El verdadero concepto de Jataman Naibyyeen
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

El verdadero concepto de Jataman Naibyyeen

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Tras recitar el Tashahhud, Ta´uz y Surah Al Fatiha, Hazrat Ameer-ul-Mu´mineen (aba) dijo:

La traducción de este versículo es la siguiente:

“Mohammad no es el padre de ninguno de vuestros hombres, sino que es Mensajero de Al-lah y el Sello de los Profetas; y Al-lah conoce perfectamente todas las cosas” [33:41].

En Paquistán, cada cierto tiempo, con alguna excusa u otra, los políticos y eruditos religiosos continúan manifestando su hostilidad hacia los áhmadis. Bajo su punto de vista, esta es la manera más fácil de ganar seguidores y aliados en su nación y ganar popularidad entre ellos. El arma más poderosa que puede ser usada para hacer agitar las emociones de los musulmanes es el arma del Jatm-e-Nabuwwat [Sello del profetazgo]. De ahí que cada vez que un partido político empieza a perder credibilidad, o la popularidad de un político comienza a decaer, siempre que las llamadas organizaciones religiosas quieren ganar prestigio político, siempre que quieren humillar a su organización rival, un partido político o a un político, lo asocian con los áhmadis y dicen: “¡Mirad que gran injustica se va a cometer! Estas personas quieren incluir o están a punto de incluir a los áhmadis entre los musulmanes, debido a la influencia de potencias extranjeras, cuando los áhmadis”, bajo su punto de vista, “niegan el jatm-e-nabuwwat”.

Estos llamados simpatizantes del islam, dicen que “no permitiremos que el honor del Santo Profeta (sa) se vea dañado, no, nunca permitiremos que se lleve a cabo tal injusticia. Qué gran injusticia es que los áhmadis sean llamados “musulmanes””. Luego, cuando dicen que incluso darán su vida por esta causa, los representantes del partido rival, que puede que sea el que esté gobernando, se manifiestan de inmediato en el parlamento diciendo: “Es impensable que los áhmadis reciban ningún derecho”. Es más, declaran que los pocos derechos que están disfrutando como ciudadanos de tercera clase en el momento debido a que son ciudadanos paquistaníes, también deberían ser cesados. Todos tienen su propio programa político e intereses establecidos.

Sin embargo, se utilizan a los áhmadis sin su conocimiento y sin ningún tipo de vínculo únicamente porque son un blanco fácil. Los miembros de parlamento –aquellos que son del partido gobernante y aquellos de otros partidos- hablan de todo corazón en contra de los áhmadis. Por tanto, esto es exactamente lo que hemos presenciado hace poco en la asamblea nacional de Paquistán; donde un partido político o el partido gobernante ha alterado los términos de una enmienda constitucional debido a sus propios intereses. Había mucha conmoción recientemente en Paquistán. El mundo ha sido testigo de todo esto debido a la cobertura mediática. Por tanto, no hay necesidad de entrar en detalles. En cuando a lo que se refiere a la Comunidad Musulmana Ahmadía, ni le hemos pedido nunca a ninguna potencia extranjera que se nos otorgue la condición de “musulmanes” ante la ley y la constitución a la vez que instigan una enmienda en la constitución de la Asamblea de Paquistán; ni hemos suplicado esto a ningún gobierno paquistaní; ni necesitamos ningún certificado por parte de ninguna asamblea o gobierno para que se nos considere musulmanes.

Nosotros nos consideramos musulmanes. Nos consideramos musulmanes porque somos musulmanes. Al-lah el Exaltado y Su Mensajero (sa) nos han declarado musulmanes. Recitamos el Kalima [declaración de fe]:

Texto árabe [no hay nadie digno de ser adorado salvo Al.lah, y Mohammad (sa) es Su Mensajero].

Creemos en todos los pilares y artículos de fe del islam. Tenemos fe en el Sagrado Corán y fe en que el Santo Profeta (sa) es Jatam-un-Nabiyeen como Al-lah el Exaltado ha declarado en el Sagrado Corán y tal como acabo de recitar. Tenemos convicción firme de que el Santo Profeta (sa) es Jatam-un-Nabiyeen. De hecho, el Mesías Prometido (as) ha escrito de manera clara y detallada en varias ocasiones que la persona que niega el [concepto de] Jatam-e-Nabuwwat, la considero como no religiosa y fuera del islam. No es ni áhmadi, ni musulmán.

Por tanto, esta inquietud que crean contra nosotros, y esta acusación que lanzan contra nosotros de que negamos [el concepto de] Jatam-e-Nabuwwat y de que, Dios perdone, no creemos que el Santo Profeta (sa) sea Jatam-un-Nabiyeen, es una acusación extremadamente absurda. Se ha realizado esta acusación contra la Yama´at y contra el Mesías Prometido (as) desde que el Mesías Prometido (as) hizo su proclamación. Cada cierto tiempo, como ya he mencionado, siempre que necesitan conseguir sus objetivos, estas personas sienten la necesidad de volver a sacar este tema.

En uno de sus sermones, Hazrat Jalifatul Masih II (ra) dijo que se nos acusa de esto y nosotros les informamos de su error diciendo que ¿cómo es posible que rechacemos [el concepto] de Jatm-e-Nabuwwat, cuando leemos el Sagrado Corán, tenemos fe y creemos en el Sagrado Corán y, además, el Sagrado Corán declara al Santo Profeta (sa) como Jatam-un-Nabiyeen? Ante esto, los eruditos no áhmadis realizan la siguiente acusación, que también enseñan al pueblo en general, y se realiza esta acusación incluso hoy. De hecho, debido a sus relaciones mutuas y debido a los medios de comunicación, los eruditos de otros países, influenciados por estos supuestos eruditos pakistaníes, dicen que, Dios perdone, los áhmadis no creen en el Sagrado Corán y consideran las revelaciones de Mirza Sahib superiores al Sagrado Corán. Así, cuando los árabes se dan cuenta de la realidad y entran en el manto del Ahmadíat haciendo el Bai´at [promesa de iniciación], dicen que,

“cuando preguntamos a nuestros eruditos sobre su opinión acerca del Ahmadíat, nos dicen cosas como que los áhmadis no creen en el Sagrado Corán, que han hecho un Corán aparte, que no creen que el Santo Profeta (sa) sea el último de los profetas; es más, creen que Mirza Sahib es el último profeta. Su Hall es diferente, no hacen el Hall, su Qibla [dirección de la oración] es diferente, y no rezan hacia el Jana Ka´ba [casa de Dios en Meca]”. 

Estas personas [conversos] dicen que “cuando investigamos sobre todo esto, la falsedad de estos supuestos eruditos sale a la luz”. Además, estas falsas acusaciones de los Moulvis [clérigos] no áhmadis contra los áhmadis, se convierten en medios de aceptación del Ahmadíat para muchos. Por tanto, al contar estas falsedades, estos Maulvis están haciendo un tipo de Tabligh [predicar el verdadero mensaje del islam] para nosotros.

¿Cómo puede ser posible para nosotros el no creer en el Sagrado Corán y no creer que el Santo Profeta (sa) es Jatam-un-Nabiyeen, cuando las propias revelaciones del Mesías Prometido (as) declaran al Sagrado Corán como el libro de Dios el Exaltado y lo considera como la fuente de todas las virtudes, y declaran al Santo Profeta (sa) como Jatam-un-Nabiyeen? Esto se menciona en las revelaciones. Así, una de las revelaciones del Mesías Prometido (as) con respecto al Sagrado Corán, es:

Que quiere decir que toda virtud se encuentra en el Sagrado Corán.

De igual manera, el Mesías Prometido (as) también dijo que aquellos que honran al Corán, serán honrados en el Cielo. Nunca se ha mencionado que deberíamos honrar sus revelaciones. Las revelaciones del Mesías Prometido (as) son subordinadas al Sagrado Corán. No tienen ningún valor por sí mismas. Cualquier virtud que debemos encontrar, cualquier guía que debemos buscar, si deseamos encontrar guía con respecto a un asunto en particular en la sociedad, debemos hacerlo mediante el Sagrado Corán. Además, muchas revelaciones del Mesías Prometido (as) explican y profundizan en esto.

De manera similar, hay innumerables extractos del Mesías Prometido (as) con respecto a que el Santo Profeta (sa) es Jatam-un-Nabiyeen. Además de esto, hay una revelación en la que se utiliza el mismo término de Jatam-un-Nabiyeen. La revelación es:

Es decir, invoca bendiciones sobre el Santo Profeta (sa) y su progenie, quien es el jefe de los hijos de Adán y es Jatam-un-Nabiyeen. El Mesías Prometido (as) tuvo esta revelación en varias ocasiones.

Además, también está esta otra revelación:

Es decir, toda virtud emana de Muhammad (sa).

Además, el Mesías Prometido (as) escribe en su libro Tayalliyat-e-Ilahiyyah [Manifestaciones divinas],

“si yo no fuese parte de la Ummah [pueblo] del Santo Profeta (sa) y no fuese un seguidor suyo, no habría recibido este honor de la comunión con Dios incluso si mis acciones fuesen equivalentes a las montañas. Esto se debe al hecho de que ahora, aparte del profetazgo de Muhammad (sa), todos los demás profetazgos han llegado a su fin.”

Por lo tanto, el Mesías Prometido (as) está subordinado al Santo Profeta (sa) y sus revelaciones también están subordinadas al Sagrado Corán. Si nosotros, Dios no lo quiera, consideráramos las revelaciones del Mesías Prometido (as) superiores al Sagrado Corán, entonces, ¿por qué es que hoy estamos gastando nuestro dinero y haciendo sacrificios financieros para esta causa publicando traducciones del Sagrado Corán? En lugar de esto, deberíamos publicar las revelaciones del Mesías Prometido (as). Hasta ahora, la traducción del Sagrado Corán se ha completado y publicado en setenta y cinco idiomas, mientras que la traducción en otros idiomas todavía está en progreso y pronto serán publicados, InshaAllah. Las traducciones de versos seleccionados del Sagrado Corán ya han sido publicadas en ciento once idiomas. Los grandes gobiernos islámicos y organizaciones religiosas afluentes deberían declarar en cuántos idiomas diferentes han publicado la traducción del Sagrado Corán. Somos nosotros los áhmadis quienes entendemos el verdadero significado y el espíritu de Jatam-un-Nabiyeen y son los áhmadis quienes están publicando en varios países del mundo y en sus respectivos idiomas la declaración de Dios el Todopoderoso de que el Santo Profeta (sa) es Jatam-un-Nabiyeen.  A pesar de esto, estas personas plantean alegaciones de que los áhmadis, Dios no lo quiera, niegan el [concepto de] Jatm-e-Nubuwwat. El Mesías Prometido (as) nos ha enseñado tal entendimiento y comprensión de Jatm-e-Nubuwwat, que estas personas, que dicen ser los custodios de Jatm-e-Nubuwwat, ni siquiera pueden compararse con él. Explicando el hecho de si creemos que el Santo Profeta (sa) es Jatam-un-Nabiyeen o no, el Mesías Prometido (as) dijo en una reunión:

“También debe recordarse que la alegación que se plantea contra mí y mi Yama’at, de que no creemos que el Santo Profeta (sa) sea Jatam-un-Nabiyeen es una grave fabricación contra nosotros. La convicción, la comprensión y el conocimiento con los que creemos que el Santo Profeta (sa) es Jatam-un-Nabiyeen son tan elevados que otros ni siquiera creen en la fracción más pequeña de los mismos, ni son capaces de hacerlo. No entienden la verdad y el secreto del [concepto de] Jatm-e-Nubuwwat [sello de profetas], que se asocia al término Jatam-un-Nabiyeen.

Ellos solo han escuchado este término de sus antepasados, pero son ajenos a su verdadero significado y lo que realmente significa Jatm-e-Nabuwwat y lo que realmente significa creer en ello. Sin embargo, Dios el Todopoderoso sabe que consideramos al Santo Profeta (sa) como Jatam-ul-Anbiya con plena convicción. Dios el Todopoderoso nos ha mostrado el verdadero significado de Jatam-e-Nabuwwat hasta tal punto que experimentamos el inmenso sabor de esta bebida dulce a través del intuitivo conocimiento que hemos recibido y nadie más que aquellos que están hechos para consumirlo lo entienden.”

Mientras explicaba la verdadera esencia del significado de Jatam-e-Nabuwwat, el Mesías Prometido (as) dice:

“Dios nos ha enviado un Profeta (sa) tal que, es el sello de los creyentes, el sello de los santos y el sello de los profetas, y ha enviado con él este libro que es el más perfecto y es el sello de todos los libros. A través del Santo Profeta (sa), que es el sello de los profetas, se completa el profetazgo. Este profetazgo no ha terminado en el sentido de que alguien detiene la respiración de otro causándole la muerte. Tal final no es en absoluto motivo de orgullo, sino que, en realidad, lo que quiere decir es que el profetazgo se ha perfeccionado en la figura del Santo Profeta (sa), lo que significa que ha recibido las cualidades de todos los profetas. Por lo tanto, todas las diversas cualidades que todos los profetas anteriores recibieron, desde Adán (as) a Jesús (as) Hijo de María todas fueron reunidas en la persona del Santo Profeta (sa). Y es por ello que se le considera Jatam-ul Nabiyeen. Y al igual que el Santo Profeta (sa) es Jatam-ul-Nabiyeen [sello de los profetas], de la misma manera, todas las diferentes enseñanzas de diferentes religiones y diferentes exhortaciones han sido perfeccionadas por el Sagrado Corán, y así el Sagrado Corán se ha convertido en Jatam-ul-Kutub.

Por lo tanto, esta es la realidad que desconocen nuestros oponentes que están bajo el dominio de los eruditos que no desean dejarlos ir porque han transformado la religión en un negocio que se verá afectado si sus seguidores se enteran de la verdad.”

Mientras explicaba el significado de Jatam-ul-Nabiyeen, el Mesías Prometido (as) dice en un lugar:

“Deseo reafirmar que el significado principal de la expresión Jatam-ul-Nabiyeen es que las cualidades del profetazgo que comenzaron en Adán (as) encontraron la perfección en el Santo Profeta (sa). Este es el significado obvio. El otro significado es que el círculo de las excelencias del Profetazgo se completó con la llegada del Santo Profeta (sa). Es absolutamente cierto que el Sagrado Corán perfeccionó todas las enseñanzas anteriores que estaban incompletas y por lo tanto el profetazgo también alcanzó su perfección.”

Es decir, todas las enseñanzas del Sagrado Corán perfeccionaron todo lo que trajeron los profetas anteriores porque su estado no era tan elevado [como el de Santo Profeta (sa)]. Esta enseñanza y Shariah fue revelada al Santo Profeta (sa) y aquí es donde el profetazgo fue perfeccionado. No es posible que ningún otro ser humano alcance ninguna perfección adicional después de que el Santo Profeta (sa) recibiera la revelación del Sagrado Corán. Por lo tanto, el Mesías Prometido (as) dice:

“Y el islam mismo atestigua el versículo: ‘Hoy he perfeccionado tu religión para ti.’ Estas son las señales del Profetazgo. No hay necesidad de discutir sus significados más profundos. Los principios son evidentes y claros y son como verdades establecidas. No es necesario que un creyente se involucre en su exposición detallada. Todo lo que se necesita es fe. Podemos detener a un oponente si plantea una objeción. Si él persiste, podemos pedirle que proporcione pruebas de sus objeciones [relacionados con sus argumentos] y sus respuestas.”

El Mesías Prometido (as) dice:

“Ser el sello de los profetas es uno de los signos del profetazgo del Santo Profeta (sa).”

El hecho de que el Santo Profeta (as) es Jatam-ul-Nabiyeen [sello de los profetas] es uno de sus signos y es necesario que cada musulmán crea en ello.

Como he mencionado anteriormente, si alguien no cree en el Jatam-e-Nabuwwat entonces el Mesías Prometido (as) dice que dicha persona no es un musulmán y cae fuera del manto del islam. Confirmando el verdadero estatus del término Jatam-ul-Nabiyeen, y la eminencia del islam, así como su superioridad sobre otras religiones, el Mesías Prometido (as) dice:

“Cuando los argumentos y la sabiduría alcanzan su apogeo, se otorga el nombre de Jatm-e-Nabuwwat (final del profetazgo). Más allá de esto, aquellos que critican se asemejan a los ateos.”

El Mesías Prometido (as) afirma:

“Todo contiene signos (signos manifiestos) y con el fin de entenderlos uno debe tener completa sabiduría y una capacidad de entendimiento lúcida”.

Si uno tiene completo entendimiento y conocimiento de la fe, así como una irradiación otorgada por Al-lah el Todopoderoso, solo entonces uno puede entender estos temas. El Mesías Prometido (as) dice:

“Después de la llegada del Santo Profeta (sa), la fe y la sabiduría se vieron perfeccionadas y otras naciones fueron iluminadas. Ninguna otra nación fue derramada con una enseñanza tan radiante y luminosa. De haberla recibido, ¿por qué no pudieron haber influenciado a los árabes? Ninguna otra nación fue otorgada esta enseñanza perfecta. Cada profeta que apareció fue enviado a una zona específica.”

El Mesías Prometido (as) a continuación dice que esta es una de las pruebas de que los árabes no tenían conocimiento de Dios o de la fe. Aquellos que tuvieron la sabiduría y fueron introducidos (a otras fes) no las aceptaron porque no eran enseñanzas perfectas o una luz perfecta. Si la luz perfecta hubiese sido encontrada en las fes del pasado, entonces hubieran tenido algún tipo de impacto sobre los árabes. El Mesías Prometido (as) afirma:

“De los árabes surgió una luna que iluminaría cada nación y su luz brillaría sobre cada región.”

Este es el estatus del Santo Profeta (sa) que vino a iluminar cada nación y cada ciudad, y su luz iba a legar a cada rincón de cada lugar. El Mesías Prometido (as) afirma:

“Únicamente el Corán ha tenido el honor de triunfar sobre todas las religiones del mundo en relación al tema del Tauhid (unidad de Dios) y el profetazgo.”

Las pruebas y argumentos presentados por el Sagrado Corán en relación al Tauhid y profetazgo fueron tales que no fueron otorgadas a ninguna otra religión. Por tanto, esto significa que la fe fue perfeccionada y el Santo Profeta (sa) iba a ser el Sello de los Profetas (sa). El Mesías Prometido (as) a continuación afirma:

“Es un verdadero honor que un libro como tal haya sido otorgado a los musulmanes.”

Aquellos que atacan las enseñanzas y la guía otorgada por el islam, lo hacen meramente basados en el resentimiento y en un estado de incredulidad.

Por tanto, es el islam el que surgió de la Península Arábiga y se extendió hacia todos los rincones de la Tierra en su forma original. Esto continúa extendiéndose a día de hoy. Por tanto, en la época actual, la Comunidad Musulmana Ahmadía está usando toda su fuerza y recursos para predicar el estado de Tauhid y profetazgo a cada ciudad, y cada calle de cada pueblo. Por tanto, hoy solo podemos entender el verdadero significado de Jatam-e-Nabuwwat (finalidad del profetazgo) y la Shariah (enseñanzas islámicas) otorgadas al Santo Profeta (sa). Solo ha sido el Mesías Prometido (as) el que ha explicado el estatus del Santo Profeta (sa) a las demás religiones. No solo explicó su estatus, sino que de hecho afirmó que las enseñanzas de otros profetas habían sido interpoladas hasta tal punto que era difícil determinar el estatus de sus profetas, y de si eran verdaderos o no. Este es otro de los aspectos magníficos del Santo Profeta (sa) en el que explica la veracidad y existencia, de los profetas del pasado. En relación a esto, el Mesías Prometido (as) dice:

“Solo es perfecta aquella enseñanza que se alimenta y cubre todas las facultades humanas, en lugar de aquella que solo se centra en una. Fijaos en lo que dice la doctrina del evangelio, en comparación con lo que la naturaleza humana afirma. Las facultades humanas y su naturaleza son una manifestación practica del libro de Dios.”

(La naturaleza humana y las facultades naturales de uno son una manifestación práctica de este libro).

Este es el llamado libro de Dios en lenguaje oral, por tanto, ¿por qué va en contra del diseño de la creación?

La guía que Al-lah el Todopoderoso ha revelado en lenguaje oral es conocida como el Sagrado Corán y el libro de Dios no puede ir en contra del designio natural del hombre porque las facultades naturales del hombre son de hecho la materialización práctica de esas enseñanzas, las cuales se encuentran el lenguaje oral del libro. Las facultades de uno son la manifestación práctica del libro y la Shariah es la forma oral del libro.

Similarmente, si el advenimiento del Santo Profeta (sa) no hubiera tenido lugar, entonces la moral, la guía, los milagros y los poderes espirituales de los anteriores profetas habrían sido criticados. Pero el Santo Profeta (sa) vino y los declaró como puros, y por ello los signos de su trabajo profético se manifiestan más brillantes que el Sol, y hay incontables signos de esto. Criticar a su labor profética o los signos de su labor profética es como si fuera de día y una persona ciega y testaruda dijera que es de noche. Lo diré de nuevo, otras religiones habrían permanecido en la oscuridad si el Santo Profeta (sa) no hubiera venido. La creencia se hubiera perdido, la tierra hubiera sido destruida por las maldiciones de Dios y Su castigo. El islam es como una lámpara encendida, que también ha guiado a otros alejándoles de la oscuridad. Leed la Torah y encontraréis que es difícil encontrar algo acerca del paraíso o el infierno. Fijaos en el evangelio; no hay signo del Tauhid. Ahora decidme, no hay duda de que estos libros provienen de Dios, pero ¿qué conocimiento y brillo espiritual podéis encontrar en ellos? El brillo espiritual verdadero y real, que es necesario para la salvación, está en el islam. Mirad al Tauhid, cada vez que abráis el Corán encontraréis algo sobre el Tauhid. Es como una espada desenvainada que corta la raíz del politeísmo. De la misma manera uno puede encontrar todos los diversos aspectos del profetazgo en una luz tan clara que es imposible que sea más obvio.

Por tanto, esta es la realidad de Jatam-e-Nabuwwat, que el Mesías Prometido (as) ha explicado. Hoy, los clérigos buscan oportunidades para culparse los unos a los otros, sin embargo, ninguno de ellos tiene la valentía de mostrar a otras religiones sus verdaderas enseñanzas e imperfecciones; ni pueden probar la superioridad del Santo Profeta (sa). Este fue el trabajo del Mesías Prometido (as) y a través de su conocimiento y formación la Comunidad Musulmana Ahmadía continúa su labor. Sin embargo, a pesar de esto en sus ojos (de los oponentes) somos incrédulos y ellos son creyentes.

En relación a la verdadera naturaleza de su proclamación, el Mesías Prometido (as) explica diciendo:

“¿Puede un maquinador desafortunado que se considera como un verdadero mensajero y profeta creer en el Corán? Además, ¿puede un individuo que cree en el Corán, al igual que quien cree que el versículo: (árabe) es la palabra de Dios, decir que, después del Santo Profeta (sa) él es un profeta y mensajero?

El Buscador de la Justicia debe tener en cuenta que bajo ninguna circunstancia este humilde servidor ha reclamado el profetazgo o apostolado de forma real. Además, utilizar en los discursos supuestos, e introducirlos en el lenguaje hablado del día a día, no le hacen a uno ser hereje. Por tanto, no me gusta hacer esto dado que hay una posibilidad que los musulmanes ordinarios se vean confundidos. A pesar de esto, no soy capaz de contenerme, en base a que se me ha ordenado a hacerlo, de pronunciar dichos discursos y diálogos con los que Al-lah el Todopoderoso me ha bendecido, en los cuales las palabras Profetazgo y Apostolado han sido extensamente usadas (puesto que Al-lah el Todopoderoso ha usado estas palabras y, por tanto, no puedo esconderlas).

Os digo una y otra vez que las palabras Profeta o Mensajero usadas en las revelaciones en mi respecto no deben ser tomadas literalmente. En realidad, doy testimonio con todas mis fuerzas de que nuestro Profeta (sa) es el Sello de los Profetas, y que después de él no aparecerá ningún profeta, nuevo o antiguo.

Cualquiera que diga que después de nuestro Profeta y Maestro que él es verdaderamente un profeta o mensajero en el sentido literal de las palabras, es un impostor y ha abandonado el Corán y los claros mandamientos de la Shariah; él es un infiel y gran mentiroso. En resumen, nuestra creencia es esta: quien afirma ser un profeta en el verdadero sentido y deliberadamente deja el atuendo de bendiciones del Santo Profeta (sa), y al separarse del puro manantial se declara abiertamente que es un profeta de Dios, ese individuo es un ateo. Es muy posible que un individuo de esta naturaleza construya su propio credo, traiga cambios en la adoración y más modificaciones y alteraciones a los mandamientos divinos. Ciertamente, se convertiría en el hermano de Musaylimah el Mentiroso y no habría dudas sobre su incredulidad. ¿Es posible decir acerca de un personaje tan corrupto que cree en el Corán?”

Por lo tanto, el que se adhiere a la Shariah puede recibir el honor de Dios el Todopoderoso, pero quien se aleja de mostrar sumisión al Santo Profeta (sa) no puede alcanzar este honor ni puede llamarse a sí mismo un musulmán. Explicando además sobre esto, el Mesías Prometido (as) declara:

“Somos musulmanes y creemos en el libro de Dios el Todopoderoso, el Sagrado Corán. También creemos firmemente que el Santo Profeta (sa) es el Profeta y Mensajero de Dios, y además que vino con la fe perfecta. También creemos que él es Jatam-ul-Anbiya y que no puede haber otro profeta después de él excepto uno que ha sido alimentado desde el manantial de su beneficencia (igual que el Mesías Prometido (as)) y cuya llegada fue conforme a sus profecías. Y, que Dios el Todopoderoso honra a los santos de esta Ummah a través del discurso divino y están adornados con los atributos de los profetas. Sin embargo, no son profetas en el sentido real porque el Sagrado Corán ha completado todo lo que se requiere de la Shariah y ellos han recibido la verdadera comprensión del Sagrado Corán, sin embargo, no agregan nada de sí mismos ni quitan nada de ello. Y uno que agrega algo al Santo Corán de sí mismo o quita algo de él es un Satanás rebelde. En nuestra opinión, Jatam-e-Nabuwat significa que todas las excelencias alcanzaron su apogeo en el Santo Profeta (sa), que es el más grande entre todos los profetas y mensajeros de Dios el Todopoderoso. También creemos que después del Santo Profeta (sa) uno solo puede alcanzar el estatus de profeta si pertenece al Ummah [seguidores] del Santo Profeta (sa) y está completamente fiel a él y ha recibido toda su beneficencia de su espiritualidad y se ha vuelto radiante por su luz espiritual. No hay ninguna cuestión de deshonra [al Santo Profeta (sa)] cuando uno alcanza este estado y tampoco está implícito de ninguna manera. Esta estación de profecía no es en absoluto independiente y tampoco es algo a lo que uno deba sorprenderse. De hecho, es el Ahmad (sa), el elegido, quien apareció como su reflejo. Una persona que es testigo de su propia imagen como un reflejo que Dios el Todopoderoso le muestra no se siente deshonrada en absoluto porque uno no se siente deshonrado cuando se trata de sus propios hijos y estudiantes. Por lo tanto, el que aparece después de haber recibido la gracia y las bendiciones del Santo Profeta (sa) y haberse sumergido por completo en él, su advenimiento es en realidad como si fuera el Santo Profeta (sa) mismo porque ha llegado a la cúspide de la completa devoción hacia él y está adornado con sus atributos y vestido con su atuendo y ha tomado la forma espiritual del Santo Profeta (sa) mismo. Tal persona alcanza un estado perfecto debido a la gracia y las bendiciones del Santo Profeta (sa) y este mismo hecho da testimonio de las bendiciones del Santo Profeta (sa). Las personas pueden ser testigos de las excelencias del Santo Profeta (sa) a través de tales devotos que, debido a su amor y sinceridad perfectos, son completamente fieles al Santo Profeta (sa) y es una absoluta tontería presentar en cualquier argumento en contra de esto porque esta es una prueba de Dios el Todopoderoso que demuestra que el Santo Profeta (sa) no era Abtar, es decir, sin ningún problema masculino y quien reflexiona sobre esto no requiere ninguna explicación detallada. El Santo Profeta (sa) no fue el padre físico de ningún hombre, pero debido a las bendiciones de su profecía, él es el padre de todos los que han alcanzado un estado perfecto en su espiritualidad y él es el sello de todos los profetas y el líder de todos los elegidos. Ahora, solo aquel puede entrar en la corte divina de Dios el Todopoderoso quien tiene la huella del sello del Santo Profeta (sa) y sigue su práctica completamente. Ninguna otra práctica o forma de adoración será aceptada ante Dios el Todopoderoso por parte de alguien que no declara el profetazgo del Santo Profeta (sa) y no permanece firme en su religión. Quien se separa del Santo Profeta (sa) y no lo sigue con todas sus fuerzas, perecerá. No puede haber una nueva Shariah [ley religiosa] después del Santo Profeta (sa) y tampoco se puede abrogar su libro y sus mandamientos ni hacer ningún cambio en su libro sagrado. No hay lluvia que pueda igualar la poderosa lluvia del Santo Profeta (sa) (es decir, la lluvia espiritual). Quien se aleja incluso de un ápice de adherirse al Sagrado Corán, se desvía de la fe. Nadie puede alcanzar ningún éxito a menos que se adhiera a lo establecido por la práctica del Santo Profeta (sa). Quien abandona incluso la guía más pequeña del Santo Profeta (sa), se extravía. Además, alguien que dice ser un profeta dentro de esta Ummah pero no tiene la creencia de que ha recibido su guía del Santo Profeta (sa), que es el mejor de toda la humanidad; y que él no es nada sin su bendito modelo; y que el Sagrado Corán es la ley más perfecta, entonces esa persona perecerá y será contada entre los desobedientes y rebeldes. Y, uno que dice ser un profeta pero no tiene la creencia de que es de la Ummah [seguidores] del Santo Profeta (sa); y que todo lo que alcanzó se debe a la gracia y las bendiciones del Santo Profeta (sa); y que él es uno de los frutos del jardín del Santo Profeta (sa); y que él es una gota de la poderosa lluvia del Santo Profeta (sa); y que él es un rayo de la luz del Santo Profeta (sa), entonces esa persona es maldita y la maldición de Dios el Todopoderoso también se arroja sobre sus compañeros, seguidores y ayudantes.”

El Mesías Prometido (as) no está enviando esta maldición sobre él y su Yama’at. Más bien, significa que él cree que recibió las bendiciones y la gracia espirituales del Santo Profeta (sa) y es el Mesías Prometido (as) quien ha alcanzado tal rango que Dios el Todopoderoso lo ha honrado con el estatus de un profeta sin ley debido a su sumisión al Santo Profeta (sa). El Mesías Prometido (as) dice:

“Bajo los cielos no hay más profeta que el Santo Profeta (sa) y no hay otro libro que no sea el Sagrado Corán. Quien se oponga a esto se arrastrará hacia el infierno.”

El Mesías Prometido (as) ha explicado en innumerables ocasiones el verdadero significado de Jatam-e-Nabuwat y su verdadero rango y también su propio rango con respecto a ello. También dijo que si los musulmanes se mantuvieran firmes en su fe y realmente siguieran al Santo Profeta (sa), entonces ¿qué necesidad había para su llegada? Por lo tanto, en un lugar dice:

“En términos de ejemplos mundanos, podemos citar el ejemplo de que el Jatam-e-Nabuwat es como la luna que comienza en forma de media luna y gradualmente alcanza su etapa perfecta catorce días más tarde, donde se la denomina Badr. Del mismo modo, las excelencias y las cualidades alcanzaron su perfección en el Santo Profeta (sa). Aquellos que creen que la puerta del profetazgo ha sido cerrada a cal y canto y creen que el Santo Profeta (sa) no merece mayor reconocimiento que Yusuf bin Amittai, esas personas han sido incapaces de comprender su verdadera esencia y no tienen conocimiento de los atributos y excelentes cualidades morales del Santo Profeta (sa). A pesar de su falta de comprensión y conocimiento, afirman que somos nosotros los que no creemos en Jatam-e-Nabuwat.”

Han sido incapaces de comprenderlo y, sin embargo, afirman que somos nosotros los que no creemos en Jatam-e-Nabuwat.

El Mesías Prometido (as) dice, además:

“¿Qué debo decir a las personas que aquejan de estas dolencias y cómo puedo compadecerlos? Si su estado no fuera este, y si no se encontraran tan alejados de la fe (es decir, si los musulmanes no se encontraran en el estado en el que se encuentran hoy, en que no comprenden la verdadera esencia del islam y no se hubieran distanciado de la religión)”

El Mesías Prometido (as) afirma:

“Entonces ¿cuál era el propósito de mi advenimiento? Si su fe era intachable y su espiritualidad completa, ¿qué necesidad había de que yo viniera? El estado de su fe se ha deteriorado y son totalmente ajenos a la realidad y propósito del islam. De lo contrario, no hay razón para que sientan enemistad contra las personas sinceras, lo que les convierte a ellos en incrédulos”.

Esto significa que el que está en el camino recto y ha sido enviado por Dios el Todopoderoso, y también cree en el Santo Profeta (sa) con total convicción, no ofrece motivos para que nadie sienta enemistad contra él; es decir, que el sentimiento de animosidad contra el Mesías Prometido (as), que ha sido enviado por Dios el Todopoderoso, convierte al individuo en un Kafir [incrédulo].”

Entonces, ¿por qué los musulmanes que profesan la Kalima [declaración de fe] nos declaran incrédulos? Quien declara que otro es un incrédulo, se aparta a sí mismo del seno del islam. El Hadiz del Santo Profeta (sa) da testimonio de este mismo hecho. Por lo tanto, las personas que dicen que somos incrédulos caen presas en su propio ardid. Por lo tanto, les decimos a estos musulmanes que profesan la Kalima, que reformen su condición, y reflexionen seriamente acerca de lo que Dios desea de nosotros. Tengo la esperanza de que estos pocos extractos que he presentado se conviertan en una guía para los musulmanes civilizados, y que en lugar de suscitar acusaciones en contra nuestra, los utilicen como medio para reformar su condición.

Con respecto a la Asamblea [Nacional] de Pakistán y al cambio en la redacción de la Constitución; unos días después de que fuera acordada, un miembro del Parlamento hizo un discurso incendiario fuera de contexto. Este discurso no solo pretendió enardecer el falso honor de los miembros de la Asamblea, sino que fue un intento de incitar al público en general y de causar disturbios en todo el país, para que toda la población se levante contra los áhmadis. Al mismo tiempo, fue una tentativa de insuflar una nueva vida a su carrera política presentándose como un líder leal al país. No obstante, algunos políticos sensatos junto con figuras destacadas de los medios de comunicación y otras personas civilizadas han expresado su descontento. Por esta razón, debemos sentir la esperanza de que existe una facción civilizada en Pakistán que ha comenzado a expresar sus opiniones en contra de las declaraciones falsas. Le han explicado cuáles son los hechos reales. Este miembro del Parlamento pretendió afirmar que constituía un insulto a su orgullo y honor que el Departamento de Física de la Universidad Qaid-e-Azam recibiera el nombre del Doctor Abdus Salam, ya que se trataba de un Kafir [incrédulo] que no creía en la finalidad del Profeta Muhammad (sa). Debería recordar que la persona que puso nombre a este departamento era el jefe anterior de su propio partido político, que no solo era el primer ministro, sino también su propio suegro. ¿Por qué no reivindicó su honor injuriado entonces? La única razón es que actualmente su partido se halla enfrentado a fuertes críticas y piensan que para salvarse pueden alzar su voz contra los áhmadis y decir todo lo que les viene en gana.

A los áhmadis no nos preocupa si es nombrado después de él o no. De hecho, el día en que designaron el departamento después de él, la gente cercana al fallecido Salam, como sus hijos escribieron una carta al Primer Ministro de Pakistán – de la que todavía no han recibido respuesta –  expresando su perplejidad por haber tenido que esperar veinte años después de su muerte para que el Gobierno de Pakistán pusiera el nombre de este excepcional científico pakistaní (Dr. Salam) También escribieron que a pesar de que su padre fue declarado no musulmán de acuerdo con la constitución, hecho que le entristeció profundamente –  el nunca renunció a la nacionalidad paquistaní. Gran Bretaña, Italia e incluso la India se ofrecieron a concederle la nacionalidad de sus países, sin embargo, siempre declaró que permanecería leal a Pakistán y se esforzaría en mejorar la condición de Pakistán, y puso todo su empeño en ello.

En definitiva, los hijos del Dr. Salam escribieron al Primer Ministro de Pakistán en ese momento declarando que ellos son musulmanes y que, para buscar el placer de Dios permanecen unidos a la Comunidad Ahmadía y aceptan al Mesías Prometido (as). Ellos dijeron:

“Debido a que nuestros derechos han sido arrebatados en Pakistán y lo que decimos no es aceptado, nosotros, como miembros de la familia Salam, no expresamos ninguna satisfacción en esta decisión del gobierno de Pakistán y nos distanciamos y desvinculamos de ella.”

Esta fue la reacción de los hijos del Dr. Salam. Si la Asamblea de Pakistán desea cambiar el nombre, pueden hacerlo fácilmente. La familia Salam y la Comunidad Ahmadía no se verá afectada por ello. Él (el mencionado miembro del parlamento) declaró en su momento que los áhmadis no deberían estar inscritos en el ejército. La historia del Pakistán da fe de que, hasta la fecha, todos los áhmadis que se alistaron en el ejército ofrecieron todo tipo de sacrificios por su país. Por lo general, las personas (en el ejército) como soldados, oficiales, subalternos, comandantes o coroneles ofrecen sacrificios, sin embargo, los áhmadis incluso después de alcanzar el rango de general no se retiraron de las trincheras, y hubo generales áhmadis que fueron martirizados.

Los medios de comunicación paquistaníes están sacando esto a la luz y al presentar los hechos están cuestionando lo que él ha dicho. Además, los medios están destacando los nombres de los generales Akhtar Malik, Ali e Iftikhar que fueron martirizados.  El mencionado miembro del parlamento, que dio este provocativo discurso solo alcanzó el rango de capitán en el ejército. Luego al convertirse en el yerno del Primer Ministro, o jefe del Gobierno, renunció del ejército y se sumó a la carrera de la riqueza al ingresar en la política. Si hubiera sentido amor por su país, habría permanecido en el ejército y habría ofrecido sacrificios por su nación.

Otra acusación contra los áhmadis es que no sirven a su país y que no son leales a su gente.  Sin embargo, puedo decir con total convicción que hoy día, sólo los áhmadis son los que siguen la enseñanza de “Hubbul Watni Minal Iman” – (es decir la lealtad hacia el propio país es parte de la fe) y actúan de acuerdo con ella. Ellos están dispuestos a sacrificar su vida y su riqueza y en la actualidad es lo que están haciendo. No damos discursos con el objetivo de potenciar nuestra carrera política, ni tenemos ninguna relación con la política. Tampoco somos culpables de asesinar en nombre de la religión. Creemos de todo corazón que el Santo Profeta (sa) es el Sello de los Profetas. Y para proteger su honor, estamos dispuestos a ofrecer cualquier tipo de sacrificio, y esto lo llevamos a cabo, y si Dios quiere, seguiremos ofreciendo este sacrificio. Es deber de los áhmadis residentes en Pakistán rezar por el país por el cual se sacrificaron desde el inicio. Que Dios el Todopoderoso lo proteja y nos proteja de los tiranos crueles y clérigos despiadados. ¡Que Pakistán forme parte de las naciones más civilizadas y liberadas del mundo!

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