido revelado hasta ese momento con el Santo Profeta (sa) durante el Ramadán. Y en el último año de la vida del Santo Profeta (sa), Gabriel (as) repasó todo el Corán dos veces con el Santo Profeta (sa) en el mes de Ramadán.

No basta con leer el Corán

Su Santidad (aba) dijo que durante el Ramadán, se organizan lecciones sobre el Sagrado Corán en las mezquitas, las oraciones del Tarawih (oración voluntaria de la tarde en congregación durante el Ramadán), y la recitación del Sagrado Corán se reproduce en MTA (Muslims Television Ahmadía), que todo el mundo debería escuchar. Sin embargo, para beneficiarnos realmente y cosechar las bendiciones, debemos comprender el Sagrado Corán y actuar en consecuencia. Para quienes no entiendan el árabe, existen traducciones del Sagrado Corán. También debemos escuchar las lecciones del Sagrado Corán, así como varios sermones de los Califas explicando el Sagrado Corán. Por lo tanto, sólo podemos beneficiarnos verdaderamente cuando intentamos actuar de acuerdo con el Sagrado Corán.

Su Santidad (aba) dijo que al principio del Sagrado Corán, Dios Todopoderoso dice:

Éste es un Libro perfecto; no hay duda en él; es una guía para los justos. (El Sagrado Corán, 2:3)

Su Santidad (aba) dijo que para ser verdaderamente justos y creyentes, Dios ha ordenado que actuemos de acuerdo con el Sagrado Corán. Entonces podremos ser considerados verdaderos creyentes y convertirnos en receptores de las bendiciones de Dios. Actuar de acuerdo con el Sagrado Corán nos permite ser justos y correctamente guiados.

Su Santidad (aba) citó al Mesías Prometido (as) quien dijo que las bendiciones del Sagrado Corán son las mismas que en el momento de su revelación al Santo Profeta (sa). Esta es, de hecho, una afirmación del Sagrado Corán, que sus bendiciones son continuas. Actuar de acuerdo con el Sagrado Corán ayuda a evitar caer en el camino del error.

Comprender el significado más profundo del Sagrado Corán

Su Santidad (aba) dijo que, según la práctica del Santo Profeta (sa), deberíamos esforzarnos por completar una lectura completa del Sagrado Corán durante el mes de Ramadán. Además, para aquellos que no entiendan el árabe, existen traducciones del Sagrado Corán que se pueden leer junto con el árabe, así como comentarios del Sagrado Corán. Debemos encontrar aspectos del Sagrado Corán sobre los que podamos actuar.

Su Santidad (aba) dijo que algunas personas piensan que el Sagrado Corán es un libro muy difícil. Sin embargo, Dios afirma:

En verdad hemos hecho el Corán fácil de entender y recordar. Mas ¿hay alguien que quiera recibir la amonestación? (El Sagrado Corán 54:18)

Su Santidad (aba) dijo que esta es la afirmación de Dios, el mismo Dios que creó a la humanidad y mejor conoce su naturaleza y capacidades. Ese mismo Dios dice que ha hecho fáciles las enseñanzas del Sagrado Corán, por lo que uno debe esforzarse por actuar de acuerdo con él. Quien lo haga, tendrá éxito. El Sagrado Corán esboza lo que se debe y no se debe hacer en la vida y las formas de adoración; ha dado directrices sobre la sociedad y los tratos sociales para que se puedan poner en práctica, conduciendo a una vida pacífica, un entorno pacífico y permitiendo a la gente alcanzar las bendiciones de Al’lah. Si entendemos esto, seguiremos recibiendo las bendiciones de Dios; el ambiente de nuestros hogares será pacífico y la sociedad que nos rodea será pacífica.

Su Santidad (aba) dijo que, como ahmadíes, somos afortunados por haber aceptado al Mesías Prometido (as), que vino como Juez y Arbitro Justo de la época. Él ha resaltado y descubierto los significados más finos y ocultos del Sagrado Corán. Sería lamentable que no aprovecháramos los significados del Sagrado Corán que nos ha explicado el Mesías Prometido (as) ni actuáramos de acuerdo con ellos. Si lo aprovechamos, nos prepararemos para el éxito. También están las explicaciones de los Califas, como la Gran Exégesis de Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra), Segundo Califa de la Comunidad Musulmana Ahmadía. Tales obras también están siendo traducidas a varios idiomas del mundo para que todos puedan entenderlas. Por lo tanto, todo el mundo debe aprovechar y no sólo afirmar que ama el Sagrado Corán, sino que también debe comprender sus significados y actuar de acuerdo con ellos.

Responsabilidad de los padres a la hora de inculcar el amor por el Sagrado Corán

Su Santidad (aba) dijo que los padres le traen a sus hijos para la ceremonia del Ameen (una breve lectura del Sagrado Corán para conmemorar la primera vez que un niño completa una lectura entera del Sagrado Corán). Aunque los padres han cumplido un aspecto de sus deberes al ayudar a sus hijos a completar su primera lectura del Sagrado Corán, también deben desarrollar en ellos un deseo duradero de leer el Sagrado Corán. Esto sólo puede suceder cuando los propios padres prestan atención a esto también para que los niños vean a sus padres recitando el Sagrado Corán y leyéndolo con traducción. De este modo, los padres también podrán responder a las preguntas básicas que les hagan sus hijos. Así, cuando los propios padres establecen un verdadero amor por el Sagrado Corán, entonces podrán inculcar el mismo amor a sus hijos.

Actuar según los mandamientos del Sagrado Corán

Su Santidad (aba) citó al Mesías Prometido (as), quien dijo que mucha gente ha olvidado el Sagrado Corán en esta época. Pero como parte de la promesa de Dios en la que Él dice: En verdad, Nosotros mismos hemos revelado esta Exhortación, y ciertamente seremos su Guardián. (El Sagrado Corán, 15:10). Dios envió al Mesías Prometido (as) para mostrar que las bendiciones del Sagrado Corán siguen vivas. Por lo tanto, debemos aprovechar estas bendiciones comprendiendo y actuando de acuerdo con el Sagrado Corán. Sólo el Sagrado Corán puede concedernos el verdadero éxito.

Su Santidad (aba) dijo que una vez, el Santo Profeta (sa) dijo que un creyente que lee y actúa según el Sagrado Corán es como una fruta que sabe y huele exquisita. Un creyente que no lee el Sagrado Corán pero actúa según sus enseñanzas es como un dátil que sabe bien pero no huele bien. Un hipócrita que lee el Sagrado Corán es como una planta fragante que sabe amarga. Y un hipócrita que no lee el Sagrado Corán es como una fruta que sabe amarga y tiene mal olor.

Su Santidad (aba) dijo que aquellos padres que actúan de acuerdo con el Sagrado Corán hacen justicia a la crianza de sus hijos. Estas personas hacen justicia a sus vecinos. Hacen justicia a ser miembros de esta Comunidad. Hacen justicia a su culto. Tales padres se convierten en verdaderos modelos para sus hijos. Las esposas admiran a esos maridos que actúan de acuerdo con el Sagrado Corán. En el hogar se crea un ambiente virtuoso. Por lo tanto, es actuando de acuerdo con las enseñanzas del Sagrado Corán que uno puede alcanzar la guía, resultando en un cambio revolucionario en la vida de uno.

Su Santidad (aba) dijo que sin actuar según el Sagrado Corán, no podemos actuar según las enseñanzas del Islam. Por lo tanto, según la narración del Santo Profeta (sa), debemos esforzarnos por convertirnos en aquellos que no sólo alcanzan la fragancia, sino que también la difunden.

Su Santidad (aba) citó al Mesías Prometido (as), quien afirma que el verdadero éxito se encuentra en el Sagrado Corán. Su Santidad (aba) dijo que en estos días, el malestar en el mundo musulmán por el que los musulmanes están muriendo a manos de otros musulmanes, los gobiernos están en desacuerdo con su pueblo, la gente está en contra de sus gobiernos, hay asesinatos y levantamientos; todo esto se debe a que se apartan de las enseñanzas del Sagrado Corán. Si actuaran de acuerdo con el Sagrado Corán, nada de esto ocurriría. Sin embargo, no están dispuestos a aceptar al enviado de Dios en esta era. Si no aceptan al Mesías Prometido (as), entonces no podrán encontrar el verdadero éxito arraigado en el Sagrado Corán. El Mesías Prometido (as) afirma:

‘Sólo triunfarán quienes sigan el Sagrado Corán. El éxito es imposible e inconcebible si se abandona el Corán. Esta gente persigue una esperanza imaginaria en busca del éxito. Tened ante vosotros los ejemplos de los compañeros. Cuando los compañeros siguieron al Profeta (sa) de Dios, la paz y las bendiciones de Al’lah sean con él, y dieron prioridad a la religión sobre los asuntos mundanos, todas las promesas que Al’lah Todopoderoso les hizo se cumplieron. Al principio, los opositores se burlaban de los compañeros y decían que aquellos que ni siquiera pueden salir de sus casas con libertad pretenden que se les den reinos. Sin embargo, cuando los compañeros se perdieron en la obediencia al Mensajero (sa) de Al’lah, la paz y las bendiciones de Al’lah sean con él, alcanzaron todo aquello de lo que habían estado privados durante mucho tiempo. Amaban el Sagrado Corán y al Mensajero de Al’lah, la paz y las bendiciones de Al’lah sean con él, y se esforzaban por obedecerle y seguirle, día y noche’.

Permanecer firmemente unidos al Sagrado Corán

Su Santidad (aba) dijo que en lugares como Pakistán, donde las verdaderas enseñanzas del Sagrado Corán han sido efectivamente abandonadas, también impiden a los ahmadíes recitar el Sagrado Corán. Deberían darse cuenta de que, hagan lo que hagan, no pueden eliminar el amor por el Sagrado Corán de los corazones de los ahmadíes. Los ahmadíes también deben ser conscientes de este hecho y, especialmente durante el mes de Ramadán, deben esforzarse por apegarse más al Sagrado Corán. El Santo Profeta (sa) declaró que para salvaguardarnos a nosotros mismos y a nuestras futuras generaciones, debemos apegarnos al Sagrado Corán. Del mismo modo, el Santo Profeta (sa) dijo que quien recita el Sagrado Corán ante los demás es como quien da limosna en presencia de otros. Una persona que recita el Sagrado Corán en secreto es como quien da limosna en secreto. Por lo tanto, debemos asegurarnos de mantener viva la limosna de recitar el Sagrado Corán, ya sea en público o en privado.

Su Santidad (aba) dijo que el Santo Profeta (sa) dijo que hay dos tipos de personas de las que está permitido sentir envidia: una a la que se le ha concedido el Sagrado Corán y lo recita día y noche y otra a la que se le da riqueza y la gasta donde debe gastarse (es decir, en el camino de Al’lah).

Su Santidad (aba) dijo que sobre el tema de la riqueza, también le gustaría responder a aquellos que cuestionan la necesidad de la Chanda (contribuciones financieras). El propio Sagrado Corán afirma que los sacrificios económicos son necesarios. El Santo Profeta (sa) también dijo que gastar dinero en el camino de Al’lah es algo que despierta la envidia de los demás. Por lo tanto, leyendo el Sagrado Corán uno recibe respuestas a sus preguntas.

Su Santidad (aba) citó al Mesías Prometido (as), quien dijo que uno debe esforzarse por recitar el Sagrado Corán de forma melodiosa y atenta. En otras palabras, cuando en el Sagrado Corán se menciona la oración, se debe rezar; cuando se menciona el castigo, se debe procurar estar protegido contra él. De este modo, estaremos protegidos contra muchos males y vicios. En el mundo occidental actual, muchos se dejan influenciar negativamente y se ven envueltos en vicios. Sin embargo, leyendo cuidadosamente el Sagrado Corán, podemos rezar para permanecer protegidos contra tales cosas. El corazón duro puede volverse blando leyendo el Sagrado Corán. El Sagrado Corán es como un huerto que tiene una plétora de diferentes tipos de frutas para elegir. Por lo tanto, debemos analizar si nos estamos beneficiando del Sagrado Corán y si seguimos sus mandamientos y rezamos para estar a salvo de sus castigos mencionados.

Su Santidad (aba) dijo que cuando pongamos en práctica las enseñanzas del Sagrado Corán, no sólo nos beneficiaremos nosotros mismos, sino también nuestras generaciones futuras, y estaremos trabajando para lograr el propósito mismo de nuestra creación. Por lo tanto, especialmente durante los días de Ramadán, cuando nos centramos en el Sagrado Corán, debemos jurar mantener esta atención en el Sagrado Corán y esforzarnos por actuar de acuerdo con sus enseñanzas. Nos esforzaremos por inculcar a nuestros hijos un amor duradero por el Sagrado Corán. Cuando lo hagamos, nuestras vidas seguirán siendo exitosas.

Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah nos permita no sólo recitar el Corán durante el Ramadán, sino también comprenderlo. Que hagamos el compromiso de actuar de acuerdo con esto, mantengamos este compromiso y lo convirtamos en parte de nuestras vidas durante todo el año.

Resumen preparado por The Review of Religions

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