El verdadero significado del Día del Mesías Prometido
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

El verdadero significado del Día del Mesías Prometido

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Sermon del Viernes

Después de recitar el Tashahud, el Taawuz y la Sura al-Fatiha, Su Santidad el Jalifa V del Mesías (aba) dijo:

Pasado mañana es 23 de marzo. En la historia de la Comunidad Ahmadía, el 23 de marzo tiene un gran significado, porque el 23 de marzo de 1889, el Mesías Prometido (as) sentó las bases de la Comunidad Ahmadía al iniciar el “Baiat” [juramento de lealtad]. Su advenimiento tuvo lugar exactamente de acuerdo con la promesa de Dios Altísimo y las profecías del Santo Profeta (sa). En aquella época, el barco del islam era extremadamente inestable y aún hoy el estado desde el punto de vista religioso de los musulmanes es lamentable. De hecho, incluso desde una perspectiva política y secular, su situación es muy desesperada, a pesar de que muchos países musulmanes son extremadamente ricos. Poseen la riqueza del petróleo; sin embargo, su importancia y su dignidad se han perdido por completo.

A pesar de ello, en el momento en que el Mesías Prometido (as) tomó el “Baiat”, él estaba extremadamente apenado al observar el estado del islam. Su corazón estaba lleno de agonía. El islam era continuamente atacado por otras religiones, especialmente por el cristianismo. No obstante, no había nadie para responderles. Incluso los eruditos musulmanes de la época estaban atemorizados. De hecho, esto provocó que cientos de miles de musulmanes abandonaran el islam y fueran atraídos en el regazo del cristianismo.

En ese momento, cuando este era el estado del islam y cuando el islam estaba siendo atacado de esta manera, fue Hazrat Mirza Ghulam Ahmad de Qadian (as) quien se puso de pie por mandato de Dios Altísimo y cumplió con su responsabilidad de defender el islam como un gran campeón de Dios. En respuesta a todas las religiones que estaban presentes en la India en ese momento -Arya Samall, Brahmu Samall, el cristianismo, otras creencias e incluso personas sin religión- y en respuesta a todos los que lanzaban ataques horribles contra el islam y el Fundador del islam (sa) en sus escritos y discursos, escribió una serie de libros extraordinarios (de hecho, incluso antes de tomar el “Baiat”) que se denominan Barahine-Ahmadía y son muy conocidos. Al principio, fueron cuatro volúmenes en los que argumentan poderosas respuestas a los enemigos del islam. Escribió la primera parte de este libro en 1880, luego en 1882 y luego en 1884. En este libro, plasmó argumentos irrefutables en relación a que el Sagrado Corán era de origen divino y un Libro único y en relación a que el Santo Profeta (sa) era un Profeta verdadero, sincero y  en el que se completa la finalidad del profetazgo. Junto con esto, también dijo que extendía un desafío a cualquiera que pudiera refutar estos argumentos. De hecho, dijo que incluso si pudieran refutar sólo un tercio, un cuarto o un quinto de sus argumentos respecto a los suyos propios, les daría una recompensa de 10.000 rupias, que era una suma enorme de dinero en aquella época. En todo caso, cuando hizo este anuncio y publicó estos libros, los demás musulmanes adquirieron cierto coraje al percatarse de que el islam era una religión sólida y la última religión y que no tenían por qué preocuparse ni atemorizarse ante la gente. Además, el pueblo y los eruditos de aquella época lo elogiaron enormemente.

Debido a este servicio prestado por el Mesías Prometido (as) al islam, algunos individuos incluso le pidieron que tomaran su “Baiat” [juramento de lealtad]. Sin embargo, como aún no había recibido una orden de Dios Altísimo, no aceptó el “Baiat” de nadie en aquel momento. Luego, cuando Dios le dio la directriz, inició el “Baiat” y así se estableció la comunidad de sinceros creyentes. Más tarde, Dios Altísimo le ordenó proclamar que él era el Mesías Prometido y Mahdi.

No obstante, antes del inicio formal del “Baiat”, el Mesías Prometido (as) publicó un anuncio el 1 de diciembre de 1888 bajo el título “Tabligh”. En él, el Mesías Prometido (as) afirmó:

“Otro mensaje que deseo transmitir a la gente en general, y a mis hermanos musulmanes en particular, es que se me ha ordenado tomar un juramento de lealtad (“Baiat”) a los buscadores de la verdad que desean adquirir la verdadera fe y la pureza, y anhelan encontrar el camino hacia el amor de Dios, y quieren abandonar una vida repugnante, perezosa y rebelde. Quienes encuentren en sí mismos la voluntad de actuar de esta forma, es necesario que vengan a mí. Yo seré quien les consuele y haré lo mejor que pueda para aliviar sus carga. Dios le sbendecirá a través de mis oraciones y mi atención, siempre que estén dispuestos en corazón y alma a cumplir Sus condiciones. Éste es un mandato divino que os transmito por la presente. Las palabras exactas de la revelación en árabe son las siguientes:

[árabe]

“Cuando hayas decidido un asunto, confía en Dios y construye el Arca ante Nuestros ojos y según Nuestras instrucciones. Quienes entran en un pacto contigo entran en un pacto con Dios. La mano de Dios está sobre sus manos”.

Con esto, Dios Altísimo también manifestó diversas señales, tanto terrenales como celestiales. Entre los signos celestiales figuraban los eclipses de Sol y de Luna, respecto de los cuales el Santo Profeta (sa) profetizó que eran una señal especial de la llegada de su Mahdi, que estaba destinado a aparecer en unas fechas específicas durante el mes de Ramadán. Apareció en el hemisferio oriental en 1894 y en el hemisferio occidental en 1895. Muchos individuos justos fueron testigos de esta señal y aceptaron al Mesías Prometido (as).

En referencia a este aspecto, me gustaría mencionar que también en este Ramadán se han producido o se prevé que se produzcan eclipses tanto lunares como solares. La Luna se ha eclipsado, y el Sol pronto se eclipsará, y ocurrirán en las mismas fechas [que la profecía]. Es posible que estos eclipses sigan produciéndose en el futuro. No obstante, los eclipses lunares y solares que aparecieron en el tiempo del Mesías Prometido (as) y tuvieron lugar después de su proclamación, tienen su propio significado distintivo. Había buscado una distinción clara y una señal de Dios Altísimo, y luego Dios Altísimo se la mostró. Algunos ahmadíes también señalan estos eclipses recientes como señales. [Sin embargo, a este respecto] Al’lah sabe mejor [sobre lo ocurrido]. Sin embargo, si se consideran como signos, deberían valorarse como la continuación de aquel signo en el que se hizo la afirmación hace 135 o 136 años.

Deseo aclarar que el eclipse durante su época apareció tanto en el hemisferio oriental como en el occidental, mientras que el eclipse de este año está ocurriendo predominantemente en el occidental. Por tanto, no podemos equiparar la importancia de este eclipse con el que tuvo lugar durante esa época. Además, el eclipse de este año cubre sólo una pequeña parte, lo que significa que alrededor del 25-30% del Sol estará eclipsado, mientras que durante el tiempo del Mesías Prometido (as), el eclipse cubrió entre el 75-100%. De hecho, cuando comenzó a aparecer inicialmente y se le mostró el eclipse al Mesías Prometido (as), comentó que si bien lo había presenciado, los oponentes no se verían afectados ni conmovidos por él. No obstante, el eclipse fue cubriendo poco a poco y finalmente se produjo el eclipse solar. En todo caso, lo he mencionado aquí con referencia a este signo.

El 12  de enero de 1889, el Mesías Prometido (as) publicó un anuncio titulado “Takmil-e-Tabligh”, en el que estableció diez condiciones del “Baiat” [juramento de lealtad]. Como sabemos, la Comunidad Ahmadía se fundamenta en diez condiciones del “Baiat”, y es esencial que un ahmadí actúe conforme a ellas y las acepte de todo corazón. Respecto a ésto, el Mesías Prometido (as) instruyó que quien hace el “Baiat” debe afirmar: “Me abstendré del Shirk [asociación de cualquier copartícipe con Dios] hasta el día de mi muerte. Me mantendré alejado de la falsedad, de la fornicación, de las transgresiones de las miradas, del adulterio, del libertinaje, de la disipación, de la crueldad, de la deshonestidad, de la maldad y de la rebelión; y no me dejaré llevar por las pasiones, por fuertes que sean”.

El Mesías Prometido (as) también instruyó que uno debe afirmar: “Prestaré plena atención a las oraciones diarias y las ofreceré de acuerdo con los mandamientos de Dios y del Santo Profeta (sa); y trataré de ser regular al ofrecer las oraciones de Tahayud [oraciones supererogatorias antes del amanecer]; pediré perdón por mis pecados (es decir, realizaré “istighfar”), que bajo el impulso de ninguna pasión, no causaré daño alguno ilegítimo a la humanidad, ni con mi lengua ni con mis manos, que permaneceré fiel a Dios en todas las circunstancias de la vida y permaneceré resignado al decreto de Al’lah”.

El Mesías Prometido (as) entonces instruyó: “Me someteré completamente a la autoridad del Sagrado Corán (es decir, me esforzaré por buscar y actuar según todos los mandamientos del Sagrado Corán, y me abstendré de aquello que Dios Altísimo ha prohíbido); y haré de la palabra de Dios y de los dichos del Santo Profeta (sa) el principio rector en cada paso de mi vida. Pasaré toda mi vida en humildad, alegría, paciencia y mansedumbre y abandonaré por completo el orgullo y la vanidad. Consideraré la fe, el honor de la fe más preciados para mí que mi riqueza y mi vida. Me esforzaré por beneficiar a la humanidad con lo mejor de mis capacidades y poderes.

Observaré este juramento de lealtad al Mesías Prometido (as) hasta el día de mi muerte, prometiendo obediencia a él en todo lo bueno (es decir, cualquier instrucción que él dé basada en la Sharia, – el Mesías Prometido (as) no podía dar ninguna instrucción fuera de la Sharia-. Así que siempre me atendré a ellos, porque el Mesías Prometido (as) vino a propagar la religión del Santo Profeta [sa]).

Ejerceré una devoción tan alta en la observancia de este vínculo con el Mesías Prometido (as) como no se puede encontrar en ninguna otra relación mundana”.

Así pues, este es un resumen de las condiciones del “Baiat” que acabo de mencionar. Muchas personas sinceras hicieron el “Baiat” bajo estas condiciones, y hasta el día de hoy, continuamos prometiendo lealtad bajo estas condiciones. Debemos reflexionar si realmente estamos actuando según todos estos aspectos que acabo de mencionar; esto nos sirve de recordatorio.

Es por eso que, por la gracia de Dios Altísimo, la Comunidad Ahmadía tiene un gran número de miembros sinceros que no sólo defienden estas condiciones sino que están siempre dispuestos a sacrificar sus vidas, su riqueza, su tiempo y su honor. Permanecen siempre dispuestos a defender la grandeza de la religión y se esfuerzan por difundir el mensaje del islam al mundo en la medida de sus posibilidades. Tal y como nos ha instruido el Mesías Prometido (as), debemos esforzarnos por llevar a cabo la misión de predicar el islam y elevar nuestro amor por el Santo Profeta (sa) a su más alto nivel.

La profundidad del amor que el Mesías Prometido (as) tenía en su corazón por el Santo Profeta (sa) queda plasmada en uno de sus escritos. Él afirma:

“Siempre me pregunto con extrañeza cuál era el estatus de este Profeta árabe, cuyo nombre era Muhammad (miles de bendiciones y paz sean sobre él). Uno no puede entender el límite de su elevado estatus, y no se le ha dado al hombre la capacidad de estimar correctamente su influencia sagrada. Es una lástima que su rango no haya sido reconocido como se debiera. Fue el Campeón que devolvió al mundo la Unidad de Dios, que había desaparecido del mundo; amó a Dios en extremo, y su alma se derritió de simpatía por la humanidad. Por eso, Dios, que conocía el secreto de su corazón, lo exaltó por encima de todos los profetas y de todos los primeros y los últimos y le concedió en vida todo lo que deseaba. Él es la fuente de toda gracia, y una persona que reclama cualquier superioridad sin reconocer su gracia (es decir, si alguien hace cualquier reclamo de piedad sin reconocer su gracia) no es un hombre, sino que es el engendro de Satanás, porque al Santo Profeta (sa) se le ha otorgado la llave de toda exaltación”. De este modo, en innumerables ocasiones, el Mesías Prometido (as) ha hablado del elevado rango del Santo Profeta (sa).

Del mismo modo, en una ocasión el Mesías Prometido (as) declaró:

“El hombre que en su ser y sus atributos y sus acciones y a través de sus facultades espirituales y santas dio un ejemplo de perfección, en conocimiento, acción y en sinceridad y firmeza, y fue llamado el hombre perfecto. El hombre que fue más perfecto como hombre y como Profeta, y vino con plenas bendiciones, y que a través de un renacimiento y resurrección espiritual manifestó el primer Juicio en el mundo y revivió a un mundo muerto, ese Profeta bendito, el Sello de los Profetas, el líder de los justos, el orgullo de los Profetas, fue Muhammad, el elegido (la paz y las bendiciones de Al’lah sean con él). ¡Señor nuestro, haz descender sobre ese amado Profeta la misericordia y la bendición que no has hecho descender sobre nadie desde el principio del mundo!”.

Por eso, por ese amor al Santo Profeta (sa), Dios Altísimo le encomendó la tarea de resucitar el islam. Ahora, él es el único que cumplirá esta tarea y Dios Altísimo le dijo que por su amor y devoción también le confirió el rango de ser el Mesías Prometido y Mahdi y le ordenó que lo anunciara. Dios Altísimo le dijo que cumpliría Su promesa de revivir el islam en los últimos días y que este deber le había sido encomendado a él. Éstos eran los objetivos para los que el Mesías Prometido (as) fue comisionado, e hizo verdadera justicia al cumplirlos. Aconsejó a la Comunidad y dijo que, habiéndole jurado lealtad, debían recordar que Dios Altísimo dijo que el Mesías Prometido iría acompañado de gente semejante a los Compañeros del Santo Profeta (sa). Cuando esto es lo que Dios Altísimo ha declarado, entonces aquellos que pactamos su lealtad, jurando defender el honor del Santo Profeta (sa), defender el honor del islam y propagar el islam a todos los rincones del mundo, entonces deberemos adoptar las cualidades de los Compañeros de Santo Profeta (sa).

En una ocasión, el Mesías Prometido (as) se explayó sobre esta cuestión:

“Reflexionad sobre los sacrificios realizados por los Compañeros de nuestro Guía Perfecto, por el amor a Dios y a Su Mensajero. Fueron exiliados, perseguidos, obligados a soportar todo tipo de desgracias y dieron su vida. A pesar de ello, siguieron avanzando con sinceridad y devoción. ¿Qué era lo que les hacía tan devotos? Era el rayo del fervor de ese verdadero amor divino que había penetrado en sus corazones. Por lo tanto, no importa con qué profeta uno lo compare, el Santo Profeta (sa) no puede ser igualado, ya sea con respecto a su enseñanza, su purificación de las almas, enfriando los corazones de sus seguidores hacia el amor por el mundo, o sacrificando valientemente la sangre en aras de la verdad”.  Demostraron una devoción sin igual.

El Mesías Prometido (as) continúa diciendo:

“Este es el rango de los Compañeros del Santo Profeta (sa). Además, el amor y el afecto mutuos que existían entre ellos han sido ilustrados por Dios en dos frases:

Árabe

[‘Pues Él ha unido sus corazones en el afecto. Si hubieses gastado todo lo que hay en la tierra, no hubieras podido unir sus corazones en el afecto, pero Al’lah sí que los ha unido a todos en él’].

En otras palabras, el afecto entre ellos nunca podría fomentarse aunque se hubiera gastado una montaña de oro con este fin”.

El amor y el afecto que Dios Altísimo estableció entre ellos no podría haberse establecido de otro modo aunque se co centraran montones de riquezas. Este es un amor establecido por Dios Altísimo debido a su sinceridad, devoción y al hecho de que estaban dispuestos a sacrificar sus vidas por el Santo Profeta (sa) y el islam.

El Mesías Prometido (as) afirma:

“Ahora otra Comunidad es la del Mesías Prometido, que ha de desarrollar en sí misma el color de los Compañeros”.

Este fue el modelo que nos puso delante el Mesías Prometido (as), que al seguir este ejemplo, si hemos jurado lealtad al Mesías Prometido (as), entonces el Mesías Prometido (as) venía a cumplir la misión del Santo Profeta (sa). De ahí que dijera que esta Comunidad debía adoptar el color de los Compañeros. Los Compañeros conformaban una comunidad piadosa, y el Sagrado Corán está repleto de sus alabanzas.

El Mesías Prometido (as) dice: “¿Sois vosotros como ellos?” (nos pregunta si somos como ellos).

El Mesías Prometido (as) afirma:

“Dios dice que las personas que acompañarán al Mesías Prometido estarán hombro con hombro con los Compañeros. Los Compañeros fueron aquellos que sacrificaron sus riquezas y abandonaron sus hogares en el camino de la verdad. Ellos lo sacrificaron todo”.

El Mesías Prometido (as) afirma:

“La mayoría habrá oído el incidente de Hazrat Abu Bakr (Dios esté complacido con él). En una ocasión, cuando se ordenó a la gente que sacrificara sus riquezas en el camino de Dios, trajo todas las posesiones que tenía en casa. Cuando el Noble Mensajero (sa) le preguntó qué había dejado en casa, dijo: ‘He dejado a Dios y a Su Mensajero (sa) en casa'”.

Esta era la pasión que mostraron aquellos, un ejemplo del cual se encuentra en la vida de Hazrat Abu Bakr Siddiq (ra).

El Mesías Prometido (as) continúa:

“Aquellas personas fueron martirizadas en la causa de Dios. Para ellas, se decretó (tanto si fueron martirizadas físicamente como si se derramó su sangre – tan sólo sus sacrificios les otorgaron el rango de mártires -) que el Paraíso yacía bajo la sombra de las espadas (siempre estaban dispuestas a estar bajo las espadas). Pero nosotros no nos enfrentamos a circunstancias tan difíciles porque para nosotros se ha decretado que:

Árabe

es decir, “no habría guerra en la era del Mahdi”.

Por lo tanto, debemos aprovechar las pocas oportunidades de sacrificio que Dios Altísimo nos ha dado. Para ello, debemos cumplir nuestro compromiso de sacrificar nuestra vida, nuestra riqueza y nuestro tiempo. Habiendo expresado el mayor amor por el Mesías Prometido (as) jurándole lealtad porque es el representante del Santo Profeta (sa), entonces debemos actuar también según esta declaración.

El Mesías Prometido (as) impartió muchos consejos a la Comunidad. Dijo que si le hemos jurado lealtad, entonces él exige algo para que hagamos justicia a esta promesa. ¿Qué exige? El Mesías Prometido (as) dijo que debemos leer el Sagrado Corán, pero no como un libro de cuentos. Si queremos hacer justicia a nuestro juramento de fidelidad, la primera condición es leer el Sagrado Corán, pero no como un libro de cuentos o como meras fábulas; hay que leerlo con comprensión. En el sermón anterior, llamé la atención sobre la lectura del Sagrado Corán y presenté dichos y consejos del Santo Profeta (sa).

El Mesías Prometido (as) se explayó sobre esta cuestión y puso de relieve la situación de la gente:

“Ahora podéis ver con vuestros propios ojos cómo la gente recita melodiosa y bellamente el Sagrado Corán, pero el Corán no traspasa más allá de sus gargantas”. Su recitación puede ser excepcional, pero son incapaces de entender el mensaje. A pesar de recitarlo bien, son ajenos a sus significados. Todo lo que poseen son bellas voces.

Además, afirma:

“Por lo tanto, el Sagrado Corán, que también recibe el nombre de ‘El Recordatorio’, llegó en el período inicial para recordar a la gente las verdades ocultas y olvidadas y las cualidades innatas en el hombre (para todos los tiempos venideros – en el pasado y en el presente- el Corán ha sido revelado para desvelar verdades). En esta época también ha venido un maestro. Considerando la firme promesa hecha por Dios Altísimo:

[árabe]

“Y ciertamente seremos Su guardián ”

Incluso en la época actual ha venido del Cielo un maestro que es el Esperado, en cumplimiento del versículo siguiente:

Árabe

“Y a otros de entre ellos, que aún no se les han unido”.  “Ese hombre es el que os habla ahora”.

El Mesías Prometido (as) afirma además:

“Vuelvo ahora a la profecía del Santo Profeta Muhammad (sa) precisamente sobre esta época, en la que la gente recitaría el Corán, pero no trascendería más allá de sus gargantas”.

Además, afirma:

“Nuestros oponentes, es decir, aquellos que menosprecian las promesas de Dios Altísimo (no sólo nuestros oponentes, sino aquellos que niegan por completo las promesas de Dios) y no ponen atención a las enseñanzas del Santo Profeta (sa) son desafortunados”. Estas personas afirman comprender el Corán, pero carecen de una acción práctica. Afirma: “Es realmente lamentable que cuando alguien intenta aconsejarles sincera y compasivamente, no hagan ningún esfuerzo por comprender”. Si el enviado para guiarles, mostrarles amabilidad y cuidar de ellos intenta aconsejarles, no prestan atención.

El Mesías Prometido (as) dice:

“Si deciden no esforzarse por comprender, es su elección, pero al menos deberían escuchar lo que dice y cesar en su oposición innecesaria”. No obstante, ¿por qué iban a escuchar? No les queda otra opción dado que no pueden escuchar, ya que escuchar requiere oídos atentos y capacidad de oír. Sólo entonces se puede escuchar de verdad. Dios Altísimo insta a la paciencia y al pensamiento positivo, y sin embargo esta gente se niega a ejercitar estas virtudes; su intención es únicamente la oposición”.

El Mesías Prometido (as) afirma:

«Si Dios no hubiera tornado Su gracia hacia la Tierra, el islam sería considerado hoy, como las demás religiones, un mero cuento o una tradición muerta. Una religión sin vida no puede impartir vida a los demás, pero el islam sigue estando hoy preparado para dar vida. A pesar de ello, la práctica constante de Dios es que Él realiza Sus obras a través de medios, aunque estos medios puedan o no ser visibles para las personas. No obstante, Dios Altísimo utiliza tales medios independientemente de la percepción humana. Sin duda, existen recursos. Del mismo modo, las luces celestiales descienden y adoptan la forma de medios materiales”. La luz divina que desciende de Dios Altísimo se transforma en diversas formas y diversos medios para cumplir Su propósito.

El Mesías Prometido (as) afirma además:

“Cuando Dios Altísimo encontró la era del Santo Profeta (sa) sumida en la oscuridad y el extravío, con oscuras nubes de maldad y oscuridad barriendo la tierra en todas direcciones, Él levantó al Santo Profeta (sa) brillando como una luminosa lámpara desde las montañas de Parán, para disipar la oscuridad, y transformar el extravío en guía y virtud”.

Así, el Mesías Prometido (as) dice:

“He aparecido en esta época porque, con el paso del tiempo, las acciones de los clérigos, de la gente y de los musulmanes, han tratado de debilitar esa luz original, y aunque no pueda ser debilitada, se ha oscurecido de la percepción. Dios Altísimo me ha enviado para demostrar al mundo que esta luz aún brilla. Si deseáis ser testigos de esta luz, miradla a través de mis ojos. Dios Altísimo me ha erigido como un medio para ello. En verdad soy enviado de Dios Altísimo; aceptadme si lo deseáis o rechazadme, si así lo deseáis. La decisión es vuestra. Sin embargo, no hay duda de que soy enviado de Dios Altísimo. Estoy absolutamente convencido de ello, al igual que quienes me siguen. Dios Altísimo me ha enviado en completa sumisión al Santo Profeta (sa)”.

El Mesías Prometido (as) afirma además:

“En tiempos de oposición contra el islam, el Movimiento establecido por Dios Altísimo sería, en efecto, el Movimiento del Mesías Prometido. Para contrarrestar la oposición y revivir el islam, el movimiento establecido pertenecería sin duda al Mesías Prometido. Por lo tanto, en el Hadiz, a través de Su Profeta (sa), Dios nombró al Mesías Prometido como “el Rompedor de la Cruz”. En realidad, cada Reformador es enviado para rectificar el desorden específico que prevalece en su época. Si se contempla con sinceridad, resulta evidente que los escritos y discursos a favor del concepto cristiano de salvación mediante la Cruz han alcanzado niveles tan inauditos que la historia no registra una defensa tan ferviente de la falsedad en ninguna otra época. Los escritos de quienes apoyan esta corrupción difundida por la Cruz han sobrepasado sus límites; el mensaje cristiano llegó a todas partes”. En aquella época, como ya he mencionado, su mensaje se difundía por todas partes. Los propios musulmanes adoptaron rápidamente el cristianismo. Nunca se había trabajado tan intensamente como entonces. Así, para contrarrestarlo, Dios Altísimo envió al Mesías Prometido.

Además afirma:

“Se han hecho ataques severos, crueles y falsos contra el verdadero concepto del “Tauhid” (la Unicidad de Dios), la castidad, el honor y la veracidad del Santo Profeta (sa), y el origen divino del Libro de Dios. Ante tal hostilidad, ¿no debería el honor de Dios exigir el advenimiento del “Rompedor de la Cruz” en estas circunstancias?”. De hecho, según la promesa de Dios, esa persona estaba destinada a aparecer precisamente durante esa crisis. Aunque el cristianismo no tenga hoy el mismo predominio que antes, los ataques contra la castidad, el honor y la dignidad del Santo Profeta (sa) y las agresiones contra el Sagrado Corán continúan. En la actualidad, individuos de diversos grupos, incluidos ateos, laicistas, oponentes al islam y seguidores de otras religiones, participan descarada y ofensivamente en estos ataques. Incluso hoy en día, sigue siendo responsabilidad de la Comunidad del Mesías Prometido (as) refutar a estas personas con decisión, ofrecer respuestas razonadas, defender el honor, la castidad y la veracidad del Santo Profeta (sa), y desempeñar un papel vital en la protección del Sagrado Corán.

El Mesías Prometido (as) afirma: “¿Ha olvidado Dios Altísimo Su promesa,

Árabe

“En verdad, Nosotros mismos hemos revelado esta Exhortación, y ciertamente seremos Su guardián”.

Recordad, las promesas de Dios son verdaderas (Dios Altísimo prometió que, tal como reveló el Sagrado Corán, lo protegería; Dios es fiel a Su palabra). De acuerdo con Su promesa, Él ha enviado a un Amonestador de acuerdo con Su promesa, pero el mundo no lo aceptó. Dios seguramente lo aceptará y manifestará poderosamente su veracidad. Declaro solemnemente que soy el Mesías Prometido, enviado por Dios en cumplimiento de Su promesa. Aceptadme o rechazadme como queráis, pero vuestro rechazo no logrará nada. El decreto de Dios Altísimo prevalecerá ciertamente, como Él ya ha declarado en Barahin-e-Ahmadía:

[árabe]

“Dios y Su Mensajero dijeron la verdad, y esta promesa estaba destinada a cumplirse”.

Por lo tanto, es vital que la veracidad del Mesías Prometido (as) se extendiera por todo el mundo y, en realidad, lo hará, porque él vino en sumisión al Santo Profeta (sa) con el fin de propagar la religión traída por él, que iba a ser la religión final. Dios Altísimo ha enviado esta religión y Él hará que se extienda por todo el mundo, independientemente de si hay oposición por parte de musulmanes o no musulmanes; su oposición está destinada a fracasar.

El Mesías Prometido (as) afirma que se alega que ¿por qué fue enviado? Muchos musulmanes formulan esta acusación. El Mesías Prometido (as) responde diciendo que, ¿acaso las obras de los musulmanes no justifican que se envíe a un Reformador? Los clérigos religiosos que alzan la voz para preguntar por qué fue enviado el Mesías Prometido (as), deberían reflexionar sobre sus propios actos. Sus propias acciones justifican [la necesidad de un Reformador]. Profundizando en esta cuestión, el Mesías Prometido (as) afirma que si las acciones de las personas que se autodenominan musulmanas son realmente dignas de llamarse buenas acciones, entonces ¿por qué no producen resultados positivos?

El Mesías Prometido (as) afirma:

“Esta gente no comprende ésto y afirma: ¿qué hay en nosotros que no sea islámico? Proclamamos [dicen los musulmanes]:

Árabe

“Nadie es nadie digno de ser adorado excepto Al’lah”

De la misma manera, observamos las oraciones, ayunamos durante los días de Ramadán y pagamos el “Zakat”. Sin embargo, declaro que todas estas acciones suyas no son buenas acciones en el verdadero sentido. Son una mera cáscara vacía en el centro (son como una cáscara que está hueca). Porque si sus acciones fueran buenas acciones en el sentido más profundo, ¿por qué no producen resultados positivos?”.

Dios Altísimo ha prometido que las buenas acciones producen resultados positivos, pero ¿por qué no sucede así? ¿Acaso la lamentable condición de los musulmanes de esta época no es un indicio de que algo anda mal, y muestra que hay alguna deficiencia debido a la cual la promesa de Dios Altísimo no se está cumpliendo? Afirma que las obras buenas pueden llevarse a cabo si están libres de cualquier corrupción y adulteración. Pero, ¿dónde encontrar esas cualidades en estas personas?”. Afirman que rezan y ayunan, pero carecen de rectitud. Deben evaluar sus propias condiciones, y llegarán a saber si están impregnados o no de estas maldades.

El Mesías Prometido (as) afirmó que las condiciones de la época indicaban la necesidad de un Reformador. De hecho, este es precisamente el eslogan que lanzan; algunos lanzan el eslogan de que necesitamos un Reformador. Viendo el estado del mundo musulmán, hay una necesidad imperiosa de que alguien venga a reformarlos, pero no aceptan al que ha sido enviado por Dios Altísimo.

En una ocasión, el Mesías Prometido (as) declaró que la forma en que los cristianos han lanzado ataques [contra el islam] o la embestida de seguidores de otras religiones o ateos y la forma en que los musulmanes están siendo víctimas de estos ataques por lo que se están alejando de la religión, hace necesario que venga un Reformador para guiar a la gente hacia el camino correcto. El Mesías Prometido (as) ha afirmado que él es el Reformador enviado por Dios Altísimo en esta era.

El Mesías Prometido (as) afirma:

“Aunque no tuviera ningún argumento en mi apoyo, los musulmanes deberían haber vagado frenéticamente en busca del Mesías y haber preguntado por qué no ha aparecido todavía el Mesías (aunque el Mesías Prometido (as) no hubiese presentado ningún argumento a su favor, aun así los musulmanes deberían haber salido en su busca habiendo sido testigos de las condiciones de aquella época). Los musulmanes deberían haberle llamado para resolver sus disputas, pues su propósito era romper la Cruz (cuando el Mesías iba a aparecer debía refutar al cristianismo, debía refutar a los ateos y a la gente sin religión. Esta era precisamente la necesidad del momento en la época en que el Mesías Prometido (as) hizo su reivindicación, y lo mismo ocurre hoy). Por eso, nos dice, que se le llamó el “Mesías Prometido”.

Si el clero musulmán tuviera en cuenta el bienestar de la humanidad, sin duda no habría actuado de esta manera, como están actuando con nosotros. Se habrían dado cuenta de que no se consigue nada promulgando edictos contra mí. Cuando Dios dice que una cosa debe completarse, ¿quién tiene poder para decir que no va a ser así? En cierto modo, nuestros adversarios son nuestros servidores y ayudantes, porque transmiten nuestro mensaje a Oriente y Occidente. La oposición a la que nos enfrentamos es también un medio de propagar nuestro mensaje y una fuente importante de “Tabligh” para nosotros. Por lo tanto, por mucho que intenten destruir la Comunidad del Mesías Prometido (as), esos mismos esfuerzos se convierten en medios para propagar su mensaje.

Al respecto, el Mesías Prometido (as) afirmó:

“Dios, el Exaltado, es más Misericordioso que una madre compasiva. Él no desea que Su creación se desperdicie. Él os revela los caminos de guía y luz. Pero para recorrer estos caminos, debéis usar la razón y purificar vuestras almas. Así como la siembra no ocurre hasta que se prepara la tierra para ararla, el verdadero intelecto no puede descender del Cielo hasta que las almas se purifiquen mediante un arduo esfuerzo y una rigurosa autodisciplina. En estos tiempos, Dios ha mostrado una inmensa Gracia y, como honor y celo por Su religión y Su Profeta (sa), ha enviado a un hombre que os habla para invitaros a esta luz. Si la era actual no estuviera plagada de tanta corrupción y desorden, no se habrían realizado esfuerzos para expurgar la religión, no habría ningún problema. No obstante, ahora podéis observar que desde cualquier lugar, desde la derecha o la izquierda, todas las naciones están preocupadas por eliminar el islam”. Estos esfuerzos aumentan considerablemente en la actualidad. Si no hubiera existido oposición al islam, no habría sido necesario el advenimiento del Mesías Prometido (as). Pero hoy podemos presenciar que han transcurrido 136 años desde que el Mesías Prometido (as) hizo su afirmación, y hasta ahora, esta [oposición] solo está aumentando.

El Mesías Prometido (as) afirma:

“Vosotros me decís (es decir, los oponentes) que he iniciado un negocio, cuando ésto no es un negocio en absoluto. La labor del Mesías Prometido es propagar la fe y establecer la actividad de la religión. En realidad, si uno quiere asignarle un nombre a esta empresa, se podría decir que se trata de una empresa religiosa”.

El Mesías Prometido (as) afirma:

“Si deseáis conocer la verdad, entonces sabed que soy como un muerto con respecto a lo mundano (con respecto a los asuntos mundanos, su caso es como el de un muerto). Soy devoto de la Fe y toda mi fábrica es de naturaleza religiosa, como siempre ha sido el caso de los santos y los imames del islam en el pasado. Mi misión no es nueva; mi tarea es disipar aquellas creencias que representan un peligro para la gente en todos los aspectos (es decir, eliminar las innovaciones dañinas), y purificar sus corazones es mi verdadero deseo y objetivo”. Esto se debió a que muchas innovaciones erróneas se habían arraigado.

Ciertas creencias erróneas se han introducido en el islam, y debemos proteger al mundo y a los musulmanes de ellas. Debemos establecer la verdadera Fe, que son las enseñanzas del Sagrado Corán. Este era el propósito real de la llegada del Mesías Prometido (as), así como mostrar la verdadera realidad de las religiones falsas. El Mesías Prometido (as) declaró que su propósito era revelar la verdadera realidad de las religiones falsas, mostrar la luz espiritual del islam y establecer el alto rango y estatus del Santo Profeta (sa).

En relación con el elevado estatus del Santo Profeta (sa), el Mesías Prometido (as) declaró:

“Por tanto, tened en cuenta que al revelar el Libro Sagrado (es decir, el Sagrado Corán) y enviar al Santo Profeta (sa), Dios Altísimo ha deseado manifestar al mundo una magnífica señal de misericordia. A tal efecto, Dios Altísimo declara:

Árabe

“Nosotros te hemos enviado solo como misericordia para todos los mundos”.

De igual manera, Dios Todopoderoso afirma que envió el Sagrado Corán con el siguiente propósito:

Árabe

“Es una guía para los justos”.

Son objetivos tan grandiosos que no tienen parangón con ningún otro. Es por esta misma razón que Dios Altísimo quiso que todas las excelencias individuales de los profetas del pasado, la paz sea con ellos, culminaran en la persona del Mensajero de Dios (sa); y que todos los méritos y excelencias que se encuentran en las diversas escrituras, se condensaran en el Sagrado Corán; y que todas las cualidades de las naciones del pasado se reunieran en esta “umma” (mancomunidad). Por lo tanto, Dios Altísimo desea que alcancemos estas excelencias, y no debemos olvidar que, así como Dios desea conferirnos estas excelencias supremas, nos ha bendecido con facultades en igual grado. Porque si no se nos hubieran dado facultades, no habríamos sido capaces nunca de alcanzar estas excelencias.

Así pues, Dios Altísimo nos ha otorgado estas capacidades y una enseñanza, que ha marcado nuestro objetivo. Es por eso que ahora es nuestra responsabilidad esforzarnos al máximo para adoptarla. El Mesías Prometido (as) declaró que este era el propósito de su llegada a este mundo y la razón por la que fue enviado por Dios Altísimo.

Llamando la atención sobre esta enseñanza, el Mesías Prometido (as) declaró:

“Por lo tanto, reflexionad sobre estos asuntos para ver cómo podemos propagar las enseñanzas y la ley religiosa que nos dio el Santo Profeta (sa) al resto del mundo, en lugar de oponeros a mí”.

El Mesías Prometido (as) afirma:

“El Santo Profeta (sa) es un Profeta completo. Dios Altísimo nos ha concedido un Profeta que es el Sello de los creyentes, el Sello de la gente piadosa, y el Sello de los Profetas. De igual manera, Dios Altísimo le reveló un Libro, que es el Sello de los Libros, y que engloba por completo a todos los demás. Cuando se dice que el Mensajero de Dios (sa) es el Sello de los Profetas y que la profecía ha llegado a su fin en él, esto no implica que la profecía haya terminado como cuando a alguien se le estrangula hasta la muerte. Este tipo de fin no es digno de honor. De hecho, cuando se dice que la profecía llegó a su fin con el Mensajero de Dios (sa), significa que las excelencias de la profecía alcanzaron su clímax en su persona. En otras palabras, todas las excelencias otorgadas a los profetas, desde Adán (as) hasta Jesús hijo de María (as) —ciertas cualidades para algunos y diferentes cualidades para otros— se combinaron en el Santo Profeta (sa), y de esta manera, el Santo Profeta (sa) se convirtió naturalmente en el Sello de los Profetas. De la misma manera, todas las enseñanzas, guías y perspectivas dadas en los diversos libros, llegaron a su punto final de terminación al culminar en el Sagrado Corán, y así, el Sagrado Corán se convirtió en el “Sello de los Libros”.

El Mesías Prometido (as) afirma:

“También debe entenderse que la acusación que se hace contra mi Comunidad y contra mí, en relación a que no creemos en el Mensajero de Dios (sa) como el Sello de los Profetas, es una grave calumnia contra nosotros. Nuestros críticos no creen en el Santo Profeta (sa) como el Sello de los Profetas ni siquiera en una parte entre cien mil, comparado con la fuerza, certeza, entendimiento divino y visión con la que nosotros lo creemos, ni ellos tienen dentro de sí mismos la capacidad para hacerlo. No captan la esencia subyacente y el secreto del Sello de la Profecía y el Sello de los Profetas (sa). Sólo han oído este término de sus antepasados, pero ignoran su verdadera esencia y no saben lo que significa el Sello de la Profecía ni lo que significa creer en este concepto. A pesar de ello, Dios Altísimo  sabe bien que creemos con perfecta comprensión que el Santo Profeta (sa) es el Sello de los Profetas. Además, Dios Todopoderoso nos ha revelado la verdadera esencia del Sello de la Profecía de tal manera que el intenso placer que obtenemos  absorbiendo la comprensión divina que se nos ha dado a beber, solo puede ser comprendido por quienes se han saciado en esta fuente.

Así pues, esta es la enseñanza, el estatus y el objetivo por el cual tuvo lugar la llegada del Mesías Prometido (as), y el propósito de establecer la Comunidad e instruir a su Comunidad para ofrecer sacrificios, es difundir este mensaje al mundo y propagar la religión del Santo Profeta (sa), el Sello de los Profetas, hasta los confines del mundo. No hay que descansar hasta que el gobierno del Santo Profeta (sa) y la Unidad de Dios se establezcan en todo el mundo. Ese era el verdadero propósito de la llegada del Mesías Prometido (as). Este es el significado de nuestra fe, y si comprendemos este significado y nos consideramos de entre los que cumplen con nuestro juramento de lealtad, entonces también debemos reflexionar sobre estos asuntos. Cuando cumplamos estos objetivos, alcanzaremos el propósito de nuestra vida, así como el propósito de nuestro juramento de lealtad, y alcanzaremos la complacencia y cercanía de Dios Altísimo.

Durante los días de Ramadán, mediante las oraciones, el aumento de nuestro conocimiento, el estudio del Sagrado Corán y la difusión práctica del mensaje, debemos dedicarnos plenamente a esta labor para que podamos izar rápidamente la bandera del Santo Profeta (sa) en el mundo y llevar al mundo a la sumisión ante el Dios Único. ¡Que Dios Altísimo nos permita hacerlo!

Por último, deseo pedir oraciones por los musulmanes ahmadíes de Pakistán. ¡Que Dios Altísimo alivie su situación! Hoy en día, los opositores se esfuerzan al máximo e intentan causar daño por todos los medios: a veces en nombre de los minaretes, a veces en nombre de las cúpulas de las mezquitas, o por ofrecer oraciones, buscan cualquier excusa con el único propósito de dañar a los musulmanes ahmadíes. ¡Qué Dios el Altísimo los proteja a todos!

Oren también por el mundo musulmán en general. ¡Que Dios Altísimo les conceda sensatez y sabiduría, mejore sus condiciones y tenga misericordia de ellos!

Ha comenzado una nueva ola de crueldades contra los musulmanes palestinos. ¡Que Dios Altísimo los proteja de estas crueldades y tenga misericordia de ellos!

Resumen

Después de recitar el Tashahhud, el Ta’awwuz y la Surah al-Fatihah, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba) dijo que dentro de dos días será 23 de marzo, una fecha que tiene un significado especial en la Comunidad Musulmana Ahmadía. Esto se debe a que el 23 de marzo de 1889, Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as), el Mesías Prometido, tomó el primer juramento de lealtad, iniciando así la Comunidad Musulmana Ahmadía.

Su Santidad (aba) dijo que el advenimiento del Mesías Prometido (as) se produjo de acuerdo con las promesas de Dios Todopoderoso y las profecías del Santo Profeta (sa). En el momento de su advenimiento, la nave del Islam se encontraba en aguas tumultuosas. Incluso hoy, desde el punto de vista religioso, político y mundano, el mundo musulmán se encuentra en un estado lamentable. A pesar de tener riquezas, no tienen importancia ni dignidad. El Mesías Prometido (as) tenía un gran dolor en su corazón por el bien del Islam. En aquella época no había nadie que defendiera el Islam contra las embestidas, especialmente de los cristianos. Muchos musulmanes abandonaban su fe y se iban al cristianismo. En aquella época, no fue otro que Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as) de Qadian quien se alzó como un soldado en defensa del Islam contra todos los ataques.

La defensa del Islam contra los ataques

Su Santidad (aba) dijo que incluso antes de tomar el juramento de lealtad de los demás, el Mesías Prometido (as) escribió una magnífica obra titulada Barahin-e-Ahmadía, que alcanzó gran renombre. Inicialmente constaba de cuatro volúmenes en los que daba respuestas irrefutables a los opositores del Islam. Estos volúmenes fueron escritos en 1880, 1882 y 1884. Demostró que el Sagrado Corán es la Palabra de Dios, que no tiene parangón, y aportó pruebas irrefutables de la veracidad del Santo Profeta (sa). De hecho, lanzó un desafío y dijo que si alguien podía aportar siquiera un tercio o un cuarto de los argumentos que él presentaba para refutarle, le daría 10,000 rupias como recompensa, una gran suma en aquella época. Efectivamente, el Mesías Prometido (as) demostró la veracidad del Islam.

Su Santidad (aba) en ese momento hubo quienes le pidieron que aceptara su juramento de lealtad, sin embargo él respondió diciendo que Dios no le había ordenado hacerlo en ese momento. Más tarde, cuando Dios se lo ordenó, aceptó el juramento de lealtad. Más tarde, Dios también le dijo al Mesías Prometido (as) que anunciara que él era el Mesías Prometido y Mahdi.

Su Santidad (aba) dijo que antes de aceptar el juramento de lealtad, Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as) publicó un anuncio titulado Tabligh en el que decía:

‘Otro mensaje que deseo transmitir a la gente en general, y a mis hermanos musulmanes en particular, es que se me ha ordenado recibir un juramento de lealtad (Bai’at) de los buscadores de la verdad que desean adquirir la verdadera fe y pureza, y anhelan encontrar el camino hacia el amor de Al’lah, y quieren abandonar su existencia viciada, perezosa y falsa. Quien encuentre en sí mismo la voluntad de hacer esto debe venir a mí. Yo seré su consolador y haré todo lo posible para aliviar su carga. Dios les bendecirá a través de mis oraciones y mi atención, siempre que estén dispuestos de corazón y alma a acatar Sus condiciones. Este es un mandato divino que he transmitido por la presente. Las palabras reales de la revelación en árabe son las siguientes:

[Traducción] ‘Cuando hayas determinado un asunto, confía en Al’lah y construye el Arca bajo Nuestros ojos y según Nuestras instrucciones. Los que pactan contigo pactan con Al’lah. La Mano de Al’lah está por encima de sus manos’.

Signos Celestiales de Su Veracidad

Su Santidad (aba) dijo que a partir de entonces, Dios manifestó muchos signos mundanos y celestiales. Uno de esos signos fue el eclipse solar y lunar, que el Santo Profeta (sa) había identificado como un signo para su Mahdi: la manifestación de un eclipse solar y lunar en el mes de Ramadán. Su Santidad (aba) señaló que durante este Ramadán también se producirán un eclipse lunar (que ya ha ocurrido) y un eclipse solar en los mismos días. Sin embargo, no se puede considerar que esto tenga la misma veracidad, ya que los eclipses de la época del Mesías Prometido (as) tuvieron lugar tanto en Oriente como en Occidente, mientras que los eclipses que ocurren ahora se manifiestan sobre todo en Occidente.

Anuncio de las Diez Condiciones de Bai’at

Su Santidad (aba) dijo que el 12 de enero de 1889, Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as) anunció las diez condiciones de lealtad, que toda persona que entre en la lealtad del Mesías Prometido (as) debe cumplir y adherirse a ellas. Éstas incluyen evitar asociar a Dios con otros (Shirk), abstenerse de la falsedad, la fornicación, el libertinaje, la injusticia, la rebelión, etc., no sucumbir a las propias pasiones, prestar toda la atención al ofrecimiento de oraciones, ofrecer oraciones voluntarias antes del amanecer (tahayud), buscar el perdón, evitar dañar a otros, permanecer leal a Dios y conforme con Su voluntad, adherirse a los mandamientos del Sagrado Corán. Estas condiciones también exigen humildad, generosidad, mansedumbre y bondad, evitando el orgullo y la altanería, dando prioridad a la fe sobre la propia riqueza y vida y sirviendo a la fe. Además, es una promesa de honrar este voto al Mesías Prometido (as) hasta el último aliento y adherirse a las enseñanzas del Mesías Prometido (as), que están todas de acuerdo con la Shari’ah o ley del Islam tal y como la enseñó el Santo Profeta (sa).

Verdadero Amor y Devoción al Santo Profeta (sa)

Su Santidad (aba) dijo que hoy en día, la Comunidad Musulmana Ahmadía promete lealtad a las mismas condiciones y se esfuerza por difundir el verdadero mensaje del Islam Ahmadíat al mundo mientras establece y mantiene el verdadero amor por el Santo Profeta (sa).

Su Santidad (aba) dijo que el amor del Mesías Prometido (as) por el Santo Profeta (sa) puede verse a través del siguiente extracto:

‘Siempre me pregunto cuán alto era el estatus de este Profeta árabe, cuyo nombre era Muhammad, (miles de bendiciones y paz sean con él). Uno no puede alcanzar el límite de su elevado estatus y no le es dado al hombre estimar correctamente su eficacia espiritual. Es una lástima que su rango no haya sido reconocido como debería. Fue el paladín que devolvió al mundo la Unidad de Dios que había desaparecido del mundo; amaba a Dios en extremo y su alma se derretía de simpatía por la humanidad. Por eso, Dios, que conocía el secreto de su corazón, lo exaltó por encima de todos los Profetas y de todos los primeros y los últimos y le concedió en vida todo lo que deseaba. Él es la fuente de toda gracia y una persona que reclama cualquier superioridad sin reconocer su gracia no es un hombre, sino que es el engendro de Satanás, porque al Santo Profeta se le ha concedido la llave de toda exaltación y se le ha dado el tesoro de todo entendimiento’.

Su Santidad (aba) dijo que de manera similar, el Mesías Prometido (as) ha expresado su amor y devoción al Santo Profeta (sa) en numerosas ocasiones. Por ejemplo, en otra ocasión, Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as) dijo:

‘El hombre que en su ser y sus atributos y sus acciones y a través de sus facultades espirituales y sagradas dio un ejemplo de perfección, en conocimiento y acción y en sinceridad y firmeza, y fue llamado el hombre perfecto fue Muhammad [la paz y las bendiciones de Al’lah sean con él]…. El hombre que fue más perfecto como hombre y como Profeta, y vino con plenas bendiciones, y que a través de un renacimiento y resurrección espiritual manifestó el primer Juicio en el mundo y revivió al mundo muerto, ese Profeta bendito, el Sello de los Profetas, el líder de los justos, el orgullo de los Profetas, fue Muhammad, el Elegido [la paz y las bendiciones de Al’lah sean con él]. Señor nuestro, haz descender sobre ese amado Profeta la misericordia y la bendición que Tú no has hecho descender sobre nadie desde el principio del mundo’.

Su Santidad (aba) dijo que esto es un atisbo del amor que Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as) sentía por el Santo Profeta (sa), como resultado de lo cual fue comisionado por Dios como el Mesías Prometido y Mahdi encargado del renacimiento del Islam en los últimos días tal y como prometió Dios.

Una Reflexión de los Compañeros del Santo Profeta (sa)

Su Santidad (aba) dijo que el Mesías Prometido (as) dijo a aquellos que le juraron lealtad que debían tener en cuenta que Dios dijo que aquellos que juraran lealtad al Mesías Prometido se parecerían a los Compañeros del Santo Profeta (sa), por lo que debían adoptar sus ejemplos. El Mesías Prometido (as) explicó:

‘Reflexionen sobre los sacrificios realizados por los Compañeros de nuestro Guía Perfecto, por el bien de su Dios y Mensajero. Fueron exiliados, perseguidos, obligados a soportar todo tipo de desgracias y dieron sus vidas. Sin embargo, continuaron avanzando con sinceridad y devoción. ¿Qué fue lo que les hizo tan verdaderamente devotos? Era el rayo del fervor de ese verdadero amor divino que había penetrado en sus corazones. Por lo tanto, no importa con qué Profeta se le compare, el Santo Profeta (sa) no puede ser igualado, ya sea con respecto a sus enseñanzas, su purificación de las almas, enfriando los corazones de sus seguidores hacia el mundo, o sacrificando valientemente sangre en aras de la verdad. Este es el rango de los Compañeros del Santo Profeta (sa). Además, el amor mutuo y el afecto que existía entre ellos ha sido ilustrado por Al’lah en dos frases:

‘Y Él ha puesto afecto entre sus corazones. Si hubieras gastado todo lo que hay en la tierra, no habrías podido poner afecto entre sus corazones, pero Al’lah ha puesto afecto entre ellos’.

En otras palabras, el afecto entre ellos nunca podría fomentarse aunque se hubiera gastado una montaña de oro para este fin. Ahora bien, otra comunidad es la del Mesías Prometido (as), que ha de desarrollar en sí misma el matiz de los compañeros’.

Su Santidad (aba) citó además al Mesías Prometido (as) que afirma:

‘Dios dice que las personas que acompañarán al Mesías Prometido (as) estarán hombro con hombro con los Compañeros. Los Compañeros fueron aquellos que sacrificaron su riqueza y su patria en el camino de la verdad. Lo abandonaron todo. La mayoría habrá oído el incidente de Hazrat Abu Bakr, que Al’lah esté complacido con él. En una ocasión, cuando se instruyó a la gente a sacrificar su riqueza en el camino de Dios, él trajo todas las posesiones que tenía en casa. Cuando el Noble Mensajero, la paz y las bendiciones de Al’lah sean con él, le preguntó qué había dejado en casa, dijo: ‘He dejado a Dios y a Su Mensajero en casa’. Hazrat Abu Bakr (ra) era un jefe de La Meca que llevaba una vida ascética y vestía las ropas más sencillas. Así que los Compañeros pueden ser considerados como mártires en la causa de Al’lah. Para ellos, se decretó que el paraíso estaba bajo la sombra de las espadas. Pero nosotros no nos enfrentamos a circunstancias tan duras porque para nosotros se decretó que no habría guerra en la era del Mahdi’.

Su Santidad (aba) dijo que, por lo tanto, debemos aprovechar cualquier oportunidad de sacrificio que se nos haya brindado. También debemos expresar nuestro amor por el Mesías Prometido (as) por el hecho de que es un representante del Santo Profeta (sa). El Mesías Prometido (as) dio muchos consejos a su comunidad, diciendo que para cumplir este juramento de lealtad, hay que recitar el Sagrado Corán. Él afirma:

‘Ahora pueden ver con tus propios ojos cómo la gente recita melodiosa y bellamente el Sagrado Corán, pero el Corán no llega más allá de sus gargantas. Por lo tanto, el Sagrado Corán, que también recibe el nombre de «El Recordatorio», llegó en esta primera época para recordar a la gente las verdades ocultas y olvidadas y las cualidades innatas del ser humano. A la luz de la firme promesa hecha por Al’lah el Exaltado con toda seguridad salvaguardaremos el Corán. Incluso en la época actual ha venido del cielo un maestro que es el esperado, en cumplimiento del siguiente versículo:

‘Entre otros de entre ellos que aún no se han unido a ellos’.

Ese hombre es el que les habla ahora. Una vez más, vuelvo a la profecía del Noble Mensajero, la paz y las bendiciones de Al’lah sean con él, y digo que fue esta misma época sobre la que el Santo Profeta (sa) predijo que la gente recitaría el Corán, pero no iría más allá de sus gargantas. Ahora bien, lo más lamentable es que si un consejero bienintencionado trata amablemente de aconsejarles, no hacen el menor esfuerzo por comprender. Que así sea, ¡pero lo menos que pueden hacer es escuchar el punto de vista de la otra persona! Pero, ¿por qué iban a molestarse? Para ello se necesitan oídos dispuestos a escuchar. Esto también requiere que demuestren paciencia y piensen bien de los demás. Si Dios Todopoderoso no hubiera vuelto a la tierra con Su gracia, la religión del Islam también se habría quedado sin vida, como un mero cuento, igual que las demás religiones. Una Fe muerta no puede dar vida a nadie, pero el Islam, en estos tiempos, es capaz de conceder vida. La costumbre de Al’lah es que no hace nada si no es a través de medios, aunque otra cosa es que podamos observarlos o no, pero no hay duda de que Dios utiliza medios. De este modo, la luz desciende del cielo y adopta la forma de medios cuando llega a la tierra. Cuando Al’lah el Exaltado encontró la era del Santo Profeta, la paz y las bendiciones de Al’lah sean con él, sumida en la oscuridad y el extravío, con nubes oscuras de maldad y oscuridad barriendo la tierra en todas direcciones, Él levantó al Santo Profeta, la paz y las bendiciones de Al’lah sean con él, brillando como una lámpara brillante desde las montañas de Paran, para disipar la oscuridad, y transformar el extravío en guía y virtud.’

Establecer la superioridad del Islam

Su Santidad (aba) dijo que Dios iba a enviar al Mesías Prometido (as) para combatir los desórdenes de la época y establecer la superioridad del Islam. Así, en las narraciones del Santo Profeta (sa), al Mesías y Mahdi venidero se le llamaba ‘el que rompe la cruz’. El cristianismo estaba en su apogeo en aquella época y los musulmanes también se estaban pasando al cristianismo. Fue para combatir esto que Dios envió al Mesías Prometido (as). Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as) dijo:

‘En la actualidad, los partidarios de este desorden del cristianismo han llegado al extremo en sus escritos. Así pues, cuando se han lanzado acusaciones injustas y vigorosas contra el verdadero concepto de la unidad de Dios, y sobre la castidad, dignidad y verdad del Noble Profeta, la paz y las bendiciones de Al’lah sean con él, y sobre el origen divino del Libro de Al’lah, ¿no exigirían los celos de Al’lah Todopoderoso que se enviara desde lo alto a quien había de venir a romper la cruz? ¿Ha olvidado Dios Todopoderoso Su promesa ‘En verdad, Nosotros mismos hemos hecho descender esta Exhortación, y con toda seguridad Nosotros seremos su Guardián’? En verdad, recuerda que las promesas de Dios son verdaderas. De acuerdo con Su promesa, Él ha enviado un amonestador al mundo, y aunque el mundo no lo ha aceptado, Dios Todopoderoso seguramente lo aceptará y demostrará su veracidad con embestidas inmensamente poderosas. Les digo sinceramente que, de acuerdo con la promesa de Dios Todopoderoso, he aparecido como el Mesías Prometido; acéptenme si quieren, o rechácenme si les place. Pero recuerden, su negación no servirá de nada. Lo que Dios ha querido se cumplirá, porque Dios Todopoderoso ya me lo ha revelado, como consta en Barahin-e-Ahmadía:

[Traducción] ‘La profecía de Al’lah y Su Mensajero se ha cumplido en el momento oportuno y lo que Dios había querido estaba destinado a suceder’.

Su Santidad (aba) dijo que los musulmanes también se preguntan por qué fue necesario el advenimiento del Mesías Prometido (as), sin embargo en ese momento el estado de los propios musulmanes también se había deteriorado. El Mesías Prometido (as) afirma:

‘Esta gente no comprende esto y afirma: ¿Qué hay en nosotros que no sea islámico? Proclamamos ‘No hay nadie digno de adoración excepto Al’lah’ y también observamos las oraciones, ayunamos durante los días de Ramadán y pagamos el Zakat’. Sin embargo, declaro que todas estas acciones suyas no son buenas acciones en el verdadero sentido. Son una mera cáscara vacía del núcleo. Porque si sus acciones fueran buenas acciones en el sentido profundo, ¿por qué no producen resultados positivos? Las buenas acciones se caracterizan por la cualidad de ser puras de toda forma de corrupción y adulteración. Pero, ¿dónde se pueden encontrar tales cualidades en estas personas? Nunca podré aceptar que una persona sea un creyente recto que realiza buenas obras y, sin embargo, sea enemigo de los piadosos; sin embargo, estas personas se refieren a mí como irreligioso y ateo, y no tienen temor de Dios’.

Su Santidad (aba) dijo que el Mesías Prometido (as) explicó que los tiempos exigían el advenimiento del Mesías Prometido (as) debido al deterioro que se había extendido. Dijo que incluso la oposición a la que se enfrentó ayudó de hecho a su misión, ya que debido a la oposición, la gente oiría hablar de su mensaje. El Mesías Prometido (as) explicó que no tenía objetivos mundanos, sino que su único propósito era la fe y su servicio. El Mesías Prometido (as) dijo que no traía ningún tipo de ley nueva, sino que su llegada era para erradicar las innovaciones que se habían desarrollado en los seguidores del Islam. Su propósito era mostrar la superioridad del Islam y mostrar al mundo el rango estimado del Santo Profeta (sa). El mensaje del Mesías Prometido (as) era exactamente el mensaje del Sello de los Profetas, el hombre perfecto, el Santo Profeta (sa) que trajo las enseñanzas del Sagrado Corán. Que el Santo Profeta (sa) fuera el Sello de los Profetas no significaba que fuera físicamente el último, ya que eso no conlleva ninguna superioridad verdadera; más bien, que fuera el Sello significaba que todas las excelencias de la profecía alcanzaban su cima en él y nunca podrían ser alcanzadas. A otros profetas se les concedieron ciertos aspectos de excelencia, mientras que todas las excelencias se combinaron en el Sello de los Profetas.

Su Santidad (aba) dijo que el Mesías Prometido (as) se dirigió a aquellos que dicen que él no cree que el Santo Profeta (sa) sea el Sello de los Profetas. El Mesías Prometido (as) refutó enérgicamente esta afirmación, diciendo que él sí creía que el Santo Profeta (sa) era el Sello de los Profetas en el sentido más verdadero. Aquellos que levantan esta acusación no entienden el verdadero significado del Sello de los Profetas. Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as) recibió de Dios aquellas bendiciones que sólo pueden ser reservadas para alguien que es un completo seguidor del Santo Profeta (sa).

Su Santidad (aba) dijo que si deseamos hacer justicia a nuestra promesa de lealtad, entonces debemos permanecer atentos a todas estas cosas, sobre las cuales no sólo haremos justicia a nuestra promesa de lealtad sino que también cumpliremos el propósito de nuestras vidas. Durante el Ramadán, a través de la oración, el estudio del Corán y la difusión del mensaje de esta fe, debemos empaparnos de esta misión para que podamos izar rápidamente la bandera del Santo Profeta (sa) en el mundo y difundir el mensaje de la unidad de Dios por todo el mundo.

Llamamiento a la oración

Su Santidad (aba) hizo un llamamiento a la oración por los ahmadíes de Pakistán. Pidió que Al’lah alivie sus condiciones ya que los opositores están haciendo todo lo posible para causar daño; encuentran cualquier excusa que puedan simplemente para causar daño a los Ahmadis. Que Al’lah proteja a todos los ahmadíes.

Su Santidad (aba) también instó a rezar por el mundo musulmán en general, para que Al’lah les conceda sabiduría y comprensión, mejore sus condiciones y tenga misericordia de ellos.

Su Santidad (aba) dijo que ha comenzado una nueva ola de injusticias contra los palestinos. Que Al’lah el Todopoderoso los proteja contra esta crueldad y tenga misericordia de ellos.

Resumen preparado por The Review of Religions

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