Califas guiados – Hazrat Umar (ra)
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Califas guiados – Hazrat Umar (ra)

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Sermón del viernes, 23-04-21.

Pronunciado en la Mezquita Mubarak de Islamabad (Tilford, Surrey), Reino Unido.

Después de recitar el Tashahud, el Taawuz y el Sura Al-Fatiha, Hazrat Jalifatul Masih V (aba) dijo:

Hoy hablaré sobre Hazrat Umar bin Jatab (ra).

Hazrat Umar (ra) pertenecía a la tribu de los Banu Adi bin Kab bin Luay. Su padre se llamaba Jatab bin Nufail y, según una narración, el nombre de su madre era Hantama bint Hashim;  es decir, su madre sería la prima paterna de Abu Yahal. En otra narración también se dice que el nombre de su madre era Hantama bint Hisham, por lo que sería hermana de Abu Yahal. Sin embargo, la narración que menciona que ella era hermana de Abu Yahal no es ampliamente aceptada. Abu Umar afirma que quien se refiera a ella como la hermana de Abu Yahal está equivocado, ya que, si eso fuera correcto, entonces ella sería la hermana de Abu Yahal y además de Hariz;  pero este no es el caso, porque  ella era la hija de su tío paterno y, como tal, el nombre de su padre era Hashim.

Hay varias narraciones que mencionan la fecha de nacimiento de Hazrat Umar (ra), aunque el año de su nacimiento difiere de una narración a otra. Una opinión es que Hazrat Umar (ra) nació cuatro años antes de la gran Batalla de Fiyar, aunque en otras fuentes se menciona que nació cuatro años después de la misma. Se llama Batalla de Fiyar (“la batalla del sacrilegio”), porque se libró durante un mes sagrado, lo que fue un asunto de grave inmoralidad y pecado. Esta batalla se libró en cuatro períodos y además de llamarse la cuarta batalla al-Fiyar al-Azam, o sea, “la batalla más grande de Fiyar”, también se le llama al-Fiyar al-Azam al-Ajir, o sea, la última gran batalla de Fiyar. Esta batalla se libró entre las tribus Quraish, Banu Kinanah y Hawazin.

Otro punto de vista es que Hazrat Umar (ra) nació en La Meca, trece años después del año del elefante, que fue el 570 dC y, si se le agregan trece años, el año del nacimiento de Hazrat Umar (ra) sería el 583 dC. Una tercera opinión es que Hazrat Umar (ra) aceptó el Islam en el sexto año de Nabawi y en ese momento tendría 26 años. Según el calendario gregoriano, el sexto año de Nabawi es el 616 dC., por lo que  si Hazrat Umar (ra) tenía 26 años en ese momento, el año de su nacimiento sería el 590 dC. Una cuarta opinión es que Hazrat Umar (ra) nació cuando el Santo Profeta (sa) tenía ya 21 años. No obstante, hay diversas opiniones al respecto, pero lo cierto es que cuando aceptó el Islam tenía entre 21 y 26 años.

El sobrenombre de Hazrat Umar era Abu Hafs.

Hazrat Ibn Abbas (ra) relata que el día de la Batalla de Badar, el Santo Profeta (sa) dijo a sus Compañeros: “He oído que algunos de los miembros de los Banu Hashim y otros pocos han sido forzados contra su voluntad a acompañar a los quraish, y no desean luchar contra nosotros. Por lo tanto, si alguno de vosotros se enfrenta a alguien de los Banu Hashim, no debe matarlo; y quien vea a Abu Al-Bajtari no debe matarlo; y quien vea a Abbas bin Abdil Muttalib [que era el tío paterno del Santo Profeta (sa)] no debe matarlo. Esto se debe a que todas estas personas se han visto obligadas a venir con los quraish”.

Hazrat Ibn Abbas (ra) relata que Hazrat Abu Huzaifa bin Utba (ra) dijo: “¿Debemos entonces matar a nuestros padres, hijos, hermanos y otros parientes y dejar que Abbas viva? Por Dios, si lo encuentro (o sea, a Abbas), lo mataré con mi espada.”

El narrador afirma que cuando esta noticia llegó al Santo Profeta (sa), se dirigió a Hazrat Umar bin Al-Jatab (ra) diciendo: “¡Oh Abu Hafs!”, y Hazrat Umar (ra) explicó: “Juro por Dios que esta fue la primera vez que el Santo Profeta (sa) se dirigió a mí con el título de Abu Hafs.” El Santo Profeta (sa) luego dijo: “¿Acaso se golpeará con la espada el rostro del tío del Mensajero de Dios (sa)?” Hazrat Umar (ra) respondió: “¡Oh Mensajero de Al’lah (sa)! Concédeme permiso para cortar la cabeza de la persona que ha pronunciado esas palabras. Por Dios, él (es decir, Abu Huzaifa) ha mostrado hipocresía.”

Hazrat Abu Huzaifa (ra) dijo más tarde: “Desde que pronuncié esas palabras aquel día, nunca me sentí tranquilo y siempre estaba angustiado por lo que había dicho, y solo el martirio podía servir como expiación por ello.” Así, Hazrat Abu Huzaifa (ra) alcanzó el martirio en la Batalla de Yamama.

Por su parte, Hazrat Aisha (ra) afirma que el Santo Profeta (sa) le dio a Hazrat Umar el nombre  de “Faruq” y encontramos una narración sobre este episodio, en la que Hazrat Ibn Abbas relata: “Pregunté a Hazrat Umar (ra) sobre las razones por las que se le había dado el título de ‘Faruq’.” Él respondió: “Hazrat Hamza (ra) aceptó el Islam tres días antes que yo. Casualmente me dirigía a la Mezquita Sagrada y Abu Yahal se acercó al Santo Profeta (sa) y comenzó a insultarle. A continuación, informó a Hazrat Hamza (ra) de lo que Abu Yahal había hecho. Cuando Hazrat Hamza (ra) se enteró de esto, tomó su arco y se dirigió hacia la Kaaba. Entonces, se puso de pie frente al grupo de quraish donde estaba sentado Abu Yahal, apoyado en su arco y mirando a Abu Yahal. Al ver el disgusto en el rostro de Hazrat Hamza (ra), Abu Yahal exclamó: ‘¡Oh Abu Ammara [este era el título de Hazrat Hamza (ra)]! ¿Cuál es el problema?’ Al escuchar esto, Hazrat Hamza (ra) golpeó con su arco el rostro de Abu Yahal, pero con tal fuerza que le cortó la mejilla y esta comenzó a sangrar. Temiendo su rabia, los quraish inmediatamente pusieron fin a la disputa.” (El narrador afirma que no presenció personalmente lo que Hazrat Umar narró sobre ese día).

“Tres días después de este incidente salí y en el camino me encontré con un miembro de los Banu Majzum y le pregunté: ‘¿Has abandonado la religión de tus antepasados ​​y has adoptado la religión de Muhammad (sa)?’. Él respondió: ‘¿Qué importa si lo he hecho?’ Lo han hecho también aquellos sobre quienes tienes más derecho que yo’. Entonces Hazrat Umar (ra) preguntó: ‘¿De quienes hablas?’ Él respondió: ‘Tu hermana y tu cuñado’. Al oír esto, fui a la casa de mi hermana y encontré la puerta cerrada. Escuché algunos susurros saliendo desde dentro y a continuación alguien me abrió la puerta y entré. Luego les pregunté: ‘¿Qué acabo de escuchar que estáis diciendo?’. Ellos respondieron: ‘¿Qué escuchaste?’ Durante la conversación, el asunto se intensificó, agarré a mi cuñado por la cabeza y lo golpeé, haciéndole sangrar. Mi hermana se levantó y me agarró por la cabeza diciendo: “Eso (o sea, nuestra aceptación del Islam) ha ocurrido en contra de tus deseos.”

En otra narración se menciona que también su hermana resultó herida. Hazrat Umar (ra) dice: “Cuando vi la sangre de mi cuñado (o podía haber sido la de su hermana), me sentí avergonzado, así que me senté y dije: ‘Mostradme ese libro’. Mi hermana respondió: ‘Sólo los puros pueden tocarlo. Si dices la verdad, ve y lávate’’. Así que me lavé, regresé y me senté. Me trajeron el pergamino en el que estaba escrito:

En el nombre de Al’lah, el Clementísimo, el Misericordioso.

Y exclamé: ‘Estos nombres son muy puros y virtuosos’. Luego estaba escrito:

‘No te hemos revelado el Corán para que te mortifiques’, (Corán, 20:3), hasta

Al’lah: no hay más Dios que Él. Suyos son los más bellos nombres’, (Corán, 20:9).

(Eran los versículos 2-9 del Sura Ta Ha). Mi corazón se vio embargado de un enorme grado de respeto por estas palabras. Entonces dije: ‘Los quraish huyen de esto, pero yo acepto el Islam’. Y pregunté: ‘¿Dónde está el Santo Profeta (sa)?’. Mi hermana respondió: ‘Está en Dar al-Arqam’, por lo que me fui hasta allí y llamé a la puerta. Los Compañeros (ra) se agruparon y Hazrat Hamza (ra) les preguntó: ‘¿Qué os pasa?’. Ellos respondieron: ‘¡Umar está aquí!’. Hazrat Hamza (ra) les respondió: ‘Incluso si es Umar, abridle la puerta si está esperando fuera. Si ha venido con buenas intenciones, lo aceptaremos; pero si ha venido con malas intenciones, lo mataremos’.”

El Santo Profeta (sa) también escuchó esto y salió fuera. En ese momento, Hazrat Umar (ra) recitó la declaración de la fe y al oírla todos los Compañeros (ra) presentes exclamaron: ¡Al’lahu Akbar! (Dios es el Más Grande)’, lo cual fue escuchado por toda la gente de La Meca.

Hazrat Umar (ra) sigue narrando: “Entonces pregunté: ‘¡Oh Mensajero de Al’lah! ¿Acaso no estamos en la verdad?’. El Santo Profeta (sa) respondió: ‘¡Ciertamente!’. Luego pregunté: ‘¿Por qué mantener nuestra religión oculta?’. En ese momento formamos dos filas y nos pusimos en camino; yo iba en una de las filas y Hazrat Hamza (ra) iba en la otra, hasta que llegamos a la Mezquita Al-Haram y entramos dentro. Cuando los quraish nos vieron a Hazrat Hamzah  y a mí, se sintieron abrumados por una gran pena y dolor, como nunca antes habían sentido. Ese día el Santo Profeta (sa) me dio el nombre de ‘Faruq‘, porque el Islam quedó fortalecido, y la verdad y la falsedad se vieron separadas la una de la otra.”

Por su parte, Ayyub bin Musa relata: “El Santo Profeta (sa) declaró: ‘Sin duda, Dios Altísimo ha puesto la verdad en la lengua y en el corazón de Hazrat Umar; él es Faruq porque Dios ha distinguido entre la verdad y la falsedad a través de él’.”

Hazrat Umar (ra) era alto y tenía una constitución fuerte. No tenía pelo en la parte delantera de la cabeza. Era de tez rojiza y tenía un bigote espeso, cuyas puntas eran de tono rojizo; y poseía delgadas mejillas.

Con respecto a los pasatiempos de Hazrat Umar (ra), durante la era de la ignorancia, se menciona que montar a caballo y la lucha libre estaban entre sus hobbies favoritos. Hazrat Umar (ra) ganaba casi todos los años en la competición de lucha libre durante el festival anual de Ukkaz. Durante su juventud, ayudaba a que pastaran los camellos de su padre, como era costumbre entre los árabes.

Antes del advenimiento del Islam, aprender a leer y escribir no era una práctica común entre los árabes. En la época del advenimiento del Santo Profeta (sa), solo 17 personas entre los quraish sabían leer y escribir. Hazrat Umar (ra) había aprendido a leer y escribir en esa época,  y pertenecía a los nobles de quraish. Antes del Islam, fue el emisario designado de los quraish, pues era la práctica de los quraish que siempre que había enemistades o batallas entre ellos o con otros, enviaban a Hazrat Umar (ra) como su emisario.

Cuando algunos de los musulmanes emigraron a Abisinia, aquellos que conocían a Hazrat Umar (ra) vieron su lado extremadamente compasivo cuando los vio emigrar, a pesar de que aún no había aceptado el Islam y a pesar de su naturaleza firme. En relación a esto, Hazrat Umm Abdil’lah bint Abi Hasmah (ra) relata: “Por Dios, cuando partimos hacia Abisinia y mi marido Amir Bin Rabia se había ido por algún motivo de trabajo, en ese momento Hazrat Umar bin al-Jatab (ra) vino y se puso a mi lado. Era aún un idólatra en ese momento y habíamos sufrido muchas aflicciones por su culpa. Me dijo: ‘¡Oh Umm Abdil’lah, parece que te vas a algún sitio!’. Respondí: ‘Sí, por Dios, ciertamente partimos hacia la tierra de Al’lah’, (iban en busca de algún lugar ya que la tierra de Dios es muy amplia). ‘Vosotros nos habéis causado mucho dolor y cometido graves injusticias en contra de nosotros, hasta el punto de que Dios Altísimo nos ha concedido un camino para salvarnos’.”

Hazrat Umm Abdil’lah (ra) sigue relatando: “Luego él dijo: ‘Que Dios esté contigo’. Nunca antes había sido testigo de que la emoción se apoderara de Hazrat Umar (ra). A continuación se fue y sentí como si nuestra marcha le hubiera entristecido.” A continuación, Hazrat Umm Abdil’lah (ra) dice: “Cuando Amir bin Rabia volvió de su trabajo, le dije: ‘¡Oh Abdul’lah, si tan solo hubieses visto el estado de Umar, su compasión y su tristeza por nosotros!’ Amir bin Rabia respondió: ‘¿Acaso tienes esperanza de que se convierta al Islam?’.” (Ella debió sentirse afectada por este incidente y pensó Umar que acabaría aceptando el Islam). “Yo contesté afirmativamente, a lo que Amir bin Rabia dijo: ‘Nunca aceptará el Islam. No importa lo que hayas visto en él, hasta el burro de Jatab aceptará el Islam antes que él’.” Hazrat Umm Abdil’lah (ra) añadió: “Amir bin Rabia dijo esto por desesperación tras ser testigo de la ferocidad y dureza de Hazrat Umar (ra) hacia el Islam, y pensó: ‘¿cómo puede un oponente tan feroz aceptar el Islam?’.”

En relación a este incidente y a la feroz oposición de Hazrat Umar (ra) hacia el Islam, Hazrat Musleh Maud (ra) ha relatado este incidente en sus propias palabras:

“No obstante, también poseía una elevada aptitud espiritual, es decir, a pesar de su carácter severo y las aflicciones que infligió sobre el Santo Profeta (sa) y sus Compañeros (ra), aun así poseía amabilidad y compasión. Cuando tuvo lugar la primera emigración a Abisinia, los musulmanes se habían preparado para salir de La Meca antes de la oración de fayar, para evitar que los idólatras les detuvieran y les incordiaran. Era costumbre en La Meca que algunos de los jefes patrullaban la ciudad por la noche para evitar los robos, etc. (o sea, vigilaban las calles). De acuerdo con esta costumbre, Hazrat Umar (ra) estaba caminando por la noche cuando vio el equipaje de una familia atado en un lugar, por lo que se acercó y vio a una de las Compañeras de pie junto al equipaje. El marido de esta Compañera quizá fuera un familiar de propio Hazrat Umar (ra) y ese fuera el motivo por el que se dirigió a la Compañera diciendo: ‘¡Oh mujer! ¿Qué es todo esto? Parece que vas a realizar un largo viaje’. Su marido no estaba presente en ese momento. Si hubiera estado allí, tras escuchar esto de Hazrat Umar (ra) y debido a la persecución de los idólatras de La Meca, quizá hubiera presentado alguna excusa (sobre si iban a irse o no, o que era un viaje corto, o que el lugar al que iban estaba cerca).”

Hazrat Musleh Maud (ra) sigue escribiendo:

“Esta mujer no pensó de esa manera (ese pensamiento no pasó por su cabeza o, aunque lo hubiera hecho, decidió decir la verdad). La Compañera dijo: ‘¡Oh Umar, abandonamos La Meca!’. Él contestó: ‘¿Vais a dejar La Meca?’. Ella dijo: ‘Sí, nos vamos de La Meca’. Hazrat Umar (ra) entonces respondió: ‘¿Por qué os vais?’. A lo que ella contestó: ‘Umar, nos vamos porque tú y tus hermanos no deseáis que nos quedemos aquí, y en esta tierra no somos libres para adorar al Dios Único. Por este motivo abandonamos nuestro hogar y vamos a otro sitio’.

A pesar de que Hazrat Umar (ra) era un enemigo acérrimo del Islam y de que él mismo estaba dispuesto a matar a musulmanes, cuando escuchó la respuesta de esta Compañera en la oscuridad de la noche, diciendo que iban a abandonar su hogar porque él y sus conciudadanos no deseaban que ellos permanecieran allí, y porque no eran capaces de adorar al Dios Único libremente, Hazrat Umar (ra) giró su rostro hacia el otro lado y refiriéndose al nombre de la Compañera dijo: ‘De acuerdo, entonces iros. Que Dios sea vuestro Protector’. Resulta evidente de esto que Hazrat Umar (ra) se había visto superado por la emoción y pensó que si no miraba hacia otro lado habría comenzado a llorar. Pronto llegó el marido de la Compañera. Conociendo el hecho de que Umar (ra) era un oponente feroz del Islam, pensó que quizás obstaculizaría su viaje. Así pues, le preguntó a su mujer para qué había venido y ella le contó que había venido para preguntarle a dónde iban; y él quizás pensaba que Umar (ra) iba a causarles molestias.

Ellos estaban a punto de partir cuando Hazrat Umar (ra) les vio. Entonces, justo antes de que el marido volviera, o justo antes de que se acercara, Hazrat Umar (ra) se fue; o quizás se marchó después de verle. En cualquier caso, el marido dijo que quizás había venido para molestarles y la Compañera dijo: ‘¡Oh hijo de mi tío!, (las mujeres árabes de aquella época a menudo llamaban a sus maridos ‘hijos de sus tíos paternos’). Dices que igual él quizá nos creará problemas, aunque yo siento que algún día él se hará musulmán, porque cuando le dije: ¡Oh Umar! Nos vamos de aquí porque tú y tus hermanos no nos permitís adorar al Dios Único aquí, él giró su cara y dijo: De acuerdo, iros. Que Dios sea vuestro Protector. Su voz temblaba y creo que sus ojos estaban llenos de lágrimas. Así que, por este motivo creo que un día se hará musulmán’.”

El Santo Profeta (sa) también había orado para que Hazrat Umar (ra) aceptara el mensaje del Islam y en relación a esto hay una narración. Hazrat Ibn Umar (ra) relata que el Santo Profeta (sa) dijo:

“¡Oh Al’lah!  Quienquiera que sea más querido para Ti de entre Abu Yahal y Umar bin Al-Jatab, concede honor al Islam a través de él.”

Ibn Umar (ra) además relata: “Entre ellos dos, Hazrat Umar (ra) era el más querido de Al’lah.”

También Hazrat Ibn Umar (ra) narra que el Santo Profeta (sa) dijo: ”¡Oh Al’lah! Concede fuerza a la fe a través de Umar bin Al-Jatab.”

En este sentido, Hazrat Aisha (ra) relata que el Santo Profeta (sa) exclamó: ”¡Oh Al’lah!  Concede honor al Islam, especialmente a través de Umar bin Al-Jatab.”

Un día antes de que Hazrat Umar (ra) aceptara el Islam, el Santo Profeta (sa) oró: “¡Oh Al’lah!  Quienquiera que sea más querido para Ti de entre estas dos personas, o sea, Umar bin Al-Jattab y Amr bin Al-Hisham, concede honor al Islam a través de él.”

Cuando Hazrat Umar (ra) aceptó el Islam, el ángel Gabriel (as) descendió de los Cielos y dijo: “¡Oh Muhammad (sa)! Incluso los Cielos están complacidos con la aceptación del Islam por parte de Umar.” Esta narración es de Al-Tabaqat Al-Kubra.

Ahora relataré más detalles acerca como Hazrat Umar (ra) aceptó el Islam:

Hazrat Umar bin Al-Jatab (ra) aceptó el Islam en Zul-Hiyya, el sexto año Nabawi. Hay varios relatos y narraciones en los libros de Hadices y de historia en relación a los factores que motivaron su aceptación del Islam. Una de las narraciones relacionadas con su aceptación del Islam está registrada en Al-Sira Al-Halabiya y dice que en una ocasión, Abu Yahal dijo a la gente: “¡Oh gente de quraish! Muhammad habla en contra de vuestros ídolos y os considera incultos. Además, declara que vuestros ídolos son el combustible del infierno. Por lo tanto, anuncio que quienquiera de vosotros que mate a Muhammad, recibirá una recompensa de cien camellos rojos y 1.000 auqiyas de plata.”

Una auqiya equivalía a 40 dirhams en aquella época, lo que viene a ser unos 126 gramos. Sin embargo, según otras fuentes era incluso más que eso. En cualquier caso, el valor de la recompensa era muy elevado. Una auqiyah equivale a 126 gramos, que es una recompensa con un valor muy grande. Según otra narración, él anunció que quienquiera que matara al Santo Profeta (sa) recibiría 10 auqiyas de oro y de plata, y además una cierta cantidad de almizcle, prendas y muchos otros objetos. Al escuchar esto, Hazrat Umar (ra) dijo que él sería la persona que recibiría esta recompensa. La gente presente en ese momento se mostró de acuerdo con esta afirmación. Entonces, Hazrat Umar (ra) negoció un acuerdo formal con él y relata que, después de esto, él mismo salió en busca del Santo Profeta (sa) con una espada desenvainada colgando de su hombro. A lo largo del camino pasó por un lugar donde estaban sacrificando un becerro y desde el estómago del ternero escuchó una voz diciendo: “¡Oh progenie de Zarih!”, que era el nombre del ternero que estaba siendo sacrificado y el que estaba diciendo eso, entonces indicó con voz clara que diera testimonio de que “no hay nadie digno de ser adorado excepto Dios y que Muhammad es Su Mensajero.” Hazrat Umar (ra) afirma que sintió como si eso era una clara referencia a él; es decir, si esta tradición de Al-Sirah Al-Halabiyya es correcta, es posible que esto haya sido una visión que Hazrat Umar (ra) experimentó en el momento en que escuchó esa voz.

La tercera narración sobre cómo Hazrat Umar aceptó el Islam (ra) es la siguiente:

Hazrat Umar (ra) relata: “Un día llegué al Haram (Mequita Sagrada) con la intención de realizar el tawwaf (realizar el circuito de la Kaaba). En ese momento, el Santo Profeta (sa) se encontraba de pie allí ofreciendo sus oraciones. Siempre que hacía sus oraciones, se orientaba hacia Siria, o sea, hacia la Cúpula de la Roca de Baitul Maqdas; y se situaba de forma que la Qibla se interponía entre él y la dirección de Siria. Por tanto, el Santo Profeta (sa) se encontraba entre Hallre Aswad (piedra negra) y Rukn al-Yamani (el rincón yemení).” (El Rukn al-Yamani es la esquina sureste de la Kaaba y está en dirección a Yemen y sin pararse allí uno no puede mirar hacia Baitul Maqdas).

Hazrat Umar (ra) dice: “Cuando vi al Santo Profeta (sa), decidí escuchar lo que recitaba. Entonces pensé que si me acercaba a él para escucharlo, podría alertarse de mi presencia, por lo que me acerqué del lado del Hallre Aswad, me paré detrás de las cortinas de la Kaaba y comencé a caminar lentamente. El Santo Profeta (sa) continuó ocupado en su oración y recitó el Sura Al-Rahman. Finalmente, me situé justo delante del Santo Profeta (sa) en la dirección en la que estaba mirando y entre él y yo no había nada más que las cortinas de la Kaaba. Cuando escuché la recitación del Sagrado Corán, mi corazón se derritió, comencé a llorar y el mensaje del Islam penetró dentro de mí. Permanecí donde estaba hasta que el Santo Profeta (sa) completó su oración y salió de allí. Comencé a caminar detrás de él y  cuando el Santo Profeta (sa) escuchó el ruido de mis pasos, me reconoció, y pensó que quizás yo caminaba detrás de él para hacerle daño. Por eso, el Santo Profeta (sa) me amonestó diciendo: ‘¡Oh Ibn Jatab! ¿Con qué intención has venido aquí tan tarde en la noche?’. Le contesté: ‘He venido a profesar mi fe en Dios, Su Mensajero y lo que Dios le ha revelado’.”

La cuarta narración es la siguiente:

Hazrat Umar (ra) relata: “Una noche, mi hermana comenzó a sentir los dolores del parto, así que salí de mi casa y fui a la Kaaba. A la vez que sujetaba las cortinas de la Kaaba, comencé a rezar. Al mismo tiempo, el Santo Profeta (sa) también llegó y ofreció su oración cerca del Hallre Aswad tanto como Dios quiso que lo hiciera. Hasta ese momento, nunca antes había escuchado unas palabras como esas. Así, cuando el Santo Profeta (sa) se fue de allí, comencé a caminar detrás de él y el Santo Profeta (sa) preguntó: ‘¿Quién eres?’ y le respondí: ‘Umar’. El Santo Profeta (sa) dijo entonces: ‘¡Oh Umar, no me dejas solo ni de día ni de noche!’. Ante esto, temí que el Santo Profeta (sa) orara contra mí e inmediatamente proclamé:

‘Doy testimonio de que nadie es digno de adoración excepto Al’lah

y, en verdad, tú eres el Mensajero de Al’lah’.

Ante esto, el Santo Profeta (sa) declaró: ‘¡Oh Umar! ¿Deseas mantener tu Islam oculto a los demás?’. Yo afirmé: ‘¡No! ¡Juro por Aquel que te envió con la religión verdadera que declararé mi aceptación del Islam tal como antes declaraba mi creencia en la idolatría!’. Ante esto, el Santo Profeta (sa) alabó a Dios Altísimo y exclamó: ‘¡Oh Umar! ¡Qué Dios te mantenga firme en la verdad!’. Un poco después, el Santo Profeta (sa) frotó su mano sobre mi pecho y oró para que me mantuviera firme. Después, me marché de allí y el Santo Profeta (sa) regresó a su casa.”

La quinta narración sobre la aceptación del Islam por parte de Hazrat Umar (ra) es muy famosa y algunos de sus detalles de la misma ya se han mencionado brevemente con anterioridad, y es la siguiente:

“Hazrat Anas bin Malik (ra) relata que un día Hazrat Umar (ra) salió de su casa con la espada desenvainada. En el camino se encontró con alguien de los Banu Zuhra y este le preguntó: ‘¡Oh, Umar! ¿Cuáles son tus intenciones?’.  Hazrat Umar (ra) respondió: ‘Voy a matar a Muhammad’. (Qué Dios nos perdone). Él le respondió: ‘¿Matando a Muhammad permanecerás a salvo de los Banu Hashim y Banu Zuhra?’. Hazrat Umar (ra) respondió: ‘Creo que te has convertido en un Sabi’ (quién ha abandonado su religión previa). Y este individuo dijo: ‘¡Oh Umar! ¿Te informo de algo todavía más insólito que eso? Dices que he abandonado mi fe, pero déjame contarte una noticia aún mayor que esta y es que tu hermana y tu cuñado han abandonado ambos la religión tú que sigues. Al escuchar esto, Hazrat Umar (ra) fue a su casa mientras los maldecía. En ese momento, un Compañero de entre los Muhayirin, Hazrat Jabab (ra), estaba con ellos. [Ya relaté este episodio anteriormente en relación con Hazrat Jabab (ra)].

Cuando escuchó la voz de Hazrat Umar (ra), se escondió dentro de la casa. Hazrat Umar (ra) entró en la casa y preguntó: ‘¿Qué estabais leyendo? ¿Qué es lo que acabo de escuchar desde aquí?’. En ese momento, estaban recitando Sura Ta Ha. Respondieron que, aparte de eso, no hablaban más que entre ellos y de nada más. Hazrat Umar (ra) después preguntó: ‘He oído que os habéis apartado de vuestra religión’. El cuñado de Hazrat Umar (ra) entonces preguntó: ‘¡Oh Umar! ¿Has pensado alguna vez en que la verdad puede encontrarse en una fe distinta a la tuya?’. (En otras palabras, ‘si estás buscando la verdad, ¿has considerado que la verdad se puede encontrar en otra religión?’). Ante esto, Hazrat Umar (ra) agarró a su cuñado y comenzó a golpearlo. La hermana de Hazrat Umar (ra) trató de interponerse entre ambos para salvar a su esposo y Hazrat Umar (ra) levantó su mano contra ella, y como resultado comenzó a brotar sangre de su rostro. Ella se enojó muchísimo y dijo: ‘¡Oh Umar! Si la verdad se encuentra en una fe distinta a la tuya, entonces proclama que no hay nadie digno de adoración excepto Al’lah y Muhammad (sa) es Su Mensajero’. Cuando Hazrat Umar (ra) no pudo dar una respuesta, dijo: ‘Dame el libro que tienes contigo, para que pueda leerlo’. [Hazrat Umar (ra) sabía leer]. La hermana de Hazrat Umar (ra) dijo: ‘No estás limpio y nadie puede tocarlo en un estado de impureza. Por consiguiente, toma un baño o realiza la ablución primero’. Así pues, Hazrat Umar (ra) realizó la ablución y después cogió el libro y comenzó a leer el Sura Taha. Cuando llegó al versículo:

“Soy en verdad Al’lah; no hay Dios fuera de Mí. Por tanto, sírveme y cumple la oración para recordarme”, (20:15).

Después de leer este versículo, Hazrat Umar (ra) dijo: ‘Dime dónde está Muhammad’. Al escuchar esto, Hazrat Jabab (ra) salió de la casa y dijo: ‘¡Oh Umar! ¡Qué sean buenas nuevas para ti! Pues deseo que la oración que el Santo Profeta (sa) ofreció el jueves por la noche sea aceptada en tu favor. Y es que el Santo Profeta (sa) había orado:

“¡Oh Al’lah! Concede honor al Islam a través de Umar bin Al-Jatab o Amar bin Asham.”

En ese momento, el Santo Profeta (sa) se encontraba en una casa situada en el valle de Safa y así, Hazrat Umar (ra) salió de allí y llegó a dicha casa. En ese momento, Hazrat Hamza (ra), Hazrat Talha (ra) y otros Compañeros del Santo Profeta (sa) estaban en la puerta. Hazrat Hamza (ra) notó que se asustaron al ver a Hazrat Umar (ra) y dijo: ‘¡Muy bien, así que este es Umar! Si Dios le ha traído por su bien, entonces aceptará el Islam y seguirá al Santo Profeta (sa); pero si ha venido con cualquier otra intención, será fácil para nosotros matarlo’. En ese momento, el Santo Profeta (sa) estaba dentro de la casa recibiendo revelación Divina. Al poco, el Santo Profeta (sa) salió y se acercó hacia Hazrat Umar (ra) y lo agarró del pecho y exclamó: ‘¡Oh Umar! ¿Acaso no te abstendrás de tus malas acciones hasta que Dios cause tu ruina y envíe un castigo terrible, tal como lo hizo con Walid bin Mughira?’. Aunque a continuación, el Santo Profeta (sa) oró a Dios Altísimo: ‘¡Oh Al’lah! Este es Umar bin Al-Jatab. ¡Oh Al’lah! ¡Concede honor a la fe a través de Umar bin Al-Jatab!’. Después de esto, Hazrat Umar (ra) declaró: ‘Atestiguo que tú eres el Mensajero de Dios’. En ese momento, Hazrat Umar (ra) aceptó el Islam y exclamó: ‘¡Oh Mensajero de Dios! Salga para la propagación del Islam’.”

Muammar y Zuhri narran que Hazrat Umar (ra) aceptó el Islam cuando el Santo Profeta (sa) estaba en Dar al-Arqam y fue la cuadragésima persona en aceptar el Islam; o quizá aceptó el Islam un poco después de que cuarenta hombres y mujeres hubieran entrado ya en el Islam. Dar al-Arqam era la casa o centro que pertenecía a un recién convertido, Arqam bin Abi al-Arqam, y estaba situada en las afueras de La Meca. Los musulmanes se reunían allí y esta se convirtió en un centro para que ellos aprendieran sobre su fe y su culto, etc. Por esta razón, también se conocía como Dar al-Islam y éste siguió siendo el centro de los musulmanes en La Meca durante tres años; allí rendían culto lejos de los demás y el Santo Profeta (sa) mantenía reuniones. Luego, cuando Hazrat Umar (ra) aceptó el Islam, los musulmanes salieron de allí de forma abierta. En una narración se dice que Hazrat Umar (ra) fue la última persona en aceptar el Islam en este centro y después de que él aceptara el Islam, ello dio valor a los musulmanes, por lo que salieron de Dar al-Arqam y comenzaron a predicar abiertamente.

Hay otra narración con respecto a la aceptación del Islam por parte de Hazrat Umar (ra) con una ligera variación. En el incidente antes mencionado se afirma que Hazrat Umar escuchó los versículos iniciales de Sura Ta Ha que se recitaban en la casa de su hermana, mientras que en otra narración se menciona que fueron los versículos iniciales del Sura Al-Hadid.

También hay una sexta narración sobre la aceptación del Islam por Hazrat Umar (ra), pues él mismo  afirma: “Un día antes de aceptar el Islam, salí en busca del Santo Profeta (sa), pero noté que había llegado a la Mezquita (Al-Haram) antes que él y me puse detrás de él. Comenzó a recitar Sura Al-Haqqah. Al oír el orden y la composición del Sagrado Corán me quedé asombrado y dije: ‘¡Por Dios! Es un poeta, tal y como afirman los quraish’.”

Hazrat Umar (ra) dice además: “Cuando pensaba esto, el Santo Profeta (sa) dijo: ‘Es en verdad la palabra traída por un Noble Mensajero y no la palabra de un poeta; ¡cuán poco creéis!’.”

Hazrat Umar (ra) respondió entonces: “¡Es un adivino (o sea, un hechicero)! Posteriormente, el Santo Profeta (sa) recitó la parte siguiente y luego continuó recitando hasta el final del capítulo.”

La traducción es la siguiente: “Tampoco es la palabra de un adivino; ¡qué poco caso hacéis! Es una revelación del Señor de los mundos. Y si Nos hubiese atribuido falsamente siquiera una afirmación insignificante, ciertamente lo habríamos atrapado por la mano derecha y al punto ciertamente le habríamos cortado la vena yugular, y ninguno de vosotros hubiera podido protegerle de Nosotros.”

Hazrat Umar (ra) añade: “Desde ese momento, el Islam quedó grabado en mi corazón.”

Hay una séptima narración [sobre la aceptación del Islam por parte de Hazrat Umar (ra)], que es una narración de Bujari. Hazrat Abdul-lah bin Umar (ra) narra: “Cada vez que escuchaba a Hazrat Umar (ra) decir: ‘Creo que tal y cual cosa sucederá’, se hacía realidad tal y como él había declarado. Una vez, mientras Hazrat Umar (ra) estaba sentado, un hombre apuesto pasó junto a él. Hazrat Umar dijo: ‘Si no me equivoco, esta persona todavía sigue la religión de la yahiliyya (época de ignorancia antes del advenimiento del Islam) o era un adivino de ellos. Tráiganme a este hombre’. El hombre fue llevado ante Hazrat Umar (ra) y se le informó de lo que se había dicho sobre él. El hombre respondió: ‘Nunca he visto jamás que un musulmán se enfrente a una acusación así’, (este hombre aceptó más tarde el Islam). Hazrat Umar (ra) dijo: ‘Me mantengo firme en que debes decirme la verdad’. Él dijo: ‘Yo era un adivino en el período pre-islámico de la ignorancia’. Entonces Hazrat Umar inquirió: ‘Dime la cosa más asombrosa que te hayan contado tus yinn femeninos’. (Eran adivinos y magos, por lo que le preguntó qué cosa peculiar le habían contado las yinn). Y explicó: ‘Un día, mientras estaba en el mercado, ella vino a mí y se sentí que estaba angustiada. Ella dijo: ¿No has visto a los yinn su estado de desesperación y ansiedad en que han quedado, pues ahora lo único que hacen es seguir a los camellos y sus monturas?’. Hazrat Umar (ra) comentó: ‘Tienes razón’, y luego el adivino añadió: ‘Un día, mientras dormía cerca de sus ídolos, vino un hombre con un ternero y lo sacrificó como ofrenda a los ídolos. Alguien soltó un grito como nunca antes había escuchado. Exclamaba: ¡Oh enemigo transgresor! ¡Algo abocado al éxito se acerca! Un hombre elocuente proclama: Nadie tiene derecho a ser adorado excepto Al’lah. Al oír esto, la gente huyó, pero yo [es decir, Hazrat Umar (ra)] dije: No huiré hasta saber quién está detrás de esto’. Entonces la voz alta volvió a sonar: ‘¡Oh enemigo transgresor! ¡Algo abocado al éxito se acerca! Un hombre elocuente proclama: “Nadie tiene derecho a ser adorado excepto Al’lah. Entonces me fui y unos días después se comentaba: Ha venido un Profeta’.” En algunas versiones de Bujari, en lugar de “no hay nadie digno de adoración excepto Al’lah”, se escribe “no hay nadie digno de adoración excepto Tú.” Esta es una narración de Bujari.

Con respecto a la aceptación del Islam por parte de Hazrat Umar (ra), hay varios relatos mencionados en los libros de historia y biografías. Entre ellas, la más conocida, o sea, la que se cita comúnmente, es aquella en la que Hazrat Umar (ra) fue con su espada para matar al Santo Profeta (sa), Dios nos perdone, pero alguien en el camino le informó que primero visitara a su hermana y a su cuñado, y por ello fue a su casa. Esta es la narración ampliamente aceptada y que se menciona en la mayoría de estas fuentes. Aunque existen otras narraciones como las mencionadas anteriormente, los historiadores y biógrafos han debatido mucho acerca de la autenticidad de estas narraciones según su propio entendimiento. Sin embargo, nosotros aceptamos la narración en la que se mencionan los acontecimientos que tuvieron lugar en la casa de la hermana y el cuñado de Hazrat Umar y que él fue a Dar al-Arqam desde allí.

Se puede decir que existe la posibilidad de que todas las narraciones mencionadas sobre la aceptación del Islam por parte de Hazrat Umar (ra) sean correctas en sí mismas, lo que indicaría que en diferentes momentos, el punto de vista de Hazrat Umar (ra) comenzó a cambiar lentamente. A veces, experimentamos cambios en varias etapas pero somos incapaces de dar el paso final. Quizás el paso final fue cuando Hazrat Umar (ra) escuchó el Corán en la casa de su hermana y cuñado, y luego se presentó ante el Santo Profeta (sa) para aceptar el Islam. En cualquier caso, Dios Altísimo sabe mejor lo que ocurrió. En todo caso, se podría decir que en el momento de su aceptación del Islam, tendría 33 años y era el jefe de la tribu Banu Adi. Antes de jurar lealtad, tenía la responsabilidad de ser un emisario de los quraish. Además, era extremadamente influyente, valiente y audaz. Después de aceptar el Islam, fortaleció a los musulmanes y salieron de Dar al-Arqam y ofrecieron oraciones abiertamente en Masyid al-Haram, (La Sagrada Mezquita). Hazrat Umar (ra) fue el último Compañero que aceptó el Islam en Dar al-Arqam, cosa que tuvo lugar en el último mes del sexto año después del advenimiento del Santo Profeta (sa). En ese momento, el número total de hombres musulmanes en La Meca era de 40.

Narraré los relatos restantes en el futuro, Dios mediante.

En este momento hablaré de algunos miembros que han fallecido y también dirigiré sus oraciones fúnebres en ausencia:

El primero es de Ahmad Muhammad Uzman Shabuti Sahib, que era hijo de Muhammad Uzman Shabuti Sahib de Yemen. Falleció el 9 de abril de 2021 en Egipto, a la edad de 87 años.

“Ciertamente pertenecemos a Dios y a Él volveremos.”

Ahmad Muhammad Uzman Shabuti Sahib nació en la ciudad de Aden, en Yemen. Cuando el respetado Ghulam Ahmad Sahib, que era misionero, fue enviado a Aden, en ese momento Shabuti Sahib hizo el juramento de iniciación a la edad de 14 años. Posteriormente tuvo la oportunidad de trabajar en diferentes capacidades para la Comunidad Musulmana Ahmadía en Yemen, incluso como presidente de la Yamat en Yemen durante mucho tiempo y trabajó en esta capacidad hasta su fallecimiento.

Estaba casado con la respetada Wasima Muhammad Sahiba, hija del Dr. Muhammad Ahmad Adani Sahib. Wasima Sahiba era la nieta de Hazrat Hayi Muhammad Din Sahib Dehlvi (ra) y Hazrat Hasina Bibi Sahiba (ra), ambos compañeros del Mesías Prometido (as). El nikah (matrimonio religioso) de Shabuti Sahib tuvo lugar en Rabwah, pero él no estaba presente allí en ese momento, aunque gracias a ello, estableció un vínculo con la Sede Central y tuvo la oportunidad de viajar a Rabwah. Tuvo el honor de reunirse con Hazrat Musleh Maud (ra), varias personas muy relevantes de la Yamat y algunos compañeros del Mesías Prometido (as).

Shabuti Sahib estudió en varias universidades de Inglaterra, donde cursó enfermería y gestión sanitaria. Obtuvo una maestría en administración sanitaria en la Universidad de Liverpool. Trabajó en el sector de la salud, en diversos puestos, durante aproximadamente 29 años, incluso como decano del Instituto Central de Salud de Yemen. Aparte de los países de Oriente Medio, fue asesor temporal de la Organización Mundial de la Salud para varios otros países.

Había estado enfermo recientemente y fue trasladado a Egipto para recibir tratamiento con la intención de venir al Reino Unido. Estaba recibiendo tratamiento allí, pero su salud se deterioró y, tras pasar unos días en el hospital, falleció el 9 de abril y se reunió con su Creador. El fallecido era “musi” (formaba parte de la institución de Al-Wasiyat) y, aparte de su esposa, le sobreviven su hijo, Muhammad Shabuti, que es médico en Estados Unidos, tres hijas, nietos y nietas. Su hija mayor está en Yemen, otra hija está en Alemania y Marwa Shabuti Sahiba vive aquí en el Reino Unido y está trabajando en MTA Al-Arabía.

Su hija, Marwa Shabuti, escribe: “Es cierto que ‘el Paraíso está bajo los pies de las madres’, no obstante, mi padre nos mostraba el mismo afecto que el de una madre; o se puede decir que no había diferencia entre el amor que recibíamos de nuestra madre y de nuestro padre.”

Además, escribe: “Mi padre era una persona justa y piadosa que poseía muchas cualidades; era extremadamente humilde, mostraba templanza, era paciente y veraz; se ocupaba de los pobres y amaba a todas las personas y a la humanidad en general, (y muchas personas que lo conocieron han mencionado estas cualidades). Realizaba su trabajo meticulosamente, era puntual y cumplía sus promesas. Se mantenía ocupado en la adoración y en las oraciones voluntarias y estaba especialmente atento a las oraciones obligatorias.” También cuenta que sus dos padres tuvieron la oportunidad de realizar el Hall (peregrinación a La Meca) en 2002.

El presidente interino de la Comunidad en Yemen, Jalid Ali As-Sabri Sahib, afirma: “Incluso a su avanzada edad, el fallecido era una personalidad imponente. Poseía un corazón puro y siempre tenía una sonrisa en la cara. Era generoso y hospitalario. Cuidaba de todos los áhmadis como un padre compasivo. Siempre que había alguna necesidad de la Yamat, gastaba de su propio bolsillo y compraba él mismo cosas que eran útiles para la Comunidad, como una impresora o un fax. Era muy benévolo y amable con los pobres y necesitados. Gastaba abundantemente para todos los áhmadis que lo necesitaban. Además se ocupaba de los huérfanos y las viudas áhmadis. Pagaba de su propio bolsillo el alquiler de la casa de una familia afectada por la guerra. A pesar de su avanzada edad, en 2018 emprendió el largo y arduo viaje de veinte horas desde Aden a Sana, incluso en un momento en el que la ruta era bastante peligrosa debido a los ataques saudíes, y habría puestos de control en varios lugares. Aunque le resultaba difícil caminar debido a su avanzada edad, emprendió este viaje solo para poder ofrecer la oración del Id junto con la Comunidad en Sana, dar a los miembros de la Yamat regalos de Id y unirse a ellos en su felicidad. A su llegada, todos los miembros de la comunidad se alegraron mucho.”

El siguiente funeral es el del respetado Qureshi Zakaul-lah Sahib, que trabajaba como contable en la oficina de Yalsa Salana. También falleció el 9 de abril, a la edad de 87 años;

¡Ciertamente a Al’lah pertenecemos y a Él volveremos!

El Ahmadíat fue introducido en la familia de Qureshi Sahib a través de su abuelo materno y del abuelo paterno de su esposa, Hazrat Jurshid Ali Sahib (ra). Cuando el Mesías Prometido (as) fue a Sialkot, Hazrat Jurshid Ali Sahib (ra) tenía dieciséis años y tuvo el honor de jurar obediencia al Mesías Prometido (as) en ese momento. La esposa de Qureshi Sahib ya ha fallecido; tenían cinco hijas y un hijo que es un Hafiz-e-Quran (alguien que ha memorizado el Sagrado Corán) y vive aquí en el Reino Unido. El marido de una de sus hijas trabaja actualmente en la Secretaría Privada de Rabwah. Otra hija está en Manchester y otra ha fallecido. Qureshi Sahib comenzó su servicio en la Yamat en 1954, como empleado suplente y trabajó bajo la dirección de Hazrat Mirza Bashir Ahmad Sahib (ra) y la Junta de Sadar Anyuman. Trabajó en el Sadar Anyuman Ahmadía durante más de 58 años.

Su hijo, Hafiz Shamsuz Zuha dice:

“Tuvo la oportunidad de trabajar con Hazrat Mirza Bashir Ahmad Sahib (ra) e incluso iba a su casa. El primer día que fue a su casa, Hazrat Mirza Bashir Ahmad Sahib (ra) le pidió que tomara asiento, a lo que dijo que no podía sentarse al mismo nivel que la progenie del Mesías Prometido (as). Al escuchar esto, Hazrat Mian Bashir Ahmad Sahib (ra) exclamó ‘una orden tiene prioridad sobre el respeto y el honor’, y entonces se sentó; le tenía mucho respeto”. Y también nos cuenta: “Mi padre tenía un carácter tranquilo y no sólo era regular a la hora de ofrecer las cinco oraciones diarias en congregación, sino que también era regular a la hora de ofrecer las oraciones de ‘tahayud’ (oraciones voluntarias antes del amanecer). Ofrecía contribuciones financieras en nombre de los fallecidos. Mantenía a los ancianos de la familia en nuestra casa y los atendía, algunos de ellos incluso fallecieron en nuestra casa. Tenía un gran amor y lealtad por el Jalifato y se aseguró de inculcar lo mismo a sus hijos.”

Continúa diciendo: “Cuando era joven, él (o sea, Qureshi Sahib) me llevaba a ofrecer las oraciones y a menudo, en el camino, decía que si alguna vez un Jalifa lo llamaba para alguna tarea, debía estar siempre preparado. Se hacía cargo de los gastos de varias familias pobres.”

Su hija, Amatul Islam, dice: “Mi padre regaló un ‘canal’ (unidad de medida equivalente a 5.400 pies cuadrados) de su propiedad en Muhal’la Nasirabad Sultan, en Rabwah, al Sadar Anyuman para que se construyera allí una mezquita. Además, de media, completaba la lectura del Sagrado Corán dos veces al mes.”

Tuvo cinco hijas y un hijo. También se aseguró de que sus hijos recibieran una buena educación y veló por su formación moral.

El siguiente funeral es el del respetado Malik Jaliq Daad Sahib, de Canadá, que falleció a los 85 años.

¡Ciertamente a Dios pertenecemos y a Él volveremos!

Su abuelo materno, Hazrat Sheikh Nuruddin Sahib Tallir de Qadián, fue un compañero del Mesías Prometido (as). Su abuelo paterno, el respetado Maula Daad Sahib tuvo el honor de jurar lealtad de la mano de Hazrat Jalifatul Masih I (ra) y entró en el redil del Ahmadíat. Durante mucho tiempo fue presidente local de la comunidad en Karachi. Estaba sirviendo en Canadá en el Departamento de Finanzas. Era regular en sus oraciones y ayunos, era bondadoso, cuidaba de los pobres y era además una persona virtuosa, sincera y noble. Siempre estuvo al frente de las contribuciones financieras y aparte participó en diversas iniciativas financieras. Tenía un profundo vínculo de amor con el Jalifato que yo mismo he observado y poseía una extraordinaria relación con el Jalifato. Por la gracia de Dios, el fallecido fue uno de los primeros “musian” (los que forman parte del sistema del Wasiyat – el Testamento-). Le sobreviven su esposa, cuatro hijos y tres hijas. Uno de sus hijos sirve en el Amila (Junta) Nacional de Canadá.

El siguiente funeral es el de Muhammad Salim Sabir Sahib, que era un trabajador de Nazarat Umur-e-Ama. Falleció el 27 de marzo, a la edad de 77 años.

¡Ciertamente a Al’lah pertenecemos y a Él volveremos!

El Ahmadíat fue introducido en la familia de Salim Sahib a través de su padre, Hazrat Mian Nur Muhammad Sahib, que fue Compañero del Mesías Prometido (as). Su padre era de un pueblo cercano a la India llamado Wanllwan y fue él mismo a Qadián en 1903 para jurar lealtad a manos del Mesías Prometido (as).

El fallecido fue nombrado parte del Sadar Anyuman, el 19 de mayo de 1962; luego, en 1968, fue trasladado de la oficina de Diwan a la oficina del secretario privado, ya que Hazrat Jalifatul Masih III (rh) lo había elegido especialmente para trabajar en su oficina. Después trabajó como Muhtasib (administrador) en Umur-e-Ama de 1987 a 2006. El tiempo de su servicio abarca unos 59 años. Era musi (miembro de al-Wasiyat).

Su sobrino y yerno dice: “Era asiduo en ofrecer el ‘tahayud’ (oraciones voluntarias antes del amanecer). Suplicaba con tanta angustia en sus oraciones, especialmente en las de tahayud, que el corazón de cualquiera que estuviera sentado cerca se derretía. Enseñaba constantemente a la nueva generación sobre la obediencia al Jalifa; trabajaba en la oficina incluso fuera de las horas normales; consideraba el dolor de cualquier áhmadi como un dolor propio; sentía las dificultades de los demás como sus propias dificultades; y ayudaba a la gente a resolver sus problemas teniendo en cuenta la obediencia al Jalifa y a la Comunidad. Recitaba constantemente ‘durud sharif’ -pedir a Dios bendiciones para el Santo Profeta (sa). Ayudaba discretamente a los pobres y poseía muchas cualidades elevadas.

El siguiente funeral es el de la respetada Naima Latif Sahiba, esposa del Sahibzada Mahdi Latif Sahib de Estados Unidos. Falleció el 10 de marzo.

¡Ciertamente a Dios pertenecemos y a Él volveremos!

Su marido, Sahibzada Mahdi Latif Sahib, es nieto de Hazrat Sahibzada Abdul Latif Sahib Shahid (ra). La fallecida obtuvo su maestría en botánica en 1969, por la Universidad de Peshawar. A continuación, comenzó a trabajar en el departamento de botánica del Instituto de Investigación de Peshawar y permaneció allí hasta 1972. En 1970, por iniciativa de Hazrat Jalifatul Masih III (rh), se dedicó al programa de Nusrat Yahan. Junto con su hermano menor, Said Malik Sahib, se fue a Nigeria y permaneció allí hasta 1975. Durante este tiempo, fue directora del instituto de árabe para mujeres de Wausau. En 1975 se fue a Estados Unidos, donde trabajó como investigadora en el departamento de botánica de la Universidad de Nebraska. Desde allí se trasladó a Maryland, donde pudo prestar servicios de forma continuada a Lallna (organización auxiliar de mujeres); también fue vicepresidenta de la organización auxiliar de mujeres de Estados Unidos. Aparte, fue presidenta local de la Yamat en Washington. Era muy cariñosa y empatizaba con las penas y dificultades de los demás. Era musia (parte del Wasiyat). Le sobreviven su marido, cuatro hermanos y dos hermanas; no tuvo hijos. Uno de sus hermanos es vicepresidente nacional de la comunidad en Estados Unidos y otro trabaja en Dar al-Qada también de Estados Unidos.

El siguiente funeral es el de Safiya Begum Sahiba, esposa de Muhammad Sharif Sahib de Canadá, que falleció el 11 de marzo, a la edad de 80 años.

¡Ciertamente a Al’lah pertenecemos y a Él volveremos!

Era la hija mayor del respetado Maulvi Charagh Din Sahib, antiguo misionero de Peshawar. Fue presidenta de la organización auxiliar femenina de Wah Cantonment durante bastante tiempo. Su marido falleció en 1993 a causa de un accidente. Tras el fallecimiento de su marido, se encargó de la formación moral de sus hijos de forma excelente. Era regular en las oraciones y el ayuno; ofrecía las oraciones de tahayud y era muy paciente y agradecida. También era muy sociable, era virtuosa y empática. Prometió realizar el Wasiyat a razón de 1/3. Le sobreviven cuatro hijas y un hijo. Todos sus hijos están sirviendo a la Yamat de una manera u otra.

¡Que Dios Altísimo conceda Su perdón y misericordia a todos los miembros fallecidos y eleve sus rangos espirituales!

Resumen

Después de recitar el Tashahhud, el Ta’awwuz y el Surah al-Fatihah, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba) dijo que relatría los incidentes de la vida de Hazrat Umar bin al-Khattab (ra).

Antecedentes familiares de Hazrat Umar (ra)

Su Santidad (aba) dijo que el padre de Hazrat Umar (ra) se llamaba Khattab bin Nufail y el nombre de su madre era Hantama bint Hashim. Su Santidad (aba) presentó varias narraciones sobre la fecha de nacimiento de Hazrat Umar (ra). Algunos opinan que nació cuatro años antes o cuatro años después de la batalla de Fijar. Hay otras narraciones que dicen que nació en el año 583 D.C. Hay otra narración que dice que aceptó el Islam en el año 6 D.H. cuando tenía 24 años de edad, lo que significaría que nació en el año 590 D.C. La cuarta opinión sobre su nacimiento es que nació cuando el Santo Profeta (sa) tenía alrededor de 21 años.

La aceptación del Islam por parte de Hazrat Umar (ra)

Su Santidad (aba) dijo que el Santo Profeta (sa) otorgó el título de ‘Farooq’ a Hazrat Umar (ra). Una vez, le preguntaron a Hazrat Umar (ra) cómo había recibido el título de Farooq. Hazrat Umar (ra) respondió que Hazrat Hamzah (ra) aceptó el Islam tres días antes que él, y procedió a narrar el incidente de la aceptación de Hazrat Hamzah (ra). Hazrat Umar (ra) dijo que tres días después de esto, recibió la noticia de que su hermana y su cuñado también habían aceptado el Islam. Fue a su casa y escuchó que se recitaba el Corán dentro. Llamó a la puerta y cuando le abrieron, comenzó a golpear a su cuñado. Según otra narración, cuando su hermana se adelantó a su marido, uno de los golpes cayó accidentalmente sobre ella. Al ver la sangre, su temperamento se calmó. Entonces pidió ver el libro que se estaba recitando. Su hermana le dijo que primero debía ir a hacer la ablución. Una vez que lo hizo, le dieron el Corán y leyó los versículos 1-9 de la Surah Taha.

Entonces decidió aceptar el Islam y se dirigió a donde estaba el Santo Profeta (sa). Cuando llegó, Hazrat Hamzah (ra), que estaba presente allí, dijo que le abrieran la puerta; si había venido con buenas intenciones le darían la bienvenida, y si había venido con malas intenciones entonces lo matarían. El Santo Profeta (sa) escuchó esto y salió. Tras esto, Hazrat Umar (ra) pronunció la declaración de fe. Entonces, todos los Compañeros (ra) exclamaron en voz alta ‘Al’lah es el Más Grande’. Hazrat Umar (ra) entonces preguntó al Santo Profeta (sa), si el Islam es la verdadera religión. El Santo Profeta (sa) respondió diciendo que por supuesto que lo es. Entonces Hazrat Umar (ra) preguntó que si este era el caso, por qué los musulmanes seguían escondidos. Ante esto, los musulmanes formaron dos filas y marcharon al aire libre hacia la Ka’bah. Cuando los Quraish vieron a Hazrat Hamzah (ra) y a Hazrat Umar (ra) junto a los musulmanes, se sorprendieron.

Hazrat Umar (ra) dijo que fue a partir de ese día que el Santo Profeta (sa) le dio el título de Farooq, ya que al aceptarlo, se le concedió fuerza al Islam y se distinguió la verdad de la falsedad.

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Umar (ra) era alto y de figura fuerte. Antes de su aceptación del Islam, Hazrat Umar (ra) solía ganar los combates de lucha que se celebraban en el famoso festival de Ukkaz. Hazrat Umar (ra) fue también uno de los Quraish que aprendió a leer y escribir. En la época en que el Santo Profeta (sa) fue comisionado, sólo había unas diecisiete personas que sabían leer y escribir.

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Umar (ra), mostraba algunas facultades espirituales incluso antes de su aceptación del Islam. Cuando los musulmanes emigraron a Abisinia, se prepararon para partir antes del amanecer para no ser molestados por los Quraish. Era habitual que los jefes de La Meca recorrieran las calles por la noche para asegurarse de que no se cometían robos. Por eso, esa noche, mientras Hazrat Umar (ra) caminaba por las calles, vio una casa que parecía haber empacado todo en preparación para un largo viaje. Se acercó a la casa, y preguntó a uno de los Compañeros (ra) qué pasaba. Ella fue directa en su respuesta y contestó diciendo que se iban de La Meca, porque él y su hermano no permitían que los musulmanes vivieran y adoraran libremente (Hazrat Umar (ra) aún no había aceptado el Islam). Hazrat Umar (ra) se volvió hacia el otro lado por el dolor de lo que había escuchado y dijo: ‘que Dios sea tu protector’.

Su Santidad (aba) dijo que el Santo Profeta (sa) también rezó para que Hazrat Umar (ra) aceptara el Islam. El Santo Profeta (sa) rezó para que Dios ayudara al Islam con quien fuera más querido para él; ya sea Umar bin al-Khattab o Amr bin Hisham. Cuando Hazrat Umar (ra) aceptó el Islam, el ángel Gabriel vino al Santo Profeta (sa) y dijo que los cielos estaban complacidos por la aceptación del Islam de Hazrat Umar (ra).

Su Santidad (aba) relató otro incidente que se narra sobre la aceptación del Islam por parte de Hazrat Umar (ra). Una vez el Santo Profeta (sa) estaba ofreciendo oraciones en la Ka’bah. Hazrat Umar (ra) deseaba escuchar lo que el Santo Profeta (sa) estaba diciendo. Cuando se acercó, escuchó al Santo Profeta (sa) recitando la Surah ar-Rahman. Esta recitación del Sagrado Corán derritió el corazón de Hazrat Umar (ra). Cuando el Santo Profeta (sa) se fue, Hazrat Umar (ra) lo siguió. Cuando el Santo Profeta (sa) se dio cuenta de que Hazrat Umar (ra) le seguía, se dio la vuelta, pensando que tenía alguna mala intención. En cambio, Hazrat Umar (ra) declaró su creencia en un solo Dios y que Muhammad (sa) era Su Mensajero.

Su Santidad (aba) dijo que hay varias narraciones sobre la aceptación del Islam por parte de Hazrat Umar (ra). La más prominente y repetida es el incidente de cuando Hazrat Umar (ra), partió con su espada para matar al Santo Profeta (sa), pero en el camino fue informado de que su hermana había aceptado el Islam. Entonces la visitó, donde escuchó la recitación del Sagrado Corán, lo que derritió su corazón, y entonces fue a ver al Santo Profeta (sa) y aceptó el Islam. Su Santidad (aba) dijo que aceptamos este incidente como el más preciso.

Su Santidad (aba) dijo que seguiría relatando incidentes de la vida de Hazrat Umar (ra) en el futuro.

Oraciones fúnebres

Su Santidad (aba) dijo que dirigiría las oraciones fúnebres in-absentia de los siguientes miembros fallecidos:

Ahmad Muhammad Usman Shabooti Sahib

Ahmad Muhammad Usman Shabooti Sahib falleció en Egipto el 9 de abril. Aceptó al Islam a la edad de catorce años cuando vivía en Yemen. Posteriormente, pudo servir a la Comunidad en varios cargos. Sirvió como Presidente de la Comunidad en Adan, Yemen. Había estudiado y servido en el área de medicina durante muchos años. Le sobreviven su esposa, un hijo y tres hijas. Poseía muchas cualidades virtuosas. También tuvo el honor de realizar el Hall (la peregrinación). Gastó mucho para ayudar a los pobres y necesitados.

Qureshi Zakaul’lah Sahib

Qureshi Zakaul’lah Sahib falleció el 9 de abril. Trabajaba como contador en la oficina de la Yalsa Salana (Convención Anual). Le sobreviven cinco hijas y un hijo. Sirvió a la Comunidad durante muchos años, y también tuvo la oportunidad de servir bajo Hazrat Mirza Bashir Ahmad Sahib (ra). Era regular en sus oraciones y también ofrecía regularmente oraciones voluntarias. Amaba mucho al Jilafat.

Malik Khalid Daad Sahib

Malik Khalid Daad Sahib de Canadá. Sirvió como presidente local en Karachi durante muchos años. Sirvió en la oficina de finanzas en Canadá. Poseía muchas cualidades virtuosas y amaba mucho al Jilafat. Su Santidad (aba) comentó que él mismo ha visto cómo expresaba su profundo amor por el Jilafat. Le sobreviven su esposa, cuatro hijos y tres hijas.

Muhammad Saleem Sabir Sahib

Muhammad Saleem Sabir Sahib falleció el 27 de marzo. Sirvió a la Comunidad en varios puestos y prestó sus servicios durante muchos años. Era regular en el ofrecimiento de oraciones y rezaba con mucho fervor. Estaba dedicado a su trabajo y poseía muchas grandes cualidades.

Naeema Latif Sahiba

Naeema Latif Sahiba, de los Estados Unidos, fue la esposa de Sahibzada Mahdi Latif Sahib. Falleció el 10 de marzo. Su marido es el nieto de Sahibzada Abdul Latif Shaheed (ra). Estudió y trabajó en el área de la botánica. Sirvió a la Comunidad en varios puestos, incluyendo el de Vicepresidenta Nacional de la Organización Auxiliar de Mujeres en los Estados Unidos.

Safiyya Begum Sahiba

Safiyya Begum Sahiba, de Canadá, falleció el 11 de marzo. Sirvió a la Comunidad en varios puestos. Era regular en las oraciones y el ayuno, y poseía muchas cualidades virtuosas. Le sobreviven cuatro hijas y un hijo.

Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah trate a todos los fallecidos con perdón y misericordia y eleve su estación en el Paraíso.

Resumen preparado por The Review of Religions.

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